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04 septiembre, 2025

Remedios Naturales para Acabar con los Mosquitos en Casa

¿Sabes cuál es el animal más mortífero del planeta? ¿El guepardo? ¿El tiburón blanco? ¿La serpiente taipán de Australia? Pues no, ninguno de ellos. El que más muertes provoca por su capacidad para transmitir virus y parásitos potencialmente letales es el mosquito. Y aunque en algunas latitudes hay algunos de estos insectos que son realmente peligrosos, lo cierto es que en España también tenemos algunos a tener en cuenta, no por su picadura en sí, sino por las enfermedades que pueden transmitir. Los mosquitos pueden ser el común (Culex pipiens), el tigre (Aedes albopictur), el japonés (Aedes japonicus) o el Aedes aegypti. Y las enfermedades que pueden regalar son tan graves como las derivadas del virus del Nilo (como la meningoencefalitis, por ejemplo), dengue, chicungunya, zika...


Además de estas enfermedades, no hay que perder de vista que las picaduras son realmente molestas, pero que en algunos casos pueden generar reacciones exageradas en ciertas personas. Y también conviene tener en cuenta que cuando el picor es intenso, es probable hacerse una herida al rascarse de forma enérgica, lo que puede acabar en una infección más o menos leve. 


Por eso es importante evitar a estos desagradables insectos a toda costa en cualquier lugar, pero sobre todo en el hogar, porque pasamos varias horas en él, sobre todo al atardecer, durante la noche y al amanecer, que suele ser cuando más pican. 


Por eso en este post quiero darte algunos consejos para evitar a los mosquitos en casa con remedios y trucos naturales

 

Remedios naturales para acabar con los mosquitos en casa


Aceites esenciales


Tienes aceites esenciales que funcionan a la hora de dejar a los mosquitos con ganas de entrar en tu casas. Voy a darte una lista de ellos y luego te haré un comentario acerca de mi experiencia personal con ellos, para que luego seas tu quien decida.


Árbol del té

Citronela

Eucalipto

Geranio

Lavanda

Limón

Menta

Romero


 En mi caso, el aceite que mejor me funcionada es el de citronela. Con él he tenido todo el verano a los mosquitos a raya, y únicamente ha aparecido alguno cuando me he quedado sin él. Después de este aceite, el de romero o incluso el del árbol del té también los han ahuyentado, pero en menor medida. El resto, al menos desde mi experiencia, no son demasiado efectivos. 

 

Citronela


 Estos aceites los puedes utilizar en quemadores de esencias o difusores de otro tipo si lo deseas. 


 Yo suelo echar unas pocas gotas a diario en unos recipientes con sal que tengo por la casa, para que el aroma vaya desprendiéndose a lo largo del día. De esa forma el aroma es suficiente para molestar a los mosquitos, pero no tan intenso como para que llegue a molestar o a interferir con otros aceites que use en casa. 


 En el cuarto de baño, puedes poner un par de gotas en el interior de los cartones del papel higiénico. Y recuerda renovar la dosis de aceites prácticamente a diario, porque si estos molestos visitantes volverán sin remedio. 


 También puedes poner un par de gotas en los bordes de las funda de la almohada, pero teniendo siempre cuidado de que tu piel no entre en contacto directo con el aceite sin diluir. Si te los vas a aplicar, debes tener la precaución de utilizar muy poca cantidad y diluirlos en un aceite portador, como el de almendra, por ejemplo. También debes tener en cuenta que algunos de ellos son fotosentibilizantes, por lo que debes aplicarte protección si te vas a exponer al sol ese mismo día o incluso al día siguiente. 

 

Aceites esenciales


 Te recomiendo que los aceites sean esenciales, no perfumes ni esencias con más ingredientes innecesarios. 


Plantas


 Hay una serie de plantas que tienen un aroma que ahuyenta a los mosquitos, puesto que les resultan desagradables. Y precisamente esas plantas tienen un olor que a los humanos nos agrada y que, además de evitar a esos pequeños e incómodos vampiros, sirven para perfumar tu hogar. 


Albahaca

Bergamota

Citronela

Laurel

Lavanda

Melisa

Menta

Salvia

Tomillo


 De todas estas plantas, probablemente la más eficaz sea la albahaca, y si tienes varias de ellas no creo que haya mosquito que resista, además de perfumar tu casa y utilizarlas para cocinar. 

 

Albahaca
 

Velas e incienso


 Las velas con aroma a citronela pueden ser una opción, aunque no todas son eficaces, no sé si por su concentración o por su calidad. En cualquier caso, te recomiendo que sean lo más naturales posibles para que cuides tu salud y la de los tuyos. 


 También puedes encontrar algunos inciensos que repelen a los mosquitos, aunque el aroma y el humo que se genera puede llegar a ser desagradable para algunas personas, e incluso nocivo para personas con problemas respiratorios.

 

Velas y caja de incienso


Otras medidas que puedes tomar 


 Los ventiladores, especialmente los de techo, generan corrientes de aire que les resultan desagradables, puesto que les impiden volar con soltura, así que dejarlo encendido durante la noche, puede ser una buena idea. 


 Si te es posible, instala mosquiteras en puertas y ventanas.


 Evita las luces muy intensas, especialmente cerca de los accesos, porque les llaman mucho la atención.


 A los mosquitos les atrae el sudor (el ácido láctico), por lo que tomar una ducha antes de irte a la cama, puede volverte menos atractivo para ellos. 


 Los perfumes y los cosméticos perfumados con aromas dulzones y florales les encantan, así que no los uses durante el verano.


 Procura usar ropa que te cubra la mayor parte del cuerpo. Ya sé que esto no es posible cuando el calor aprieta, pero cuanta menos piel tengas expuesta, menos te picarán. También sería recomendable que te cubrieses con una sábana para dormir, o al menos buena parte del cuerpo. 


 Puedes preparar una trampa para mosquitos, poniendo un chorro de vinagre de manzana en el fondo de una botella. El aroma dulce les atrae y terminarán cayendo dentro de la botella.


Y si te han picado...


 No te rasques, porque empeorarás el picor. Lava la zona con agua y jabón primero y luego aplícate frío (con una toalla húmeda o con un cubito de hielo envuelto en una gasa, por ejemplo). Después puedes utilizar áloe vera, vinagre de manzana, albahaca, bicarbonato o harina de avena (mezclados con agua y formando un pasta con cualquiera de estos ingredientes), una infusión de hamamelis o de manzanilla (de forma tópica, claro)...


Espero que estos trucos te sean útiles y que los mosquitos no se autoinviten a tu hogar.



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La primera vez que apareció el post Remedios Naturales para Acabar con los Mosquitos en Casa fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.  


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18 junio, 2025

Consejos para Limpiar y Cuidar Tu Cubertería

Si hay algo en tu cocina que usas a diario y varias veces es la cubertería. Incluso aunque pidas comida a domicilio, es fácil que tengas que utilizar un tenedor, un cuchillo o una cuchara para consumirla o terminar de prepararla.

 

Y si son utensilios que empleas a diario y que están en contacto con tu boca, tus manos y con tu comida, es fundamental que estén siempre en perfectas condiciones, tanto de limpieza como de conservación. 

 

Por eso en este post quiero darte algunos consejos para limpiar y cuidar tu cubertería, para que siempre sea segura para tu salud, que esté brillante y que dure muchos años en perfecto estado.

 

Consejos para limpiar y cuidar tu cubertería

 

Motivos para cuidar un poco más de tus cubiertos

 

Estarán más limpios, y por lo tanto cuidarás la salud de tu familia.

 

Tendrán un mejor aspecto.

 

Prolongarás su vida útil. 

 

Cubiertos
   

En general

 

Lava los cubiertos lo antes posible, para que no se queden restos resecos que luego son difíciles de retirar, que estén mucho tiempo en contacto con sustancias que los deslustran (ácidos, sal...)  o incluso que se tinten con determinados alimentos. 

 

Hay algunas cuberterías que se pueden limpiar en lavavajillas, pero otras no, así que averigua si la tuya es apta para este electrodoméstico. 

 

En caso de que tus cubiertos tengan madera en el mango, evita lavarlas en el lavavajillas y sécalas completamente antes de guardarlas. 

 

Utiliza siempre un detergente apropiado para tu cubertería, evitando aquellos que sean demasiado agresivos. También te recomiendo que optes por ingredientes lo más naturales posible, por tu salud, por tu bolsillo y por el medioambiente.

 

Evita los estropajos muy abrasivos, porque rayarás los cubiertos de manera irreversible. 

 

Un cepillo de dientes viejo es una herramienta perfecta para limpiar los espacios entre los dientes de lo tenedores, en caso de que haya restos de comida o que estén coloreadas por ciertos alimentos.  

 

Cubiertos

 

 Consejos para que tus cubiertos estén siempre impecables

 

A la hora de lavar la cubertería en el lavavajillas, procura que haya espacio entre las piezas para que circule entre ellas el agua y el detergente. 

 

Si quieres que tus cubiertos queden como nuevos, brillantes y sin manchas, no tienes más que sumergirlos en agua con almidón (de cocer patatas o arroz blanco) durante unos minutos y luego aclarándolos completamente con agua limpia.  

 

Si en tu cubertería han aparecido manchas oscuras u óxido, puedes sumergir las piezas en un refresco de cola. 

 

En caso de manchas de óxido o de cal, también puedes emplear agua con vinagre blanco. Sólo tendrás que poner en remojo los cubiertos y dejar que el ácido actúe. Luego ya sólo tendrás que lavar, aclarar y secar.   

 

Para el acero inoxidable 

 

Si la cubertería está manchada y es de acero inoxidable, prepara un cubo con agua fría y un chorrito de lejía de uso alimentario (no de otra, ojo), déjalos en remojo 1-2 horas, aclara, lava con detergente y estropajo suave, y termina por aclarar de nuevo con agua limpia. Si quieres, puedes sustituir la lejía alimentaria por bicarbonato de sodio. 

 

Para el acero inoxidable también funciona muy bien el siguiente truco: prepara una pasta con bicarbonato y limón. Frota cada pieza con ella y luego lava toda la cubertería como lo haces habitualmente, sin olvidarte de secarla completamente antes de guardarla en el cajón.  

 

Hablando del limón, si quieres que los cubiertos de acero inoxidable queden impolutos y brillantes, puedes frotarlos con un paños con unas gotas de zumo de limón. 

 

Cubiertos

 

Para la plata

 

Los cubiertos de plata los puedes limpiar del siguiente modo. Forra con papel de aluminio un barreño. Echa sal (entre 1/2 y 1 taza dependiendo de la cantidad de cubiertos a limpiar) y agua tibia en su interior. Coloca dentro los cubiertos sin que estén demasiado amontonados. Déjalos en remojo toda la noche. Luego lávalos del modo habitual, acláralos bien, sécalos y púlelos con un paño de algodón seco.

 

Evita el limón o el vinagre con las cuberterías de plata, porque corres el riesgo de dañarlas.  


El secado y el almacenaje

 

Seca siempre los cubiertos con un paño, tanto si los has lavado a mano como si los has sacado del lavavajillas, así evitarás las feas manchas de cal que dejan las gotas de agua. 

 

Nunca guardes los cubiertos si están mojados. Los restos de agua pueden generar moho y la proliferación de bacterias. Además, pueden aparecer manchas y óxido.  

 

A la hora de almacenar las piezas, procura que estén ordenados y que no se golpeen o se rayen entre sí.  

 

Cubiertos en un cajón

 

Si los cubiertos son de plata, es imprescindible que los guardes en un lugar seco y hermético. Puedes envolverlos en paños o servilletas de algodón o incluso en papel de aluminio o papel film. Así evitarás que aparezcan manchas negras y que se deslustren. 

 

¿Cómo cuidas tú de tu cubertería? ¿Tienes algún truco infalible que quieras compartir? Pues te invito a que lo dejes en la caja de comentarios. 

 

 

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15 enero, 2025

Cómo Conseguir que Tu Hogar Sea Acogedor

Una casa no es un hogar a menos que sea un espacio en el que las personas que habitan en ella se sientan bienvenidas, cómodas y protegidas. Un hogar es un refugio, un lugar en el que apetece despertarse por la mañana y  al que se desea regresar al final del día. En resumidas cuentas, tiene que ser un lugar cálido y acogedor. 

 

Si acabas de comprar o alquilar una vivienda o echas de menos todo lo anterior en la tuya, a continuación encontrarás algunos consejos para conseguir que tu hogar sea acogedor. Venga, pasa y ponte cómoda (o cómodo), que en esta casa tienes las puertas abiertas...


Cómo conseguir que tu hogar sea acogedor


Mantén tu casa siempre ordenada, porque el mero hecho de que no haya desorden transmite serenidad y predispone a disfrutar del hogar.

 

 Ventila tu hogar a diario para que el aire sea lo más fresco posible. Puede parecer un detalle menor, pero en una casa en la que no se renueva el aire, se tiene la sensación de opresión, por no hablar de que es una práctica muy poco saludable. 

 

 Un hogar acogedor comienza por la entrada, así que busca un bonito felpudo que de la bienvenida, tanto a los habitantes como a los visitantes. Cuida la disposición del recibidor para que sea bonita, pero también que sea práctica. ¿Algunas ideas? Un zapatero, un perchero, un espacio en el que poder dejar las llaves o las cartas, un banquito para descalzarse... También es importante que tenga una iluminación agradable y suficiente.


Recibidor o zaguán con banco y espacio de almacenaje


 Procura no sobrecargar las habitaciones con muebles y objetos decorativos, porque aunque puede parecer que la abundancia de cosas "abraza", lo cierto es que termina por ser agobiante. Además, si hay muchos objetos, es difícil moverse... y limpiar.


 Rodéate de muebles y objetos que cuenten una historia y que tengan significado. En lugar de cosas, que en tu hogar haya retazos de vida.

 

 Los mejores materiales para lograr un hogar acogedor son los naturales.

 

 La madera, sobre todo la que tiene un acabado natural es la que genera ambientes más confortables.


Espacio con un escritorio de madera al lado de una ventana

 

 Los colores más cálidos y suaves son los más acogedores, aunque lo ideal es utilizar otros fríos y más intensos para crear un ambiente más equilibrado. No le tengas miedo al blanco o al gris, porque si les añades un matiz cálido son muy acogedores.

 

 Elige muebles cómodos que inviten a usarlos y disfrutarlos, además de ser agradables a la vista. Las formas suaves y redondeadas, los materiales naturales, las texturas agradables y los textiles cálidos y suaves te ayudarán a conseguir.


 Evita los muebles que sean innecesarios y acumular demasiados en un mismo espacio. Coloca únicamente los que te sean útiles y/o los que tengan un significado para ti y tu familia. 

 

 Apuesta por los cuadros para personalizar las habitaciones, incluso en la cocina o el baño.  Eso sí, es importante que los elijas sabiamente para que encajen con el tamaño de la estancia y con el resto de la decoración.


Pared con cuadros delante de una mesa con sillas


 Las fotos también son imprescindibles para conseguir que la casa sea acogedora y más "humana". No es necesario que abuses de ellas, pero sí que haya recuerdos de la familia.


 Los espejos son perfectos para decorar, sobre todo si se usan de una manera estratégica que amplíen visualmente el espacio, si sirven para realzar alguna zona especial o si reflejan la luz.

 

 ¿Los textiles? El lino, el algodón, la lana, el mohair, el terciopelo... Y también puedes introducir la piel y otros materiales como el yute o la fibra de coco.


 Las alfombras son perfectas para crear un buen ambiente. Las tienes para invierno y para verano, por lo que no tienes por qué prescindir de ellas en ningún momento del año.


Dormitorio con un baúl y una alfombra a los pies

 

 Las cortinas y estores finos que permiten que la luz pase a través de ellas son estupendas para conseguir habitaciones acogedoras y luminosas. También puedes complementarlas con cortinas más gruesas, sobre todo en invierno, para mantener el calor dentro de casa, aunque deberías dejarlas lo más abiertas posibles durante el día. 


 Los cojines son imprescindibles, aunque conviene no excederse, porque cuando son demasiados estorban en lugar de ser confortables. Las texturas y los materiales deben ser cálidos e invitar a usarlos, en lugar de ser mejor objetos decorativos.


 Cuida al máximo la iluminación. Durante el día procura aprovechar la luz natural y al caer la noche, ten diferentes puntos de iluminación para crear diferentes ambientes. La luz también te puede ayudar a crear distintas zonas en un mismo espacio, según el uso que les des. Las luces indirectas y cálidas (neutras para la cocina o el baño) son las más agradables, y lo ideal es que sean regulables. 

 

 Las lámparas originales y que proporcionen luz algo difusa aportan mucha calidez y misterio. 


Espacio con un banco, mesas auxiliares y una lámpara colgante

 

 Las guirnaldas de luces pueden contribuir a crear una estancia mágica. Puedes colgarlas de un cuadro, del cabecero de la cama, rodeando el pasamanos de una escalera, dentro de un recipiente de cristal...


 Las velas te ayudarán a crear un ambiente más cálido en cualquier estancia de la casa. Y si las usas perfumadas, no sólo las disfrutarás con la vista, sino también con el olfato. 


 Los aceites esenciales y los perfumes naturales son imprescindibles para crear un verdadero hogar. También puedes utilizar granos de café, cítricos y cualquier otro elemento que desprenda un buen aroma.


 Usa y abusa de las plantas para crear un hogar más acogedor, natural y fresco. 


Plantas en el alfeizar de una ventana

 

 Y no te olvides de los libros, porque además de decorar, los tendrás siempre ahí para disfrutarlos. 


Crear un hogar acogedor requiere poco esfuerzo, pero el resultado merece la pena. 




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01 enero, 2025

¿Agua Caliente o Fria en la Limpieza de Tu Hogar?

A la hora de limpiar en casa de forma eficaz nos centramos habitualmente en los productos, las herramientas e incluso el método, aunque se nos olvida de un ingrediente imprescindible: el agua. Porque no podemos lavar o fregar sin ella.


Y hablando de agua, puede que alguna vez te hayas preguntado si cuando está caliente es más eficaz. Si quieres saber cuáles son las ventajas e inconvenientes de limpiar con agua caliente y cuándo hacerlo, sigue leyendo, porque creo que te puede interesar...


¿Agua caliente o fría en la limpieza de tu hogar?


Ventajas 

 

Cuando el agua está muy caliente, en general se eliminan más gérmenes, por lo que funcionan mejor a la hora de desinfectar. 

 

El agua caliente es imprescindible para eliminar la grasa y los aceites, tanto que es capaz de ser hasta 4 veces más eficaz que se se utiliza agua fría.

 

Es capaz de retirar con mayor eficacia los restos de jabón y detergentes, algo especialmente importante cuando se trata de la vajilla y la cubertería. 

 

Cualquier superficie que limpies con agua caliente se secará mucho más rápido que si usas agua templada o fría. 


Persona limpiando una cocina de inducción

 

Inconvenientes

 

Utilizar agua caliente supone un gasto energético mayor que en el caso de la fría. 

 

No todas las superficies soportan bien el calor, sobre todo si es muy intenso, por ejemplo los suelos de madera, los laminados o los de linóleo.


Hombre limpiando un suelo de madera

 

Si la temperatura es muy alta, puedes quemarte si tienes que usar las manos, incluso si te pones guantes.  

 

Ten en cuenta que hay algunos productos de limpieza que son menos eficientes con agua caliente. Piensa que es más fácil que se evaporen con el calor, lo que en el caso de detergentes y limpiadores agresivos pueden generar gases tóxicos, como ocurre en el caso de la lejía (que siempre debes usar con agua fría). 

 

Y también debes saber que hay algunos limpiadores que son más agresivos cuando se usan con agua caliente.

 

Una mayor temperatura del agua ayuda a reducir los gérmenes, pero siempre teniendo en cuenta que la que somos capaces de aguantar incluso con guantes, no los elimina por completo (ni mucho menos). Si quieres desinfectar realmente, tendrás que recurrir a productos específicos o a limpiar con vapor (en unas condiciones concretas).


Cuándo usar el agua caliente en la limpieza


A la hora de lavar los platos, las ollas, las sartenes y los táperes, para eliminar totalmente la grasa, dejarlos brillantes y sin marchas, además de acelerar su secado. Si quieres potenciar sus efectos, lo ideal es dejar las piezas más sucias en remojo durante unos minutos antes de fregarlos.


Mujer lavando la vajilla en el fregadero


Para eliminar cualquier resto que pueda quedar entre los dientes de los tenedores, en el borde de los cuchillos o en las tijeras de cocina. Déjalos en remojo en agua muy caliente con unas gotas de lavavajillas. Luego límpialos uno a uno con un estropajo insistiendo en las zonas problemáticas, teniendo cuidado de aclarar totalmente cualquier rastro de jabón o de suciedad. 

 

Para limpiar y desinfectar la cucharas y otros objetos de madera. Usa detergente y vinagre con agua caliente para dejarlos perfectos. Si ves que no han quedado perfectos, siempre puedes sumergirlos unos minutos en agua fría con un chorro de agua oxigenada o unas (pocas) gotas de lejía alimentaria. 

 

Para limpiar, desinfectar e incluso eliminar atascos en el fregadero.

 

En suelos de cerámica, piedra o mármol, especialmente cuando estén muy sucios o tengan manchas de grasa, y también si necesitas que se sequen más rápidamente. 

 

En los azulejos, tanto de la cocina como del baño, porque así conseguirás una limpieza más profunda. Además te ayudará a retirar toda la grasa y a dejarlos más brillantes.


Pared con azulejos blancos, estantería y recipientes

 

En los sanitarios, para que la higiene sea mayor y que, al secarse más rápido, no queden marcas. 

 

Cuando quieras desinfectar piezas de ropa o que estén muy sucias. Aunque para ello tendrás que usar una temperatura de al menos 60ºC. Eso sí, si la ropa tiene manchas, es mejor que primero las elimines con agua fría, porque si está muy caliente lo único que conseguirás es fijarlas.  


¿Qué opinas tú acerca del uso del agua caliente o fría en la limpieza?



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11 diciembre, 2024

Cómo Limpiar y Eliminar Atascos de Sumideros y Tuberías

Hay contratiempos en el hogar que, a pesar de no ser muy graves, son realmente desagradables y que, si no se gestionan bien, pueden convertirse en un problema mayor... y caro. Y unas de esas molestias son la suciedad y los atascos en sumideros y tuberías.


La primera supone un problema de higiene, una fuente de malos olores y la antesala de una obstrucción. Los segundos impiden que las tuberías realicen su función y pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza. 

 

Si quieres saber cómo limpiar y eliminar atascos en los sumideros y tuberías de tu hogar, sigue leyendo, porque creo que esta información es útil. 


Cómo limpiar y eliminar atascos de sumideros y tuberías


¿Por qué se ensucian y se obstruyen los sumideros y las tuberías?


Los sumideros se ensucian por la grasa, los residuos de comida, los restos de jabón, los pelos en el caso de los del baño e incluso por la cal del agua. Es fácil que todo esto se quede pegado sobre todo en el interior, que es la zona que menos se limpia, lo que genera moho y malos olores. 

 

En el caso de las tuberías, se suma todo lo anterior, junto con cualquier otro elemento que hayamos echado por el fregadero o los sanitarios. 

 

Cómo evitar que ocurra

 

Evita echar por el fregadero de la cocina o los sanitarios aquello que lo puede dañar y obstruir (comida, aceite usado, pintura...). Si no quieres que se cuele aquello que no debe, puedes poner unos suplementos que te ayudarán a retenerlo y tirarlo a la basura. 

 

Limpia el fregadero y los sanitarios a diario, procurando aclarar todo el jabón y eliminando cualquier resto que haya podido quedar. 


Sumidero

 

Cómo limpiar el sumidero

 

Puedes limpiar el interior del sumidero ayudándote de un bastoncillo de algodón, un cepillo de dientes viejo (mejor infantil o de los redondos para que quepan mejor por los orificios) o un limpiapipas (los puedes comprar en tiendas de manualidades, en grandes almacenes o en Internet). Humedécelos con vinagre o con el limpiador que prefieras. Y, muy importante, sujétalo bien para que no se caiga por la tubería y que el remedio sea peor que la enfermedad. Si no ves bien, puedes utilizar una linterna para tratar toda la superficie.  


Si está muy sucio, puedes desmontarlo para llegar con más facilidad a todas las zonas.

 

Cómo limpiar las tuberías

 

Acostúmbrate a echar agua hirviendo de forma regular, porque así se irán limpiando todos los restos que puedan haberse adherido. Ten en cuenta que el agua fría no es capaz de eliminarlos.

 

Puedes utilizar bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Primero vierte una 1/2 taza de bicarbonato de sodio en el sumidero. Luego vierte vinagre blanco sobre el bicarbonato y deja que actúe. Si quieres un extra, puedes calentar el vinagre (sin que hierva). Verás que aparecen unas burbujitas, así que espera a que la reacción termine. Luego echa, ahora sí, agua hirviendo para limpiar el bicarbonato y el vinagre, así como el atasco y la suciedad. Este último paso es imprescindible. 


Bicarbonato de sodio

 

También puedes usar desatascadores enzimáticos biológicos, que eliminan los atascos de grasas y materias orgánicas. Estos productos acaban con los depósitos de grasa, no son corrosivos, no llevan productos agresivos ni son peligrosos para el medio ambiente. Es muy importante que sigas las instrucciones del fabricante para utilizarlo de forma eficaz y segura.

 

Otra opción es utilizar una lata de refresco de cola. Lo único que tienes que hacer es verterlo en la tubería, dejar que actúe y luego verter agua caliente para arrastrar el refresco y los depósitos.  

 

Según donde esté el atasco, puedes eliminarlo desenroscando y limpiando el sifón del desagüe del fregadero o el lavabo. Primero deberías localizarlo y luego colocar un cubo o un barreño debajo para recoger el agua y la suciedad que pueda caer. Después tendrás que quitar el atasco, limpiarlo y volverlo a enroscar de nuevo, teniendo cuidado de que quede bien ajustado.


Lavabo


Las tuberías se pueden desatascar con el socorrido desatascador manual. Lo único que tienes que hacer es echar agua caliente en su interior, tapar la zona del rebosadero y bombear hasta eliminar el atasco y comprobar que el agua corre sin problemas. 


Si el atasco es grande, puedes recurrir a desatascadores que consisten en un cable flexible y largo y que tienen distintos suplementos como cepillos o puntas. Pero, ten cuidado, porque si no se usan adecuadamente puedes terminan dañando la tubería o empeorando el problema. 


¿Te has tenido que enfrentar a este tipo de problemas alguna vez? En mi caso ha sido así, aunque desde que procuro prevenirlos antes de que sucedan, me he ahorrado muchos problemas. 



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08 octubre, 2024

¿Cada Cuánto Lavar las Sábanas o Cambiar el Cepillo de Dientes?

Seguro que alguna vez has estado en alguna casa en la que la bayeta de la cocina parecía un amasijo pegajoso roto y maloliente, más parecida a una criatura de los pantanos que a una herramienta de limpieza. Si en esa misma casa vas a baño (si te atreves), podrás comprobar que la toalla está húmeda y con un olor y unas manchas bastante sospechosas. Y si tienes valor y diriges tu mirada a los cepillos de dientes, puede que salgas corriendo por la puerta sin apenas despedirte... 


Vale, ya sé que es una exageración, pero es cierto que en ocasiones no tenemos claro cada cuándo hay que lavar o sustituir la ropa de cama, las toallas y otros elementos que usamos a diario.


Si quieres saber cada cuánto tiempo hay que lavar sábanas o toallas, o cuándo sustituir el cepillo de dientes o el estropajo, acompáñame, que creo que es interesante...


¿Cada cuánto lavar las sábanas o cambiar el cepillo de dientes?


Las sábanas

 

Las sábanas, como norma general, hay que cambiarlas  al menos 1 vez a la semana. Esa frecuencia puede ser menor si hace mucho calor y sudas abundantemente, si tienes mascotas que duerman contigo o si la cama en la que están puestas es de un peque, porque se ensuciarán más rápidamente. Y si estás pasando una enfermedad, sería conveniente que las cambiases a diario o cada 2 días como mucho, porque si tienes fiebre es probable que las empapes con la transpiración, además de que evitarás la reinfección. 

 

Ten en cuenta que las sábanas acumulan bacterias, ácaros, hongos, sudor, células muertas, pelos (humanos y de mascotas si las tienes) y otros inquilinos desagradables, por lo que es necesario eliminarlos cada poco tiempo. 

 

Las fundas de la almohadas

 

Lo ideal es lavarlas en agua caliente (o al menos templada) y hacerlo al menos 1 vez a la semana.


Almohadas


Las toallas


Las toalla de baño se deben lavar cada 2-3 días en general, aunque en algunos casos se pueden usar hasta 1 semana, siempre que éstas se utilicen de forma individual, que no se usen de manera intensiva y que se puedan secar completamente entre uso y uso. 

 

En el caso de las toallas de lavabo, puedes seguir el mismo criterio que con las de baño, aunque como suelen usarse con mucha frecuencia y varios miembros de la familia a la vez, sería conveniente que no pasasen más de 3 días sin cambiarlas.


El pijama

 

Debes lavar el pijama cada 2 ó 3 días. Si la temperatura es alta, sudas mucho por la noche, estás enfermo o si lo lleva un niño pequeño, tendrás que cambiarlo cada 1 ó 2 días. Lo que nunca deberías es llevarlo más de 1 semana puesto.


Mujer con pijama


El cepillo de dientes

 

Debes sustituir el cepillo de dientes cada 3 ó 4 meses, aunque debes hacerlo antes si has tenido alguna infección, si lo dejas en el baño en un vaso sin tapa (se puede contaminar con las bacterias fecales al tirar de la cadena del váter), si te cepillas de una forma muy intensa o si lo tienes junto a los cepillos del resto de la familia también sin capucha protectora (se pueden contaminar entre sí al rozarse las cerdas). Y, en cualquier caso, si ves que las cerdas están deformadas y que ya no limpia bien, lo mejor es cambiarlo para garantizar una buena higiene dental. 


Cepillos de dientes

 

La esponja de ducha

 

La esponja hay que cambiarla cada 4-6 semanas, si es de material sintético, y cada 3-4 semanas como mucho, si se trata de un esponja natural. En todo caso, si ves que está rota, pegajosa, con mal olor o con manchas extrañas, es mejor que la sustituyas inmediatamente.

 

El estropajo

 

Deberías sustituir el estropajo al menos cada 2 semanas, incluso aunque lo laves y lo desinfectes a diario (algo que deberías hacer). Tendrás que hacerlo antes según lo que hayas limpiado con él, si el material está muy dañado y ya no es eficaz, si huele mal o si tiene una textura blanda y pegajosa.  


Estropajo en un escurridor en el fregadero junto con cubiertos


Las bayetas


Las bayetas conviene renovarlas cada 15 días, al igual que los estropajos. Y esto incluso si las lavas en la lavadora o las desinfectas. Ten en cuenta que acumulan una enorme cantidad de gérmenes, muchos de ellos realmente peligrosos, por lo que la higiene escrupulosa con ellas en fundamental. Por favor, desecha inmediatamente las que estén rotas, desgastadas, babosas y malolientes, porque puedes estar poniendo en peligro tu salud y la de tu familia. 


Las camitas de las mascotas


Es conveniente lavarlas al menos una vez al mes, dejando que se sequen completamente. Si la usa más de una mascota o si alguno de ellos ha estado enfermo, tendrás que hacerlo con más frecuencia. Procura cepillarla entre lavados y quitarle todos los pelos y suciedad que pueda haber recogido. 


Gatito jugando con un gato adulto


Soy consciente de que tanto cambio y lavado da mucha pereza, pero es algo imprescindible para mantener nuestro cuerpo, el de nuestra familia, nuestras mascotas y también nuestro hogar más saludables.



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La primera vez que apareció el post ¿Cada Cuánto Lavar las Sábanas o Cambiar el Cepillo de Dientes? fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.


¿Cada cuánto lavar las sábanas o cambiar el cepillo de dientes? by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under CC BY-NC-ND 4.0