24 febrero, 2016

Trucos para Comer de Tupper y Disfrutarlo

Comer de tupper es algo cada vez más frecuente, no sólo por economía, también por salud. Los que han tenido que comer en restaurantes o a base de comida rápida a diario en algún momento, saben que acaba siendo poco: poco saludable, poco amigo de la linea, poco variado, poco barato...

 
Y, ojo, comer de tartera es todo un arte. Porque puede acabar siendo tan poco como comer fuera de casa. 

 
Para que te conviertas en un artista de la comida de tupper, aquí tienes algunos consejos...


Trucos para comer de tupper y disfrutarlo

 
  • Hazte con recipientes aptos para contener todo tipo de comidas, tanto por su capacidad, como por su forma y capacidad de conservación de los alimentos. 

 
  • Si también te preparas bocadillos y sandwiches de vez en cuando, utiliza mejor recipientes específicos, porque conservan mejor que en papel de aluminio o bolsas de plástico.

 
  • Los tuppers de cristal, aunque son más pesados que los de plásticos, son mucho más recomendables. No sólo porque no transmiten ningún tipo de partícula nociva, sabor u olor a los alimentos al calentarlos, además se limpian y mantienen mucho mejor. 


  • Si pasa mucho tiempo desde que sales de tu casa hasta que llegas al trabajo, es verano o no tienes una nevera a mano, utiliza bolsas isotermas para conservar tu comida. 

 
  • Recuerda que es importante mantener la cadena de frío. Si no puedes hacerlo es mejor que prepares menús que no necesiten refrigeración para conservarse en condiciones óptimas.

 
  • Planifica tus menús cuidadosamente. De esa forma te asegurarás de comer variado toda la semana. Esa planificación te permitirá cocinar un sólo día y congelar todos los menús semanales, o tener claro qué debes cocinar y prepararlo cada noche o cada mañana. Todo es cuestión de tiempo y de gustos. 

 
  • Al planificar tus menús te será más fácil comprar de forma racional y ahorrar tiempo y dinero. Un consejo: compra alimentos de temporada y en establecimientos de confianza.

 
    Comida de tupper
  • Rellena los recipientes con las cantidades adecuadas. Si te excedes en las cantidades es muy posible que tengas que tirar la comida. Si no se ha mantenido la cadena de frío y se ha recalentado, es muy probable que al final del día ya no esté en condiciones de ser consumida con seguridad.

 
  • No tapes los recipientes de plástico mientras aún están calientes, porque pueden favorecer que los alimentos acaben oliendo y sabiendo a plástico.


  • Prepara tus alimentos de forma que favorezcan la conservación y las cualidades hasta que los consumas. Y también ten en cuenta las herramientas que tienes a tu alcance para la conservación y preparación: nevera, congelador, microondas, horno, cocina...


  • Cuida la presentación. De esa forma la comida te será más atractiva, te animará a alimentarte de forma más saludable... y te levantará el ánimo.


  • En general, las patatas (en la mayoría de sus preparaciones), el arroz hervido, los fritos y los rebozados, no soportan bien eso de conservarlos en nevera, transportarlos y luego recalentarlos. Justo al contrario que los guisos. Ya sé que hay a quien le encantan los filetes rusos, las croquetas y la tortilla de patata, pero en tupper.. no se disfrutan tanto como recién hechos. Ni fríos ni recalentados.

 
  • Las ensaladas son perfectas para comer de tartera, pero es necesario no cortar la lechuga en trozos demasiado pequeños y aliñarlas justo cuando se vayan a comer, para que se conserven frescas y sabrosas. Es mejor llevar el aliño aparte, en un frasquito, por ejemplo.

 
  • Ensalada con atúnSi se trata del tomate, lo ideal es cortarlo justo cuando se vaya a comer, para que mantenga todo su sabor y un aspecto agradable. 


  • En caso de que vayas a hacerte una ensalada o un bocadillo con atún, caballa o sardinas, toma nota: añádelos justo antes de comerlos. Así mantendrás todo su sabor y textura. 

 
  • Si llevamos carne, pollo, pavo o pescado a la plancha, fritos o hervidos, se les pueden añadir unas gotas de limón un chorrito de aceite de oliva antes de calentar en el microondas. De ese modo quedarán más jugosos. A mí personalmente me gusta más una vez recalentado, pero es cierto que ayuda a mantener la carne en mejores condiciones. 

 
  • Por cierto, hablando de carnes y pescados, es mejor salarlos después de calentar, para que no se resequen demasiado. Y, además, así evitarás añadir sal en exceso.


  • Olvídate de las salsas que lleven nata, crema o huevo, porque pueden convertirse en un peligro si no puedes mantener la cadena de frío. 


  • Si tomas pan, congela raciones individuales, así te las podrás llevar cada día y tu pan estará siempre fresco. 


    Lo más recomendable: no comer delante del ordenador
  • No comas delante del ordenador, porque para que la comida te siente bien, debes desconectar y comer siendo consciente de lo que estás haciendo. En caso contrario, acabarás con dolor de estómago, hinchazón, gases y todo tipo de molestias por haber comido rápido y sin prestar atención. Por no hablar de que dejarás olor a comida en tu puesto de trabajo y puedes acaban manchando tu teclado o los documentos con los que estés trabajando.


  • Lava las tarteras justo después de comer. De esa forma evitarás malos olores, que se tinten los tuppers (si son de plástico) y que proliferen todo tipo de bacterias. 





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17 febrero, 2016

Tips para Descongelar Alimentos de Forma Segura

La congelación de alimentos, hay que reconocerlo, es un gran invento. Nos facilita las cosas a la hora de tener a nuestra disposición todo tipo de alimentos, sin necesidad de ir a hacer la compra o cocinar a diario.


Pero toda congelación tiene una descongelación... y ahí es donde suele estar la dificultad. Como necesitamos cierto tiempo para descongelar y cada vez somos más impacientes, tendemos a utilizar técnicas que pueden poner en peligro nuestra salud. Una de las prácticas de riesgo más nabituales: descongelar a temperatura ambiente.


Y es que los alimentos pueden contener microoganismos con muy mala intención que, mientras están en el congelador permanecen tranquilitos, pero que según comienzan a descongelarse, vuelven a estar de lo más activos y dispuestos a enfermarnos.


Por eso es imprescindible realizar una descongelación segura. Si quieres saber más sobre este tema, sigue leyendo...

  
Tips para descongelar de forma segura


En general


  • Protege siempre los alimentos que vayas a congelar. Bolsas, papel o recipientes, lo que prefieras, pero que el alimento no esté nunca en contacto directo con otros alimentos.


  • Acostúmbrate a escribir la fecha de congelación en los paquetes de los alimentos que congeles, porque el frío no garantiza una duración eterna de la comida.


  • Ante la duda, pregunta en tu carnicería o pescadería si el alimento estaba que vas a comprar estaba congelado previamente, porque no podrás congelarlo nuevamente en tu casa, salvo que lo cocines antes. Hay ocasiones en las que se venden alimentos ya descongelados como frescos y esto puede suponer un problema serio.


  • Aunque los alimentos estén cocinados, no es garantía de que hayamos matado a todos los microorganismos nocivos. Por eso es importante descongelarlos de forma segura, puesto que según se traspase la barrera de los 4ºC en la que esos microorganismos están en stand by, vuelven a proliferar con toda impunidad.


  • No descongeles a temperatura ambiente, para evitar que las bacterias puedan comenzar a hacer de las suyas en las partes del alimento que ya han comenzado a descongelarse.


Formas seguras de descongelar alimentos


Nevera



  • Es la forma más adecuada y segura de descongelar la mayor parte de los alimentos.


    Nevera
  • Los cambios de temperatura muy graduales que va experimentando el alimento permiten que sus cualidades se mantengan casi intactas. Y como la temperatura final es baja, no proliferarán los microorganismos nocivos para nuestra salud.


  • Hablando de temperatura, lo ideal es que la nevera esté a 4ºC. Si es más baja, tardará demasiado en descongelarse el alimento, si es más alta, comenzará a entrar en zona roja en cuanto a seguridad. Las bacterias se encuentran a sus anchas y proliferan en temperaturas superiores a 4ºC e inferiores a los 66ºC.


  • El tiempo de descongelación en frigorífico dependerá del tamaño de las piezas, llegando las más grandes a necesitar 24 horas o más. Lo ideal es que congeles los alimentos en porciones para facilitar esta tarea.


  • Como hacen falta unas horas para descongelar totalmente la comida, es importante la planificación de los menús. Y esto no es sólo beneficioso para la descongelación, también lo es para tu salud y la de tu familia, porque es más fácil comer de forma saludable si se programa con antelación. Todos sabemos que cuando no tenemos prevista la comida o la cena somos más propensos a comer cualquier cosa... que casi siempre es calórica y con exceso de grasas.


    Protege siempre los alimentos al congelarlos y descongelarlos
  • No descongeles la comida sin tenerla protegida por una bolsa, envuelta en papel de horno o de aluminio o dentro de un tupperware. De esta forma evitarás que gotee y esté en contacto directo con otros alimentos, lo que podría provocar contaminación cruzada entre ellos.


  • No te olvides de colocar el alimento sobre un plato o, mejor aún, sobre un recipiente con rejilla para que pueda recoger los jugos de la descongelación. Y, ojo, los líquidos que pueda soltar la comida deben ser desechados, puesto que pueden estar contaminados.


  • Es importante consumir la comida descongelada en nevera con rapidez. Ese plazo dependerá del tipo de alimento, aunque no debería superar los 2 ó 3 días como norma general. Si ves que no puedes consumirla en un tiempo razonable, te recomiendo que la cocines durante un par de minutos a más de 70ºC y luego la congeles de nuevo.


Agua fría



  • Es un método interesante para descongelar carnes o pescados en porciones pequeñas en poco tiempo.


  • Sólo tienes que llenar un recipiente con agua fría e introducir el alimento en ella dentro de una bolsa hermética; procurando que la bolsa no flote, para que esté en contacto con el agua lo máximo posible.


No descongeles los alimentos directamente sobre el chorro de agua fría
  • No utilices el agua directamente sobre el alimento, porque perdería su textura y sabor. La excepción: los mariscos, que se pueden descongelar en agua de mar o agua del grifo con sal.


  • Ve cambiando el agua cada 20-30 minutos, porque se irá enfriando poco a poco. Revisa el estado de la descongelación y, cuando esté en su punto, cocina el alimento o introdúcelo en la nevera hasta que vayas a prepararlo. Eso sí, ten en cuenta que este método sólo deberías emplearlo cuando quieras descongerlar y cocinar rápidamente, si vas a dejar pasar más tiempo entre una acción y otra, quizás deberías descongelar en el frigorífico.


Microondas



    Microondas
  • Este método es el ideal para los platos ya cocinados, aunque no es tan bueno para descongelar carnes, pescados y mariscos; porque suelen mantenerse congelados en algunas zonas, mientras otras se cocinan.


  • Si vas a cocinar un plato que luego quieres congelar, procura que no esté muy hecho, de esa forma al descongelar y calentar no quedará demasiado pasado. 


  • Si tu microondas tiene función de descongelado, utilízala según te indique el fabricante en las instrucciones. Si no la tiene y se trata de una porción pequeña, puedes utilizar una potencia media y ponerlo un tiempo de entre 20 y 30 seg. y comprobar el estado en el que está el alimento. Si no se ha descongelado aún, puedes repetir la operación hasta que consigas su total descongelación. Si la porción es grande, tendrás que ir aumentando los tiempos, aunque lo más recomendable es congelar en trozos pequeños o medianos.


  • Procura que haya espacio dentro del microondas, para que la comida pueda descongelarse adecuadamente.


  • Te recomiendo que vayas moviendo el recipiente para que se vaya descongelando de manera uniforme. La mayoría de los microondas tienen zonas que no se calientan por igual, así que es la mejor manera de conseguir una descongelación homogénea.


Sin descongelación previa



    Las verduras y hortalizas no necesitan descongelación previa
  • Las verduras y hortalizas no necesitan descongelación antes de cocinar, de modo que puedes introducirlas directamente en el agua hirviendo o el guiso.


  • Esta forma de descongelación no es muy recomendable para otro tipo de alimentos, aunque si lo haces, ten en cuenta que el alimento puede perder textura y sabor. Y tendrás que contar con un 50% más de tiempo de cocción.


Espero no haberte dejado helada (o helado) con este artículo ;)





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10 febrero, 2016

14 Consejos para Llevar Tu Ropa a la Tintorería

¿Tienes en tu armario prendas que se limpian en seco o que requieren un planchado profesional? Si es así, en este post encontrarás 14 consejos para llevar tu ropa a la tintorería y que esta quede perfecta


Aquí los tienes...


14 consejos para llevar tu ropa a la tintorería


1.- Busca una tintorería fiable y de calidad, así sabrás que tus prendas están bien tratadas y te evitarás problemas. Evita ir cada vez a un establecimiento diferente, porque la confianza mutua es importante para asegurarte un buen servicio.


2.- Mira las tarifas que deben tener a la vista. Así te harás una idea de los precios que te cobrarán por los servicios más habituales. Fíjate también en cómo entregan las prendas (funda, percha, cartonajes...) y en el aspecto de las instalaciones.


3.- Pregunta a personas de la zona por la calidad de servicio de la tintorería en cuestión. Y también puedes buscar opiniones en Internet. De esa forma podrás comprobar si otros están conformes el establecimiento.


4.- Lee siempre las etiquetas y si aparece el aviso de limpieza en seco, ni lo dudes, llévalo a la tintorería y déjate de experimentos caseros. Todavía recuerdo una bonita camisa que lavé en casa y que requería limpieza en seco, quedó 3 tallas más pequeña... y la culpa fue sólo mía por no seguir las instrucciones.


Símbolo de limpieza en seco5.- Hablando de etiquetas, aunque es incómodo, no las cortes. O al menos guárdalas. De esa forma el profesional que vaya a limpiar tus prendas, sabrá de qué tejido se trata y cómo tratarlo.


6.- Lleva tu ropa a limpiar lo antes posible. Si guardas las prendas con manchas durante mucho tiempo, estas se fijarán y será difícil eliminarlas por completo. Este consejo es aplicable no sólo para la ropa, también para las alfombras, edredones y cobertores.


7.- Y, en cuanto a las manchas, si la prenda requiere limpieza en tintorería, no te animes a quitarlas por tu cuenta, porque puedes desteñir o dañar la prenda. Y después de eso, ni el mejor de los tintoreros podrá recuperar tu ropa.


8.- Antes de llevar tu ropa a la tintorería vacía bolsillos y fundas de cualquier objeto, no sólo porque éste pueda perderse o dañarse, también porque puede estropear la prenda o la maquinaria durante la limpieza.


9.- Indica a la persona que te recepcione la prenda dónde están las manchas, incluso las más leves. Y no sólo eso, infórmale también de qué tipo de mancha se trata y de cuánto tiempo hace que está en la prenda. Esta información le servirá al tintorero para tratar la prenda adecuadamente o para decirte si se puede limpiar o no. Normalmente marcan las zonas donde están las manchas para pretratarlas y para comprobar que se han ido todas tras la limpieza.


Perchas con prendas colgadas10.- Si los botones, aplicaciones o partes móviles de las prendas son delicadas, deberías retirarlos antes de la limpieza. Y si a ti se te pasa, un buen profesional debería avisarte de ello. Es una faena tener que descoser y volver a coser botones y adornos, pero es mucho pero tener que comprar unos nuevos.


11.- Si tienes un conjunto, ya sea de vestir (traje de chaqueta, terno, twin set, etc.) o de ropa de casa (funda nórdica y cojines o falda de camilla y fundas de sillas, por ejemplo), lleva a limpiar todo el conjunto, aunque alguna de las piezas no está manchada. De esa forman mantendrás el color y el desgaste de las prendas de manera uniforme.


12.- Si sólo vas a llevar la prenda a planchar y esta no es de limpieza en seco, no te olvides de lavarla previamente con suavizante, o el tintorero no podrá plancharla adecuadamente, por mucho equipo de planchado especializado del que disponga. 


13.- Si vas a entregar una prenda valiosa, indícaselo al tintorero. Lo ideal es que en el albarán de entrega figure su tasación. De esa forma, si hay algún percance, te podrán compensar por el precio de la prenda.


14.- Siempre te deben entregar un albarán en el que vengan detallados los datos del establecimiento, tus datos de contacto y el detalle de las prendas. Incluidos los desperfectos previos de las prendas, la descripción de las manchas que puedan dar problemas, el valor de las prendas especiales, el día de recogida, etc. Y, ojo, debes guardarlo, puesto que es la única forma que tendrás de reclamar la prenda o los daños que puedan haberse producido en ella.





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03 febrero, 2016

Bizcocho de Chocolate, Avellanas y Copos de Avena

Si te gusta el chocolate y las avellanas, espero que este bizcocho también lo haga. Es una receta sencilla, horneada en microondas, que no te llevará más de 25 minutos, cocción incluida. Vamos, que no tienes excusas para no hacer esta receta de repostería express.


No lleva leche, mantequilla ni huevos, así que es ideal para vegetarianos y veganos. No es apto para dietas sin gluten, aunque con unos pequeños retoques puedes adaptarlo si es tu caso.


Está realmente delicioso y, aunque no es precisamente light, sí que es nutritivo y con unos ingredientes saludables; por lo que es un capricho que te puedes dar de vez en cuando.


Aquí tienes la receta...


Bizcocho de chocolate, avellanas y copos de avena


Ingredientes


100 gr. de harina integral de trigo sarraceno
150 gr. de harina integral de maíz
100 gr. de harina integral de espelta
150 gr. de copos de avena
225 gr. de azúcar integral de caña
200 gr. de aceite de oliva virgen
1 vaso grande de bebida de avena
100 gr. de avellanas
4 cucharadas soperas de cacao puro en polvo
2 plátanos medianos
1 cucharadita de postre de levadura química


Notas sobre los ingredientes


  • Las cantidades de este bizcocho son para uno de gran tamaño o dos pequeños, porque me gusta tener para varios días. Ten en cuenta que puedes congelarlo sin problemas. Si lo quieres más pequeño, sólo tendrás que escalar las cantidades. 

  • Las harinas de esta receta pueden ser sustituidas por harina de trigo o por cualquier otro tipo de harina que te agrade, tanto refinada como integral. Mi consejo es que utilices harinas integrales, porque son más nutritivas y saludables, aunque tengan las mismas calorías que las refinadas. 

  • Aunque leas en los ingredientes trigo sarraceno o alforfón, no se trata de un tipo de trigo, sino de un pseudocereal que no contiene gluten.

  • Si eres celíaco o sigues una dieta sin gluten, puedes cambiar la espelta y la avena por otros productos más adecuados para ti.


Ingredientes del bizcocho de chocolate, avellanas y copos de avena
     
  • Los copos de avena de la receta son de los grandes. Así se mantienen más enteros durante la cocción y no se deshacen tanto, además de retener mejor la humedad.


  • En cuanto al azúcar, te propongo que sea integral, aunque puedes utilizar su versión refinada o edulcorante. En este caso la cantidad no es excesiva para que no quede demasiado dulce, si eres muy goloso tendrás que incrementarla. 

  • La bebida de avena la puedes sustituir por leche de vaca u otra bebida vegetal. Por cierto, si al mezclar los ingredientes ves que el resultado es muy espeso, puedes añadir más cantidad de líquido. El cacao puro tiende a resecar el bizcocho, por lo que no importa si la mezcla queda algo más clara de lo habitual. 


  • El cacao en la receta es puro y semidesgrasado, porque es el que más me gusta, al tener más sabor y no contar con azúcar extra. Puedes utilizar cualquier otro tipo de chocolate en polvo que te guste; aunque si es muy dulce, quizás tengas que ajustar la cantidad de azúcar.

  • Si tienes alergia a los frutos secos puedes cambiar las avellanas por chips de chocolate, pasas o cualquier tipo de fruta en trozos. 

  • Hablando de avellanas, las de la receta son tostadas. 

  • Utilizo plátanos en lugar de huevo, porque soy intolerante a la clara. Si prefieres la opción del huevo, puedes poner 2 de tamaño XL.


Materiales


Batidora
Mezcladora/amasadora de varillas
Bol
Vaso de batidora
Molde de silicona
Pincel de silicona


Preparación


Pica la mitad de las avellanas y resérvalas. Te aconsejo que no utilices el molinillo eléctrico, sino un cuchillo. De esa forma quedarán trozos más grandes que le darán un toque más rústico al bizcocho. 


En un bol mezcla las harinas, la levadura, los copos de avena, el azúcar y el aceite. Procura que todos los ingredientes queden bien unidos. Puedes mezclar a mano, aunque te recomiendo que utilices una mezcladora eléctrica. 


En un vaso de batidora coloca la otra mitad de las avellanas, los plátanos en trozos, el cacao y la bebida de avena. Bate todos los ingredientes hasta que quede con la textura de unas natillas ligeras.


Une la primera mezcla (harinas, avena,  levadura, azúcar y aceite) con el batido anterior. También te sugiero que utilices la mezcladora eléctrica. Procura que todo quede bien unido.


Unta un molde de silicona con aceite de oliva ayudándote de un pincel y rellénalo con la masa que has obtenido. Espolvorea unos copos de avena en la parte superior.


Bizcocho de chocolate, avellanas y copos de avenaHornea en el microondas durante 10 minutos. Los 6 primeros minutos a máxima potencia (en este caso 720 W) y los 4 últimos a 500 W. Deja reposar en el micro durante unos minutos. Si vas a hacer el bizcocho más pequeño, no te olvides de reducir los tiempos de horneado.


Ajusta los tiempos según las potencias y características de tu microondas. La primera vez sería interesante que estuvieses pendiente de la cocción. En el caso de que tu microondas caliente más por unas zonas que por otras, siempre puedes ir moviendo el bizcocho a lo largo del horneado para que se haga por igual.


Luego saca el molde de silicona, tápalo con una servilleta limpia y déjalo reposar de nuevo hasta que se temple.


Una vez templado ya puedes desmoldarlo... y disfrutarlo. 


Consejo plus


Para darle un toque más goloso, puedes preparar una salsa de chocolate caliente, negro y/o blanco para servirla con el bizcocho. 




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