Esta Crema Supernutritiva Puedes Hacerla en Casa

¿Te gustaría preparar en casa una crema supernutritiva e hidratante corporal? Pues atrévete, porque es más fácil de lo que parece.

Elaborar cosméticos caseros es algo sencillo, pero es importante tomar ciertas precauciones. Lo primero que debes tener en cuenta es la higiene, tanto en tus manos como en las herramientas que emplees y en el proceso de preparación. Debes ser sumamente escrupulosa. Por otra parte, es importante que uses ingredientes de calidad y que sepas cómo elegirlos, combinarlos y manipularlos. Si no lo sabes, consulta con alguien que sí tenga conocimientos (dermatólogo, farmacéutico, facialista con una buena formación...). Por último, debes tener en cuenta que los cosméticos caseros tienen una vida útil más corta que los comerciales, puesto que el proceso de elaboración y los conservantes no son los mismos.

Y, por supuesto, debes usar únicamente aquellos ingredientes que no estén contraindicados en tu caso particular. Así que ten cuidado con aquellos a los que tengas alergia o que en algún momento te hayan producido irritación. En cualquier caso, consulta con tu médico o farmacéutico siempre que tengas alguna duda o si vas a usar ciertos ingredientes como los ácidos o las vitaminas.

La crema que te propongo cuenta con ingredientes que son bastante seguros, salvo que tengas alergia específica a alguno de ellos, al látex (en el caso de la manteca de karité), al cacao, al coco o a la vitamina E. Así que si no tienes estas alergias, te invito a que la pruebes, porque es realmente eficaz a la hora de nutrir e hidratar tu piel.

Para qué usarla

Es una crema hidratante, nutritiva y regenerante. Perfecta para cuidar las manos, los pies y los labios, aunque también puedes usarla como manteca corporal cuando tengas la piel muy seca y quieras un extra de suavidad y brillo. Incluso puedes utilizar una pequeñísima cantidad como sérum para hidratar las puntas secas del cabello. En este caso toma el equivalente a un grano de arroz, fúndelo entre las manos y luego extiéndelo por las puntas.

En ningún caso te la apliques es el rostro, porque su cantidad de grasa no es apropiada para esa zona, incluso aunque la tengas extremadamente seca.

Ingredientes

Manteca de karité

• Porcentaje para la crema: 80%.

• Si es pura, sin refinar, tendrá un olor bastante fuerte y poco agradable. Si se usa tal cual y el aroma al karité te desagrada, puedes usar su versión refinada, que es inodora e incolora (la pura tiene un color amarillento). Aunque en este caso, al ir acompañada de manteca de cacao, que tiene un aroma delicioso, se contrarresta el del karité puro. Además, puedes utilizar aceites esenciales para perfumarla.
  

• Tiene propiedades hidratantes y nutritivas.

• Repara hasta las pieles más dañadas.

• Es ideal para tratar las manos, los pies, los codos, las rodillas, los labios o la piel del cuerpo si está muy castigada. También sirve para hidratar y nutrir el cabello.

• Por sus propiedades antiinflamatorias sirve para tratar las pieles sensibles.
  

• También tiene propiedades fotoprotectoras, pero eso no significa que el uso de la manteca de karité exima de usar el FPS adecuado para cada piel.
  

• Funde entre los 32 y los 45ºC.

• No se puede mezclar con agua o ingredientes acuosos, porque no se disuelve. Si se intenta combinar con agua cuando la mezcla se enfríe tendrás la manteca por una parte y el agua por otra.
  

Manteca de cacao

• Porcentaje para la crema: 15%.

• Procura que sea 100% pura, sin refinar y procedente de primera prensa en frío.

• Además de poderla utilizar en tus recetas de cocina y repostería es perfecta para cuidar tu piel.
  

• Es perfecta para cuidar la piel de tu cuerpo, pero deberías evitar aplicarla en el  rostro (a excepción de los labios), sobre todo si la tienes muy grasa. Incluso puedes usarla en una pequeña cantidad para preparar mascarillas hidratantes para el cabello.

• Es muy hidratante y nutritiva.

• Aporta luminosidad , elasticidad y brillo a la piel.

• Es antioxidante e incluso ayuda a eliminar marcas y cicatrices.

• Funde a los 35ºC.

• Al igual que en el caso de la manteca de karité, no deberías mezclarla con agua, porque no se integran.

Aceite de coco

• Porcentaje de la crema: 4%.

• Es mejor que sea orgánico y puro.

• Es uno de los ingredientes imprescindibles para cuidar la piel y el cabello, desde cremas hasta jabones o champús.
  

• Tienes propiedades hidratantes, reparadoras, protectoras e incluso purificantes.

• Funde a los 27ºC.

• Puedes mezclarlo con otros aceites y mantecas, pero no así con agua o con ingredientes acuosos.
  

Vitamina E (Tocoferol)

• Porcentaje de la crema: 1%.

• Es un antioxidante potente, que te servirá tanto para combatir el envejecimiento de tu piel como para conservar la propia crema, ya que es especialmente eficiente a la hora de evitar que se enrancien los preparados que contienen aceites.

• También hidrata y protege la piel.

• Se disuelve perfectamente si lo mezclas con grasas y aceites.

• La puedes comprar en la farmacia en cápsulas o en frasco en webs dedicadas a ingredientes para elaborar cosméticos DiY.
  

Aceite esencial (opcional)

• Puedes añadir 4-6 gotas de un aceite esencial que le aporte a la crema un aroma agradable y otras propiedades beneficiosas.
  

• Procura que sean aceites esenciales bio. Puedes usar el de limón, de naranja, de lavanda, del árbol del té, de geranio...

Todos estos ingredientes los puedes encontrar en herbolarios, sitios de venta on-line de ingredientes para preparar cosméticos, farmacias y parafarmacias.

Su coste no es muy elevado, aunque sí te recomiendo que busques productos de calidad. Son un poco más caros, pero la diferencia en el resultado final merece la pena.

El aceite esencial es opcional, por si quieres aportarle tu aroma personal. Puede añadir unas pocas gotas de aceite esencial de lavanda, de azahar, de limón, de naranja, de árbol del té...

Preparación

✽ Prepara un bol y ponlo al baño maría, nunca directamente al fuego. No debe calentarse más allá de los 45ºC y no debe hervir en ningún caso. Es más que suficiente que pongas agua a calentar, la viertas en un bol y dentro del mismo pongas otro más pequeño para hacer la mezcla. Es muy importante que el agua nunca llegue al recipiente en el que vayas a preparar la crema. Si cae alguna gota, te encontrarás con que entre la crema quedarán bolsas de agua, lo que es muy desagradable, además de acelerar su degradación.

✽ Primero incorpora la manteca de karité, puesto que es la que tiene un punto de fusión más alto.

✽ Una vez que la manteca de karité esté derretida, añade las obleas de manteca de cacao.

✽ Cuando las mantecas hayan adquirido textura líquida y untuosa, incorpora el aceite de coco y remuévelo bien.

✽ Deja de la mezcla comience a templar, y entonces vierte las gotas de vitamina E, procurando que se integre completamente.

✽ Si quieres ponerle aceite esencial, hazlo mientras la mezcla está templada.

✽ Vierte todo en un tarro. Es mejor que sea de cristal o de aluminio, aunque puedes usar uno de plástico. En este caso, te cuidado de que sea resistente al calor o de que la mezcla esté bastante tibia, aunque todavía líquida. Si está muy caliente puede derretir el plástico.

✽ Te aconsejo que pongas el tarro un par de horas en la nevera para que termine de fraguar la manteca.

Si te la aplicas todas las noches en manos, pies y labios, verás lo suaves y nutridos que estarán cuando te levantes por la mañana.

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Guiso de Patatas con Pulpo en Crock Pot (y en Cazuela)

Me gustan los platos de cuchara y me gusta (muchísimo) el pulpo, y si unimos ambos reconozco que me es difícil resistirme.

Los platos de cuchara son reconfortantes y mucho más saludables de lo que se suele pensar. Son nutritivos, pero si se cuidan los ingredientes y la preparación, pueden tener un aporte calórico bastante razonable.

Y el pulpo es una verdadera joya. Es rico en proteínas y aporta también omega 3, yodo, hierro, calcio, potasio, magnesio, selenio, zinc vitamina A y vitaminas del grupo B.  Por no hablar de su sabor y de la cantidad de preparaciones que admite: a la brasa o a la plancha, a feira, en brochetas, con arroz, gratinado con queso San Simón, en empanada...

También se puede hacer un guiso de patatas con pulpo, que es la receta que comparto contigo. Yo la hago en Crock Pot (olla de cocción lenta), pero se puede hacer también en cazuela, así a continuación encontrarás las dos formas de cocinarlo.

Venga, a los fogones...

Ingredientes (4 personas)

4 patatas grandes

1 cebolla

1/4 puerro

Apio al gusto

100 gr. de guisantes

4 pimientos del piquillo

500 gr. de patas de pulpo cocido

50 gr. de gambas peladas

50 gr. de mejillones limpios

Aceite de oliva virgen extra

Agua o caldo de pescado

Vino blanco

Laurel

Pimentón dulce de La Vera

Pimentón picante de la Vera

Perejil

Sal

Notas sobre los ingredientes

✽ Si no te gusta el pulpo, puedes preparar este plato con calamares, con sepia o con rape.

✽ En lugar de pimientos de piquillo, puedes utilizar pimiento rojo fresco. Si es así, debes cocinarlo con el sofrito.

✽ Si el pulpo, las gambas, los mejillones y los guisantes los vas a usar congelados, acuérdate de descongelarlos antes de cocinarlos en la Crockpot, porque en caso contrario los tiempos de cocción se alargarán mucho más.

✽ Si tienes caldo de pescado, el guiso te quedará más sabroso, aunque puedes prepararlo con agua.

✽ En caso de que no te guste el picante, usa únicamente pimentón dulce. Verás que recomiendo que sea de La Vera, porque su sabor es excepcional, pero puedes usar otro si lo prefieres. Incluso puedes usar ají u otra especia similar.

Preparación

Común para Crock Pot o Cazuela

Pica la cebolla, el puerro y el apio. Ponlos en una sartén hasta que estén blandos y doraditos. Añade un buen chorro de vino blanco y deja que se evapore totalmente el alcohol.

Mientras se doran las verduras aprovecha para pelar las patatas y para cortar en trozos chascándolas. Lávalas bien, escúrrelas y dales una vuelta en la sartén junto con la cebolla, el apio y el puerro.

Incorpora el perejil.

Añade el pimentón dulce y el picante al gusto, teniendo cuidado de que no se quemen, porque si lo hacen, el plato amargará.

Crock Pot

Incorpora el sofrito y las patatas en la Crock Pot.

Ponle 1/4 de un vaso de caldo de pescado o de agua y la hoja de laurel.

Deja que el sofrito y las patatas cuezan durante 2 horas en temperatura alta.

A las 3 horas incorpora las patas de pulpo cortadas, las gambas, los mejillones, los pimientos y los guisantes y deja cocer 1 hora más. Y no te olvides de salar el guiso.

Cazuela

Pon el sofrito en el fondo de la cazuela, añade las patatas y la hoja de laurel. Cubre todo con agua o con caldo de pescado. Añade un poco de sal.

Que cueza el sofrito y las patatas unos 15 minutos. Entonces añade las rodajas de pulpo, las gambas, los mejillones, los guisantes y los pimientos. Deja que se cocine todo durante otros 10 minutos y ya está listo para servir, aunque es un plato que está mejor si ha reposado un poco.

Si ves que el guiso te ha quedado muy caldoso, tanto si lo has preparado en Crock Pot como si lo has hecho en una cazuela tradicional, puedes solucionarlo aplastando un par de trozos de patatas y mezclando el puré que hayas obtenido con el caldo del guiso. También puedes poner 1/4 de cucharadita (de las de café) de goma xantana o de agar-agar para que espese. O una cucharada de puré de patata en copos, si lo deseas.

Que lo disfrutes.

 

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Consejos para que Tu Casa Huela Siempre Bien

¿Te ha ocurrido alguna vez que tienes la casa limpia, pero no consigues que huela bien? Y es algo de lo más desagradable, porque no hay nada más agradable que abrir la puerta de casa y que te reciba un aroma agradable, acogedor y personal, que asocies siempre a tu hogar. Porque el que te encuentres un tufillo a col o a tuberías sucias no es lo que más invita a relajarse al volver del trabajo.

Para que eso no te suceda, te invito a que leas estos consejos que te ayudarán a que tu casa siempre huela bien.

La ventilación: imprescindible

Ventila a diario, tanto en invierno como en verano. El aire fresco acaba con los malos olores y renovará el aire de tu hogar.

El suelo

Para que tu casa huela siempre bien es imprescindible que el suelo esté limpio. Esto implica que es necesario barrerlo a diario y fregarlo también a menudo.

De hecho, el suelo de cocina y baño debería fregarse todos los días.

Para evitar los malos olores, es importante que el agua con el que se friegue esté limpia, porque si está sucia dejará un hedor difícil de soportar y de eliminar. Cámbiala con la frecuencia que sea necesaria mientras estás fregando.

También es importante que la propia fregona esté limpia, por lo que es aconsejable lavarla cuando sea preciso.

Puedes añadir unas gotas del aceite esencial que más te guste al agua de fregar para dejar un sutil y agradable aroma en toda tu casa. Eso sí, no abuses de los aceites, porque pueden estropear los suelos de madera o dejar rastros en otros materiales.

La cocina

A la hora de cocinar, especialmente si se trata de frituras o platos que generen aromas potentes, es importante que enciendas la campana extractora y/ o que abras las ventanas y cierres la puerta, para que los aromas de la comida no se extienda por toda la casa.

Cuando termines de cocinar, no dejes las cacerolas, sartenes o planchas sobre el fuego de la cocina después de apagar el fuego, porque los restos que queden en su interior se requemarán y dejarán un mal olor muy persistentes en la cocina. Lo mejor, dejar la placa o los fogones limpios según se termina de cocinar.

Para eliminar el olor a comida de la cocina puedes calentar agua en un cazo, al que le habrás puesto unas peladuras de limón o naranja, incluso puedes poner las mitades de estos cítricos después de haberlos exprimido para aprovecharlos. También puedes añadir la mitad de una rama canela y unos clavos de olor. Pon todo al fuego y deja que hierva unos minutos. Verás cómo se neutraliza el mal olor y queda una fragancia de lo más agradable en tu cocina. También funciona el agua con vinagre blanco, pero el aroma que deja es menos agradable que en el caso anterior.

Otra forma de eliminar el olor a comida de la cocina es preparar café. Su aroma tiene la virtud de perfumar la casa y neutralizar el resto de perfumes indeseables.

También puedes quemar una pequeña hojita de papel de Armenia si te gusta su aroma.

Lava los estropajos, bayetas y paños de cocina muy a menudo. Además de ser una fuente de microorganismos peligrosos para la salud, acumulan fácilmente malos olores.

El horno

Limpia el horno después de cada uso, para que no se impregne del aroma del plato anterior que hayas cocinado en él. Utiliza recipientes apropiados para evitar que los jugos y la grasa que puedan tener los alimentos se derramen en su interior.

También es importante eliminar los restos de comida del microondas y limpiar su interior para retirar la película de jugos y grasa que quedan pegados en las paredes de este electrodoméstico con el vapor que se genera durante la cocción.

Si quieres desodorizar el microondas, puedes poner en su interior un bol con agua y el zumo de 1/2 limón o 1/2 vasito (de los de vino) de vinagre blanco. Deja que el agua con el limón o el vinagre hierva, de modo que el vapor refresque su interior y haga de quitagrasas. Luego sólo tendrás que pasar un paño seco para quitar la humedad.

Una vez que hayas terminado de cocinar con el horno convencional o con el microonda deja la puerta abierta para que no se queden contenidos los aromas de la comida.

La nevera

Limpia la nevera con cierta frecuencia, tanto su interior como su exterior.

Retira en el momento cualquier alimento que se haya podido derramar en el interior del refrigerador o el congelador.

Revisa la fruta y la verdura que tengas en su interior y retira cualquier pieza que haya podido comenzar a estropearse.

Guarda los restos de comida o los alimentos que puedan generar olores fuertes en recipientes herméticos.

Un truco que siempre funciona para eliminar los malos olores en la nevera es colocar un recipiente con bicarbonato sódico en su interior. No lo coloques en un plato, porque es fácil que acabe cayendo en la repisa en la que lo hayas puesto. Es mejor un tupper o un bol con una base estable que evite los vuelcos.

También puedes poner un recipiente con unos granos de café para desodorizar la nevera.

El lavavajillas

Limpia el lavavajillas una vez al mes y retira los restos que hayan podido quedar en el filtro.

La lavadora

Saca la ropa de la lavadora según termine el programa. Si la dejas mucho tiempo, tanto la ropa como el también terminarán apestando a humedad.

Acuérdate de dejar la puerta de la lavadora abierta hasta que se seque la humedad que haya podido quedar después del lavado.

Si tu lavadora huele mal, puedes poner un programa con agua caliente al que hayas añadido en lugar de detergente una taza de vinagre blanco o un puñado de sal.

El cubo de la basura

Limpia el cubo de basura con frecuencia, especialmente cuando se derramen líquidos en su fondo o se manche con comida u otros residuos que puedan generar malos olores. Además de lavarlo con un producto desinfectante (agua + lejía, agua +  vinagre blanco, agua + alcohol + aceite de limón, limpiadores tipo Sanytol o vinagre de limpieza), puedes espolvorear un poco de bicarbonato en el fondo del cubo antes de colocar las bolsas o incluso unos granos de café.

Saca la basura a sus correspondientes contenedores, sobre todo cuando hayas depositado en el cubo restos de comida que puedan generar rápidamente mal olor, como restos de carne o pescado, peladuras de frutas, etc.

Los envases como las latas o los bricks no se suelen llevar al contenedor de reciclaje correspondiente todos los días, por lo que es conveniente lavarlos antes de dejarlos en el cubo, porque los restos que puedan contener generarán rápidamente un tufillo de lo más desagradable.

Y lo mismo que con los recipientes de vidrio, así que lávalos antes de dejarlos en el cubo o la bolsa en la que los almacenes hasta que los recicles.

El baño

Limpia el baño a diario.

El interior del inodoro es una fuente de malos olores, así que límpialo con frecuencia. Una vez que hayas terminado de fregarlo por dentro, puedes rociarlo con lejía. Deja que actúe y luego añade agua hirviendo.

También ayuda el hecho de poner colgadores o elementos que sirvan para higienizarlo.

De vez en cuando puedes poner un chorrito de lejía en los desagües, dejando que actúe durante unos minutos y finalizar vertiendo agua hirviendo.

Otro truco es utilizar un producto para limpiar tuberías que no sea muy agresivo de vez en cuando, para mantenerlas limpias y desodorizadas.

Cuando uses productos de limpieza, asegúrate de que la zona está ventilada. Si no es así, ponte mascarilla y luego deja pasar un tiempo hasta volver a utilizar el baño.

Los armarios y cómodas

No metas la ropa húmeda en el armario, porque aparecerán tanto el moho como los malos olores. Y el tufo a humedad es muy difícil de eliminar.

Si vas a colgar en el armario ropa que ya te has puesto, no te olvides de dejarla airear durante unas cuantas horas para que esté bien seca y alejar los posibles malos olores. En cualquier caso, si la prenda está sucia o no huele todo lo bien de debería, es mejor que su destino sea la lavadora, no el armario ni la cómoda.

Coloca bolsas con hierbas aromáticas, peladuras de cítricos o bolas de madera impregnadas de aceites aromáticos en el armario o la cómoda para tu tu ropa huela siempre bien.

Si guardas la ropa de temporadas anteriores en cajas o bolsas, debes almacenarla limpia y con algún elemento que la perfume. Y, en cualquier caso, cuando la vuelvas a usar, mi recomendación es que la laves otra vez si ha adquirido ese ligero hedor de ropa vieja. Si cuelgas esas prendas en el armario, se impregnará en su interior y te será difícil eliminarlo.

El colchón

Si tu colchón comienza a tener un cierto mal olor, puedes espolvorear bicarbonato de sodio y dejar de actúe durante 30-60'. De ese modo el bicarbonato funcionará como absorbente. Luego pasa el aspirador con un accesorio para textiles y listo. Si además tiene manchas, puedes humedecer ligeramente un paño suave en una mezcla de agua del grifo con agua oxigenada (haz una prueba antes en una zona que no sea visible) y frotar la superficie del colchón con él, incidiendo en las manchas. Ten mucho cuidado de no mojar en exceso el tejido del colchón. Deja que se seque completamente y verás qué diferencia. Si hace frío y el ambiente es muy húmedo, puedes ayudarte de un secador de mano para que las zonas que has humedecido se sequen del todo.

Los textiles

El resto de textiles y tapicerías también responden bien al truco anterior del bicarbonato, así que no dudes es espolvorear una capa de bicarbonato en los cojines de tus mascotas, alfombras, moquetas, sofás o cojines si no son lavables y quieres desodorizarlos y desinfectarlos.

La tabla de la plancha

La tabla de la plancha puede ser uno de las herramientas que dejen mal olor en tu casa y en tu ropa. En ocasiones, si la funda se ha mojado con el vapor, puede acabar teniendo un tufo desagradable a humedad, que sea activará todavía más cuando vuelvas a planchar. Si quieres evitarlo, lava la funda periódicamente.

El dichoso tabaco...

Si alguien ha fumado dentro de casa y quieres eliminar el mal olor, toma un paño y mójalo con agua y vinagre blanco o con agua y zumo de limón. Escúrrelo y extiéndelo con tus manos. Pasea con él por toda la casa moviéndolo bien. Es una forma de eliminar el hedor que deja el tabaco sin químicos. Eso sí, sólo funciona si en tu casa no se fuma habitualmente, porque si el olor está instalado es mucho más difícil de eliminar.

Si tu casa huele mucho a tabaco, tendrás que limpiarla a fondo. Esto incluye los filtros del aire acondicionado o de cualquier otro tipo de haya en la casa, todos los muebles, alfombras y textiles, azulejos e incluso las paredes. En algunos casos la única forma de eliminar el tufo a humo es repintar las paredes y el techo.

Las mascotas

Mantén a tu mascota y todas sus cosas bien limpios. Eso incluye su camita, su comedero, su bebedero, sus juguetes...

Limpia el cajón de arena de tu gato con la frecuencia necesario. Y usa una arena que sea bien absorbente y que te permita recoger todos sus regalos fácilmente.

El carbón activado puede serte muy útil si quieres neutralizar el olor del cajón de arena de tu gato. Déjalo cerca para que funcione.

Perfumar la casa

Los quemadores de aceites esenciales y las velas aromáticas son una gran ayuda para que tu casa huela bien. Pero sólo funcional al 100% si ya has evitado los malos olores con los trucos anteriores. En caso contrario únicamente sirven para enmascararlos.

Puedes mezclar agua con unas gotas de aceites esenciales en un bote de los de tipo espray y vaporizar la casa con tus fragancias favoritas. Ten cuidado de hacerlo de forma que no se produzcan manchas en los elementos de madera o los textiles.

Las plantas aromáticas siempre funcionan bien a la hora de perfumar la casa.

Puedes poner manzanas, membrillos, limones, naranjas y otras frutas que desprendan un buen aroma en la cocina y en otras estancias de la casa.

Espero que este post te haya parecido interesante. ¿Tienes algún truco para que tu casa huela siempre bien?

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Consejos para Evitar los Codos Ásperos y Secos

Los codos secos y agrietados son un problema más allá del meramente estético, puesto que al ser una zona que se roza, se presiona y se doble constantemente pueden llegar a ser algo muy incómodo.

Para ayudarte a evitar los codos ásperos y secos, a continuación quiero compartir contigo algunos consejos.

Antes de nada

Si tienes los codos secos, puedes solucionarlo en casa, pero si el problema es severo, está asociado a una afección dermatológica o va acompañado de otros síntomas, deberías consultar a tu dermatólogo o al menos a tu farmacéutico de confianza.

Si vas a cuidar tus codos en casa, debes tener paciencia, porque no es fácil acabar con la sequedad de esa zona en unos minutos. Es importante ser constante para obtener resultados duraderos.

Prevención

Evita los jabones y geles de baño fuertes, porque irritarán y secarán toda la piel de tu cuerpo, incluidos los codos.

Las duchas y baños con agua muy caliente son muy agradables, pero resecan mucho la piel, así que usa agua templada para evitar la deshidratación.

La falta de humedad ambiental resecará toda tu piel, también la de los codos. Así que si es tu caso, pon un humidificador en las estancias en las que suelas estar habitualmente.

Procura usar tejidos que no rocen e irriten la piel.

Si sueles realizar tu trabajo en una mesa sobre la que apoyas los codos, es importante que los protejas del roce constante. Si la superficie es rugosa o tiende a irritarte al zona después de unas horas poniendo tus codos en ella, quizás te convenga usar unas mangas que tapen el codo.

En caso de que hagas ejercicio físico, puede que haya equipamiento que te produzca rozamiento en los codos, como esterillas, el propio suelo, las máquinas con las que entrenes... Si es así, pon una toalla o algún elemento que te proteja de la fricción.

Exfoliar

Eliminar las células muertas de la parte exterior de tus codos es muy recomendable. Además de retirar esa piel reseca que tanto afea la zona, permitirás que los productos que apliques después penetren mejor, que esté más flexible y saludable; incluso se aclararán las manchas oscuras que suelen ir asociadas a la piel muerta.

Puedes utilizar el mismo exfoliante que emplees para el resto del cuerpo. Lo que deberías evitar son los productos muy agresivos, porque puedes llegar a dañar la piel de los codos. También puedes usar un cepillo corporal para eliminar la piel muerta, pero siempre con mimo. No por frotar más tus codos estarán más lisos, todo lo contrario. Si te excedes con la fuerza o la frecuencia en la exfoliación resecarás todavía más los codos. Es más eficiente (y seguro) utilizar un exfoliante más suave y más a menudo, que usar algo que sea más enérgico de vez en cuando.

¿La frecuencia? Entre 1-2 veces por semana, según el estado de tu piel y el exfoliante que emplees.

Hidratar

Es imprescindible que hidrates y nutras la piel de tus codos a diario. Como prevención deberías usar crema corporal todos los días después de la ducha.

Si ya están secos, te aconsejo que uses un producto que hidrate y repare la piel de una forma más vigorosa, al menos un par de veces al día, sobre todo por la noche.

Cuando apliques cremas y aceites en tus codos hazlo con un masaje para que penetren bien en la piel, si no, estos terminarán en tu ropa o en tus sábanas en lugar de en la zona que quieres tratar.

Proteger

No te olvides de aplicar protección solar también en tus codos si vas a estar expuesta al sol. Y reaplica cada dos horas, como en el resto del cuerpo.

Productos que puedes usar

Algunos de los productos que puedes usar de forma individual o combinándolos para hidratar y nutrir tus codos son:

• Manteca de karité
• Manteca de cacao
• Aceite de rosa mosqueta
• Aceite de jojoba
• Aceite de coco
• Aceite de aguacate
• Aceite de sésamo
• Aceite de semillas de uva
  
• Aceite de oliva
• Cremas con vitamina E, ácido hialurónico, dimeticona, glicerina, lanolina...

Y los que no usar...

Mucho cuidado con el limón, porque puede irritarte la piel y provocarte manchas, puesto que produce fotosensibilidad. Si bien la vitamina C tiene poder aclarante para la piel, el limón aplicado directamente puede provocarte el efecto contrario si te expones al sol después de ponértelo en los codos. Si quieres ese efecto, es mejor que te apliques una crema o loción con vitamina C, porque estará formulada de forma segura para tu piel.

Evita la piedra pómez para tratar la zona, porque puede ser muy agresiva con la piel. Es muy popular para las durezas de los pies, pero no es lo más apropiado para los codos.

Dile no a los productos muy agresivos, porque puedes producirte heridas y lesiones.

También deberías evitar remedios de tipo casero si tienes grietas o heridas, porque al no poder asegurar las medidas higiénicas adecuadas ni en los ingredientes ni en su manipulación, puedes infectar la zona o sufrir alguna reacción indeseable.

Cuida tus codos durante todo el año y no únicamente cuando comienza el buen tiempo y llega la temporada de mangas cortas.

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