25 marzo, 2020

Consejos para Elegir el Esmalte de Uñas con Acierto

¿Te maquillas las uñas habitualmente? Si es así, te habrás dado cuenta que no todas las lacas son iguales. Hay algunas que quedan perfectamente sobre las uñas, que secan rápido, que duran una barbaridad con brillo y sin descascarillarse... Y otras... que son un desastre.


En el segundo caso arruinarás tu manicura, porque no quedará todo lo pulcra que deseas. Perderás tiempo, porque la pintura tardará mucho en secarse y tardarás mucho en retirarla. También perderás dinero, porque probablemente termines tirando la botellita a la basura. Y, sobre todo, puedes poner en riesgo tu salud.


Si quieres acertar a la hora de escoger tu esmalte de uñas, sigue leyendo, porque encontrarás consejos que espero que te sean útiles.


Consejos para elegir el esmalte de uñas con acierto


Etiquetado y componentes


Lee la etiqueta del esmalte. Si no está escrita en español, no tiene la indicación de que está fabricado según las normas de la Comunidad Europea, si no lleva el etiquetado requerido en España y en la UE o si te produce algún tipo de desconfianza, no lo compres.


Si quieres cuidar tu salud, puedes encontrar en el mercado esmaltes libres de tóxico como formaldehído, alcanfor, ftalatos...


La calidad


Aunque te pueda parecer que un esmalte de uñas, aunque sea de mala calidad o esté en mal estado no puede poner en riesgo tu salud, lamento decirte que te equivocas.


Elige esmaltes de uñas de calidad y que cumplan con todas las normativas de la UE. Esto no significa que tengas que gastar mucho dinero, desde luego, pero sí que elijas marcas fiables y reconocibles. 


Esmaltes de uñas en rosa claro y rosa oscuro


Mucho cuidado con algunos productos que se venden en bazares y mercadillos, porque no siempre cumplen la normativa y pueden ponerte en riesgo.


Lo barato sale caro. Así que evita los productos que se venden en bazares y mercadillos muy baratos, pero de marcas desconocidas o que puedan ser falsificaciones.


Inversión, no gasto


Es mejor invertir dinero en una buena base y en un buen top coat y/o un brillo, que comprar montones de lacas de uñas de mala calidad. 


Procura no comprar esmaltes de uñas sin ton ni son, porque se terminarán estropeando. Hay marcas que tienen envases mini, que te permitirán cambiar de color con frecuencia, terminando el envase en un tiempo razonable.


Características


La calidad de un esmalte también tiene que ver con su duración. Una laca de uñas que se descascarilla enseguida o que pierde brillo rápidamente no compensa en absoluto, sea barata o sea cara.


Mujer abriendo una botellita de esmalte de uñas con un fondo de flores de acuarela detrás


El tiempo de secado también es algo a tener en cuenta. Cuanto más rápido seque, menos posibilidades hay de que las estropeas mientras finaliza el proceso y, por otra parte, cada vez tenemos menos tiempo para perderlo esperando a que la laca de uñas se seque.


El desmaquillado de las uñas debe ser fácil, rápido y limpio. Si necesitas mucho quitaesmaltes y mucho algodón y si te mancha mucho los dedos durante el proceso, el esmalte no tiene la calidad apropiada. 


Mujer eliminando la laca de uñas con un disco de algodón


El color, mejor según tu tipo de piel


Lo mismo que a la hora de comprar tu base de maquillaje, tu blush, tus sombras o tus labiales, también debes tener en cuenta el tono de tu piel para comprar tus lacas de uñas. Un color mal elegido puede afear tus manos y tu manicura de forma notable. Incluso puede hacerte parecer enferma o desaliñada.


Pieles claritas


Los tonos muy oscuros (menos el rojo) no te quedarán demasiado bien. También es importante que los colores sean cubrientes. 


  • Nudes, sobre todo los que tienden a rosa.
  • Beiges y marfiles.
  • Grises.
  • Pasteles.
  • Rosa claro.
  • Melocotón.
  • Rojos, sobre todo los clásicos, pero mejor con matices azulados.
  • Lavandas.
  • Azul marino.


Manicura en color rojo


Pieles medias y oliváceas


Podrás llevar casi cualquier tono de esmalte, menos los dorados y los tejas.


  • Nudes, sobre todo los más neutros.
  • Blancos.
  • Beiges.
  • Grises, sobre todo los ahumados.
  • Rosas claros y medios.
  • Melocotón.
  • Corales.
  • Rojos, tanto los rojos-rojos con un punto anaranjado.
  • Púrpuras y color uva.
  • Azul cielo y azul marino.


Manicura en beige muy claro


Pieles oscuras


Los colores oscuros y vibrantes te quedarán fenomenal. Los colores muy claros no te sentarán bien, porque parecerán desvaídos y tus manos algo enfermizas.


  • Beiges.
  • Caramelo y canela.
  • Tostados.
  • Grises con un toque malva.
  • Rosa brillante y fucsias.
  • Corales intensos.
  • Rojos intensos, como el borgoña.
  • Púrpuras oscuros y berenjenas, pero también los más pastel.
  • Azul cobalto y otros azules intensos.


Manicura en color coral


Edad


Unas manos jóvenes aceptan cualquier color de esmalte, sobre todo si se elige uno que encaje con el color de la piel.


Pero cuando pasan los años, hay que tener cuidado con el tono de laca de uñas que se elige, no porque haya que ceñirse a los clásicos, faltaría más, pero sí que es cierto que hay colores que sientan muy mal y envejecen mucho las manos. Los azules y los verdes remarcarán las venas que las de más de 40 tenemos mucho más marcadas en cuanto a color y relieve. Los amarillos tampoco nos sientan bien, porque le dan un aire enfermizo y triste a las manos.


Tendencias, ¿sí o no?


El color de la laca de uñas es una de las formas más fáciles y económicas de seguir las tendencias, porque con un par de capas de esmalte y unos minutos de secado puedes darle un toque actual a tu look. Pero eso no significa que tengas que adoptar esas tendencias si no encajan con tu tono de piel, con la forma de tus uñas o con tu propio estilo. Así que te aconsejo que adaptes lo que se lleva a ti y no al contrario.
 

Manicura con uñas largas, afiladas y con nail art


Atrévete


En mi caso suelo ser bastante fiel a ciertos colores y estilos, pero de vez en cuando sí que me gusta probar algo más arriesgado. Eso me sirve para cambiar y para adoptar nuevos colores o reafirmarme en los que me hacen sentir cómoda.


Creo que es importante alcanzar un equilibrio entre lo que es tu sello personal y los colores y estilos nuevos.


Con estos consejos podrás comprar los mejores esmaltes de uñas para embellecer tus manos. 





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18 marzo, 2020

Consejos para Comprar y Almacenar Comida Durante la Pandemia

Comprar y almacenar alimentos de forma descontrolada durante la pandemia (o durante cualquier otra crisis similar) es malo para ti y para el resto de la sociedad. 


Por una parte puedes contribuir a que falten alimentos y otros productos de primera necesidad de forma puntual, de tal manera que la población perciba (falsamente) que hay desabastecimiento. Por otra, puede que dejes sin suministros de forma puntual a personas que no pueden salir a comprar con toda la frecuencia que necesitarían, como ancianos y enfermos. Si te llevas todo el arroz de un estante y después de ti llega un abuelito que ha hecho un esfuerzo sobrehumano para salir a comprar y no lo encuentras, se quedará sin arroz, porque quizás mañana no pueda volver a salir para comprarlo cuando lo repongan. Además, contribuirás a que suban los precios por la demanda... y habrás adelantado un buen dinero a la tienda, mientras que tú tendrás productos que puede que caduquen, se estropeen y que estén ocupando espacio en tu casa sin necesidad. 


En cualquier caso, las compras compulsivas como si estuviésemos viviendo un apocalipsis zombi van a ir decreciendo en breve, y adquirir alimentos y otros productos de forma más racional será la tónica dominante. 


Para ayudarte a comprar y almacenar comida de una forma más racional durante el aislamiento debido a la crisis del coronavirus, aquí tienes algunos consejos que pueden serte útiles. 


Consejos para comprar y almacenar alimentos durante la pandemia


La compra


A la hora de preparar la lista de la compra, hazlo pensando en los menús semanales o quincenales que vayas a preparar.


No almacenes comida sin ton ni son, sobre todo si se trata de alimentos perecederos. Por el momento el abastecimiento está garantizado y no parece que esa circunstancia vaya a cambiar en el futuro. 


Fíjate en la fecha de caducidad de los alimentos y procura llevarte la que sea más larga. Con la rotación que hay ahora mismo no suele haber problema en este sentido, pero no está de más echarle un vistazo.  


La consabida recomendación de consumir productos de temporada también se aplica en este caso, de hecho con más razón, porque abastecer de ese tipo de alimentos es más fácil y más barato a todos los niveles.


Productos frescos


Mientras que sea posible abastécete de forma regular de productos frescos como fruta y verduras, es la mejor forma de seguir una dieta saludable, algo realmente vital en estos momentos, puesto que en general hacemos menos ejercicio físico y necesitamos una alimentación que nos ayude a enfrentarnos a la enfermedad y a los efectos psicológicos del aislamiento. 


Cesto con verduras frescas


Los mejores productos frescos son los que más duran como las patatas, las zanahorias, los nabos, las cebollas, los pimientos, los puerros, el repollo, la lombarda, las manzanas, las peras (si no están muy maduras), los limones, las naranjas, las mandarinas, los melones (sin abrir), los aguacates (verdes), los kiwis (poco maduros)...


Compra carne y pescado suficientes para los menús que hayas planificado y congélalos cuando llegues a casa, o incluso cocínalos y luego congela.


Pescado fresco


Los huevos tienen una duración bastante razonable siempre que se conserven adecuadamente, aunque no te recomiendo que compres demasiados, porque terminarán estropeándose si no los usas.


Los lácteos como quesos o yogures también pueden estar en tu lista de la compra. Cuanto más curados estén los quesos, mejor se conservarán en el tiempo. Los quesitos en porciones también tienen una vida útil larga. Y los yogures se conservan bastante bien en la nevera, por no hablar de que son comestibles algo más allá de su fecha de caducidad si se han mantenido en las condiciones adecuadas.


Queso


No perecederos


Hazte con alimentos no perecederos para combinarlos con los frescos, como arroz, pasta, legumbres secas, cereales (en harina, copos, grano, inflados...) y otros alimentos similares, mejor si pueden ser integrales. 


Legumbres


No te olvides de otros complementos imprescindibles para cocinar como la sal, el aceite o el vinagre.


También conviene hacerse con especias básicas que le den algo de gracia a los platos, como el perejil, la pimienta, el pimentón...


El bacalao salado tiene una larga duración y te permite hacer platos ricos como potajes, guisos y arroces.


Los frutos secos y frutas desecadas también son una buena elección, porque son muy saludables y llenos de nutrientes. Además, le darán un toque especial a tus verduras rehogadas, a las guarniciones de arroz y otros cereales, a tus platos de carnes o pescados, a tus yogures... Mejor sin son en crudo y sin sal ni azúcar. Si los quieres tostados, hazlo en casa. Ahora tienes tiempo...


Almendras


Las latas de conserva también son perfectas para estos casos. Apuesta por las de pescado (atún, caballa, sardinas, anchoas, mejillones, berberechos...), antes que por las de carne, porque estas últimas están muy procesadas y contienen grasas, sal, azúcares y conservantes en mucha cantidad.


Los encurtidos también duran mucho y dan mucho juego en la cocina. Las aceitunas en cualquiera de sus variantes, los pepinillos, las alcaparras...


La leche y bebidas vegetales envasadas tienen una vida útil larga, así que no tendrás demasiado problema si te haces con una o varias cajas, sobre todo si las vas a consumir pronto. Eso sí, ten cuidado con la forma de almacenarlas.


Si tomas café, té o cacao, compra el suficiente para hacer frente a 2-4 semanas, no más. Es mejor que los repongas después. Aunque no se echan a perder fácilmente, si llevan mucho tiempo almacenados o abiertos pueden perder propiedades o incluso contaminarse si no están bien cerrados. 


Es el momento de hacer repostería y pan casero, así que, además de las harinas que vayas a necesitas, deberías comprar levadura y otros ingredientes que te harán falta para hornear. 


Bizcocho casero
 

No a los ultraprocesados


Olvídate de la bollería industrial y de las chuches que, sí, duran mucho, pero es muy poco sana y son un peligro en momentos en los que el aburrimiento puede hacer mella en nosotros y llevarnos a comerlos sin control. Eso unido a la falta de ejercicio y al desánimo puede ser una bomba de relojería para nuestra salud, más allá del propio coronavirus. Aprovecha para hacer repostería y dulces caseros. 


Evita también hacer acopio de snacks industriales, porque son siempre una mala idea, mucho más durante el aislamiento. El aburrimiento y el estrés te llevarán a comerlos sin medida. Y sus ingredientes son todo, menos saludables. Opta por comprar maíz para hacer palomitas en casa, así podrás añadirle tú la grasa y la sal. También puedes preparar palitos de verduras y alguna salsa ligera. O incluso tostar garbanzos en el horno con especias. Si quieres aperitivos, hazlos tú y que sean lo más sanos posible.  


Palomitas de maíz


Evita los alimentos ultraprocesados. Si nunca son recomendables, ahora con más razón, porque la falta de ejercicio los hace todavía más letales por su contenido en grasas nocivas, sal y azúcares. Por no hablar del potencial adictivo que tienen estos productos y que nos invitará a comer más de lo debido sin apenas darnos cuenta.


Almacenamiento


Almacena los alimentos de forma correcta. Esto significa que debes cuidar el lugar en el que los tienes guardados en cuanto a luz, temperatura, humedad, contacto con otros alimentos (sobre todo los frescos), que estén a salvo de contaminación (con alimentos o con químicos), que no puedan atraer a los insectos y roedores... 


Despensa


Evita poner muchas latas o botes unos encima de otros (esto no te pasará si no has acumulado productos como si no hubiese un mañana), porque puede que el peso acabe por dañarlos de modo que tengas que consumirlos inmediatamente o incluso que tengas que tirarlos a la basura.


Ordena los estantes y cajones para que los productos más antiguos o próximos a caducar estén en primera línea para que sean los que uses antes. Si lo haces al contrario, seguro que se terminarán caducando o estropeando.


Medidas para no desperdiciar comida


Si ves que hay alimentos que van a estropearse, cocínalos, congélalos o prepáralos para conservarlos


Aprovecha para aprender a hacer conservas caseras. Ahora puedes convertirte en un as de este tipo de preparaciones que luego podrás disfrutar después de la pandemia.


Las confituras y compotas también son una buena forma de aprovechar frutas y verduras que están a punto de estropearse.


Conserva


Los plátanos y otras frutas maduras pueden ser la base de batidos, postres o incluso para enriquecer la repostería.  


Otras frutas maduras pueden prepararse cocidas o asadas, para consumirlas como postre o incluso como guarnición de platos salados. 


Los tomates muy maduros pueden durarte un poco más si los dejas macerando en aceite de oliva virgen y vinagre. Luego podrás ponerlos en las ensaladas o como guarnición en diferentes platos. Están muy ricos y le darán un punto diferente a tus platos. Mi consejo: mezcla vinagres, por ejemplo de vino, de manzana y un punto de Módena. Y atrévete con un toque de especias si lo deseas. 


También puedes preparar salsa de tomate casera si tienes varios y se te han madurado demasiado. Queda deliciosa y podrás consumirla con más tranquilidad, puesto que no tendrá tanto azúcar y tanta sal como la envasada. 


Salsa de tomate casera


Si tienes muchos pimientos almacenados, puedes hacerlos asados o incluso prepararlos en confitura.


En caso de que tengas muchas cebollas, cebolletas, apio o puerro almacenados, puedes cortarlos y congelarlos en bandejas, así tendrás siempre a mano material para preparar sofritos caseros. 


Si te ha sobrado pan y ves que se va a echar a perder, haz tostadas, picatostes (los puedes hacer en el horno para que tengan menos grasa), pan rallado, pasteles salados...


Tostadas


Si tienes bollería que se va a estropear, puedes hacer tostadas para el desayuno con ellas, o ponerlas en un bol con huevo batido, leche y algo que le aporte dulzor (pasas, dátiles...) y preparar un pudin. 


Para terminar, permíteme que te desee mucho ánimo y que te mande un abrazo enorme desde aquí.




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11 marzo, 2020

Ensalada Fresca y Rápida con Alubias

Las legumbres son muy saludables, pero que se fueron quedando relegadas en nuestros recetarios, porque adquirieron mala fama. Seguro que habrás escuchado que engordan, que son indigestas, que únicamente se pueden acompañar con ingredientes muy calóricos y contundentes...


Y nada más alejado de la realidad. Las legumbres no engordan... salvo que las prepares con ingredientes que le sumen calorías, grasas y sal en cantidades industriales. Son indigestas y pesadas según como las cocines y según las variedades que escojas. Y se pueden preparar de mil y una maneras. Desde ensaladas hasta platos dulces.


En este caso comparto contigo una receta de alubias en ensalada que es ligera, refrescante... y muy rápida de hacer. Te llevará menos de 10 minutos, así que no tienes excusas para no comer legumbres. 


Ensalada fresca y rápida con alubias


Ingredientes


1 bote de alubias cocidas
1 cebolla morada pequeña
2 tomates pequeños
50 gr. de aceitunas negras sin hueso
Semillas de sésamo tostado
Cilantro molido
Cilantro en hojas
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de vino


Notas sobre los ingredientes


Puedes utilizar alubias cocidas en casa, aunque las envasadas, si son de buena calidad, dan buen resultado y son perfectas para hacer la receta en pocos minutos.


Si no te gusta la cebolla morada, puedes utilizar cualquier otra. Uso esta porque es menos fuerte y más aromática.


Cebollas moradas


El cilantro molido y el que está presentado en hoja no le aportan el mismo sabor. El molido procede de las semillas y tiene un sabor algo cítrico y dulce. Las hojas, frescas o secas, tienen el sabor característica de esta hierba aromática, que es tan personal y sorprendente que o lo amas o lo odias. Encaja perfectamente con ensaladas, vinagretas, guisos, platos mexicanos o caribeños, también en la cocina asiática o en la portuguesa...


Cilantro


Si el cilantro no te agrada, cámbialo por perejil o por cualquier otra especia que te guste y que le aporte frescor al plato.


Las semillas de sésamo las puedes comprar tostadas o tostarlas en casa si tienes semillas crudas en casa. Para digerir y aprovechar todos los nutrientes de las semillas hay que remojarlas o tostarlas, no lo olvides. Para tostar las de sésamo únicamente tienes que ponerlas en una sartén o wok un par de minutos a fuego medio o alto y luego bajarlo y tenerlas durante 2-3 minutos más. Es fundamental que no dejes de mover las semillas para que se tuesten por igual y no se quemen. 


También puedes añadirle pimiento rojo y verde cortado en dados muy pequeños, le dará mucho carácter.


En caso de que quieras que sea un plato único, puedes añadirle una lata de atún claro al natural o en escabeche, incluso de caballa. O unos dados de queso fresco o tofu.


Materiales


Un bol grande.
Un bol pequeño.
Una tabla de cortar.
Un cuchillo.
Unas varillas para batir.


Preparación


Escurre las alubias que habrás sacado previamente del bote de cristal.


Judías blancas


Corta la cebolla en trozos no muy grandes.


Corta el tomate en trocitos similares a los de la cebolla.


Prepara las aceitunas cortándolas en rodajitas.


Pon todo, alubias, cebolla, tomate y aceitunas en un bol.


En el bol pequeño por un chorro de aceite de oliva y vinagre al gusto, el cilantro molido y en hoja, el sésamo tostado, sal y pimienta. Mezcla todo ello batiéndolo con las varillas hasta que quede todo bien integrado.


Añade la vinagreta y mézclalo con el preparado de las alubias.


Es una receta perfecta para llevar en el tupper a la oficina o para un picnic con la familia. En ese caso, te recomiendo que lleves la vinagreta en un recipiente por separado y se la añadas a la ensalada justo cuando vayas a consumirla.  


Ensalada fresca y rápida de alubias


Ya sólo te queda disfrutar de este plato fresco y ligero.




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04 marzo, 2020

Trucos para Reducir la Necesidad de Plancha de Tu Ropa

Planchar la ropa es una tarea doméstica bastante ingrata, porque requiere tiempo y esfuerzo, sus efectos son poco duraderas e implica un gasto energético apreciable.


Por eso cada vez tendemos más a evitar la plancha, aunque por el momento es (casi) imposible hacerlo al 100%, al menos si queremos mostrar una imagen mínimamente aceptable. Porque, no nos vamos a engañar, aunque cuidemos nuestra higiene corporal y llevemos la ropa limpia, si está arrugada mostraremos una imagen descuidada, que no suele ser compatible con la mayor parte de los trabajos y con muchas actividades con interacción social.


Así que es conveniente buscar una solución de compromiso entre la falta de tiempo, la comodidad, el ahorro energético y una aspecto pulcro. Para ayudarte a conseguirlo, a continuación comparto contigo algunos trucos que te permitirán planchar menos.


Trucos para reducir la necesidad de plancha de tu ropa


A la hora de comprar la ropa


Para planchar menos no hay nada mejor que elegir bien los tejidos. Hay telas que por su composición no necesitan apenas plancha. Son las que tienen una parte de fibras sintéticas, como la lycra o el poliéster. Si la proporción de material sintético es muy alto, sobre todo en ciertos casos, pueden evitar la transpiración, producirte irritación, etc. Por otra parte, hay tejidos naturales que de por sí no necesitan mucha plancha como la seda, la viscosa o el algodón. Si no quieres planchar, tendrás que decirle no al lino o al algodón de poca calidad o muy fino, porque se arrugan muchísimo y necesitan tiempo, esfuerzo y energía para dejarlas en perfecto estado. También puedes evitarte el planchado si eliges prendas cuyo tejido tiene arrugas desde su confección o que están diseñadas para llevarlas arrugadas.


El diseño de la prenda también influye, porque aquellos que lleven muchos volantes, pliegues, jaretas o que tengan mangas muy fruncidas necesitarán plancha para que no parezcan descuidadas y feas.


El lavado


Si llenas mucho la lavadora la ropa se arrugará mucho más... y necesitarás planchar también más. Por no hablar de que las prendas se limpiarán peor, porque el agua, el detergente y el suavizante no circularán bien entre ellas. Y también deberías evitar el llenado excesivo del tambor, porque puede dañarse el propio electrodoméstico. Lo ideal es buscar un término medio entre la eficiencia en cada lavado y el cuidado de las prendas y el electrodoméstico. Es mejor que pongas dos lavadoras con menos ropa y con
programas eco, que uno con el tambor a tope y con agua más caliente.


No laves la ropa con agua muy caliente. Cuanto más caliente esté el agua con el que laves las prendas, más se marcarán las arrugas. Salvo que sea estrictamente necesario, emplea agua fría en los lavados.


Programando la lavadora


El suavizante o el bicarbonato te ayudarán a dejar tu ropa más suave y con menos arrugas. Aunque en el caso del suavizante es muy importante utilizarlo en la cantidad adecuada, porque si te excedes terminarás estropeando las prendas. Poner más producto no garantiza una ropa más suave, sino todo lo contrario, porque apelmaza los tejidos y los daña de manera irreversible. 


Los centrifugados muy enérgicos son ideales para reducir el tiempo de secado, pero no las arrugas. Salvo que tiendas en lugares en los que hace mucho frío y hay una humedad ambiental muy elevada, con un centrifugado entre 600-800 rpm eliminarás una buena parte del agua y no tendrás que planchar tanto la ropa.


Saca la ropa de la lavadora según termine el programa. Si dejas las prendas en el tambor se arrugarán rápidamente.


Tender y secar


Tiende la ropa con cuidado. El hecho de tender las prendas de forma adecuada te ahorrará esfuerzo, tiempo y electricidad.


Ropa tendida


Sacude y alisa las prendas antes de tenderlas. Un gestos tan simple te ahorrará trabajo, tiempo y electricidad.


Cierra botones y cremalleras antes de tenderlas, para que conserven su forma. Ya sé que esto ralentizará el tiempo de secado, pero lo cierto es que evitará que la arrugue y se deforme en exceso.


Si tiendes las camisas colgadas de una percha, procurando alisar el tejido y abrochando todos sus botones, verás como se reduce la cantidad de plancha que requieren, o incluso podrás llegar a evitar la si los tejidos son resistentes a las arrugas.


Y retira las prendas secas lo antes posible del tendedero, porque si las dejas mucho tiempo en el tendedero los tejidos quedarán secos y acartonados, los que implicará más plancha para recuperarlos.


Si usas secadora no te excedas con la temperatura, porque si es muy alta la ropa quedará arrugada y acartonada. Y tampoco te pases con la cantidad de prendas que pones en el tambor de la secadora, porque ocurrirá lo mismo que con la lavadora.


De hecho, si quieres tener que planchar menos, deberías reducir el tiempo en el que las prendas estén en la secadora, sacándolas un poco antes de que termine le programa. Si retiras la ropa cuando todavía está un poco húmeda y la estiras un poco evitarás la plancha o al menos recortarás el tiempo y temperatura necesarios para eliminar las arrugas. 


Dobla bien la ropa


Cuando recojas las prendas, dobla y cuelga inmediatamente y con mimo las que no necesiten plancha.


Pantalón colgado


Si se trata de ropa que luego vas a tener que planchar, recógelas también según estén secas y dóblalas bien hasta que puedas plancharlas.


En caso de que hayas dejado las prendas en el montón para planchar y se hayan acartonado y se hayan arrugado por no haberlas doblado muy bien, vaporízalos con un poco de agua. Si tienes secadora ponlas unos minutos y verás que las arrugas se estiran bastante. Si no usas secadora, simplemente tendrás que plancharlas ligeramente para alisar los tejidos. 



Guarda la ropa correctamente


Guarda la ropa bien doblada o colgada de sus perchas, así evitarás tener que volver a plancharlas.


Procura que armarios, estantes y cajones no estén repletos, porque la ropa terminará arrugándose seguro. Por no hablar de que no encontrarás las prendas que buscas y que las prendas terminarán estropeándose.


Armario


Trucos para evitar la plancha


Un truco para estirar una prenda sin utilizar la plancha es ponerla en una percha colgada del baño mientras de duchas. No es un remedio infalible, porque hay diseños y tejidos que no pierden las arrugas por el vapor, pero sí que puede serte útil en muchas ocasiones. Si quieres que funcione es necesario que cierres la puerta del baño, que cuelgues la percha en una zona cercana a la fuente del agua caliente y que la ducha tenga la duración y temperatura suficiente para que se genere vapor. Claro, este truco tiene su parte negativa, porque si lo que quieres es ahorrar electricidad al no planchar, pero gastas más agua caliente de lo habitual, tampoco es que salga muy rentable a nivel económico ni ecológico.


Hazte con un vaporizador portátil o plancha de vapor vertical para estirar tu ropa. Son muy útiles y los puedes encontrar por precios bastante razonables.


No planches cierto tipo de ropa


No planches determinadas prendas que no justifican el esfuerzo y el gasto, como las toallas (que no lleven detalles que necesiten alisado, como ciertos remates y puntillas), los paños de cocina de rizo, la ropa interior, los calcetines...


Toallas de baño dobladas


Algunas prendas como visillos, cortinas, edredones y fundas de sillones o sillas con elásticos no necesitan pasar por la plancha. Según el tejido, podrás colgar los visillos y las cortinas ligeramente humedecidos para que con el propio peso se estiren y se sequen más rápidamente al estar al aire toda su superficie. Si tiendes los edredones y fundas nórdicas bien estirados, el peso del tejido, las telas que los arman y la humedad los estirará sin necesidad de calor. Y las fundas con elásticos que quedan bien tirantes una vez colocadas no necesitan plancha, porque la propia tensión funciona para estirar el tejido.


De viaje


Si viajas, saca la ropa de maletas y fundas según llegues a tu destino, así impedirás que las arrugas se marquen más.


Si tu destino es un lugar cerca del mar, cuelga la ropa en el armario y deja las puertas de par en par, al mismo tiempo que abres las ventanas de la habitación. El aire húmedo contribuirá a que la ropa se estire sin necesidad de plancharla.


¿Te apuntas a estos trucos?




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