27 diciembre, 2017

Consejos para Comprar el Secador Perfecto

¿Cómo secas tu cabello? Aunque la recomendación general es secarlo al aire, lo cierto es que en la mayor parte de los casos la mayoría recurrimos al secador de pelo, ya sea para eliminar la humedad o para moldearlo. 

 
Es uno de esos electrodomésticos imprescindibles en buena parte de las casas, aunque no siempre se presta la suficiente atención a la hora de comprarlo. Y es que las quejas suelen ser frecuentes: no seca lo suficientemente rápido, calienta demasiado o muy poco, el chorro de aire el muy débil, es muy ruidoso, pesa mucho...

 
Para que tú nunca más tengas que quejarte, a continuación te doy unos consejos básicos para que encuentres el secador perfecto para ti.


 Consejos para comprar el secador perfecto


Por el principio

 
Antes de nada debes analizar el uso que le vas a dar al secador: cuántas personas van a utilizarlo, con qué frecuencia, si se va a emplear para realizar peinados elaborados o únicamente para eliminar la humedad del cabello, etc.

 
Tipos

 
En el mercado vas a encontrar tres tipos de secadores para cubrir todas las necesidades:

 
Profesionales (Pro)

 
Los más completos y eficientes en cuanto a prestaciones y durabilidad, por lo que son ideales para peinar melenas XXL, para que los usen varias personas, para utilizarlos a diario, para crear peinados con cierta dificultad y cuando se necesita secar el cabello rápidamente.


Secador de pelo

   
Domésticos

 
Son los más habituales, los de uso personal. Estos secadores son los adecuados para manejar cabellos cortos y con peinados sencillos, para que los utilicen una o dos personas y cuando su uso es esporádico.

 
De viaje

 
Los más sencillos. Son de pequeño tamaño y ocupan poco espacio, algunos incluso se doblan. Son para utilizarlos de forma puntual y siempre que no se tenga un cabello largo y espeso y que no se vayan a emplear para moldearlo.

 
Potencia

 
La potencia (se mide en vatios -W-) y es la que marca la posibilidad de generar aire y calor, así que a mayor potencia, mayor capacidad de secado.

 
Normalmente los secadores de viaje tienen una potencia de entre 800-1600W, los domésticos suelen tener una potencia de entre 1500-2000W y los profesionales de hasta 2400-2500 W.

 
Lo ideal es escoger la potencia del secador para el uso que se le vaya a dar, el tipo de cabello y de peinados que se vayan a elaborar con él. Si en tu casa vais a utilizar el secador 4 personas, deberías tener en cuenta a la persona con el cabello más grueso y abundante para escoger la potencia máxima del secador, el resto únicamente tendréis que regular la temperatura y el flujo de aire para vuestras necesidades.

 
Otro punto a tener en cuenta a la hora de elegir los vatios de tu secador es la potencia eléctrica que tengas contratada en casa y los electrodomésticos que suelas tener conectador habitualmente, porque corres el riesgo de que te salte el automático cada vez que lo uses. 

 
Corriente

 
Pueden funcionar con corriente alterna (AC) o continua (DC). La alterna suele utilizarse en los secadores pro, porque los hace más duraderos, ofrece mayor capacidad de secado y consigue que no se recalienten. La continua es la que tiene la mayoría de secadores domésticos, que tiene la desventaja de que propicia que se calienten más y que dejen de funcionar durante un rato hasta que se enfrían, o que incluso lleguen a estropearse.

 
El peso

 
Sea doméstico o profesional, este electrodoméstico debe tener un peso razonable. Si lo utilizas durante varios minutos para secarte el cabello, cada gramo de peso marcará la diferencia. Ten en cuenta que tendrás que usarlo con los brazos en alto y haciendo movimientos repetitivos, así que debe manejarse con facilidad.

 
Los que tienen una cierta calidad, cuentan con motores potentes, pero con materiales ligeros.


Secador de pelo

 
Accesorios

 
El secador debe tener los accesorios que realmente vayas a utilizar. Lo recomendable es que tengan al menos dos: una boquilla concentradora del aire (para moldear y alisar) y un difusor (para trabajar cabello con rizos u ondas).

 
Es importante que los accesorios sean resistentes, que tengan un diseño eficiente y que se coloquen con facilidad.

 
Cuidado con los modelos que tienen infinidad de accesorios, porque muchos de ellos acabarán en un cajón, ocupando espacio y sin ninguna utilidad. Valora qué necesitarás y qué no.

 
Funciones

 
Deben tener reguladores para la temperatura y el flujo de aire. Los profesionales tienen al menos 3 para la temperatura y 2 para el aire. Esto te permitirá adaptar la capacidad de secado al tipo de cabello de cada persona que los utilice y al peinado que vayas a hacerte.


Secador
Tu secador debe tener reguladores de temperatura y flujo de aire y botón de chorro de aire frío
   

Una función imprescindible que debería tener tu secador ideal es la del chorro de aire frío. Si aplicas frío sobre el peinado lo fijarás más. También es ideal para mantener el cabello limpio durante más tiempo. Y, por supuesto, enfría el pelo para que no retenga el calor una vez moldeado, lo que lo protege y lo deja más brillante.

 
También puedes encontrar secadores capaces de emitir iones negativos que supuestamente reducen la electricidad estática del cabello, aportan más brillo, nutren y acortan el tiempo de secado. Digo supuestamente, porque personalmente no he notado ninguno de estos beneficios al usarlo, no quiere decir que a ti no pueda funcionarte.

 
Y más...

 
Otro punto que te aconsejo verificar antes de comprar es el largo del cable. En algunos casos son tan cortos que no te permiten utilizarlos con comodidad si el enchufe de tu baño está algo alejado del espejo. Te obligará a utilizar alargadores, lo que es un engorro.

 
También es interesante que tenga un filtro extraíble, para que puedas limpiarlo de forma periódica de pelitos y pelusas que puedan quedar atrapados en la parte trasera de tu secador.

 
No te olvides de comprobar si genera mucho ruido al usarlo. Cuanto más silencioso sea, mucho mejor. Algo a tener en cuenta si necesitas utilizarlo por la mañana temprano o por la noche, sobre todo si tienes niños pequeños o una pareja con el sueño ligero.

 
Y una recomendación final: compra siempre marcas conocidas y en establecimientos de confianza que te ofrezcan la garantía correspondiente y respondan en caso de que tengas un problema con tu electrodoméstico.





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20 diciembre, 2017

Consejos para Reducir en Consumo de Sal en Tu Dieta

El consumo excesivo de sal es perjudicial para nuestra salud por muchos motivos: hipertensión, mayores probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares, problemas renales, retención de líquidos... Aunque lo que realmente perjudica a nuestro organismo no es la sal en sí, sino el sodio que la contiene.

 
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ideal que un adulto consumiese 5-6 gr. de sal al día como máximo, una cucharada de té escasa, que equivale a 2-2,5 gr. de sodio. Aunque en España superamos de media esa cantidad, llegando a los 12 gr.

 
Y parece que ese exceso de sodio en la dieta debe preocupar únicamente a enfermos y ancianos, cuando lo cierto es que es un riesgo para cualquiera de nosotros. Confiarse con la sal es un error con cualquier edad y condición. Por no hablar de que es responsable de la retención de líquidos en nuestro cuerpo o de empeorar problemas como la celulitis.

 
Para ayudarte a reducir el consumo de sal en tu dieta aquí tienes consejos que puedes aplicar en tu día a día...


Consejos para reducir la sal en tu dieta

 
Analiza tu consumo


Anota cuál es tu ingesta de sal actual, incluyendo no sólo la que añades al cocinar o con el salero en la mesa, sino también la que llevan los alimentos procesados y precocinados que tomes. Te aviso que la cantidad te va a sorprender.

 
Decide cuál quieres que sea la cantidad máxima diaria de sal en tu dieta. Ponte una meta clara a la hora de reducir su consumo, porque si no se quedará sólo en buenas intenciones. Si eres capaz de cuantificar lo que quieres conseguir, podrás poner en marcha los mecanismos necesarios para lograrlo; si no, te será muy fácil engañarte pensando que estás haciendo algo por tu salud, cuando sigues con los mismos hábitos que antes.

 
Paso a paso


Reduce el consumo de sal poco a poco. Si quieres hacerlo de forma radical casi seguro que fracasarás en el intento, porque la comida no te sabrá a nada y acabarás volviendo en pocos días a tus antiguos y salados hábitos. Ve  poniendo cada vez menos sal en los platos y verás cómo te resulta mucho más fácil, porque irás acostumbrando a tu paladar.

 
A la hora de hacer la compra


Lee cuidadosamente las etiquetas de los alimentos. La comida procesada o precocinada suele tener cantidades ingentes de sodio, por lo que deberías reducir su consumo o incluso desterrarla de tu dieta.

 
Antes de comprar un producto comprueba las cantidades de grasas, azúcares y sal que contiene y compáralas con la Cantidad Diaria Recomendada CDR) para cada nutriente. Y, cuidado, porque la CDR puede despistarte. Imagina una crema de verduras precocinada que tenga 0,70 gr./100 gr. Si la ración es de 250 gr., la sal que ingerirás con ella será de 1,80 gr., lo que supone un 30% de la CDR para un adulto. Aunque puede que ese porcentaje es pequeño, debes tener en cuenta el resto de alimentos que tomarás durante el día y su aporte de sodio, porque es fácil que lo acabes superando con creces.

 
La sal


Recuerda que la sal marina tiene el mismo sodio que la refinada. Es más sana en cuanto a su origen (más vitaminas y minerales), pero si la tomas en exceso también perjudica.  


Cristales de sal
   

Opta por la sal yodada. Aunque tiene la misma cantidad de sodio, al menos ayudará a mejorar las funciones cerebrales.

 
Utiliza sal hiposódica. Pero, cuidado, porque este tipo de sal tiene menos sabor que la corriente, por lo que puedes acabar cayendo en la trampa de aumentar la cantidad, con lo que al final acabarás consumiendo el mismo sodio o más.


Los alimentos


Prefiere los alimentos frescos a los procesados. Si los vas a tomar al natural, el contenido en sodio será el propio del alimento; si los cocinas tú, podrás controlar la cantidad de sal que les añades.

 
Ten presente que hay alimentos que contienen sal de forma natural, como la leche, el pescado, los crustáceos o la carne. 


Plato al horno con sal


Evita los alimentos precocinados. Para hacerlos más atractivos al paladar, las empresas alimentarias les ponen mucha más cantidad de grasas, azúcares y sal.

 
Limita al máximo el consumo de salsas. Suelen contener mucho sodio. Si no puedes prescindir de ellas, al menos elabóralas tú.

 
Reduce el consumo de encurtidos. Están muy ricos, desde luego, pero tienen bastante sal, así que deberías controlar su ingesta y probar a prepararlos en casa.

 
Limita los productos en salazón. Les ocurre lo mismo que a los encurtidos, así que deberías recortar su consumo o compensarlos con alimentos con menos contenido en sodio.

 
Restringe al máximo los snacks. De hecho, la mejor elección sería desterrarlos de tu dieta, porque no sólo tienen muchísima sal, además contienen grasas saturadas y otros ingredientes muy poco saludables.

 
Dile adiós al pan de molde industrial. Tienen sodio en exceso, aunque no te lo parezca. Opta por pan elaborado de forma artesana (de verdad, no esa falsa denominación que tienen los industriales) o casera.

 
Apuesta por los frutos secos crudos y tostados sin sal. Están riquísimos y al tener menos sal podrás utilizarlos no sólo como aperitivo. Puedes ponerlos en ensaladas, salteados de verduras, arroces, repostería, etc. Al no estar salados combinan perfectamente con cualquier plato. Y son muy saludables.


La forma de cocinar


Sala al final de la cocción siempre que el alimento te lo permita. Cuando se añade sal al principio de la preparación acaba penetrando en el alimento y parece más soso al paladar, aunque la cantidad sea la misma. 


Si cocinas al vapor o la plancha, los alimentos perderán menos sabor, por lo que necesitarás menos sal y otros potenciadores del sabor.

 
Los alimentos que se dejan reposar o que se van a comer al día siguiente necesitan menos sal, porque el sabor se concentra con el frío y el paso de las horas. En estos casos, déjalos más cortos de sal al cocinar.

 
Acostúmbrate a utilizar especias y otros potenciadores de sabor (ajo blanco, ajo negro, limón, vinagre, mostaza, etc.) que no aporten tanto sodio.


Especias


Más trucos para consumir menos sal


Compensa. Si vas a utilizar entre los ingredientes de tu comida un alimento que tiene mucho sodio, evita añadir más sal al plato, o al menos redúcela mucho. Te pongo un ejemplo: si vas a hacer una ensalada en la que uno de sus componentes van a ser anchoas o encurtidos, recorta la sal o elimínala por completo.  


No te lleves el salero a la mesa. Si no puedes resistirte, al menos procura que tenga los orificios pequeños, de ese modo te parecerá que has salado más la comida, aunque la cantidad que haya caído sea menor. Incluso puedes utilizar los que son de tipo molinillo.


No te lleves el salero a la mesa
 

Si vas a comer fuera de casa, avisa de que quieres el plato sin sal o con poca cantidad antes de que te tomen la comanda. Los restaurantes tienden a ofrecer platos cada vez menos salados, pero no está de más pedirlos sosos y salar en la mesa únicamente si es necesario.

 
Y, recuerda, la sal de la vida no está en el sodio...





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13 diciembre, 2017

Trucos para Secar la Ropa Más Rápido

Secar la ropa no suele ser un problema, salvo que llueva, haya mucha humedad ambiente y haga mucho frío. En estos casos parece que las prendas no se terminan de secar nunca. Por no hablar del mal olor que acaban adquiriendo, tanto que a veces hay que volver a lavarlas incluso.

 
Y también solemos necesitar que la ropa se seque antes cuando tenemos mucha prisa por ponérnosla. Quién no se ha dado cuenta a última hora que quiere ponerse un vestido al día siguiente y todavía está en el cesto de la ropa sucia, ha ido rápidamente a poner la lavadora para solucionarlo y se ha dado cuenta de que va estar (muy) húmedo a la hora de vestirse por la mañana. Ya veo que sonríes, por lo que deduzco que te ha ocurrido algo parecido...

 
Aunque no hay un método mágico para conseguir que la ropa esté seca en unos minutos, lo cierto es que sí hay trucos que sirven para acelerar el proceso y que te cuento a continuación.


Trucos para secar la ropa más rápido
 
 
El lavado


Programa corto de lavado. Este no es un truco de secado propiamente dicho, pero si acortas el proceso de lavado sí que tendrás más tiempo para que tu ropa se seque.

 
No laves en frío. Si quieres que la ropa se seque más rápido, utiliza un programa que le aporte un poco de temperatura al lavado, de esa forma te costará menos que comiencen a secarse las prendas.  


Lavadora


Segundo centrifugado. Si una vez completado el programa de lavado le añades un centrifugado extra, eliminarás aún más humedad, lo que facilitará el secado. Si la prenda es muy pesada, incluso puedes ponerla a centrifugar una tercera vez.

 
El proceso de secado


Secadora. Si dispones de este electrodoméstico y las prendas lo admiten, te será muy útil.  Aunque para que el secado sea rápido y óptimo tendrás que separar las prendas más ligeras de las más gruesas, además de utilizar un programa de lavado con un centrifugado potente.

 
Secador-deshumectador. Hay deshumectadores de pequeño tamaño que llevan productos (en forma de sales o de esponjas) que absorben la humedad del ambiente y que puedes utilizar para evitar la condensación y acelerar el secado de tu ropa. Sólo tienes que colocar uno o varios en la habitación en la que tiendas y cambiarlos cuando sea necesario. Aunque lo que realmente funciona son los deshumidificadores eléctricos, porque tienen más potencia de absorción del agua en el ambiente. El único inconveniente es que gastan energía y ocupan más espacio.

 
Sacude la ropa antes de secarla. De este modo comenzarás a airearla, evitando que la humedad se acumule en las arrugas y los pliegues. Además evitarás que se arrugue en exceso.

 
Usa las perchas. Algunas piezas de ropa, como por ejemplo las camisas y blusas se secan muy bien colocándolas en perchas, con todos los botones cerrados.  


Ropa tendida en perchas

 
Tendedero exterior. Si puedes tender la ropa en el exterior (y no hay inconveniente en exponerla al sol), es la forma más rápida de deshumectarla. Para mejorar el tiempo de secado procura separar bien las prendas unas de otras para que circule bien el aire entre ellas y estíralas bien para que no haya zonas con pliegues gruesos que tarden más en secar.

 
Tendedero interior. Si no puedes tender en el exterior, siempre puedes recurrir a los tendederos de interior. Si quieres aumentar su efectividad, ventila la zona en la que esté situado el tendedero para evitar que la  humedad se condense. Procura separar las piezas de ropa para que haya circulación de aire entre todas ellas. Mi truco: colocar las prendas más largas contrapeadas a uno y otro lado de las varillas, dejando las endas más pequeñas para rellenar los huecos. Si ves que hay zonas más secas según pasan los minutos, vete dando al vuelta a la ropa.

 
Utiliza una toalla. Puedes colocar las prendas sobre una toalla limpia y seca, bien estiradas, enrollando ambas como si fuese una salchicha gigante, apretando cuidadosamente el rollo para extraer la mayor cantidad de agua posible. Luego ya sólo tienes que extender la prenda, preferentemente en horizontal y sobre otra toalla seca, para que termine de evaporarse toda la humedad. También puedes utilizar la toalla para secar cualquier prenda en horizontal, con superficie para que circule el aire (sobre las varillas del tendedero, por ejemplo). Este sistema es ideal para los jerséis de lana, puesto que no se arrugan ni se deforman. Las mejores toallas para este fin, las de microfibra y/o que no tengan suavizante, porque absorben mucha más agua. 


Toallas
 

Trucos curiosos


Plancha la ropa antes de tender. Si has centrifugado bien la prenda, puedes plancharla antes de colocarla en el tendedero, verás que el proceso de secado se acelera de forma radical. Insiste en las zonas donde el tejido sea más grueso. Yo lo hago si quiero ponerme una prenda gruesa por la mañana y la he lavado a última hora de la noche y te aseguro que hace maravillas.

 
Recurre al congelador. Sí, ya sé que suena raro, pero si pones la ropa en una bolsa dentro del congelador y esperas un rato, verás que se seca antes cuando la tiendas. Aunque la sensación es que la prenda está muy húmeda, lo cierto es que está más fría que mojada. Una vez que la estires y la coloques en una percha o en el tendedero verás que se termina de secar en un abrir y cerrar de ojos.

 
No pierdas de vista el centrifugador de verduras. No estoy loca, no. El utensilio que solemos usar para eliminar el agua de la lechuga o las espinacas, el que funciona como un centrifugador accionado a mano con un pomo, es perfecto para eliminar una buena parte del agua de las prendas pequeñas como los calcetines, las medias o la ropa interior ligera. Eso sí, luego requiere dejarlas un rato para que la humedad se evapore del todo. 

 
Y, como no, el socorrido secador de pelo. Este pequeño electrodoméstico sirve para secar prendas muy livianas y pequeñas, aunque no es la mejor opción, porque es caro y puede dañar ciertas piezas que sean delicadas o que sean de tejidos sintéticos que se puedan estropear con el calor directo. Es perfecto si lo que necesitas es darle un último toque a la ropa ligera que está ya prácticamente seca.

 
Utiliza el radiador. Es el último recurso, porque suele dejar las prendas acartonadas. Lo ideal es este caso es colocar la ropa al lado del radiador, no sobre él, teniendo cuidado de que no lo toque directamente. Los mejores para este fin, los de metal que se usan en la calefacción central. Si se trata de un radiador con zonas incandescentes ni se te ocurra utilizarlo para secar la ropa, porque se puede producir un incendio.


¿Qué truco infalible utilizas tú para que la ropa se seque más rápido? Estoy deseando conocerlo.






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06 diciembre, 2017

Consejos Imprescindibles para un Lavado de Manos Perfecto

La correcta higiene de las manos es fundamental para nuestra salud. Piensa en la cantidad de superficies que tocan a los largo del día, muchas de ellas probablemente contaminadas por microorganismos nocivos como las bacterias, los virus, los hongos o los parásitos. Y esos microorganismos, si no son eliminados de la piel o las uñas, pueden terminar en nuestra boca, nariz, ojos, o incluso en la piel del rostro. O pueden terminar en la piel de otras personas al tener contacto físico por gestos tan comunes como un apretón de manos o una caricia.


Y no es por asustarte, pero esos toques accidentales con las manos sucias puedes darte más de un disgusto: gripes, catarros, bronquiolitis, meningitis, hepatitis, infecciones e intoxicaciones gastrointestinales, infecciones oculares y dermatológicas...


Por eso en este post quiero darte todas las claves para conseguir una buena higiene en tus manos. Venga, no te lo pierdas.


Consejos imprescindibles para una lavado de manos perfecto


Cuándo lavárselas


Antes de...


Comer
Cocinar
Curar heridas
Cuidar a enfermos
Cuidar, alimentar, tomar en brazos o jugar con un bebé
Ponerse o quitarse las lentes de contacto
Aplicarse productos de belleza
Tocar a cachorros que estén sin vacunar


Después de...


Volver de la calle
Montar en transporte público
Manipular comida cruda
Ir al baño
Cambiar pañales o productos de higiene femenina
Curar heridas
Estornudar o toser
Tocarse el cabello
Un entrenamiento o una clase en el gym
Tocar dinero o tarjetas de crédito
Tocar un teclado o la pantalla táctil de un dispositivo móvil
Tocar el calzado
Limpiar la casa
Sacar la basura
Manipular productos tóxicos
Tocar animales


Qué utilizar


La mejor opción es la combinación de agua (potable) y jabón.


Procura que el agua esté preferentemente tibia, puesto que si está fría no arrastra los microorganismos y si está muy caliente puede dañar y resecar tu piel. La temperatura ideal, entre los 20 y los 37ºC.


El jabón debería ser neutro, sin parabenos, poco perfumado (para evitar alergias e irritaciones) y con agentes hidratantes para proteger la piel de las manos.


Pastillas de jabón


El formato del jabón puede ser líquido o en barra, aunque la presentación del primero es más higiénica que la segunda. Si se trata de jabón líquido, acuérdate de terminarlo hasta el final y limpiar el envase a conciencia antes de rellenarlo, incluso la rosca y el interior del tapón. O utiliza envases desechables, aunque es la elección más cara y menos eco. En el caso de las pastillas, una parte de las bacterias, la suciedad de la piel y las células muertas terminan quedando pegadas en ellas, así que quizás no sea el formato más eficiente para lavar tus manos.


Jabón líquido para manos


Si no tienes disponible agua y jabón puedes recurrir a los geles antibacterianos, aunque no suelen ser tan efectivos y resecan la piel.


Cómo lavarse las manos


Para que un lavado de manos sea efectivo debe durar un mínimo de 15-20 segundos. Aunque lo ideal para conseguir una higiene perfecta es dedicarle entre 30-45 segundos.


Mójate las manos con agua, procurando que el agua llegue al dorso, a las palmas y a las muñecas.


Toma una cantidad de jabón que sea suficiente para cubrir toda la superficie de las manos una vez emulsionado con el agua.


Lavándose las manos con jabón


Primero frota las palmas de las manos entre sí y luego entrelazando los dedos. Continúa frotando la palma de una mano contra el dorso de la otra y viceversa, y hazlo entrelazando los dedos para limpiar los espacios interdigitales. Después realiza el movimiento anterior, pero en lugar de con la palma, con el dorso, sin olvidarte de los dedos.


Frota también las muñecas. Se suelen olvidar, aunque se ensucian igual que el resto de las manos.


No te olvides de los dedos. Frota el pulgar del cada mano con un movimiento rotatorio, insistiendo en el espacio que hay entre ese dedo y el anular. Luego frota la punta de los dedos de una mano contra la palma de la otra con movimientos circulares, y repite con la otra mano.


Si has hecho trabajos en los que se puedan haber ensuciado las uñas, cepíllalas bien. No es necesario que lo hagas cada vez que te laves las manos, pero sí que conviene que las cepilles una vez al día y si te manchas con tierra, fertilizantes, químicos que puedan ser tóxicos, residuos de origen animal, carnes crudas...


Enguágate bien con agua, hasta eliminar cualquier resto de jabón.


Enguagándose las manos con agua


Si ves que todavía queda suciedad, repite la operación.

Tras el lavado, evita tocar el grifo para cerrarlo, salvo que tenga cierre automático. Piensa que cuando lo abriste, tenías las manos sucias ( y todos los que lo hayan tocado anteriormente). Si quieres mantener la higiene conseguida durante el lavado, deja una toalla de papel al lado del lavabo para utilizarla para cerrar el grifo sin entrar en contacto con él.


El secado


Lo más recomendable es secarse las manos con aire, toallas de papel de un solo uso o con toallas textiles de uso individual que se laven tras cada secado.


Las toallas textiles no son la mejor elección, sobre todo cuando son de uso público o, siendo de uso familiar, no se lavan con frecuencia. La humedad constante, los restos de jabón y la posible suciedad que haya quedado te ensuciarán las manos de nuevo según las toques.


Toallas
Las toallas textiles sólo deben usarse para secar las manos si están muy limpias


Seca bien toda la superficie de tus manos, sin olvidar los espacios entre los dedos, la palma, el dorso y la muñeca.


Y después de escribir este post, yo me lavo las manos... 😄




 
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29 noviembre, 2017

Qué Es el Trigo Sarraceno y Cómo Utilizarlo

En este post quiero hablarte de uno de mis alimentos preferidos: el trigo sarraceno o alforfón (Fagopyrum esculentum). A pesar de llevar el término trigo en su nombre, no tiene nada que ver con él, puesto que no es un cereal, sino una semilla que se considera pseudocereal, como la quinoa o el amaranto.


Me encanta su sabor, su versatilidad a la hora de cocinar y lo bien que se digiere; así que quiero que tú también conozcas más acerca del alforfón.


Qué es el trigo sarraceno y cómo utilizarlo


Para comenzar quiero darte información nutricional acerca del trigo sarraceno:


Datos nutricionales


  • 10-13% de proteínas, que tienen la ventaja añadida de que se asimilan fácilmente.
  • Hidratos de carbono (67%, una buena parte en forma de almidón y muy poca en forma de azúcares).
  • Aminoácidos (lisina, triptófano, arginina...).
  • Minerales como el manganeso, el magnesio, el cobre o el fósforo.
  • Vitaminas del grupo B, vitamina E y ácido fólico. 
  • Omegas 3 y 6.
  • Fibra (4,5%).
  • No contiene gluten, lo que hace a este pseudocereal apto para el consumo de celíacos.
 

Beneficios


  • Es energético.
  • Ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre estables, por sus almidones.
  • Sacia, puesto que tiene un gran contenido de fibra.
  • Regula el apetito.
  • Se digiere con facilidad.
  • Es capaz de atrapar una parte de las grasas que se hayan ingerido y promueve su expulsión. Por sí mismo el trigo sarraceno no ayuda a adelgazar, por supuesto, pero sí que ayuda a controlar el peso en una dieta saludable.  
  • Contribuye a la relajación y al sueño, por su alto contenido en magnesio.
  • Tiene ciertas propiedades antiinflamatorias gracias a un glucósido flavonoide llamado rutina. También contribuye a mejorar la circulación y a fortalecer los capilares sanguíneos.
  • Es un buen aliado para la piel, gracias a su contenido en vitamina B3.


En cualquier caso, estos datos son meramente informativos, nunca pretenden sustituir la asesoría de los profesionales de la salud y la nutrición. Si tienes enfermedades graves o alergias, o crees que puedes sufrirlas, siempre te recomendaré que consultes a un médico o nutricionista antes de introducir nuevos alimentos en tu dieta.


El trigo sarraceno o alforfón es un alimento muy interesante, aunque personalmente no lo considero un superalimento. Para las personas que tenemos intolerancia o alergia al trigo o a su gluten se convierte en un buen sustituto de este cereal, puesto que tiene unas propiedades nutricionales similares. Para las personas que no son ni intolerantes ni celíacas, es perfecto para variar los menús o buscar opciones más digestivas.


Y ahora que ya sabes cuáles son sus propiedades nutricionales y sus beneficios, es el momento de que te presente formalmente a este pseudocereal.


Granos de alforfón


¿Cómo es?


Su sabor es muy pronunciado y con un punto rústico, como a frutos secos, y recuerda a la tierra. También tiene un toque dulzón y algo ácido que le aporta personalidad.


Si lo utilizas en forma de harina verás que tiene un tono más oscuro que otros cereales y pseudocereales. Ese grano de color tostado es el que inspira el sarraceno que acompaña a su nombre.


Panifica bastante bien, así que si haces pan o repostería no te llevarás sorpresas desagradables. Yo lo suelo utilizar para mezclar con las harinas de maíz o avena en repostería, puesto le aporta esponjosidad.


Formas de consumirlo


Crudo


Siempre que se remoje para ablandarlo durante al menos 8 horas. Utilízalo en batidos para el desayuno o la merienda, por ejemplo. En cualquier caso, hay quien aconseja no comerlo crudo (ni demasiado cocido) por considerar que resulta nocivo al no cocinarse ni germinarse. 


Cocido


Se puede consumir cocido como el arroz, el trigo o la avena. Pon 1 parte de alforfón por 2 de agua y cuécelo durante unos 20 minutos. Te aconsejo que lo pongas a remojo la noche antes para desactivar los antinutrientes, así se digerirá mejor y podrás aprovechar mejor sus nutrientes. Puedes ponerle un poco de sal marina o unas algas para darle más sabor. Lo puedes saltear con verduras, setas, gambas, pavo, jamón... También lo puedes añadir a tus guisos y sopas. Incluso puedes emplearlo como base para hacer hamburguesas vegetales.


Trigo sarraceno cocido


En copos/hinchado


En papillas, en porridge o gachas o acompañando al muesli, para cocinar o para hornear. Si lo consumes hinchado puedes ponerle leche, bebidas vegetales o chocolate, como otro cereal de desayuno; y también puedes utilizarlo para rebozar otros alimentos a modo de crujiente, como bolitas de queso, por ejemplo.


Trigo sarraceno inflado
Alforfón inflado


Germinado


Puedes adquirirlo ya germinado o hacerlo tú en casa (germinan en 1-2 días). Una vez germinado se pone en el horno o en la deshidratadora y se toma en batidos, con pudings, con muesli, con bebidas calientes, con cremas y sopas, con ensaladas, con yogur...


Harina


Se utiliza como cualquier harina, así que puedes utilizarla o comprarla en forma de bizcochos, galletas, bollos, panes, masas de pizza, tortas, crepes o pasta en cualquiera de sus variantes.


Espaguetis de alforfón
Puedes encontrar trigo sarraceno en forma de pasta


Conservación


No es un cereal, por lo que se conserva en buenas condiciones menos tiempo. Si se humedece o se conserva en malas condiciones pueden proliferar microbios que generen toxinas. Presta atención a la fecha de consumo de caducidad para comerlo siempre en las mejores condiciones.


Se conserva bien una vez abierto, aunque debes utilizar un envase hermético. Procura que el lugar en el que guardes el recipiente esté al resguardo de la luz, fresco y seco; preferentemente en la nevera.
Esto es aplicable al grano y a la harina. Aunque hay quien recomienda que se mantenga un máximo de 1 año en el caso del grano y 6 meses en el de la harina, mi consejo es que no dejes pasar tanto tiempo para consumirlo.


Puedes congelarlo una vez cocido sin ningún problema. Yo, de hecho, siempre lo tengo en la nevera para preparar guarniciones.


¿Te apetece probar el alforfón?




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La primera vez que apareció el post Qué Es el Trigo Sarraceno y Cómo Utilizarlo fue en el blog de La Meiga y Su Caldero


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