Cómo Crear un Armario Cápsula... Y Acertar

¿Has oído hablar del armario cápsula? No, no es un nuevo mueble de Ikea ni la última tendencia en decoración millennial para el dormitorio. Es un conjunto limitado, manejable y eficiente de prendas para utilizar cada temporada. Por lo que, en general, habría que crear al menos 4 armarios cápsula, uno para temporada.


La filosofía del armario cápsula es tener ropa y complementos que realmente te vayas a poner, que sean adecuados para nuestra forma de vida y que nos sienten bien.


Para que funcione debes definir un número máximo de prendas para cada armario cápsula, de tal forma que por cada pieza nueva que compres, tendrás que deshacerte de otra. Así evitarás abarrotar tu guardarropa y no te alejarás de esta forma minimalista y cómoda de organizar tu ropa.


A continuación te detallo las ventajas del armario cápsula, sus inconvenientes y cómo crear el que sea perfecto para ti. 

Ventajas


Un armario cápsula tiene muchas e interesantes ventajas:

• Gastarás menos en ropa y complementos.

• Podrás tener mejores prendas, porque comprarás menos cantidad. 

• Le sacarás más partido a tu armario.

• Podrás definir mejor tu estilo.

• Tardarás menos en vestirte por las mañanas, porque no te probarás una y mil cosas que finalmente no te gustan.

• Te sentirás más segura cuando salgas a la calle.

• Y en último lugar pero no por eso menos importante, le dirás adiós definitivamente al temido "no tengo nada que ponerme" cuando abras las puertas de tu armario. 

Inconvenientes


Y, por supuesto, crear un guardarropa minimalista también tiene sus peros:

• Conseguir un armario cápsula que funcione requiere tiempo y esfuerzo.

• Es imprescindible ser realista a la hora de seleccionar las prendas, desechando las que no te sienten bien y las que no te sirvan para el estilo de vida que llevas. 

• Si tienes tendencia a acumular, te costará mucho dar el paso para hacerte con un guardarropa minimalista y eficiente.

• Si te equivocas en la elección de las prendas te encontrarás con que no tienes nada que ponerte (de verdad) y con pocas alternativas.

• Si no desechas una prenda cada vez que añadas otra, volverás a acumular irremediablemente.

Consejos para conseguir el armario cápsula perfecto


Por supuesto, hay una serie de consejos básicos (y de sentido común) para que puedas crear un guardarropa cápsula ideal para ti, algunos son:


Lo básico

• Analiza el estilo que tiene tu ropa y si quieres mantenerlo o cambiarlo.  

• Diseña tu armario cápsula atendiendo a tus necesidades y a tu estilo de vida. Si únicamente te dejas llevar por las tendencias que aparecen en Internet o en las revistas de moda o si no eres realista con lo que realmente te va a hacer falta teniendo en cuenta tu trabajo y tu vida personal, acabarás con un armario inútil, porque no podrás ponerte nada de lo que haya en él.  

• Crea tantos armarios cápsula como necesites, teniendo en cuenta la climatología del lugar en el que vives.

• Crea un armario cápsula básico con prendas que puedas utilizar todo el año, de tal forma que haya prendas que puedas ir trasladando a la siguiente temporada (respetando el número máximo de prendas establecido, claro). Una camisa o camiseta blanca, unos vaqueros, un blazer azul marino y negro, una falda negra... son prendas que puedes utilizar la mayor parte del año.

• Adapta tu armario cápsula al espacio del que dispones.

Revisa tu armario

• Revisa tu armario a conciencia para decidir lo que debes desechar y lo que quieres conservar. 

• Lo que no hayas utilizado en los últimos 12 meses, lo que no te valga, lo que esté deteriorado y lo que no te haga sentir bien, deséchalo sin pestañar. 

• Si alguna prenda de tu armario no te gusta, no la guardes y deséchala. Puedes sustituirla por otra o no.

Definiendo las prendas que lo compondrán

• Decide el número de prendas que compondrán tu armario cápsula y respétalo. Según tus necesidades serán más o menos, pero procura reducir la cantidad de ropa y complementos lo máximo posible. Aunque hay quien recomienda entre 33 y 40, lo lógico es que cuentes con el número mínimo de pieza para cubrir tus necesidades de vestuario (reales). Habrá quien pueda funcionar perfectamente con 25 prendas y quien necesitará 45.

• Considera como prendas los zapatos, botas, sandalias, los bolsos de todo tipo, los bikinis y bañadores, etc.  

• En el total de las piezas de tu armario cápsula no deberían entrar la ropa interior, las prendas que emplees para hacer actividades que requieren un vestuario específico (fitness, yoga, baile...) o de trabajo (uniforme laboral), la ropa que uses para dormir o para estar en casa, la ropa de fiesta, los cinturones, los guantes, las joyas, etc. 

  
Qué elegir

• Incluye prendas de ropa y complementos básicos, que resistan bien el paso del tiempo y que puedan permanecer en tu armario varias temporadas, aunque luego lo complementes con alguna pieza de tendencia o de capricho.

• Procura que cada prenda combine con más de dos piezas de tu guardarropa, así podrás crear varios outfits con pocas prendas.

• Dedica tiempo a probarte las diferentes combinaciones, de ese modo sabrás de antemano qué piezas quedan bien juntas y no tendrás que perder tiempo (y los nervios) en ello cuando vayas a vestirte cada mañana.

• Además de a la propia ropa, dale importancia a los complementos, a la peluquería y al maquillaje, porque son los que le darán un toque diferente a esas prendas básicas.

 

A la hora de comprar

• Haz una lista de la compra para tener claro qué piezas tienes que comprar, si te das un tiempo para pensar qué necesitas, probablemente evites la tentación de comprar de forma impulsiva. 

 

• Antes de comprar una prenda nueva, analiza cómo encajará en tu armario, si es fiel a tu estilo, si combinará bien con el resto de ropa y complementos que tienes ya.

• Adquiere prendas de calidad y atemporales, para que perduren en tu armario. Aprovecha rebajas y outlets para hacerte con ropa y complementos básicos de esos que son verdaderas joyas. 

• Por cada prenda que incorpores debes sacar una de tu guardarropa. Y eso no debería ser negociable.

 
Cuestión de organización

• A la hora de organizar la ropa, procura que todo esté bien ordenado y a la vista. Puedes emplear el sistema que mejor te encaje según tu personalidad y tu forma de organizarte en general: por tipo de prenda, por colores... 

• Deja bien a la vista y a mano las prendas que más utilices. Si las guardas en lugares inaccesibles no las verás y terminarás por no ponértelas, además de creer que no tienes ropa suficiente.

• Cuida las prendas, lavándolas con los programas y detergentes más apropiados, cose los botones cuando se caigan, arregla los dobladillos si se han descosido, corta los hilos que queden colgados, lleva al tinte las piezas que lo requieran, ten siempre la ropa bien planchada y doblada... Piensa que si una pieza está en malas condiciones, no te la podrás poner.

¿Te animas a crear tu armario cápsula para la temporada que viene?




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Cómo Saber si el Pescado Está Fresco

El pescado es un alimento que no debería faltar en nuestra alimentación, salvo que haya alergias o intolerancias. Está repleto de nutrientes, tanto si es azul como si es blanco, por lo que conviene comerlo varias veces en semana.


Y, aunque pueda parecer caro, lo cierto es que hay especies que son saludables y económicas, por lo que no hay excusa para no consumirlo.


Pero, y aquí hay un pero importante, el pescado debe ser fresco. No sólo porque es la única manera de que su sabor y su textura sean agradables, sino porque podemos comprometer nuestra salud; porque un pescado en malas condiciones puede acarrear consecuencias muy desagradables.


Para que no te engañen (ni te engañes) en la pescadería, a continuación te doy algunos trucos para valorar si un pescado está fresco o no lo está. 

En la pescadería


A la hora de comprar pescado fresco y de calidad hay que comenzar por lo más importante: la pescadería en la que lo adquieras. Un establecimiento en la que se compre buen género, que esté impoluto y en el que sepan aconsejarte sobre qué pescado llevar y que sepan prepararlo correctamente te dará esa garantía. Y doy fe de que existen pescaderías así, sobre todo en los mercados, y que no tienen que tener precios prohibitivos. Todo es cuestión de buscarlas.


Algunas recomendaciones:

• Compra en una pescadería de confianza.

• Adquiere el pescado siempre en el mismo establecimiento. Si eres cliente habitual y estableces una relación cordial con los pescaderos, es muy probable que te lleves mejor pescado a casa que si acudes a la pescadería de forma ocasional y muestras una actitud poco respetuosa. 

• Fíjate en el estado general del establecimiento: orden, limpieza, olor...

• Comprueba que el hielo sobre el que se presenta el pescado está limpio.

• Los expositores deben estar en posición inclinada, para que el agua del deshielo caiga al suelo y no se acumula bajo el pescado y lo pudra.

• No debe haber adornos junto al pescado, porque es difícil mantener una correcta higiene de estos artículos y pueden convertirse en una fuente de gérmenes que contaminen el pescado. 

• No compres pescado los lunes. Salvo los pescados de piscifactoría, los que pescan las flotas que no son españolas y los pescados azules que se pescan con cerco, no están en las lonjas el lunes, porque los pescadores españoles no trabajan sábados y domingos. Eso significa que muchas pescaderías no compran género el lunes, y las que si lo tienen probablemente tienen producto de la semana anterior, es de granja o el que tienen no ha sido pescado por barcos españoles. De hecho, mi pescadería ni siquiera abre el puesto el lunes.

• Evita comprar pescado ya eviscerado y fileteado de los que venden en barquetas en las grandes superficies, porque así no podrás comprobar si el pescado está fresco o es ya parte de la plantilla del supermercado.

El pescado


Antes de comprar el pescado, fíjate en lo siguiente:

• El olor debe ser a mar y algas (o a agua dulce en el caso de las especies no marinas), nunca debe olor a rancio, amoníaco o moho. 

• La piel debe estar brillante, humectada, sin defectos, limpia, con los colores propios de la especie y bien definidos. Descarta la pieza si la piel se desprende de la carne.

• Las escamas deben ser tornasoladas y ser difíciles de retirar. 

• Los ojos deben estar brillantes, con el cristalino transparente y sin velos ni aspecto lechoso, la pupila debe tener color negro y los colores deben ser vivos y definidos. En cuanto a la forma, dependerá de la especie, aunque si están hundidos o muy hinchados es un indicador de que el pescado no está fresco. 

• Las agallas deben tener un color rojo, oscuro o rojo intenso para la mayoría de las especies, y rosado en otras, como en el caso de la merluza. Descarta la pieza si las agallas tienen algún tipo de mucosidad o son de color marrón, amarillento o grisáceo. Como no vas a poder comprobar tú el estado de las agallas, fíjate cuando la manipule el pescadero o directamente pide que te las muestre. En este caso es importante que el establecimiento sea de confianza, porque hay algún irresponsable que tiñe las agallas para hacer pasar pescado pasado por fresco.

• La zona abdominal debe estar firme sin abultamientos. Si está hinchada indica que las vísceras ya se han comenzado a pudrir y los gases han inflado la zona. Si el pescado expuesto está eviscerado, probablemente se ha hecho para que no se note que ya ha comenzado a descomponerse.

• La textura tiene que ser firme al tacto, si está blanda, el pescado no estará fresco. Como en la mayoría de los casos no vas a poder tocarlo en la pescadería, fíjate en cómo responde cuando toma la pieza el pescadero.

• Fíjate en el pescado cuando lo prepare el pescadero, porque la espina dorsal debería ser casi incolora y estar bien fijada a la carne. Si se desprende casi sin tocarla, es mala señal.

• Debe saber a pescado, aunque parezca una obviedad. Si tiene un gusto metálico, picante, rancio o extraño, por muy buen aspecto que tenga el pescado, es que no es fresco. Si se llega a ese punto en el que ya se ha ingerido, probablemente sufras una intoxicación alimentaria.

¿Tienes algún truco para comprobar si el pescado está fresco? ¿Tienes alguna anécdota? Me encantaría que lo compartieses con los lectores y conmigo en el apartado de comentarios.


¡Hasta el próximo post!




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Ácido Hialurónico: Un Imprescindible para tu Belleza

Seguro que has oído hablar del ácido hialurónico, salvo que hayas estado perdida los últimos 20 años en una isla desierta y no hollada por el ser humano. Pero a pesar de ser un término tan repetido, lo cierto es que todavía existe un cierto desconocimiento acerca de lo que es y para lo que sirve.


Para despejar cualquier duda acerca de este ingrediente tan utilizado en belleza y medicina, a continuación quiero comentarte qué es el ácido hialurónico, sus beneficios y los usos que se le pueden dar. 

¿Qué es eso del ácido hialurónico?


Es una molécula (cadena polisacárida) que se encuentra de forma natural en nuestro organismo, tanto en nuestra piel como en los ojos, las articulaciones y cartílagos.


Pero como el colágeno y la elastina, que también tenemos en nuestro propio cuerpo, este ácido va estando menos presente en el organismo según van pasando los años. La concentración baja de forma espectacular año tras año, llegando a reducirse en un 50% al finalizar la década de los 40 y en un 80-90% cuando se finaliza la de los 60.


Y, ojo, que no es algo nuevo, porque se aisló ya en los años 30, se comenzó a utilizar en los 60 en traumatología y en la segunda parte de los 90 ya se empezó a usar en cosmética. Y, como dato curioso, el AH se patentó en los años 40 como sustituto de la clara de huevo para panadería.


Beneficios


❉ El ácido hialurónico (AH) es capaz de retener hasta 1.000 veces su peso en agua, de ahí su poder hidratante. Esa capacidad para atraer y retener el agua, además, actúa tanto sobre la dermis como la epidermis ¿Te imaginas lo que esa capacidad de hidratación puede hacer por tu piel? Una superficie lisa, suave y jugosa.

❉ Estimula la producción de colágeno, lo que lo convierte en una herramienta perfecta para conseguir firmeza y volumen.


❉ Genera una especie de malla subcutánea, que funciona a modo de relleno, lo que ayuda a suavizar las arrugas y líneas de expresión.


❉ Mejora la cicatrización de las heridas y quemaduras.


❉ Sirve como relleno facial y para aumentar los labios en medicina estética, con la ventaja de que al ser un sustancia que está en el propio organismo no produce rechazo, puesto que el cuerpo lo reconoce como propio.


❉ Incluso se emplea para mejorar los problemas de movilidad en las articulaciones cuando hay artritis, reúma y otras enfermedades similares.


Usos del ácido hialurónico


Cosmética


Hay ingredientes que hasta los dermatólogos consideran eficientes para combatir los estragos de la edad o para frenar el envejecimiento prematuro de la piel, estos ingredientes son el retinol, el ácido glicólico, la vitamina C, el fotoprotector... y el ácido hialurónico.


Puedes encontrarlo en cremas, sérums, contornos, lociones, maquillajes, BB Creams... Como la piel tiene ácido hialurónico de forma natural, es apto para todas las pieles y no crea problemas si éstas son sensibles. Ojo, que eso no quiere decir que otros ingredientes que contenga el cosmético en cuestión si puede producir sensibilidad o que esté contraindicado para determinados tipos de piel. Por eso es importante que consultes a tu dermatólogo, a tu farmacéutico, a tu facialista o a tu asesora de belleza de confianza. 

Es conveniente que las cremas con ácido hialurónico tengan moléculas de diferentes tamaños, tanto de bajo como de alto peso molecular. Las de bajo peso molecular, son pequeñitas, por decirlo de algún modo, por lo que son capaces de penetrar en las capas más profundas de la piel. Las de alto peso molecular son más grandes, por lo que se quedan en la superficie, creando una barrera protectora e hidratante, que actúa de una forma menos duradera, pero más visible.


Algunos de los ingredientes que deberías buscar para tu cosmético con AH son: hydrolyzed hyaluronic acid, sodium acetylated hyaluronate o sodium hyaluronate. 


En verano, por ejemplo, puedes sustituir tu sérum habitual por uno que contenga ácido hialurónico para evitar la sequedad del sol y el calor. También si sales a exterior en invierno o la calefacción en el lugar en que sueles estar está muy alta. 


Y también es perfecta para los chicos, tanto para hidratar su rostro de forma habitual como para utilizarlo tras el afeitado, sustituyendo al aftershave. 


Alimentos


Para tener una piel saludable hay un requisito indispensable: una alimentación equilibrada, variada y adaptada a nuestras necesidades específicas. Si es tu caso, no tendrás que preocuparte por lo que incluir en tu dieta para conseguir tal o cual efecto en tu piel, porque ya lo estarás haciendo y no tendrás ninguna carencia. Tu cuerpo funcionará como un reloj. 


Aunque si te interesa saberlo, hay alimentos que contienen ácido hialurónico y otros que ayudan a producirlo o sintetizarlo gracias a los minerales que tienen en su composición. Algunos de estos alimentos son:


Carnes


Las de pavo, pato, ternera y cordero lo contienen directamente, mientras que las carnes rojas ayudan a que su vitamina A ayude a liberar el ácido hialurónico en forma de retinol.


Pescados


Dentro de los pescados que te aportarán de algún modo AH están el salmón, el atún, la caballa o los arenques.


Cereales


Los cereales integrales son fuente de zinc, que ayuda a sintetizar al ácido hialurónico.

Verduras y tubérculos


Las verduras ricas en magnesio como las de hoja verde. el brócoli, las judías verdes o la coliflor ayudan a sintetizar al AH. El perejil y el cilantro, directamente lo tienen dentro de su composición en grandes cantidades.


Los tubérculos en general activan la producción del ácido hialurónico, por lo que no está de más incluirlos en la dieta. Aunque habrás oído hablar de la patata japonesa como fuente de AH, lo cierto es que todos son responsables de producirlo en tu organismo, así que no hace falta que te compliques la vida. 


Frutas


La mayoría de frutas tienen abundante magnesio y vitamina C, que se traducen en aporte de ácido hialurónico. Así que ya sabes, dile sí a los plátanos, los orejones, el melón, la piña, el kiwi, las naranjas...

Gelatina


La gelatina también contiene ácido hialurónico, por lo que es perfecta para reponerlo en tu piel y tus articulaciones. Tiene pocas calorías y puedes enriquecerla con frutas, por ejemplo, si la preparas en casa.


En cualquier caso, si quieres hacer hincapié en tu dieta en estos alimentos que son fuente de AH, te aconsejo que consultes a un nutricionista o un médico para asegurarte que tu nutrición no termina cojeando de algún modo.


Suplementos


El ácido hialurónico puedes encontrarlo en cápsulas y jarabes. En este caso, como en el de la dieta, no sólo se beneficiará tu piel, también lo harán tus articulaciones, que estarán más fuertes y flexibles.


Medicina estética


Por supuesto, puedes acudir a un profesional de la medicina estética para que te haga rellenos de arrugas y líneas de expresión (con infiltraciones y rellenos dérmicos); generalmente en el entrecejo, en la frente, en el contorno de los ojos, las comisuras de los labios...

Y también pueden hacerte un tratamiento para recuperar la tersura, volumen y firmeza en labios, pómulos, arco mandibular, etc.


¿Usas el ácido hialurónico en tus rutinas de belleza o lo has probado como tratamiento en medicina estética? ¿Qué efectos has notado en tu piel?

 


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Trucos Caseros de Belleza que Deberías Evitar (IV)

Esta es la cuarta entrega de Trucos Caseros de Belleza que Deberías Evitar, aunque presiento que no será la última, porque no dejan de aparecer trucos y consejos de belleza disparatados o peligrosos en blogs, canales, foros...


Probablemente, algunos de ellos simplemente no sean efectivos, sin más damnificados que el bolsillo, el tiempo o las expectativas. Pero otros pueden dañar tu piel, tus ojos o tu cabello. Y eso ya sí que son palabras mayores.


Estoy convencida de que detrás de estos consejos no hay mala fe, simplemente se busca ser original y ofrecer el truco más sorprendente y low cost, o incluso se repite lo que se ha leído en otro lugar con algún añadido que le aporte un toque personal para rellenar espacio en la Red.


Por eso es importante ser crítica con lo que se lee en Internet (sí, también con lo que te cuento en este blog, faltaría más) y analizar si el consejo de belleza que nos ofrecen tiene lógica, si emplea productos rarunos que no están formulados para el rostro o el cabello y si va en contra del sentido común. Y, ante la duda, lo ideal es consultar con un médico, un farmacéutico, una esteticista titulada o un profesional de la peluquería.


Aquí van algunos de estos trucos caseros de belleza raros raros que he recopilado. Aviso que algunos son para echarse a temblar...

Solares


Hacer pantalla solar casera... y utilizarla. Hay quien afirma que puedas hacerte su propio protector solar mezclando aceite de oliva, aceite de coco, cera de abejas y óxido de zinc. Y no, no deberías utilizarlo, al menos si te vas a exponer al sol. Aunque el óxido de zinc funciona como bloqueador solar, lo cierto es que los productos comerciales lo incluyen en la proporción correcta, además de añadirle otros ingredientes que contribuyen a aportarle efectividad y seguridad para tu piel.


Emplear aceite de sésamo como protector solar. Si bien tiene ciertas propiedades que protege de los daños solares, no tiene un SPF suficiente para ningún tipo de piel, por muy natural que sea. No te arriesgues y usa un protector solar comercial apropiado para tu fototipo.

Granitos


Utilizar wasabi para eliminar los granos rápidamente. Primero, porque un grano no desaparece en un abrir y cerrar de ojos, porque necesita un período para curarse. Y, segundo, porque es un producto muy agresivo que puede irritar la piel, además de infectar el grano y empeorarlo.


¿Hilo dental para los granos? Pues sí, hay quien recomienda utilizar las bases con hilo dental para apretar las espinillas y granitos y extraerlos. Y lo dicen en serio, que es lo peor de todo. Sobre todo, porque debe ser dificilísimo conseguirlo con esas herramientas. E incluso aunque los utilices para un único uso, estas herramientas no siempre son estériles, lo que puede suponer una infección en tu piel. También hay que mencionar que el hilo puede ir extendiendo el contenido de las espinillas por toda la superficie que trates. Por otra parte, debes ser muy agresiva para hacer la extracción, lo que provocará heridas y cicatrices en la piel. Si quieres hacer una extracción de granitos y puntos negros como debe ser, déjasela a una profesional de la estética.


Usar cola blanca para eliminar los puntos negros. ¿De verdad? ¿Estamos locos o qué? Aunque no te lo creas, en ciertos blogs y canales de YouTube se recomienda la cola blanca a modo de mascarilla, aplicándola en la piel, dejando que se seque y luego tirando para retirar los puntos negros. Tiene que ser terriblemente doloroso, además de la composición de la cola blanca puede agredir la piel y producir alergias. ¿A quién se le ocurrirán estas cosas?


Utilizar bicarbonato como mascarilla para tratar los puntos negros y el acné. Hay que tener en cuenta que el pH de tu piel es de aproximadamente entre 4,7 y 5,5 y el del bicarbonato de 9, imagina lo que puede hacer algo así en tu piel. La desequilibrará, la secará mucho y provocará arrugas y envejecimiento prematuro en tu rostro.

¿Mascarilla de bicarbonato? Mejor no...

¿Acetona para secar los granos? No me puedo creer que haya alguien que lo recomienda... y que lo utiliza, aunque me temo que hay mucha inconsciente por ahí...


Emplear colutorio como tónico. Si lo usas habitualmente para la higiene de tu boca, habrás notado escozor si tienes alguna heridita o tienes las encías inflamadas... ¿te imaginas lo que puede hacer sobre la piel del rostro? Sus ingredientes, entre ellos el mentol, no son adecuados para tu cara.


Cuidado del rostro


¿Desodorante para matificar el rostro? No, no es broma. Hay alguna avispada que dice que es bueno para evitar brillos en la cara. Desde luego, no sé si acabará con los brillos, pero con tu piel seguro que sí. Un producto formulado para controlar el sudor en las axilas no sirve para el rostro, así que lo único que puedes conseguir son irritaciones, rojeces y granitos.


Usar canela para hacer mascarillas caseras. En muchos artículos y tutoriales se afirma que la canela limpia la piel, afina los poros y suaviza. Pues bien, lo único que se consiguen son quemaduras y otros daños en la piel. La canela genera mucho calor y puede provocar alergias. Deja esta especia para tus platos o para perfumar tu casa o tus armarios, incluso para las cremas comerciales corporales que incluyen una pequeña cantidad de canela en su composición.

Ojos y pestañas


Utilizar fibras de algodón (de un bastoncillo o de un disco desmaquillante) como extensiones de pestañas, como las que tienen algunas máscaras de pestañas que sirven para engrosarlas y alargarlas. Y no, no son apropiadas para ponerlas en las pestañas, porque pueden irritar tus ojos, enrojecerlos o provocar daños más serios. Y si eres usuaria de lentillas, estas fibras pueden acabar quedando entre tu ojo y la lente y dañarlo seriamente. Estas fibras, además, pueden inflamar la línea de las pestañas, lo que puede provocar que se te caigan más. Cuidado con ello.


Emplear un rotulador permanente (de los de papelería) para delinear los ojos. Una locura, como puedes suponer. Un rotulador de este tipo irritará tus ojos y dañará tus pestañas, incluso puede provocarte granos entre los pelitos o su pérdida masiva. Si quieres un delineador permanente, vete a tu perfumería, farmacia o parafarmacia y cómpralo allí; los hay de todos los tipos y de todos los precios.


Utilizar barra de labios de color rojizo como corrector para las ojeras. Y es que los labiales están formulados para los labios, no para la zona del contorno de los ojos. Aunque el empleo del color rojo para las ojeras oscuras en las pieles cetrinas está bien, la composición de la barra de labios puede dañar esa piel tan sensible. Además, el labial está en contacto con los labios y ya sabes que las bacterias campan a sus anchas en tu boca... ¿realmente quieres trasladar esos microorganismos malotes cerca de tus ojos?

Emplear los labiales líquidos como eyeliner. A ver, lo que sirve para los labios no vale para los ojos. Los tintes y otros ingredientes de los labiales pueden dañar tus ojos y tus pestañas. Por no hablar de que si el labial está contaminado por bacterias procedentes de la boca acabarán en tus ojos, no te digo más.  


Usar medicamentos para el glaucoma para potenciar el crecimiento de las pestañas. Un medicamento ocular debe utilizarse con prescripción médica y para el fin para el que está formulado, porque si no tienes este problema, puedes dañar tus ojos. Aunque hay quien experimenta un crecimiento importante de pestañas con estos productos, otros no lo notan o incluso se les caen.


Utilizar vaselina en las pestañas. Este producto es muy denso y la piel de la zona es fina y sensible, lo que puede inflamar tus párpados y provocarte bolsas y empeorar tus ojeras. Además, puede introducirse en tus ojos, irritándolos. 


Labios


Usar pasta de dientes para exfoliar los labios. Una cosa es que te pases el cepillo (limpio) suavemente por la piel de los labios para retirar pielecitas y dejarlos suaves y otra muy distinta hacerlo con pasta dental. Este tipo de productos son muy abrasivos pueden quemar y producir daños en tus labios. Y si por lo que sea el cepillo ha tocado el tubo de pasta, algunas bacterias del interior de tu boca pueden acabar en tus labios, penetrando en las abrasiones que haya producido la propia pasta y el roce del cepillo.


Ponerse topcoat para las uñas en el herpes labial. Aunque no te lo creas, se recomienda en algún vídeo. El esmalte de uñas empeorará el herpes y ralentizará probablemente su curación, por no hablar de que puede producirte una reacción alérgica brutal.

El topcoat para las uñas, no para el herpes labial

Emplear barra de labios para darle color a las mejillas. En muchos casos, el labial en la piel del rostro puede provocar alergias, infecciones (está en contacto con la boca) y granos, puesto que su formulación puede llegar a ser muy grasa para la cara. 


Mejillas


Pellizcarse las mejillas para que tengan más color. Aunque es un truco repetido hasta la saciedad, la verdad es que puede acabar descolgando tu piel y provocarte rojeces, y no hablo de un atractivo rubor en tus mejillas sino de un tono rojo-rojo propio de la rotura de capilares. Si quieres buen color, utiliza un blush. 


Cabello


Mayonesa para el pelo. Aunque en principio puede parecer que el aceite de oliva o girasol y el huevo son naturales y seguros, lo cierto es que tienen una cantidad de grasa importante, que dejará tu pelo pastoso y grasiento. Y si lo aplicas en las raíces o cerca de ellas, puedes acabar con el cuero cabelludo aceitoso. Además, es difícil de retirar completamente y deja el pelo con olor a ensaladilla rusa.


¿Qué te han parecido estos trucos de belleza? Aunque evidentemente la última palabra a la hora de darles crédito y aplicártelos la tienes tú, te invito a que los analices y los contrastes antes de usarlos... y de recomendarlos.


Gracias por el tiempo que le has dedicado a este post. ¿Nos vemos la semana que viene?




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Ideas para que los Niños Consuman de Forma Responsable

Asociamos el consumo responsable con una elección ética, consciente y crítica de los productos o servicios que vamos a consumir, de tal manera que podamos cubrir nuestras necesidades, sin poner en riesgo la economía personal o familiar, que no se comprometa la salud, que no se malgasten los recursos naturales, que no se fomente la producción irresponsable con los trabajadores o con los recursos naturales y que genere la menor cantidad de residuos posible. Esto se resume en saber por qué, cómo, dónde, cuándo y por cuánto consumimos.


Lo cierto es que cada vez somos más responsables a la hora de consumir, o al menos eso quiero creer. Pero para que el número de personas que lo hacen aumente día a día, es necesaria la educación y la concienciación. Y eso comienza desde que los consumidores son pequeños, muy pequeños. 


Por eso, en este post quiero darte algunas ideas para que los niños que te rodean, ya sean tus hijos, tus nietos o tus sobrinos, aprendan a consumir de forma más responsable. La buena noticia es que los peques aprenden rápidamente y al final son ellos los que acaban dándonos lecciones a los adultos. 


Te invito a que sigas leyendo...

Da ejemplo


El mejor consejo de todos es: dale ejemplo. No puedes pedirle a un niño que no consuma de forma compulsiva si te ve hacerlo a ti. Si ve que actividad a la que dedicas más tiempo es a comprar, si en lugar de llevarles al parque o a realizar alguna actividad lúdica o cultural les llevas a un centro comercial a pasar la tarde, si se da cuenta de que adquieres artículos innecesarios que luego desequilibran la economía familiar, si desperdicias comida o energía sin ton ni son, si antepones lo material a otras cosas... cómo evitarás que sea un consumidor irresponsable ahora, y en el futuro.


Enséñale que hay cosas realmente importantes que no cuestan dinero y que son realmente gratificantes: una divertida tarde en el campo con la familia, jugar con amigos sin necesidad de juguetes que hayan sido comprados o de ir a lugares que precisen el pago de una entrada, salir a pasear con la mascota, escuchar un cuento de los abuelos... Y para eso es necesario que los primeros perciban que hay cosas estupendas que no implican comprar o pagar sean los padres, porque es la única forma de transmitirlo después a los hijos. 

Acaba con el tabú del dinero


Habla de dinero con él, adaptando el nivel del discurso a su edad y sus capacidades. Al igual que se conversa de otros temas que conciernen a la familia, también se puede hablar de la economía, al fin y al cabo es algo que afecta a todo el núcleo familiar. No debería ser un tema tabú, a pesar de que en España no estamos acostumbrados a hacerlo con naturalidad, a ninguna edad. 


Instrúyele en lo que es el dinero y las formas de pago, como las tarjetas de crédito, para que sepan realmente qué implican.


Enséñale el valor del dinero. Una forma de hacerlo es darle una pequeña paga para que aprenda a administrarlo. Puedes convenir con el peque lo que pagará con su minisueldo: chuches, pequeños caprichos... Otra forma de que se den cuenta de lo que supone el dinero es pagarle pequeños trabajos (no aquellos que suponen su contribución natural a la familia) o enseñarle el número de horas que papá o mamá tendrían que trabajar para comprar ese juguete del que se ha encaprichado. Y, por supuesto, supervisa en qué se gastan el dinero. 

Fomenta su cultura del ahorro. Además de enseñarle lo que supone el dinero, a la par hay que sembrar la semilla del ahorro. Regálale una bonita hucha, mejor aún si es de las que han de romperse para recuperar las monedas. De vez en cuando puedes hacer con el niño o la niña un ejercicio que consista en preguntarle qué le gustaría hacer con ese dinero ahorrado, contar lo que ya tiene y lo que le falta para alcanzar esa meta. Y, por supuesto, no tomes dinero de su hucha si necesitas monedas sueltas o si no te apetece ir al banco, respeta su pequeña economía... para que también lo haga cuando sea mayor.


¿Es necesario?


Enséñale la diferencia entre lo necesario y prescindible. Eso no significa que no pueda tener caprichos de vez en cuando, pero sí que tenga claro que primero hay que cubrir las necesidades y que no hay ninguna obligación por parte de los padres, de los tíos o de otras personas cercanas de proporcionarles caprichos. De ese modo, cuando sean mayores, sabrán aplicarse esa diferencia en su economía particular.


Cuando se encapriche de algo (y sin enfadarte) pregúntale el motivo real por el que quiere tenerlo. No te conformes con un porque sí o porque me gusta. Intenta profundizar más, para que sea el propio peque el que se de cuenta de la razón por la que lo desea.


Compartir, una gran idea


Anímale a compartir. De vez en cuando, haz limpieza de juguetes y dona los que estén en buenas condiciones. En algunos parques hay iniciativas de madres y padres que ponen juguetes en común para que todos los niños que usen el espacio puedan jugar con ellos, y si no es el caso del parque donde juega tu niña o tu niño, pon tú en marcha una de estas bolsas de juguetes.


Dale alas a su imaginación


Fomenta su creatividad, para que pueda confeccionar sus propios juguetes y objetos decorativos, en lugar de comprarlos siempre. Estarán entretenidos, darán rienda suelta a su imaginación y le darán más valor a las cosas. La mejor manera de hacerlo, comenzar a hacer manualidades con el niño y luego dejar que sea él quien lo haga por su cuenta.

Pequeñas acciones, grandes logros


Enséñale a apagar las luces o los aparatos eléctricos cuando no sean necesarios. Es importante hacerlo desde que son muy pequeños para que luego repliquen esa actitud de adultos. Para animarles a ahorrar electricidad, puedes valorar lo que supone la factura de la luz en hora de trabajo de papá y mamá, enseñarles cómo funciona la electricidad y de dónde viene, etc.


Cuando llegue le comienzo de curso, puedes optar por el uso de segunda mano de material escolar y libros de texto. No todo tiene que ser nuevo para ser útil. 


Del mismo modo, muéstrale que también se debe ahorrar agua. Pídele que cierre el grifo mientras se cepilla los dientes, dúchale en lugar de bañarle, dile que hay que cerrar el grifo mientras se enjabona y enséñale otras formas de ahorrar agua en casa.


Instrúyele para que todo lo que se abra en casa, se consuma siempre. De esa forma no se desperdiciará ni comida ni otros productos.  


Introduce en su dieta productos locales y de temporada y explícale el por qué se consumen esos alimentos en lugar de otros más exóticos. Es bueno para su salud, para la economía familiar y para los productores cercanos a tu localidad. 

Enséñales a comprar también en establecimientos locales y procura ir siempre a los mismos. Y es que no todo son centros comerciales y grandes superficies. De esa forma ayudarás a esos pequeños negocios y le enseñarás que ir a comprar también es un hecho social y basado en la confianza. 


En la medida de lo posible, no permitas que tire comida y predica con el ejemplo.


Enséñale a comer de forma saludable y evita que consuma golosinas y comida basura como norma general. Aunque la comida de verdad es algo más cara que los productos ultraprocesados, es una forma de enseñarles a consumir de forma responsable. Y poner algo más de dinero en su dieta no es un gasto, es una inversión en su salud tanto ahora como en el futuro.


Introduce el reciclaje en su día a día


Fomenta la cultura del reciclaje, enseñándole cómo reciclar en casa y en otros lugares y explicándole por qué es necesario hacerlo. 


Acostúmbrale a reciclar el papel que utilice para escribir o dibujar, utilizando las dos caras. Y procura que no te vea imprimir hojas y hojas de manera innecesaria. 


La semilla del consumidor responsable


Explícale que no debe contratar servicios o comprar artículos por Internet sin la autorización de uno de los padres. 


Cuando estén frente a la televisión, enséñale a enfrentarse a los anuncios de manera responsable. Edúcale para que sepa darse cuenta de las manipulaciones publicitarias más comunes y estate atento a sus reacciones frente a los anuncios, de ese modo podrás contrarrestar las peticiones insistentes de artículos y sus correspondientes pataletas.

Enséñale que los artículos que se compran deben estar en buenas condiciones: envase íntegro, sin roturas ni manchas, con todas sus piezas o componentes, etc.


Revisa el carro de la compra para comprobar que no ha introducido artículos por su cuenta y que no son necesarios. Si lo ha hecho, ve con el peque a devolverlos al lugar del que los ha tomado y explícale lo que supone esa compra en la economía familiar, a lo que tendrá que renunciar si le permites llevárselo (una cosa u otra), o si no lo vas a comprar porque es perjudicial para su edad o su salud. Una forma de quitarle la tentación de que ponga en el carro lo que no es necesario, es pedirle ayuda para que vaya colocando dentro de él lo que sí es imprescindible.


Edúcale para que no abra ni dañe los artículos que están expuestos en los establecimientos, primero porque no son suyos y segundo porque implica que papá y mamá tendrán que pagarlos... y no podrán comprarle lo que realmente quiere.


Muéstrale lo que es la fecha de caducidad y lo que significa. Si ya tiene claro el concepto de las fechas, rétale para que a la hora de comprar busque los que tengan más plazo para consumirlos.


Es importante que dentro de la educación en el consumo responsable, se enseñe al niño que debe tratar con respeto y educación a las personas que atienden al público o que les prestan un servicio.  


A vueltas con la tecnología


Recuérdale que muchas de las descargas de juegos y herramientas de Internet no son gratuitas y que deben leer y comprender antes de descargárselas, o mejor todavía, que pídele que consulte siempre a un adulto responsable (los hermanos adolescentes no entran en esta categoría de adulto responsable, claro).  


Si la vas a dar un teléfono móvil para su uso, conciénciale para que no lo vea como un juguete, sino como una herramienta que tiene una utilidad y un coste asociado.

Contrata tarifas económicas y ponle restricciones de uso. Muéstrale los minutos y megas de los que dispone y avísale de que cuando sea agoten, no tendrá más a su disposición. Enséñale a administrar los datos y minutos de los que dispone. 


Pon contraseñas seguras en tus dispositivos y cámbialas con frecuencia, porque los niños son verdaderos linces a la hora de detectarlas... y de usarlas. 

Establece un usuario diferente y sin privilegios en los ordenadores de sobremesa y dispositivos móviles a los que tenga acceso tu hijo. De esa forma restringirás en cierto modo los posibles daños. 


Establece controles parentales en los dispositivos que usen los niños y procura que no empleen los que tú o tu pareja utilicéis para vuestro trabajo o en los que haya material delicado, como accesos a cuentas corrientes, etc. 


Muéstrales lo que es el Código PEGI (Pan European Game Information) que es el que te informa de la edad máxima en la qu ese recomienda el juego, indicándoles que los juegos que elijan deben estar en su rango de edad por su propio bien. 


Todo este arsenal de tips son generales y podrás aplicarlos según la edad del niño y añadir muchos otros para completar su educación en el consumo responsable.


Espero que estas ideas te sean útiles y me encantaría que dejases tus opiniones y aportaciones al respecto en nuestro apartado de comentarios.


Y para terminar quiero darte las gracias por el tiempo que has dedicado a leer este post.





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La primera vez que apareció el post Ideas para que los Niños Consuman de Forma Responsable fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.



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