28 octubre, 2020

Trucos Infalibles para Cuidar Tu Cabello

¿Quieres un cabello sano, suave y brillante? Seguro que la respuesta a esa pregunta es un sí rotundo. Y es que ya sea corto o largo, liso o rizado, natural o teñido, un pelo bonito es uno de los atributos de belleza más perseguido. 

 

Para conseguirlo no sólo basta con el hecho de que la genética te haya favorecido, también es importante saber cuidarlo. De hecho, un buen cabello de serie mal cuidado, perderá todo su atractivo. Y por el contrario, una melena no demasiado agraciada por la genética, pero con los cuidados necesarios, se verá bonita y saludable. 

 

Si quieres sacarle todo el partido a tu cabello, aquí tienes algunos trucos infalibles...

 

Trucos infalibles para cuidar tu cabello


Elimina residuos

 

Cepíllate el pelo todas las noches para eliminar los residuos de productos de acabado, polvo y suciedad que se haya podido acumular durante el día. Y también antes de lavarte el pelo. No sigas el consejos de abuelas de cepillarlos 100 veces, porque es contraproducente, con unas pocas pasadas es suficiente.

 

El lavado

 

Lávate siempre con un champú adecuado para tu tipo de cabello. Usar un producto que no se adecue a tus necesidades puede dejarlo sin brillo, resecarlo o aportarle demasiada grasa...


Aclárate muy bien el pelo después del champú. Cualquier residuo que quede empeorará el aspecto e incluso la salud de tu melena. 

 

El secado

 

Sécate con una toalla de papel puede ser la solución perfecta para evitar el encrespamiento de tu cabello. Exprime suavemente el pelo con el papel y luego usa un secador o incluso déjalo secar al aire. Este truco también es adecuado para eliminar la humedad del cabello cuando se te moja con la lluvia, si lo secas delicadamente con la toalla de papel evitarás que tu peinado se arruine.

 

Nunca frotes el pelo con la toalla para secarlo. Si lo haces dañarás sus fibras, contribuirás a que se abran las puntas y conseguirás que se te encrespe. Usa la toalla con suavidad, exprimiendo en lugar de frotando.

 

Mujer en el baño con una toalla a modo de turbante

 

Usa turbantes de microfibra para eliminar la mayor cantidad posible de humedad, sin necesidad de secar intensamente con una toalla. 

 

Coloración

 

Hay varios trucos circulando relacionados con la coloración (ketchup para neutralizar el color verdoso, lavaplatos o bicarbonato para rectificar el color...) mi consejo es que no los sigas en ningún caso y acudas siempre a un profesional de la peluquería para que te dé una solución real y segura.  

 

Lo ideal es teñirse en la peluquería, pero si quieres hacerlo en casa, sigue nuestros trucos para que la coloración DiY te quede perfecta.

 

¿Corte de flequillo DiY?

 

Cortarte el flequillo tú misma es una práctica de riesgo, por lo que siempre te recomendaré que acudas a la peluquería para hacerlo. 

 

Si eres una valiente debes tener en cuenta que no debes tomar un gran mechón y cortarlo en recto, porque el resultado será catastrófico. Piensa que tu cabeza es redonda, por lo que si haces un corte recto, conseguirás un flequillo con forma de media luna, muy corto en el centro. 


 

Por otra parte, es muy fácil que te excedas, así que hazlo siempre en seco y cortando poco a poco. Si lo cortas con el cabello húmedo, cuando lo seques te encontrarás con un flequillo mucho más corto de lo que esperabas. Lo mejor es dejar caer el flequillo sobre la frente e ir cortando poco a poco con las tijeras colocadas en ángulo siguiendo las puntas. También puedes ir enroscando pequeñas secciones del flequillo y cortándolas con cuidado. 

 

Puntas abiertas

 

En otro post te comenté que las puntas abiertas no se solucionan, sino que se disimulan. Si quieres conseguirlo, usa un sérum para sellarlas. Y cuando te sea posible pásate por la peluquería para sanearlas. 

 

Peinado

 

En caso de que quieras más volumen, péinate como habitualmente, pero finaliza haciendo lo siguiente: baja la cabeza y pásate el secador de nuevo con el pelo hacia abajo, deja que se enfríe y luego sube la cabeza. Si quieres maximizar el truco, aplica un poco de laca antes de levantar la cabeza. 

 

Si te haces rizos y ondas con la plancha, con un rizador o con un cepillo redondo y quieres que te duren más, una vez que hayas conseguido el rizo, fíjalo con una pinza o una horquilla hasta que se enfríe. Si quieres un plus de duración, puedes vaporizar un poco de laca sobre el rizo. 

 

En caso de que quieras levantarte con el pelo ondulado por la mañana, hazte 3 o 4 trenzas y duerme con ellas. Si quieres fijar las ondas un poco más, puedes pasar la plancha del pelo (o el secador) por las trenzas por la mañana (con cuidado), dejar que se enfríen, deshacerlas y luego darle el acabado que desees. Es importarte que cuides el final de las trenzas para que el resultado sea perfecto. Puedes enrollar la punta de cada trenza con la goma para domarla o darle un buen acabado con la plancha por la mañana. Ojo, si vas a usar este truco y los siguientes es importante que el cabello esté bien seco. No lo hagas nunca con el pelo húmedo, porque terminarás estropeándolo y porque como no se terminará de secar durante la noche, no te funcionará y las ondas no se mantendrán.



 

Para conseguir unas ondas elegantes puedes hacerte moñitos por la noche en lugar de trenzas, siguiendo la misma técnica que en el caso anterior. 

 

Y también puedes usar el truco de la diadema para lograr ondas sin esfuerzo. Colócate la diadema (debe ser elástica) en la cabeza y ve enrollando mechones a su alrededor hasta que consigas una especie de corona medieval que te rodee la cabeza. Deja el pelo así toda la noche y luego deshazlo por la mañana. Si quieres una mayor fijación, aplícale calor con el secador y algo de laca, deja que el cabello se enfríe y luego deshaz la corona.


En caso de que tengas pelitos rebeldes (a modo de antenitas, ya sabes a qué me refiero) que se quedan tiesos y fuera de su sitio hagas lo que hagas, vaporiza fijador en un cepillo de dientes viejo (bien limpio y seco, por supuesto) o un peine con las púas finas y muy juntas y péinalos bien en la dirección de tu peinado.

 

Para esos pelos impertinentes también puedes usar un cepillo iónico, que eliminará la estática del cabello y te permitirá peinarlo mejor. 

 

Si tienes el pelo muy liso y suave, es probable que las horquillas se te mueven. Para evitarlo puedes rociarlas con laca o con un champú en seco antes de ponértelas

 

Para que las horquillas se te sujeten mejor, úsalas colocando la parte recta hacia el exterior y la ondulada hacia tu cabeza

 

Para que tu coleta quede más bonita y pulida, en lugar de dejar la goma elástica a la vista, puedes enrollar un mechón para esconderla, fijándola con una horquilla. 


 

Si quieres que tu coleta quede más levantada y que no se termine cayendo si tienes mucho pelo, puedes colocar unas horquillas o unas pinzas justo debajo de la goma.

 

En caso de que quieras una coleta más larga, puedes hacerte dos en lugar de una sola. Divide el pelo en dos secciones. La primera como si te fueses a hacer un semirrecogido, que quedará en la parte superior. La segunda con el resto del pelo, que quedará debajo. Péinalas para unificar el cabello de las dos y para disimular que hay dos coletas en lugar de una. Parecerá infinita. 


 

Cuidado nocturno

 

Si tu pelo tiene tendencia a encresparse, usa un pañuelo de seda para envolver tu pelo durante el sueño.

 

Si quieres evitar que tu cabello se enrede, se encrespe y que se dañe, usa fundas de almohada de seda o satén

 

Si te lavas el cabello por la noche es fundamental que esté bien seco antes de que te metas en la cama. Comprueba que incluso las raíces están totalmente secas. La humedad dejará tu pelo sin brillo, y si te vas a dormir con el pelo húmedo de forma habitual se terminará resintiendo. Y si te has peinado con herramientas de calor, deja que el cabello se enfríe del todo, porque si no lo haces por la mañana te levantarás con el peinado completamente deshecho.  


Mujer en albornoz secándose el pelo con un secador de forma intensa

Y más trucos...

 

Acostúmbrate a masajear tu cuero cabelludo durante unos pocos minutos para activar la circulación en la zona. No te excedas, eso sí, para que no se engrase al promover la producción de sebo.  


Si el pelo empieza a caérsete mucho, consulta con tu dermatólogo o con un profesional de la peluquería. Es importante que lo atajes al principio y que seas constante con los tratamientos. Piensa que llegado un determinado punto, recuperar la densidad perdida es mucho más difícil. 

 

En caso de que tengas zonas en las que el cabello clarea, puedes utilizar cualquiera de los productos de maquillaje específicos que hay en el mercado para disimularlas.

 

Si quieres cuidar tu cabello si te bañas en el mar o en la piscina, no te olvides de mojarlo antes y aclararlo después con agua dulce. El hecho de mojarlo completamente con agua dulce antes evitará que penetre demasiada agua con sal o con cloro, puesto que tiene una capacidad limitada de absorción.  

 

Y unos consejos finales de tipo madre: aliméntate bien, hidrátate lo suficiente, procura no estresarte y evita el tabaco, porque es malo para tu salud (ya lo sabes)... y para tu cabello.

 

Y presume de melena...



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21 octubre, 2020

Consejos para Ahorrar cuando Vas al Supermercado o al Hipermercado

¿Quién no quiere ahorrar en la cesta de la compra? Algunos de los motivos: la economía familiar cada vez más debilitada y la tendencia hacia un consumo cada vez más responsable. 

 

Ese ahorro se consigue con frugalidad, con la búsqueda de buenos precios y con una actitud vigilante y reflexiva. Eso significa evitar la compra compulsiva de artículos que no se necesitan. También fijarse en los precios y compararlos en distintos establecimientos. Y por último, pero no por eso menos importante, analizar la calidad de los productos, su composición, nuestro comportamiento y nuestras emociones ante la compra, las técnicas de los establecimientos para vendernos más y mejor...

 

Se puede ahorrar. Al principio puede que cueste cambiar ciertos hábitos, pero luego lo notarás en el bolsillo a final de mes. 

 

Y cuidar tu economía no significa renunciar a la calidad. De hecho comprar productos de mala (o malísima) calidad a precios bajos no es ahorrar, es tirar el dinero. El secreto es buscar un equilibrio entre unas buenas cualidades y un importe razonable.

 

Si quieres ahorrar cuando vas al supermercado o al hipermercado, a continuación encontrarás algunos trucos que te ayudarán a conseguirlo.


Consejos para ahorrar cuando vas al supermercado o al hipermercado

 

Hay vida más allá de supermercados e hipermercados

 

No es necesario que compres todos los artículos en el supermercado o en un hipermercado. Ya sé que es muy cómodo hacerlo así, pero no todos los artículos que te pueden ofrecer estas superficies comerciales son siempre los más interesantes. 

 

Comprueba precios y calidades en el caso de los productos frescos, porque es posible que te convenga adquirirlos en comercios de proximidad o en el mercado más cercano a tu domicilio. No te pierdas los mercados de productores o los mercadillos que se instalan en muchas localidades de forma semanal o mensual. 

 

Que el establecimiento esté cerca de casa no significa que sea el que más te conviene. Puede que te sea muy cómodo andar unos pocos metros hasta el súper que tienes debajo de casa, pero también puede que sus precios sean muy altos.

 

También te aconsejo que analices los precios y calidades de ciertos productos en comercios on-line. En algunos casos puedes encontrar las mismas marcas que usas habitualmente a un menor precio. Los productos dietéticos, la cosmética o los alimentos para mascotas, son algunos de los que deberías comprobar. 

 

Antes de ir a comprar

 

La mejor forma de ahorrar en la compra es comenzar por tu despensa, así que evita desperdiciar comida

 

Haz la lista de lo que necesitas antes de ir a comprar. Y síguela al pie de la letra. Ya sea en papel o en el smartphone, hazte fan de las listas. 

 

Si sueles ir siempre al mismo establecimiento, procura hacer la lista de la compra imaginando mentalmente el recorrido que harás. De esa forma deambularás menos por los pasillos y te será más difícil caer en la tentación. 

 

A la hora de preparar la lista de la compra conviene que tengas en mente una planificación de los menús que vayas a elaborar. Así evitarás que se te olviden ingredientes y que tengas que hacer una segunda compra o, peor todavía, acudir a un establecimiento de conveniencia, en el que vas a encontrar lo que buscas, pero a precios altos y calidad deficiente.

 

Procura comprar de forma semanal o mensual, porque te será más fácil planificarte y ser más consciente de lo que gastas.


Carros de la compra


No vayas a comprar con hambre, con sed o si te sientes triste o enfadada/o. Es mucho más fácil que adquieras productos que no necesitas y que no son los más saludables para ti. Es una forma de intentar compensar cómo te sientes con lo que compras. 

 

Lo ideal es comprar cuando se tiene energía, porque el cansancio te llevará a gastar más y a tomar peores decisiones. Ya sé que probablemente tienes que aprovechar la última hora de la mañana o de la tarde para ir a hacer la compra, pero no es la mejor idea. Muchos establecimientos tienen la posibilidad de hacer la compra on-line o por teléfono (incluso los comercios de proximidad), y luego te lo llevan a casa.

 

Si te es posible (que no siempre lo es), ve a comprar sin los peques. Si son muy traviesos o se ponen un poco pesados, tenderás a comprar sin fijarte en los precios, a olvidar lo que necesitas y a echar en el carro lo que no te hace falta.

 

Ten a mano siempre una calculadora. Tu móvil la tiene, así que no tienes excusa para no usarla. Con ella podrás calcular cuánto llevas gastado, el precio por unidad o capacidad, etc.

 

Calculadora, monedas y bloc de notas


Los productos

 

Los alimentos de temporada están en su mejor momento... y son más económicos. Hazles sitio en el carrito de la compra. 


Hortalizas

 

Siempre que puedas reduce la carne o el pescado por proteínas vegetales, puesto que son saludable y más económicas. 

 

Reduce la presencia de ultraprocesados en tu carrito. Opta por preparar la mayor parte de comidas en casa. Tu bolsillo y tu salud te lo agradecerán. 

 

Los ingredientes de las recetas que puedes encontrar en Internet, en presa o en muchos libros de cocina, tienen tendencia a ser bastante exóticos. Eso significa que te costará encontrar esos alimentos tan cool... y pagarlos. 

 

Las marcas blancas pueden ser una buena elección, pero, ojo, no todas merecen la pena. Puede que el precio bajo sea la excusa perfecta para una calidad mejorable. Ese tipo de producto deberían ser más económicos porque no hay tantos gastos en marketing, publicidad y en el propio prestigio de marca, no porque su calidad sea mediocre. 

 

Comprueba siempre las caducidades y consumos preferentes de los alimentos. Si están muy cercanas a caducar y no tienes previsto usarlos inmediatamente, probablemente terminen en la basura.  

 

La tienda

 

Ten en cuenta que en los supermercados e hipermercado colocan los productos que quieren que compres (los más rentables para ellos) a la altura de tu vista, mientras que los más baratos y los más interesantes los colocan en los estantes superiores e inferiores. 

 

En las tiendas organizan el recorrido de forma que tengas que recorrer la mayor cantidad de pasillos para llegar a los productos de primera necesidad. Y en esos pasillos colocarán los artículos que quieren que compres de la forma más atractiva posible para que piques. Y no siempre será lo que necesites o que te convenga adquirir. Para evitar esos cantos de sirena lo mejor es tener una actitud atenta y llevar (y seguir) una lista de la compra. 

 

Mujer en el supermercado

 

Suelen colocar en la entrada productos que están de oferta... y que suelen estarlo porque no se venden o porque su fecha de caducidad está cerca de expirar.

 

En supermercados e hipermercados suelen colocar carteles que anuncian oferta y descuentos con colores brillantes y diseñados para atraer. Pero, ojo, eso no significa que lo que prometen sea realmente rentable para ti. Analiza lo que te ofrecen, no lo que prometen.

 

Los precios

 

Que algo esté muy barato no significa que te interese. Si es un producto de calidad inferior o no lo usas habitualmente, no lo compres, porque lo barato te saldrá caro.

 

Comprueba siempre los precios de los productos. Eso implica que te fijes en si el precio que está en el lineal es el que corresponde al producto que te vas a llevar. En ocasiones no es así, por lo que es importante que prestes atención.

 

Compara precios antes de comprar.

 

Productos en un lineal del hipermercado

 

Para saber lo que realmente vale un producto, calcula cuánto cuesta por unidad, por peso o por capacidad.

 

Cuando veas ofertas 3x2, fíjate bien en lo que te ofrecen antes ponerlo en el carrito. Si no sueles usar ese tipo de productos con frecuencia y su fecha de caducidad está cercana a expirar, al final tendrás que tirarlos a la basura. Por otra parte, valora si el precio por unidad te compensa, porque puede que la oferta suene mejor de lo que realmente es.   

 

Ten mucho cuidado con los formatos de tipo ahorro o familiares, porque en muchos casos no son tan baratos como parecen. Calcula a cuánto te saldrá la unidad, el litro o el kilogramo con el envase normal y con el familiar. En muchas ocasiones te vas a llevar más de una sorpresa. 

 

Incluso si el formato más grande es más barato, valora si te compensa adelantar el dinero por ahorrarte unos céntimos. Si no es un producto que gastas con frecuencia, puede que no sea tan interesante como parece.  

 

Algunos trucos para ahorrar

 

No desprecies los cupones y descuentos. Eso sí, úsalos sabiamente, porque en muchos casos son una trampa para que consumas más o incluso para que compres (con descuento, eso sí), cosas que ni necesitas ni te gustan.  

 

Apúntate a los programas de fidelización de los establecimientos. Así podrás recibir información sobre descuentos, ofertas y ventas especiales para clientes. Y también podrás recuperar dinero en cheques y vales. 

 

A la hora de pagar

 

Cuando llegues a la caja, no permitas que los productos que suelen disponer en esa zona te atraigan como cantos de sirena, que para eso lo hacen. Chicles, caramelos, refrescos, pilas y objetos de todo tipo que están puestos ahí para que te los lleves mientras esperas. Generalmente no son necesarios ni convenientes para tu bolsillo.

 

Comprueba siempre el ticket de compra. No sólo los precios, también el número de unidades, si te han aplicado descuentos, etc. 

 

Si pagas en efectivo, comprueba como norma el cambio que te entreguen. 

 

Espero que estos trucos te ayuden a ahorrar todavía un poco más en tu compra. ¿Tienes tú algún consejo que aportar?



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15 octubre, 2020

Cuánto Tengo que Esperar para que un Cosmético Funcione

La paciencia es una virtud, también cuando hablamos de cosméticos. Vivimos en una sociedad en la que queremos todo aquí y ahora, cuando lo cierto es que la mayor parte de las cosas que merecen la pena requieren su tiempo. Queremos que una crema o un contorno de ojos funcione casi como un conjuro mágico, que al abrir el tarro se agite una varita mágica beauty y que nuestra piel se convierta en perfecta. De hecho, hay quien quiere que esa varita mágica funcione incluso sin abrir el tarro, esperando que la crema haga efecto desde el armario del baño. 

 

Y no, eso no es así. Aunque hay cosméticos que tienen un efecto flash, eso no significa que funcionen de forma permanente. Como en el cuento de La Cenicienta, cuando dan las 12 el carruaje se convierte en calabaza.

 

La pregunta en este caso es: ¿cuánto tiempo debes utilizar un cosmético para comprobar si funciona o no?


Cuánto tengo que esperar para que un cosmético funcione

 

Si quieres que funcione tendrás que usarlo

 

Para que cualquier cosmético sea efectivo es imprescindible que lo uses con la frecuencia y el protocolo de aplicación recomendados por el fabricante, tu facialista, fu farmacéutico o, en el caso de los productos con receta, un dermatólogo. 

 

La elección es muy importante

 

Para que un cosmético funcione debe ser el apropiado para ti. Si no lo es no sólo no obtendrás sus beneficios, incluso puedes sufrir efectos no deseados como irritaciones, granitos, acné, sequedad... 

 

Elige con cuidado todo aquello que te pongas sobre la piel. Pide asesoramiento a un profesional de la salud o de la belleza. 

 

Y pide también muestras antes de probar una crema o un producto de tratamiento. Aunque en muchos casos en las perfumerías y en las farmacias son reacios a entregar muestras, insiste en ello, porque será la única forma de saber si tu piel reacciona bien al cosmético. Los efectos a largo plazo ya los verás con el uso si es que después de probarlo te gusta y lo compras.

 

Cosméticos


Plazos para que un cosmético funcione

 

Si pasado un tiempo prudencial el cosmético no te ha hecho efecto, puede que no sea el adecuado para ti... o que no cumple lo que promete en su publicidad.  

 

Como norma general, una crema de tratamiento debería mostrar sus beneficios de forma visible tras 28 días de tratamiento. Esto es debido a que las células de la piel se renuevan. Es decir, pasan de la capa en la que se generan éstas a la superficie. Así que esas células nuevas ya deberían mostrar los efectos del producto. De todas maneras, este tiempo puede variar dependiendo de muchos factores, como de tu edad. 


Tarro de crema rodeado de pétalos

 

Las hidratantes actúan en las capas superficiales de la epidermis, por lo que deberías notar una mayor humectación de manera inmediata, especialmente las que contienen ácido hialurónico. Las que contienen ceramidas, mejoran la piel en 1 semana, recuperando la barrera cutánea, la hidratación y la suavidad. Aunque el uso continuado, debería proporcionarte a más largo plazo una menor pérdida de hidratación y aportarte lípidos nuevos. En cualquier caso, deberías ver unos beneficios completos a las 2 semanas.

 

Los sérums revelan sus efectos entre las 6 y las 8 semanas. 

 

Sérum

 

Los contornos de ojos necesitan entre 6 y 8 semanas también en mostrar su beneficios. Hay algunos que tienen partículas que reflejan la luz y que según se aplican muestran unas ojeras menos oscuras, pero es un efecto cosmético, no de tratamiento. También puede que veas que las bolsas se deshinchan ligeramente con la primera aplicación, según su formulación. Pero para ver unos efectos realmente visibles y duraderos (dentro de lo que se puede esperar de un cosméticos), tendrás que tener paciencia. 

 

Los tratamientos antimanchas (que no sean con receta) podrían comenzar a demostrar su utilidad a partir de las 4 semanas. Aunque muchos de ellos necesitan más tiempo para mostrar su efectividad, dependiendo de su formulación y su concentración de activos.

 

Los cosméticos que regeneran de forma profunda la piel, como los retinoides, la vitamina C o los que tienen que ver la síntesis del factor de crecimiento necesitarán entre las 6 y las 10 semanas para que puedas comprobar sus resultados. Aunque si usas vitamina C notarás cambios en la piel desde el principio, que no serán completos hasta que pasen las semana. Eso si se trata de cosméticos como tales, de los que puedes comprar sin receta en tu perfumería o tu farmacia. Si son productos de tratamiento recetados por un profesional el efecto será más rápido, entre las 4 y las 6 semanas. 

 

Cosméticos con vitamina C y ácido hialurónico


Los tratamientos para el acné pueden necesitar, dependiendo de la formulación que necesites en tu caso, desde 1 día hasta 12 semanas o más. Los que recetan los dermatólogos pueden necesitar menos tiempo.

 

En cuanto a los limpiadores, notarás los efectos de forma visible si no eres usuaria habitual de estos productos. Si los empleas regularmente, notarás la piel como siempre, limpia y saludable. Para ello necesitarás apenas 1 semanas, 15 días como mucho. Pero si sigues una correcta rutina facial, tanto por el día como por la noche, los limpiadores mantendrán lo que ya tienes. Si eres una mujer disciplinada con al higiene facial y notas algún cambio visible, probablemente sea porque antes no usabas el producto correcto... o porque has cambiado y no usas el apropiado para ti.  

 

Las mascarillas hacen efecto de manera inmediata, de modo que notarás tu piel en forma según te las retires. Si son las adecuadas para ti, por supuesto. Usa siempre la que tu piel necesite en cada momento: hidratante, nutritiva, luminosidad, reafirmante, purificante...

 

Las hidratantes corporales requieren entre 1 y 4 semanas para hacer efecto. Si tienes la piel ligeramente sea o quieres más luminosidad, no necesitarás más de 1 semana para notar sus beneficios de forma más notable. En caso de que tengas la piel muy seca y descamada, te harán falta 3 entre 3 y 4 semanas para ver la diferencia. 

 

Crema corporal

 

Ningún cosmético funciona si no le das el tiempo necesario, por eso es necesario que tengas paciencia. Pero también debes ser realista y si pasan las semanas y no ves ningún resultado, tendrás que hacerte a la idea de que no va a ser efectivo nunca. 



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07 octubre, 2020

Consejos para Purificar el Aire de Tu Casa

A todos nos preocupa la contaminación que hay en nuestras ciudades, pero no siempre somos conscientes del aire que respiramos dentro de nuestra casa.

 

Y la calidad del aire de tu casa también tiene impacto en tu salud. Más todavía cuando pasamos mucho tiempo en su interior, sobre todo durante el otoño y el invierno. 

 

Los materiales de construcción de la propia vivienda. Los barnices y pinturas de las paredes o de los muebles. Las alfombras y moquetas. Los productos de limpieza. Los insecticidas. Los ambientadores comerciales. Los cosméticos que usamos a diario. El humo del tabaco. Todos ellos contribuyen a contaminar nuestro hogar. Por no hablar de los virus, bacterias y hongos que puedan encontrarse en suspensión en el aire. 

 

Para que tengas un aire de mejor calidad en el interior de tu casa, aquí tienes algunos consejos que puedes seguir.


Consejos para purificar el aire de tu casa

 

Ventila, ventila y ventila

 

Procura ventilar la casa a diario y en profundidad. Incluso aunque estés en una zona en la que haya mucha contaminación es necesario renovar el aire. Lo ideal es que puedas hacer corriente, y esto sólo ocurrirá si abres ventanas o puertas que estén enfrentadas. Si hace buen tiempo y el aire exterior no está muy contaminado, procura tener abiertas las ventanas la mayor cantidad de tiempo posible. Si hace frío, abre las ventanas o puertas durante al menos 5 minutos para ventilar. 

 

En el caso de la cocina, ventilar de forma regular es todavía más necesario, puesto que es un espacio en el que el aire se contamina todavía más que en el resto de la casa.

 

Y si tienes la suerte de tener ventana en el baño, aprovecha también para renovar el aire abriéndola por la mañana para ventilar, pero también después de la ducha para eliminar la humedad y evitar que aparezcan hongos y moho. Y, por supuesto, renueva el aire cuando uses lacas, perfumes, esmaltes de uñas, etc. 

 

Ventana abierta

  

La tecnología también te ayuda

 

Si te es posible, puedes instalar aparatos que purifiquen o renueven el aire totalmente o que al menos lo extraigan.

 

En caso de que tengas en casa una caldera o estufa de gas, una chimenea, generadores portátiles o un garaje que esté comunicado con tu casa, te interesa tener un detector de monóxido de carbono.  

 

La limpieza, fundamental

 

Limpia tu casa con regularidad y haz una limpieza en profundidad cada al menos cada 3-4 meses.

 

Pasa el aspirador en lugar de la escoba, sobre todo si éste tiene filtro HEPA. El aspiradore es capaz de retirar más polvo y suciedad y no los esparce por el aire como lo hace la escoba.  

 

Cambia las sábanas y las toallas con frecuencia. Son el paraíso para los gérmenes, el moho y los ácaros y que estarán en contacto con tu piel, pero que también terminarán en el aire.  

 

Cambiando la ropa de cama

  

Si tienes alfombras o moquetas, ten en cuenta que absorben suciedad y también la generan. Las fibras, el polvo, los ácaros y los tóxicos de los productos usados para limpiarlas acaban en el aire que respiras. En caso de que las quieras tener en casa, procura que se puedan lavar en la lavadora. Si no es posible, usa siempre productos seguros y respetuosos con tu salud. Y, por supuesto, límpialas con mucha frecuencia. 

 

Quítate los zapatos al llegar a casa. De ese modo no extenderás las toxinas y suciedad que lleves en las suelas por todas las habitaciones.

 

Limpia cuidadosamente y con cierta frecuencia los filtros del aire acondicionado y de las bombas de calor. 

 

Limpia las rejillas de ventilación para que puede fluir mejor el aire.  

 

Usa productos de limpieza lo más naturales posibles. El vinagre, el bicarbonato o el limón, entre otros, son excelentes limpiadores que tienes en tu despensa. Y también hay productos comerciales ecológicos y respetuosos con tu salud y con el medio ambiente que puedes usar en lugar de los convencionales.

 

Cuidado con el moho

 

Si en tu cocina o tu baño hay moho, elimínalo lo antes posible, porque sus esporas pueden provocar o empeorar la alergia o el asma. 

 

Hablando de moho y esporas, evita tender la ropa dentro de casa. Si tienes que hacerlo, usa un deshumectador para que se seque lo antes posible. 

 

Mascotas

 

En caso de que tengas mascotas, procura cepillarlas y lavarlas con frecuencia. Su pelo, la caspa y las células de piel muerta pueden producirte problemas respiratorios o dermatológicos.  


Lavando al perro en la bañera

 

El tabaco: una mala idea

 

Evita fumar dentro de casa y pide que los demás tampoco lo hagan. El humo que se inhala en el momento de fumar es tóxico, pero también lo es cuando se deposita sobre las superficies y se va respirando día a día. 

 

Trucos para crear un buen ambiente

 

Las plantas ayudan a mejorar la calidad del aire en el interior de tu casa. Y son tan bonitas...


Plantas en el alfeizar de una ventana

 

Evita los ambientadores comerciales en cualquier formato, porque puede que perfumen tu hogar, pero también desprenden productos químicos perjudiciales para tu salud. Si quieres que tu casa huela siempre bien, usa aceites esenciales naturales, especias, flores o frutas, tu salud y tu olfato te lo agradecerán.


Hablando de ambientadores, hay quien piensa que el incienso purifica el aire. Y nada más alejado de la realidad. Muchos de los inciensos que se venden pueden contaminar el aire que respiras, incluso más que el tabaco. Úsalos siempre con mesura, siempre de fabricantes de confianza y ventila para que el humo no se acumule.

 

Utiliza velas lo más naturales posible para purificar el aire de tu casa. Las ideales: las de cera de abeja. 

 

Velas

 

El carbón activado o el de bambú son capaces de absorber malos olores y de purificar el ambiente. 

 

Y también...

 

Cuando recojas ropa del tinte, deja que se airee en una zona ventilada antes de colgarla en el armario. Puede ser una terraza, un balcón o incluso delante de una ventana abierta. Los productos que se usan para la limpieza en seco pueden ser perjudiciales, por lo que conviene orear las prendas. No vas a eliminar todos los tóxicos, pero al menos minimizarás los que respires. 

 

Y ahora... ¡respira con tranquilidad!



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