25 abril, 2018

Aceites Capilares: el Secreto de una Melena Preciosa

Si has leído el título del post, puede que se te hayan puesto los pelos de punta. ¿Aceite y melena preciosa en la misma frase? Y es que lo primero que se nos viene a la cabeza al unir aceite y cabello es una melena pringosa y apelmazada. Algo muy poco atractivo, desde luego.


Pero no, los aceites para el pelo son todo menos un error, porque son una de las herramientas para conseguir que éste luzca brillante, fuerte y saludable. Eso sí, para lograrlo es imprescindible saber qué aceite usar y cómo hacerlo.


Sigue leyendo y te cuento cómo conseguir una melena preciosa gracias a los aceites capilares...


Aceites capilares: el secreto de una melena preciosa


Por qué utilizarlos


Nutren
Rejuvenecen
Fortalecen
Aportan brillo
Sellan las puntas
Potencian el color del pelo
Previenen la caída
Ayudan a eliminar residuos y contaminación
No engrasan


Cómo emplear los aceites capilares


En forma de mascarilla


  • Con una exposición media. Al menos 2 horas, mejor aún si utilizas calor con una toalla caliente, con un gorro de ducha o en un espacio con vapor, como una sauna. Puedes utilizarlo en casa, en la playa, en la piscina, incluso en el gym. La exposición puede ser menor en aceites muy untuosos como el de ricino o cuando se tiene el cabello fino.

  • Como tratamiento nocturno. Aplicando el aceite y dejándolo actuar toda la noche en el cabello. Tendrás que lavar bien el pelo al día siguiente, utilizando dos champús. Te recomiendo que el segundo lo dejes actuar unos minutos y que lo aclares con agua entre tibia y caliente, para que arrastre todos los restos de aceite. Luego puedes terminar con un chorro de agua fresca para cerrar las cutículas del cabello y aportarle más brillo.


Para aumentar el efecto de las mascarillas


Si te pones unas gotas de aceite en medios y puntas antes de aplicarte la mascarilla habitual, multiplicarás el efecto de ésta.


Junto con el acondicionador


Puedes añadir unas gotas de aceite en la dosis de acondicionador para conseguir más brillo y suavidad.


Como reparador de puntas


Únicamente tienes que verter unas gotas en tu mano, emulsionarlas ayudándote de los dedos y con el propio calor corporal y aplicar el aceite en las puntas del pelo, masajeándolo mechón a mechón en dirección a la punta, no al nacimiento del cabello.


Puntas del cabello


Para aportar un extra de brillo
Vierte unas pocas gotas en la palma de tu mano y frótalo ayudándote de la otra, hasta que el aceite esté bien repartido en ambas manos, luego pásalo suavemente, casi sin tocar el cabello. Puedes utilizarlo una vez que hayas terminado de secar y peinar tu cabello o aplicarlo antes del styling.


Para combatir el encrespamiento


Si lo usas del mismo modo que para aportar brillo, también te servirá para domar el pelo encrespado.


Para proteger el cabello


Si te pones aceite la noche previa al tinte, lo protegerás de la sequedad y los daños que pueda provocarte éste, además de aportarle un extra de nutrición e hidratación que tu pelo agradecerá antes de la coloración.


Y también puedes aplicarlo antes de la exposición al sol, al viento, al cloro de la piscina o a la sal del mar para protegerlo.


Cómo utilizarlo

Para usar los aceites capilares adecuadamente hay que tener en cuenta dos factores principales, el tipo de cabello, la frecuencia y la forma de aplicarlo.


Melena XXL


Cabello seco


Puedes utilizar el aceite sin miedo. De hecho, si lo empleas como mascarilla puedes incluso llevarlo hasta las raíces, sobre todo si tienes el cuero cabelludo seco. Si tienes el cuero cabelludo algo graso, puedes poner el aceite únicamente en medios y puntas.


La frecuencia ideal para usarlo como mascarilla en tu caso: una vez a la semana, alternándolo con otro tipo de mascarillas.


Para utilizarlo como reparador de puntas, extra de brillo o para combatir el encrespamiento: cuando sea necesario.


Cabello normal


Úsalo en cantidades moderadas. Lo ideal es que lo apliques únicamente en medios y puntas, evitando el cuero cabelludo.


Si lo empleas como mascarilla, úsalo cada semana o cada quince días, según lo necesite tu pelo. En verano o invierno probablemente tengas de aplicártelo una vez a la semana por la sequedad que provocan las temperaturas extremas en el cabello, por el viento y por las agresiones del cloro o la sal.


Para usos diferentes de las mascarillas: cuando veas que te hace falta un plus de nutrición o de brillo en medios y puntas.


Cabello fino


Utilízalo únicamente en las puntas, aunque puedes permitirte ponerlo en los medios del cabello de vez en cuando.


Úsalo una vez a la semana o cada quince días.


Como reparador de puntas o extra de nutrición y brillo, sólo cuando sea necesario y en cantidades muy pequeñas. Como probablemente tu pelo no se encrespe, no hace falta que lo apliques para luchar contra el frizz


Cabello fino


¿En seco o con el pelo húmedo?


El aceite se puede utilizar sin problemas con el cabello seco, tanto si se trata de una mascarilla como de otro tipo de usos. Incluso si el pelo está sucio, porque el aceite es capaz de penetrar en la fibra.


En húmedo facilita el peinado y el moldeado, además de nutrir, dar brillo y proteger el cabello.


Qué aceites elegir


Tienes a tu disposición diferentes aceites capilares. Los que más me gustan son los vegetales, aunque para ser realmente eficaces y seguros, es mejor que sean puros y extraídos por presión fría. Esto garantiza que no pierdan propiedades terapéuticas y cosméticas, puesto que el calor aplicado para procesar algunos aceites los degrada y modifica.


Estos aceites vegetales pueden utilizarse de forma individual o preparar tu propia mezcla personal, según las necesidades de tu cabello. 


Aceite de coco


Probablemente sea el más adecuado de todos los aceites vegetales para el pelo. Sirve para todo tipo de cabello, nutre e hidrata en profundidad, pero no engrasa. Previene el envejecimiento del pelo gracias a su contenido en vitamina E.


Otra ventaja del aceite de coco es que sirve para tratar la caspa y la seborrea, aunque parezca una incongruencia al ser un aceite.


El aceite de coco se solidifica, por lo que si el ambiente no es cálido, tendrás que calentarlo un poco con las manos. 


Aceite de coco


Aceite de sésamo


Es muy rico en vitamina E y nutre mucho el cabello, por lo que es perfecto para cabellos gruesos, secos y encrespados.  


Si te apetece conocer más sobre esta joya, te invito a que leas uno de nuestros artículos sobre el aceite de sésamo.


Aceite de aguacate


Es sumamente nutritivo, regenerante y revitalizante. Aunque conviene evitarlo en el cabello y el cuero cabelludo con tendencia a la grasa


Puedes saber más sobre el aceite de aguacate en uno de nuestros posts.


Aguacate


Aceite de jojoba


Es ideal para regular el exceso de sebo y para evitar la caída del cabello (en casos leves y que no tengan causas médicas).


Combate el pelo quebradizo, puesto que contribuye a fortalecerlo.


Aceite de argán


Nutre el cabello en profundidad por su contenido en vitamina E, además de protegerlo e hidratarlo.


Aceite de oliva


Tiene vitamina A, por lo que es bueno para regenerar el cabello. También tiene vitamina C, que ayuda a la formación del colágeno. Y también tiene mucha vitamina E, lo que contribuye a rejuvenecer el pelo y a aportarle fuerza, mejorando los pelos quebradizos.


En el cuero cabelludo mejora la circulación y contribuye al crecimiento del cabello (siempre que no haya una razón médica o dermatológica para la caída, claro). 


Aceite de oliva


Aceite de ricino


Ayuda a combatir la caída del pelo, hidrata y nutre, le aporta brillo y lo fortalece.


Para utilizarlo como anticaída, tendrás que aplicarlo en el cuero cabelludo, y como es tan untuoso tendrás que poner muy poca cantidad o combinarlo con un aceite vegetal más liviano. Masajéalo bien sobre el cuero cabelludo ayudándote de las yemas de los dedos. No lo dejes demasiado tiempo en exposición, con 20-30 minutos es suficiente. Luego tendrás que lavarlo muy bien para eliminar cualquier resto de aceite de ricino.


Si lo usas como mascarilla o como extra de brillo o nutrición, aplica muy poca cantidad de aceite o mézclalo con otro, porque en caso de excederte puedes acabar con el cabello apelmazado y grasiento.


Otros aceites


También puedes adquirir aceites capilares en peluquerías y tiendas especializadas, formulados para diferentes necesidades del pelo.


Te recomiendo que busques los aceites que mejor encajen con tu cabello y te animes a usarlos, no tengas miedo porque no lo engrasarán. ¿Has visto las melenas tan bonitas que tienen las mujeres indias o marroquíes? Porque utilizan aceites para embellecer y fortalecer su pelo.




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18 abril, 2018

Trucos para Ahorrar en la Cocina

Los consumidores cada vez estamos más concienciados de la necesidad de ahorrar y de consumir de forma responsable, por suerte.


Procuramos ahorrar en el consumo eléctrico, en la factura del gas o del agua, en combustible, intentamos utilizar el transporte público siempre que podemos, esperamos a las rebajas para comprar las prendas de fondo de armario que necesitamos... Y también en la cocina.


Precisamente para ayudarte a ahorrar en la cocina, a continuación quiero compartir contigo algunos trucos que pueden serte útiles. 


Trucos para ahorrar en la cocina


Lo primero


Revisa periódicamente tu despensa, tu nevera y tu congelador para ver qué es lo que te hace falta y lo que ya tienes. Es la mejor forma de tener tu cocina surtida de lo necesario y de no acumular esos productos que adquirimos una y otra vez, porque no sabemos que ya tenemos.


Comprueba las caducidades de los alimentos y ordénalos en el lugar en el que los almacenes colocando primero los que vayan a caducar antes y más alejados del alcance de la mano los que tengan un plazo más largo para expirar.


La planificación


Procura planificar tus menús, así podrás organizarte mejor a la hora de comprar y de cocinar. También es una manera de poder integrar la cocina de aprovechamiento en tu rutina, puesto que podrás utilizar sobras y alimentos que se deban consumir porque se acerca la fecha de caducidad sabiéndolo de antemano.


Ve apuntando lo que veas que te va faltando en la despensa según te vayas dando cuenta de ello.


Haz una lista de la compra para guiarte por ella cuando tengas que surtir tu cocina. De hecho, lo ideal es hacer varias listas, una para cada establecimiento o departamento que tengas que visitar: frutería, pescadería, carnicería, panadería... Yo las hago en el smartphone en lugar de en papel, porque una lista o una libreta la puedo perder u olvidar, el móvil seguro que no. Además, al hacer las listas en el smarphone puedo reciclar conceptos, apuntar cosas mientras viajo en transporte público, etc. Personalmente utilizo la aplicación de notas que tiene el terminal.


Lista de la compra


Elección del proveedor


La elección del proveedor puede tener una gran repercusión en tu bolsillo. Te recomiendo que busques establecimientos que te ofrezcan una buena relación calidad/precio/servicio y que no te dejes guiar únicamente por la comodidad de acceso o por las ofertas.


Lo ideal es acudir al pequeño comercio, puesto que suelen ofrecer mejores productos y mejor servicio que establecimientos más grandes, aunque pueda parecer que tienen precios menos atractivos. El supuesto ahorro que ofrecen supermercados e hipermercados no es siempre real, porque suelen bajar mucho los precios en productos de primera necesidad (leche, pan...), pero hacen su agosto con otros artículos, que son más caros que en comercios de barrio.


Por otra parte, en los comercios pequeños suele haber una mejor atención, especialmente cuando se trata de los productos perecederos.


Te aconsejo que establezcas una relación de confianza con tus proveedores, porque eso redundará en tu beneficio. Te pongo un ejemplo, un pescadero de confianza te aconsejará cuáles son las mejores piezas, las que están en su mejor momento y más baratas, te las preparará a la perfección, te comentará las mejores formas de cocinar y conservar el pescado, incluso te dará recetas que probablemente ni conocías.


Fíjate en la tienda en cómo atienden los distintos empleados a los clientes y en cómo tratan la mercancía, y quédate con el más profesional.


A la hora de hacer la compra


No vayas a hacer la compra con hambre, porque probablemente comprarás más de la cuenta y cosas calóricas y poco nutritivas. Si haces la compra y no tienes necesidad de comer, te será más fácil comprar con la cabeza, en lugar de con el estómago.


Procura comprar productos de temporada, porque están en su mejor momento y son mucho más económicos. 


Sandía y frutos del bosque


Si compras carne, ten en cuenta que hay piezas y cortes que son más económicos y más sabrosos que otros. No todo tiene que ser solomillo de ternera... Consulta a tu carnicero de confianza para que te diga cuáles son los que más te interesan.


Si compras pescado ocurre lo mismo: no todo tiene que ser besugo, lubina o dorada. Tienes pescados sabrosos y saludables a precios de lo más ajustado como las bacaladillas, las sardinas, las caballas, etc. Y ten en cuenta la temporada antes de comprar.


Evita los alimentos frescos presentados en bandejas y prefiere siempre los dispensados en el momento. Esto es válido para frutas, verduras, carnes y pescados. Los que se venden en bolsas o barquetas suelen ser más caros y llevan más manipulación y tiempo preparados.


Dile no a las ensaladas ya preparadas. Son mucho más caras y no siempre cuentan con unas buenas condiciones higiénicas. Compra lechuga, repollo, lombarda, hoja de roble, escarola o espinacas, lávalas bien, sécalas con un centrifugador de alimentos y ya tienes tu ensalada preparada, que se puede conservar perfectamente en una bolsa de cremallera.


Cuidado con las ofertas y tamaños familiares


Las ofertas y promociones son de lo más interesante... a veces. Debes tener en cuenta que muchos establecimientos hacen ofertas del estilo de 3x2 cuando tienen un stock del que quieren deshacerse por algún motivo (van a caducar, no tienen éxito, etc.), por lo que es necesario que valores si te interesa. También deberías plantearte si son productos que utilizas habitualmente, porque si no es así, probablemente se te acaben echando a perder, con lo que habrás perdido dinero en lugar de ahorrar. Y, por supuesto, antes de comprar asegúrate 
de que tienes espacio para almacenar esos artículos.


Otro punto que deberías vigilar son los packs ahorro, porque en algunos casos sale más económico comprar el artículo por unidades que en pack.


Calculadora

 
Comprueba que los tamaños familiares realmente son rentables. A veces el tamaño normal es más barato que el más grande. Para comprobarlo calcular el precio por unidad/peso.


Hablando de dinero


Comprueba que no hay ninguna cantidad errónea en el ticket de compra. La cajera se puede haber equivocado y pasado más de una vez el mismo artículo, puede haber algún error en el precio, etc. Doy fe de que no fijarse en el ticket de compra puede salir muy caro: en un hipermercado presenciamos cómo la pareja de extranjeros que compraba delante de nosotros casi paga un pollo (que no era ni siquiera de corral) a un precio de 599 euros; porque al introducir el precio en la herramienta de control de stock a alguien se le había olvidado poner una coma en el lugar correcto.


Verifica que te han aplicado las ofertas en el ticket de compra, porque no siempre se hace y puedes perder dinerito por un olvido ajeno. 


Y ojito con los pesos de los productos envasados, porque no siempre pesa lo que indica la bolsa o la etiqueta. Te invito a que peses las bolsas de zanahoria o las mallas de limón, porque no siempre 1 kg. tiene 1.000 gr...


A la hora de cocinar


Si tienes una cocina vitrocerámica o eléctrica, apaga el fuego un poco antes de finalizar la cocción para aprovechar el calor residual.


Utiliza cazuelas, ollas y sartenes del mismo tamaño del fuego que utilices, porque sin son más pequeñas, puede llegar a haber pérdidas de energía de hasta un 20%. 


Siempre que puedas cocina con tapa, porque necesitarás menos energía para cocinar.


Cocina


Dile sí, quiero a las ollas a presión, sobre todo si son súper rápidas. Ahorrarás mucho tiempo y energía.


Ajusta la cantidad de agua a la cantidad de alimento de vayas a cocer. Si pones demasiada agua, necesitarás mucha energía para que hierva y perderás más nutrientes.


Si vas a cocer algún alimento, no le eches sal al agua hasta que ésta comience a hervir. La sal hace que el agua sea peor conductor del calor y necesitarás más energía para cocinar.


No abras el horno a menudo cuando estés cocinando con él, porque puedes llegar a perder casi un 20% de energía.


Si vas a cocinar en el horno, haz más de un plato a la vez para aprovechar el calor.


Aprovechamiento


Apuesta por el caldo casero. Emplea huesos, espinas o restos de verduras para hacer tu propio caldo. Ahorrarás dinero y ganarás en salud.


No tires las hojas verdes (lechuga, col, espinacas) que estén más feas y utilízalas para hacer puré o crema. Esto sirve para las puntas de zanahorias, calabacines, berenjenas, etc.


Crema de calabaza


Si te han sobrado patatas cocidas, no las vas a poder congelarlas o conservarlas en la nevera, pero sí puedes utilizarla para enriquecer un puré. Y ese puré sí que puedes guardarlo en el frigorífico o congelarlo.


Si te han quedado legumbres cocidas y no sabes qué hacer con ellas, añádelas a tus purés y cremas. Quedarán deliciosas y mucho más nutritivas.


En caso de que tengas plátanos que se han madurado demasiado, puedes batirlos y utilizarlos para sustituir el huevo en repostería. También puedes hacer batidos.


Si tienes fruta que se va a echar a perder, utilízala para hacer macedonias, batidos, compotas, mermeladas o ensaladas. Otra opción es conservarla en almíbar o congelarla. 


Cocinando con fruta


Los restos de carne o pollo asado o a la plancha los puedes emplear cortados en trocitos para enriquecer platos de verduras, hacer tortillas, rehogarlos con legumbres, etc. También los puedes picar a cuchillo o con picadora y preparar fajitas, burritos, hamburguesas o albóndigas.


No tires la grasa del jamón, el bacon o las piezas de pato y utilízalas para darle más sabor a las verduras, el arroz blanco... Sólo tienes que sustituir el aceite de oliva en la sartén por algo de esta grasa.


Los restos de pescado los puedes convertir en un estupendo pastel salado, preparar albóndigas o hamburguesas.


Si tienes pan que se te ha quedado duro, puedes rallarlo para hacer empanados y otros platos similares. También puedes utilizarlo para hacer picatostes, torrijas o pain perdu.


Los restos de pan de molde, bizcochos, bollería o galletas los puedes utilizar para hacer pudings, bases de tartas, acompañar natillas, incluso puedes mezclarlos con huevo batido, canela y una pizca de azúcar y hacer una deliciosa tortilla dulce.


¿Qué trucos utilizas tú para ahorrar en la cocina? Me encantaría que lo compartieses en el apartado de comentarios.






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11 abril, 2018

¿Qué Cantidades de Cosméticos Me Aplico?

Un error muy común es pensar que si un cosmético es bueno, cuando más cantidad nos apliquemos más cuidaremos nuestra piel o nuestro cabello. Otra equivocación también frecuente, sobre todo cuando se trata de productos caros es ponernos muy poquita cantidad, porque así nos durará más. Y digo errores, porque los efectos negativos del exceso o defecto de cosméticos son muchos y muy visibles: una piel muy seca o muy grasienta, poros obstruidos, falta de luminosidad, cabello apelmazado...


Por no hablar del perjuicio que puede provocar en tu bolsillo el malgastar los cosméticos sin ton ni son.


Lo ideal para obtener todos los beneficios de un cosmético es utilizar la cantidad justa, ni mucho ni poco.


¿Qué cantidades de cosméticos me aplico?


Leche limpiadora


La cantidad recomendable es la equivalente a un arándano. Si te excedes, puedes acabar resecando tu piel, o todo lo contrario, engrasándola.


Aplícala con movimientos circulares y muy suaves. Si requiere aclarado, termina enjuagando suavemente con agua tibia.


Gel limpiador


Pon sobre tu mano la cantidad equivalente a una almendra. Aplícalo sobre la piel húmeda y aclara bien.


Limpiadora en espuma


Utiliza una porción equivalente a una pelota de golf.


Humedece primero la piel de tu rostro y luego aplícate la espuma, masajeando durante 20-30 segundos. Termina aclarando con agua tibia.


Chica aclarándose el rostro


Tónico


Con unas cuantas gotas sobre un disco de algodón es más que suficiente. No es necesario que lo empapes completamente.


Su función es equilibrar el pH de la piel y eliminar los restos de limpiadora o de impurezas que hayan podido quedar sobre la piel tras la limpieza. Si pones más tónico, lo único que harás es dejar el exceso sobre tu piel, sin ninguna finalidad.


Contorno de ojos


La cantidad debe estar entre una semilla de girasol y medio guisante para cada ojo, dependiendo de la untuosidad del producto. Si te excedes, además de engrasar la zona, puedes acabar produciendo milliums y granitos.


Aplícalo con el dedo anular y sin frotar la delicada piel del contorno de los ojos, para no irritar la zona y no provocar (o empeorar) las arrugas o la flacidez que pueda existir.


Y, cuidado, salvo que lo indique expresamente en las instrucciones o te lo recomiende tu asesora de belleza, no lo apliques en la zona del párpado superior.


Sérum


Utiliza una porción del tamaño de un guisante. En algunos casos incluso será suficiente con una cantidad menor. Consulta el folleto que acompañe al producto o el propio envase o a tu asesora de belleza para que te aconseje al respecto.


Guisantes
La cantidad de sérum: la equivalente a un guisante


Ponlo delicadamente sobre el rostro ayudándote de las puntas de los dedos, sobre todo en las zonas problemáticas para las que esté formulado el sérum (surco nasogeniano, arrugas, etc.) y luego extiéndelo muy suavemente. Termina apretando ligeramente los dedos sobre el rostro para sellarlo.


Tratamiento antimanchas


La cantidad apropiada es la equivalente a un guisante.


Ponlo únicamente en las zonas con imperfecciones o manchas, así evitarás irritar la piel que las rodee.


Retinol


Incorpora el producto poco a poco en tu rutina de belleza, para ver cómo va reaccionando tu piel al producto.


Lo ideal es llegar a una cantidad similar a una moneda de 2 euros, con ese mismo grosor.


Si tu piel es sensible al producto puede espaciar su uso a un día sí y un día no, o mezclarlo con tu crema de noche.


Aceite facial


Con el equivalente a dos semillas de girasol o tres granos de arroz es suficiente. No te hace falta más.


Caliéntalo frotándolo con la punta de los dedos y aplícalo con un masaje facial para que penetre en la piel. 

 
Aceite facial


Crema de día


Con una cantidad equivalente a una avellana es suficiente. Si te pones mucha cantidad, engrasarás demasiado tu piel y taponarás los poros. Si te aplicas poca, tu piel puede quedar seca o no aprovechar los beneficios de la crema.


Aplícatela utilizando los dedos en lugar de las palmas de las manos, así la capa de producto será más regular y cubriente que si lo haces frotándolo primero en la palma de las manos y luego en el rostro.


BB Cream


Emplea una porción similar a una grosella, no hace falta más.


Pon el producto sobre el dorso de tu mano y aplícalo poco a poco con los dedos. Si lo haces así, te asegurarás de cubrir todo el rostro, pero sin excederte.


Protector solar


Ponte una cantidad equivalente a una uva grande o incluso un poquito más si hace mucho frío o mucho viento. Acuérdate de ponerte el protector en el cuello y las orejas, no sólo en el rostro.


Reaplícala si te vas a exponer de forma directa al sol según indique en el envase. 


Protector solar


Crema de noche


Ponte aproximadamente una cantidad del tamaño de una almendra. La porción debe ser algo más grande que en el caso de la de día, puesto que la piel es capaz de recibir mejor los principios activos que suelen llevar este tipo de productos como el retinol o el ácido salicílico.


Olvídate de aplicarte la crema justo antes de irte a la cama, porque terminará toda en la almohada... y en tu cabello. Así que deja pasar un tiempo entre tu ritual nocturno de belleza y el momento de irte a dormir.


Crema


Crema para el cuello


Con una cantidad equivalente a un arándano es suficiente para cubrir todo el cuello, incluso en su parte trasera.


Exfoliante


La cantidad a aplicar: una porción del tamaño de una frambuesa.


Pon el producto en las puntas de los dedos y aplícalo con movimientos circulares, pero sin restregar.


Exfoliante


Mascarilla facial


En la mayor parte de los casos únicamente necesitarás una cantidad equivalente a una avellana grande.


Puedes ponerla sobre el dorso de la mano y aplicarla con los dedos o de una brocha, cubriendo poco a poco todo el rostro.

 
Mascarilla


Mascarilla purificante


Utiliza una cantidad equivalente a una moneda de 2 euros (con ese mismo grosor).


Utilízala únicamente en las zonas más grasas, sobre todo la zona "T" del rostro. Este tipo de mascarillas puede resecar (mucho) las zonas de la piel normales o secas.


Champú


Ponte una cantidad equivalente a una nuez. Esta porción divídela entre los distintos enjabonados que te hagas, ya sean uno o dos.


Utiliza el champú sobre el pelo completamente húmedo y acostúmbrate a emulsionarlo poniendo un poco de agua en la palma de tu mano. Repartirás mejor el producto sobre el cabello y lo limpiarás mejor. Por cierto, aplícalo sobre las raíces y masajéalo, evitando las puntas. Con el champú que caiga sobre las puntas será suficiente para que se limpien y así evitarás que se sequen en exceso.


Champú


Acondicionador


La cantidad apropiada es la de una nuez para una melena de largo medio. Ten presente que únicamente debes aplicarlo de medios a puntas, por lo que no necesitas una gran cantidad de acondicionador para que este haga su efecto.


Sérum para el cabello


Con una porción equivalente a dos guisantes para una melena media es suficiente. Aplícalo con el cabello húmedo y extiéndelo de medios a puntas.


Espuma para el cabello


La porción apropiada es la de una pelota de golf para una melena media. Ponte más o menos cantidad según el largo de tu pelo, teniendo en cuenta esta medida básica.


Acuérdate de repartir el producto en las palmas de tus manos para poder repartir mejor la espuma por todo tu pelo.


En el caso de los cosméticos, como en casi todo en la vida, es mejor siempre apostar por calidad antes que por cantidad





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04 abril, 2018

Cómo Reciclar la Basura en Casa

¿Reciclas la basura? Probablemente la respuesta es sí, porque cada vez hay más personas concienciadas con el reciclaje en el hogar. Y es que los motivos sobran:


  • Se utilizan menos materias primas, con lo que se reduce el uso innecesario de recursos naturales. Así evitamos esquilmarlos y damos tiempo a que algunos de ellos se regeneren, como la madera procedente de los árboles. Esto también repercute en la conservación de los hábitats de muchas especies y de los acuíferos. 

  • Contribuimos a que haya que utilizar menos materias primas, puesto que se reciclan muchos materiales que los que ya se han extraído, manipulado y transportado antes.

  • Al hacer falta menos energía para extraer, producir y transportar las materias primas se genera menos CO2.

  • Se malgasta menos agua, puesto que en la fabricación de muchos artículos, además de energía, se usan cantidades ingentes de agua que luego no se puede reutilizar.

  • Se reduce la necesidad de tener vertederos e incineradoras para deshacerse de la basura no reciclada.

  • Se generan puestos de trabajo relacionados con la industria del reciclaje.

  • Y, por último, reciclar también es importante para tu economía, porque no hacerlo puede suponer multas y sanciones.


Aunque lo importante no es únicamente reciclar, también lo es hacerlo de forma correcta. A continuación comparto contigo algunos consejos para que puedas reciclar adecuadamente la basura en tu casa.


Cómo reciclar la basura en casa


Consejos básicos


A la hora de hacer la compra, procura adquirir artículos que tengan la menor cantidad de embalaje posible. por ejemplo, si compras la fruta en piezas sueltas en lugar de en barquetas, estarás ahorrando dinero y envases que luego tendrás que reciclar. Y elige las marcas que tengan menos plástico y cartón en sus embalajes de presentación.


No imprimas nada que no necesites realmente en papel. Cada vez se utiliza más el formato electrónico, así que en muchos casos no es necesario gastar ni papel ni tinta.


Destina un lugar para tener los contenedores de reciclaje.


Ten los cubos a mano, para que no te de pereza utilizarlos. El lugar ideal, en el que generes la basura, que suele ser la cocina. Cuanto más fácil lo pongas, más y mejor reciclarás.


Ten diferentes contenedores para cada tipo de basura. Lo ideal es contar con uno para la basura orgánica y otros tres para el resto de residuos: envases, plástico y papel.


Si no tienes mucho sitio, puedes dejar el vidrio y el papel en algún lugar que no moleste en al cocina, el trastero, el garaje o la terraza.


En cualquier caso, es conveniente tener al menos dos: uno para la basura orgánica y otro para los envases.


Deposita los residuos en bolsas, aunque tengas un contenedor de plástico. No sólo te será más fácil manejar la basura cuando tengas de sacarla a los contenedores o el cubo de tu comunidad, además es mucho más higiénico y seguro para ti y para tu hogar.


Si quieres tener menos basura para reciclar, procura reutilizar algunos materiales: cajas de cartón para ordenar utensilios, tubos de papel higiénico para enrollar cables, papel de periódico para limpiar cristales y espejos, tarros de vidrio para hacer conservas o guardar alimentos u otros artículos, las bolsas de plástico de supermercado para la basura, etc.


Reciclaje de objetos viejos


Cómo reciclar adecuadamente


Basura en general 


Se deposita en el habitual contenedor para todo tipo de basuras, lo encontrarás en el formato gris con la habitual tapa naranja o en color verde oscuro. En este tipo de contenedores puedes desechar todo aquello que no se puede reciclar en el resto de contenedores y que no debe tirarse obligatoriamente en el punto limpio.




Pañales
Compresas
Tampones
Maquinillas desechables
Sartenes estropeadas
Vajilla
Cubiertos
Juguetes rotos
Plástico que no sea un envase


No


Todo lo que no puede ser depositado en el resto de contenedores específicos o que por su tamaño o características deba llevarse al punto limpio (electrodomésticos, aparatos electrónicos, escombros domésticos, mobiliario, enseres, restos de poda, textiles, calzado, CDs, cintas de vídeo, pinturas, barnices, restos de poda, aceite doméstico...)


Órgánico


Los residuos orgánicos se depositan en el contenedor que tiene la tapa marrón.




Restos de comida que sean biodegradables (pieles y cáscaras de fruta, restos de verduras, posos de café y de infusiones, etc.)
Papel sucio
Tapones de corcho


No


Polvo y pelusas que recojas después de barrer
Pañales
Compresas
Bastoncillos para los oídos
Vendas
Algodón
Toallitas húmedas
Preservativos
Cuchillas de afeitar
Hilo dental
Ceniza (tabaco o de chimeneas)
Colillas


Contenedores de reciclaje


Envases


Este tipo de basura se debe poner en el contenedor de color amarillo.



Tetrabriks (siempre que no estén muy sucios) de leche, batidos, zumos, sopas, cremas...
Envoltorios de plástico para conservar o presentar alimentos (bandejas, barquetas, cajas, etc.)
Envoltorios de plástico no alimentarios
Bolsas de plástico
Botes de plástico para productos de higiene y limpieza
Bidones y garrafas de plástico
Envoltorios de aluminio
Bolsas de aluminio
Latas
Envases metálicos no alimentarios (aerosoles, etc.)
Tapas de envases tanto plásticos como metálicos
Cajas de madera o corcho para fruta y otros alimentos


No


Guantes de goma
Cubos de plástico
Utensilios de cocina
Corcho blanco (porexpán)
Biberones
Pañales
Chupetes
Juguetes
Calzado deportivo
Electrodomésticos de pequeño tamaño (aunque lleven plástico)
CDs


Vidrio


El vidrio que queramos desechar hay que depositarlo en el contenedor verde.




Botellas de vidrio (de cualquier color) de vino, cava, licores, cerveza...
Frascos y tarros de vidrio para alimentación (vegetales, legumbres, conservas, mermeladas, etc.)
Frascos y tarros de vidrio para perfumería o cosmética


No


Cristal
Vasos rotos
Vajillas
Vidrios planos (de cuadros, mesas, ventanas...)
Lunas de automóviles
Espejos
Cerámica
Bombillas
Fluorescentes


Este tipo de basura que no se puede poner en el contenedor verde, si quieres deshacerte de ella, mejor en el punto limpio.


Papel


El papel se recicla en el contenedor de color azul o en el que esté señalizado para ese fin.




Periódicos
Revistas
Propaganda y folletos
Sobres
Papel impreso de uso diario
Papel de envolver
Envases de cartón
Bolsas de papel
Hueveras de cartón


No


Papeles sucios (servilletas, papel de cocina, etc.)
Grapas
Espirales de cuadernos y cuadernillos
Plástico de los envases de cartón
Plástico de los sobres de ventanilla
Pañales
Briks


Contenedor azul


Aceite usado


El aceite de cocina usado que queremos reciclar se puede llevar a los contenedores que hay en algunos supermercados, en los que específicos que tienen algunos municipios en ciertos lugares o en el punto limpio.


No se tira nunca por el desagüe, no se desecha la garrafa llena de aceite usado ni se impregna con él papel viejo para echarlo en el contenedor amarillo (envases).


Medicamentos


Deben depositarse en los contenedores que suele haber en muchas farmacias. Estos medicamentos, además de reciclarse correctamente, pueden servir a las ONG para hacérselos llegar a personas sin recursos, siempre que estén dentro de la fecha de caducidad.


Cuando lleves medicamentos a la farmacia para reciclar, acuérdate de incluir la caja y el prospecto.


¿Nos apuntamos al reciclaje cuidadoso y responsable?





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La primera vez que apareció el post Cómo Reciclar la Basura en Casa fue en el blog de La Meiga y Su Caldero


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