25 marzo, 2015

18 Tips para Aguantar el Tipo con unos Taconazos


¿Quieres lucir unos taconazos y te da miedo en pensar cómo terminarán tus pies después de un par de horas con ellos puestos? El sentido común y los médicos te dirán que te olvides de ellos y que te pongas un tacón de un máximo de 4 cm. (y tienen razón), pero como tú y yo sabemos que eso no va a ocurrir, aquí tienes 18 tips que te serán útiles para aguantar el tipo desde las alturas... de tus zapatos.


18 tips para aguantar el tipo con unos tazonazos

 
1.- Elige unos buenos zapatos, bien construidos y fabricados con materiales naturales. Eso no quiere decir que sean caros, pero sí bien elegidos. Si buscas con un poco de paciencia, puedes encontrar establecimientos que venden buenos zapatos a un precio muy razonable: de otras temporadas, muestrarios, etc. Si no vas buscando la última moda, sino piezas de fondo de armario, estas tiendas son la mejor opción.


2.- Pruébate los zapatos al final del día, para que ya se hayan hinchado con el trajín de todo el día. Y que no se te olvide probarte los dos, para comprobar que son iguales y que los soportas sin problemas. Si ya te molestan en la tienda, ni lo intentes.


Zapato de tacón3.- Escoge un tacón que puedas soportar. Por mucho que te gusten unos zapatos de 13 cm., si no estás acostumbrada a ello, la tortura está asegurada. Por ejemplo, mi límite está en 10 cm., pasada esa altura siento que no puedo articular bien el pie y me resulta imposible aguantarlos con dignidad. Averigua cuál es tu tope. Si tienes los pies planos, lo más seguro es que aguantes poco tacón; si los tienes cavos (con un arco muy pronunciado) te será (algo) más fácil soportar unos buenos stilettos. Para que te sean más cómodos puedes optar por plataformas (no muy elevadas, porque no son elegantes y llegan a ser incómodas) o cuñas.


4.- Procura que los zapatos sean de tu número. Si son muy pequeños, te apretarán y no los soportarás mucho tiempo, por no hablar de las rozaduras y ampollas. Si son grandes, tus pies bailarán dentro del calzado; lo que se traduce en dolor en la planta del pie, porque este resbala hasta una posición no adecuada dentro del zapato; y en dolor en los deditos, porque los llevarás encogidos para evitar que se te salga.


5.- Los zapatos de salón son muy bonitos, pero el pie acaba resbalando hacia la punta al no tener nada que lo retenga. Esto no te sucede con zapatos planos, porque el pie queda en horizontal y no tiende a deslizarse dentro del zapato. Para evitarlo tienes dos opciones: utilizar calzado con pulsera en forma de T o al tobillo o ponerte un antideslizante.


6.- Hablando de antideslizantes, tienes muchas opciones donde elegir: plantillas de silicona (Party Feet, Foot Petals, etc.) o una tira de esparadrapo o cinta de doble cara justo debajo de la almohadilla del pie (personalmente, prefiero la primera opción). La ventaja del esparadrapo es que también puedes utilizarlo con sandalias, porque es invisible y no se mueve.


Tacones7.- Otro motivo por el que tu pie se puede deslizar, además de la gravedad, es el sudor. No hay nada más desagradable que comenzar a sudar y ver que tu pie acaba pareciendo una vagoneta de una montaña rusa por todo el zapato. Para eso lo mejor es utilizar un antitranspirante específico para esa zona y, si no tienes uno a mano, puedes usar desodorante normal o polvos de talco (si el zapato es cerrado). ¡Ah, que no se te olvide dejar secar bien el antitranspirante antes de calzarte!


8.- Y, por supuesto, elige unas medias que no hagan que tus pies se escurran en el interior del calzado, porque también pueden convertirse en un problema.


9.- Otro inconveniente que puede convertir tus tacones en un pequeño infierno es que tus suelas patinen. Para evitarlo hay muchos trucos que te serán útiles. Los puedes encontrar aquí.


10.- En caso de que tu problema sean las rozaduras, el mejor remedio son los sticks y pomadas antirozaduras. A mí me encanta el stick de Compeed.


11.- Para evitar el dolor, tanto antes como después de utilizar tacones, puedes masajearte con una crema con harpagofito, que es analgésico y antiinflamatorio. Es un remedio natural muy eficaz, que no está de más tener en el botiquín (y en el bolso, si prevés que te van a doler los pies). Un consejo plus: si dejas el tubo en la nevera, estará fresquito y te hará más efecto.


12.- Ni se te ocurra estrenar tus taconazos sin haberlos domado durante unos cuantos días. Póntelos todos los días un rato antes del estreno, así evitarás sorpresas desagradables.


Pedicura13.- Unos tacones cómodos siempre van acompañados de una buena pedicura... y no hablo sólo de estética. Unos pies sin durezas, con las uñas recortadas adecuadamente y bien exfoliados, resistirán mucho mejor los tacones.


14.- Y, por supuesto, deben estar bien hidratados, porque así se evitarán las rozaduras y molestias. Eso sí, aplícate la crema un rato antes de ponerte los zapatos, para que se absorba completamente y no te resbalen los pies.


15.- No te olvides de llevar unos zapatos de repuesto o unas bailarinas plegables en el bolso, por si las cosas fuesen a mayores. 


16.- No permanezcas mucho tiempo de pie y sin moverte del sitio con los tacones. Anda, aunque sólo sea unos pasos, cada poco rato. Así evitarás que tus zapatos te terminen torturando. Y si puedes bailar, mejor aún, así ni te acordarás de tus pies.


Tacones17.- Sentarte te ayudará a descansar los pies, pero ten en cuenta que llegado a un determinado punto de dolor, cuando te vuelvas a levantar tus zapatos ya te resultarán realmente insoportables. Así que, tenlo en cuenta y valora si te va a interesar tomar asiento o seguir al pie del cañón.


18.- Y, si la cosa está que arde y no tienes a mano ningún spray o gel relajante (el de Yves Rocher es fantástico), pídele al camarero un poco de hielo y pásatelo por la planta del pie o por la zona que tengas dolorida. Al principio te resultará casi insoportable, pero luego verás que es todo un alivio.



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18 marzo, 2015

La Harina de Amaranto y sus Usos

¿Has probado alguna vez la harina de amaranto? Porque es una de esas cosas que no puede faltar en la cocina de las personas con intolerancia al gluten o a los que quieran disfrutar de una despensa más variada y saludable.


Reconozco que la primera vez que leí eso de amaranto, lo asocié a la inefable Amaranta Buendía de "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez. Y reconozco que me hizo gracia, así que me decidí a probarla. Y me gustó, y mucho, así que  hoy te cuento algunas cosas de esta harina que quizás te puedan interesar:

 
Amaranto tricolor
Amaranto tricolor. Autor: Kurt Stüber
El amaranto es un pseudocereal porque, a pesar de tener las mismas características de los cereales, a nivel botánico no lo es.

 
No contiene gluten, por lo que se trata de uno de los cereales que sí pueden consumir los celíacos.

 
Es un alimento con unas cualidades nutricionales de lo más interesante. Contiene una cantidad considerable de proteínas (más que la soja o el trigo), carbohidratos, ácido fólico, calcio, hierro, fósforo, lisina, niacina, vitaminas, ácido oleico y linoleico. Se pueden consumir tanto las semillas como las hojas.


Y, aunque es realmente saludable, debes tener tomarlo con mesura como cualquier cereal. Que sea sano no significa que no tenga una buena dosis de calorías (378 cal./100 gr. aprox.). La patatas o el arroz integral también son muy recomendables, pero si los comes todos los días y lo haces en exceso, los kilitos de más estarán agazapados, esperándote.

 
Las semillas molidas se pueden utilizar como cualquier otro tipo de harina, con una única excepción: elaborar pan. Como no tiene gluten, es necesario mezclarlo con alguna harina que sí lo contenga: trigo, cebada, centeno, espelta, etc.

 
MagdalenasEste tipo de harina es perfecta para hacer repostería: bizochos, magdalenas, muffins, galletas...

 
Y un plus: mezclada con harina de maíz (ojo, no tipo Maicena) es excelente. No sólo porque la repostería queda más esponjosa que si sólo se hace con maíz (ya sabes que queda un poco pesada), sino porque las cualidades nutricionales de ambas harinas se complementan a la perfección; lo que le falta a una lo suple la otra y viceversa.

 
Yo suelo preparar una mezcla a partes iguales de harina de amaranto y de espelta, porque es la que he comprobado que da mejores resultados en cuanto a textura y sabor


Harina de maiz
Harina de maíz
Harina de amaranto
Harina de amaranto


También puedes utilizar esta harina para espesar salsas, como si se tratase de harina de trigo. Pero, ojo, es importante que la harina no esté rancia (es fácil si no se conserva bien), porque traspasará el sabor al plato que estés espesando. 

 
Para conservarla guárdala en un lugar fresco y seco, porque tiene tendencia a absorber humedad y ya sabes lo que significa eso: se echa a perder. Una vez abierta la bolsa, puedes meterla en una bolsa hermética en el congelador o la nevera

Amaranto inflado
Amaranto inflado

Y, por cierto, te recomiendo que pruebes también las semillas de amaranto hinchadas. Son como unas micropalomitas, realmente deliciosas. Puedes utilizarlas mezcladas con los cereales del desayuno, rebozar y cubrir alimentos dulces o salados, etc.






11 marzo, 2015

Errores de Belleza que Deberías Evitar: Faciales

Hay errores de belleza (y salud) que deberías evitar, porque pueden traerte consecuencias poco agradables en tu físico o en tu imagen personal.

 
La mayoría son de sentido común y bien conocidos, pero no está de más recordarlos de vez en cuando.


Aquí van 14 meteduras de pata de belleza, en este caso faciales, que deberías evitar:


Mujer limpiándose la cara1.- No limpiarte la cara todas las mañanas. Aunque te hayas desmaquillado y limpiado la cara por la noche, durante las horas de sueño el rostro segrega sudor y grasa, así que no te vas a levantar con la piel impoluta.

 
2.- No desmaquillarte (bien) todas las noches. Aunque no te hayas maquillado, la contaminación y la suciedad generada por la propia piel están ahí, aunque no te lo creas. Por eso es necesario limpiar en profundidad el rostro antes de ir a dormir.

 
3.- Pensar que no necesitas cremas porque eres muy joven. Eso es lo mismo que pensar que para qué hay que lavar la toalla si cuando te secas ya estás limpia... Lo habitual es recomendar que se comiencen con las cremas hidratantes a partir de los 20, aunque hay adolescentes que ya las necesitan. Sobre todo si utilizan productos antiacné que resecan mucho la piel. En estos casos, es imprescindible consultar con el dermatólogo para que les recomiende el producto más adecuado para su caso. Pero si no hay problemas, entre los 18 y los 20 años es una edad perfecta para comenzar a cuidarse.


Crema facial
4.- Y lo contrario: creer que, porque ya tienes una edad, no te va a servir ningún producto. Es un ejemplo burdo, pero sirve: ¿has visto lo que sucede cuando le pones grasa de caballo a un bolso de cuero? ¿has notado una diferencia importante? Pues lo mismo sucede con tu piel, aunque sea madura. De hecho, cuanta más edad tenga tu piel, más debes cuidarla, porque perderá su capacidad de generar colágeno y elastina, entre otras cosas. 

 
5.- Convencerte de que las cremas funcionan a distancia en el armario del baño. Pues no, querida, todavía no han inventado cremas bluetooth. Para que cumplan su cometido hay que utilizarlas todos los días y de la forma que recomienda el fabricante. Haz examen de conciencia y piensa en esas cremas y otros potingues que te has dicho a ti misma que no funcionaban ¿los has utilizado realmente o estaban de adorno en tu tocador?

 
6.- No esperar unos instantes entre producto y producto. Para que los sérum, cremas, lociones y demás parafernalia cosmética surtan todo su efecto, es necesario dejar pasar un tiempo entre la aplicación de cada uno de ellos. Si no se hace así, lo más fácil es que arrastremos unos productos con otros, en lugar de depositarlos cuándo y dónde se deben.


7.- Emplear mucha cantidad. La piel es capaz de absorber una determinada cantidad de producto, todo lo que exceda ese límite se quedará sobre su superficie. Y eso significa que la ensuciará sin necesidad, aportará grasa y brillos... vamos, nada positivo. Ni mucho, ni poco, sólo lo justo. Y eso va a depender de tu tipo de piel, de la época del año y de las características propias de la crema. 

 
8.- Masajear con fuerza las cremas sobre el rostro. Muchos productos cambian cuando se frotan enérgicamente sobre la piel. Por ejemplo, los tratamientos de efecto tensor o algunos que llevan protección solar restregados tienen como resultado las tan temidas pelotillas. 

 
9.- Olvidarte del cuello, el escote... y las orejas. Si eres observadora, te darás cuenta de que hay mujeres (y algunos hombres) que tienen una cara bien cuidada, pero cuando se mira a su cuello o su escote parece que pertenecen a una mujer 10 años mayor. Eso se debe a que las cremas hacen su efecto y ralentizan el proceso de envejecimiento, mientras que el cuello, el escote o las orejas quedan a merced de los estragos de la edad. Y se nota.


10.- No utilizar protector solar todo el año. Porque el astro rey daña tu piel independientemente del calendario. Aunque las radiaciones y la exposición sean menores en invierno, también es necesario protegerse. Piensa que ningún tratamiento facial va a funcionar si estás castigando tu piel a diario. Ni antiarrugas, ni antimanchas, ninguno. 

 
Mascarilla11.- No respetar los tiempos de exposición de las mascarillas. La mayoría de las mascarillas faciales (y capilares) requieren un tiempo mínimo de exposición en la piel para beneficiarse de todas sus propiedades. La liberación de sus principios activos no es inmediata y necesitan unos minutos en concreto para funcionar. Si no tienes tiempo para ponerte la mascarilla es mejor que lo dejes para otro momento, porque es desperdiciar el producto. Ojo, que también pueden tener un tiempo máximo para tenerlas sobre el rostro (pueden resecar en exceso, irritar, etc.), así que léete bien las instrucciones de uso o consulta con un profesional.

 
Cepillo facial12.- No exfoliarte la piel o hacerlo en exceso. Tan mala es una cosa como otra. Si no te exfolias la piel periódicamente, las células muertas dejarán tu rostro opaco y sin vida, por no hablar de que crearán una barrera ante los cosméticos que te apliques, así que perderán eficacia. Si te pasas con el peeling, dejarás tu piel sin protección y te asegurarás irritación, rojeces y sequedad. Lee las recomendaciones de uso de la caja, teniendo en cuenta siempre tu tipo de piel y tu actividad. No es lo mismo una piel sensible que una piel con tendencia grasa.


13.- Tocarte la cara constante. Las manos están llenas de bacterias y suciedad que, si te tocas la cara, acamparán en tu piel y te provocarán granitos y otras molestias. Y si estás maquillada... terminarás como un cuadro.


14.- Extraerte los granitos y espinillas. Las bacterias de las manos que te comentaba en el punto anterior también están en las uñas y, si te aprietas los granitos, pasarán directamente a la piel. Y eso provocará inflamación e infecciones. Además, como no somos profesionales de la estética, es fácil dañar no sólo la zona más inmediata al dichoso granito, también a las zonas que lo rodean, con las consiguientes cicatrices.


En próximos post te seguiré comentando errores de belleza que es mejor no cometer: cuerpo, manos, pies, cabello...


¿Te sientes bonita?Nos vemos en el siguiente artículo. Hasta entonces no te olvides de lo más importante en belleza: sé feliz y siéntete segura de lo bonita que eres


La belleza no está en los ojos de quien mira o en los cánones que impone la sociedad, sino en el interior de cada una de nosotras. Todo lo demás que recomiendo aquí es chapa y pintura, la base es toda tuya. 




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04 marzo, 2015

Propiedades de la Melisa

Melissa OfficinalisNo soy partidaria ni de la automedicación ni de la sobremedicación. Creo que las medicinas sólo se deben utilizar cuando son realmente necesarias y las recomienda un médico o un farmacéutico.


Por eso, ante una mala digestión de vez en cuando, prefiero una infusión antes que un medicamento al uso.


Lo habitual en mí era utilizar la típica manzanilla (con o sin anís), la menta poleo u otras similares. Y, aún así, no siempre me ayudaban con una digestión pesada.


Bolsitas de infusionEntonces descubrí la melisa. Esa planta con un nombre tan bonito y primaveral es estupenda para solucionar una mala digestión. Y, además, tiene un sabor y un olor de lo más suave y delicioso.


Su denominación oficial es Melissa officinalis, aunque es conocida también como citronela, toronjil, hoja de limón o limonera, entre otros nombres.


Por eso, en este post te comentaré algunas de sus virtudes, no sólo las digestivas. También algunas de las precauciones que hay que tener.


En cualquier caso, antes de tomar un remedio natural, debes consultar a tu médico o farmacéutico. No sólo ya por si es algo adecuado para ti, también para que valore el malestar o problema que te lleva a utilizar un remedio, por si fuese algo más serio. Una taquicardia puede ser consecuencia de los nervios y, si este fuese el caso, la melisa es estupenda, puesto que es tranquilizante; pero ¿y si la taquicardia no tiene que ver con los nervios y es el síntoma de un problema cardíaco? ¡Mucho cuidado con el autodiagnóstico!


Dicho esto, aquí van las características de la melisa:
 

Propiedades digestivas


    Tetera con infusión
  • Facilita la digestión.
  • Combate los dolores de estómago de tipo nervioso.
  • Ayuda en caso de vómitos relacionados con el estrés, la tensión y los nervios.
  • Es carminativa, por lo que combate los gases.
  • Por su ligero poder astringente, es útil en caso de diarreas leves.
  • Evita el mal aliento (masticando hojas de esta planta o gracias al efecto digestivo de las infusiones).
  • Ayuda en los tratamientos depurativos del hígado.

 
Propiedades tranquilizantes


    Estres
  • Es tranquilizante y ayuda a serenarse.
  • Ayuda a combatir el estrés y los problemas de angustia.
  • Por su poder hipnótico y sedante es perfecta para luchar contra el insomnio.
  • Ayuda a reducir las taquicardias de tipo nervioso.
  • Mejora los espasmos musculares de origen nervioso.


Propiedades analgésicas


    Dolor de cabeza
  • Por su poder antiespasmódico es perfecta para combatir los dolores menstruales, al relajar los espasmos del útero que son los que causan las molestias durante la regla.
  • Ayuda con los dolores de cabeza, sobre todo con los de tipo tensional.
  • Combate en cierta medida los dolores dentales (enjuagues) y de oídos.

 
Otras propiedades


  • Ayuda con los ataques de tos de tipo asmático, precisamente por ser antiespasmódica.
  • Al tratar el estrés y tener propiedades tranquilizantes, ayuda a disminuir la tensión arterial cuando las subidas son de tipo nervioso.
  • Mejora el apetito sexual femenino.


Precauciones


  • No es aconsejable en embarazadas.
  • No deberían utilizarla personas con problemas hepáticos graves.
  • En infusión es muy segura, pero es necesario tener mucho cuidado en forma de aceite esencial, puesto que en esta forma es muy tóxica. Siempre debe utilizarse diluida y, aún así, hacerlo con precaución.


Otra formas de utilización


  • En forma de alcohol de melisa para realizar friegas en caso de dolores musculares.
  • Para baños relajantes, añadiendo 1 cucharada de infusión de melisa por 1/2 litro de agua.
  • En forma de infusión ligera de uso tópico, para luchar contra las pieles grasas, por su potencial astringente.
  • También en infusión ligera como antimosquitos. Sólo hay que diluir 20 gotas de aceite esencial en 100 ml. de agua y vaporizar la mezcla sobre el cuerpo.
    Masaje
  • En forma de aceite de masaje, para mejorar los efectos del asma, la bronquitis o la tensión. Para ello sólo hay que mezclar unas pocas gotas de aceite esencial de melisa con un aceite neutro de masaje.
  • En crema o ungüento para curar las heridas que no cicatrizan o las llagas.
  • En infusión ligera como bactericida y antiséptico natural. 

 
Y, ahora... ¿te apetece una infusión de melisa?