27 octubre, 2021

Cómo Abrir Botes y Frascos que Se Resisten

Te pongo en situación. Estás preparando la comida a toda prisa y te hace falta abrir un tarro con el ingrediente imprescindible. Te diriges a la despensa. Tomas en envase en tus manos... y por más que intentes que la tapa gire en su rosca, no lo consigues, mientras que el resto de los ingredientes se queman en la sartén. Seguro que te ha ocurrido alguna vez. Y quien dice un tarro de conservas, dice el bote de esmalte con el que quieres pintarte las uñas.


Por eso, en este post te quiero dar algunos trucos para abrir esos botes y frascos que se resisten.

 

Cómo abrir botes y frascos que se resisten
 


Lo primero que debes tener en cuenta es que los problemas para que la tapa de un tarro o un frasco no gire en su rosca son el agarre, el sello de vacío o los residuos que se puedan haber quedado pegados o resecos.


Mejorar el agarre

 

Utiliza una goma elástica. Enróllala en el borde de la tapa y gírala, verás lo fácil que es abrir así un bote que se resiste. Es mi truco favorito. Me sirve incluso para abrir los botecitos de esmalte de uñas que en los que la laca se ha quedado pegada en la rosca y que llevo mucho tiempo sin usar. Es infalible. 


Gomas elásticas de colores


 Ponte unos guantes de goma, de los de fregar los platos. Funciona casi como la goma elástica. Además te será muy útil si no puedes abrir el envase porque se te resbala entre las manos. Imprescindible secar el frasco antes y que los guantes estén completamente secos. 


Guantes de goma

 

Envuelve el tarro (o la tapa) en papel film. Si lo que te ocurre es que el tarro se te resbala y por eso no puedes hacer fuerza suficiente, enrollar un poco de papel film alrededor del tarro puede ser suficiente para desenroscar la tapa. 

 

Envuelve el frasco en un paño o un pedazo de papel de cocina. Funciona casi como en el caso anterior, pero conseguirás menos agarre. 


Bote de cristal con tapa

 

Elimina el sello de vacío o los residuos en la rosca o la tapa

 

Dale un golpe seco en la parte inferior del tarro. Es importante que tengas cuidado de no hacerte daño en la palma de la mano, si es necesario, enfúndate las manoplas que utilizas para sacar las bandejas del horno. Al estar acolchadas podrás hacer más fuerza sin poner en riesgo tu mano.

 

También puedes probar a darle unos ligeros golpes en la parte superior de la tapa para eliminar el vacío. En este caso utiliza una herramienta no muy pesada, como una cuchara de madera.


Cucharas de madera

 

Puedes utilizar el mango de un cubierto para darle un golpe en borde de la tapa, de forma que se pierda el vacío y te sea más fácil abrir el frasco. Hazlo con cuidado, porque puedes romper la rosca de cristal. Y hablo desde la experiencia... Debe ser un golpecito seco y relativamente suave. Es mejor darle varios toques que uno intenso y tener que tirar el contenido del tarro.

 

Introduce la parte de la tapa en agua caliente, bien bajo el grifo (malgastarás agua) o en un recipiente lo suficientemente alto para que toda la tapa quede sumergida. Dale la vuelta al tarro, así necesitarás menos líquido. El calor expandirá el metal y te será más fácil manipularlo. Este truco también es útil cuando no se puede abrir un frasco porque se ha salido parte del contenido en algún momento y éste era muy pegajoso. Ojo con la tapa, porque puede quemarte, utiliza algo para protegerte cuando la abras.

 

En caso de que el agua caliente no sea suficiente, puedes utilizar un secador de pelo. Ten mucho cuidado a la hora de tocar la tapa, porque puedes quemarte. Envuélvela en un paño para evitarlo.

 

En caso de que no te importe que la tapa ya no cierre perfectamente después, puedes introducir la punta de un cuchillo o los dientes de un tenedor entre el borde de la tapa y la rosca interior para eliminar el sello de vacío. Ten mucho cuidado de que la punta no se rompa y que el cuchillo no se mueva y termines cortándote. Lo mejor para evitar problemas es usar uno de punta roma.

 

Cubiertos

 

Y más trucos...

 

Dos mejor que uno. Si el problema es que tienes las manos pequeñas o no tienes fuerza suficiente, siempre puedes pedirle a alguien te te eche una mano... literalmente. Uno tomará el tarro con las manos y el otro girará la tapa. 


También puedes ayudarte del talento de los diseñadores, porque hay abridores específicos para este fin que puedes comprar en tiendas de artículos de cocina, ferreterías y en tiendas en Internet. 

 

Si la tapa se te resiste a pesar de todos estos trucos (y si es metálica y no muy gruesa) utilizar un último recurso: un abridor de latas. Perderás la tapa, pero podrás acceder al interior del envase. 


Con estos trucos abrir frascos y botes te será mucho más fácil, seguro.


 

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20 octubre, 2021

Cosas del Hogar que No se Limpian con Suficiente Frecuencia (o Nunca)

Incluso si lo tuyo es la pulcritud y la higiene, hay áreas en las que, a pesar de acumularse suciedad y bacterias en grandes cantidades, no se suelen limpiar con la frecuencia necesaria. Y en la mayor parte de los casos no es por desidia, sino porque no suelen estar presentes en nuestras rutinas de limpieza. Son esas áreas y elementos que no son obvios, pero que se usan mucho.


En este post podrás recordar algunas de las zonas y objetos del hogar que también necesitan una limpieza cuidadosa, no a diario, pero sí con cierta periodicidad.

 

Cosas del hogar que no se limpian con suficiente frecuencia (o nunca)

 

En general

 

Pomos de las puertas

 

Ni te imaginas lo que son capaces de acumular estos elementos que tienes en tu hogar. Emplea un paño y un desinfectante o limpiador adecuado para el material del que estén fabricados. Ten mucho cuidado con la madera o el acabado de las puertas, porque el producto que emplees para los picaportes con casi toda seguridad la dañará. 

 

Interruptores 

 

Son elementos que tocamos constantemente y no siempre con las manos completamente limpias, por lo que acumulan suciedad y gérmenes. 

 

Límpialos con un paño y un desinfectante al menos una vez a la semana. Si están muy sucios, puedes utilizar un bastoncillo de algodón o un objeto con filo forrado con papel de cocina, humedecidos con el mismo producto para repasar rincones. Eso sí, ten muchísimo cuidado para que no entre humedad en el mecanismo y que las herramientas de limpieza no toquen su interior.

 

Enchufes

 

Acumulan mucha porquería y también necesitan cuidado. Para limpiarlos es sumamente importante que cortes el suministro eléctrico antes de trabajar en ellos. Los puedes limpiar igual que en el caso de los interruptores. Para las zonas difíciles utiliza un bastoncillo o un cepillo de dientes viejo. Ten muchísimo cuidado para que no entre humedad en el interior y no vuelvas a conectar la electricidad hasta que no se haya secado cualquier resto de desinfectante o limpiador que hayas podido emplear. 

 

Enchufe en la pared

 

Bombillas y fluorescentes

 

Las bombillas también suelen acumular polvo y porquería. Para limpiarlas, hazlo siempre cuando estén totalmente frías y sin suministro eléctrico, bien porque hayas desenchufado las lámparas o porque hayas cortado la luz en el caso de apliques y lámparas ancladas a paredes o techos. 

 

Lo ideal es pasar el plumero o la bayeta que utilices para eliminar el polvo al mismo tiempo que en el resto de objetos y superficies. 

 

Para limpiarlas más en profundidad, hazlo con una bayeta de microfibra ligerísimamente humedecida con agua del grifo. Evita cualquier limpiador que pueda quemarse o inflamarse cuando la bombilla se caliente.

 

Apliques y plafones

 

Suelen acumular polvo, pelusas, grasa... e insectos. Así que desmóntalos, lava el cristal protector, si lo lleva y limpia con cuidado el mecanismo (sin corriente eléctrica). Puedes utilizar primero un plumero o brocha para retirar el polvo y luego pasar un paño o bayeta con un limpiador suave y apropiado para los materiales. 

 

Lámparas

 

Las tulipas y protectores de las lámparas se ensucian tanto como los pies, por lo que tienes que dedicarles atención cada cierto tiempo. Límpiales el polvo con frecuencia y no te olvides de cepillarlas cada 1-2 meses. Si están muy sucias, utiliza un paño suave y un limpiador específico para el material (tela, papel...) Si son de cristal, puedes emplear un limpiador especifico, y en algunos casos incluso limpiarlos bajo el agua una vez desmontados (siempre que la estructura en la que vayan montados lo permita). 


Lámpara de techo

 

Paredes y techos

 

Las paredes y techos recogen también polvo y mugre (y telarañas). Puedes utilizar o una mopa limpia y que sólo uses para las superficies verticales y techos. 

 

Si las paredes son lavables, puedes limpiarlas con una esponja suave y un limpiador adecuado para el material o la pintura. También te servirá una bayeta de microfibra humedecida con agua. 


Salón

 

Mando a distancia

 

Le ocurre lo mismo que a los interruptores: se ensucia mucho, muchísimo. Y acumula bacterias y otros elementos de lo más indeseable.

 

Primero utiliza una brocha o un cepillo de dientes viejo (limpios) para eliminar el polvo y residuos que se hayan podido quedar entre las teclas. 

 

Límpialo después con un paño suave y que no deje pelusa y un desinfectante. Utiliza un bastoncillo de algodón para dejar perfectas las zonas más difíciles.

 

Teléfono fijo

 

Ya son casi una rareza en nuestras casas, pero todavía los hay, y necesitan limpiarlos con cierta periodicidad. Hazlo del mismo modo que en el caso de los mandos a distancia. Insiste sobre todo en la zona del auricular y el micrófono, así como en la zona que se toma por la mano.

 

Persona limpiando el auricular de un teléfono fijo

 

Aire acondicionado

 

Debes limpiarlo tanto por fuera como por dentro. Elimina el polvo en el exterior de forma habitual. Si está muy sucio, puedes utilizar un cepillo de dientes o una brocha para limpiar rendijas y rincones, y luego emplear una bayeta con un limpiador que no ataque el plástico.

 

Pero lo más importante es sin duda ocuparse de los filtros. Lee cuidadosamente el manual de uso para aprender cómo retirarlos y montarlos, así como las recomendaciones del fabricante para higienizarlos.


Dormitorio

 

Almohadas

 

Lo ideal es que sean lavables al completo. Si es así, lávalas en la lavadora al menos cada comienzo de temporada, lo que supone una vez cada 3-4 meses.

 

Las fundas (no los almohadones) requieren un lavado concienzudo en lavadora, con un un detergente suave y un producto desinfectante y antiolores específico para tejidos.  

 

El secado es sumamente importante en este caso, así que cerciórate de que tanto en la almohada como en la funda no queda ningún resto de humedad.

 

Cama con almohadas y cojines

 

Colchón

 

Aspíralo con frecuencia, utilizando el accesorio para textiles. Puedes ventilarlo al sol de vez en cuando si te es posible. También es conveniente girarlo poniendo la parte de la cabecera en los pies para que se desgaste por igual. 

 

En caso de que esté muy sucio, puedes espolvorearlo con bicarbonato sódico, dejándolo actuar 1-2 horas y luego aspirando o cepillando el polvo. Incluso puedes pasar una esponja o paño ligeramente humedecido con agua del grifo con un chorro de agua oxigenada (o vinagre de limpieza). No mojes apenas el tejido y deja secar completamente antes de hacer de nuevo la cama.

 

Armarios y cómoda

 

Los armarios y las cómodas deben higienizarse también en el interior. Hazlo con cada cambio de estación o al menos una vez al año. Saca la ropa y limpia paredes, baldas y cajones. Y no te olvides del suelo y de la zona que hay debajo de las cajoneras de los armarios en las que se suelen acumular el polvo y las pelusas. Puedes utilizar el aspirador para eliminarlos. 


Vestidor

 

Cocina

 

Microondas

 

Acumula grasa, comida y restos en su interior, por lo que debes limpiarlo de forma habitual. Lava el plato a mano o en el lavavajillas casi a diario. 

 

Para el interior puedes utilizar el truco de poner un recipiente con agua y vinagre o limón en una buena cantidad, dejando que el agua hierva. Luego deja que el vapor con los desengrasantes haga su magia, retira el recipiente (con cuidado de no quemarte ni echarte el agua caliente encima) y pasa una bayeta limpia por todas las superficies. 

 

Horno

 

Si tienes horno, no vale sólo con quitarle las migas o con pasarle un papel para quitarle las manchas más visibles de grasa o comida. De vez en cuando debes limpiarlo en profundidad. En el post Cómo Limpiar el Horno Bien y Sin Tóxicos te contamos cómo hacerlo.  


Nevera

 

En ella depositas la comida, por lo que debes mantener una limpieza escrupulosa. Limpia las baldas, los cajones y todos los elementos de su interior. En nuestro post Cómo Ordenar Bien la Nevera encontrarás un apartado en el que te contamos cómo limpiarla.

 

Nevera azul

 

Congelador

 

Vale, el frío conserva y no deja que las bacterias hagan de las suyas, pero... ¿seguro que quieres dejar que tu comida esté en un espacio sucio? Saca todo del congelador, elimina el hielo, límpialo y vuelve a colocar todo de nuevo.

 

Lavavajillas

 

Además de los productos limpiamáquinas, el lavavajillas requiere de una limpieza interior más intensa. Elimina la porquería acumulada en el filtro, utiliza un cepillo para darle una buena pasada a las paredes interiores y a la puerta por dentro. No te olvides de los cantos.

 

Lavadora

 

Utiliza un limpiamáquinas cada 1-2 meses, poniendo un programa en vacío para que se quede en perfectas condiciones. Antes de hacerlo limpia la goma de la lavadora, el tambor y el cajetín del detergente.

 

Tampoco estaría de más que limpiases el interior del filtro, si está en un lugar accesible. No cuesta trabajo y te evitará más de un disgusto.

 

Campana extractora

 

Hazlo no sólo por higiene, también por tu seguridad. La grasa que se acumula en la campana puede provocar un grave incendio si se te prende una sartén, porque servirá de combustible para el fuego. 

 

Retira los filtros y límpialos completamente. Puedes utilizar un cepillo suave un buen quitagrasas. No te olvides de ocuparte del interior. Si tu lavavajillas te lo permite, puedes lavarlos allí.


Cocina con campana extractora

 

El cubo de la basura

 

En el post Cómo Evitar que el Cubo de la Basura Huela Mal encontrarás todas las claves y trucos para dejarlo sin malos olores y como los chorros del oro.

 

Rejillas de ventilación

 

Límpiales el polvo con frecuencia. Yo incluso les paso el aspirador para retirarlo. Si hay pelusas y fibras incrustadas, puedes utilizar una brocha o un cepillo para eliminarlas.

 

Luego utilizar un cepillo o esponja con un buen detergente (antigrasas, si están en la cocina), aclara y seca bien. 

 

Esos rincones incómodos...

 

Detrás de la nevera, del fregadero, del la lavadora, del lavavajillas, debajo de los zócalos de los muebles de la cocina, los altillos... ahí se acumula de todo: polvo, pelusas, migas, cabellos o pelitos de las mascotas, etc. Todo ello puede invitar a las plagas y a los malos olores. Aunque sea pesado (y desagradable), limpia esas zonas de vez en cuando.

 

Cocina

 

Bayetas, paños, estropajos y fregonas

 

Todas las herramientas que utilices para limpiar también deben estar limpios, también los paños, bayetas, estropajos y fregonas. Lo ideal es que cuando termines de usarlos los dejes en perfecto estado de revista, si no puedes, al menos dedícales atención 1-2 veces en semana, según la frecuencia con la que los uses. 

 

Los recipientes de productos de limpieza

 

En los botes, botellas y tarros de los productos que usas para limpiar se acumulan restos de líquidos y pastas y huellas de suciedad que dejamos con las manos, por lo que conviene darles una pasada antes de guardarlos, o al menos pasarles un paño con agua de vez en cuando. En este caso no te recomiendo limpiadores, para que las posibles mezclas no te pongan en riesgo. Ah, y no te olvides de limpiar los cercos y restos que puedan quedar en las baldas y cajones en los que guardes esos productos.

 

Baño

 

Portacepillos

 

El agua y los restos de dentífrico pueden dejar una desagradable (y maloliente) pasta en el interior del lugar en el que tengas los cepillos de dientes. Si el material lo permite, lávalo en el lavavajillas o hazlo a mano, dejándolo antes en remojo con un poco de agua oxigenada, vinagre blanco o incluso con unas gotas de lejía de uso alimentario. Tira ese agua, límpialo con un estropajo (de la cocina) y jabón para lavar los platos, acláralo completamente y deja que se seque antes de depositar de nuevo los cepillos.

 

Jabonera

 

Los restos de agua y jabón acaban ensuciando mucho la jabonera, incluso puede llegar a formarse moho, por lo que debes limpiarla con cierta frecuencia. Si es desmontable, puedes lavarla con un cepillo y detergente o incluso ponerla dentro del lavavajillas. Si está atornillada a la pared, puedes utilizar un cepillo, estropajo o esponja, con un detergente apropiado. No te olvides de aclarar todo el detergente y secarla. El vinagre de limpieza también suele funcionar bastante bien para este tipo de elementos.  


Encimera del baño con lavabos y espejos

 

Portaescobillas y escobilla

 

Ya sé que es desagradable hasta pensar en ellos, pero son útiles y están en todos los baños. Y hay que higienizarlos. Limpia el portaescobillas, tanto en el interior como en el exterior. Para la escobilla, te aconsejo que la dejes en remojo con agua y lejía o un desinfectante potente, luego aclara bien.

 

Cortina de la ducha

 

Se suele ensuciar con salpicaduras de jabón, champú, mascarillas, junto con polvo y otro tipo de suciedad. Por eso es importante limpiarla cuando sea necesario. Lo ideal: meterla en la lavadora. Si no puedes utilizar una bayeta o esponja con detergente y luego aclárala en la propia ducha. Y no te olvides de la barra en la que va colgada, que también suele ensuciarse mucho, sobre todo en su parte superior.  

 

Adornos y cosméticos

 

Además del polvo y la suciedad que aparecen en cualquier zona de la casa, en el baño hay otros invitados indeseables que pueden depositarse en los adornos y los botes y tarros de cosméticos: las partículas que se quedan en suspensión después de haber tirado de la cadena del inodoro. ¿Te imaginas? Por eso es necesario que los limpies y desinfectes de forma periódica. 

 

¿Se te ocurre alguna zona u objeto del hogar que se me haya ocurrido incluir en esta lista? Deja tu sugerencia o tu idea en el apartado de comentarios si lo deseas.


 

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13 octubre, 2021

Patatas al Horno con Cebolla, Manzana y Pasas

Las guarniciones, a pesar de ser acompañamientos, son tan importantes o más que los platos principales. De hecho, en muchos casos una buena guarnición puede levantar un principal mediocre como por arte de magia.

 

Y uno de los acompañamientos estrella suelen ser las patatas. Solas o con otros ingredientes. Fritas, cocidas, al vapor, en puré o, como más me gustan: al horno. 

 

Así que en este post voy a compartir contigo una guarnición rica y sencilla de patatas al horno picantes con cebolla, manzanas y pasas

 

Venga, a por el delantal, que aquí tienes la receta... 


Patatas al horno con cebolla, manzana y pasas (y un punto picante)


Ingredientes

 

4 patatas medianas

1 cebolla dulce

1 manzana

1 puñado de pasas sultanas

Aceite de oliva virgen extra

Coñac

Sal

Guindilla "ojo de pájaro" (1 ó 2 según el tamaño y tu gusto por el picante)

Canela de Ceylán en polvo

Cominos molidos 


Notas sobre los ingredientes

 

En mi caso he utilizado manzana de tipo Ambrosía, aunque también puedes prepararlo con Fuji o Golden.

 

En caso de que no te guste el picante, puedes prescindir de la guindilla. Y si te gusta, pero no tanto, puedes utilizar pimienta blanca o negra.

 

Si no te gustan las pasas, puedes añadir orejones de albaricoque, dátiles o incluso uvas frescas.

 

Prescinde del coñac si no te gusta o no quieres que el plato tenga nada de alcohol. 

 

En la lista de ingredientes te indico que la canela es de Ceylán, porque la variante china que se suele encontrar en los estantes muchos supermercados no tiene ni el mismo sabor ni el mismo aroma. Es un poquito más cara, pero como es más intensa, tendrás que utilizar mucha menos cantidad. Lo ideal es adquirirla en los establecimientos de venta de especias a granel en lugar de comprarla en los consabidos botecitos de cristal. 


Preparación

 

Lava muy bien las patatas y córtalas en rodajas, dejándoles la piel.

 

Bolsa de papel con patatas

 

Pela y corta la cebolla en gajos.

 

Pela la manzana y córtala también en gajos no muy finos. Añade

 

Precalienta el horno a 200ºC.

 

Forra con papel de horno una bandeja y dispón las patatas y la cebolla.

 

Vierte un chorrito de coñac y un hilillo de aceite de oliva sobre ellas.

 

Añade la canela y los cominos al gusto. 

 

Machaca la guindilla (o utiliza un molinillo) y ponla sobre las hortalizas.


Bandeja de horno con patatas, cebolla, canela, cominos y guindilla

 

Hornea hasta que las patatas y la cebolla comiencen a estar casi hechas, en ese momento añade la manzana.

 

Cuando las patatas, la cebolla y la manzana estén hechas y hayan comenzado a dorarse incorpora las pasas y añade un poquito más de coñac. 

 

Bandeja de horno con patatas, cebolla, manzana, pasas, canela, cominos y guindilla

 

Termina de hornear hasta que las pasas se hayan hidratado, el alcohol se haya evaporado y que todo esté bien doradito. 

 

Bandeja de horno con patatas, cebolla, manzana, pasas, canela, cominos y guindilla


Bandeja de horno con patatas, cebolla, manzana, pasas, canela, cominos y guindilla

 

Es una guarnición deliciosa, perfecta para acompañar a carne de caza (yo la preparé con filetes de ciervo), pollo, solomillo ibérico; incluso con pescados como el bacalao. 


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06 octubre, 2021

Con estos Trucos Tu Base de Maquillaje No Se Cuarteará

Te maquillas con cuidado, dedicándole tiempo, utilizando una buena base y tras un par de horas te miras en el espejo y te das cuenta (con horror) de que tu base se ha cuarteado. Y eso suele suceder justo en el momento en el que quieres estar perfecta, como una entrevista de trabajo, una cita de esas en las que has puesto muchas expectativas o un evento importante. ¿Te suena la situación? ¿Te ha ocurrido alguna vez? Te confieso que a mí sí me ha sucedido. Y es algo bastante fastidioso.

 

Y es que hay zonas en las que es más fácil que el maquillaje se agriete, sobre todo en la zona alrededor de los ojos, en los surcos nasogenianos y en cualquier parte del rostro que se vea afectada por la gesticulación o las arrugas. 


Si no quieres que tu base de maquillaje se cuartee más, aquí tienes algunos consejos y trucos sencillos para conseguirlo.


Con estos trucos tu base de maquillaje no se cuarteará

 

Para conseguir que la base de maquillaje no se cuartee y que quede perfectamente aplicada, es necesario hacerlo siempre sobre una piel impoluta.

 

Hidrata la piel en profundidad. Si la piel está seca, el maquillaje no se integrará con la piel. Además, habrá zonas más secas y terminarán apareciendo parches con más base que en otros. Deja que el producto se absorba completamente antes de utilizar la prebase o la base. Por cierto, el hecho de hidratar de forma puntual la piel para prepararla para el maquillaje no es la mejor opción. Si quieres que tu base quede perfecta, tu piel debe estar cuidada de manera constante, proporcionándole la limpieza, los cuidados y los principios activos que necesita. 


Crema

 

No te olvides del contorno de ojos. Y en este caso, como en el de la hidratante, deja que repose antes de maquillar.

 

Elige cuidadosamente la base. Para hacerlo debes tener en cuenta tu tipo de piel, su estado, tu edad, el efecto que quieres conseguir, la duración que esperas... Tienes bases fluidas, cubrientes, compactas o en barra. Pero también tienes a tu disposición otros productos más ligeros y con los que es más difícil que aparezcan grietas, como las BB Creams, CC Creams, Skin Tints, etc. 

 

Productos y bases de maquillaje

 

 

Ten en cuenta que la piel no requiere la misma base cuando hace más calor que cuando hace mucho frío. Lo habitual es requerir diferentes productos tanto en formulación como en tono.

 

Utiliza una prebase. Retendrá mejor la humedad, creará una película suave sobre la piel, permitirá que tengas que usar menos producto y éste estará en mejor estado durante más tiempo.

 

Procura evitar los correctores muy densos. Si quieres evitar el cuarteamiento bajo los ojos o en los lugares en los que hayas aplicado corrector, intenta que sean líquidos o muy fluidos, o también puedes extenderlos bien con los dedos o con un cepillo. Y no te excedas con la cantidad. 

 

Correctores


 

Si empleas correctores con una cobertura intensa o total, puedes poner una gota de aceite facial para que se extienda mejor y no se apelmace demasiado.

 

Utiliza pequeñas cantidades a la hora de aplicar la base. Si es necesario, puedes ir depositando más cantidad sobre tu piel, pero hazlo poco a poco. Menos siempre es más, sobre todo en el caso de la base de maquillaje. 

 

Si quieres un efecto luminoso y con un brillo sutil, puedes mezclar una gota de iluminador con la base. Eso te permitirá conseguir el ansiado efecto buena cara, sin necesidad de emplear mucha cantidad. 

 

Si vas a utilizar blush o polvos bronceadores después, la capa de base debe ser ligera. Piensa que al aportar rubor y un sutil bronceado después, no es necesario cubrir tanto la piel. Por otra parte, si sumas la capa de base, la de colorete y la de polvos, es más fácil que el resultado se cuartee.

 

A la hora de aplicarlo, utiliza la herramienta adecuada para el tipo de base y el efecto que desees obtener.

 

Bolsa con productos de maquillaje y una brocha
 

 

Puedes finalizar con un espray fijador de maquillaje. 

 

Si te aplicas polvos para sellar el maquillaje, no te excedas con la cantidad y úsalos únicamente en las zonas que lo requieras. Si tienes tienes la piel seca, con arrugas o con tendencia a que el maquillaje se cuartee, es mejor que no los uses.  


Polvos, borla y flores de lavanda

 

Las toallitas matificantes son perfectas para evitar los brillos y el aceite sobre la piel. Aunque parezca una incongruencia, la grasa no te ayudará a evitar las grietas, todo lo contrario. La base se separará de los aceites, de modo que se cuarteará en las arrugas y las zonas con las que más gesticulas. La grasa y brillos que aparecen en el rostro no tienen nada que ver con la hidratación y con la nutrición de la piel.

 

Si a pesar de todos estos trucos finalmente se agrieta la base, puedes recomponerla utilizando una esponja de maquillaje ligeramente humedecida con un poco de agua termal o de bruma facial y pasándola con cuidado por la zona. Utilízala con pequeños toquecitos, no arrastrando. 


Estos trucos te van a ayudar a mantener tu base de maquillaje impoluta durante más tiempo.

 

 

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Neutralizador vs Corrector

 

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