27 mayo, 2020

Prendas y Accesorios que Deberías Desechar

Abre el armario y la cómoda, por favor. ¿Qué ves? ¿Ropa que desborda las perchas y los cajones? ¿Joyeros repletos? ¿Cajas y bolsas con todo tipo de complementos metidos a presión?


Y tengo otra pregunta más: ¿a la hora de vestirte tienes la sensación de que no tienes nada que ponerte?


Si las respuestas a todas estas cuestiones son afirmativas, el diagnóstico es claro: tienes demasiado espacio ocupado por... nada. Porque todo aquello que no te pones es como si no tuvieses nada en tu armario. De hecho, esas prendas y accesorios fantasma se adueñan de todo y no te dejan ver lo que realmente sí podrías usar.


Las compras compulsivas, la posibilidad de comprar cualquier prenda a precios irrisorios y la incapacidad de deshacerse de nada son los desencadenantes de esos armarios abarrotados. Y las enemigas de tu bolsillo y de tu imagen.


Dejando aparte el consumo poco responsable, en este post me quiero centrar en aquellas prendas y accesorios de los que deberías deshacerte ahora mismo. Ya sé que es algo difícil, pero todo es cuestión de voluntad... y de estas ideas que espero que supongan un pequeño empujoncito.


Prendas y accesorios que deberías desechar


Qué ocurre cuando no te deshaces de las prendas y complementos que no usas


  • No sabrás de qué ropa dispones realmente.

  • No encontrarás lo que buscas.

  • Tendrás mucha ropa, pero nada que ponerte.

  • Ocuparás más espacio del que realmente necesitas.


Qué puedes hacer con ellos


  • Dónalos si está en buen estado.

  • Regálalos si hay alguien entre tus amigos o conocidos a quien siempre le ha gustado mucho esa prenda o ese complemento.

  • Recíclalos. Si está en muy mal estado, puedes hacer trapos para limpiar, por ejemplo. Y si eres mañosa, puedes utilizarla para crear nuevas prendas, hacer manualidades...

  • A la basura. Si la ropa o los complementos están realmente en muy malas condiciones, deséchalas definitivamente, pero hazlo en los contenedores correctos.


De qué deberías deshacerte ya


Prendas o accesorios muy parecidos


Si tienes en tu armario diez camisas blancas, todas del mismo estilo, te sobran varias. Hay prendas que nos gustan mucho y tendemos a comprarlas una y otra vez, aunque tengamos un buen surtido de ellas.


Y, salvo que formen parte de un uniforme y que debas ponértelas a diario, con 2 o 3 a lo sumo es más que suficiente. Elige las que más te gusten y que estén en mejor estado y deshazte del resto sin miramientos.


Mujer doblando ropa


Ropa que nunca te has puesto


Y no hablo de esas prendas que has comprado en una venta especial y que estás reservando para la boda de tu hermana o de la graduación de tu sobrino, sino de esas piezas que adquiriste en un momento de debilidad y a las que no has llegado a quitar la etiqueta.


Ese tipo de ropa que nunca te pondrás, ya sabes a lo que me refiero. Ese vestido largo con cola que nunca saldrá de su funda, porque nunca vas a fiestas ni te invitan a un estreno de una ópera. Esa falda de encaje que jamás lucirás, porque no te pones más que pantalones desde que te quitaste el uniforme de primaria.


Lo que no te has puesto más de una vez


Si hay algo en tu armario o en tu joyero que no te has puesto más que una vez, deberías decirle adiós.


Cuando has estrenado algo y no has vuelto a repetir, es una muestra clara de que no te hace sentir cómoda, no te agrada de verdad o no te favorece. Así que... ¿qué haces todavía guardándolo como oro en paño?


Camisetas de diferentes colores


Prendas que se supone que debes tener en tu armario


Hay una serie de piezas de ropa y accesorios que son de fondo de armario y que se supone que debes tener. Un pantalón de vestir, una camisa blanca, un vestidito negro, unos vaqueros clásicos, una gabardina... los sospechosos habituales. Pues bien, puede que estos imprescindibles no lo sean para ti, porque no te gustan o porque no encajan con tu estilo de vida.


Si algunas de estas piezas no son básicas para ti, deshazte de ellas.


Aquello que no te sienta bien


Si tienes ropa que no es de tu talla o que no encaja con tu fisionomía, no te la pondrás nunca. Si puedes reformarla para que te sirva en este momento, hazlo o llévala a la modista. Si no, dónala o recíclala.


Si las prendas son pequeñas y estás esperando a adelgazar, si lo consigues, probablemente ya no te gusten y quieras hacerte con piezas más actuales. Si son muy grandes y las guardas por si subes algún kilo, las odiarás porque te sirven y acabarás por no ponértelas.


Prendas heredadas


Todas tenemos en nuestra vida alguien que se empeña en regalarnos ropa y complementos suyos que, según ella, nos van a quedar fenomenal y que son de nuestro estilo. Y, no nos engañemos, en la mayor parte de los casos, esa ropa se queda colgada en una percha o en la funda en un maletero durante años.
 

Mi consejo es que no heredes ninguna prenda, salvo que sea algo que te gusta mucho y que te sienta muy bien.


Hombre abrochando una camisa


Ropa regalada


Con la ropa regalada, ocurre lo mismo que con la heredada: en muchos casos no te la pondrás jamás. Hay personas que piensan que conocen exactamente lo que nos gusta y lo que nos favorece... y casi nunca aciertan.


Si te regalan ropa, no te gusta y tienes la posibilidad de cambiarla, hazlo sin remordimientos. Es mejor decirle a quien te ha regalado la prenda que la has cambiado por otra porque no era de tu talla y no había el mismo modelo en la tienda, que malgastar su dinero o ponerte algo que odias por compromiso.


Prendas estropeadas


Las prendas o complementos que estén rotos, desgastados o deformados, requieren que te plantees si tienen arreglo o no y si realmente te gustan. Si no se pueden reparar y únicamente los tienes guardados por inercia o porque te da pereza tirarlos, ya sabes cuál debería ser su futuro...


Ropa cómoda, demasiado cómoda


Ya sabes a lo que me refiero. Camisetas enormes y con agujeros o manchas indelebles, camisones o pijamas con los que no permitirías que te viese ni tu abuela (y sin gafas), ropa interior del tipo árbol de Navidad (por la cantidad de bolitas que tiene), sudaderas espantosas... ese tipo de prendas tan cómodas, realmente lo que hacen es minar tu autoestima, no hacer que te sientas confortable. Y lo difícil que es sacarlas del armario y la cantidad de ellas que somos capaces de acumular...


Deshazte de ellas y busca ropa cómoda para sustituir esos desechos textiles ya. No hace falta que sean muchas piezas, ni que te gastes mucho dinero, pero sí que te hagan sentirte bien.


Prendas que huelen mal


Hay ropa que adquiere mal olor y del que es muy difícil de eliminar. Por ejemplo, las que huelen a humedad. Si te gusta mucho, llévala a la tintorería para ver si pueden eliminarlo. En caso contrario, deséchalo.


Las prendas oscuras deportivas pueden adquirir un mal olor permanente, que es muy difícil de eliminar. Te invito a que leas el post 14 Trucos para Eliminar el Mal Olor de la Ropa Deportiva o que pruebes a emplear bicarbonato sódico en lugar de suavizante o a usar productos como Sanytol para textiles.


Si el mal olor no se quita, deshazte de la prenda.


Accesorios superfluos


Anillos, pulseras, collares, pañuelos, cinturones, sombreros, gorras, guantes... es tan fácil comprarlos. Son tan bonitos y tienen precios más asequibles, que es difícil resistirse. Y luego pasa lo que pasa: cajones, cajas y joyeros repletos de complementos que únicamente ocupan espacio.


Zapatos


Consejos


No compres más ropa hasta que no hayas hecho una buena limpieza de armarios, de cajones y de zapateros.


Que aparezcan constantemente tendencias y microtendencias no significa que debas seguirlas todas. Busca tu propio estilo y aderézalo con alguna prenda actual.


Todas las reglas anteriores no se aplican a prendas y complementos atemporales, especiales o que te gusten mucho. Algunas de ellas puedes guardarlas, porque probablemente te las volverás a poner pasados unos años.


Dedica tiempo a formar conjuntos con la ropa y los accesorios que te gustan, así ampliarás el abanico de outfits que puedes conseguir con lo que tienes y sabrás exactamente lo que te sobra y que no usarás nunca.


Invierte en básicos, tus básicos, más que en prendas de tendencia. Podrás tenerlos en tu armario durante mucho más tiempo y podrás combinarlos con piezas más actuales para modernizar tus outfits.


Pantalón colgado de una percha


Adquiere ropa y complementos que combinen bien con lo que ya tienes en el armario. Así podrás sacarles todo el partido y no los abandonarás en un rincón de tus cajones.


Cuida tu ropa. Cuanto más la cuides, más partido le sacarás y menos posibilidades de tener que desecharla habrá.


Mantenla al día. Si se descose un botón o un dobladillo, cóselo. Si necesita un cambio de cremallera, hazlo. En caso de que tengas que cambiar una goma, reponla. Si tus zapatos necesitan unas suelas nuevas, llévalas al zapatero. En caso de que tengas un collar en el que un eslabón se ha soltado, apriétalo con un alicate. Si vas dejando estos detalles, dejarás de ponerte la ropa y los complementos.


Maestros de la costura. Si tu ropa necesita un arreglo, hazlo inmediatamente. En caso contrario, te olvidarás de esas prendas y no te las pondrás jamás. Si puedes arregla las prendas tú. Si no se te da bien eso de la costura, búscate una buena modista para que te ayude a dejar tu ropa en perfecto estado de revista. Y para esto no vale cualquiera, porque una cosa es encargarse de un dobladillo y otra muy diferente reformar las prendas. Dedícale algo de tiempo a buscar una verdadera modista (y eso no significa que sea cara, sino profesional).


Prueba y verás la cantidad de beneficios tiene el hecho de aligerar tu armario.



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La primera vez que apareció el post Prendas y Accesorios que Deberías Desechar fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.


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