30 mayo, 2018

Consejos para que Tu Ropa Huela Muy Bien

No hay nada más agradable que sacar una prenda del armario o de la cómoda, acercársela al rostro y aspirar un aroma fresco y limpio, como en un anuncio de suavizante. O que alguien se acerque a nosotros y nos diga que nuestra ropa huele muy bien y de forma muy personal. Parece algo nimio, pero es un detalle que nos hace comenzar el día con una sonrisa y que mejora nuestra imagen personal.


Para conseguir que tu ropa huela siempre bien, a continuación quiero compartir contigo algunos trucos que puedes poner en práctica desde ahora mismo.


Consejos para que tu ropa huela muy bien


Lava tu ropa con frecuencia


Puede parecer una obviedad, pero lavar la ropa es el paso fundamental para eliminar el mal olor que pueda tener.


Habrá prendas que podrás usar más de una vez antes de lavarlas (pantalones, faldas, vaqueros, vestidos...) y otras que es necesario meterlas en la lavadora con una solo puesta (braguitas, calzoncillos, calcetines, medias...).


No dejes las prendas indefinidamente en el cesto de la ropa sucia


Cuanto más tardes en lavar las prendas sucias, más se fijarán las manchas... y los olores. Sobre todo si las prendas conservan humedad o han estado expuestas a aromas fuertes o desagradables.


También deberías evitar mezclar ropa húmeda y seca en el cesto de prendas para lavar, porque todo terminará con olor a moho. Procura secar todo lo que vayas a dejar pendiente de lavar. Otra forma de evitar que toda la ropa sucia acabe adquiriendo ese desagradable tufo a moho es poner en remojo las prendas húmedas, con agua tibia y añadiéndoles un chorrito de detergente o de bicarbonato, y metiéndolas en la lavadora cuando vayas a hacer la colada.


Airea


Si vas a utilizar una prenda en más de una ocasión, te recomiendo que la airees antes de guardarla en el armario o la cómoda. Así darás tiempo para que los malos olores se diluyan y que la posible humedad del sudor se evapore.


Ropa aireándose


Quien evita la ocasión...


Evita los ambientes en los que pueda haber malos olores. Por ejemplo, si cocinas mucho, ten ropa especialmente destinada a ese fin, así no dejarás tus prendas de calle impregnadas de olor a fritura o a guiso. 


Elige y usa correctamente el detergente


Escoge un detergente y un suavizante con fragancias que te agraden. Huele varios antes de escogerlos. No tienen que tener una aroma penetrante, sino frescos y agradables. Si son demasiado intensos acabarán empalagándote e interfiriendo con tu perfume y cosméticos.


Utiliza la cantidad recomendada por el fabricante de ambos productos, porque si te excedes, es probable que el detergente y el suavizante extras se queden en las fibras y que acaben oliendo mal; justo lo contrario de lo que buscabas. Por no hablar de que los tejidos perderán su textura y acabarán acartonados y feos.


En el caso de la ropa deportiva técnica es importante no utilizar suavizante, porque este puede perpetuar el olor a sudor, especialmente en el caso de las prendas oscuras. Al apelmazar los tejidos, estos dejan de transpirar y el mal olor acabará quedándose en la ropa para siempre. Si quieres suavidad, pero sin perder capacidad de transpiración, te aconsejo que utilices bicarbonato de sodio (una cucharadita o dos en la lavadora es suficiente) o productos específicos como Sanytol Desinfectante o similar.


Saca la ropa de la lavadora lo antes posible


Si dejas la ropa dentro del tambor mucho tiempo, acabará adquiriendo un desagradable olor a humedad. Si estos despistes te ocurren con frecuencia, puede que no consigas eliminar ese terrible aroma nunca más.


Ropa dentro de la lavadora


Si ha transcurrido mucho tiempo desde que ha terminado el ciclo de la lavadora, es mejor que pongas un programa corto con un poco de suavizante o bicarbonato para recuperar el frescor de tu ropa.


También puedes poner la lavadora con un buen chorro de vinagre blanco, que deberás verter en el cajetín del detergente; aunque luego tendrás que volver a lavar la ropa con detergente y suavizante para que recupere la frescura y el aroma a limpio.


El secado


Si te es posible, tiende inmediatamente al aire libre, porque la ropa se seca antes y no adquiere mal olor.


En caso de que tengas que poner la secadora, procura que el programa no sea muy largo y saca inmediatamente la ropa del tambor. Y si quieres mejorar el resultado con la secadora, introduce una toallita suavizante específica para secadora.  


Cuando guardes la ropa que no necesite planchado, procura que esté completamente seca.


Lava también... tu lavadora


La lavadora puede acabar oliendo mal. La humedad, el moho, los restos de fibras y otros restos desagradables son los sospechosos habituales. Para evitar que ese hedor se transmita a tu ropa, únicamente tienes que poner un programa en vacío, con el agua muy caliente y una taza de bicarbonato o de vinagre (en el cajetín), con el detergente habitual o incluso con lejía.


Una vez que termine el programa, procura dejar la puerta completamente abierta para que el interior se seque completamente.


También es útil eliminar las fibras que puedan haber quedado en la puerta, en la goma o en el interior del tambor; limpiar el filtro de forma periódica y dejar la puerta de la lavadora abierta tras cada lavado para evitar el moho.


Agua de plancha


En tu supermercado o hipermercado habitual puedes encontrar aguas de plancha, que están formuladas para ponerlas en el depósito de tu plancha para que al salir el vapor, humedezcan y perfumen tu ropa.


Para mí tienen dos peros: que son caras y que tienen muchos químicos que respirarás mientras planchas y también cuando lleves la ropa puesta y se evaporen con el calor corporal.


Planchando la ropa


Limpia tus armarios y cajones de vez en cuando


El lugar en el que almacenas tu ropa también puede adquirir mal olor, por lo que conviene limpiarlo cada cierto tiempo.


Saca toda la ropa, limpia el interior, deja que se seque y vuelve a colocar tus prendas de nuevo. Aprovecha ese momento para repasar la ropa, llevando al tinte lo que sea necesario, cosiendo botones o bajos sueltos y desechando lo que ya no te pongas.


Ojo a los cambios de temporada


Si no tienes la suerte de tener un estupendo vestidor o una cantidad ingente de armarios y cajones en casa, tengo una mala noticia para ti: cuando guardes la ropa de la temporada que termina ésta debe estar recién lavada... y tendrás que volver a limpiarla cuando la saques de sus fundas y cajas al año siguiente.


Y es que por muy limpias que estuviesen las prendas cuando las guardaste, el paso de los meses y el hecho de estar encerradas, les dejarán como regalo un desagradable olor a rancio. Y si tienes que utilizar antipolillas en tu casa, la cosa empeora bastante. No me digas que no has estado al lado de alguien justo al comienzo de temporada y has tenido que aguantar la respiración por esa mezcla entre tejido añejo y naftalina...


Si quieres saber más sobre los cambios de estación en tu armario, te invito a que leas Cambio de Estación, Cambio de Armario.  


Ropa en perchas


No tengas el armario atestado


Uno de los motivos por los que la ropa puede acabar adquiriendo mal olor en tu armario es que esté repleto de prendas. Como el aire no puede circular entre ellas, acabarán adquiriendo aroma de ropa vieja y de suciedad.


Deshazte de las prendas que no uses y mantén tu armario y tus cajones perfectamente ordenados. 


El truco del algodón


Para que tu fragancia favorita impregne tu ropa sin mancharla, puedes colocar bolitas de algodón impregnadas de tu perfume, para que se evaporen poco a poco sin manchar las prendas. Ten cuidado de colocarlas en lugares en los que no estropeen ni la ropa ni los muebles.


Las toallitas suavizantes


Las toallitas suavizantes que se utilizan para la secadora, pueden ayudarte a mantener el buen olor de tus prendas. Puedes colocarlas en los cajones o en las perchas en las que tengas colgada la ropa. Eso sí, siempre secas y comprobando que no manchen.


Flores y hierbas aromáticas


Las flores, frutas y hierbas aromáticas pueden ser una estupenda herramienta para perfumar tus prendas y evitar los malos olores. Cuelga bolsitas con cáscaras de cítricos, canela, clavo, tomillo, romero, lavanda, pétalos de rosa y otras flores o frutas en tu armario o en tus cajones. Ten precaución para que no manchen las prendas o los muebles.


Y un consejo si utilizas hierbas y flores recolectadas en el campo o el jardín: comprueba que no tienen insectos entre sus pétalos y hojas, porque pueden acabar anidando en tu armario. 


También puedes utilizar bolsas de tés e infusiones para aromatizar y desodorizar los lugares en los que almacenes la ropa.  


Lavanda


El papel de Armenia


Aunque estos papeles perfumados están diseñados para quemarlos y que eliminen los malos olores de la habitaciones, también se pueden utilizar para perfumar y desodorizar la ropa y los armarios. Sólo tienes que colocar el papel de Armenia en los cajones y en zonas escondidas de los armarios. No suelen manchar, pero es mejor que no los pongas en contacto directo con los tejidos, especialmente los más delicados.


Jabones


Los jabones aromáticos en el armario o los cajones son ideales para perfumar tus prendas. Algunos de ellos pueden manchar la ropa, por lo que conviene envolverlos en papel de seda o una tela liviana.


Procura que sean lo más naturales posibles, aunque huelan un poco menos que los más artificiales.


Y si no tienes jabones a mano, puedes poner velas aromáticas, envolviéndolas con cuidado para que no dejen manchas y residuos en las prendas.


Ambientadores


Normalmente se recomienda poner ambientadores en los armarios, aunque verás que en este post los he dejado para el final. Personalmente he desterrado los ambientadores químicos de mi casa, porque contienen muchos compuestos perjudiciales para la salud, entre ellos los disruptores endocrinos.


Creo que hay otras opciones más naturales y saludables, como las que te he comentado en los puntos anteriores.


Y ten cuidado con...


Aunque es un consejo muy popular, ten precaución a la hora de poner aceites esenciales en el depósito de agua de la plancha. Hay aceites que manchan la ropa y que pueden estropear el mecanismo. Si te decides por este truco, prueba a planchar antes un trapo viejo, con el máximo de vapor. Y pon siempre unas pocas gotas, en lugar de una gran cantidad.


Aceites esenciales


Otro truco muy conocido es llenar un vaporizador con agua, bicarbonato y aceites esenciales. Pues bien, esto no es una buena idea, porque hay prendas que pueden mancharse y estropearse con las pequeñas gotas de agua o con los aceites. Antes de utilizarlo, pruébalo sobre prendas viejas o que no se estropeen con facilidad.


Espero que este post te haya resultado de lo más fragante :)





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23 mayo, 2018

Consejos para Elegir el Perfume Perfecto

Personalmente creo que el perfume es un complemento que viste, que tiene influencia tanto en nosotros como en los demás. Al poner el perfume sobre nuestra piel generamos sensaciones y emociones en nosotros mismos. El mero hecho de perfumarnos es una declaración de intenciones. Es una manera de diferenciarnos de los demás, un gesto de coquetería, un capricho hedonista. De cara a los demás, es una forma de percibir la personalidad y el estilo de la persona a través del olfato.


Y es que los perfumes son muy personales, incluso aunque no sean hechos a medida, porque reaccionan con nuestra piel y con otras fragancias que nos acompañen, fusionándose en un aroma único. Único e incluso irrepetible, porque según la estación del año, del lugar en el que nos encontremos o de nuestro estado físico y emocional, también va cambiando. 


Por todo esto, elegir el perfume perfecto para cada uno de nosotros es importante. Para ayudarte a ello, en este post te doy algunos consejos que espero que te sean útiles. 


Consejos para elegir el perfume perfecto


Por el principio


No te fíes de las modas, las tendencias o las recomendaciones de otras personas a la hora de comprar un perfume. Las fragancias se revelan de forma diferente en cada persona. Incluso cambian en la propia persona dependiendo de la época del año y otras variables. Así que los perfumes que recomienden en las revistas de moda o los que te aconsejen tus amigas no tiene por qué ser los más adecuados para ti.


Antes de elegir tu fragancia, haz memoria y recuerda qué olores te hacen sentir bien: rosas, lilas, hierba recién cortada, talco, la brisa del mar... esto te dará una pista del tipo de perfume que puede gustarte. Si te atiende un profesional que sepa de perfumería, este tipo de indicaciones le será de mucha utilidad para poderte guiar hasta tu fragancia perfecta.


Perfume


Márcate un presupuesto y busca opciones dentro del rango de precios que te puedes (o te quieres) permitir.


Antes de ir a la tienda


Cuando vayas a elegir un perfume, evita ponerte ningún tipo de fragancia. Incluso deberías evitar los geles de ducha, los desodorantes o las cremas corporales con un aroma muy intenso. De esa forma evitarás que los perfumes de los productos que te hayas aplicado desvirtúen el que estés probando.


Si estás resfriada, no vayas a probar perfumes, porque no apreciarás el aroma.


Si te es posible, procura escoger el perfume por la mañana, puesto que tu olfato estará menos saturado.


Evita ir demasiado acompañada cuando te vayas a comprar un perfume, porque puede ser que acabes adquiriendo el que le gusta a alguno de tus acompañantes en lugar del que realmente te agrada a ti. 


A la hora de elegir


No pruebes más de 2 fragancias al mismo tiempo


Si el probador no tiene formato de vaporizador, huele directamente el aroma de la botellita, sin aspirar demasiado fuerte.


Pide que te vaporicen la fragancia sobre una tira de cartulina. Huélelo, deja pasar unos minutos y vuelve a aspirar el aroma.


Una vez que hayas seleccionado uno o dos perfumes tras olerlos en las tiras, perfúmate la piel.


Perfumándose


Huele el perfume según te lo pongas en la piel y luego deja pasar unos minutos para ver cuál es el aroma que queda tras asentarse y reaccionar con tu piel.


Lo ideal sería que para probarlo sobre tu piel te den unas muestras que puedas llevarte a casa, en lugar de utilizar el típico vaporizador que tienen en la tienda. De esa forma podrás probar cada perfume en las mejores condiciones posibles: utilizarás uno cada vez, puedes perfumarte más de un día con él para ver si realmente te gusta...


Si vas a probar dos perfumes, procura refrescar tu olfato oliendo algo neutro entre la primera y la segunda fragancia. Puedes oler tu pelo, tu piel (en una zona sin perfume) o tu ropa. Si quieres algo más elaborado, puedes llevar un botecito con unos pocos granos de café para limpiar tu nariz.


Una vez que te hayas perfumado, cierra los ojos y analiza cómo te sientes cuando aspiras ese aroma
¿Te sientes bien? ¿Te hace sentir cómoda?


Cuando te hayas probado un perfume, pide opinión a personas de tu confianza. Así sabrás cómo te huele esa fragancia a ti y también a los demás.


Tipos de perfumes


Cítricos

Son fragancias frescas, brillantes, refrescantes y alegres. Son apropiadas tanto para mujer como para hombre y son perfectas para la época de calor. Dentro de esta familia se incluyen:


  • Naranja
  • Mandarina 
  • Pomelo
  • Lima
  • Bergamota


Cítricos


Verdes


Son frescas y reflejan naturalidad, juventud y libertad. Las más vegetales de todas. Recuerdan a las hojas y brotes tiernos, a la hierba recién cortada, al té verde, etc.  


Acuáticos (oceánicos / ozónicos)


Son frescos, con olor a limpio, a mar y a aire libre. Se preparan a partir de una esencia (sintética) que se llama calone.


Florales


Evocan dulzura, romanticismo y feminidad. Es la familia olfativa más grande de todas. Se encuentran dentro de ella:


  • Rosa
  • Jazmín
  • Violetas
  • Lirios
  • Azahar
  • Narciso
  • Geranio, etc. 


Chica oliendo el aroma de flores


Frutales


Son muy dinámicas, alegres y vibrantes. Se emplean sobre todo en perfumería femenina. Algunas de las notas que pueden incluirse en este grupo son:


  • Melocotón
  • Manzana
  • Sandía
  • Melón
  • Higos
  • Fresas
  • Moras
  • Uvas, etc.


Orientales


Son el símbolo de la calidez, la sensualidad y el misterio. Recuerdan a los zocos y paisajes orientales, a las Mil y una noches. Algunas de las fragancias son:


  • Ámbar
  • Almizcle
  • Regaliz
  • Vainilla
  • Canela
  • Anís estrellado
  • Pimienta
  • Clavo
  • Cardamomo 


Especias


Madera


Tiene notas vegetales y amaderadas. Aunque suelen usarse en perfumes para hombres, también se pueden incluir en algunas fragancias femeninas. Pueden ser:


  • Sándalo
  • Abedul
  • Cedro
  • Pino
  • Musgo
  • Vetiver, etc.


Cuero


Su aroma recuerda al cuero, con un toque ahumado, de tabaco o de madera. Se emplea casi de manera exclusiva en perfumes para hombre. Son muy potentes y se suelen combinar con otras notas más ligeras como las de los cítricos o las flores. 


Fougére


Intentan recordar el olor del bosque con notas de musgo, madera, lavanda, bergamota, madera, etc. Se emplea en perfumería masculina. 


Hojas de árboles sostenidas en las manos


Chipre


Es una familia olfativa sensual, sofisticada y con mucha fuerza. Se suele utilizar para perfumes masculinos. Es una mezcla de:


  • Patchouli
  • Musgo
  • Ámbar
  • Bergamota
  • Almizcle, etc.


¿Cuál es tu perfume favorito? ¿Cambias con frecuencia de fragancia? Espero que este post te ayude a elegir el perfume perfecto para ti. 





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16 mayo, 2018

Apúntate Ya al Batch Cooking

Aunque la expresión "Batch Cooking" pueda parecer un anglicismo más, lo cierto es que esconde una significado de lo más interesante, puesto que no es ni más ni menos dedicar un día  a cocinar para el resto de la semana; aunque por extensión se incluiría cocinar de más en cualquier momento para tener platos congelados a los que recurrir cuando sea necesario, sin que haga falta ponerse a cocinar.


Esta forma de planificarse y cocinar tiene muchas ventajas, incluso aunque tengas mucho tiempo libre. 


A continuación quiero contarte más acerca del Batch Cooking y estoy segura de que te va a parecer de lo más interesante, no te lo pierdas... 


Apúntate ya al "Batch Cooking"


Ventajas


Las ventajas de esta forma de organizar los menús son muchas y variadas:


  • Ahorrarás tiempo, puesto que si sumas las horas que dedicarás a cocinar durante la semana si lo haces día a día y lo que te llevará cocinar para toda la semana, si empleas el método Batch Cooking será mucho menor. Imagina que necesitas una media de 30 minutos para cocinar una comida y otros 30 para preparar una cena y lo multiplicas por 7 días, eso significa que le dedicarás al menos 7 horas para cocinar, mucho menos que si haces todos los platos empleando una parte de la mañana o de la tarde.

  • Ahorrarás energía, puesto que gastarás lo mismo si preparas cuatro raciones de lentejas estofadas con verduras que si cocinas 16, que luego congelarás, claro.

  • Podrás planificar menús más equilibrados y saludables, puesto que tendrás una visión global de lo que comerás tú y tu familia durante la semana.

  • Evitarás la tentación de recurrir a la comida basura. No nos engañemos, si tienes ya hechas unas estupendas hamburguesas caseras y un mezcla de verduras y arroz integral para acompañarlas, tendrás menos tentaciones de pedir una pizza cuando llegues a casa tras una larga jornada de trabajo.

  • Si estás a dieta, es la manera perfecta de seguirla escrupulosamente. Si tienes la nevera y el congelador llena de comida saludable y ya cocinada no tendrás excusas para saltarte tu plan de alimentación. 

  • Tendrás a mano comida ya preparada por si te surge un imprevisto. Ya sabes: un invitado inesperado, falta de tiempo para cocinar por tener compromisos, la vuelta de un viaje, ec. 


Plato casero


Cómo llevarlo a cabo


Planificación


Para seguir este método de cocinar, es de suma importancia la planificación. De hecho es probablemente la base del Batch Cooking y estos consejos te ayudan a organizarte mejor:


  • Planifica previamente los menús para las comidas y cenas. Si te tomas en serio los desayunos y los tentempiés (que sería conveniente), también puedes tenerlos en cuenta.

  • Lo ideal es que prepares los menús teniendo en cuenta cuáles serán las verduras y hortalizas, cuáles serán los hidratos de carbono y cuáles serán las proteínas que incluirán cada uno de ellos.

  • Procura introducir recetas nuevas para no aburrirte, ni cocinando ni comiendo.

  • La mayoría de los platos deben poderse congelar, porque no todos los alimentos van a aguantar una semana en el refrigerador, por no hablar de que probablemente no tengas espacios para almacenar en él todos los menús. 

  • Prevé los alimentos que necesitarás para poderlos preparar. Lo mejor para ello: haz una lista de la compra para que no se te olvide nada.

  • Aprovecha los alimentos que estén próximos a caducar para preparar la comida de la semana, así no se te estropearán.


Cocinando para toda la semana


La cocina


La cocina y las herramientas son fundamentales a la hora de preparar comida para toda la semana. Algunos de los trucos para optimizar tus recursos son:


  • Antes de comenzar a cocinar procura tener todo preparado y a mano.

  • Planifica el orden en el que vas a cocinar los platos para que sea lo más eficiente posible.

  • Comprueba la potencia de electricidad que tienes contratada, para saber si vas a poder utilizar todos los fuegos, el horno, el microondas y otros electrodomésticos a la vez. En caso de que tengas poca potencia, lo ideal es optimizar al máximo el uso de los electrodomésticos. Si tienes gas, tendrás menos problemas con este punto.

  • Si vas a utilizar el horno, procura hacer más de un plato a la vez, para ahorrar tiempo y energía.

  • Si es posible, utiliza tus ollas de la forma más eficiente posible. Si tienes vaporeras, por ejemplo, úsalas para ir haciendo dos platos, uno en la parte inferior y otro en la superior.

  • Deja listos todos los recipientes y tupperwares que vayas a necesitar para guardar todo lo que cocines.


Preparando ingredientes para cocinar


Los alimentos


Algunos consejos para preparar los alimentos para toda la semana son:


  • Aunque no practiques al pie de la letra el Batch Cooking, acostúmbrate a cocinar de más para tener provisiones en tu congelador, sobre todo cuando hagas legumbres, pasta, arroz y otros cereales o pseudocerales (quinoa, avena, trigo sarraceno, mijo...), verduras o compotas. Con estos alimentos ya cocidos puedes improvisar ensaladas, guarniciones o incluso platos principales.

  • Haz grandes cantidades del caldos y cremas, así siempre tendrás un plato caliente y saludable a mano.

  • Compra más verduras y hortalizas cuando vayas a la frutería, córtalas y blanquéalas (sumergirlas en agua hirviendo unos pocos minutos) para luego congelarlas. Así tendrás provisiones para hacerlas rehogadas, cocidas, en guisos, en purés... 

  • Compra verduras y hazlas asadas al horno, así siempre tendrás unas excelentes guarniciones para tus platos.

  • Muchas frutas pueden congelarse o hacerse en macedonia o compota. Aprovecha la fruta de temporada y prepárala para consumirla más adelante.  

  • Prepara tomate frito para tenerlo siempre a mano, de ese modo no tendrás que recurrir a los envasados. Esto también es aplicable a los sofritos de cebolla, ajo, puerro... Sólo necesitas preparar el tomate o el sofrito y congelarlo en tuppers o cubiteras.


Salsa de tomate


Más...


  • Hazte con un buen arsenal de elementos para conservar y congelar: envases de vidrio herméticos, tupperwares con tapa o con rosca, bolsas de congelación, etc.

  • Si te llevas el tupper al trabajo, déjalos ya montados con todos los ingredientes  dentro del recipiente para que únicamente tengas que descongelarlos y ponerlos en tu bolso o mochila. 

  • Si comes fuera de casa, hazte con recipientes con varios compartimentos para disponer los diferentes alimentos sin que se mezclen. 


¿Te animas a cocinar para toda la semana?





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09 mayo, 2018

Motivos por los que Descalzarse al Llegar a Casa

Lo confieso, tengo una manía (una de tantas). La manía de descalzarme según llego a casa. No me gusta nada la idea de andar con los zapatos que han estado pisando la calle... y todo lo que ello conlleva.


Esta costumbre, tan arraigada en otras culturas, no es muy popular (todavía) en España y en muchos otros países occidentales. Y lo cierto es que es de lo más saludable y práctica.


Por eso en este post quiero convencerte de que tú también adoptes la manía de descalzarte al llegar a tu hogar. Y razones hay muchas, así que te invito a que sigas leyendo para que las descubras todas.


Motivos por los que descalzarse al llegar a casa


Siempre es una buena idea


Descalzarse al entrar en casa es una buena práctica, sobre todo si tienes bebés, niños pequeños o mascotas que gateen, jueguen o toquen el suelo constantemente. En el caso de los niños los gérmenes y la suciedad pasarán a sus manos y a su ropa, con lo que acabarán con toda seguridad en su boca, en sus ojos o en su nariz. Y si se trata de las mascotas, esparcirán toda la porquería que procede del suelo de la calle por toda la casa, dejándola en sus camitas, en la tuya, en los sillones o en cualquier lugar por el que caminen y se suban.


Bacterias


Tus zapatos van recogiendo bacterias a cada paso que das, bacterias que luego acaban esparcidas por el suelo de tu casa. Ten presente que hay investigaciones que han recogido más de 421.000 tipos de bacterias en las suelas de los zapatos, muchas más de las que se hallan en un inodoro, imagínate.


Algunas de los bichos malos que te puedes encontrar son la E. coli, meningitis, neumonía, de los que provocan enfermedades gastrointestinales... justo el tipo de invitados que no quieres en tu casa. Y muchas de estas bacterias no responden bien a los antibióticos.


Muchas de estos gérmenes pueden vivir a todo lujo en las suelas de tus zapatos durante muchos días, incluso si éstas permanecen secas.


Toxinas


En los zapatos pueden acabar también toxinas como el plomo, los herbicidas y otros tóxicos que pueden poner en peligro tu salud, sobre todo a largo plazo.


Polvo


El polvo que se queda en los zapatos acaba en el suelo y en las alfombras, y si no se limpia bien puede provocar problemas respiratorios y alergias, al ser el caldo de cultivo perfecto para los ácaros.


Zapatillas en la playa


Insectos


En los zapatos también pueden transportan insectos, que llevarás a tu casa para que se instalen allí cómodamente. Algunos de estos visitantes impertinentes pueden ser chinches, pulgas, etc.


Otros residuos desagradables


No quiero ser escatológica, pero en los zapatos acaban cosas muy desagradables que nadie quiere en su casa. A saber: excrementos de perros o de pájaros, escupitajos, restos de orina y heces procedentes de baños públicos, agua estancada, hojas podridas... No te digo más.


Suciedad en general


Además de los gérmenes, toxinas e insectos que acaban en el suelo gracias a los zapatos,  lo cierto es que también se deposita mucha más suciedad, por lo que tendrás que limpiar más y más a menudo. Y nadie tiene tiempo para estar con la escoba, el aspirador y la fregona constantemente; hay cosas mejores, más productivas o más urgentes a las que dedicarse. Por no hablar de que si tus suelos se ensucian menos, ahorrarás no sólo tiempo, también gastarás dinero al no tener que utilizar tantos productos de limpieza.


Zapatos con suciedad


También evitarás la suciedad en tus alfombras, lo que es de agradecer, porque tenerlas en buen estado no es tarea fácil.


Y, por supuesto, reducirás el desgaste y daños en tus suelos, tus alfombras y tus moquetas. Piensa que muchas piedrecitas, arena y otros elementos se pueden quedar atrapados en suelas y tacones y rayar y desgastar los suelos. Incluso hay suelas, sobre todo las de goma, que dejan rayas y manchas al caminar sobre tarimas y parquets, que luego se limpian con mucha dificultad.


Comodidad para tus pies... y para tu mente


No hay nada más agradable y que aporte más sensación de estar en el hogar que calzarse las zapatillas o quedarse en calcetines al llegar a casa. Tus pies descansarán, se moverán libremente y se airearán después de una jornada encerrados en los zapatos. No lo dudes, descalzarte al llegar a casa te hará ganar en comodidad y salud.


Descalzarse al llegar a casa puede ser un ancla mental para que puedas desconectar de tu trabajo y tus preocupaciones de manera inmediata. Asocia de forma consciente el hecho de quitarte el abrigo y las zapatillas a cambiar de chip según cruzas el umbral de la puerta.  


Leyendo y tomando café en calcetines


Descanso para tus vecinos


Si vives en un piso, sabrás que no hay nada más desagradable que un vecino que se pasa el día paseando por su casa con zapatos, taconeando a diestro y siniestro, incluso a altas horas de la madrugada. Ya sabes, no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti.


Consejos útiles


Ten un zapatero o un mueble específico en la puerta de tu casa para dejar el calzado al llegar a casa. Si tienes que llevar tus zapatos en la mano desde la entrada hasta una habitación alejada, al final no te descalzarás, así que debes facilitarte la tarea de despojarte del calzado en la misma puerta.


Zapatero con zapatos de colores


Si tienes niños o problemas de movilidad, lo ideal es dejar una silla o banqueta en la entrada o hall para facilitar la tarea de descalzarse al entrar y calzarse al salir de casa.


Ten a mano las zapatillas o los calcetines que usarás en el interior. Si los vas a mantener en el mismo mueble que tendrás el calzado para la calle, procura que estén en lugares separados para que no se contaminen.


Revisa las suelas de tus zapatos para comprobar que no tienen arena o porquería en las suelas, si es así, ráspalas y límpialas con cuidado cuando llegues a casa, antes de guardarlos en su sitio.


Limpia con frecuencia la parte superior de tus zapatos, la suciedad y los gérmenes no están únicamente en las suelas.


Zapatos limpios


A la hora de salir de casa, procura dejar el momento de calzarte para el final, porque si tienes que ir a por algo que se te ha olvidado podrás hacerlo sin zapatos, en lugar de descalzarte. Así te dará menos pereza.


Conciencia a tus visitantes de que también se descalcen al entrar en tu casa. Al principio te mirarán con extrañeza, pero muchos de ellos acabarán adquiriendo también este hábito tan saludable.




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