26 julio, 2017

Trucos para Comprar la Mejor Fruta

Las frutas y verduras son imprescindibles en una nutrición saludable. Ya sabes el tan repetido "5 raciones de fruta o verdura al día". Pero no siempre se cumple, en muchos casos porque cuando las comemos no tienen un buen sabor o una textura agradable y preferimos otro tipo de alimentos que nos resultan más atractivos y sabrosos. Claro que si una verdura insípida es difícil de comer, si se trata de una fruta puede ser misión imposible, sobre todo en el caso de niños y adolescentes. Y eso comienza con la compra.


Para ayudarte a elegir la mejor fruta en este post te quiero dar algunos consejos útiles que puedes poner en práctica en tu próxima compra. No te los puedes perder...


Trucos para comprar la mejor fruta


La frutería


Compra en las fruterías pequeñas de tu barrio o los puestos del mercado, es una gran idea. Las grandes cadenas compran la fruta en grandes cantidades, por lo que suelen estar verdes o ser de variedades que priman la duración sobre el sabor. Mientras que las fruterías tradicionales suelen tener fruta en un mejor punto de maduración y con mejor sabor, porque no compran grandes cantidades, surtiéndose de producto a diario en muchos casos. Cuando hablo de frutería pequeña me refiero a las más tradicionales y familiares, las que venden fruta a bajo coste también suelen comprar grandes cantidades, para que les salga más barato y no se les eche a perder, así que acaba teniendo un producto similar al de las grandes superficies, incluso de peor calidad al comprar a precio.


Busca una frutería de confianza. Es importante que el establecimiento tenga un buen producto, por supuesto, pero que también en el que te aconsejen qué te conviene comprar (o no), que te sirvan de forma honesta (que no te ponga piezas golpeadas o dañadas a precio de fruta de buena calidad) y que mantengan la higiene en las instalaciones y en el servicio.


Otra opción que puedes valorar es comprar directamente a los productores. Hay multitud de agricultores y cooperativas que venden su mercancía on-line directamente y a un buen precio, puesto que no hay intermediarios. Puedes consultar algunos de los productores que venden directamente al consumidor en la OCU. Además de mercados de productores que promueven ayuntamientos y otras organizaciones, como el que hay en Madrid.


Frutas


Dile no a los autoservicios. Cuando la fruta se manosea y se trata sin cuidado se acaba estropeando, y eso sucede cuando hay decena de personas eligiendo las piezas que se quieren llevar. Hay quien mira si las peras están en su punto clavándole las uñas, quien golpea sin piedad las sandías para saber si están maduras o aprieta tanto los kiwis para encontrar el más dulce, que le deja las huellas dactilares marcadas. Y todo eso sin guantes... y sin haberse lavado las manos en ningún momento del día. Muchas veces esos daños no son visibles, pero tú te llevas la fruta ya dañada a casa. Por eso te recomiendo los establecimientos atendidos por personal especializado, en los que no dejen manosear la mercancía.


Precio vs calidad


No asocies los precios elevados a la buena calidad, y al contrario. Hay muchos establecimientos que, por la zona en la que están situados o porque se etiquetan como especializadas o gourmet (?), tienen la fruta a precio de oro... y con el mismo sabor y textura que el dorado metal. Doy fe de que hay corners de fruta gourmet en algunos hipermercado que tienen verdaderos bodrios, y bodrios que son muy caros. Cuidado con esto.


Siempre de temporada


La mejor opción es comprar frutas de temporada. Si compras alimentos que están fuera de temporada, puedes dar por seguro que su calidad no será óptima. Cuando comes cerezas en diciembre, no vienen del Valle del Jerte, dalo por seguro, así que vendrán de lugares tan lejanos como Australia. Imagina  cuánto tiempo necesitan las cerezas para llegar desde la explotación en la que se recolectan hasta que llegan aquí; así que deben ser de variedades resistentes (y mucho más insípidas) y que se recolecta sin llegar a su punto de maduración, puesto que es una fruta muy delicada... y que no madura después de recolectada. Y esto sucede con todo tipo de frutas que no son de temporada, además de tener un precio de venta que casi requiere pedir un crédito.


Manzanas


Cuestión de cantidad


Adquiere sólo la fruta que vayas a consumir en pocos días. No acumules mucha cantidad, porque probablemente se acabe estropeando. Los cítricos, melones y sandías suelen aguantar en buenas condiciones más tiempo, siempre que no sea abran, pero la fruta se echa a perder a los pocos días, sobre todo si no se conserva adecuadamente.


La elección


Lo ideal es comprar la fruta en su punto, pero si te es imposible conseguirlo, es mejor que esté verde en lugar de demasiado madura. Si compras pocas piezas, podrás pedir que te las den en el punto perfecto de consumo, puesto que no tendrás que anteponer la duración a la maduración. Pero si te conviene comprar de más, opta por que esté tirando a verde. Una fruta verde madura en las condiciones adecuadas, salvo las que no experimentan cambios después de su recolección; una fruta madura acaba estropeándose enseguida.


No te dejes impresionar por el aspecto de la fruta, sólo te garantiza que es bonita, no que tenga buen sabor. Ese brillo tan increíble que ves en algunas piezas, no significa obligatoriamente que sean de buena calidad (que puede ser que sí), sino de la aplicación de un lavado y encerado para hacerlas más atractivas.


Cerezas


No compres las frutas que estén golpeadas, picadas o rayadas. Una cosa es que no te fijes únicamente en que la fruta sea bonita, otra muy distinta es que aceptes piezas dañadas. Si tiene zonas negras o parduzcas (y no proceden del proceso natural de maduración, como el del plátano), golpes, zonas picadas por los pájaros o porque alguien le ha clavado la uña (hay quien comprueba la maduración así) o tiene rayaduras (no hablo del melón y otras frutas que las tienen naturalmente), implica que la fruta ya está dañada o lo estará en breve, porque por esas heridas comienza a estropearse. Por cierto, culturilla general: los golpes en la fruta se llaman macas.


Fíate de tu olfato. Si la fruta huele como debería hacerlo la variedad, es que tendrá más sabor y estará en mejor punto de maduración. Si no tiene olor o este te recuerda a la fruta pasada, no la compres, porque estará verde, insípida o pasada. 


Si compras cítricos, dile no a los que parezca muy ligeros. Una naranja o un limón que tenga pulpa y zumo abundante pesarán más que los que tengan la piel gruesa y esté secos por dentro. También deberías fijarte en la piel: si es fina y lisa, estarán más jugosos y plenos por dentro; si tienen la piel áspera, también será más gruesa y tendrán menos pulpa y jugo dentro.


No compres piezas que tengan zonas verdes o blanquecinas, siempre que no sea el tono natural de la fruta. Si una manzana golden tiene zonas verdes, cuando tendría que ser amarilla, no la compres, porque estará poco madura.


Elige la fruta que tenga colores vivos, eso significa que han madurado correctamente y tendrán mejor sabor. 


Evita comprar frutas cortadas y peladas. Aunque son una opción cómoda, perfecta para quienes tienen poco tiempo o mucha pereza, lo cierto es que se han manipulado, se suelen utilizar productos añadidos para alargar su conservación y evitar que pardeen y puede que no se hayan conservado correctamente en algún punto de la distribución. Mejor fruta fresca, aunque haya que dedicarle unos minutos a prepararla.


Plátanos


Como reutilizar la fruta en malas condiciones


Si por lo que sea te han colado piezas que están estropeadas o te has despistado y se te han puesto malas, no las tires. Quítales la parte dañada y utiliza el resto para hacer compotas, macedonias, smoothies, helados o para añadirla a la repostería. Incluso puedes utilizarla para incorporarla como guarnición con platos salados. Por ejemplo, puedes añadir trozos de manzana o pera a la lombarda a la hora de rehogarla acompañándola con piñones; o incluso dorarlos y luego mezclarlos con arroz integral y setas.


Vamos, a por el carro de la compra...




Información de interés:

¿Cuánto es una ración de frutas y hortalizas?


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Trucos para no Desperdiciar Comida
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19 julio, 2017

Triunfa en Comidas y Cenas en el Exterior

En primavera y verano apetece organizar comidas o cenas con la familia o los amigos. Las horas de sol, el buen tiempo, las vacaciones... todos son buenas razones para aprovechar el exterior al máximo. 


Si tienes jardín, terraza o un ático, quiero darte algunos consejos para que triunfes con tus invitados en las fiestas de exterior


 
Triunfa en comidas y cenas en el exterior



Los invitados


No te excedas con el número de invitados. Es mejor calidad que cantidad, así que invita solamente a los más allegados y siempre en un número que puedas gestionar sin problemas. Cuando el número de invitados es inmanejable, la fiesta no saldrá bien: faltará comida y bebida, no habrá sillas suficientes, no podrás atender a todos del modo apropiado, los aseos no serán suficientes...


A la hora de decidir a quién invitar, procura que todos (o al menos la mayoría) tengan cosas en común. No hace falta que se conozcan todos, pero sí que sea previsible que conecten y pasen un buen rato juntos. 


No te olvides de que debes presentar a todos los invitados entre ellos. Para facilitar la comunicación, debes aportar algún dato de sus aficiones, trabajo o detalle especial junto con el nombre. Si dices: "te presento a Raúl, que acaba de volver de un viaje de mochilero por África" no es lo mismo que "te presento a Raúl". En el primer caso estás preparando el terreno para que el resto de los invitados le pregunten a tu amigo y le incluyan encantados en el grupo. 


Recibe a tus invitados con una bebida bien fría. Es un detalle que agradecerán. 



Agua perfumada con frutas



La organización en general


Evita organizar comidas de exterior en los días de más calor, en caso de que no puedas ofrecer sombra o zonas frescas a tus invitados. Opta entonces por celebrarlas en el interior de casa o por cenas a la caída del sol.


Acondiciona el espacio en el que vayan a estar tus invitados. Limpia la zona, quita las hojas, corta el césped o barre la arena.


Si tienes césped y vais a estar sobre él, no te olvides de regar, pero hazlo el día anterior o por la mañana temprano (si hace mucho calor). Es importante que la zona no esté empapada, para que los invitados no se hundan en el suelo y se manchen el calzado. 


En el caso de las comidas en el exterior, coloca parasoles, pérgolas, toldos o cualquier otro elemento que pueda proteger a los invitados del sol si es necesario. 


Acondiciona el baño, porque los invitados necesitarán utilizarlo. Coloca toallas limpias y comprueba que hay papel higiénico y jabón de manos. 


El mobiliario


Procura que haya sillas para todos los invitados. Tenlas preparadas con antelación para no tener que ir buscando taburetes, sillas y banquetas por toda la casa al más puro estilo a la caza del tesoro.



Mesa para fiesta en el jardín

 

Si tienes que unir varias mesas, ten cuidado para que estén a la misma altura y que estén bien calzadas.  


Si vas a preparar una barbacoa o vas a montar algún plato in situ, es importante que preveas una mesa auxiliar para ello. Deja todo organizado, con las herramientas, platos, cubiertos de servir y sazonadores preparados. 


Mesa y mantel


Dependiendo de la formalidad de la invitación, puedes optar por las mesas sin mantel. Coloca manteles individuales y un camino de mesa en su lugar, así lograrás un ambiente más fresco y veraniego.


Si tienes varias vajillas desparejadas (bonitas, en buenas condiciones y que combine), puedes mezclar distintas piezas para conseguir una deco cool y relajada. Igual ocurre con la cristalería.



Vajilla de distintos colores



Como en el exterior, sobre todo en pleno verano, la mayoría de los invitados beberán agua y otros líquidos constantemente, puedes poner algún tipo de elemento identificador, para que cada uno sepa cuál es su vaso o su copa y pueda irlo rellenando sin que tengas que ensuciar toda la cristalería. Pueden ser cañitas (pajitas) de distintos colores o con etiquetas con el nombre de cada uno, adhesivos identificativos, lazos de diferente tono... 


Evita los cubiertos, vasos y platos de papel o plástico. Es una elección cómoda, ya lo sé, pero cuando se tienen invitados en casa lo lógico es mimarles y tener una deferencia con ellos. Además, es muy poco ecológico.


Lo mismo ocurre con las servilletas. Que se trate de una comida o cena con amigos y familia en verano no implica que haya que recurrir a las servilletas de papel. Si utilizas algunas que tengas que se laven y planchen bien, tampoco va a suponer un trabajo posterior tan extraordinario. Si necesitas, por lo que sea, poner servilletas de papel, que sean bonitas. Que conozco quién pone el papel del secamanos que birla en el trabajo...


La decoración


Coloca algún detalle sencillo para decorar la mesa: flores, ramas, hojas, frutas...


En el caso de las cenas, no te olvides de las velas. Te recomiendo las que sean más bajas y anchas, para evitar que algún invitado pueda volcarlas o quemarse con ellas. Recuerda que las velas sólo se encienden a la caída del sol.


Por la noche la iluminación debe ser suficiente. Si quieres darle un aire bohemio al espacio, utilizar guirnaldas de luces o farolillos.



Guirnalda de luces



Si tienes espacio, puedes preparar una zona con cojines y puffs para que los invitados se puedan tomar una copa o un café en la sobremesa.


El menú


Las comidas y cenas de verano son perfectas para servir la comida tipo buffet. Esto es especialmente interesante si vas a invitar a un número grande de personas. 


En estos casos triunfan los aperitivos, así que cuídalos. 


Opta por platos sencillos, frescos y fáciles de preparar. Las barbacoas, por ejemplo, son una excelente elección. También puedes recurrir a paellas, gazpachos, parrilladas, etc. 



Brochetas hechas en barbacoa



Si quieres disfrutar de tus invitados, te recomiendo que tengas preparada la mayor cantidad de platos posible, dejando para el final sólo los alimentos que haya que cocinar en el último momento.


Prevé una buena cantidad de bebidas, también las que no tengan alcohol. Si hace calor tus amigos y familiares necesitarán hidratarse bien. Atrévete con dispensadores de agua helada perfumada con hierbabuena, limón, lima, frutos del bosque, rodajas de pepino... 


No te olvides del postre. Eso sí, si la comida ha sido contundente, el postre debe ser ligero, como un sorbete, un helado de yogur, etc. Y ten precaución con los postres que se puedan estropear con el calor, como los que incluyan nata o crema, por ejemplo.  



Fruta cortada



Si se trata de una comida y tienes piscina, no te olvides de preparar toallas, bañadores y protector solar por si los invitados no lo llevan y les apetece darse un baño.


Y más...


En verano no te puedes olvidar de las velas antimosquitos o de tener repelentes a disposición de los invitados. 



Según las características de los invitados, puedes preparar todo tipo de juegos para divertiros tras la comida o la cena. Se admite todo: desde juegos de mesa hasta los más dinámicos, que requieran esfuerzo o destreza física. 


No renuncies a ambientar la fiesta con música, pero ten en cuenta a tus vecinos y respeta los horarios de siesta y sueño nocturno. 


¿Cuándo será la próxima comida o cena que organizarás en el exterior? ¿Nos invitas?





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Si Quieres Ser la Anfitriona Perfecta, Toma Nota (II)


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12 julio, 2017

Errores que Todas Cometemos con la Crema Facial

La mayoría de nosotras utilizamos crema facial a diario, y eso está muy bien, porque es una parte fundamental de nuestra rutina de belleza. ¿Cómo si no vamos a hidratar, nutrir y tratar nuestra piel?


Pero usar algo todos los días no implica que se haga correctamente. Y cometer errores a la hora de utilizar la crema facial implica que pierde eficacia e, incluso, puede llegar a perjudicar a nuestra piel.


A continuación de comento las equivocaciones más habituales, para que las evites y mimes tu piel. 



Errores que todas cometemos con la crema facial



  • No escoger la crema teniendo en cuenta tu tipo de piel y tus necesidades. Cada tipo de piel requiere un tipo de textura y de componentes para ser efectiva, y también para no producir efectos adversos. Si tienes la piel grasa, por ejemplo, deberás huir de las cremas muy densas y optar por las más fluidas, porque puedes acabar con más brillos que un cartel luminoso de Las Vegas y con más granos que un kilo de arroz.


  • Seguir los dictados de las modas, la publicidad o las recomendaciones no profesionales. Ninguna de ellas es una buena consejera a la hora de elegir una crema para el rostro. Que algo esté de moda no significa que sea adecuado para nosotras, ni en el caso de la ropa ni en el de los cosméticos. La publicidad tiene como finalidad principal vender la crema, si además da la casualidad de que es apropiada para ti, pues mejor. Y las recomendaciones de amigas, conocidas y saludadas, tampoco son una buena referencia, porque su piel no es la tuya; es casi el equivalente a la automedicación, pero en productos de belleza. Las dos mejores formas de saber si una crema es para ti son dos: consultar con una esteticista o asesora de belleza realmente profesionales y probar una muestra antes de comprar


  • Usar siempre la misma crema. Al hilo de lo anterior, es importante cambiar de crema cuando lo hagan tus necesidades. No te hablo de que debas cambiar porque tu piel se acostumbre al producto, sino de que según va evolucionando tu piel con el paso del tiempo, de tu estado de salud o de la época del año, tu crema también debe ser otra.


  • No complementar la crema con otros productos de tratamiento. Según tu tipo de piel y sus requerimientos, te hará falta completar tu ritual de belleza con otros productos que aporten a tu piel lo que no te puede dar la crema. Para eso están los tónicos, aguas de belleza, sérum, aceites faciales, etc. No hay ninguna crema facial que pueda cubrir todas las necesidades de la piel en un solo tarro, especialmente en el caso pieles con manchas, con arrugas profundas, dañadas por el sol, etc.


  • Olvidar la protección solar. Incluso aunque la crema tenga SPF, no deberías olvidar tu protector solar. La crema que ofrece protección es un buen comienzo, pero a lo largo del día, perderá su efectividad y será necesario reforzarla, por lo que habrá que ir protegiendo constantemente la piel si se va a estar expuesta al sol. Puedes ir poniendo protector solar en crema o, si quieres una opción más cómoda, emplear una bruma solar.



Sérum facial



  • Pensar que la crema funciona en el estante del baño. Si no te aplicas la crema a diario y del modo adecuado, no va a funcionar nunca, incluso la más cara del mercado. Para obtener resultados necesitas constancia y disciplina. Nadie dijo que tener una buena piel fuese tarea fácil...


  • Utilizar la crema de manos o de cuerpo como producto facial. No, no es una buena idea. La formulación de los productos para el cuerpo no es la misma que la de los que se usan en el rostro, puesto que la piel de cada zona es diferente. Muchas de ellas tienen mucha grasa y siliconas, justo lo que no quieres para tu linda carita.


  • Emplear la crema del rostro para el contorno de los ojos. La zona que rodea a los ojos es muy fina y delicada, con muy pocas glándulas sebáceas, así que necesita unos productos específicos que luchen contra los distintos problemas: arrugas, bolsas y ojeras. La crema de rostro puede llegar a ser demasiado agresiva para una zona tan sensible. 


  • Creer que las cremas son cosa de las de más de 30. Lo ideal es comenzar a aplicarse productos hidratantes en la adolescencia, convirtiéndose en imprescindibles a partir de los 20. Hay muchas personas que creen que cuando se es muy jovencita se tiene muy buena piel y no hace falta cuidarla, y es un tremendo error, porque la piel que tendrás a los 50 se comienza a sembrar a los 18. Incluso aunque se tenga acné, también es conveniente aplicar una hidratantes, eso sí, siempre recomendada por el dermatólogo, especialmente en casos graves.


  • No limpiarte el rostro antes de ponerte la crema. Si no desmaquillas y limpias tu rostro, es imposible que los principios activos del producto funcionen, puesto que habrá una barrera casi impenetrable de suciedad, residuos del maquillaje y grasa de la piel. 


  • No lavarte las manos antes de aplicártela. Es imprescindible que te laves bien antes de ponerte tu crema. Incluso si utilizas la paletita de plástico que llevan algunas marcas, en el rostro te la vas a aplicar con las manos, así que deben estar limpias. Y si tomas directamente el producto del envase con los dedos, con más razón aún. En caso de que utilices la paleta de plástico, debes limpiarla y desinfectarla tras su uso, dejándola en un lugar en el que no se pueda contaminar.


  • Excederte o quedarte corta con la cantidad. Si te aplicas mucha cantidad de crema, conseguirás aportarle demasiada grasa a tu piel, además de taponar sus poros... y gastar tu dinero sin que haga más efecto por gastar más crema. Si te pones demasiado poca, no podrá llegar a todos los rincones del rostro, así que no será todo lo eficaz y uniforme que deseas.


  • Olvidarte de la mitad del rostro. Y es que el cuello, las orejas y el escote también forma parte del rostro. Si te fijas, verás quiénes son las mujeres que sólo se ponen crema en la cara y las que no se olvidan del cuello y el escote. Verás que las primeras tienen una cara tersa y cuidada, mientras que el resto parece que tiene varios años más. Las segundas tendrán el mismo aspecto desde la frente hasta el nacimiento del pecho.



Chica aplicándose crema



  • No dedicarle el tiempo necesario a su aplicación. Para repartir la crema por todo el rostro con un suave masaje, hacen falta unos pocos minutos. Este masaje refuerza el efecto de la crema, especialmente si se trata de productos reafirmantes o antiarrugas.


  • No respetar la fecha de caducidad. Las cremas caducan, aunque haya quien piensa que es una conspiración de los fabricantes para que compremos más. Los principios activos dejan de ser eficientes, la crema se corrompe, las bacterias campan a sus anchas deseando contaminar tu piel... Si la conservas adecuadamente, quizás puedas alargar algo más su duración, pero si los componentes se separan, cambia su textura u olor o comienza a producirte irritación o granitos, deshazte de ella ya.


  • No cerrar bien el tarro. Si no cierras bien el tarro de crema, ésta se degradará y las bacterias dañinas comenzarán a hacer de las suyas.



Tarro de crema



  • No conservar la crema adecuadamente. Si expones el envase al calor extremo, a ambientes húmedos, a la luz (en caso de los tarros de cristal), ésta se acabará estropeando antes de que finalice la fecha de caducidad. De hecho, el baño no es el lugar ideal para tus cremas. Guárdalas en un armario cerrado, en un neceser que las proteja, incluso en la nevera.



¿Tienes algún consejo que añadir a estos? ¿Cómo le sacas tú todo el partido a tu crema facial?



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Errores de Belleza que Deberías Evitar


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05 julio, 2017

Enamórate del Ajo Negro

Hace unos años se comenzó a hablar del ajo negro, porque la alta cocina lo convirtió en un ingrediente codiciado. Posteriormente se le presentó como un superalimento en todo tipo de medios, por la infinidad de propiedades que tiene.


Aunque lo cierto es que tanta presencia en los medios no ha logrado introducir el ajo negro la gran mayoría de cocinas domésticas. Quizás sea el desconocimiento, a pesar de la cantidad de información, acerca de qué es y cómo usarlo. O puede que sea que su precio es más elevado que el ajo blanco y el público se resiste a introducirlo en la dieta, pensando se se utiliza del mismo modo... pero mucho más caro. O su extraño color negro, tan distinto del ajo común, que a muchas personas les puede echar para atrás.


Sea como sea, el ajo negro es un ingrediente versátil y con un sabor excelente, que de regalo tiene unas propiedades nutricionales a tener en cuenta.


Por si aún no conoces sus virtudes, a continuación encontrarás información que te hará enamorarte del ajo negro. Sigue leyendo...


Enamórate del ajo negro


Su origen


Se dice que el origen del ajo negro es japonés y que su creación es actual, aunque también está presente en la cocina tradicional coreana y tailandesa, así que hay bastantes dudas al respecto. No puedo asegurarte de dónde procede, pero lo que sí puede afirmar es que está delicioso.


Te recomiendo que compres ajo de origen español, como el de las Pedroñeras, en lugar del que procede de China. La calidad del ajo negro español es mucho mayor porque se utiliza una materia prima superior y un proceso de maduración más cuidado. 


¿Qué es al ajo negro?


Aunque se suele decir que el ajo negro procede de la fermentación del ajo blanco, lo cierto es que es más un proceso de maduración o cocción a baja temperatura (60º-70º C)  y con una humedad controlada (85-90 %) durante varias semanas (entre 60 y 90 días), en la que no intervienen bacterias. De hecho, parece ser que el color negro y sutilmente dulce se produce gracias a la reacción de Maillard.


Su precio es mayor que el del ajo blanco, aunque compensa ese sobrecoste por sus propiedades nutricionales y organolépticas. 


Se comercializa en cabezas, como el ajo blanco. Como es blandito y untuoso se pela con cierta dificultad, aunque merece la pena esforzarse para disfrutar de este manjar. El aspecto de la cabeza de ajo negro es similar a la del blanco, pero su cáscara es algo más seca y oscura.


El color de los dientes es marrón muy oscuro o negro. El tono te llamará la atención si es la primera vez que lo usas en casa. Y ten cuidado, porque manchan. 


Diente de ajo negro
 
 
Su aroma es similar al del ajo blanco, pero mucho más suave y agradable.


Su sabor recuerda al del ajo blanco, pero cambia con el proceso de maduración, por lo que se puede distinguir un delicado sabor dulce y ácido. También recuerda al regaliz y a la mora  confitada, con un marcado gusto sabroso o umami.


Su textura es blanda y untuosa, totalmente diferente de la del ajo blanco. La primera vez que lo uses te va a resultar extraño, porque no encontrarás un diente terso y firme. 


No es indigesto, no repite y no deja mal aliento, como lo hace el ajo blanco. Puedes utilizarlo incluso en las tostadas del desayuno sin miedo a que tus clientes y compañeros huyan de ti a lo largo de la jornada.


Tiene 18 de los 20 aminoácidos, siendo 8 de ellos esenciales, lo que lo hace excepcional a nivel nutricional. La maduración del ajo negro, por decirlo de algún modo, concentra los beneficios del ajo blanco (hasta 10 veces más).


Propiedades


Las propiedades del ajo negro son muchas y muy beneficiosas, aunque debes tener presente que para que para percibir los resultados, tendrás que consumirlo de forma regular. Algunas de estas propiedades son:


  • Es un potente antioxidante, más todavía que al ajo blanco.

  • Contribuye a mejorar las defensas, por lo que puede ser interesante consumirlo antes y durante la época de gripes y resfriados, por ejemplo. 

  • Ayuda a regular el colesterol, el nivel alto de azúcar en sangre y la tensión alta. Pero, ojo, no quiere decir que se deba dejar de controlar estos valores tal y como indique el médico o abandonar la medicación que haya prescrito si se ha diagnosticado hipercolesterolemia, diabetes o hipertensión.

  • Actúa como antimicrobiano, pudiéndose utilizar para combatir y prevenir bacterias que producen infecciones como la cándida. Esto no significa que no debas consultar a un facultativo que diagnostique y controle las infecciones.

  • Tiene propiedades digestivas, por lo que no sólo no te repetirá y te resultará pesado, sino que te ayudará a hacer mejor la digestión.

  • Tiene un alto contenido en potasio, así que te ayudará a combatir la retención de líquidos.

  • Es un estupendo energizante y estimulante que te dará el plus de energía saludable que necesitas. Haz la prueba si tienes fatiga, pero procura no consumirlo antes de irte a dormir.

  • Incrementa la producción de colágeno, lo que contribuye a la formación y regeneración de la piel y las articulaciones.


Cómo utilizarlo


Funciona a la perfección tanto en crudo como cocinado. Si lo vas a cocinar, te aconsejo que, en lugar del tradicional sofrito, lo añadas al final del proceso para que no se desvirtúe su aroma y sabor. 


Cabeza de ajo negro


Lo puedes utilizar de del mismo modo que el ajo blanco, aunque te recomiendo que pruebes otros usos.


Puedes emplearlo en tiras o láminas para dar sabor o decorar, y también untado sobre otros alimentos, como en tostadas. 


Marida perfectamente con quesos, verduras, legumbres, carnes y pescados.


Pruébalo en focaccias, pizzas, panes, revueltos, sofritos, salsas, vinagretas, sopas, con patatas asadas...


Personalmente me parece delicioso en arroces, verduras rehogadas, cereales salteados y salsas para pasta.


¿Eres ya fan del ajo negro? ¿Lo probarás?




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