26 agosto, 2020

Consejos Definitivos para Ordenar el Cajón de la Ropa Interior

¿Cómo tienes organizada tu ropa interior? ¿Repartida por varios cajones y estantes? ¿Desbordando el espacio y arrugándose de forma irreversible? ¿Amontonada sin que sepas encontrar la prenda que buscas ni con un GPS? Si has respondido afirmativamente a las tres últimas preguntas... necesitas ayuda para ordenarla.

 

Y es que la ropa interior es delicada, tiene un coste y de su estado depende que las prendas que nos pongamos encima nos sienten mejor o peor. Y como tenemos que utilizarla a diario, si no está a mano, el hecho de buscar lo que nos queremos poner puede suponernos un tiempo precioso (y un quebradero de cabeza) cada mañana.

 

Si es tu caso y quieres ordenar el cajón de tu ropa interior de una forma eficiente, aquí tienes algunos consejos e ideas. ¿Te lo vas a perder?


Consejos definitivos para ordenar el cajón de la ropa interior

Revisa y clasifica


Antes de nada, revisa tu ropa interior. En una primera fase, comprueba qué prendas están en buen estado y te sientan bien, cuáles necesitan un repaso y cuáles debes desechar. Y para eso debes sacarla de donde esté, aunque te de pereza. Haz tres montones según esta clasificación y ve poniendo cada pieza en el que corresponda.

 

Céntrate en el montón de la ropa interior que está en buenas condiciones y te puedes poner, y clasifica cada prenda según su tipo: braguitas, tangas, coulottes, sujetadores, corpiños, combinaciones, prendas deportivas, lencería especial... Puedes ordenarlos a su vez por el uso que le das, colores, tejidos, etc. 

 

Luego pasa al montón de las prendas que necesitan un repaso y valora si puedes arreglarlas y si te compensa el esfuerzo, el material y el resultado. Y si puedes recuperar esas piezas, hazlo inmediatamente; porque si las vuelves a dejar en un cajón o en la cesta de la ropa para coser, se van a quedar tal cual, ocupando espacio y sin poderlas utilizar. 

 

Y finalmente valora qué hacer con la ropa interior que no te vas a quedar. La que esté en buenas condiciones puedes donarla o regalarla. La que esté muy vieja, puedes reciclarla para hacer trapos, rellenos para cojines o muñecos de tela. Y también puedes recuperar puntillas, adornos o cintas para tus proyectos de costura. El resto, al contenedor. 

 

El espacio que vas a utilizar

 

Antes de volver a guardar la lencería, elige un lugar en el que colocarla. Éste debe ser accesible y en el que, a poder ser, quepa toda la que tienes. El hecho de tener unas piezas repartidas por varios cajones y cómodas, te pondrá difícil el hecho de mantener el orden y de encontrar lo que buscas rápidamente. 


 

Una vez que tengas claro el espacio del que dispones, es importante que te plantees cuál es la mejor forma de sacarle partido. Esto no implica abarrotarlo al máximo, sino disponer la ropa interior de forma visible y accesible. Debe ser una organización cómoda y que cuide al máximo las prendas. Porque, aunque no lo parezca, si las piezas están apretadas y mal dobladas se estropean. 

 

Herramientas

 

Para que cada tipo de prenda esté más accesible, lo ideal es utilizar cajas y/o separadores. Los puedes encontrar en comercios físicos y on-line, pero también puedes hacerlos tú. En cualquier caso, el uso de cajas y separadores debe tener como finalidad aprovechar más el espacio y organizar mejor la ropa interior, si no es así, no merece la pena usarlos. 


 

También encontrarás fundas con separadores que se pueden colgar dentro del armario o detrás de una puerta

 

Preparación

 

Antes de guardar la ropa interior, limpia cuidadosamente el interior del cajón o estante que vayas a usar. 

 

Si el interior es de madera y no está muy pulida, puedes forrarlo con papel o con tela para proteger las prendas de enganchones. 

 

Cómo organizar la ropa interior

 

Lo ideal es colocar todo, tanto las braguitas como los sujetadores en vertical, porque así los podrás localizar todos de un solo vistazo y suelen caber más prendas en menos espacio.

 

A la hora de colocar las braguitas, ordénalas dobladas en vertical o en forma de rollito. En cualquier caso, tendrás que doblarlas bien para que no se arruguen y abulten poco. 


 

También puedes organizarlas en horizontal, unas sobre otras, aunque es más fácil mantener el orden en el día a día. 


 

La mejor forma de ordenar los sujetadores es extendidos y uno detrás de otro. Si no es posible y son de los que tienen una tira fina entre copa y copa, también se pueden ordenar tal y como te contamos en otro post.

 

También pueden ir también colgados en perchas, en caso de que no tengas mucho sitio en la cómoda, pero sí en el armario. Si empleas perchas múltiples, te ocuparán poco sitio y podrás colocar varios en un mismo plano. 

 

Te aconsejo que no guardes juntas las prendas de los conjuntos, salvo los deportivos y los de lencería fina. Si te preguntas el motivo, aquí lo tienes: si tienes bastante ropa interior y eres de las que compras packs de braguitas surtidas, tendrás más piezas de abajo que de arriba, por lo que te será más fácil combinarlas más allá del conjunto si las tienes a la vista y por separado. 

 

La lencería fina es mejor guardarla en cajas o bolsas de tela de forma individual, así la protegerás mejor. 

 

Los calcetines es mejor no poner uno dentro de otro, haciendo una especie de paquetito, porque se deforman los elásticos y el tejido se da de sí. Lo mejor es poner un calcetín encima de otro y luego doblarlos o enrollarlos. 


 

Los panties es mejor guardarlas en cajas con separadores forrados o en bolsas individuales para que no se enganchen. En mi caso suelo guardar la mayoría en las cajas en las que las compro, esas que llevan un cartón interior en el que se enrollan las medias y luego se colocan dentro de una bolsa protectora de plástico. Es cierto que abultan más, pero se apilan bien y se conservan en perfecto estado durante más tiempo. Y así sabrás exactamente qué tipo de panty es cada uno. Algo muy útil cuando tienes varias clases: más o menos tupidas, con o sin demarcación, con o sin cinturilla, reductoras, push-up... 

 

¿Tienes algún truco infalible para organizar tu cajón de la ropa interior? Si es así, por favor, compártelo. Me encantará, nos encantará a todos los lectores, conocerlo.

 

 

Post relacionados:

Deshazte de la Ropa que No Necesitas Sin Sentirte Culpable

Cómo Mantener el Orden en Casa

Trucos e Ideas para Ordenar Tu Cocina 

Cómo Ordenar Bien la Nevera

 

 

La primera vez que apareció el post Consejos Definitivos para Ordenar el Cajón de la Ropa Interior fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.

 


Licencia de Creative Commons
Consejos definitivos para ordenar el cajón de la ropa interior by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

19 agosto, 2020

Qué Es una Esencia Cosmética y... ¿de Verdad la Necesitas?

Probablemente has oído hablar de las esencias cosméticas, pero... ¿sabes realmente qué son y cómo se usan?

 

Reconozco que por la textura acuosa que tienen la mayoría de ellas, al principio las confundí con un tónico. Son tantos los productos destinados a cuidar la piel del rostro que no es fácil aclararse. Y desde que la cosmética coreana llegó a nuestras vidas todo se ha complicado todavía más. Las coreanas (y ellos también) cuidan su piel al máximo, algo que se puede comprobar a simple vista. Y eso pasa por su tan amado layering, es decir, aplicar sabiamente (no al buen tuntún, que eso no funciona) varios productos capa sobre capa. 

 

Su rutina básico incluye el uso de un aceite limpiador, un limpiador que retire el aceite anterior y otras impurezas, tónico (7 aplicaciones), esencia, sérum (o sérums, así, en plural), contorno de ojos e hidratante. Y a eso hay que añadirle el protector solar durante el día y exfoliación y mascarillas una vez a la semana. 

 

Cómo tienen una piel tan magnífica, hemos copiado sus rutinas. Por lo que las esencias también han pasado a ser, lo mismo que la doble limpieza o el tónico aplicado en 7 pasos, imprescindibles para las más avezadas. 

 

Si tú no eres una usuaria de cosmética a nivel pro y te gustaría saber qué es una esencia cosmética, cómo se aplica y si realmente es tan necesaria en tu rutina de belleza, sigue leyendo...

 

Qué es una esencia cosmética y... ¿de verdad la necesitas?

 

Qué es 

 

Lo primero que debes saber es que no es un tónico y tampoco es un sérum.

 

Tiene una gran cantidad de principios activos y ofrece beneficios parecidos al del sérum, pero por su formulación es capaz de penetrar más profundamente en la piel

 

Tiene la capacidad de preparar la piel para la aplicación de la crema, además de hidratarla, tratarla y equilibrarla. Aunque podríamos decir que su función es reforzar al resto de productos que te apliques.

 

Es excelente a la hora de preparar la piel para el maquillaje. 

 

Esencia cosmética entre flores

 

Cómo es

 

No te esperes una textura similar al sérum ni a la crema, porque tiene una textura acuosa, pero con algo más de consistencia que un líquido.

 

También la puedes encontrar en formato gel.

 

Cuál elegir

 

En el mercado tienes esencias para cualquier necesidad que tenga tu piel, para aportar desde hidratación hasta la luminosidad, pasando por las de efecto calmante o tonificante. Incluso las tienes de acción múltiple para tratar varios problemas a la vez.

 

Frasco negro con gotero sobre una bandeja

  


En qué parte de la rutina facial se utiliza

 

Entre el tónico (si lo usas habitualmente) y el sérum. Si no te pones tónico, entonces entre la limpieza y el sérum.

 

No la apliques después del sérum o de la crema, porque no podrá atravesar la barrera que crearán esos productos y no te podrás beneficiar de sus principios activos.

 

Cómo se aplica

 

Como tiene una concentración muy alta de principios activos, no necesitarás una gran cantidad para que sea efectiva. 

 

Puedes aplicarla con un disco de algodón, extendiéndola con suavidad por el rostro. Aunque, personalmente, creo que es una manera de desperdiciar la esencia, puesto que la mayor parte se quedará en el algodón.

 

Lo ideal es poner un poco en la palma de tus manos y luego aplicarla sobre la piel con ligeras presiones, teniendo cuidado de no arrastrarla. Así penetrará mejor y no derrocharás la esencia. Por no hablar de que la sensación es mucho más agradable.

 

Chica aplicándose esencia facial con las palmas de las manos
 

 

También las encontrarás en formato spray, que tendrás que vaporizar sobre el rostro, aunque luego tendrás que hacerlas penetrar en la piel presionando las palmas de la mano sobre la piel. En cualquier caso, sigue las recomendaciones del laboratorio.

 

Deja se absorba por completo antes de usar el sérum y/o la crema. De ese modo la película hidratante que crea quedará bien sellada sobre la piel, en lugar de mezclarse con el restos de productos que uses. 

 

¿Realmente la necesitas?

 

Pues... depende. Evidentemente tienen muchas propiedades beneficiosas para tu piel. Las coreanas y una legión de convencidas dan fe de ello.

 

También es cierto que en occidente tendemos cada vez más a simplificar las rutinas de belleza, eliminando pasos hasta dejarla en lo básico.

 

Personalmente, creo que si los cosméticos de tu rutina facial son de buena calidad (no significa que tengan que ser caros), están bien elegidos para tus necesidades concretas, eres disciplinada a la hora de usarlos, los aplicas adecuadamente y los complementas con tratamientos de cabina cuando sea necesario, no son imprescindibles. 

 

También es cierto que usarlos para cubrir necesidades puntuales es interesante. Por ejemplo si estás pasando una época en la que necesitas un plus de luminosidad o de hidratación. También si quieres que el maquillaje quede perfecto. 


¿Vas a usar esencias en tu rutina facial a partir de ahora?

 

 

Post relacionados:

Cómo Crear Tu Rutina Diurna de Belleza 

Una Rutina de Belleza de "10" 

Rutina de Belleza Sostenible

 

La primera vez que apareció el post Qué Es una Esencia Cosmética y... ¿de Verdad la Necesitas? fue en el blog de La Meiga y Su Caldero. 


Licencia de Creative Commons
Qué es una esencia cosmética y... ¿de verdad la necesitas? by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

12 agosto, 2020

Trucos e Ideas para Ordenar tu Cocina

Tener una cocina ordenada es un verdadero placer. Es más fácil cocinar en ella. Si tienes una zona de comedor en ella, disfrutarás más de tu comida. Y podrás limpiarla y desinfectarla más y mejor. 

 

Y no es tan difícil de conseguir, aunque parezca lo contrario. Únicamente necesitas algo de tiempo, un poco de esfuerzo y motivación. 

 

No te puedo ayudar nada más que con la motivación, porque el tiempo y el esfuerzo corren de tu cuenta. Y también puedo darte algunos trucos e ideas para ordenar tu cocina que te facilitarán las cosas.

 

¿Nos ponemos manos a la obra?


Trucos e ideas para ordenar tu cocina

 

En el momento adecuado

 

Si vas a ordenar tu cocina, hazlo cuando tengas la suficiente motivación. Si no te apetece nada afrontar esta tarea, el resultado probablemente no será el óptimo. 

 

Por el principio

 

Analiza cómo es tu cocina, cuáles son tus necesidades y tu rutina. Esto te dará la pauta para ordenar tu cocina de forma eficiente. Puede que tardes un tiempo en encontrar la manera óptima de hacerlo, pero la práctica hace al maestro.

 

Crea el caos

 

Para organizar bien la cocina, hace falta crear un pequeño caos primero. Debes sacar todo de su almacenamiento para saber qué es lo que realmente tienes guardado. Probablemente te sorprendas de cuántas cosas tienes y que ni siquiera sabías que estaban en tu cocina.

 

Deshazte de lo superfluo

 

Desecha todo aquello que no necesites. Esto incluye aquello que hace mucho tiempo que no usas, lo que ni siquiera has llegado a estrenar o lo que tengas duplicado o triplicado. Lo que esté en buenas condiciones puedes regalarlo o donarlo. Lo que no esté en perfecto estado puede reutilizarlo para otros fines. Por ejemplo, puedes reutilizar tazas desportilladas como semilleros para tus plantas o los botes para hacer manualidades con los niños. Y si no tiene remedio, llévalo al contenedor correspondiente.  

 

Haz una revisión también de tu despensa, para saber qué alimentos y condimentos tienes y en qué estado están. Aprovecha para tirar lo que haya excedido la fecha de caducidad y para comprobar el estado de aquello que haya superado la de consumo preferente. 

 

Limpia

 

Una vez que hayas sacado todo de estantes y cajones, aprovecha para limpiar a fondo antes de volver a colocarlo. 

 

Las encimeras

 

Una cocina ordenada implica que las superficies estén lo más despejadas posible mientras que no se esté cocinando o no se estén manipulando los alimentos. Unas encimera abarrotadas son una fuente de desorden y de suciedad, por no hablar de que no podrás usarla para aquello que realmente está destinada. Y eso no es tener encima al mismo tiempo el exprimidor, la cafetera, las cajas de cereales, el tarro del café, los paquetes de infusiones, los botes de harina y legumbres, el bote de lavaplatos, el estropajo, la batidora que llevaba de regalo el cacao en polvo de los niños, el paquete de servilletas, las llaves de la casa del pueblo, velas por si se va la luz, paños de cocina usados y arrugados...

 

Cocina con encimeras despejadas

 

Armarios, cajones y estantes

 

Busca un sitio para cada utensilio y acostúmbrate a dejarlo siempre en el mismo lugar. Si lo conviertes en un hábito no te costará apenas mantener el orden. 

 

Agrupa los objetos de un mismo tipo o uso para guardarlos en el mismo lugar. El hecho de separarlos por categorías es básico para lograr el orden. Si tienes objetos de un mismo tipo en varios lugares, no sabrás dónde está el que buscas, por no hablar de que estarán ocupando espacio que quizás estuviese mejor aprovechado por utensilios de otra categoría.

 

Procura que los utensilios de uso diario sean los que estén más a mano y más a la vista. Lo ideal es poner aquello que más utilices a la altura de la zona central del cuerpo, es decir, desde más o menos la altura de la encimera hasta donde llegues con las manos sin necesidad de estirarte.

 

Armarios de cocina ordenados

 

Aquello que pesa más, es mejor que esté en los armarios inferiores, así te será más fácil manipularlos y evitar accidentes si se te caen. Y es que no es lo mismo que la olla que usas para preparar los guisos cuando os reunís 20 personas en casa se te caiga encima desde una altura de 2 m. a que lo haga desde 30 cm. Así que ollas, electrodomésticos, fuentes para el horno y sartenes están mejor en las zonas más bajas.

 

Aquellos que únicamente emplees de vez en cuando puedes colocarlos en las zonas más inaccesibles.  

 

El menaje, cristalería, mantelerías y otros objetos que únicamente uses en ocasiones especiales puedes colocarlo fuera de la cocina si es muy pequeña. Así no ocuparán un espacio precioso para aquello que sí que usas a diario. 

 

Si la disposición de tu cocina te lo permite, coloca la vajilla, vasos y cubiertos cerca del lavavajillas. 

 

Del mismo modo, aquellos utensilios que necesites para cocinar, disponlos en los armarios y cajones que estén cerca de la cocina, del horno y del microondas.

 

Emplea organizadores para tener los cubiertos separados por clases, te será más fácil localizarlos cuando los necesites, sin necesidad de revolver en los cajones.

 

Cajón de cocina con organizadores

 

Procura aprovechar el espacio, colocando los recipientes más pequeños dentro de los más grandes. Eso sí, procura que esa forma de organización no te impida acceder fácilmente a todos ellos, porque si debes recolocarlos a menudo, terminarás por amontonarlos sin ton ni son.

 

Utiliza el sistema anterior para ordenar los tuppers. Coloca unos dentro de otros, con las tapas organizadas por separado. Si almacenas cada uno con su tapa cerrada ocuparán muchísimo espacio. Si tienes todas las tapas bien organizadas y guardadas en el mismo espacio, no te costará acceder a ellas.

 

Puedes usar cajas y otros contenedores para guardar objetos más pequeños, así no estarán libres en cajones y armarios. Yo uso los tuppers y cajas de plástico viejas para guardar moldes, paletas, cortadores...

 

Aprovecha botes de plástico o cristal reciclándolos para almacenar alimentos. Puedes guardar en ellos las legumbres, el arroz y otros cereales, el cacao, las galletas, el azúcar, los frutos secos y cualquier alimento seco que compres a granel. Se apilan mejor que los paquetes y cajas y abultan menos. Por otra parte, si cierran bien, los alimentos se conservarán mucho mejor. Y un consejo: etiquétalos para saber qué es lo que contienen. También puedes escribir instrucciones sencillas como los tiempos de cocción. 

 

La despensa

 

Pon los alimentos que usas a diario en lugares muy accesibles, para que no tengas que apartar botes y paquetes para llegar a ellos, porque eso significa desorden inmediato. 

 

Coloca los alimentos de tal forma que estén a mano los que tengan una fecha de caducidad más cercana y detrás los que la tengan más extensa. 

 

Puedes colocar los botes, latas y paquetes en forma de escalera, para que puedas ver fácilmente todo lo que tienes en un armario de un solo vistazo. Para ello es importante que lo que esté en la parte trasera e inferior de los escalones sea lo que más tarde caduque, puesto que no está a la vista. 

 

Botes de cristal con alimentos colocados en escalera

 

Los productos de limpieza

 

Guarda todos los productos de limpieza juntos y completamente separados de la comida, así evitarás intoxicaciones y otros disgustos. 

 

Si tienes hueco debajo del fregadero, aprovecha para colocar los productos de limpieza debajo de él. Sobre todo los que te harán falta para lavar los platos.

 

Mi consejo es que uses una caja grande de plástico o incluso un cubo viejo de los de fregar para poner todos los productos en su interior. Así podrás retirarlos todos fácilmente para poder limpiar el armario de debajo del fregadero, sin necesidad de quitar uno a uno.

 

Revisa

 

De forma periódica vuelve a reorganizar la cocina, para que siempre esté ordenada y funcional. Si la mantienes a diario, estas revisiones te costarán muy poco tiempo.

 

¿Te animas a organizar tu cocina ahora o ya la tienes perfectamente ordenada? ¿Tienes algún truco infalible para mantener el orden en ella?

 


Post relacionados:

Cómo Mantener el Orden en Casa 

Cómo Ordenar Bien la Nevera

Cómo Cuidar Tus Sartenes


La primera vez que apareció el post Trucos e Ideas para Ordenar tu Cocina fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.


Licencia de Creative Commons
Trucos e ideas para ordenar tu cocina by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

05 agosto, 2020

Consejos para Cuidar Tus Pañuelos, Fulares y Bufandas

¿Te gustan los pañuelos, los fulares o las bufandas? A mí me encantan. Son complementos que, además de ser útiles, son un plus de estilo para cualquier look, desde los más informales a los más sofisticados. Y los hay para todos los gustos y para todos los bolsillos.


Sobre todo me gustan los pañuelos, porque se pueden usar todo el año. En el cuello, en el cabello, como cinturón, como top, atados al bolso o rodeando un sombrero, como pulsera...


Pero son complementos delicados y que necesitan cuidados. En primer lugar, porque están en contacto directo con nuestra piel o con nuestro cabello en muchas ocasiones, y si no están en buenas condiciones pueden irritarlos o dañarlos, además de resultar incómodos. En segundo lugar, son prendas exteriores y que, además de prácticas, son estéticas y no deben lucir descuidadas. Por último, suelen ser complementos a los que se toma cariño, así que unos buenos cuidados aseguran poderlos disfrutar mucho mucho tiempo.


Para que puedas cuidar al máximo tus pañuelos, fulares y bufandas, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a ello.


Consejos para cuidar tus pañuelos, fulares y bufandas


Antes de nada


Lee el etiquetado del pañuelo o de la bufanda. Si vas a cortar la etiqueta, porque es un tipo de complemento en el que se ve enseguida, al menos hazle una foto con el móvil y guárdala. No te olvides de que en la foto salga el tejido del pañuelo, para que no te equivoques de pieza.


Lavado


Si tienes dudas acerca de si el lavado es a mano o a máquina, opta siempre por el manual, porque siempre es más delicado con la prenda.


No es conveniente lavar estas prendas demasiado a menudo, a menos que sea necesario, porque son delicadas. Lo ideal entre 2 y 4 veces por temporada. Más o menos según la cantidad de puestas que tenga cada pañuelo o del tipo de uso.


Para reducir el número de lavados te recomiendo que dejes que se aireen bien antes de guardarlos.


Y evita usar suavizante, porque el tejido terminará por quedarse áspero y compactado. Puedes sustituirlo si lo deseas por un poco de bicarbonato de sodio.


Mujer con pañuelo en el pelo y sombrero


En lavadora


En el caso de que se pueda lavar en lavadora, te recomiendo que utilices una bolsa de lavado o red protectora (de las que se usan para la lencería y las prendas delicadas) para que no dañe el rozar con el resto de la ropa.


Usa siempre programas para prendas delicadas o que simulen el lavado a mano. Evita el centrifugado, o al menos intenta que no sea demasiado enérgico.


Nunca laves pañuelos, fulares o bufandas de seda en la lavadora, ni en los programas de "lavado a mano".


Lavado a mano


Utiliza un jabón para prendas delicadas y agua templada o fría. Incluso puedes usar champú si no tienes otro detergente a mano. Añade unas gotas de jabón a un barreño con agua.


Si se trata de un pañuelo o bufanda de seda o que no hayas lavado antes, prueban en una zona pequeña antes de sumergirlo totalmente para comprobar si destiñe.


Si quieres que el tejido no destiña, puedes añadirle al agua un poco de sal o un chorrito de vinagre blanco para que se fijen los colores en el primer lavado.


Una vez que tengas preparados el agua y el jabón, pon el pañuelo dentro del barreño y déjalo unos minutos (no más de 5 si es seda, lana o cachemir; hasta 15 si se trata de otros materiales). Luego agítalo y amásalo con cuidado, procurando no frotar ni retorcer.


Aclara el pañuelo o bufanda con agua fría hasta que el agua salga limpia y sin restos de jabón.


Si se trata de seda, pueden terminar el enjuague con agua fría y unas gotas de vinagre blanco. Este paso te garantizará que se eliminan los restos de jabón y que el tejido queda limpio y brillante. No te olvides de finalizar el proceso con un buen chorro de agua fría para que no quede vinagre.


Mujer con bufanda y sosteniendo un café


En seco


Si en la etiqueta te indican que se debe limpiar en seco, llévalo a la tintorería sin dudarlo, porque en caso contrario el pañuelo o bufanda puede encoger, deformarse o desteñir.


Secado


Aunque en la etiqueta ponga que se puede usar secadora, mi consejo es que la evites, porque el tejido tenderá a quedar más áspero y a estropearse antes. La mejor elección es siempre dejar que se seque al aire.


No estrujes el tejido para eliminar la humedad, porque dañarás las fibras y se deformará de manera irreversible.


La mejor forma de escurrir la humedad es enrollando cuidadosamente el tejido en una toalla. Luego sólo tendrás que colocarlo en una toalla seca y dejarlo secar en posición horizontal.


Evita colgar los pañuelos y bufandas, sobre todo si usas pinzas, porque se deforman y los tejidos se estropean.


A la hora de secar, procura colocar el pañuelo en posición horizontal (sobre el tendedero, por ejemplo), extendiéndolo bien, pero teniendo cuidado de no estirarlo ni deformarlo.


Extiende bien los pañuelos, fulares y bufandas cuando los seques para que no aparezcan demasiadas arrugas.


Mujer con pañuelo de seda en la cabeza


Planchado


Si tienes que plancharlos, hazlo siempre con una temperatura muy baja. Si tienes dudas respecto a la tolerancia al calor del tejido, puedes colocar una tela vieja encima para plancharlo o probar en una pequeña esquina.


En muchos casos puedes usar simplemente el vapor para eliminar suavemente las arrugas, bien con la plancha o colocándolos con cuidado en el baño cuando te vayas a duchar.


Otros consejos para cuidarlos


Evita que el pañuelo, el foulard o la bufanda se manchen con el maquillaje. Para ello puedes usar un producto resistente a los roces o un fijador.


Si usas pañuelos en el cabello, colócatelos siempre cuando esté completamente seco y cuando ya te hayas aplicado los productos de fijación o tratamiento.


Ponte el perfume antes de colocarte pañuelos y bufandas.


Ten cuidado a la hora de manipularlos si llevas joyas para que no se enganchen unas cosas con otras.


Ten cuidado para que no arrastren por el suelo, que no se caigan o que terminen en superficies que no están muy limpias. Este tipo de precauciones higiénicas son imprescindibles para tu salud y para el mantenimiento de estos complementos.


Cuando los guardes al finalizar la temporada, procura que estén limpios y sin manchas.


Evita las bolsas de plástico para guardar estos complementos, porque no respiran y terminan amarilleando y envejeciendo.


Evita que les de el sol continuamente.  Si tienes muchos y los tienes colgados en  un perchero de tu habitación, al final se decolorarán. Es mejor que los guardes en un cajón o un armario resguardados de la luz.


Las bufandas y fulares delicados los puedes guardar enrollados en bolsas o cajas de tela. Mientras que los que son más resistentes los puedes almacenar colgándolos de una percha o barra. Los que sean de muy buena calidad, los puedes almacenar en cajas de cartón y envueltos en papel de seda.


Espero que estos consejos te ayuden a disfrutar más y mejor de tus pañuelos, fulares y bufandas.



Post relacionados:



La primera vez que apareció el post Consejos para Cuidar Tus Pañuelos, Fulares y Bufandas fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.


Licencia de Creative Commons
Consejos para cuidar tus pañuelos, fulares y bufandas by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.