Incluso si lo tuyo es la pulcritud y la higiene, hay áreas en las que, a pesar de acumularse suciedad y bacterias en grandes cantidades, no se suelen limpiar con la frecuencia necesaria. Y en la mayor parte de los casos no es por desidia, sino porque no suelen estar presentes en nuestras rutinas de limpieza. Son esas áreas y elementos que no son obvios, pero que se usan mucho.
En este post podrás recordar algunas de las zonas y objetos del hogar que también necesitan una limpieza cuidadosa, no a diario, pero sí con cierta periodicidad.
En general
Pomos de las puertas
Ni te imaginas lo que son capaces de acumular estos elementos que tienes en tu hogar. Emplea un paño y un desinfectante o limpiador adecuado para el material del que estén fabricados. Ten mucho cuidado con la madera o el acabado de las puertas, porque el producto que emplees para los picaportes con casi toda seguridad la dañará.
Interruptores
Son elementos que tocamos constantemente y no siempre con las manos completamente limpias, por lo que acumulan suciedad y gérmenes.
Límpialos con un paño y un desinfectante al menos una vez a la semana. Si están muy sucios, puedes utilizar un bastoncillo de algodón o un objeto con filo forrado con papel de cocina, humedecidos con el mismo producto para repasar rincones. Eso sí, ten muchísimo cuidado para que no entre humedad en el mecanismo y que las herramientas de limpieza no toquen su interior.
Enchufes
Acumulan mucha porquería y también necesitan cuidado. Para limpiarlos es sumamente importante que cortes el suministro eléctrico antes de trabajar en ellos. Los puedes limpiar igual que en el caso de los interruptores. Para las zonas difíciles utiliza un bastoncillo o un cepillo de dientes viejo. Ten muchísimo cuidado para que no entre humedad en el interior y no vuelvas a conectar la electricidad hasta que no se haya secado cualquier resto de desinfectante o limpiador que hayas podido emplear.
Bombillas y fluorescentes
Las bombillas también suelen acumular polvo y porquería. Para limpiarlas, hazlo siempre cuando estén totalmente frías y sin suministro eléctrico, bien porque hayas desenchufado las lámparas o porque hayas cortado la luz en el caso de apliques y lámparas ancladas a paredes o techos.
Lo ideal es pasar el plumero o la bayeta que utilices para eliminar el polvo al mismo tiempo que en el resto de objetos y superficies.
Para limpiarlas más en profundidad, hazlo con una bayeta de microfibra ligerísimamente humedecida con agua del grifo. Evita cualquier limpiador que pueda quemarse o inflamarse cuando la bombilla se caliente.
Apliques y plafones
Suelen acumular polvo, pelusas, grasa... e insectos. Así que desmóntalos, lava el cristal protector, si lo lleva y limpia con cuidado el mecanismo (sin corriente eléctrica). Puedes utilizar primero un plumero o brocha para retirar el polvo y luego pasar un paño o bayeta con un limpiador suave y apropiado para los materiales.
Lámparas
Las tulipas y protectores de las lámparas se ensucian tanto como los pies, por lo que tienes que dedicarles atención cada cierto tiempo. Límpiales el polvo con frecuencia y no te olvides de cepillarlas cada 1-2 meses. Si están muy sucias, utiliza un paño suave y un limpiador específico para el material (tela, papel...) Si son de cristal, puedes emplear un limpiador especifico, y en algunos casos incluso limpiarlos bajo el agua una vez desmontados (siempre que la estructura en la que vayan montados lo permita).
Paredes y techos
Las paredes y techos recogen también polvo y mugre (y telarañas). Puedes utilizar o una mopa limpia y que sólo uses para las superficies verticales y techos.
Si las paredes son lavables, puedes limpiarlas con una esponja suave y un limpiador adecuado para el material o la pintura. También te servirá una bayeta de microfibra humedecida con agua.
Salón
Mando a distancia
Le ocurre lo mismo que a los interruptores: se ensucia mucho, muchísimo. Y acumula bacterias y otros elementos de lo más indeseable.
Primero utiliza una brocha o un cepillo de dientes viejo (limpios) para eliminar el polvo y residuos que se hayan podido quedar entre las teclas.
Límpialo después con un paño suave y que no deje pelusa y un desinfectante. Utiliza un bastoncillo de algodón para dejar perfectas las zonas más difíciles.
Teléfono fijo
Ya son casi una rareza en nuestras casas, pero todavía los hay, y necesitan limpiarlos con cierta periodicidad. Hazlo del mismo modo que en el caso de los mandos a distancia. Insiste sobre todo en la zona del auricular y el micrófono, así como en la zona que se toma por la mano.
Aire acondicionado
Debes limpiarlo tanto por fuera como por dentro. Elimina el polvo en el exterior de forma habitual. Si está muy sucio, puedes utilizar un cepillo de dientes o una brocha para limpiar rendijas y rincones, y luego emplear una bayeta con un limpiador que no ataque el plástico.
Pero lo más importante es sin duda ocuparse de los filtros. Lee cuidadosamente el manual de uso para aprender cómo retirarlos y montarlos, así como las recomendaciones del fabricante para higienizarlos.
Dormitorio
Almohadas
Lo ideal es que sean lavables al completo. Si es así, lávalas en la lavadora al menos cada comienzo de temporada, lo que supone una vez cada 3-4 meses.
Las fundas (no los almohadones) requieren un lavado concienzudo en lavadora, con un un detergente suave y un producto desinfectante y antiolores específico para tejidos.
El secado es sumamente importante en este caso, así que cerciórate de que tanto en la almohada como en la funda no queda ningún resto de humedad.
Colchón
Aspíralo con frecuencia, utilizando el accesorio para textiles. Puedes ventilarlo al sol de vez en cuando si te es posible. También es conveniente girarlo poniendo la parte de la cabecera en los pies para que se desgaste por igual.
En caso de que esté muy sucio, puedes espolvorearlo con bicarbonato sódico, dejándolo actuar 1-2 horas y luego aspirando o cepillando el polvo. Incluso puedes pasar una esponja o paño ligeramente humedecido con agua del grifo con un chorro de agua oxigenada (o vinagre de limpieza). No mojes apenas el tejido y deja secar completamente antes de hacer de nuevo la cama.
Armarios y cómoda
Los armarios y las cómodas deben higienizarse también en el interior. Hazlo con cada cambio de estación o al menos una vez al año. Saca la ropa y limpia paredes, baldas y cajones. Y no te olvides del suelo y de la zona que hay debajo de las cajoneras de los armarios en las que se suelen acumular el polvo y las pelusas. Puedes utilizar el aspirador para eliminarlos.
Cocina
Microondas
Acumula grasa, comida y restos en su interior, por lo que debes limpiarlo de forma habitual. Lava el plato a mano o en el lavavajillas casi a diario.
Para el interior puedes utilizar el truco de poner un recipiente con agua y vinagre o limón en una buena cantidad, dejando que el agua hierva. Luego deja que el vapor con los desengrasantes haga su magia, retira el recipiente (con cuidado de no quemarte ni echarte el agua caliente encima) y pasa una bayeta limpia por todas las superficies.
Horno
Si tienes horno, no vale sólo con quitarle las migas o con pasarle un papel para quitarle las manchas más visibles de grasa o comida. De vez en cuando debes limpiarlo en profundidad. En el post Cómo Limpiar el Horno Bien y Sin Tóxicos te contamos cómo hacerlo.
Nevera
En ella depositas la comida, por lo que debes mantener una limpieza escrupulosa. Limpia las baldas, los cajones y todos los elementos de su interior. En nuestro post Cómo Ordenar Bien la Nevera encontrarás un apartado en el que te contamos cómo limpiarla.
Congelador
Vale, el frío conserva y no deja que las bacterias hagan de las suyas, pero... ¿seguro que quieres dejar que tu comida esté en un espacio sucio? Saca todo del congelador, elimina el hielo, límpialo y vuelve a colocar todo de nuevo.
Lavavajillas
Además de los productos limpiamáquinas, el lavavajillas requiere de una limpieza interior más intensa. Elimina la porquería acumulada en el filtro, utiliza un cepillo para darle una buena pasada a las paredes interiores y a la puerta por dentro. No te olvides de los cantos.
Lavadora
Utiliza un limpiamáquinas cada 1-2 meses, poniendo un programa en vacío para que se quede en perfectas condiciones. Antes de hacerlo limpia la goma de la lavadora, el tambor y el cajetín del detergente.
Tampoco estaría de más que limpiases el interior del filtro, si está en un lugar accesible. No cuesta trabajo y te evitará más de un disgusto.
Campana extractora
Hazlo no sólo por higiene, también por tu seguridad. La grasa que se acumula en la campana puede provocar un grave incendio si se te prende una sartén, porque servirá de combustible para el fuego.
Retira los filtros y límpialos completamente. Puedes utilizar un cepillo suave un buen quitagrasas. No te olvides de ocuparte del interior. Si tu lavavajillas te lo permite, puedes lavarlos allí.
El cubo de la basura
En el post Cómo Evitar que el Cubo de la Basura Huela Mal encontrarás todas las claves y trucos para dejarlo sin malos olores y como los chorros del oro.
Rejillas de ventilación
Límpiales el polvo con frecuencia. Yo incluso les paso el aspirador para retirarlo. Si hay pelusas y fibras incrustadas, puedes utilizar una brocha o un cepillo para eliminarlas.
Luego utilizar un cepillo o esponja con un buen detergente (antigrasas, si están en la cocina), aclara y seca bien.
Esos rincones incómodos...
Detrás de la nevera, del fregadero, del la lavadora, del lavavajillas, debajo de los zócalos de los muebles de la cocina, los altillos... ahí se acumula de todo: polvo, pelusas, migas, cabellos o pelitos de las mascotas, etc. Todo ello puede invitar a las plagas y a los malos olores. Aunque sea pesado (y desagradable), limpia esas zonas de vez en cuando.
Bayetas, paños, estropajos y fregonas
Todas las herramientas que utilices para limpiar también deben estar limpios, también los paños, bayetas, estropajos y fregonas. Lo ideal es que cuando termines de usarlos los dejes en perfecto estado de revista, si no puedes, al menos dedícales atención 1-2 veces en semana, según la frecuencia con la que los uses.
Los recipientes de productos de limpieza
En los botes, botellas y tarros de los productos que usas para limpiar se acumulan restos de líquidos y pastas y huellas de suciedad que dejamos con las manos, por lo que conviene darles una pasada antes de guardarlos, o al menos pasarles un paño con agua de vez en cuando. En este caso no te recomiendo limpiadores, para que las posibles mezclas no te pongan en riesgo. Ah, y no te olvides de limpiar los cercos y restos que puedan quedar en las baldas y cajones en los que guardes esos productos.
Baño
Portacepillos
El agua y los restos de dentífrico pueden dejar una desagradable (y maloliente) pasta en el interior del lugar en el que tengas los cepillos de dientes. Si el material lo permite, lávalo en el lavavajillas o hazlo a mano, dejándolo antes en remojo con un poco de agua oxigenada, vinagre blanco o incluso con unas gotas de lejía de uso alimentario. Tira ese agua, límpialo con un estropajo (de la cocina) y jabón para lavar los platos, acláralo completamente y deja que se seque antes de depositar de nuevo los cepillos.
Jabonera
Los restos de agua y jabón acaban ensuciando mucho la jabonera, incluso puede llegar a formarse moho, por lo que debes limpiarla con cierta frecuencia. Si es desmontable, puedes lavarla con un cepillo y detergente o incluso ponerla dentro del lavavajillas. Si está atornillada a la pared, puedes utilizar un cepillo, estropajo o esponja, con un detergente apropiado. No te olvides de aclarar todo el detergente y secarla. El vinagre de limpieza también suele funcionar bastante bien para este tipo de elementos.
Portaescobillas y escobilla
Ya sé que es desagradable hasta pensar en ellos, pero son útiles y están en todos los baños. Y hay que higienizarlos. Limpia el portaescobillas, tanto en el interior como en el exterior. Para la escobilla, te aconsejo que la dejes en remojo con agua y lejía o un desinfectante potente, luego aclara bien.
Cortina de la ducha
Se suele ensuciar con salpicaduras de jabón, champú, mascarillas, junto con polvo y otro tipo de suciedad. Por eso es importante limpiarla cuando sea necesario. Lo ideal: meterla en la lavadora. Si no puedes utilizar una bayeta o esponja con detergente y luego aclárala en la propia ducha. Y no te olvides de la barra en la que va colgada, que también suele ensuciarse mucho, sobre todo en su parte superior.
Adornos y cosméticos
Además del polvo y la suciedad que aparecen en cualquier zona de la casa, en el baño hay otros invitados indeseables que pueden depositarse en los adornos y los botes y tarros de cosméticos: las partículas que se quedan en suspensión después de haber tirado de la cadena del inodoro. ¿Te imaginas? Por eso es necesario que los limpies y desinfectes de forma periódica.
¿Se te ocurre alguna zona u objeto del hogar que se me haya ocurrido incluir en esta lista? Deja tu sugerencia o tu idea en el apartado de comentarios si lo deseas.
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La primera vez que apareció el post Cosas del Hogar que No se Limpian con Suficiente Frecuencia (o Nunca) fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
Cosas del hogar que no se limpian con suficiente frecuencia (o nunca) by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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