28 noviembre, 2018

Manchas y Cicatrices: el Camuflaje Perfecto

¿Tienes manchas o cicatrices en la piel? Probablemente sea así, al menos en mi caso lo es, porque tengo manchas producidas por el sol, herencia de los excesos bronceadores e irresponsables que muchas de nosotras (y muchos) cometíamos hace años. Y lo peor de todo es que aunque ahora me tome en serio la protección solar, librarse de las manchas que me han dejado los rayos solares es difícil.


Aunque también hay otras manchas que quedan tras el acné o por los cambios hormonales (embarazo, menopausia, anticonceptivos...), incluso las hay de nacimiento. Y todas ellas son igual de molestas.


A continuación encontrarás consejos para camuflar esas cicatrices y manchas de un modo eficaz, y también para prevenirlas, así que no te lo pierdas...


Manchas y cicatrices: el camuflaje perfecto


Lo primero... y lo segundo


Mi primer consejo para combatir las manchas es consultar antes con un dermatólogo, así sabrás a qué te enfrentas, si debes tratarlas y cómo prevenir que empeoren o te salgan más.


Mi segunda recomendación es que no te obsesiones con las manchas y las cicatrices. Camúflalas o siéntete orgullosa de mostrarlas, elige tú qué es lo que quieres hacer, porque tan buena es una opción como la otra; pero ten siempre en cuenta que eres preciosa, con o sin manchas. 


Lo mejor: la prevención


Utiliza protector solar de manera habitual, incluso aunque no vayas a tomar el sol en la playa o la piscina. La radiación solar afecta a tu piel todo el año y es importante protegerla.


Tomando el sol en la playa
Si te expones al sol, hazlo siempre con protección


No tomes rayos UVA, ni siquiera para estar morenita antes de ir a la playa o la piscina y no quemarte cuando te tumbes al sol. Es una mala idea, porque los daños en tu piel serán enormes... y te quemarás igual si te expones al sol sin protección solar. 


Evita exponerte al sol inmediatamente después de la depilación, de una exfoliación o después de aplicar sobre tu piel ingredientes que produzcan fotosensibilidad, como los perfumes.


Si te están haciendo tratamientos con láser, ya sea depilación, fotorrejuvenecimiento o tratamientos médico-estéticos, infórmate de las precauciones que debes tener con el sol o los medicamentos, y sígue al pie de la letra las recomendaciones que te den.


Tipos de manchas


De forma muy básica, podemos dividirlas en dos categorías: hiperpigmentación e hipopigmentación. Las primeras implican una coloración de las manchas más oscura que el tono básico de la piel. Las segundas conllevan una decoloración, un tono más claro que el de la piel.


Según su origen, y pido disculpas a los dermatólogos por atreverme a una clasificación tan tosca, podemos diferenciar:


Manchas de sol suelen ser de un color marrón, más o menos oscuras, que se van haciendo más grandes según pasa el tiempo, sobre todo si no se protege la piel.


Manchas de nacimiento y pecas: de color marrón clarito o rojizo.


Chica con pecas mostrando una gran sonrisa


Acné: son de color marrón claro, rojizas y se caracterizan por ir acompañadas de hoyitos en la piel.


Rosácea:  se trata de una afección cutánea que se caracteriza por brotes en los que la piel toma un tono rojizo, con los vasos sanguíneos dilatados e incluso puede ir acompañada de abultamientos rojos y con pus.


Cicatrices: las hipertróficas y queloides suelen ser rojas; las atróficas pueden ser rojas o marrones.


Hormonales: producidas por el embarazo, la menopausia o por la toma de anticonceptivos orales. Pueden ser marrones, con matices grises o anaranjados, según el tono natural de la piel.


Qué hacer con las manchas


Puedes recurrir a tratamientos dermatológicos o cosméticos que, si son los adecuados, llegan a ser bastante efectivos (sobre todo los dermatológicos). Los inconvenientes: requieren tiempo y paciencia, además de ser caros.


Chica tumbada en una cabina de estética


La otra opción a la hora de deshacerse de las manchas es algo más efímera, pero funciona: cubrirlas con maquillaje. Si se usan los correctores y las bases con acierto, se disimulan bastante bien. Los peros: requieren una aplicación diaria y cierta destreza y no atajan el problema, únicamente lo camuflan.


Prepara la piel


Limpia la piel de manera escrupulosa, mejor con productos que no aporten grasa, para facilitar la aplicación y duración de los correctores. Los geles limpiadores y las aguas micelares son productos ideales.


Exfolia la piel con un producto y una frecuencia apropiados para tus necesidades, de esa forma la piel estará más lisa, uniforme y suave, lo que facilitará el maquillaje posterior. 


Utiliza un tónico o un agua de belleza para cerrar los poros, preparar la piel para el resto de la rutina de belleza y conseguir que los correctores y la base se fijen mejor.


Hidrata el rostro con productos ligeros y que no aporten mucha grasa, por los mismos motivos que en el caso de los limpiadores.


Consejos para elegir y aplicar el corrector


Como norma general debes aplicar un corrector que neutralice el color de la mancha.


Sobre ese neutralizador puedes aplicar sólo la base de maquillaje únicamente o poner sobre esa base también un corrector del mismo tono de la piel.


En caso de que no quieras emplear un neutralizador, puedes utilizar un corrector del color de tu rostro o un tono más claro (sólo un tono), aunque no es tan efectivo, sobre todo si las manchas son muy evidentes.


Correctores de diferentes colores


Si en tu rostro tienes hiperpgimentación, deberás contrarrestar con un tono más claro que la piel para igualar. Si tienes hipopigmentación tendrás que usar un color más oscuro para igualar.


Aplica el corrector con pequeños toques y sin arrastrar el producto. Puedes hacerlo con una brocha específica o con los propios dedos.


No te olvides de difuminar bien el corrector en los bordes de la mancha que quieras camuflar, así quedará más natural e integrada con el color de tu rostro.


Según el tipo de mancha puedes actuar de forma diferente:


Sol: puedes utilizar un corrector naranja oscuro, después la base y finalizar con corrector del mismo tono que la piel o algo más claro bien difuminado. También puedes usar un corrector de color coral y luego la base de maquillaje. O puedes utilizar un corrector claro y finalizar con tu base.


Nacimiento: una forma de esconderlas es utilizar un corrector verde, base de maquillaje y luego corrector del tono natural de la piel.


Acné: puedes utilizar un corrector verde, luego un corrector del tono de la piel y finalizar con la base de maquillaje. También puedes poner primero el corrector verde, la base y luego el beige. Y, por supuesto, puedes utilizar el corrector del tono de tu piel y luego la base. Una buena idea es elegir correctores con vitamina E para suavizar y dióxido de titanio para protegerte de los rayos solares.


Rosácea: en lugar de un corrector, utiliza un primer corrector o prebase de color verde en la zona a cubrir y luego la base.  


Cicatrices: en las que tengan color rojizo, emplea corrector verde, base y luego un corrector del color de la piel bien difuminado; en las que tengan tonos marrones puedes poner corrector naranja; y si tienden a ser violáceas, mejor utiliza un corrector amarillo dorado. En el caso de las cicatrices es muy importante aplicar los correctores sólo en la zona que quieres camuflar. Y ten en cuenta que si la piel tiene abultamientos o cavidades debidas a las cicatrices no las evitarás, lo único que corregirás es el color.


Hormonales: las manchas marrones anaranjada se camuflan bien si utilizas un corrector lila, la base y luego un corrector de tu tono natural de piel. Si tienden a ser grisáceas, es mejor que en lugar de lila, el corrector sea anaranjado o melocotón.


Consejos para escoger y aplicar la base


En general, utiliza bases de cobertura media (manchas oscuras y rojeces), incluso puedes atreverte con las ligeras (para manchas leves). Los maquillajes muy espesos suelen quedar poco naturales y si usas bien los correctores no necesitarás tanta cobertura.


Emplea capas finas y repite tantas capas como necesites. Es mejor ir corrigiendo la cobertura según sea necesario que excederse.


Maquillaje


Aunque si lo que tienes que tapar son grandes cicatrices o quemaduras, deberías utilizar un maquillaje corrector cubriente específico, preferentemente de farmacia. Lo ideal es que en este caso sí sea muy cubriente, que sea resistente al agua, que se seque rápidamente y no manche. Y si siempre es importante elegir un color igual al de la piel, en el caso de los maquillajes correctores de este tipo todavía lo es más. Para acertar, pruébalo en el mentón o incluso en el cuello, y siempre con luz natural.


Si tienes rosácea te conviene utilizar bases doradas o tirando a amarillas para contrarrestar el rosa de la piel. Es importante que tenga protector solar.


Utiliza bases con protección solar si te maquillas durante el día, especialmente si vas a estar caminando por la calle.


Utiliza una pequeña capa de polvos para sellar el maquillaje o un fijador de maquillaje en spray.


Ahora ya puedes decirle adiós a las manchas... al menos hasta la hora de desmaquillarte.




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La primera vez que apareció el post Manchas y Cicatrices: el Camuflaje Perfecto fue en el blog de La Meiga y Su Caldero


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