Está claro, el frigorífico es un gran invento. Y, como todos los grandes inventos, es necesario que se utilice correctamente si queremos sacarle todo el partido posible. La correcta organización de la nevera es una de las formas de hacerlo. Por eso, a continuación encontrarás algunos trucos para ordenar bien tu nevera.
La limpieza
El primer paso para una nevera ordenada es la limpieza. De forma periódica limpia cuidadosamente todos los elementos de la nevera, tanto fijos como removibles, mejor con productos poco agresivos. El bicarbonato disuelto en agua tibia (con un chorrito de vinagre o limón, por ejemplo) es una buena elección. También agua puedes utilizar agua con unas pocas gotas de lejía alimentaria. Luego sólo tienes que aclarar, secar y listo.
Para limpiar tendrás que vaciarla. Para que no se estropeen los alimentos mientras lo haces, puedes colocarlos en bolsas de frío (de las que se usan para transportar congelados), en neveras portátiles o en un cubo con agua y hielo. Esto es especialmente importante si tienes en la nevera carnes, pescados, embutidos, lácteos, salsas o productos ya abiertos; más aún si es verano.
Limpia botes, botellas, tetrabriks y barquetas si están sucios antes de introducirlos en la nevera. En los almacenes no suelen tener mucho cuidado con la limpieza de los envases y es mejor evitar que puedan ensuciar o contaminar lo que tengas en el frigorífico. Por no hablar de la cantidad de manos que han tocado cada envase...
El rendimiento
No cargues demasiado la nevera, porque la harás trabajar en exceso y no enfriará adecuadamente.
El frigorífico no es una despensa, no lo utilices para almacenar alimentos no perecederos, porque consumirá más y enfriará menos.
Si tu nevera no es no frost, no dejes que se acumule el hielo, porque empeorará su rendimiento.
La temperatura
Las temperaturas ideales para el frigorífico oscilan entre los 3 y los 5ºC. Según las condiciones externas, deberás regular esa temperatura para conservar los alimentos en perfecto estado. Por ejemplo, en verano, deberías bajar ligeramente la temperatura respecto del invierno. Tampoco te excedas a la hora de enfriar, porque puede que algunos alimentos cambien su textura o su sabor. En el caso del congelador la temperatura ideal es de -18ºC.
Te aconsejo tener un termómetro interior móvil para comprobar las temperaturas en las distintas zonas de la nevera.
Cuando introduzcas muchos alimentos a temperatura ambiente a la vez, utiliza la opción de superfrío (si tu nevera la tiene) durante unos minutos para que alcance la temperatura óptima lo más rápidamente posible.
La organización
Ten en cuenta que los alimentos deben estar bien ordenados, de tal forma que pueda circular el aire frío entre ellos. Así el frigorífico tendrá un rendimiento óptimo.
No pegues los alimentos y botes contra el fondo del frigorífico, porque impedirás que la temperatura fluya por todo el interior y pueden congelarse.
Procura que los alimentos no estén pegados entre sí |
Coloca los alimentos que vayan a caducar en la parte delantera, para que los consumas antes; así evitarás tirar comida sin necesidad.
Etiqueta los alimentos que envases tú en recipientes o bolsas, así sabrás qué es y cuándo lo has comprado o cocinado.
No introduzcas alimentos calientes directamente en la nevera. No sólo corres el riesgo de que se estropeen, además harás que la nevera haga un sobreesfuerzo para mantener la temperatura. Déjalos entibiar antes de guardarlos.
Las comidas, sobre todo las cocinadas y las que se estén descongelando, deben estar tapadas de forma hermética, para evitar contaminaciones y olores.
Si abres una lata y no la consumes en el momento, no la guardes abierta en el frigorífico. Pon el sobrante en un recipiente hermético. Las latas no están diseñadas para conservar los alimentos una vez abiertos y se pueden oxidar.
Ten en cuenta que la zona más fría del frigorífico, si no se trata de uno de tipo americano o side by side, siempre será la que esté más cerca del congelador, ya esté arriba o abajo. En cualquier caso, consulta las instrucciones de tu electrodoméstico para averiguarlo.
Coloca en la zona más fría de tu nevera las carnes y pescados. Recuerda que si debes apilar carnes y pescados, en la parte de abajo deberían ir las carnes rojas, encima las blancas y por último los pescados. Las carnes y pescados siempre deben estar en recipientes o envases herméticos y así evitar que puedan derramarse sus jugos que pueden ser fuente de contaminación.
Pon en la zona más cálida los lácteos y los alimentos envasados y sin abrir.
En la zona media, que es la más estable en cuanto a temperatura, deberían estar los alimentos cocinados y los que se vayan a consumir antes.
En la puerta puedes colocar los huevos, la mantequilla, las mermeladas, las salsas, las bebidas ya abiertas, etc.
Nevera de tipo americano o "side by side" |
No guardes en la nevera alimentos como las patatas, las cebollas, los ajos, los tomates, el plátano, la piña, el aguacate o el café.
Si tu nevera tiene salida de aire frío (no frost), aprovecha para colocar las bebidas que quieras consumir fresquitas en esa zona, porque enfría muy rápidamente. Eso sí, ten cuidado de que no obstruyan la circulación del aire y que el líquido no corra peligro de congelarse.
Espero no haberte dejado helada (o helado) con estos consejos... ;)
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La primera vez que apareció este post fue en La Meiga y Su Caldero.
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