29 octubre, 2025

Cómo Lavar y Cuidar Tus Pañuelos de Seda

Si tienes un pañuelo (o varios) de seda, posees un tesoro. Tiene una textura tan suave, que es todo un placer llevarlo sobre la piel. Son tan ligeros, que parece que no llevas nada encima. Si las temperaturas son altas, te dará sensación de frescor. Y si hace frío, te abrigará. Cuando los llevas sobre el cabello, te ayudará a luchar contra el encrespamiento. 

 

Y es un complemento realmente versátil. Lo puedes usar de mil y una maneras en el cuello. Funciona como un cinturón muy estiloso. Es el remate perfecto dentro del bolsillo de una chaqueta. Lo puedes anudar a la cadera. Puedes llevarlo en tu pelo atado a tu coleta, como diadema o como bandana. Es perfecto para atarlo a tu bolso si quieres personalizarlo. O te lo puedes atar a la muñeca como si fuese una pulsera.

 

Por todo ello, aunque son un poco más caros que los de otros tejidos, lo cierto es que es una inversión que merece la pena, porque si los cuidas te pueden durar para toda la vida. 

 

Así que si quieres disfrutar de estos accesorios durante muchos años, aquí tienes algunos consejos para lavar, cuidar y almacenar tus pañuelos de seda.  

 

Cómo lavar y cuidar tus pañuelos de seda

 

El lavado

 

Lava tus pañuelos y fulares de seda cuando se manchen, porque cuanto más tiempo esté la mancha sobre el tejido, más difícil será eliminarla. También conviene hacerlo de forma periódica, especialmente cuando vayas a estar tiempo sin usarlos.

 

Lava siempre a mano. Pon en remojo tus pañuelos con una pequeña cantidad de detergente y remuévelos suavemente dentro del agua para que se limpie. Evita frotar y agitar enérgicamente la seda.  

 

Lo ideal es lavar cada pañuelo por separado o al menos cerciorarte de que no destiñen entre ellos. 

 

Utiliza siempre agua fría o incluso tibia, pero nunca caliente.

 

El detergente debe ser suave. Los puedes encontrar específicos para seda, pero también te servirá uno para prendas delicadas. Usa poca cantidad, porque como casi siempre funciona eso del "menos es más".  Un exceso de jabón es difícil de eliminar y deja el tejido áspero, apelmazado y sin brillo. 

 

Asegúrate de aclarar bien las piezas de seda (con agua fría) para retirar cualquier resto de detergente. Hazlo con suavidad para no dañar el tejido.  

 

Si el pañuelo es de muy buena calidad y no tienes claro si debes lavarlo, llévalo a una tintorería para que lo haga un profesional.  

 

Pañuelo al lado de unas gafas de sol y una hoja verde

 

El secado

 

Olvídate de la secadora, porque estropearás sin remedio tus pañuelos de seda. 

 

Para secarlos ponlos un rato entre dos toallas gruesas, sin apretar ni retorcer. Una vez que hayas retirado la mayor cantidad de humedad con las toallas, puedes tenderlo siempre en horizontal, sin pinzas ni perchas. De ese modo no aparecerán marcas ni se deformarán.  

 

Mujer con un gran pañuelo naranja sobre el rostro y movido por el viento

 

El planchado 

 

Los pañuelos de seda se pueden planchar, pero siempre con seleccionando la temperatura para seda o prendas delicadas. 

 

En algunos casos te interesará utilizar el vapor, pero siempre con mucho cuidado. Selecciona un vapor suave, porque si es muy fuerte lo único que conseguirás es arrugarlos y deformarlos. Y también es importante que compruebes que la plancha no suelta agua ni suciedad. 

 

La seda nunca debe estar en contacto directo con la plancha, por lo que es conveniente colocar un paño o tela entre la el pañuelo y la suela de la misma. 

 

Ten mucho cuidado para no estirar el tejido cuando lo planches. Es mejor aplicar la plancha sobre el pañuelo casi acariciándolo en lugar de arrastrar la suela sobre la tela. 

 

Deja que el pañuelo se enfríe sobre la tabla antes de doblarlo y guardarlo.  

 

Mujer con un pañuelo de seda anudado en la coleta

 

Cómo guardarlos

 

Antes de guardar pañuelos y fulares de seda deben estar completamente secos. Si queda humedad aparecerá mal olor, moho e incluso manchas. 

 

Nunca guardes pañuelos de seda sucios, porque las manchas se fijarán con el tiempo y te será muy difícil eliminarlas.  

 

Dobla o enrolla tus pañuelos, pero siempre con pocos dobleces y teniendo cuidado de que no se marquen demasiadas arrugas. 

 

Puedes utilizar separadores o cajitas para contener cada pañuelo. Así estarán protegidos y los tendrás siempre a la vista.  

 

Procura que estas piezas no se rocen con otras telas más recias o con prendas con cremalleras, botones o aplicaciones.

 

Espero que estos consejos te ayuden a disfrutar de tus pañuelos de seda para siempre. 

 

 

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15 octubre, 2025

Cómo Afilar un Lápiz de Ojos

¿Sueles utilizar lápices de ojos habitualmente? Si es así, sabrás que con el uso la punta se acaban gastando y quedándose roma, lo que dificulta el trazado. Y no siempre es fácil afilar estos lápices para que vuelvan a funcionar como el primer día.

 

Por eso en este post quiero darte algunos consejos (que funcionan) para sacarle punta a cualquier lápiz de ojos. ¿Te interesa? Pues no tienes más que seguir leyendo...

 

Cómo afilar un lápiz de ojos

 

Lo básico

 

Sácale punta a tus lápices con cierta frecuencia, así siempre los tendrás listos para delinear tus ojos con precisión. Lo ideal es hacerlo cuando veas que la punta está roma y que el trazado es demasiado grueso. Además, al afilar tus delineadores, mejorarás su pigmentación y eliminarás las bacterias que puedan estar en la mina.

 

Procura que siempre esté afilado y con una punta regular, porque si la madera o el plástico que la recubre llega al final, puedes dañarte el párpado o el interior del ojo. Y cualquiera que se ha maquillado con prisas y no ha tenido tiempo sacarle punta al delineador ha tenido algún pequeño susto con esto. 

 

Y aunque te recomiendo que afiles bien tus lápices, tampoco es conveniente que lo hagas en exceso, porque puedes hacerte daño al delinear tus ojos y/o que la punta se rompa apenas lo acerques al párpado.   

 

Mujer utilizando un lápiz de ojos

 

✽ Limpia el sacapuntas (o la cuchilla) cada vez que lo uses. Piensa que te aplicas el lápiz en los ojos, por lo que cualquier bacteria que quede en la herramienta puede terminar por provocarte una infección. Puedes hacerlo con un bastoncillo de algodón impregnado en alcohol (del que tienes en el botiquín) o con los palitos que llevan incluidos muchos de los sacapuntas para lápices de ojos. Finaliza secando cualquier resto de alcohol con otro bastoncillo limpio.

 

Antes de afilar, coloca un papel o un platito, o sitúate encima de una papelera para recoger los restos. Esta precaución evitará que la superficie sobre la que lo hagas se manche con los trocitos de mina.    

 

Las herramientas 

  

Olvídate de los sacapuntas habituales para afilar tus lápices de ojos, porque lo único que conseguirás es que se dañe. Usa los específicos para cosméticos (afiladores cosméticos) y notarás la diferencia. Por cierto, no son caros, así que merece la pena hacerse con uno si es que no lo tienes todavía. 

 

Si no tienes un sacapuntas a mano, siempre puedes utilizar un cúter o una cuchilla. En este caso debes tener mucho cuidado para no cortarte. Para evitar accidentes, utiliza tu mano dominante para sostener la herramienta de corte y la otra para sujetar el lápiz. Haz pasadas suaves y fluidas desde aproximadamente 2 cm. del lápiz hacia la punta. Las lascas que deben salir son largas y finas, insistiendo hasta que hayas conseguido el afilado que deseas.  

 

Cortaplumas

 

Para lápices blandos 

 

Si el lápiz es muy blando o cremoso, introdúcelo unos minutos en la nevera o el congelador para que se enfríe y puedas sacarle punta sin que se rompa. Esto también es aplicable a los lápices más duros cuando hace mucho calor. 

 

Lápices blandos
  

Para lápices de plástico

 

Afilar los delineadores de plástico (los que no son retráctiles)  necesitan de una cierta técnica. Utiliza un sacapuntas específico, girándolo de forma suave y constante, procurando que el lápiz esté siempre bien recto. Hazlo poco a poco, comprobando si la punta está a tu gusto. 

 

Para lápices retráctiles

 

Los lápices retráctiles suelen llevar unos sacapuntas especiales incorporados. Para que funcionen bien, tienes que limpiarlo completamente después de cada uso, porque tienen tendencia a embotarse. Si no tienes uno a mano, puedes usar una cuchilla o incluso calentarlo un poco (con la mano o aplicándole un poco de calor con el secador) y utilizando un pañuelo de papel a modo de lija hasta conseguir el afilado que desees.  

 

Diversos productos de maquillaje, entre otros lápices retráctiles
  

Para lápices de madera

 

Para sacarle punta a los lápices de madera no tienes más que introducirlos en el sacapuntas, siempre en el orificio adecuado a su tamaño (muchos de ellos tienen dos, uno para delineadores pequeños y otros para los jumbo), sin apretar demasiado hasta el final, girarlos una o dos vueltas completas y sacarlo deslizándolo con cuidado por el interior. Lo habitual es girar el lápiz dentro del sacapuntas, pero si de esa modo se rompe la mina, prueba a hacerlo al contrario, girando el sacapuntas alrededor del lápiz. Si ves que todavía necesita afilarse más, repite la operación.

 

Mujer pintándose los ojos con un lápiz de madera
  

Por cierto, estos trucos también sirven para perfiladores de labios. 

 

Espero que te sean útiles y te hagan más fácil la tarea de maquillarte. 

 

 

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08 octubre, 2025

Tipos de Cebollas y Sus Usos en la Cocina

Se toma una cebolla y se pica finamente... Así comienzan una buena parte de las recetas en España y también en otras latitudes. Se consumen crudas, asadas, cocidas, fritas, rebozadas, en sopas, en salsas, en cremas y de mil y una maneras. Son tan económicas, versátiles y saludables, que es difícil resistirse a ellas.

 

Y es que las cebollas, además de valor culinario, tienen muchas propiedades beneficiosas para salud. Son ricas en potasio, vitamina C, quercetina, flavonoides, compuestos azufrados.. Son diuréticas, digestivas, antioxidantes, antisépticas... 

 

Por eso en este post quiero comentarte cuáles son los tipos de cebolla más habituales y cómo usarlas en la cocina

 

Hay varios tipos de cebollas y no todas son iguales. Cada una de ellas tiene unas características y es adecuada para un tipo de preparación diferente. Eso no quiere decir que puedas utilizarlas en cualquier plato, porque no vas a arruinarlo por no usar la más indicada para él, pero sí que el resultado final será mejor. 

 

Aquí tienes algunos de esas variedades de cebollas y para qué usarlas. 

 

  

Tipos de cebolla y sus usos en la cocina

 

Blanca

 

Es propia de la primavera. Su color es blanco con algún toque verdoso. Y su sabor es primero dulce y afrutada, con un picor suave al final. Su textura es crujiente. Tiene un piel muy finita, por lo que no se conserva en buenas condiciones durante mucho tiempo. 

 

Es apropiada para sofritos, salteados, para freír, guacamole, huevos rancheros, sopas de cebolla, en pizza, en escalivada, en crudo... 

 

Amarilla

 

Es la básica en cualquier cocina de nuestro país, además de económica. Su color es entre amarillo y marrón. Su sabor es dulce y potente. 

 

Precisamente por su concentración de azúcar la hace perfecta para caramelizar. También se puede usar para rellenar, en guisos, cocidos, asados, salteados, sopas, cremas, salsas... Tienen un sabor muy intenso y picante, por lo que es mejor no utilizarlas en crudo.

 

Cebollas amarillas enteras y cortadas

 

Morada o roja

 

Tiene un color morado o rojo azulado con vetas blancas. Su sabor es suave, pero algo picante. Es jugosa, pero muy crujiente. 

 

Es ideal para ensaladas, ceviches, encurtidos y algunos platos mexicanos.

 

Ten en cuenta que tiñe otros alimentos con su color.  

 

Cebollas moradas  

 

Dulces

 

Son parecidas a las amarillas, pero algo más achatadas. Como tienen menos compuestos azufrados, son más suaves y dulces que las demás. Son muy jugosas.

 

Se pueden comer en crudo, también en ensaladas, en platos con frutas, en vinagretas, salsas (sobre todo las de yogur), en hamburguesas, rellenas (alguna de sus variedades como la Bermuda), pochadas, caramelizadas, en pistos, en aros...

 

Por cierto, son menos flatulentas que las demás. 

 

Cebollas dulces

 

Chalotas

 

Tienen un color entre dorado, rojizo y morado. Son pequeñas y alargadas. Tienen un sabor suave y delicado, pero también un poco picante, además ser dulces y acarameladas. También tienen la ventaja de ser muy aromáticas.

 

Se pueden consumir en ensaladas, en vinagretas, en salsas, guarniciones y guisos. 

 

Chalotas o escalonias
  

Francesas 

 

Su color es dorado rojizo. Son pequeñas y chatas. Dulces, cremosas, tiernas y muy jugosas. Una de sus ventajas es que se preparan enteras, no hay que picarlas, únicamente tendrás que pelarlas y cocinarlas.

 

Se usan para caramelizar, en guarniciones, asados... 

 

Cebolletas 

 

Son cebollas jóvenes, de un tipo de Allium. Tienen color blanco y un tallo verde. Su sabor es dulce y picante.

 

Se usan para preparar ensaladas de invierno, sofritos, asados, platos orientales, en crudo...

 

Cebolletas

 

Calçots

 

Son similares a las cebolletas, pero más dulces y jugosos. Tienen forma alargada y realmente son cebollas tiernas (sobre todo blancas). También se conocen como cebollas catalanas. 

 

Se comen sobre todo a la brasa, acompañadas de salsas... y de un babero, porque es habitual mancharse con ellos.  

 

Cebollinos

 

No son cebollas, pero sí pertenecen a su familia. Son unos tallos verdes y huecos, muy aromáticos y con mucho sabor. Las encontrarás comercializadas como hierba aromática, no como hortaliza. 

 

Se usan en ensaladas, con carnes y pescados, con patata en ensalada o asadas, en sopas, salsas... 

 

No importa la variedad que más te guste, pero consume cebolla, sobre todo de productores de proximidad. 

 

 

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01 octubre, 2025

Cómo Quitarte un Anillo Atascado en el Dedo

¿Alguna vez se te ha quedado un anillo atascado en el dedo y no eras capaz de quitártelo? Es probable que sí, y si te ha ocurrido habrás sentido un cierto pánico. Aunque no es algo racional, en estos casos a la mayoría se nos pasa por la mente que esa sortija se quedará siempre allí o que terminarás perdiendo ese apéndice.

 

Pero hay solución para casi todo en esta vida, y también existen varias para ello. Si quieres saber cómo quitarte un anillo atascado, por qué ocurre y cómo evitar que te vuelva a suceder, te invito a que leas lo siguiente. 

 

Cómo quitar un anillo atascado en el dedo


Por qué ocurre

 

Los dedos se pueden hinchar por muchos motivos: retención de líquidos, altas temperaturas (o muy bajas), algunos tipos de esfuerzo físico, artritis, lesiones, aumento de peso...

 

En algunos casos esta hinchazón puede ser puntual, de modo que los dedos vuelven a su grosor habitual tras unas horas o cuando cambian las temperaturas, pero en otros puede mantenerse en el tiempo o cronificarse. 

 

También hay que tener en cuenta el grado de inflamación, porque puede ser leve, o tan intensa que puede llegar a ser incluso peligroso.

 

Para evitar que la hinchazón de los dedos se convierta en algo incómodo o que pueda convertirse en un riesgo para tu salud, conviene que prestes atención a tus manos con cierta frecuencia. Así podrás comprobar cómo te afecta la hora del día, la época del año o si poco a poco tus anillos cada vez que quedan más pequeños.  

 

Mano con un anillo en el dedo anular que queda algo apretado
   

Cómo evitar que el anillo se quede atascado

 

Si se te suelen hinchar los dedos de forma habitual, procura no llevar anillos que te quedan pequeños o quitártelos durante las horas en las que el problema empeora.

 

Si has ganado peso, tienes alguna enfermedad crónica o tomas medicación que te inflama de forma habitual, es mejor que lleves tus anillos al joyero para que te los agrande (podrás achicarlos cuando cambien la situación) o que optes por modelos ajustables.  

 

 

Cuándo deberías preocuparte

 

Si tu dedo está extremadamente inflamado y el anillo aprieta de tal modo que no seas capaz de girarlo ni moverlo ni un milímetro. 

 

Si has perdido la sensibilidad en el dedo y/o se ha vuelto azul o morado, porque eso significa que has perdido la circulación en la zona. 

 

En caso de que haya pasado de una simple incomodidad a un dolor intenso. 

 

Si te ha llegado a hacer una herida y te sangra y/o se te ha infectado.  

 

Mano con un gran anillo en el dedo índice
   

Trucos para sacar un anillo atascado

 

Lo primero que debes hacer es tranquilizarte, porque la sortija no se va a quedar en tu dedo. Hay remedios caseros para hacerlo salir, y si no es posible, siempre puedes acudir a un joyero que te ayude, y en el peor de los casos a un servicio sanitario o llamar al servicio de emergencias.  

 

Puedes sumergir tus manos en agua fría durante unos minutos, para que se deshinchen. Si quieres aumentar el efecto de este método, puedes añadirle al agua sales de Epson o también sal gruesa. Evita utilizar hielo, porque puede provocarte quemaduras si lo aplicas directamente a la piel durante mucho tiempo. 

 

Manos sumergidas en agua fría

 

También puedes envolverte la mano en un paño humedecido con agua muy fría, en lugar de sumergirla. 

 

Otra opción es levantar la mano afectada por encima de la cabeza, o al menos por encima de la línea del corazón, para facilitar la desinflamación.

 

Un truco muy sencillo es lubricar el dedo y el anillo para facilitar que puedas sacarlo. Puedes hacerlo con jabón, champú, con crema hidratante, con aceite o grasa (de cualquier tipo), con vaselina... Masajea el lubricante sin apretar demasiado (si lo haces es posible que la inflamación empeore) y ve girando el anillo poco al poco al mismo tiempo que lo vas dirigiendo suavemente hacia la punta del dedo. No lo hagas tirando con fuerza, porque es probable que el anillo se atasque todavía más o que te acabes haciendo una herida.

 

Crea un espacio entre el anillo y tu piel para poder maniobrar con él y sacarlo. Introduce entre ambos una cinta, un hilo, un plástico suave o un elemento similar. Una vez que esté tira de la cinta o el hilo en perpendicular al dedo, mientras que vas girando hacia la punta del dedo la sortija. 

 

El método del hilo también es una opción, aunque personalmente no me gusta demasiado. Consiste en pasar un hilo de costura, seda dental o una cinta muy fina (pero que sea resbaladizo) entre el anillo y la piel, dejando uno de los extremos mirando hacia la palma de la mano. Coge el resto del hilo o cinta y ve enrollándolo en el dedo desde el anillo hacia la segunda falange, comprimiéndolo ligeramente. Hazlo con cuidado para no interrumpir la circulación, porque puedes empeorar la situación. Ve deslizando la sortija por la zona forrada por el hilo hasta que salga. 

 

Espero que estos consejos te hayan resultado interesantes. ¿Tienes algún truco infalible que quieras aportar? Si es así, por favor, compártelo en la caja de comentarios.  

 

 

 

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24 septiembre, 2025

Así Puedes Evitar que Tu Lavadora Huela Mal

¿Alguna vez has sacado tu ropa de la lavadora y te has encontrado con que huele mal, a pesar de haber usado suavizante? ¿ O has tendido tus prendas y te has dado cuenta que tenía manchas que no estaban antes de ponerlas dentro del tambor? ¿De repente has notado que la cocina huele mal y no hay ningún motivo aparente para ello? Es muy probable que tu respuesta a estas tres preguntas haya sido un sí, porque es algo muy habitual. 


El mal olor y las manchas que aparecen en la ropa recién lavada tienen su origen en la humedad constante dentro de la lavadora y de los restos de detergente, suavizante y otros productos. 


Al fin y al cabo, en la lavadora se dan cita el agua, el calor, los productos de lavado, la suciedad, las fibras y otros residuos, así que la aparición de la humedad y el moho es algo inevitable... ¿o quizás no lo es? 


En este post quiero darte algunos trucos para evitar el mal olor y el moho en tu lavadora, y verás que ponerlos en práctica es algo más fácil de lo que parece. 


Hay cuatro zonas dentro de la lavadora en las que se acumulan la suciedad y los residuos que tienes que tener en cuenta: el cajetín, la goma de la puerta, el tambor y el filtro. 

  

Así puedes evitar que tu lavadora huela mal


El cajetín


En los conductos del cajetín se suele quedar agua estancada y también restos de jabón y suavizante, lo que acaba provocando la aparición de moho. Esto genera mal olor, por no hablar de que acaba en tu ropa. 


Para evitarlo, no tienes más que limpiarlo de forma periódica. Lo único que tienes que hacer es sacarlo (comprueba cómo hacerlo en el manual del electrodoméstico y, si no lo tienes, búscalo en Internet o prueba con cuidado hasta averiguar cómo hacerlo), eliminar el agua que pueda queda y lavarlo en profundidad. Una vez que lo hayas hecho, comprueba que no ha quedado agua dentro y deja que se seque completamente antes de volverlo a colocar. 


Para evitar que aparezca el moho, o al menos que lo haga rápidamente, deja el cajetín abierto después de cada lavado para dejar que se seque del todo antes de cerrarlo. Ya sé que no queda bonito, pero es un gesto que agradecerá tu salud, tu nariz y tu ropa. 

 

Mujer abriendo el cajetín de la lavadora


La goma de la puerta


La goma de la lavadora también es una zona en la que se quedan embalsados tanto el agua como los residuos, por lo que necesita cuidados. Después de cada lavado retira la humedad, los restos de productos de lavado y las fibras con un paño. Si está muy sucia y el moho ya ha aparecido, utiliza un limpiador con oxígeno activo, deja que actúe, aclara y seca totalmente. También funciona muy bien la limpieza con vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Aplica una pasta formada con estos ingredientes, deja que actúe y aclara muy bien con agua. 


Para que la goma siempre esté en buen estado, no cierres la puerta según finaliza el programa de tu lavadora y déjala completamente abierta hasta que se sequen tanto ésta como el tambor. Una vez que ya no haya humedad, incluso sería recomendable que la dejases todo el tiempo ligeramente entreabierta. 

 

Puerta abierta de una lavadora con ropa saliendo de ella


El tambor


Es la parte de la lavadora que tiene más superficie y la que está en contacto directo con la ropa y con el agua, por lo que es la que más se ensucia. 


Si lavas siempre con agua fría, es posible que parte de la suciedad de la ropa, restos de detergente y bacterias queden dentro del tambor, por lo que conviene que de vez en cuando pongan un programa con una temperatura de al menos 40ºC. 


Lo dejarás impecable y desodorizado si pones de vez en cuando un programa en vacío con vinagre blanco y bicarbonato de sodio, con una temperatura de 60ºC. Y esto sin detergente ni suavizante, claro. 

 

Tambor de una lavadora con ropa y un patito de goma en su interior


El filtro


En el filtro de tu lavadora se acumulan fibras, pelusas, pelos, trozos de papel y todo tipo de suciedad. Y todo ello está húmedo y con jabón y suavizante. Por lo que puede que la fuente del mal olor sea un filtro sucio. Procura limpiarlo cada cierto tiempo, retirando todos los restos y lavándolo con agua caliente y jabón antes de volver a colocarlo. Te recomiendo que antes de comenzar con esta tarea coloques una toalla vieja, porque en el conducto suele quedar agua estancada, que acaba por terminar en el suelo según abres la tapa. Cada lavadora tiene el filtro en un lugar, por lo que tendrás que consultar el manual para localizarlo y comprobar cómo se abre. 

 

Persona poniendo ropa en el interior de una lavadora de carga superior


Otros consejos útiles


Utiliza la cantidad justa de detergente y suavizante. El exceso terminará en la lavadora junto con parte de la humedad, lo que se convertirá en moho antes de que te des cuenta. 


No guardes la ropa sucia en el tambor, porque acabará desprendiendo su olor tanto en la lavadora como en la cocina. 


Saca la ropa de la lavadora según termine el programa. Si la dejas dentro mucho tiempo, adquirirá olor a humedad... y luego te costará mucho plancharla. 


Las prendas pequeñas se pueden quedar olvidadas (y mojadas) dentro de la goma de la lavadora, lo que acabará generando moho, bacterias... y un aroma nada agradable. Para que no te ocurra, revisa siempre esa zona cuando saques la colada y utiliza una bolsa de malla para las piezas más chicas. 


Como ves no son trucos complicados, lo único que requieren es un poco de trabajo y de tiempo.



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17 septiembre, 2025

Cómo Cuidar Tus Cejas

Las cejas son mucho más importantes de lo que parece. Por una parte protegen tus ojos, puesto que evitan que buena parte del polvo, la suciedad, la lluvia y el sudor entren en ellos, e incluso protegen en cierta medida de la luz del sol. Además, tienen una función estética, puesto que forman parte de la estructura y expresión del rostro.


Si quieres prestarles la atención que merecen, aquí tienes algunos consejos para cuidar tus cejas

 

Cómo cuidar tus cejas


Cuando limpies tu rostro no te olvides de tus cejas, porque a lo largo del día acumulan suciedad, sudor y maquillaje. Puedes utilizar el desmaquillante de ojos o el que uses para todo el rostro. Hazlo siempre con movimientos suaves, tanto a favor del pelo como a contrapelo, así evitarás arrancarlo y que quede ningún residuo. 

 

Si te lavas la cara con algún tipo de jabón, debes tener cuidado de que no quede ningún resto entre los pelitos, porque las cejas pueden debilitarse y resecarse, e incluso puede que la piel se enrojezca y se irrite. 


Cepíllalas a diario, igual que deberías hacer con tu cabello. Hazlo por la mañana para darles forma y por la noche después de tu rutina facial, así se mantendrán siempre perfectas. Este gesto incluso estimulará su crecimiento. Utiliza un cepillo específico o incluso uno de pestañas o de dientes viejo (eso sí, una vez que estén escrupulosamente limpios). 

 

Ojo femenino con ceja natural y peinada

 

Hidrata la piel de las cejas con crema durante el día y nútrelas y trátalas por la noche con un aceite. Puede ser de ricino, de oliva, de argán, de jojoba o de romero, por ejemplo. Y también puedes recurrir bálsamos comerciales formulados para esta zona del cuerpo. 

 

Evita depilarte demasiado las cejas, por dos motivos. Primero, porque si te excedes, es posible que dañes el folículo y el pelo finalmente deje de salir. Y segundo, porque unas cejas muy finas y/o muy cortas, dejan al rostro sin expresión y lo hacen ver más ancho. Ten en cuenta que según la forma de tu cara y de tus ojos necesitarás un diseño concreto para sacarte todo el partido. Si no sabes cómo hacerlo, es mejor que recurras a un profesional para que te asesore en cuento a su diseño y las depile.

 

Depilación de cejas con hilo

 

Hablando de depilación, cuando tires del pelo, hazlo siempre a favor de su nacimiento y no a contrapelo. Hacerlo de esta última manera, lo único que logrará es que lo cortes o que se enquiste. También conviene que lo hagas con un movimiento rápido y seguro.

 

¡Ah! Y las pinzas siempre deben estar limpias antes de usarlas, así evitarás infecciones e irritaciones. 

 

Si el pelo es muy largo y denso, es probable que haya pelitos que sobresalen. Si es así, no tienes más que peinarlas con un cepillo o peine y cortar aquellos que sobrepasan la línea de las cejas con unas tijeras bien afiladas y limpias... y con mucho cuidado.  

 

 
 

Si las maquillas, utiliza siempre productos de calidad, porque si no lo haces pones es riesgo tanto la salud de la piel de la zona como la del propio pelo. 

 

Espero que estos consejos te ayuden a tener unas cejas siempre impecables. 



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