07 julio, 2021

Consejos para Evitar y Tratar las Uñas Amarillentas

Hay pocas cosas que afeen más las manos (o los pies) que unas uñas amarillentas. Dan un aspecto descuidado y enfermizo que no nos gusta a nadie. Y que por desgracia la mayoría hemos sufrido alguna vez.

 

Es algo desagradable y difícil de eliminar, aunque hay trucos para evitar y tratar las uñas amarillas. Si quieres conocerlos, lo tienes más que seguir leyendo.


Consejos para evitar y tratar las uñas amarillentas

 

Por qué amarillean las uñas

 

Una nutrición deficiente. Hay carencias en la dieta que pueden producir un color amarillento en las uñas.

 

El exceso de vitamina A (en suplementos) también puede colorearlas.

 

Algunos medicamentos pueden producir cambios de color en las uñas.

 

Si el hígado no funciona como debiera, los pigmentos biliares pueden amarillear varias zonas del cuerpo como la piel o la esclerótica (la parte blanca del ojo), y también las uñas. 

 

La aparición de hongos pueden darle una coloración amarillenta a las uñas. 

 

El contacto con ciertos productos químicos, como limpiadores y disolventes, también pueden debilitar y colorear tus uñas. 

 

Los esmaltes de uñas, sobre todo los rojos y los más oscuros, son uno de los productos que suelen amarillearlas, y mucho. Ojo también con los esmaltes semipermanentes. 


Manicura bicolor en tonos oscuros

 

El uso continuado de uñas acrílicas también puede ser uno de los culpables de cambio de color de las uñas.

 

El tabaco es otro de los sospechosos habituales cuando se tienen las uñas amarillentas, especialmente las que están más cerca del cigarrillo y del humo. 

 

La prevención

 

Mantén una alimentación saludable.

 

Revisa tus uñas con frecuencia para comprobar su estado. Son un indicador de la buena salud... y de muchas enfermedades.

 

Ante cualquier cambio que no tenga justificación, acude a tu dermatólogo, o al menos a tu médico de familia. 

 

Si piensas que el motivo del color amarillo en tus uñas tiene que ver con una dieta deficiente, consulta con un nutricionista.

 

Siempre que vayas a utilizar productos químicos, ponte guantes. Ya sé que es incómodo, pero protegerá tus manos, tus uñas...y tu salud. 

 

Guantes de goma

 

Cuando te laves las manos o los pies, procura secarlos bien. Así podrás evitar los hongos. 

 

Los hongos también se mantienen a raya con una higiene escrupulosa, incluido el cepillado de las uñas de manos y pies. 

 

Hidrata tus manos y uñas con frecuencia. Utiliza aceites y productos específicos para hidratarlas, nutrirlas y reforzarlas. Esto es especialmente importante después de haber utilizado quitaesmaltes.

 

Mujer aplicándose crema en las manos

 

La vitamina E aplicada a nivel tópico favorece que las uñas crezcan más rápido y más saludables, por lo que es ideal para que puedas recuperar tu color y belleza antes.

 

No caigas en la tentación de pensar que por pulirlas más, vas a eliminar antes el color amarillo, porque lo único que conseguirás es debilitarlas. Además, si la coloración es por una enfermedad o por carencias nutricionales, el hecho de pulirlas no va a conseguir que se vean más blancas.

 

Siempre que vaya a pintarte las uñas, utiliza una buena base antes del esmalte

 

Hay bases blanqueadoras que te pueden ayudar a recuperar su tono normal.  

 

Manicurista aplicando base

 

Hay top coats con un tono azulado que son ideales para contrarrestar el tono amarillento de las uñas. Algunos tienen incluso filtros UV para evitar que el sol también afecte a su superficie o incluso al esmalte. 

 

No mantengas un esmalte oscuro muchos días en tus uñas. Retíralo pronto y déjalas descansar o píntatelas con un color más claro, o incluso aplícate sólo un esmalte transparente. 

 

Utiliza siempre quitaesmaltes sin acetona, que respeten y no resequen tus uñas. 

 

Mujer eliminando el esmalte de uñas con quitaesmaltes

 

Y un consejo que no sólo es bueno para tus uñas, sino que también lo es para tu salud: procura dejar de fumar. 

 

Remedios caseros de emergencia

 

Limón 

 

Es un buen blanqueante para las uñas, pero hay que tener mucho cuidado con él, porque puede terminar dañando la piel que las rodea. Al fin y al cabo es un ácido y la piel se puede dañar si está en contacto directo con él. 

 

Si vas a utilizarlo, procura aplicarlo con un pincel o un bastoncillo, teniendo cuidado de que no roce el resto del dedo. Mi consejo es que evites meter las uñas en un recipiente con zumo de limón, porque puedes dañar las cutículas y la piel de los dedos. Deja que actúe durante 5-10 minutos y luego aclara muy bien. 

 

Para que funcione tendrás que repetir la aplicación en más de una ocasión, aunque no te recomiendo hacerlo a diario, puesto que tus uñas pueden resecarse y resentirse. Después de usar el limón no te olvides de aplicar un producto (aceite, sérum específico...) para hidratar y nutrir tanto las uñas como las manos. 


Mujer con dedos metidos dentro de un vaso con líquido

 

Vinagre

 

Lo puedes utilizar igual que el limón, teniendo las mismas precauciones con tu piel.  

 

Agua oxigenada

 

Puedes emplearla igual que el limón o el vinagre, aunque mi consejo es que la rebajes con agua tibia.

 

Bicarbonato

 

Haz una pasta espesa mezclándolo con un poco de agua y ponla sobre la superficie de las uñas. Deja que actúe 2-3 minutos y luego aclara muy bien. Si quieres, antes de aclarar puedes darte un pequeño masaje en la uña para que actúe a modo de peeling

 

El bicarbonato reseca muchísimo la piel, por lo que no debería estar en contacto directo con los dedos (ni con las cutículas), que no quede ningún resto después de aclarar y que apliques una crema o un aceite que hidrate y nutra las uñas y la piel de alrededor. 

 

Bicarbonato y lima

 

Aceite del árbol del té

 

Si tienes las uñas amarillas por hongos o por una infección bacteriana, lo primero que deberías hacer es consultar con tu médico. Puedes consultarle si la parece oportuno tratarlas con una o dos gotas de aceite del árbol del té diluidas en un aceite vegetal (oliva, almendra, jojoba, coco...). 

 

Este aceite funciona muy bien como antifúngico y antibacteriano. De hecho, después de haber andado sin calzado en una zona húmeda y transitada (que no deberías hacer nunca sin chanclas), puedes intentar prevenir los hongos si te frotas las pies con una o dos gotas (no más) mezcladas con una crema o con aceite. El aceite de orégano también funciona para este fin. 

 

Lo que no deberías utilizar

 

Lejía

 

Es una forma de matar moscas a cañonazos. No es tan efectiva como puede parecer y terminarás con las uñas y la piel de los dedos dañada. Incluso puedes llegar a tener quemaduras. Así que, por favor, nada de meter las uñas en un bol con lejía, ni tampoco aplicada con un algodón. 

 

Pasta de dientes blanqueante

 

Hay quien recomienda poner un poco en cada uña y frotar con un cepillo. Y no es una buena idea. La pasta de dientes blanqueante está formulada para eso, para los dientes, no para las uñas. Es un producto abrasivo que puede resecar y dañar tanto las uñas, como las cutículas o la piel de los dedos. 


¿Tienes algún truco para acabar con el color amarillento de las uñas? Por favor, si es así compártelo, nos encantará conocerlo.

 

 

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La primera vez que apareció el post Consejos para Evitar y Tratar las Uñas Amarillentas fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.


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