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26 febrero, 2020

Tónico: Beneficios y Manual de Uso

¿Usas tónico en tu rutina facial? Si lo empleas a diario, no tengo que convencerte de sus bondades. Si no es así, te invito a que sigas leyendo para conocer qué beneficios te puede aportar, cómo elegirlo según tu tipo de piel y cómo usarlo adecuadamente.


¿Me acompañas?


Tónico: beneficios y manual de uso


Beneficios del tónico


  • Tonifica. Estimula el riego sanguíneo.

  • Refresca.

  • Equilibra.

  • Mejora el aspecto de los poros dilatados.

  • Prepara la piel para los tratamientos posteriores.

  • Hidrata.

  • Equilibra el pH de la piel, restableciéndolo después de la limpieza, puesto que los productos que se emplean suelen ser ácidos.

  • Ayuda a eliminar los restos de suciedad o de cosméticos que puedan haber quedado sobre la piel tras la limpieza.

  • En los chicos puede funcionar como after shave.


Según tu tipo de piel


El tónico debe ser apropiado para cada tipo de piel y las necesidades específicas de cada una, así que elige bien el tuyo para beneficiarte al máximo de sus propiedades.


Aceites y flores
En el mercado tienes tónicos formulados específicamente para tu piel y tus necesidades


Las pieles secas o sensibles deberían evitar los tónicos con alcohol y con concentraciones elevadas de alfahidroxiácidos (AHA).


Las pieles secas agradecen los tónicos con ácido hialurónico o nicotinamida, puesto que favorecen su hidratación.


Las pieles grasas o con tendencia al acné sí se benefician del alcohol, de los AHA, de los exfoliantes y seborreguladores.


Las pieles sensibles y reactivas requieren tónicos suaves y con agentes calmantes. Busca los que tengan ácido hialurónicos, niacinamida, agua de rosas y/o agua termal.


Mujer con piel cuidada


Manual de uso


El tónico es muy recomendable para tu piel, pero no es obligatorio. Es decir, es mejor que si no tienes tiempo o te da pereza, te limpies bien la piel y la hidrates convenientemente a que te pongas tónico y pero te saltes la higiene facial completa y la hidratación. 


El agua micelar no es un tónico, puesto que no sirve para lo mismo. El agua micelar tiene como función limpiar, por lo que no una no es sustituta del otro, ni al contrario.


Las aguas termales tampoco son tónicos. 


Agua termal y agua de rosas
El agua termal o el agua de rosas no son un tónico facial, aunque son productos excelentes para tu rostro


El tónico debe ser el paso final de la higiene facial, justo antes de aplicar la hidratación y los cosméticos de tratamiento.


Lo ideal es aplicar el tónico durante la rutina facial de mañana y la de noche.


A la hora de aplicarlo no lo arrastres, hazlo con pequeños toques o con suaves movimientos circulares, pero siempre sin frotar.


Usa un disco de algodón para aplicarlo, o incluso puedes ayudarte de tus propios dedos, pero evita los pañuelos de papel, porque no absorben suficiente productos y pueden resultar agresivos para tu piel.


Tónico y discos de algodón


Si vas a usar los dedos para aplicar y sellar el tónico, las manos deben estar escrupulosamente limpias. 


Deja que el tónico se absorba completamente antes de seguir con tu rutina de belleza.


En verano puedes poner el tónico en la nevera para que esté más fresco y te resulte más agradable su uso.


Recuerda que se aplica también en el cuello y el escote, como el sérum o la crema.


Las coreanas aplican 7 capas de tónicos, dejando secar el producto entre capa y capa. Según ellas aporta mucha luminosidad y la recupera si está muy estresada o sensibilizada. Eso sí, requiere paciencia y tiempo.


¿Usarás tónico ahora?




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03 abril, 2019

Una Rutina Nocturna de Belleza de "10"

Cuidarse requiere tiempo y esfuerzo, no nos vamos a engañar a estas alturas. Tener una piel bonita, un pelo lustroso o unas manos suaves no es algo que sucede por arte de magia. Y tampoco se consigue aplicándose una crema o un sérum de vez en cuando, esperando que los cosméticos hagan efecto desde el armario del baño.


De hecho, para cuidarse realmente no hay nada como seguir una estricta rutina de belleza. Y si es importante hacerlo cuando te levantes por la mañana, más aún es seguir esos buenos hábitos de belleza por la noche. El cuerpo aprovecha el sueño para repararse y regenerarse, así que es el momento perfecto para utilizar productos que refuercen esos procesos naturales.


Para que te hagas una idea de lo que sería una rutina nocturna de belleza de "10", a continuación encontrarás los pasos que podrían integrarla. Comprobarás que son muchos, porque he querido reflejarlos todos, aunque puedes simplificarlos tanto como desees, pero he señalado con una estrella (🌟) los que deberían ser imprescindibles.


¿Preparada para cuidarte?



Una rutina facial nocturna de "10"

 
Cepíllate el pelo 🌟


Al cepillarlo eliminarás el polvo, la suciedad y los restos de productos de styling que hayan ido acumulándose en el cabello a lo largo del día.


Recoge tu cabello


Aparta tu pelo de la cara para poder limpiar y tratar tu rostro. Si lo tienes largo, puedes aprovechar este momento para hacerte una trenza o una coleta suelta para irte a dormir.



Trenza


Aplícate productos de cuidado nocturno para el pelo


Si darle un plus de cuidado a tu cabello, aplícate alguno de los productos que están formulados para actuar durante el sueño. No engrasan ni ensucian el pelo y te levantarás con él mucho más bonito y fuerte. Eso sí, aplícalos en medios y puntas únicamente y en una pequeña cantidad. 


Desmaquíllate 🌟


Si te has maquillado, desmaquíllate cuidadosamente. En caso de que hayas utilizado productos waterproof, usa un desmaquillante bifásico para retirarlos. Para eliminar el maquillaje no resistente al agua, utiliza un producto adecuado para tu tipo de piel y tus preferencias personales. 


Límpiate el rostro 🌟


Tanto después de desmaquillarte como si has llevado la cara lavada todo el día, debes limpiarte el rostro. En el caso de que te hayas desmaquillado, así retirarás toda la grasa y posibles restos de maquillaje que hayan podido quedar en tu piel. Si no te has maquillado, con la limpieza eliminarás la suciedad, las impurezas, la contaminación y la grasa que haya generado tu piel a lo largo del día. Este paso es imprescindible.


El paso de desmaquillar y limpiar lo puedes hacer siguiendo el ritual de la doble limpieza de las coreanas, con un primer producto con base de aceite y un segundo con base de agua.



Chica con el rostro en el agua rodeada de cítricos


Tónico 🌟


Utiliza un tónico para equilibrar el pH de la piel (se pierde al desmaquillarla y limpiarla), refrescarla y prepararla para los siguientes paso de tu rutina facial. Aplícalo mediante toquecitos y ayudándote de un disco de algodón.


Esencia


Las esencias o lociones de belleza sirven para hidratar (mucho), regenerar y reparar la piel y para que ésta esté más receptiva a los productos que vayas a aplicar después. No las confundas con un sérum, porque no lo son en absoluto. Pon unas pocas gotas en las palmas de las manos, repártelas en ellas y luego aplícalas presionando con cuidado sobre la cara y luego termina dando toquecitos con los dedos, nunca arrastrando o masajeando.


Contorno de ojos 🌟


Hay quien recomienda ponerse el contorno de ojos antes de la crema o al final de la rutina facial, pero personalmente prefiero aplicarlo antes de estos productos, porque como es una zona muy delicada, el hecho de poner el contorno antes la protege de los productos más potentes que voy a utilizar después y que pueden terminar entrando en contacto con ella. Es una forma de crear una barrera para el contorno de ojos, en resumidas cuentas.



Contorno de ojos


Sérum 🌟


El sérum es un concentrado de principios activos que potencia la crema que vayas a poner después. Debes escoger el sérum que mejor se adapte a las necesidades concretas de tu piel: firmeza, luminosidad, hidratación, manchas... Eso sí, ten en cuenta que el sérum no sustituye a la crema. Utiliza una pequeña cantidad y no lo trabajes demasiado. Déjalo actuar 1-2 minutos antes de ponerte la crema para que se absorba bien.


Ampolla facial


Las ampollas faciales son tratamientos intensivos que aportan diferentes beneficios como el incremento de la luminosidad, la hidratación, la vitalidad o el efecto tensor. Se aplican mañana y noche. Debes ponértelas después del tónico y puedes prescindir del sérum si lo deseas, aunque siempre debes acompañarlas de tu crema hidratante después.


No te olvides de que tanto las ampollas como el resto de productos (menos el contorno de ojos, claro) se aplican sobre el rostro, el cuello y el escote.


Crema 🌟


Ahora es el  momento de aplicarte una crema hidratante y/o de tratamiento específico. La crema sí puedes trabajarla más que el sérum, así que aprovecha para darte un agradable masaje en el rostro para conseguir que penetre mejor en la piel.



Cremas y lociones faciales


Mascarilla de noche


Las mascarillas faciales para la noche son productos que te aplicas como una crema y que dejas actuar durante el sueño. Son más potentes que una crema hidratante normal y aprovechan la noche para regenerar, nutrir y humectar la piel. Debes aplicártela sobre la piel limpia, así que en este caso prescinde de sérum.


Cuidado de pestañas


Si quieres cuidar tus pestañas, puedes aplicarte un tratamiento para hidratarlas, nutrirlas o hacerlas crecer. Puedes recurrir al aceite de ricino, al de oliva o a productos comerciales, lo que prefieras. 


Crema de pies 🌟


Utiliza una crema o gel hidratante para cuidar tus pies a diario. Y si has caminado, bailado toda la noche o hace mucho calor, puedes cambiar la hidratante por gel descongestionante para refrescarlos y calmarlos. A mí me encanta masajearlos con manteca de karité y aceite de semillas de uva, aunque cualquier crema, manteca o aceite vegetal puede servirte. Y un consejo plus: ponte unos calcetines para que se potencie el efecto hidratante... y para que no se manchen tus sábanas.



Manos y pies cuidados


Crema de manos 🌟


Antes de apagar la luz, aplícate una crema de manos para hidratarlas y nutrirlas. Como durante el sueño no vas a tocar nada, es el momento para utilizar una buena cantidad y masajear manos, dedos y uñas de forma minuciosa.


Si esta rutina nocturna te da pereza, ¿por qué no aprovechas ese rato que dedicas a ver una serie o mientras charlas por teléfono (con un manos libres, claro) al final de la jornada para cuidarte? Tómate los minutos de tu rutina facial como algo placentero, un momento dedicado a ti, no como una obligación... y disfrútalo.





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06 febrero, 2019

Errores que No Debes Cometer al Limpiar Tu Rostro

Lavarse la cara es algo que a priori parece lo más sencillo del mundo, de hecho lo hacemos todos desde que somos bien pequeños, pero limpiarse el rostro correctamente no lo es tanto, créeme.


De hecho, la mayoría de nosotras (y también vosotros, chicos) cometemos muchos errores a la hora de limpiarnos la cara. Y no es un tema menor, porque una mala limpieza puede acarrearnos muchos inconvenientes, desde irritaciones o granitos hasta infecciones más o menos graves.


Así que a continuación te enumero los errores que no debes cometer a la hora de limpiar tu rostro y también cómo evitarlos.


Errores que no debes cometer al limpiar tu rostro


Limpiarse el rostro... sólo de vez en cuando


La limpieza del rostro debe ser uno de esos gestos automáticos que se hacen a diario, como lavarse los dientes.


Y como la higiene dental, debe hacerse día y noche. Por la mañana debes limpiarte la cara para eliminar los restos de grasa que haya podido segregar durante el sueño, así como los de cremas y otros cosméticos que te hayas podido aplicar antes de dormir. Y durante la noche tendrás que retirar la contaminación, el sudor o el maquillaje.


No emplear el producto adecuado


Uno de los errores más habituales a la hora de limpiarse la cara es no utilizar el producto más adecuado para ti en cuanto a formulación y presentación.


Por ejemplo, es muy habitual que las personas con la piel grasa y tendencia al acné busquen limpiadores agresivos, con los que sientan que la piel se queda más seca y matificada, pero es un gran error. Si la piel grasa se ve agredida, acaba produciendo más grasa para protegerse, así que conseguirás justo el efecto contrario.


Evita por todos los medios utilizar jabones, limpiadores y lociones que no estén formulados específicamente para el rostro, porque son muy agresivos y pueden producir alergias, irritaciones, descamaciones o brotes de granitos y acné. Cada vez que veo a alguna inconsciente que se lava con el jabón de manos del dispensador que hay en el vestuario del gym se me ponen los vellos de punta...


No poner en práctica la doble limpieza


La piel acumula distintos tipo de suciedad e impurezas a lo largo del día: contaminación, sudor, grasa segregada por la propia piel, restos de protectores solares y de cremas, primers, bases de maquillaje... Algunas de estas impurezas son liposolubles (se disuelven en aceites) y otras son hidrosolubles (se disuelven en agua).


Por ello, si se quiere conseguir una limpieza profunda es necesario utilizar primero un producto con base oleosa, como un aceite o una loción, y finalizar con un limpiador con base de agua. Así se eliminarán primero las impurezas liposolubles, que se disolverán en los aceites, y luego las hidrosolubles, así como los restos oleosos que hayan podido quedan en el primer paso.


Mano femenina sosteniendo espuma jabonosa


Si quieres saber más acerca de esta forma de higiene facial, puedes leer nuestro post Todos los Secretos de la Doble Limpieza.


Usar únicamente una loción o un aceite


Si empleas una loción, crema o aceite limpiador como único producto para tu higiene facial, lo que conseguirás es crear una película grasa sobre la piel que evitará que el resto de cosméticos que te apliques después no serán eficientes al 100%. 


No desmaquillarte antes de limpiar la piel


Si te has maquillado, primero debes retirar el maquillaje y luego limpiar la piel. Si pretendes limpiar y desmaquillar con el mismo gesto y el mismo producto (incluso si se trata de agua micelar), ni retirarás bien el maquillaje ni la suciedad.


Y si has utilizado un maquillaje waterproof, no te olvides de eliminarlo con un desmaquillante bifásico. 


Mujer desmaquillándose


Caer en la tentación de las toallitas desmaquillantes


No, no son la mejor elección para limpiar tu rostro, por muy cómodas que sean. Por una parte, con ellas no vas a eliminar el maquillaje y la suciedad completamente, puesto que en un mismo gesto y con un único producto no es fácil eliminar la suciedad, la grasa de la piel, la base de maquillaje, el rímel, el labial... Y por la otra, los ingredientes que contienen suelen ser muy agresivos con la piel del rostro para intentar limpiar lo máximo posible.


Tampoco hay que perder de vista que las toallitas implican frotarlas y arrastrarlas por la piel con más intensidad que si se usan otros productos. La razón es simple, como no terminan de desmaquillar todas tendemos a frotar para eliminar mejor la suciedad acumulada durante el día y el maquillaje.


Las toallitas, mejor para una emergencia.


Limpiarte la cara con las manos sucias


Y es que aunque vayas a aplicarte un limpiador en gel o en espuma, eso no significa que puedas lavarte las manos y la cara al mismo tiempo.


En las manos se van quedando todo tipo de microorganismos nocivos y suciedad que acabarán en tu piel y que se van a trasladar a tu rostro, por mucho limpiador y mucha agua que haya por medio.


Si quieres una piel saludable, recuerda lavarte las manos antes de llevarlas a tu rostro; especialmente si has ido en transporte público, si has estado manejando el ordenador o el móvil o si has tocado productos tóxicos.


Mujer lavándose las manos


No ayudarte de algodones o toallas faciales


Los limpiadores como las lociones, los aceites o las aguas micelares requieren una herramienta que sirva para atrapar y arrastrar la suciedad, como los discos desmaquillantes, las bolas de algodón, las toallas faciales de microfibras o las tejidas de algodón.


No creas ni por un momento que si te pones una loción limpiadora con los dedos y luego la aclaras con agua vas a retirar toda la suciedad y los residuos de cosméticos, para ello hace falta un tejido que la atrape y la retire completamente.


Utilizar agua muy caliente


Si el producto limpiador que emplees requiere aclarado, un error muy común es utilizar agua muy caliente para hacerlo, puesto que arrastra los aceites presentes naturalmente en la piel y la deja reseca e irritable.


Usa agua tibia o incluso fría si no necesitas retirar productos grasos.


No aclarar completamente los limpiadores


Si usas un producto jabonoso o en forma de gel que necesitas aclarar con agua, puede que no retires completamente los restos de espuma y estos se queden sobre tu piel. Esto puede traducirse en irritación, sequedad, rojeces, aparición de granitos e incluso que los cosméticos que te apliques después no tengan toda la eficacia, puesto que se ha creado una barrera jabonosa sobre tu piel.


Recuerda aclarar exhaustivamente el rostro, sobre todo las zonas difíciles como el principio del cuello, la parte baja de la barbilla, el pliegue de las aletas de la nariz o los párpados. 


Mujer aclarándose la cara con agua


Secarte con una toalla


La toalla de las manos no debería servirte nunca para secarte la cara. Los motivos: suele estar constantemente húmeda y en un entorno cálido, lo que implica que pueden proliferar las bacterias; es fácil que queden restos de jabón en ella, algo que puede irritar la piel del rostro, además de fomentar junto con la humedad la presencia de microorganismos poco recomendables; y tampoco hay que perder de vista su textura, que por muy suave que sea, no es la más apropiada para secar la cara.


Lo ideal, tener unas toallas pequeñas y específicas para la cara, cambiándolas tras cada uso. Si son reutilizables, procura lavarlas con un jabón neutro y sin suavizante, así evitarás que los químicos que contienen detergentes y suavizantes puedan irritar tu piel, además de mantener su capacidad de secado y su esponjosidad durante más tiempo.


También puedes emplear pañuelos de papel suaves o de algodón tejido del que usan las facialistas.


Manos sosteniendo una toallita facial


No usar tónico tras la limpieza


El tónico sirve para preparar la piel para los siguientes pasos de tu rutina facial. Según el tónico que elijas puedes obtendrás distintos resultados, aunque los más destacados son el de cerrar tus poros, equilibrar la piel o calmarla.


Aplícalo con pequeños toques, sin frotar y ayudándote de un disco desmaquillante.


Procura que el tónico no tenga alcohol ni cualquier otro ingrediente que ya sepas que puede producirte irritaciones o alergias.


No aplicarte una hidratante después


Tras la limpieza del rostro (y el tónico) es importante que te apliques una crema hidratante (con o sin un sérum antes), puesto que después de limpiar la piel esta se queda desprotegida y algo seca y necesita reponer la humectación.


Cada limpiador requiere una forma de aplicación específica para que se eficiente y no dañe la piel. Por eso es importante seguir las instrucciones que especifique el fabricante en el envase.


Como norma general, evitar frotar de manera agresiva tu piel con ninguno de los productos. Para que ésta quede bien limpia no es necesario maltratarla.


Crema fluida cayendo sobre una mano femenina


Tardas mucho en aplicarte la hidratante


Si esperas demasiado para aplicarte el sérum o la hidratante desde que te has secado la piel y te hayas puesto el tónico, la humedad que todavía queda en ella comenzará a evaporarse... y con ella llegará la deshidratación.


Si te aplicas la hidratación y el tratamiento en los 60-90 sg. inmediatamente posteriores a la limpieza tu piel aprovechará mejor la humectación y necesitarás menos cantidad para sentirla confortable. 


No exfoliar tu piel


Si quieres que la limpieza diaria funcione a pleno rendimiento, es necesario que exfolies tu piel, es una forma de complementarla y reforzarla.


La frecuencia de uso y el tipo de exfoliante dependerá de tu tipo de piel. Consulta con tu asesora de belleza, tu facialista o el especialista en cosmética de tu farmacia para que te recomiende el más adecuado para ti.


¿Echas de menos algún error o alguna solución? Me gustaría mucho que nos lo comentases, ya sabes que éste también es tu blog.


Ya sólo me resta finalizar... limpiamente :)




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11 abril, 2018

¿Qué Cantidades de Cosméticos Me Aplico?

Un error muy común es pensar que si un cosmético es bueno, cuando más cantidad nos apliquemos más cuidaremos nuestra piel o nuestro cabello. Otra equivocación también frecuente, sobre todo cuando se trata de productos caros es ponernos muy poquita cantidad, porque así nos durará más. Y digo errores, porque los efectos negativos del exceso o defecto de cosméticos son muchos y muy visibles: una piel muy seca o muy grasienta, poros obstruidos, falta de luminosidad, cabello apelmazado...


Por no hablar del perjuicio que puede provocar en tu bolsillo el malgastar los cosméticos sin ton ni son.


Lo ideal para obtener todos los beneficios de un cosmético es utilizar la cantidad justa, ni mucho ni poco.


¿Qué cantidades de cosméticos me aplico?


Leche limpiadora


La cantidad recomendable es la equivalente a un arándano. Si te excedes, puedes acabar resecando tu piel, o todo lo contrario, engrasándola.


Aplícala con movimientos circulares y muy suaves. Si requiere aclarado, termina enjuagando suavemente con agua tibia.


Gel limpiador


Pon sobre tu mano la cantidad equivalente a una almendra. Aplícalo sobre la piel húmeda y aclara bien.


Limpiadora en espuma


Utiliza una porción equivalente a una pelota de golf.


Humedece primero la piel de tu rostro y luego aplícate la espuma, masajeando durante 20-30 segundos. Termina aclarando con agua tibia.


Chica aclarándose el rostro


Tónico


Con unas cuantas gotas sobre un disco de algodón es más que suficiente. No es necesario que lo empapes completamente.


Su función es equilibrar el pH de la piel y eliminar los restos de limpiadora o de impurezas que hayan podido quedar sobre la piel tras la limpieza. Si pones más tónico, lo único que harás es dejar el exceso sobre tu piel, sin ninguna finalidad.


Contorno de ojos


La cantidad debe estar entre una semilla de girasol y medio guisante para cada ojo, dependiendo de la untuosidad del producto. Si te excedes, además de engrasar la zona, puedes acabar produciendo milliums y granitos.


Aplícalo con el dedo anular y sin frotar la delicada piel del contorno de los ojos, para no irritar la zona y no provocar (o empeorar) las arrugas o la flacidez que pueda existir.


Y, cuidado, salvo que lo indique expresamente en las instrucciones o te lo recomiende tu asesora de belleza, no lo apliques en la zona del párpado superior.


Sérum


Utiliza una porción del tamaño de un guisante. En algunos casos incluso será suficiente con una cantidad menor. Consulta el folleto que acompañe al producto o el propio envase o a tu asesora de belleza para que te aconseje al respecto.


Guisantes
La cantidad de sérum: la equivalente a un guisante


Ponlo delicadamente sobre el rostro ayudándote de las puntas de los dedos, sobre todo en las zonas problemáticas para las que esté formulado el sérum (surco nasogeniano, arrugas, etc.) y luego extiéndelo muy suavemente. Termina apretando ligeramente los dedos sobre el rostro para sellarlo.


Tratamiento antimanchas


La cantidad apropiada es la equivalente a un guisante.


Ponlo únicamente en las zonas con imperfecciones o manchas, así evitarás irritar la piel que las rodee.


Retinol


Incorpora el producto poco a poco en tu rutina de belleza, para ver cómo va reaccionando tu piel al producto.


Lo ideal es llegar a una cantidad similar a una moneda de 2 euros, con ese mismo grosor.


Si tu piel es sensible al producto puede espaciar su uso a un día sí y un día no, o mezclarlo con tu crema de noche.


Aceite facial


Con el equivalente a dos semillas de girasol o tres granos de arroz es suficiente. No te hace falta más.


Caliéntalo frotándolo con la punta de los dedos y aplícalo con un masaje facial para que penetre en la piel. 

 
Aceite facial


Crema de día


Con una cantidad equivalente a una avellana es suficiente. Si te pones mucha cantidad, engrasarás demasiado tu piel y taponarás los poros. Si te aplicas poca, tu piel puede quedar seca o no aprovechar los beneficios de la crema.


Aplícatela utilizando los dedos en lugar de las palmas de las manos, así la capa de producto será más regular y cubriente que si lo haces frotándolo primero en la palma de las manos y luego en el rostro.


BB Cream


Emplea una porción similar a una grosella, no hace falta más.


Pon el producto sobre el dorso de tu mano y aplícalo poco a poco con los dedos. Si lo haces así, te asegurarás de cubrir todo el rostro, pero sin excederte.


Protector solar


Ponte una cantidad equivalente a una uva grande o incluso un poquito más si hace mucho frío o mucho viento. Acuérdate de ponerte el protector en el cuello y las orejas, no sólo en el rostro.


Reaplícala si te vas a exponer de forma directa al sol según indique en el envase. 


Protector solar


Crema de noche


Ponte aproximadamente una cantidad del tamaño de una almendra. La porción debe ser algo más grande que en el caso de la de día, puesto que la piel es capaz de recibir mejor los principios activos que suelen llevar este tipo de productos como el retinol o el ácido salicílico.


Olvídate de aplicarte la crema justo antes de irte a la cama, porque terminará toda en la almohada... y en tu cabello. Así que deja pasar un tiempo entre tu ritual nocturno de belleza y el momento de irte a dormir.


Crema


Crema para el cuello


Con una cantidad equivalente a un arándano es suficiente para cubrir todo el cuello, incluso en su parte trasera.


Exfoliante


La cantidad a aplicar: una porción del tamaño de una frambuesa.


Pon el producto en las puntas de los dedos y aplícalo con movimientos circulares, pero sin restregar.


Exfoliante


Mascarilla facial


En la mayor parte de los casos únicamente necesitarás una cantidad equivalente a una avellana grande.


Puedes ponerla sobre el dorso de la mano y aplicarla con los dedos o de una brocha, cubriendo poco a poco todo el rostro.

 
Mascarilla


Mascarilla purificante


Utiliza una cantidad equivalente a una moneda de 2 euros (con ese mismo grosor).


Utilízala únicamente en las zonas más grasas, sobre todo la zona "T" del rostro. Este tipo de mascarillas puede resecar (mucho) las zonas de la piel normales o secas.


Champú


Ponte una cantidad equivalente a una nuez. Esta porción divídela entre los distintos enjabonados que te hagas, ya sean uno o dos.


Utiliza el champú sobre el pelo completamente húmedo y acostúmbrate a emulsionarlo poniendo un poco de agua en la palma de tu mano. Repartirás mejor el producto sobre el cabello y lo limpiarás mejor. Por cierto, aplícalo sobre las raíces y masajéalo, evitando las puntas. Con el champú que caiga sobre las puntas será suficiente para que se limpien y así evitarás que se sequen en exceso.


Champú


Acondicionador


La cantidad apropiada es la de una nuez para una melena de largo medio. Ten presente que únicamente debes aplicarlo de medios a puntas, por lo que no necesitas una gran cantidad de acondicionador para que este haga su efecto.


Sérum para el cabello


Con una porción equivalente a dos guisantes para una melena media es suficiente. Aplícalo con el cabello húmedo y extiéndelo de medios a puntas.


Espuma para el cabello


La porción apropiada es la de una pelota de golf para una melena media. Ponte más o menos cantidad según el largo de tu pelo, teniendo en cuenta esta medida básica.


Acuérdate de repartir el producto en las palmas de tus manos para poder repartir mejor la espuma por todo tu pelo.


En el caso de los cosméticos, como en casi todo en la vida, es mejor siempre apostar por calidad antes que por cantidad





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