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11 abril, 2018

¿Qué Cantidades de Cosméticos Me Aplico?

Un error muy común es pensar que si un cosmético es bueno, cuando más cantidad nos apliquemos más cuidaremos nuestra piel o nuestro cabello. Otra equivocación también frecuente, sobre todo cuando se trata de productos caros es ponernos muy poquita cantidad, porque así nos durará más. Y digo errores, porque los efectos negativos del exceso o defecto de cosméticos son muchos y muy visibles: una piel muy seca o muy grasienta, poros obstruidos, falta de luminosidad, cabello apelmazado...


Por no hablar del perjuicio que puede provocar en tu bolsillo el malgastar los cosméticos sin ton ni son.


Lo ideal para obtener todos los beneficios de un cosmético es utilizar la cantidad justa, ni mucho ni poco.


¿Qué cantidades de cosméticos me aplico?


Leche limpiadora


La cantidad recomendable es la equivalente a un arándano. Si te excedes, puedes acabar resecando tu piel, o todo lo contrario, engrasándola.


Aplícala con movimientos circulares y muy suaves. Si requiere aclarado, termina enjuagando suavemente con agua tibia.


Gel limpiador


Pon sobre tu mano la cantidad equivalente a una almendra. Aplícalo sobre la piel húmeda y aclara bien.


Limpiadora en espuma


Utiliza una porción equivalente a una pelota de golf.


Humedece primero la piel de tu rostro y luego aplícate la espuma, masajeando durante 20-30 segundos. Termina aclarando con agua tibia.


Chica aclarándose el rostro


Tónico


Con unas cuantas gotas sobre un disco de algodón es más que suficiente. No es necesario que lo empapes completamente.


Su función es equilibrar el pH de la piel y eliminar los restos de limpiadora o de impurezas que hayan podido quedar sobre la piel tras la limpieza. Si pones más tónico, lo único que harás es dejar el exceso sobre tu piel, sin ninguna finalidad.


Contorno de ojos


La cantidad debe estar entre una semilla de girasol y medio guisante para cada ojo, dependiendo de la untuosidad del producto. Si te excedes, además de engrasar la zona, puedes acabar produciendo milliums y granitos.


Aplícalo con el dedo anular y sin frotar la delicada piel del contorno de los ojos, para no irritar la zona y no provocar (o empeorar) las arrugas o la flacidez que pueda existir.


Y, cuidado, salvo que lo indique expresamente en las instrucciones o te lo recomiende tu asesora de belleza, no lo apliques en la zona del párpado superior.


Sérum


Utiliza una porción del tamaño de un guisante. En algunos casos incluso será suficiente con una cantidad menor. Consulta el folleto que acompañe al producto o el propio envase o a tu asesora de belleza para que te aconseje al respecto.


Guisantes
La cantidad de sérum: la equivalente a un guisante


Ponlo delicadamente sobre el rostro ayudándote de las puntas de los dedos, sobre todo en las zonas problemáticas para las que esté formulado el sérum (surco nasogeniano, arrugas, etc.) y luego extiéndelo muy suavemente. Termina apretando ligeramente los dedos sobre el rostro para sellarlo.


Tratamiento antimanchas


La cantidad apropiada es la equivalente a un guisante.


Ponlo únicamente en las zonas con imperfecciones o manchas, así evitarás irritar la piel que las rodee.


Retinol


Incorpora el producto poco a poco en tu rutina de belleza, para ver cómo va reaccionando tu piel al producto.


Lo ideal es llegar a una cantidad similar a una moneda de 2 euros, con ese mismo grosor.


Si tu piel es sensible al producto puede espaciar su uso a un día sí y un día no, o mezclarlo con tu crema de noche.


Aceite facial


Con el equivalente a dos semillas de girasol o tres granos de arroz es suficiente. No te hace falta más.


Caliéntalo frotándolo con la punta de los dedos y aplícalo con un masaje facial para que penetre en la piel. 

 
Aceite facial


Crema de día


Con una cantidad equivalente a una avellana es suficiente. Si te pones mucha cantidad, engrasarás demasiado tu piel y taponarás los poros. Si te aplicas poca, tu piel puede quedar seca o no aprovechar los beneficios de la crema.


Aplícatela utilizando los dedos en lugar de las palmas de las manos, así la capa de producto será más regular y cubriente que si lo haces frotándolo primero en la palma de las manos y luego en el rostro.


BB Cream


Emplea una porción similar a una grosella, no hace falta más.


Pon el producto sobre el dorso de tu mano y aplícalo poco a poco con los dedos. Si lo haces así, te asegurarás de cubrir todo el rostro, pero sin excederte.


Protector solar


Ponte una cantidad equivalente a una uva grande o incluso un poquito más si hace mucho frío o mucho viento. Acuérdate de ponerte el protector en el cuello y las orejas, no sólo en el rostro.


Reaplícala si te vas a exponer de forma directa al sol según indique en el envase. 


Protector solar


Crema de noche


Ponte aproximadamente una cantidad del tamaño de una almendra. La porción debe ser algo más grande que en el caso de la de día, puesto que la piel es capaz de recibir mejor los principios activos que suelen llevar este tipo de productos como el retinol o el ácido salicílico.


Olvídate de aplicarte la crema justo antes de irte a la cama, porque terminará toda en la almohada... y en tu cabello. Así que deja pasar un tiempo entre tu ritual nocturno de belleza y el momento de irte a dormir.


Crema


Crema para el cuello


Con una cantidad equivalente a un arándano es suficiente para cubrir todo el cuello, incluso en su parte trasera.


Exfoliante


La cantidad a aplicar: una porción del tamaño de una frambuesa.


Pon el producto en las puntas de los dedos y aplícalo con movimientos circulares, pero sin restregar.


Exfoliante


Mascarilla facial


En la mayor parte de los casos únicamente necesitarás una cantidad equivalente a una avellana grande.


Puedes ponerla sobre el dorso de la mano y aplicarla con los dedos o de una brocha, cubriendo poco a poco todo el rostro.

 
Mascarilla


Mascarilla purificante


Utiliza una cantidad equivalente a una moneda de 2 euros (con ese mismo grosor).


Utilízala únicamente en las zonas más grasas, sobre todo la zona "T" del rostro. Este tipo de mascarillas puede resecar (mucho) las zonas de la piel normales o secas.


Champú


Ponte una cantidad equivalente a una nuez. Esta porción divídela entre los distintos enjabonados que te hagas, ya sean uno o dos.


Utiliza el champú sobre el pelo completamente húmedo y acostúmbrate a emulsionarlo poniendo un poco de agua en la palma de tu mano. Repartirás mejor el producto sobre el cabello y lo limpiarás mejor. Por cierto, aplícalo sobre las raíces y masajéalo, evitando las puntas. Con el champú que caiga sobre las puntas será suficiente para que se limpien y así evitarás que se sequen en exceso.


Champú


Acondicionador


La cantidad apropiada es la de una nuez para una melena de largo medio. Ten presente que únicamente debes aplicarlo de medios a puntas, por lo que no necesitas una gran cantidad de acondicionador para que este haga su efecto.


Sérum para el cabello


Con una porción equivalente a dos guisantes para una melena media es suficiente. Aplícalo con el cabello húmedo y extiéndelo de medios a puntas.


Espuma para el cabello


La porción apropiada es la de una pelota de golf para una melena media. Ponte más o menos cantidad según el largo de tu pelo, teniendo en cuenta esta medida básica.


Acuérdate de repartir el producto en las palmas de tus manos para poder repartir mejor la espuma por todo tu pelo.


En el caso de los cosméticos, como en casi todo en la vida, es mejor siempre apostar por calidad antes que por cantidad





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17 enero, 2018

Champú: Dile No a los Sulfatos, Siliconas y Parabenos

Elegir un champú se ha convertido en todo un reto. Hay que tener en cuenta, además del precio, el tipo de cabello, la frecuencia de uso, si está teñido o no, si es nutritivo o no lo es...


Y, además de la finalidad que le vamos a dar, también empieza a ser imprescindible conocer la formulación de este producto, porque hay que decidir también si lo queremos con o sin sulfatos, con o sin siliconas y con o sin parabenos.


En este post quiero hablarte de esos tres ingredientes y de su conveniencia o no para tu cabello. Antes de que sigas leyendo, te diré que no soy imparcial, porque intento que la mayor parte de los cosméticos que uso estén libres de ellos. ¿Moda pasajera? ¿Información sesgada? No lo sé, aunque sí puedo afirmar que desde que mi champú no tiene sulfatos, siliconas y parabenos, está más bonito y saludable; y de esto hace ya varios años, así que voy a hablarte desde mi experiencia personal.


Si quieres saber más, te invito a que sigas leyendo... 


Champú: dile no a los sulfatos, siliconas y parabenos


Sulfatos


Con


Los vas a encontrar con el nombre de lauril sulfato sódico (SLS), lauril sulfato de amonio (ASL), lauril éter sulfato de sodio, lauril éter sulfato de amonio...


Los sulfatos contribuyen a eliminar la grasa del cabello de una forma eficaz, además de ser los responsables de que el champú haga mucha espuma. Y es precisamente esa eficiencia la que se convierte en un problema, puesto que elimina prácticamente toda la grasa del cuero cabelludo, dejándolo indefenso. Así que éste se defiende produciendo más grasa para mantenerlo hidratado. Como el pelo se engrasa más, nos lo lavamos más y creamos un efecto rebote de lo más perjudicial, porque aunque nos lavemos el pelo todos los días, no lo terminaremos de sentir limpio del todo.


Por otra parte, esa limpieza tan exhaustiva puede producir sensibilidad e irritación en tu cuero cabelludo.


Si tienes el cabello graso, puede parecer que lo más adecuado para ti son los champús con sulfatos, precisamente por su potencia para eliminar la grasa del cuero cabelludo, aunque puedes empeorarlo por el efecto rebote. Ahora tienes productos sin sulfatos formulados para pelo graso (incluso para raíces grasas y puntas secas), que lo mantienen en perfectas condiciones,, sin aspecto aceitoso y caspa. Si tu problema es grave, consulta a tu dermatólogo antes de elegir champú. 


Deshidratan el cabello, por lo que puede que notes más el efecto frizz, sobre todo si tienes tendencia a ello. 


Pelo deshidratado


En general, son productos más económicos.


Sin


Este tipo de champús limpian, pero ayudan a que el cuero cabelludo genere grasa y aceites de forma natural, lo que protegerá tu epidermis y tu pelo.


Si tu cuero cabelludo tiende a los picores, la sensibilidad y la irritación, notarás una gran mejora respecto al uso de champús con sulfatos.


Podrás lavar con más frecuencia tu pelo sin dañarlo, puesto que son suaves a la vez que eficaces.


Tu cabello respirara y se mantendrá más sano y brillante.


El pelo retendrá mejor la humedad, así que lo notarás menos seco y quebradizo.


Tu tinte durará más porque el champú arrastrará menos color en cada lavado. También se incrementará la duración de alisados y mascarillas.


Cabello bonito


Siliconas


Con


Las encontrarás entre los ingredientes de tu champú con terminaciones como -cone o -xane. Las hay insolubles (no se van con agua) como dimethicone, cetyl dimethicone, cyclohexasiloxane, etc. Y también las hay hidrosolubles (se deshacen con el agua) como cetyl dimethicone copolyol, hidrolized wheat protein, etc. Las primeras son las más difíciles de eliminar de tu cabello, como puedes imaginar.


Las siliconas crean una capa protectora sobre la fibra capilar, dando la sensación de que el pelo está limpio, grueso y brillante, aunque no es más que una especie de maquillaje. Como enmascaran el estado real de tu cabello, tampoco tomarás las medidas que necesitas para repararlo y cuidarlo, y ya sabemos todas cómo termina eso: con un corte más radical de lo que querrías. 


Corte de pelo


Esa capa protectora, por otra parte, no permite que el pelo respire y se oxigene, lo que termina por deteriorar el cabello.


Y al igual que los sulfatos, provocan que el cuero cabelludo genere más grasa, lo que también contribuye al efecto rebote.


De alguna forma, las siliconas protegen el pelo de las agresiones externas como el sol, el viento o el calor de secadores o planchas. Aunque lo ideal es utilizar productos específicos para este fin. 


Son muy difíciles de retirar, por lo que hacen falta productos agresivos como los sulfatos para eliminarlas. Ya sabes, se juntan el hambre con las ganas de comer... De hecho, se acumulan y puedes llegar a necesitar varios días para eliminarlas por completo.


Y, aunque no lo parezca, añade peso al cabello.


Sin


Al no tener ninguna película que lo recubra, la fibra capilar puede absorber los ingredientes hidratantes y nutritivos que pueda contener el propio champú, o incluso los que tengan los acondicionadores, mascarillas o sérum que te apliques después.


Tu cuero cabelludo y tu pelo podrán respirar, por lo que, aunque en un principio los notes menos bonitos e  hidratados, poco a poco irás notando que tu pelo está realmente bonito, no maquillado.


Champús


Parabenos


Con


Los verás en las etiquetas con los nombres de ethylparaben, methylparaben, butylparaben o propylparaben.


Son conservantes muy potentes que se usan muchísimo en cosmética. Su finalidad es que no aparezcan microorganismos que contaminen el producto y alarguen su duración.


Los champús que los llevan son más económicos.


Tienen una mayor duración que los que no los tienen.


Aunque no hay estudios concluyentes de que sean perjudiciales para la salud, lo cierto es que están bajo sospecha por alterar el equilibrio hormonal o por haberse encontrado estos compuestos en algunos tumores. En cualquier caso, la cantidad que se utiliza en cosmética es segura según las autoridades sanitarias.


En ciertas personas pueden provocar irritaciones, sequedad, incluso son responsables de reacciones alérgicas.


Sin


Aunque no haya indicios de que sean peligrosos para la salud en las cantidades permitidas, si los utilizas sin parabenos no te arriesgarás. Por si acaso...


Evitarás posibles irritaciones y alergias.


Es una manera de forzar a los laboratorios para que utilicen conservantes más respetuosos (que ya existen) y a que busquen otros nuevos, y a precios más razonables.


¿Qué tipo de champú usas tú? Por favor, comenta tus productos favoritos, así todas podremos tomar nota de ellos.




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22 noviembre, 2017

Trucos para que Tu Pelo Se Mantenga Limpio Más Tiempo

Salvo que lleves el cabello muy corto, el hecho de lavártelo te llevará tiempo y esfuerzo. No sólo por el lavado en sí, sino por el secado y el moldeado posterior. Y si tu melena es XXL será mucho peor.


La solución no es dejar de lavarse el pelo, por supuesto, aunque sí se puede contribuir a reducir la frecuencia de los lavados procurando que se ensucie lo menos posible.


A continuación encontrarás algunos trucos para que tu pelo se mantenga limpio por más tiempo. ¿Te los vas a perder?

 
Trucos para que tu pelo se mantenga limpio más tiempo


Los productos


Lávate el pelo con productos apropiados para tu cabello. Si tienes un pelo con tendencia a la grasa, deberías evitar los productos con aceites o con formulaciones muy ricas, por ejemplo, porque empeorarás tu problema y tendrás que lavarte el pelo con más frecuencia. Y como se te ensuciará mucho acabarás entrando en un círculo vicioso.


Procura evitar los sulfatos, las siliconas y los parabenos en la composición de tu champú, porque el pelo se ensucia más. 


Emplea el acondicionador de forma adecuada. Ponlo de medios a puntas y acláralo bien. Y no te excedas en la cantidad. Si tienes el pelo graso, escógelo para tus necesidades específicas y no abuses de él.


Cuando uses mascarilla, procura aplicarla sólo de medios a puntas (salvo que sea específica para cuero cabelludo) y aclárala totalmente con agua tibia para que no queden restos.


Utiliza de vez en cuando exfoliantes de cuero cabelludo. Son ideales para eliminar las células muertas y dejar tu cabello perfecto.


No abuses de los productos de styling. Las lacas, espumas, gominas y otros productos para moldear o texturizar tu cabello lo ensucian, y mucho.


Melena XXL


El lavado


Utiliza los productos de lavado correctamente. Utiliza la cantidad justa, emulsionando tu champú con algo de agua en tu mano o en un recipiente antes de aplicártelo, repártelo por todo el cabello y trabájalo de forma concienzuda (sin arañar ni frotar en exceso) y acláralo completamente con agua tibia o caliente. Por cierto, masajea únicamente el cuero cabelludo a la hora de lavarlo, el resto del cabello se limpiará con el jabón y el agua que caigan durante el lavado y el aclarado.


Hablando de temperatura, seguro que has oído que el agua fría evita que el pelo se engrase y se ensucie. A ver, sí, pero no del todo. Para aclarar el champú, los acondicionadores y las mascarillas debe utilizarse agua tibia o caliente; nunca ardiendo, porque puede incrementar la producción de sebo. Si aclaras el champú con agua fría no arrastrarás los restos de producto y la grasa que pueda tener el cabello. Lo que sí es muy recomendable es acabar con agua fresca para sellar la cutícula y que repela la suciedad. 


Y te aconsejo que, si está muy sucio, te pongas dos champús para limpiarlo mejor. 


Champús


Si el agua en tu localidad es muy dura, los minerales se pueden acumular en tu pelo dejándolo opaco y frágil, con aspecto sucio. Para evitarlo puedes utilizar un chorrito vinagre de manzana (los hay especiales para el pelo y que no huelen de forma desagradable) en el último aclarado o incluso champús específicos para aclarar, aunque es mejor no abusar de estos últimos porque resecan mucho el cabello.


El secado


Utiliza una toalla limpia cada vez que te laves el pelo. No emplees la toalla de baño o de lavabo, más aún si están usadas, porque los restos de jabón o suciedad se transferirán a tu cabello. 


Seca bien tu pelo con una toalla (sin frotar), para que esté menos tiempo en contacto con el calor. Así se mantendrá limpio más tiempo. Un plus: alterna aire frío con caliente a la hora de secarte, para cerrar la cutícula y evitar que penetre la suciedad.


Procura que la habitación en la que te seques el pelo o te lo planches esté fresca. Si hace mucho calor ambiente, unido al calor del secador o la plancha, comenzarás a sudar y ensuciarás tu cabello antes de terminar de peinarlo.


Todo limpio


Limpia los utensilios que utilices para peinar y moldear tu pelo: peines, cepillos, planchas, tenacillas... Si tienen suciedad, acabará en tu cabello.


El cepillado


No te cepilles desde la raíz, mejor hazlo desde los medios hasta las puntas. Si insistes en la raíz, lo que harás es repartir la grasa del cuero cabelludo por todo el cabello. 


Chica peinándose


Medidas higiénicas


Evita tocarte el pelo constantemente. Las manos tienen bacterias y suciedad en su superficie, si te tocas el pelo acabarán en él, ensuciándolo. Por otra parte, si te tocas el cuero cabelludo constantemente estarás estimulando la producción de sebo, de modo que lo engrasarás.


Si llevas flequillo, aprovecha cuando estés en casa para retirártelo de la frente. La piel se engrasa, especialmente si está cubierta por el pelo, y esa grasa acabará en tu flequillo.


Si haces deporte, procura recogerte el cabello para reducir el contacto con tu piel y con los elementos de entrenamiento que suelen estar cubierto de suciedad y sudor.


Si vas a limpiar o a hacer trabajo de mantenimiento del hogar o bricolaje, recoge tu pelo con un gorro o un pañuelo para que no se llene de polvo o productos químicos. 


Cuando cocines, te aconsejo que te protejas el pelo con un gorro o un pañuelo, así evitarás que el vapor, la grasa y los olores se queden adheridos a él.


Cepíllate el pelo todas las noches para eliminar los restos de productos para el cabello y la suciedad que haya acumulado a lo largo del día. Hazlo de forma suave y de medios a puntas.


A la hora de dormir


A la hora de irte a dormir, procura recogerte el cabello en un moño flojo o una trenza suelta. Incluso puedes envolverlo en un pañuelo de seda que no te quede muy apretado. El roce con tu piel o con la propia almohada puede ensuciarlo, al recogerlo minimizas ese contacto y lo mantendrás limpio más tiempo.


Cambia las fundas de las almohadas con frecuencia. La grasa de la piel, las cremas y lociones, el sudor y la suciedad acabarán en tu pelo.


Chica durmiendo


Y más...


Cuida tu alimentación. Determinados alimentos refinados o con grasas poco saludables son capaces de incrementar la producción de sebo en tu cuero cabelludo. Las frutas, las verduras, los cereales integrales, las legumbres, las grasas buenas, los pescados y las carnes magras te ayudarán a mantener tu pelo bonito y sano.


Los desequilibrios hormonales también pueden ser tus enemigos, así que acude a tu médico para que te asesore al respecto.


Evita el estrés, puesto que sus efectos también se notan en tu cabello. Tanto en su textura, como en su brillo o en la cantidad de sebo que se genere en tu cuero cabelludo.




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24 agosto, 2016

Errores Habituales que Ponen en Peligro Tu Pelo

La mayoría de nosotras buscamos una melena de esas que dan envidia, lustrosas y abundantes, como de anuncio. No me equivoco, ¿verdad?


Y para conseguirlo procuramos cuidar nuestro pelo todo lo posible, aunque en muchas ocasiones cometemos errores que sabotean nuestra melena, muchas veces sin ser conscientes de que lo estamos haciendo.


A continuación encontrarás algunos de los fallos más comunes, para que los evites y presumas de melena.



Errores habituales que ponen en peligro tu pelo


En el lavado


Lavar el pelo con una frecuencia inadecuada. El número de veces que debes lavar tu cabello te lo dicta el tipo de cabello (seco o graso), su largo, la época del año, si haces deporte a diario, si estás en un entorno en el que se te ensucia mucho el pelo, si utilizas muchos productos de styling... Lavarlo mucho o poco teniendo en cuenta tus necesidades reales, puede acabar dañándolo. No te fíes de lo que decimos cualquiera acerca de la frecuencia de lavado y escucha a tu pelo, él te dirá cada cuánto debes hacerlo para que esté perfecto.


No utilizar los productos de lavado apropiados. Si el champú que usas es demasiado agresivo acabarás dañando tu cabello, por muy fuerte que sea. Lo mismo ocurre si tu pelo tiene unas necesidades específicas (sequedad, grasa, pelo fino o muy grueso, caspa...) y no le das el producto adecuado.


Acondicionadores y mascarillas


No utilizar acondicionador. Es muy frecuente que las personas con cabello fino no se pongan acondicionador, porque tienen la sensación de que les queda apelmazado y sin volumen. Esto es lo mismo que no aplicarse crema todos los días, porque se tiene la piel grasa. El secreto es encontrar el acondicionador apropiado para nuestras necesidades.


No aplicarse el acondicionador de la forma correcta. Es un producto diseñado para que actúen en los medios y puntas únicamente, por lo que no se debe usar en las raíces. Si el cabello es muy graso, incluso es recomendable evitar los medios y ponerlo sólo en las puntas. Otro error habitual es no dejarlo actuar el tiempo necesario. Lo recomendable es seguir las instrucciones del fabricante o pedir consejo a un profesional de peluquería.


No utilizar mascarillas. Las mascarillas son perfectas para recuperar la belleza del pelo o tratar los problemas específicos que pueda tener. En el mercado las encontrarás para todo tipo de necesidades: nutrición, recuperar el brillo, con keratina, para cabellos teñidos, para melenas envejecidas...


Emplear mal las mascarillas capilares. Usarlas con una frecuencia inadecuada puede convertirse en un problema. Lo habitual es emplearlas una vez a la semana, aunque habrá que tener en cuenta los requerimientos particulares de nuestro pelo. Otro error común es no tenerlas en exposición el tiempo necesario, por exceso o por defecto. Cada producto lleva en sus instrucciones los minutos de exposición adecuados para obtener todos sus beneficios. También se suele olvidar que colocarse una toalla caliente multiplica los efectos de la mascarilla.
 

El secado


Secarte la melena de forma incorrecta. Si frotas tu pelo con demasiada energía y en todas direcciones, lo maltratarás. Lo ideal es envolverlo en una toalla, si es de microfibra mejor, y apretarlo suavemente para que vaya enjugándose la humedad. Otra forma de hacerlo es utilizar un turbante de microfibra, teniendo cuidado de no apretarlo y retorcerlo demasiado. Y la forma menos dañina, pero la menos ecológica y económica: utilizar papel de cocina para ir secando los mechones.


El calor 


Abusar del secador es uno de los errores más frecuentes. Procura secar tu cabello con una toalla suave o con un turbante antes de pasarte el secador, incluso dejarlo secar un rato al aire, así restarás tiempo de exposición al calor.


Secado de cabello con secadorUtilizarlo mal también puede poner en riesgo a tu cabello. Para ello debes utilizarlo a una distancia razonable de tu pelo, a una temperatura adecuada y haciéndolo desde la raíz hacia las puntas, para ir cerrando la cutícula. Además, así expondrás durante menos tiempo a las puntas, que suelen ser las que están más secas y dañadas. Y, por supuesto, utiliza un protector térmico para el cabello, porque este tipo de productos no es sólo para la plancha.


Excederte con la plancha. Y es que hay muchas adictas a la plancha que la usan varias veces al día y con una temperatura excesiva y que no se ven bien si no tienen el cabello perfectamente pulido. Si es tu caso, puedes recurrir a alisados más permanentes o a productos que te faciliten el pulido del cabello y su mantenimiento, los que tienen keratina, por ejemplo.


Usar mal la plancha también es algo habitual. Utilizar una temperatura demasiado elevada, no emplear protector térmico, pasar la plancha sin que el pelo esté completamente seco o hacerlo sin haberlo cepillado antes son algunas de las prácticas que pueden estar estropeando tu cabello.


Cuestión de humedad


Dormir con el pelo mojado. Esta costumbre debilita muchísimo el cabello, dejándolo sin brillo y quebradizo. Por no hablar de que se pueden crear microorganismos dañinos, tanto en el pelo como en la almohada.


Recogerse el pelo estando húmedo. Una cosa es hacerse un moño o una trenza con el pelo húmedo para estar en la piscina o para estar fresquita mientras das un paseo en un día de calor, y otra muy distinta recogerse el cabello húmedo todas las mañanas y llevarlo todo el día así, de tal forma que no se seque y cuando llegue la noche aún esté mojado.


El cepillado


Cepillado de cabelloNo cepillarte el pelo antes de lavarlo. Si esperas a peinarlo o cepillarlo cuando esté húmedo, lo que conseguirás es dañarlo, porque la humedad lo convierte en quebradizo. Y, si lo cepillas, antes, eliminarás el polvo, suciedad y restos de productos de styling, con lo que lograrás un lavado más efectivo.


Cepillarlo con demasiada fuerza o durante demasiado tiempo. El mito de que hay que cepillar el pelo 100 veces cada día es eso, un mito. Hay que cepillarlo lo suficiente para eliminar los nudos y la suciedad.


Peinarlo de forma incorrecta. El pelo hay que desenredarlo desde las puntas hacia las raíces. Si comienzas a peinar desde el cuero cabelludo, lo que harás es ir bajando todos los nudos que haya en el mechón y apretándolos hacia la punta; así te encontrarás con un nudo tipo bola de nieve que te costará sudores desenredar. Para evitarlo los mejor ir quitando primero los enredos más cercanos a la punta e ir subiendo poco a poco.


Los productos de styling


Utilizar inadecuadamente los productos de peinado. Elegir un producto de styling poco adecuado para el tipo de cabello, hacerlo en demasiada cantidad o aplicarlo antes del secador o la plancha pueden dañarlo poco a poco. Si usas mucha cantidad, dejarás a tu pelo opaco, pesado y sin capacidad de respirar, especialmente si no te lavas el pelo con frecuencia. Si aplicas el producto de peinado y luego utilizas calor directo sobre el pelo, corres el peligro de que la composición del fijador se degrade o cambie sus características con la temperatura y dañe el pelo.


El peinado


Recogidos muy tirantes. Si te haces una cola de caballo muy tirante un día, no ocurre nada, si es tu peinado de fondo de armario, probablemente tu pelo se resienta. Hay una prueba de fuego para saber si tu peinado está demasiado tirante: si te duele el cuero cabelludo cuando te quitas el coletero, las horquillas o las pinzas, está tirando demasiado del folículo, y más tarde o más temprano, irás perdiendo cabello.


Utilizar horquillas y pinzas constantemente y en el mismo lugar. Tener horquillas y pinzas aprisionando constantemente el pelo pueden llegar a cortarlo y dejarlo debilitado. Cambia de peinado o, al menos, del lugar donde colocas las sujeciones para tu pelo.


El mantenimiento


Corte de pelo
No cortarte las puntas con la frecuencia necesaria. El pelo necesita un saneado de puntas cada 8-12 semanas, si no lo haces estás se abrirán y resecarán cada vez más, y tu corte irá perdiendo definición. Este es el pasaporte a un pelo con aspecto descuidado y poco saludable.


Excederte con las modificaciones. Teñirte, darte mechas californianas o hacerte un alisado no tienen por qué dañar tu pelo, pero si cambias de color o de textura de pelo cada semana, sí lo estropearán. La mejor forma de no pasarte es consultar en tu peluquería de confianza, allí te dirán los tiempos que debes respetar entre tratamientos.


No utilizar productos anticaída cuando tu pelo lo pide. Si cabello comienza a caerse, es importante tomar medidas. No te digo que recurras a productos milagro, pero sí a las típicas ampollas que se venden en tiendas de productos de peluquería para la caída estacional o debida al estrés. Por experiencia funcionan. Si no haces algo cuando comienzan estos síntomas y la caída del pelo se instala definitivamente, no recuperarás tu melena nunca más... salvo que recurras al implante, claro.


Tocarte constantemente el pelo. Estirarlo, retorcerlo, jugar con él... esta (mala) costumbre ensuciará, engrasará tu cabello y abrirá sus puntas aún más.


Jugar con el cabello puede dañarlo
Jugar con el cabello puede dañarlo


Tomar el sol sin proteger el cabello. Sombreros, pañuelos y protectores solares específicos para el cabello te ayudarán.  


No proteger tu pelo del viento y el frío, porque también sufre con estas condiciones climatológicas. Procura utilizar gorro o sombrero para mantenerlo en buen estado.


Desde el interior

No tomar los nutrientes que tu cuerpo necesita, bien por dietas muy restrictivas o por una alimentación desequilibrada. Aunque no te lo parezca, es algo que afecta muchísimo al pelo, dejándolo sin brillo, quebradizo y con tendencia a la caída. Por muchos cuidados exteriores que le brindes, si no comes adecuadamente, no conseguirás un cabello sano y brillante.


Pelo bonitoEl estrés. Tanto o más que la alimentación, el estrés causa estragos en tu pelo. Puede que no lo asocies, pero en períodos de mucho trabajo o preocupaciones varias, notarás que todos los días son "bad hair days" y que con el pelo que se te cae podrías rellenar varios cojines.


No dormir lo necesario. La falta de sueño continua afecta a tu cuerpo y mente en general, también a tu pelo. Y mucho. No te voy a recomendar las 8 horas de rigor, porque cada persona tiene unas necesidades en este sentido, pero sí que duermas el tiempo suficiente para levantarte descansada, con energía y buen humor.





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