¿Te ha ocurrido alguna vez que tienes la casa limpia, pero no consigues que huela bien? Y es algo de lo más desagradable, porque no hay nada más agradable que abrir la puerta de casa y que te reciba un aroma agradable, acogedor y personal, que asocies siempre a tu hogar. Porque el que te encuentres un tufillo a col o a tuberías sucias no es lo que más invita a relajarse al volver del trabajo.
Para que eso no te suceda, te invito a que leas estos consejos que te ayudarán a que tu casa siempre huela bien.
La ventilación: imprescindible
Ventila a diario, tanto en invierno como en verano. El aire fresco acaba con los malos olores y renovará el aire de tu hogar.
El suelo
Para que tu casa huela siempre bien es imprescindible que el suelo esté limpio. Esto implica que es necesario barrerlo a diario y fregarlo también a menudo.
De hecho, el suelo de cocina y baño debería fregarse todos los días.
Para evitar los malos olores, es importante que el agua con el que se friegue esté limpia, porque si está sucia dejará un hedor difícil de soportar y de eliminar. Cámbiala con la frecuencia que sea necesaria mientras estás fregando.
También es importante que la propia fregona esté limpia, por lo que es aconsejable lavarla cuando sea preciso.
Puedes añadir unas gotas del aceite esencial que más te guste al agua de fregar para dejar un sutil y agradable aroma en toda tu casa. Eso sí, no abuses de los aceites, porque pueden estropear los suelos de madera o dejar rastros en otros materiales.
La cocina
A la hora de cocinar, especialmente si se trata de frituras o platos que generen aromas potentes, es importante que enciendas la campana extractora y/ o que abras las ventanas y cierres la puerta, para que los aromas de la comida no se extienda por toda la casa.
Cuando termines de cocinar, no dejes las cacerolas, sartenes o planchas sobre el fuego de la cocina después de apagar el fuego, porque los restos que queden en su interior se requemarán y dejarán un mal olor muy persistentes en la cocina. Lo mejor, dejar la placa o los fogones limpios según se termina de cocinar.
Para eliminar el olor a comida de la cocina puedes calentar agua en un cazo, al que le habrás puesto unas peladuras de limón o naranja, incluso puedes poner las mitades de estos cítricos después de haberlos exprimido para aprovecharlos. También puedes añadir la mitad de una rama canela y unos clavos de olor. Pon todo al fuego y deja que hierva unos minutos. Verás cómo se neutraliza el mal olor y queda una fragancia de lo más agradable en tu cocina. También funciona el agua con vinagre blanco, pero el aroma que deja es menos agradable que en el caso anterior.
Otra forma de eliminar el olor a comida de la cocina es preparar café. Su aroma tiene la virtud de perfumar la casa y neutralizar el resto de perfumes indeseables.
También puedes quemar una pequeña hojita de papel de Armenia si te gusta su aroma.
Lava los estropajos, bayetas y paños de cocina muy a menudo. Además de ser una fuente de microorganismos peligrosos para la salud, acumulan fácilmente malos olores.
El horno
Limpia el horno después de cada uso, para que no se impregne del aroma del plato anterior que hayas cocinado en él. Utiliza recipientes apropiados para evitar que los jugos y la grasa que puedan tener los alimentos se derramen en su interior.
También es importante eliminar los restos de comida del microondas y limpiar su interior para retirar la película de jugos y grasa que quedan pegados en las paredes de este electrodoméstico con el vapor que se genera durante la cocción.
Si quieres desodorizar el microondas, puedes poner en su interior un bol con agua y el zumo de 1/2 limón o 1/2 vasito (de los de vino) de vinagre blanco. Deja que el agua con el limón o el vinagre hierva, de modo que el vapor refresque su interior y haga de quitagrasas. Luego sólo tendrás que pasar un paño seco para quitar la humedad.
Una vez que hayas terminado de cocinar con el horno convencional o con el microonda deja la puerta abierta para que no se queden contenidos los aromas de la comida.
La nevera
Limpia la nevera con cierta frecuencia, tanto su interior como su exterior.
Retira en el momento cualquier alimento que se haya podido derramar en el interior del refrigerador o el congelador.
Revisa la fruta y la verdura que tengas en su interior y retira cualquier pieza que haya podido comenzar a estropearse.
Guarda los restos de comida o los alimentos que puedan generar olores fuertes en recipientes herméticos.
Un truco que siempre funciona para eliminar los malos olores en la nevera es colocar un recipiente con bicarbonato sódico en su interior. No lo coloques en un plato, porque es fácil que acabe cayendo en la repisa en la que lo hayas puesto. Es mejor un tupper o un bol con una base estable que evite los vuelcos.
También puedes poner un recipiente con unos granos de café para desodorizar la nevera.
El lavavajillas
Limpia el lavavajillas una vez al mes y retira los restos que hayan podido quedar en el filtro.
La lavadora
Saca la ropa de la lavadora según termine el programa. Si la dejas mucho tiempo, tanto la ropa como el también terminarán apestando a humedad.
Acuérdate de dejar la puerta de la lavadora abierta hasta que se seque la humedad que haya podido quedar después del lavado.
Si tu lavadora huele mal, puedes poner un programa con agua caliente al que hayas añadido en lugar de detergente una taza de vinagre blanco o un puñado de sal.
El cubo de la basura
Limpia el cubo de
basura con frecuencia, especialmente cuando se derramen líquidos
en su fondo o se manche con comida u otros residuos que puedan generar
malos olores. Además de lavarlo con un producto desinfectante (agua +
lejía, agua + vinagre blanco, agua + alcohol + aceite de limón,
limpiadores tipo Sanytol o vinagre de limpieza), puedes espolvorear un
poco de bicarbonato en el fondo del cubo antes de colocar las bolsas o
incluso unos granos de café.
Saca la basura a sus correspondientes contenedores, sobre todo cuando hayas depositado en el cubo restos de comida que puedan generar rápidamente mal olor, como restos de carne o pescado, peladuras de frutas, etc.
Los envases como las latas o los bricks no se suelen llevar al contenedor de reciclaje correspondiente todos los días, por lo que es conveniente lavarlos antes de dejarlos en el cubo, porque los restos que puedan contener generarán rápidamente un tufillo de lo más desagradable.
Y lo mismo que con los recipientes de vidrio, así que lávalos antes de dejarlos en el cubo o la bolsa en la que los almacenes hasta que los recicles.
El baño
Limpia el baño a diario.
El interior del inodoro es una fuente de malos olores, así que límpialo con frecuencia. Una vez que hayas terminado de fregarlo por dentro, puedes rociarlo con lejía. Deja que actúe y luego añade agua hirviendo.
También ayuda el hecho de poner colgadores o elementos que sirvan para higienizarlo.
De vez en cuando puedes poner un chorrito de lejía en los desagües, dejando que actúe durante unos minutos y finalizar vertiendo agua hirviendo.
Otro truco es utilizar un producto para limpiar tuberías que no sea muy agresivo de vez en cuando, para mantenerlas limpias y desodorizadas.
Cuando uses productos de limpieza, asegúrate de que la zona está ventilada. Si no es así, ponte mascarilla y luego deja pasar un tiempo hasta volver a utilizar el baño.
Los armarios y cómodas
No metas la ropa húmeda en el armario, porque aparecerán tanto el moho como los malos olores. Y el tufo a humedad es muy difícil de eliminar.
Si vas a colgar en el armario ropa que ya te has puesto, no te olvides de dejarla airear durante unas cuantas horas para que esté bien seca y alejar los posibles malos olores. En cualquier caso, si la prenda está sucia o no huele todo lo bien de debería, es mejor que su destino sea la lavadora, no el armario ni la cómoda.
Coloca bolsas con hierbas aromáticas, peladuras de cítricos o bolas de madera impregnadas de aceites aromáticos en el armario o la cómoda para tu tu ropa huela siempre bien.
Si guardas la ropa de temporadas anteriores en cajas o bolsas, debes almacenarla limpia y con algún elemento que la perfume. Y, en cualquier caso, cuando la vuelvas a usar, mi recomendación es que la laves otra vez si ha adquirido ese ligero hedor de ropa vieja. Si cuelgas esas prendas en el armario, se impregnará en su interior y te será difícil eliminarlo.
El colchón
Si tu colchón comienza a tener un cierto mal olor, puedes espolvorear bicarbonato de sodio y dejar de actúe durante 30-60'. De ese modo el bicarbonato funcionará como absorbente. Luego pasa el aspirador con un accesorio para textiles y listo. Si además tiene manchas, puedes humedecer ligeramente un paño suave en una mezcla de agua del grifo con agua oxigenada (haz una prueba antes en una zona que no sea visible) y frotar la superficie del colchón con él, incidiendo en las manchas. Ten mucho cuidado de no mojar en exceso el tejido del colchón. Deja que se seque completamente y verás qué diferencia. Si hace frío y el ambiente es muy húmedo, puedes ayudarte de un secador de mano para que las zonas que has humedecido se sequen del todo.
Los textiles
El resto de textiles y tapicerías también responden bien al truco anterior del bicarbonato, así que no dudes es espolvorear una capa de bicarbonato en los cojines de tus mascotas, alfombras, moquetas, sofás o cojines si no son lavables y quieres desodorizarlos y desinfectarlos.
La tabla de la plancha
La tabla de la plancha puede ser uno de las herramientas que dejen mal olor en tu casa y en tu ropa. En ocasiones, si la funda se ha mojado con el vapor, puede acabar teniendo un tufo desagradable a humedad, que sea activará todavía más cuando vuelvas a planchar. Si quieres evitarlo, lava la funda periódicamente.
El dichoso tabaco...
Si alguien ha fumado dentro de casa y quieres eliminar el mal olor, toma un paño y mójalo con agua y vinagre blanco o con agua y zumo de limón. Escúrrelo y extiéndelo con tus manos. Pasea con él por toda la casa moviéndolo bien. Es una forma de eliminar el hedor que deja el tabaco sin químicos. Eso sí, sólo funciona si en tu casa no se fuma habitualmente, porque si el olor está instalado es mucho más difícil de eliminar.
Si tu casa huele mucho a tabaco, tendrás que limpiarla a fondo. Esto incluye los filtros del aire acondicionado o de cualquier otro tipo de haya en la casa, todos los muebles, alfombras y textiles, azulejos e incluso las paredes. En algunos casos la única forma de eliminar el tufo a humo es repintar las paredes y el techo.
Las mascotas
Mantén a tu mascota y todas sus cosas bien limpios. Eso incluye su camita, su comedero, su bebedero, sus juguetes...
Limpia el cajón de arena de tu gato con la frecuencia necesario. Y usa una arena que sea bien absorbente y que te permita recoger todos sus regalos fácilmente.
El carbón activado puede serte muy útil si quieres neutralizar el olor del cajón de arena de tu gato. Déjalo cerca para que funcione.
Perfumar la casa
Los quemadores de aceites esenciales y las velas aromáticas son una gran
ayuda para que tu casa huela bien. Pero sólo funcional al 100% si ya
has evitado los malos olores con los trucos anteriores. En caso
contrario únicamente sirven para enmascararlos.
Puedes mezclar agua con unas gotas de aceites esenciales en un bote de los de tipo espray y vaporizar la casa con tus fragancias favoritas. Ten cuidado de hacerlo de forma que no se produzcan manchas en los elementos de madera o los textiles.
Las plantas aromáticas siempre funcionan bien a la hora de perfumar la casa.
Puedes poner manzanas, membrillos, limones, naranjas y otras frutas que desprendan un buen aroma en la cocina y en otras estancias de la casa.
Espero que este post te haya parecido interesante. ¿Tienes algún truco para que tu casa huela siempre bien?
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La primera vez que apareció el post Consejos para que Tu Casa Huela Siempre Bien fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
Trucos para que tu casa huela siempre bien by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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