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28 septiembre, 2022

Cómo Elegir la Ropa para el Gym Sin Equivocarse

¿Vas al gimnasio o te acabas de apuntar a uno? Si es así, enhorabuena, porque hacer ejercicio físico es algo que beneficia tanto a tu cuerpo como a tu mente. Además, el gym te permite socializar, retarte e incluso divertirte.


Aunque para sacarle partido al gimnasio debes cuidar la elección de las instalaciones, de las actividades que realices... y la ropa que lleves. Y no me refiero a la estética o la marca, sino a que sea la adecuada. Porque un equipamiento inapropiado puede ser incómodo, puede restringirte los movimientos e incluso afectar a tu rendimiento. 


En este post quiero darte algunas claves para elegir la ropa para el gym sin miedo a equivocarte.

 

Cómo elegir la ropa para el gym sin equivocarse

 

El uso que le vas a dar

 

Cada actividad que se desarrolla en el gym requiere de unas prendas y un calzado específicos. Es importante que tengas esto en cuenta, porque no es lo mismo hacer pilates que body combat. Si tienes dudas, consulta con un monitor para que asesore al respecto.

 

También influirá la frecuencia con la que vas a utilizar la ropa. Si vas al gym a diario y realizas muchas actividades, tendrás que contar con más de una muda para cada una de ellas, sobre todo cuando hace mal tiempo y la ropa tarda mucho en secarse. 

 

Mujer haciendo ejercicios de tonificación en el gimnasio

 

Tu personalidad

 

Elige las prendas teniendo en cuenta tu personalidad y lo que quieres transmitir con ellas. Si no eres tímida y te gusta exhibirte, elige ropa que llame la atención y que muestre buena parte de tu anatomía. En caso de que te guste pasar desapercibida, busca ropa bonita y cómoda, pero discreta en su diseño y colorido.

 

La comodidad ante todo

 

Las prendas y calzado que utilices en el gym tienen que permitirte el movimiento al máximo, no deben apretarte en exceso ni producirte rozaduras. 

 

Si la ropa exterior debe ser cómoda, más todavía debe serlo la interior, puesto que es la que está en contacto directo con tu piel todo el tiempo, y además en zonas mucho más delicadas que el resto.  


Mujer haciendo estiramientos

 

Transpirable

 

La ropa debe ser transpirable, puesto que sudarás abundantemente mientras haces ejercicio. Si no transpiran, sentirás la humedad enseguida, lo que es muy desagradable y poco recomendable para tu piel. Por no hablar de que puedes quedarte fría en el momento en el que dejes de ejercitarte o pongan el aire acondicionado un poco más alto. 

 

El calzado y los calcetines también deben ser transpirables, porque los pies también sudan durante el ejercicio, y mucho. 

 

De tu talla

 

Tanto las prendas de ropa interior como las de exterior, así como el calzado, deben ser tu talla. Ni más grandes ni más pequeñas de lo necesario. Incluso la ropa oversize, debería ajustarse a tu fisionomía, porque la forma en la que la espalda o las mangas se ciñen a tu cuerpo pueden facilitar o dificultar el movimiento. Por no hablar de que prendas muy grandes puede correr el riesgo de descolocarse o incluso de perderlas, lo que hará que estés más pendiente de evitarlo que de ejercitarte al 100%. Y la ropa muy ceñida puede darte más de un disgusto, porque puede descoserse o rasgarse si el movimiento es muy amplio o haces mucha fuerza. 

 

El tejido

 

Debe ser ligero, transpirable y agradable al tacto.  Aunque puede parecer que los tejidos naturales como el algodón son los más adecuados, lo cierto es que no es así (salvo en el caso del yoga y otras actividades similares). El algodón en concreto no traspira muy bien y cuando se moja es muy incómodo y pesado. Por eso son mejor los tejidos como el nailon o el poliéster, por ejemplo. 


Mujer subiendo escaleras a la carrera en el exterior

 

Que no se transparente

 

No me refiero a las prendas que son naked (con tejidos que se transparentan) por diseño, es decir las que tienen transparencias estratégicas o las que están confeccionadas para llevarlas superpuestas sobre otras. Cuando digo que no se transparenten, hablo de esos pantalones (generalmente muy ceñidos) que parecen tupidos en la mano, pero que permiten que se lea incluso la etiqueta de la braguita. Normalmente no es una la que se da cuenta de esto, salvo que se mire en el espejo de cuerpo entero con una buena iluminación, o que una amiga bienintencionada lo comente. 

 

Que no te juegue malas pasadas

 

Los pantalones cortos o los tops cortos y ajustados puede convertirse en tus peores enemigos. Antes de vestirlos en público, realiza los movimientos que probablemente llevarás a la práctica en el gimnasio delante de un espejo, así podrás ver si muestran más de lo que deberían. Mírate en el espejo desde todos los ángulos. 

 

Si unos pantalones son muy cortos, pero te gustaría llevarlos, puedes ponerte unos un poco más largos y ceñidos debajo, así evitarás sentirte incómoda. 

 

El calzado, probablemente lo más importante

 

Hay muchas mujeres que se preocupan mucho de la ropa que llevan al gimnasio y muy poco por el calzado, y es un grave error. Con toda seguridad lo que llevas en los pies mientras entrenas es lo fundamental. Si no es adecuado en cuanto a tipo de zapatillas, construcción, amortiguación, material interior o capacidad de transpiración puedes terminar con lesiones (y no sólo en el pie), dolores e incomodidad. 

 

Busca siempre zapatillas de calidad. Es mejor elegir unas que no sean las más cool, pero que sí sean de calidad. Yo siempre aprovecho las rebajas para comprar unas que sean buenas, bonitas y baratas. No serán las más modernas, pero sí las mejores para mi y para mi bolsillo. 


Zapatillas de deporte

 

Vístete a capas

 

En inverno o en recintos en los que el aire acondicionado está muy alto, es conveniente superponer prendas, para poder ir poniéndotelas o quitándotelas según sea necesario. Evitarás más de un resfriado o una faringitis.  


Ahora ya sólo te queda disfrutar de tu entrenamiento...


 

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La primera vez que apareció el post Cómo Elegir la Ropa para el Gym Sin Equivocarse fue en el blog de La Meiga y Su Caldero. 


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31 agosto, 2022

Consejos para No Abandonar el Gimnasio al Poco de Apuntarte

El ejercicio físico te proporciona todo tipo de beneficios. Estarás más ágil, más fuerte, mejorarás tu musculatura y tus articulaciones, incrementarás tu capacidad cardiopulmonar, aumentarás tu memoria y mejorarás tus capacidades cognitivas, reducirás la presión arterial, te ayudará a controlar los niveles de azúcar en sangre, dormirás mejor, te sentirás mejor anímicamente, tu sistema inmunitario estará más fuerte, reducirás la masa grasa, contribuirá a reducir el riesgo de ansiedad y depresión... Como ves todo son ventajas.


Y se puede practicar en casi todas partes, en interiores o exteriores, en instalaciones deportivas o incluso en casa. Se puede hacer en solitario o en grupo. Para mejorar el cuerpo y la mente o para competir. Realmente no hay excusas para no realizar una actividad física más o menos intensa. O sí que hay dos: la desmotivación y la pereza. 

 

En este post quiero centrarme en el ejercicio físico que se lleva a cabo en un gimnasio, aunque casi todo lo que te comento aquí se puede extrapolar al realizado en cualquier otro lugar. A continuación encontrarás consejos para no abandonar el gym al poco tiempo de haberte apuntado


Consejos para no abandonar el gimnasio al poco de apuntarte

 

Si tienes algún tipo de enfermedad, dolencia o lesión, consulta antes con un médico antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio físico. Y si da su visto bueno, no te olvides de comunicárselo a los monitores del gimnasio para que puedan orientarte.  

 

Reflexiona acerca de lo que quieres conseguir realmente al ir al gym, y si es algo que se puede convertir en realidad. Y también lo que quieres poner de tu parte para lograrlo. Por ejemplo, eso de apuntarte porque quieres perder peso puede convertirse en una decepción. Hacer ejercicio sin cuidar la alimentación, sin mantener una vida activa más allá del recinto deportivo y sin ir acompañado de una vida saludable, no te hará adelgazar, por mucho que te machaques varias horas en semana. O si quieres estar más ágil, pero no te esfuerzas ni lo más mínimo, tampoco funcionará.  

 

Mujer haciendo abdominales en el gym

 

Recuerda que la alimentación es parte fundamental de un estilo de vida activo y saludable. Si vas a comenzar a entrenar, sobre todo si lo vas a hacer de forma intensa, tendrás que regular lo que ingieres, y cómo y cuándo lo haces. No significa que tengas que comer más, sino mejor. 

 

Plantéate el hecho de ir al gimnasio como una tarea más dentro de las que realizas a diario. Reserva un tiempo los días que quieras acudir como si se tratase de cualquier otro compromiso laboral o social. Márcalo en la agenda si es necesario. Si no lo haces, terminarás llenando ese tiempo con otras tareas, probablemente ni urgentes ni importantes, y dejarás de asistir definitivamente.

 

Busca un gym que tenga unas instalaciones adecuadas para las actividades que quieras realizar, que estén limpias, que sean seguras y que te resulten agradables. También es importante que las máquinas y el resto del material esté actualizado y bien mantenido. 

 

Mujer trabajando en un bosu en las instalaciones de un gimnasio

 

Elige un gimnasio que tenga actividades que te agraden, si no es así, es muy probable que termines por abandonar.

 

Márcate objetivos realistas. Pretender hacer 2 horas de ejercicios de alta intensidad 5 ó 6 días en semana desde el mismo momento en el que te has inscrito en el gimnasio no es algo difícil de conseguir, es imposible... ¡y una locura! 

 

Esfuérzate para progresar. No te limites a hacer una serie de ejercicios o de actividades siempre con la misma intensidad. Intenta retarte y mejorar poco a poco. Si te estancas, tu visita al gym no será efectiva y terminarás por aburrirte. 

 

Registra tus ejercicios y tus logros por escrito. Te servirá para ver cuál es tu evolución y probablemente te sirva de motivación. 

 

Ten en cuenta que hacer ejercicio genera endorfinas, por lo que cuanto más constante seas, más te pedirá el cuerpo (literalmente) ir al gimnasio. Así que lo más duro es comenzar, una vez que tengas el hábito ya no podrás prescindir de ello.   

 

Si eres una persona sociable, una vez que comiences a coincidir con otros socios y que te hagas tu pequeño grupo, te costará mucho menos acudir al gym. 


Clase colectiva en un gimnasio

 

Realiza aquello que te guste realmente. El hecho de "obligarte" a hacer algo es el camino más rápido para que dejes, no ya la propia actividad, sino el propio gimnasio. Si aborreces correr en la cinta, pero te empeñas en hacerlo varios días en semana, acabarás encontrando excusas para no ir hoy, otras para no ir mañana, y pasado lo mismo... Hasta que dejes de ir definitivamente. Si quieres hacer cardio, puede que te guste más hacer una clase de ciclo indoor o incluso una colectiva de una intensidad media-alta. 

 

Salvo que tengas algún impedimento médico, lo ideal es combinar ejercicios de tipo cardiovascular con otros de fuerza y estiramientos. Dedicarte únicamente al cardio (pensando en general que así perderás más peso y no terminarás como un culturista), es un gran error. El cuerpo necesita también trabajo de fuerza, incluso si ya tienes unos añitos. 

 

Si tu economía te lo permite, puedes buscar un entrenador personal que te guíe y te motive. Incluso si lo contratas únicamente unos pocos meses, te dará herramientas para que luego puedas trabajar más y mejor por tu cuenta después. Si es un buen profesional, te indicará cuáles son los mejores ejercicios para ti, cómo realizarlos de forma eficiente y segura, cómo calentar y estirar...

 

Hazte con el equipamiento adecuado. Eso incluye pantalones o shorts, camisetas, sudaderas, calcetines, zapatillas y cualquier otro complemento que sea necesario. Debe permitirte moverte con comodidad y ser transpirable.


Equipamiento deportivo

 

Si puedes, acude al gym en compañía, porque motiva mucho más que hacerlo en solitario. Eso sí, es importante que tu acompañante tenga disciplina y que se comprometa al menos tanto como tú. Si no puedes ir con otra persona, pero necesitas cierta motivación en otros, te recomiendo que te apuntes a clases colectivas o que te integres en algún grupo. Busca clases y grupos en los que haya buen ambiente y en el que haya compromiso y una saludable (y divertida) competitividad. 

 

En caso de que flaquees a la hora de ir al gimnasio, párate un instante y visualízate realizando tus ejercicios, cómo los completas, la charla con los compañeros, la ducha de después y cómo te sentirás cuando salgas por la puerta para volver a casa o al trabajo. Te garantizo desde la experiencia que siempre sales mejor de lo que entras, tanto física como mentalmente. 

 

Recompénsate por tu disciplina, tu constancia y tus éxitos. No me refiero a que te des un homenaje en una pastelería cada vez que hagas una serie más de sentadillas, como ya te imaginarás. Prémiate con un piropo, prémiate con tu canción favorita o con unos minutos de lectura, llama a alguien a quien quieres para compartir tus éxitos, párate unos minutos en un parque para disfrutar de la naturaleza, con aquello pequeño, pero que te haga muy feliz.  

 

Mujer haciendo una postura de yoga

 

No seas demasiado inflexible. Si tienes un compromiso urgente, si tienes una lesión o el cansancio está haciendo mella en ti, no te mortifiques si no puedes ir al gym.

 

Además de ir al gimnasio, mantén una vida activa. Camina todo lo que puedas, mejor si es a diario. Utiliza la escaleras en lugar de tomar el ascensor. Levántate cada cierto tiempo de tu mesa de trabajo para estirar las piernas. Levántate y camina por la habitación o el despacho cuando hables por teléfono, en lugar de sentarte.

 

Espero que estos consejos te sirvan, a mí sí que lo han hecho, no en vano llevo más de 20 años yendo al gimnasio sin abandonarlo en ningún momento. Y espero seguir al menos otros 20 más...  



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21 agosto, 2019

La Toalla para Entrenar en el Gym: Imprescindible

Si estás pensando en apuntarte a un gimnasio o si ya acudes, pero siempre te has preguntado el motivo por el que hay carteles que indican que es obligatorio llevar una toalla cuando utilices sus instalaciones, te invito a que sigas leyendo.


Porque en este post quiero darte los motivos por los que llevar una toalla al gimnasio y también algunos consejos para darle un buen uso y para elegir la más adecuada.


¿Me acompañas?


La toalla para entrenar en el gym: imprescindible


Motivos


En el gimnasio hay algo indudable: se suda, y mucho. Eso implica que máquinas, bancos, mancuernas, esterillas y otros elementos comunes están repletos de sudor ajeno. Y la barrera más eficaz y sencilla que puedes poner entre los fluidos de otros y tú es una toalla.


También debes tener en cuenta que no todo el mundo se lava las manos cuando debe, por lo que en puedes entrar en contacto con todo tipo de microorganismos de lo más indeseable mientras entrenas.


Por no hablar de que puede haber usuarios con enfermedades contagiosas que hayan usado el material antes que tú, por lo que cualquier medio físico que pongas entre lo que hayan tocado y tú te protege.


En el caso de las esterillas de yoga es muy importante, puesto que se suele hacer descalzo y puede ser fuente de contagio en tus pies.


Mancuernas, botella de agua, fruta, móvil y toalla de entrenamiento


También debes tener en cuenta que hay socios que entrenan con el mismo calzado deportivo que usan en la calle, lo que conlleva que toda la suciedad y restos que llevan en las suelas acaba en el material.
Y todos sabemos lo que hay en el suelo de cualquier calle...


Por supuesto, la toalla te ayudará a enjugarte el sudor de rostro o cuello, que es bastante molesto, sore todo si cae sobre tus ojos. O el de las manos, que puede convertir el hecho de levantar una mancuerna o sostener una barra en una actividad de riesgo.


Y el hecho de poderte secar el sudor te hará rendir más y te evitarás los cambios de temperatura (frecuentes cuando se entrena) que son fuente de resfriados y problemas musculares.


Manual de uso


Está bien que la lleves, pero también que la uses. Hay muchos usuarios del gym que parece que las llevan a pasear como una mascota, pero que no la usan en absoluto.


Si sudas mucho, quizás necesites dos toallas, una para colocarla sobre bancos y esterillas y otra para secarte el sudor, sobre todo si te sudan mucho la cara y el cuello. 


Como norma general, coloca la toalla sobre la zona en la que vayas a dejar más sudor.


También es importante que la toalla te evite la mayor cantidad de contacto posible con las máquinas y esterillas, así no entrarás en contacto con el sudor y las bacterias ajenas.


Cuando vayas a usar una esterilla para hacer algún tipo de ejercicio o para estirar, coloca la toalla encima.


Si la toalla es pequeña, es mejor que cubra la zona superior, sobre todo la cabeza, antes que la parte inferior.


Como referencia, si la toalla no cubre toda la zona que apoyes, debe colocarse en la que proteja la que no estén cubiertas por la ropa.


Seca el material antes de usarlo, sobre todo si ves que está sudado. 


Si has terminado de entrenar con el material, ya sea un banco, una máquina o una esterilla, enjuga el sudor que hayas podido dejar con la toalla.


Mujer entrenando en el gym con toalla


Y, por supuesto, la toalla de entrenamiento no debe ser la misma que la que uses tras la ducha. Nadie quiere restregar el sudor propio y el ajeno y todo tipo de suciedad sobre su cuerpo recién duchado. 


Lava la toalla tras cada uso, no sólo porque habrá quedado impregnada de sudor, también porque habrá estado sobre el material común e incluso sobre el suelo de las salas.


El hecho de airearlas en casa cuando vuelvas de entrenar no es suficiente, porque los microorganismos nocivos habrán estado a sus anchas en ese medio húmedo y no se eliminarán por mucho que la toalla se seque y le dé el aire. 


Evita el uso de suavizante con las toallas del gym, para asegurarte que mantienen su capacidad de secado. El suavizante crea una película sobre ellas que reduce drásticamente su capacidad de absorción, las acartona y encierra los malos olores en el interior de las fibras.


Qué toalla uso


Debería ser de un tamaño adecuado para el tipo de entrenamiento que hagas y, en caso de que sea pequeña, plantéate llevar dos. Una para poner sobre el material y otra para secarte el sudor.


Mujer vestida con ropa de deporte, toalla y botella de agua


Es importante que sea de un material que absorba bien la humedad. Los mejores materiales en cuanto a relación calidad-precio son la microfibra (mezcla de poliéster y poliamida), de mezcla de algodón y poliéster y las versiones más económicas de algodón 100%. Por experiencia personal te recomiendo las de microfibra, porque absorben la humedad de forma muy eficiente, se secan rápidamente cuando las lavas y, algo importante cuando tienes que llevar al hombro la bolsa de deporte, pesan muy poco.


El tamaño ideal para la toalla de entrenamiento: aproximadamente 60x40 cm.


Otras consideraciones


Lleva guantes para entrenar. Pondrás una barrera extra y te asegurarás de que tus manos no están sudorosas cuando agarres el material.


Guantes para entrenar


Si tienes alguna herida, procura ponerte una tirita o un esparadrapo, por tu protección y por la de los otros usuarios.


No te toques las cara, sobre todo ojos y boca, cuando estés entrenando, porque lo que hayas tocado con las manos desnudas acabarán en esas zonas tan sensibles.


¿Ya has elegido tu toalla ideal para el gym?




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20 agosto, 2014

14 Trucos para Evitar el Mal Olor en tu Ropa Deportiva

despues de hacer deporteSi haces deporte con frecuencia, te habrás encontrado con ropa que, de un día para otro, adquiere un olorcillo persistente a sudor y a humedad que no desaparece con los lavados y que se instala en tu camiseta o en tu sujetador deportivo con intención de quedarse... y hasta de pedirte la paga semanal si me apuras. 


Para que eso no te ocurra, te dejo estos 14 tips que pueden serte útiles:


1.- Empecemos por el principio: compra ropa deportiva, diseñada específicamente para ese fin. La ropa normal está confeccionada con tejidos que están preparados para un uso cotidiano, donde la transpiración suele ser menor. No hace falta que sea cara, pero sí adecuada para la actividad que vas a desarrollar.


2.- Mira y haz caso siempre de las etiquetas de la ropa que compres para mantenerla en buen estado el mayor tiempo posible. Fíjate en el tipo de lavado (mano o lavadora), la temperatura recomendada, si admite o no lejía, si se puede planchar, si se puede meter en la secadora, etc. Te dejo este enlace, donde puedes encontrar el significado de los símbolos de las etiquetas textiles. 


3.- Lávala lo antes posible y no la dejes en el cesto de la ropa sucia durante días. Esa es la mejor manera para que el olor se asiente a sus anchas en tus prendas. Y, por supuesto, sácala de la bolsa del gym según llegues a casa. Ya sé que poner la lavadora para cuatro cosas no es lo más aconsejable para ahorrar electricidad, así que te recomiendo que dejes las prendas en remojo con bicarbonato o con un poco de jabón neutro.


barreño4.- Hablando de bicarbonato, es la manera más eficaz y económica de eliminar el olor a sudor y humedad cuando ya se ha instalado en tu ropa. Pon en remojo la ropa con bicarbonato sódico y agua tibia y luego lava normalmente. También puedes añadir vinagre blanco al bicarbonato o utilizarlo en su lugar. La cantidad de ambos dependerá de las prendas que quieras lavar, pero cuenta con 1 ó 2 cucharadas soperas por cada una. Si el olor a sudor y humedad (sí ese como a moho) es muy fuerte, puedes hacer una pasta con el bicarbonato y agua (también puedes añadir vinagre o limón) y untar las manchas de sudor con ella, frotar un poco y luego lavar como de costumbre. Mi consejo es que pruebes en una zona que no se vea, porque puede atacar la ropa, sobre todo si es oscura. Por cierto, el olor a vinagre desaparece totalmente al lavar la prenda.


5.- También puedes quitar el olor persistente echando unos puñaditos de sal de cocina sobre la prenda humedecida y dejándola reposar para que neutralice el sudor. Con 2 ó 3 horas será suficiente. Luego puedes lavarla como siempre.


6.- Procura no ponerte la misma ropa dos días seguidos (lavándola antes, se entiende). Es mejor ir alternando prendas para darles un cierto respiro, que las mantendrá más frescas.


poniendo la lavadora7.- Utiliza productos apropiados para la ropa de deporte. Hay algunos específicos para ropa técnica, como Wsyn o Detergente para deporte de Nuncas, por ejemplo. Aunque tienes algunos más accesibles y que dan buen resultado también: Micolor Fresh Gel (mi preferido),  Norit ropa sintética, etc.


8.- No añadas suavizante a la ropa si se trata de tejidos de tipo técnico, porque estropearán las fibras.


9.- Utiliza programas de entre 30-40º de temperatura. Hay lavadoras que tienen programas específicos para ropa sintética o deportiva


10.- Saca la ropa de la lavadora según termine y tiéndela, para que no acabe con tufillo a humedad. 


11.- Deja secar bien las prendas antes de guardarlas, evitando el sol o la secadora. Muchos tejidos que se usan para deporte no resisten bien el calor directo y, si además ya han cogido olor, es la mejor forma de fijarlo para siempre.


12.- Comprueba si se pueden planchar. Si la respuesta es sí, hazlo a la temperatura recomendada; si es que no, ni se te ocurra. No sólo puedes estropearlas (que levante la mano quien no se haya quedado con media camiseta pegada en la plancha), además es fácil que el aroma a sudor no que vaya nunca más.


lavadora13.- A veces es la propia lavadora la que adquiere olor a moho y humedad, porque no se ventila lo suficiente o porque quedan restos de jabón u otros materiales. Para evitarlo, por un programa largo en agua muy caliente con lejía al menos una vez al mes, deja abierta la puerta de la lavadora tras cada uso, lava el cajetín del detergente de vez en cuando y limpia el moho que pueda haberse instalado en la goma con agua y amoníaco.


14.- Si la ropa es negra, utilizar un recuperador de color de vez en cuando (si se trata de algodón u otras fibras naturales, así como el rayón y la poliamida) no sólo la dejará como nueva, además eliminará el mal olor durante una buena temporada.


Espero que te haya sido útil. ¿Tienes algún truco para este oloroso asunto? Siéntete libre de compartirlo, este blog está abierto para ti.



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