Como en el caso de las zapatillas, el sujetador deportivo debe ser adecuado, cómodo y seguro, más que bonito o cool. Para ayudarte a escoger el sujetador deportivo perfecto para ti y cuidarlo lo mejor posible, a continuación encontrarás algunos consejos básicos. No te los pierdas.
Qué importa a la hora de elegirlo
En líneas generales, hay tres condiciones que definirán el tipo de sujetador deportivo que necesitas:
- Tu propia fisionomía: talla, edad, estado de salud...
- El tipo de actividad que vas a realizar con él: si tu pecho va a sufrir impacto o no, si necesitas mucha movilidad...
- Tus preferencias personales en cuanto a: tejido, diseño, si tiene relleno o no, tipo de cierre...
Qué tener en cuenta
Tipos
Puedes encontrar cuatro tipos de sujetador deportivo:
En copa
Son los que encapsulan del pecho en copas integradas en la prenda.
Compresión
Los que sujetan el pecho comprimiéndolo con firmeza, pero permitiendo la movilidad del resto del cuerpo. Aunque, ojo, que compriman no debe significar que opriman en exceso, sino que las mamas estén bien sujetas y posicionadas durante el ejercicio.
Combinados copa+compresión
Son los que comprimen el pecho, pero tienen dos copas separadas que encapsulan cada seno, además de ceñirlo.
Con protección
Estos sostenes tienen unas protecciones extraíbles que protegen el pecho durante los deportes de contacto como el boxeo.
Talla
Para escoger la talla con acierto debes fijarte en el contorno y la copa. El contorno es la medida en cm. de la zona que va del pecho a la espalda, de ahí vienen las medidas estándar (85, 90, 95, 100...). Para calcular esta medida, pasa la cinta métrica justo por debajo del pecho (sin sujetador), desde la espalda hasta el centro del esternon, procurando que esté ajustada y recta respecto al suelo.
La copa es el tamaño de la mama y que se expresa con las letras del abecedario, desde la A (la más pequeña), en adelante, normalmente hasta la E. Para las copas pequeñas (A y B), serán más adecuados los sujetadores de compresión. Para las copas más grandes (desde la C en adelante) lo ideal son los de copa o las que combinan compresión y copa. Para medirla, pon la cinta métrica en la espalda y llévala a la zona más alta del pecho, teniendo en cuenta que quede ajustada (pero no apretada) y paralela al suelo. Ahora sólo tendrás que calcular la copa teniendo en cuenta tanto la medida del contorno como la que has obtenido al medir la parte más prominente del pecho del siguiente modo:
Diferencia de 2,5 cm. Copa A
Diferencia de 5,0 cm. Copa B
Diferencia de 7,5 cm. Copa C
Diferencia de 10 cm. Copa D
Es decir, decir que tienes 95 de sujetador no ofrece toda la información necesaria para acertar con la talla que necesitas, puesto que faltaría la copa que te corresponde, aunque es muy habitual buscarlo únicamente por la talla de contorno.
Evita los sujetadores que indican su talla con denominaciones del tipo S, M, L, XL..., puesto que son muy genéricos y no suelen adaptarse a la mayoría de las fisionomías, precisamente por esta forma tan universal de tallar las prendas. En el caso de la ropa exterior no importa demasiado, puesto que no se necesita un ajuste perfecto, pero en el caso de la lencería deportiva sí que es vital.
Y si cambias de talla por haber subido o bajado de peso, cambia del sostén sin pensártelo dos veces.
Material
Éste debe permitir la transpiración, puesto que lo vas a utilizar durante la actividad física. Que seque enseguida, así evitarás la humedad en la zona del pecho durante y tras terminar la actividad física. Y, además, es una forma de evitar que el tejido se estropee y adquiera mal olor si necesita mucho tiempo para secarse en el tendedero.
Y, además del sudor, el tejido debe permitir una buena evacuación del calor corporal.
Los mejores materiales son los técnicos, que son combinaciones de materiales como el spandex, el nylon, el eslastán, el poliéster o el algodón.
Diseño
Un sujetador deportivo debe estar diseñado para realizar una actividad física con él, lo que implica una mejor sujeción (sobre todo en actividades de impacto), que las tiras sean más gruesas (incluida la inferior), que el pecho esté separado, que no tenga aro (y si lo tiene que sea de plástico, no de metal), que no tenga costuras y elementos que puedan rozar en la piel con los movimiento repetitivos, que los cierres no estén en contacto directo con la piel...
Encontrarás sujetadores con y sin relleno. Los que tienen relleno evitan que se transparente el pezón, además de aumentar visualmente el tamaño del pecho y mejorar su forma; pero tienen el inconveniente de que el relleno se moja con el sudor y se seca con cierta dificultad. Los que no llevan relleno son más cómodos, aunque pueden ser más indiscreto. La elección es tuya.
Procura que las tiras sean ajustables (tanto las de los hombros como la banda de ajuste inferior), porque así podrás adaptarlas a tu fisionomía. Además, ten en cuenta que es habitual que tengamos una mama más grande que otra o que tengamos cierta diferencia entre los hombros, por lo que necesitas poder adaptarlas a esas peculiaridades para que te sientas equilibrada a la hora de entrenar y de moverte.
Sujeción
El nivel de sujeción deberás escogerlo según sea la actividad que vas a realizar con él.
Para las que no requieren apenas impacto como el yoga, el pilates, el remo, la escalada o el entrenamiento con pesas, lo ideal es un sostén con sujeción de ligera a media.
Para las que implican un impacto medio como montar en bicicleta, esquiar o caminar, necesitarás uno con sujeción media.
Y si lo tuyo es el ejercicio más intenso con impacto, como el running, el bodycombat o el baloncesto, necesitarás uno con una sujeción alta.
Para las actividades en las que puedes sufrir golpes en el pecho, como el rugby y otros deportes de contacto como el boxeo, busca sostenes especiales que protegen esta zona tan delicada en caso de ser golpeada.
El probador, tu mejor amigo
Si te pruebas un sostén normal antes de comprarlo... ¿por qué no hacerlo cuando se trata de uno destinado al deporte? Así que hay que probárselo sí o sí, y no hacerlo de cualquier manera.
Lo primero que tienes que comprobar es si te resulta confortable. Aunque los sujetadores deportivos sujetan y comprimen más que los de diario, debes sentirte cómoda desde el principio.
Verifica que no hay zonas que te molesten o te rocen como las costuras, los cierres o las tiras en los hombros y la espalda.
Comprueba que el pecho no rebosa por los lados o en la parte superior, porque eso implica que la copa es pequeña. Y si las copas quedan arrugadas, significa que la copa es demasiado grande.
La zona entre ambas mamas debe estar separada y la tira que las une debe estar en contacto con la piel.
Las tiras no deben hundirse en la piel de tus hombros. Si lo hacen, probablemente no sostienen bien el pecho. La banda que va a la espalda no debe quedar ni muy alta ni muy baja respecto a la línea en la que está el pecho, porque a la larga implicará una mala sujeción y molestias mientras lo llevas puesto.
Termina moviéndote. Estírate, levanta los brazos, gira la espalda, salta... en resumidas cuentas, haz algunos de los movimientos que harás cuando lo lleves puesto.
Cómo lavarlo
Éstas son las recomendaciones que te ayudarán a cuidar tu sostén deportivo para que te dure en perfectas condiciones más tiempo:
- No esperes demasiado tiempo desde que te lo quites hasta que lo laves, para que la humedad y el mal olor no se instalen en el interior de las fibras.
- Evita dejar la ropa deportiva dentro de la bolsa durante horas y horas antes de lavarla por el mismo motivo.
- Si prevés que vas a tardar mucho en llegar a casa para lavar tu sujetador debidamente, enjuágalo con agua corriente y jabón (si es neutro) en el vestuario, escúrrelo bien y ponlo en una bolsa; así evitarás que las bacterias proliferen.
- Lávalo siempre con programas con agua fría, aunque lo ideal es hacerlo a mano.
- Emplea jabones neutros para su lavado.
- Nunca uses suavizantes ni lejías, porque estropearán el tejido enseguida, además de reducir su capacidad de transpirar, evacuar el calor y secarse rápidamente.
- Usa productos que eliminen el olor y las bacterias como complemento al lavado.
- Si lavas en lavadora, procura cerrar los corchetes y cierres antes, de ese modo no se engancharán en el propio sostén o en otras prendas que hayas puesto en el tambor.
- Procura utilizar bolsas para lencería si vas a lavarlo a máquina.
- Evita los centrifugados muy enérgicos, porque el tejido se estropeará más y más rápido.
- No lo seques en secadora, puesto que los tejidos técnicos se dañan en ella.
- No lo planches. Aunque no creo que a nadie se le ocurra planchar la ropa interior...
- Nunca lo laves en seco.
Y dile adiós cuando sea necesario
Un sujetador deportivo al que se le hayan dado de sí las tiras de los hombros o la banda inferior, que tenga la tela deformada o gastada, que se te haya quedado muy pequeño o muy grande o que tenga los cierres o corchetes estropeados debe ser sustituido sin demora. Si quieres que te proteja y no te acarree problemas, no le tomes demasiado cariño.
Espero haberte ayudado a elegir el mejor sujetador deportivo. Ahora ya sólo me queda desearte un feliz entrenamiento...
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La primera vez que apareció el post Cómo Elegir el Sujetador Deportivo Perfecto fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
Cómo elegir el sujetador deportivo perfecto by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
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