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28 septiembre, 2022

Cómo Elegir la Ropa para el Gym Sin Equivocarse

¿Vas al gimnasio o te acabas de apuntar a uno? Si es así, enhorabuena, porque hacer ejercicio físico es algo que beneficia tanto a tu cuerpo como a tu mente. Además, el gym te permite socializar, retarte e incluso divertirte.


Aunque para sacarle partido al gimnasio debes cuidar la elección de las instalaciones, de las actividades que realices... y la ropa que lleves. Y no me refiero a la estética o la marca, sino a que sea la adecuada. Porque un equipamiento inapropiado puede ser incómodo, puede restringirte los movimientos e incluso afectar a tu rendimiento. 


En este post quiero darte algunas claves para elegir la ropa para el gym sin miedo a equivocarte.

 

Cómo elegir la ropa para el gym sin equivocarse

 

El uso que le vas a dar

 

Cada actividad que se desarrolla en el gym requiere de unas prendas y un calzado específicos. Es importante que tengas esto en cuenta, porque no es lo mismo hacer pilates que body combat. Si tienes dudas, consulta con un monitor para que asesore al respecto.

 

También influirá la frecuencia con la que vas a utilizar la ropa. Si vas al gym a diario y realizas muchas actividades, tendrás que contar con más de una muda para cada una de ellas, sobre todo cuando hace mal tiempo y la ropa tarda mucho en secarse. 

 

Mujer haciendo ejercicios de tonificación en el gimnasio

 

Tu personalidad

 

Elige las prendas teniendo en cuenta tu personalidad y lo que quieres transmitir con ellas. Si no eres tímida y te gusta exhibirte, elige ropa que llame la atención y que muestre buena parte de tu anatomía. En caso de que te guste pasar desapercibida, busca ropa bonita y cómoda, pero discreta en su diseño y colorido.

 

La comodidad ante todo

 

Las prendas y calzado que utilices en el gym tienen que permitirte el movimiento al máximo, no deben apretarte en exceso ni producirte rozaduras. 

 

Si la ropa exterior debe ser cómoda, más todavía debe serlo la interior, puesto que es la que está en contacto directo con tu piel todo el tiempo, y además en zonas mucho más delicadas que el resto.  


Mujer haciendo estiramientos

 

Transpirable

 

La ropa debe ser transpirable, puesto que sudarás abundantemente mientras haces ejercicio. Si no transpiran, sentirás la humedad enseguida, lo que es muy desagradable y poco recomendable para tu piel. Por no hablar de que puedes quedarte fría en el momento en el que dejes de ejercitarte o pongan el aire acondicionado un poco más alto. 

 

El calzado y los calcetines también deben ser transpirables, porque los pies también sudan durante el ejercicio, y mucho. 

 

De tu talla

 

Tanto las prendas de ropa interior como las de exterior, así como el calzado, deben ser tu talla. Ni más grandes ni más pequeñas de lo necesario. Incluso la ropa oversize, debería ajustarse a tu fisionomía, porque la forma en la que la espalda o las mangas se ciñen a tu cuerpo pueden facilitar o dificultar el movimiento. Por no hablar de que prendas muy grandes puede correr el riesgo de descolocarse o incluso de perderlas, lo que hará que estés más pendiente de evitarlo que de ejercitarte al 100%. Y la ropa muy ceñida puede darte más de un disgusto, porque puede descoserse o rasgarse si el movimiento es muy amplio o haces mucha fuerza. 

 

El tejido

 

Debe ser ligero, transpirable y agradable al tacto.  Aunque puede parecer que los tejidos naturales como el algodón son los más adecuados, lo cierto es que no es así (salvo en el caso del yoga y otras actividades similares). El algodón en concreto no traspira muy bien y cuando se moja es muy incómodo y pesado. Por eso son mejor los tejidos como el nailon o el poliéster, por ejemplo. 


Mujer subiendo escaleras a la carrera en el exterior

 

Que no se transparente

 

No me refiero a las prendas que son naked (con tejidos que se transparentan) por diseño, es decir las que tienen transparencias estratégicas o las que están confeccionadas para llevarlas superpuestas sobre otras. Cuando digo que no se transparenten, hablo de esos pantalones (generalmente muy ceñidos) que parecen tupidos en la mano, pero que permiten que se lea incluso la etiqueta de la braguita. Normalmente no es una la que se da cuenta de esto, salvo que se mire en el espejo de cuerpo entero con una buena iluminación, o que una amiga bienintencionada lo comente. 

 

Que no te juegue malas pasadas

 

Los pantalones cortos o los tops cortos y ajustados puede convertirse en tus peores enemigos. Antes de vestirlos en público, realiza los movimientos que probablemente llevarás a la práctica en el gimnasio delante de un espejo, así podrás ver si muestran más de lo que deberían. Mírate en el espejo desde todos los ángulos. 

 

Si unos pantalones son muy cortos, pero te gustaría llevarlos, puedes ponerte unos un poco más largos y ceñidos debajo, así evitarás sentirte incómoda. 

 

El calzado, probablemente lo más importante

 

Hay muchas mujeres que se preocupan mucho de la ropa que llevan al gimnasio y muy poco por el calzado, y es un grave error. Con toda seguridad lo que llevas en los pies mientras entrenas es lo fundamental. Si no es adecuado en cuanto a tipo de zapatillas, construcción, amortiguación, material interior o capacidad de transpiración puedes terminar con lesiones (y no sólo en el pie), dolores e incomodidad. 

 

Busca siempre zapatillas de calidad. Es mejor elegir unas que no sean las más cool, pero que sí sean de calidad. Yo siempre aprovecho las rebajas para comprar unas que sean buenas, bonitas y baratas. No serán las más modernas, pero sí las mejores para mi y para mi bolsillo. 


Zapatillas de deporte

 

Vístete a capas

 

En inverno o en recintos en los que el aire acondicionado está muy alto, es conveniente superponer prendas, para poder ir poniéndotelas o quitándotelas según sea necesario. Evitarás más de un resfriado o una faringitis.  


Ahora ya sólo te queda disfrutar de tu entrenamiento...


 

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31 agosto, 2022

Consejos para No Abandonar el Gimnasio al Poco de Apuntarte

El ejercicio físico te proporciona todo tipo de beneficios. Estarás más ágil, más fuerte, mejorarás tu musculatura y tus articulaciones, incrementarás tu capacidad cardiopulmonar, aumentarás tu memoria y mejorarás tus capacidades cognitivas, reducirás la presión arterial, te ayudará a controlar los niveles de azúcar en sangre, dormirás mejor, te sentirás mejor anímicamente, tu sistema inmunitario estará más fuerte, reducirás la masa grasa, contribuirá a reducir el riesgo de ansiedad y depresión... Como ves todo son ventajas.


Y se puede practicar en casi todas partes, en interiores o exteriores, en instalaciones deportivas o incluso en casa. Se puede hacer en solitario o en grupo. Para mejorar el cuerpo y la mente o para competir. Realmente no hay excusas para no realizar una actividad física más o menos intensa. O sí que hay dos: la desmotivación y la pereza. 

 

En este post quiero centrarme en el ejercicio físico que se lleva a cabo en un gimnasio, aunque casi todo lo que te comento aquí se puede extrapolar al realizado en cualquier otro lugar. A continuación encontrarás consejos para no abandonar el gym al poco tiempo de haberte apuntado


Consejos para no abandonar el gimnasio al poco de apuntarte

 

Si tienes algún tipo de enfermedad, dolencia o lesión, consulta antes con un médico antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio físico. Y si da su visto bueno, no te olvides de comunicárselo a los monitores del gimnasio para que puedan orientarte.  

 

Reflexiona acerca de lo que quieres conseguir realmente al ir al gym, y si es algo que se puede convertir en realidad. Y también lo que quieres poner de tu parte para lograrlo. Por ejemplo, eso de apuntarte porque quieres perder peso puede convertirse en una decepción. Hacer ejercicio sin cuidar la alimentación, sin mantener una vida activa más allá del recinto deportivo y sin ir acompañado de una vida saludable, no te hará adelgazar, por mucho que te machaques varias horas en semana. O si quieres estar más ágil, pero no te esfuerzas ni lo más mínimo, tampoco funcionará.  

 

Mujer haciendo abdominales en el gym

 

Recuerda que la alimentación es parte fundamental de un estilo de vida activo y saludable. Si vas a comenzar a entrenar, sobre todo si lo vas a hacer de forma intensa, tendrás que regular lo que ingieres, y cómo y cuándo lo haces. No significa que tengas que comer más, sino mejor. 

 

Plantéate el hecho de ir al gimnasio como una tarea más dentro de las que realizas a diario. Reserva un tiempo los días que quieras acudir como si se tratase de cualquier otro compromiso laboral o social. Márcalo en la agenda si es necesario. Si no lo haces, terminarás llenando ese tiempo con otras tareas, probablemente ni urgentes ni importantes, y dejarás de asistir definitivamente.

 

Busca un gym que tenga unas instalaciones adecuadas para las actividades que quieras realizar, que estén limpias, que sean seguras y que te resulten agradables. También es importante que las máquinas y el resto del material esté actualizado y bien mantenido. 

 

Mujer trabajando en un bosu en las instalaciones de un gimnasio

 

Elige un gimnasio que tenga actividades que te agraden, si no es así, es muy probable que termines por abandonar.

 

Márcate objetivos realistas. Pretender hacer 2 horas de ejercicios de alta intensidad 5 ó 6 días en semana desde el mismo momento en el que te has inscrito en el gimnasio no es algo difícil de conseguir, es imposible... ¡y una locura! 

 

Esfuérzate para progresar. No te limites a hacer una serie de ejercicios o de actividades siempre con la misma intensidad. Intenta retarte y mejorar poco a poco. Si te estancas, tu visita al gym no será efectiva y terminarás por aburrirte. 

 

Registra tus ejercicios y tus logros por escrito. Te servirá para ver cuál es tu evolución y probablemente te sirva de motivación. 

 

Ten en cuenta que hacer ejercicio genera endorfinas, por lo que cuanto más constante seas, más te pedirá el cuerpo (literalmente) ir al gimnasio. Así que lo más duro es comenzar, una vez que tengas el hábito ya no podrás prescindir de ello.   

 

Si eres una persona sociable, una vez que comiences a coincidir con otros socios y que te hagas tu pequeño grupo, te costará mucho menos acudir al gym. 


Clase colectiva en un gimnasio

 

Realiza aquello que te guste realmente. El hecho de "obligarte" a hacer algo es el camino más rápido para que dejes, no ya la propia actividad, sino el propio gimnasio. Si aborreces correr en la cinta, pero te empeñas en hacerlo varios días en semana, acabarás encontrando excusas para no ir hoy, otras para no ir mañana, y pasado lo mismo... Hasta que dejes de ir definitivamente. Si quieres hacer cardio, puede que te guste más hacer una clase de ciclo indoor o incluso una colectiva de una intensidad media-alta. 

 

Salvo que tengas algún impedimento médico, lo ideal es combinar ejercicios de tipo cardiovascular con otros de fuerza y estiramientos. Dedicarte únicamente al cardio (pensando en general que así perderás más peso y no terminarás como un culturista), es un gran error. El cuerpo necesita también trabajo de fuerza, incluso si ya tienes unos añitos. 

 

Si tu economía te lo permite, puedes buscar un entrenador personal que te guíe y te motive. Incluso si lo contratas únicamente unos pocos meses, te dará herramientas para que luego puedas trabajar más y mejor por tu cuenta después. Si es un buen profesional, te indicará cuáles son los mejores ejercicios para ti, cómo realizarlos de forma eficiente y segura, cómo calentar y estirar...

 

Hazte con el equipamiento adecuado. Eso incluye pantalones o shorts, camisetas, sudaderas, calcetines, zapatillas y cualquier otro complemento que sea necesario. Debe permitirte moverte con comodidad y ser transpirable.


Equipamiento deportivo

 

Si puedes, acude al gym en compañía, porque motiva mucho más que hacerlo en solitario. Eso sí, es importante que tu acompañante tenga disciplina y que se comprometa al menos tanto como tú. Si no puedes ir con otra persona, pero necesitas cierta motivación en otros, te recomiendo que te apuntes a clases colectivas o que te integres en algún grupo. Busca clases y grupos en los que haya buen ambiente y en el que haya compromiso y una saludable (y divertida) competitividad. 

 

En caso de que flaquees a la hora de ir al gimnasio, párate un instante y visualízate realizando tus ejercicios, cómo los completas, la charla con los compañeros, la ducha de después y cómo te sentirás cuando salgas por la puerta para volver a casa o al trabajo. Te garantizo desde la experiencia que siempre sales mejor de lo que entras, tanto física como mentalmente. 

 

Recompénsate por tu disciplina, tu constancia y tus éxitos. No me refiero a que te des un homenaje en una pastelería cada vez que hagas una serie más de sentadillas, como ya te imaginarás. Prémiate con un piropo, prémiate con tu canción favorita o con unos minutos de lectura, llama a alguien a quien quieres para compartir tus éxitos, párate unos minutos en un parque para disfrutar de la naturaleza, con aquello pequeño, pero que te haga muy feliz.  

 

Mujer haciendo una postura de yoga

 

No seas demasiado inflexible. Si tienes un compromiso urgente, si tienes una lesión o el cansancio está haciendo mella en ti, no te mortifiques si no puedes ir al gym.

 

Además de ir al gimnasio, mantén una vida activa. Camina todo lo que puedas, mejor si es a diario. Utiliza la escaleras en lugar de tomar el ascensor. Levántate cada cierto tiempo de tu mesa de trabajo para estirar las piernas. Levántate y camina por la habitación o el despacho cuando hables por teléfono, en lugar de sentarte.

 

Espero que estos consejos te sirvan, a mí sí que lo han hecho, no en vano llevo más de 20 años yendo al gimnasio sin abandonarlo en ningún momento. Y espero seguir al menos otros 20 más...  



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20 enero, 2022

Consejos para Moverte Más en Tu Día a Día

Enero es un mes de buenos propósitos, todos lo sabemos. Aprender un idioma, dejar de fumar, hacer dieta o ponerse en forma son algunos de los clásicos a la hora de comenzar el año. 

 

Y evidentemente todas esas declaraciones de buenas intenciones son magníficas, aunque para cumplirlas es necesario voluntad y disciplina. De hecho, cuanto más ambicioso es el objetivo final, más difícil suele ser alcanzarlo. Por eso, creo que suele ser más efectivo irse poniendo pequeñas metas que vayan encaminándonos a lograr cumplir ese propósito. 

 

En el caso de ponerse en forma, sobre todo lo tuyo es el sedentarismo vocacional, puede serte útil planteártelo a largo plazo. Y una forma de conseguirlo es crear nuevos (u buenos) hábitos para moverte más en tu día a día. Si los pones en práctica, poco a poco te irás sintiendo más ágil, más fuerte y con un mejor fondo físico. Una vez que te sientas así, tu propio cuerpo te irá pidiendo un poco más cada vez y aparcarás la pereza de una vez por todas.

 

A continuación te doy algunos trucos para moverte un poco más sin que casi te des cuenta. Y estos trucos te servirán tanto si normalmente te vence la pereza, como si ya haces ejercicio de forma habitual. Venga, vamos con ellos...


Consejos para moverte más en tu día a día

 

Camina más. Si el trayecto te lo permite, hazlo completamente a pie. Si tienes que tomar el transporte público, bájate una o dos paradas antes y haz el resto de trayecto andando. Y si tienes que usar el vehículo particular, aparca lejos y camina un poco. 

 

Si sales a cenar o de fiesta, haz el camino de ida en transporte público y el de vuelta andando siempre que te sea posible. Si la distancia es grande o si el camino no es seguro evítalo, por supuesto. 

 

En caso de que tengas perro, en lugar de sacarle únicamente para que haga sus necesidades, llévale a dar largos paseos. Él lo agradecerá, y tu salud también.

 

Utiliza la bici, si te es posible y te gusta este tipo de transporte.

 

Elige subir escaleras en lugar de utilizar siempre el ascensor o las escaleras mecánicas. Al principio te costará más esfuerzo, pero poco a poco lo convertirás en un hábito.   

 

Persona subiendo escaleras

 

Camina mientras estés atendiendo llamadas telefónicas. Te moverás más sin darte apenas cuenta.

 

Levántate de tu mesa cada cierto tiempo. No tengas una botella en tu escritorio, ten un vaso y ve a llenarlo cuando tengas sed. Ve al baño. Desplázate al despacho de los compañeros en lugar de llamarles por teléfono o enviarles un correo siempre que puedas (y que sea justificable). Levántate para estirar las piernas y mirar por la ventana (es bueno también para descansar tu vista). 

 

Haz estiramientos en tu silla. Estira tu cuello, tu espalda, tus hombros, tus piernas... Aprovecha aquellos momentos en los que tengas cierta intimidad, si no los tienes, hazlos cuando vayas al baño o te desplaces por el lugar de trabajo. 

 

Si es factible, ten una mesa multiposición en la que puedas trabajar también de pie.  


Soporte de ordenador para trabajar de pie

 

Haz ejercicio físico de forma habitual. Intenta marcarte un número de días en semana como hábito. 

 

Rétate cuando hagas ejercicio. No significa que llegues hasta la extenuación todos los días o que te arriesgues a una lesión, pero sí que salgas de tu zona de confort siempre que puedas. Si haces 4 series de 15 repeticiones habitualmente, ¿por qué no pruebas a hacer una serie más o unas cuantas repeticiones más mañana? En cualquier caso, consulta con un monitor o un entrenador antes de comenzar a hacer deporte. Y pasa por la consulta del médico antes si tienes enfermedades o una cierta edad.

 

Busca un gimnasio cerca de tu casa o de tu lugar de trabajo. Si no lo haces así, probablemente vayas el primer día y no vuelvas. 

 

Clase colectiva en el gimnasio

 

Elige un gym en el que tengan horarios compatibles con tu trabajo o con tus actividades.

 

Busca actividades que te gusten realmente. No todo es subirse a un cinta, a una elíptica o hacer pesas en la sala. Hay un abanico amplísimo en el que elegir, seguro que hay una o varias actividades para ti. Running, tenis, boxeo, patinaje, natación, yoga, pilates, zumba, bailes de salón, barre, pole dance...

 

En la playa, no te tumbes al sol horas y horas. Camina, corre, nada, juega en la orilla...

 

Pareja caminando por la playa mientras pasea al perro

 

En la piscina, igual que en la playa, no te dediques a dejar huella en la tumbona o en el césped. Nada, bucea, juega, ejercítate dentro del agua...

 

Juega con tus hijos o con tus sobrinos como si tuvieses su edad. Correr, saltar, tirarse por el suelo y no parar ni un instante puede ser todo un reto físico.

 

Baila todo lo que puedas, en casa y fuera de ella. Es un ejercicio fabuloso y que apenas cuesta esfuerzo. 


Mujer bailando en casa

 

Muévete más cuando hagas las tareas domésticas. Estírate bien cuando limpies el polvo, agáchate todo lo posible cuando estés pasando el aspirador o haciendo la cama, no te sientes mientras estés limpiando los zapatos, no ahorres viajes cuando estés ordenando la casa... 

 

Si no vas a cargar mucho peso, deja el carro en casa y lleva las bolsas de la mano.

 

Aprovecha el momento de ver la tele para moverte un poco. Puedes ponerte una cinta para correr o una elíptica delante de ella, así te moverás un poco más. También puedes poner una pelota de pilates para sentarte en ella, en lugar de en el sofá, al menos durante un rato. El hecho de tener que mantenerte en posición erguida en la pelota te ayudará a trabajar el abdomen, la espalda y las piernas.

 

Limita la comida a domicilio. Comerás de forma más saludable, ahorrarás dinero y te obligarás a levantarte del sillón para preparar tu comida o cena. Y si no quieres o no puedes cocinar, al menos vístete y sal a un restaurante, al menos caminarás un rato en el camino de ida o de vuelta (así que olvídate del coche o del transporte público).  

 

No lo pienses, deja la pereza a un lado y muévete más. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán. 


 

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Cómo Limpiar (Bien) Tu Esterilla de Yoga 

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18 noviembre, 2015

Cómo Limpiar (Bien) Tu Esterilla de Yoga

Si practicas yoga, pilates o BodyBalance, uno de tus imprescindibles a la hora de practicar esta disciplina es la esterilla donde realizarás tu rutina. 


Y sabrás que las esterillas se ensucian y pueden adquirir mal olor por su uso continuado. Al fin y al cabo, la colchoneta de yoga se coloca en el suelo (muchas veces en el exterior), se colocan manos y pies sobre ella, se suda...


Para que puedas mantener tu esterilla impecable durante mucho más tiempo, aquí tienes algunos consejos:



Cómo limpiar bien tu esterilla de yoga o pilates



Comenzando por el principio


  • Lee siempre las instrucciones de limpieza del fabricante para su limpieza.

  • Utiliza la esterilla con los pies y manos siempre limpios, así evitarás que la suciedad impregne la estera.

  • No compartas la esterilla, evitarás contagios y olores ajenos.

  • Limpia la esterilla frecuentemente. Si realizas algún tipo de yoga dinámico, en el que se sude mucho, límpiala después de cada uso. 

  • Una forma de que la esterilla se ensucie menos es utilizar una toalla de yoga sobre la esterilla. Además de por higiene, te ayudará a no resbalarte durante tus ejercicios.


Con qué limpiarla



YogaDebes tener en cuenta que la esterilla estará en contacto con tu piel, por lo que deberías utilizar productos respetuosos con ella. Si te decantas por un detergente, procura que no sea muy agresivo y cerciórate de que lo aclaras totalmente.


En cualquier caso, siempre tienes productos como los que te comento a continuación, que te pueden servir para ese fin, sin dañar tu piel, tu bolsillo... y el medioambiente.


Productos que tienes en tu despensa o tu botiquín


  • Agua + zumo de limón natural

  • Agua + vinagre

  • Agua + bicarbonato sódico

  • Agua + agua oxigenada


Botes con pulverizador
Cuando hayas elegido la mezcla que más te convenga, sólo tienes que poner en un bote con pulverizador una cucharadita del producto que hayas escogido (limón, vinagre, bicarbonato o agua oxigenada) por cada litro de agua. Si tu pulverizador tiene otra capacidad, sólo tendrás que ajustar la dosis.


Agita bien antes de cada uso.


Aceites esenciales


Muchos aceites esenciales te ayudarán a desinfectar y evitar hongos en tu esterilla. Algunos de ellos son:


    Aceites esenciales
  • Agua + aceite esencial del árbol de té (antiséptico, desinfectante y antifúngico)

  • Agua + aceite esencial de limón verde (antiséptico y bactericida)

  • Agua + aceite de naranja amarga o petitgrain (antiséptico y bactericida) 

  • Agua + aceite esencial de sándalo (antiséptico y bactericida)

  • Agua + aceite esencial de geranio (antiséptico) 

  • Agua + aceite esencial de lavanda (antiséptico)

  • Agua + aceite esencial de ciprés (antiséptico)


Pon unas 10-12 gotas de aceite esencial por cada 250 ml. de agua en un bote con pulverizador. En caso de que el recipiente tenga otra capacidad, sólo tendrás que ajustar la cantidad de gotas de aceite.  


Yoga en la playaNo te olvides de agitar cada vez que uses la mezcla y procura guardarla en un lugar oscuro, fresco y seco, para que los aceites no se degraden. 


Los aceites esenciales de sándalo, geranio, lavanda o ciprés, además de para desinfectar tu esterilla, también son ideales para meditar. Puedes utilizar sólo uno o mezclarlos entre ellos.


No utilices ninguno de estos productos si eres o crees tener alergia a alguno de ellos. 


Cómo lavarla


La mayoría de las esterillas de yoga y pilates se pueden limpiar, siempre que no estén muy sucias, con un paño suave y cualquiera de las mezclas que te he comentado anteriormente. Termina pasando un paño seco.


Si está muy sucia, puedes:


  • Ponerla en remojo en la bañera con los productos anteriores o con un poco de detergente suave, aclarándola después con un buen chorro de agua tibia. Este truco vale para las de caucho (natural y sintético), las de goma EVA y las de PVC.

  • Meterla en la lavadora, a 30º, con un detergente suave. Este forma de limpieza sólo te servirá para las de PVC. Ojo, que debes sacarla antes del centrifugado, para que no se deforme.


Si vas a emplear detergente, utiliza poca cantidad o se creará una película deslizante que te hará muy incómoda la práctica de tus ejercicios. Por el mismo motivo, no deberías utilizar suavizante durante el lavado.


Cómo secarla


    Practicando yoga
  • Seca siempre bien la esterilla.

  • Hazlo con un paño suave, para no dañar el material.

  • Si es necesario, pon una toalla sobre la esterilla y enróllalas juntas para terminar de eliminar la humedad.

  • Cuélgala de una barra para terminar de secar y que no se deforme. La barra de la ducha es perfecta para este fin.  

  • No retuerzas nunca la esterilla para eliminar la humedad.

  • No utilices la secadora con tu esterilla. 

  • No la pongas a secar al sol.

  • No guardes nunca tu esterilla si no se ha terminado de secar. 


Namasté...




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08 octubre, 2014

Entrenamientos Personales. ¿Por Qué No?

chica haciendo splitsSi estás buscando ponerte en forma, los entrenamientos personales son una de las mejores herramientas para conseguirlo. Son sesiones dirigidas por en entrenador, que te diseñará las rutinas de ejercicios para que puedas alcanzar los objetivos que hayáis marcado de antemano. Estas metas pueden ser desde moldear el cuerpo (en todo o en parte) a prepararte para alguna competición, pasando por mejorar la forma física después del embarazo o de alguna enfermedad.


Aunque pueda parecer que sus precios son prohibitivos y que sólo están el alcance de los más pudientes, son mucho más asequibles de lo que se puede pensar. Es cierto que no es una actividad lowcost (ni debe serlo, porque requiere a un profesional especializado), pero merece la pena la relación inversión-resultados si tu economía te permite apartar una cantidad todos los meses para estar en forma. Si pagas una cuota anual en un gym y trabajas por tu cuenta, te va a salir más económico que contratar a un entrenador una vez a la semana durante ese mismo año, evidentemente; pero la pregunta es: ¿va a ser igual de efectivo? La respuesta probablemente es no. 

 
Si quieres saber más acerca de los entrenamientos personales, sigue leyendo...


Lo que conseguirás a nivel físico


  • Mejora de tu tono muscular. El buen tono muscular no sólo es importante para tu aspecto físico, que lo es, además es importante para tu salud, puesto que ayuda a mantener la postura y a moverte sin dificultades.
 
  • Aumentará tu fuerza. Te sentirás con más energía en tu día a día. Notarás que te cansas menos y que resistes más, tanto en tu vida laboral como personal.
 
  • Notarás mejoría en articulaciones y tendones. Así no sólo evitarás el dolor, también ciertas molestias y lesiones.
 
  • Coordinación. Te ayudará a moverte con más elegancia y precisión. Y, además, todo lo que implica la coordinación, también trabajo nuestra mente.
 
    chica saltando
  • Equilibrio. Los entrenamientos personales bien dirigidos, mejorarán tu equilibrio y contribuirán a que te sientas más segura y evites caídas innecesarias. Lo notarás en tus actividades más cotidianas: llevar tacones, montar en autobúso o metro sin sucumbir a los traqueteos y frenazos, bailar, subirte a una escalera sin miedo, etc. 
 
  • Agilidad. Ganarás ligereza, serás más rápida y te sentirás más joven
 
  • Flexibilidad y Elasticidad. Tus músculos realizarán su labor de una forma más fluida, por lo que evitarás lesiones y tus movimientos cotidianos te serán más completos y fáciles.
 
  • Mejora de la postura corporal. Y esto no sólo es bueno para tu cuerpo, puesto que es la manera en la que todo funcione bien; también lo es para tu mente. Si estás leyendo esto ahora con la espalda encorvada, por ejemplo, prueba a enderezarla y mira cómo te sientes... mucho mejor ¿verdad? Una buena postura te ayudará a evitar dolores de espalda, de rodillas, de caderas, etc.
 
    chica midiendose la cintura con cinta metrica
  • Pérdida de peso. Los entrenamientos te ayudarán a perder peso... pero, ojo, tendrás que apoyarlos con una alimentación equilibrada y con una vida saludable. También podrás observar que ganas algo de peso (en báscula) al comienzo, porque tu grasa se convierte en músculo y éste pesa más. No te desanimes y fíate de cómo te sienta la ropa, no del peso. Después, irás comprobando que vas bajando kilos poco a poco.


Mejoras a nivel psicológico


  • Motivación. Trabajar con entrenamientos personales tiene esta gran ventaja. Si eres habitual de las clases colectivas, te habrás dado cuenta que es fácil caer en la autocomplacencia y no esforzarse cada día un poco más. El entrenador te va a exigir mucho y va a utilizar contigo distintas técnicas de motivación.

  • Descubrirás las ventajas de la disciplina. El mero hecho de contratar unos entrenamientos te hará ser más disciplinada contigo misma, porque son más caros que una cuota anual en el gimnasio, así que te obligarás a tomártelo en serio para aprovechar al máximo el gasto. Y la disciplina, querida, es buena para todo: seguir un dieta, dejar de fumar, dejar la tarjeta en casa en época de rebajas...

    chica comiendo una manzana y mostrando músculo
  • Descubrirás tu capacidad de superación. Una de las cosas que vas a aprender inmediatamente es que el "no puedo" no es una alternativa... y lo digo por experiencia. Por ejemplo, hay días en los que el entrenador te dice te tienes que subir en el bosu y tienes que ponerte a la pata coja, aguantando unos segundos y tú piensas que ha consumido sustancias ilegales... hasta que te subes y ves que puedes hacerlo, al principio de una forma torpe, pero luego con mucha seguridad. Y eso es importante para tu autoestima y para ir a la ducha pensando que vas a comerte el mundo


Otras ventajas de los entrenamientos personales


  • Personalización de los ejercicios. Una de las ventajas de contar con un buen entrenador es que te personalizará tu rutina, no sólo para que se adecue a tus necesidades, también para que te sea agradable según tu personalidad. Como suelen cambiar los ejercicios con frecuencia, convirtiéndolos a menudo en un reto y un juego, te salvarás de tu peor enemigo: la pereza.


    • Eficiencia y eficacia. Otra ventaja más es que tu esfuerzo será más rentable, es decir, vas a emplear mejor el tiempo y el dinero para conseguir resultados. Muchas veces nos pasamos horas en el gym y no obtenemos ningún resultado, nos estancamos; con estos entrenamientos, conseguirás alcanzar tus objetivos y, lo mejor de todo, mucho más rápido.

    • Mejora de la técnica. El entrenador te enseñará, además, buenas técnicas para trabajar; algo que no suele ser muy frecuente si acudes a clases colectivas o consultas al monitor de cabecera del gym. Esto te evitará lesiones y te ayudará a conseguir el objetivo que busques con cada ejercicio.

    • Se refuerza el trabajo que se hace fuera de los entrenamientos. Si haces trabajo en la sala de musculación o en clases colectivas durante el resto de la semana, se reforzará y completará con los entrenamientos. Te aconsejo que le comentes a tu entrenador qué actividades realizas, para que te pueda diseñar tu rutina a medida.


    Qué necesitarás


    • Un buen entrenador. Es lo primordial. Y eso no significa que tenga que ser el más caro, sólo tiene que tener una buena formación, experiencia y una excelente actitud. Lo de la actitud es importante, porque tenéis que congeniar y te tiene que gustar su estilo. Si no es así, cambia rápidamente, porque se te hará muy cuesta arriba un entrenamiento duro con alguien a quien no soportas.


    • Un buen gimnasio. Lo mismo que con el entrenador, no tiene que se elitista, tiene que contar con unas buenas instalaciones, con unos horarios razonables y estar muy limpio

      ropa de fitness
    • Ropa cómoda. Prendas con las que te puedas mover a gusto y que transpiren bien, porque vas a sudar... y mucho. No hace falta que sean cool, sólo tienen que ser apropiadas para entrenar.
     
    • Zapatillas adecuadas. Es vital que busques unas zapatillas de calidad, porque una mala elección puede tener consecuencias: lesiones, deformidades, etc.


    • Unos guantes. Vas a levantar pesos, a tirar de cuerdas, a coger barras... y todo eso provoca unas callosidades en las manos de lo más incómodo y antiestético. Pide unos guantes de fitness en tu tienda de deporte para estos menesteres.


      chica bebiendo agua tras el ejercicio
    • Una toalla. Por higiene (para que la pongas en las esterillas) y para secarte el sudor.


    • Agua. Vas a sudar muchísimo y necesitarás reponer líquidos para evitar la deshidratación y sus incómodas consecuencias


    • Dejar pasar unas 2 h. entre la última comida y el entrenamiento. Te puedo asegurar que las consecuencias de haber comido justo antes de la sesión puede ser muy incómodo.

    • Esfuercina Forte y Disciplinil 600 mg... :D


    Y, ahora... ¿te animas?