11 noviembre, 2021

Cómo Conseguir un Dormitorio Más Saludable

El dormitorio es un espacio en el que descansamos, aquel en el que recargamos energías para poder afrontar al día siguiente todas nuestras tareas y responsabilidades. Por eso es importante convertirlo en un lugar agradable y acogedor. Y eso implica que sea bonito, cómodo... y saludable. 

 

Si ya has conseguido que sea un verdadero santuario del descanso y la relajación, pero también quieres conseguir que tu dormitorio sea saludable, a continuación encontrarás algunos consejos que pueden serte de utilidad.


Cómo conseguir un dormitorio más saludable

 

La pintura

 

El color de la pintura debe invitar al descanso, así que en este caso es mejor que dejes los colores brillantes para otras estancias de la casa.

 

Hablando de pintura, es importante que las que uses sean respetuosos con tu salud. Ten en cuenta que la mayoría tienen compuestos orgánicos volátiles (COV), que son nocivos y que se liberan en el aire; por lo que los respiras  constantemente con el consiguiente peligro para tu salud. Elige pinturas al agua, preferentemente naturales y ecológicas.

 

La iluminación

 

Si te es posible, coloca en el dormitorio lámparas regulables en cuanto a tono e intensidad. Así podrás disfrutar de la iluminación que necesitas en cada momento. Si necesitas una luz intensa para hacer tareas en el espacio, podrás tenerla. Y también podrás tener una luz suave y agradable mientras te estás preparando para meterte en la cama. 

 

Procura que la luz que haya en la habitación cuando te vayas a la cama sea cálida y difusa. De esa forma prepararás a tu cuerpo para el sueño y no interferirá en la producción de melatonia. La luz blanca y brillante no invita precisamente a dormir, sino que estimula. 

 

Dormitorio en tonos rosas con lámpara de techo

 

Dile adiós a las pantallas dentro del dormitorio: TV, ordenadores, tables, smartphones... La luz azul interfiere en tu capacidad de relajarte y de conciliar el sueño, por lo que es mejor dejarla fuera precisamente del lugar y el moemento en el que pretender dormir.  

 

Utiliza las persianas sabiamente. Ciérralas para oscurecer totalmente la habitación a la hora de dormir. De ese modo conciliarás mejor el sueño y te despertarás menos durante la noche. 

 

La temperatura

 

Las persianas también te pueden ayudar a mantener un ambiente más fresco en verano y uno más cálido en invierno. En verano bájalas durante las horas de más calor y súbelas cuando refresque a primera hora de la mañana y a última de la tarde. En invierno haz lo contrario.  

 

La temperatura debe ser adecuada para poder dormir bien. Eso implica un rango entre los 15ºC y los 21ºC, dependiendo de la época del año.

 

Si aún así tienes frío, es mejor que te tapes un poco más, que te pongas calcetines o incluso que utilices una bolsa de agua caliente. 

 

El ruido

 

El ruido es uno de los enemigos acérrimos de la serenidad, la relajación y el sueño, por lo que es importante evitarlo. Ya sé que en ocasiones es difícil, porque las puertas y ventanas no están bien aisladas, porque la habitación da a una calle transitada, porque los vecinos son poco respetuosos... En ese caso los tapones para los oídos o cualquier elemento que genere ruido blanco (fuentes con agua corriente, ventiladores, máquinas de ruido blanco...) pueden ayudarte a contrarrestarlo. 

 

Si hay alguna zona del dormitorio en la que recibes más ruido (paredes con vecinos ruidosos, por ejemplo), puedes intentar insonorizarla con textiles, corcho, madera...

 

Los muebles

 

No acumules demasiados muebles y objetos decorativos. Es espacio debe invitar a la relajación, no al agobio. Por otra parte, si hay un exceso de cosas, te costarás más mantener el orden y la limpieza. 

 

Como en el caso de la pintura, ni la pintura, ni los pegamentos ni los acabados de los muebles deben desprender productos peligrosos para tu salud (formaldehido, ftalatos...).  

 

Dormitorio con mobiliario y complementos naturales

 

El colchón

 

Elige un colchón que esté fabricado con materiales lo más naturales posible, evitando aquellos que lleven pegamentos y tratamientos que puedan ser tóxicos. También debes evitar los retardantes (tratamientos ingnífugos), tanto en el colchón como en el resto de textiles. Al fin y al cabo pasarás muchas horas sobre el colchón, por lo que debe ser cómodo, adecuado para tu fisionomía... y seguro. 

 

Rota el colchón cada 2-3 meses, colocando la parte del cabecero en los pies. Así lo mantendrás en buen estado durante más tiempo. 

 

Limpia el colchón también, aproximadamente cada 1-2 meses, para mantenerlo en perfecto estado. Aspíralo con el accesorio de textiles. Luego espolvorea bicarbonato sobre su superficie, deja que actúe y vuelve a aspirar para eliminar el polvo. Si tiene manchas no tienes más que frotarlas con un paño ligeramente humedecido con agua y agua oxigenada (o agua y vinagre) y luego deja secar. Las toallitas de bebé también te pueden servir. 

 

Para higienizar el colchón también puedes utilizar la plancha vertical. Al aplicarle vapor eliminarás malos olores y microorganismos nocivos. Antes de pasarle la plancha no te olvides de aspirar bien el material.

 

La ropa de cama

 

Cambia las sábanas con frecuencia. Al menos una vez a la semana. Procura lavarlas con detergentes y suavizantes suaves y respetuosos con tu piel y con el medio ambiente. 


No te olvides de higienizar también las almohadas y cojines. Procura que siempre que sus tejidos exteriores y fundas sean lavables. En el caso del relleno, es mejor que sea compacto. También puedes utilizar la plancha vertical para darles un repaso entre lavado y lavado. 


Cama con cojines

 

Alfombras y moquetas

 

Evita la moqueta en el dormitorio. Aunque es muy cálida, algo que se agradece en invierno, es un acumulador de polvo, ácaros, pólen y gérmenes, por mucho que se limpie. Y hablando de limpieza, muchos de los productos que se usan para la moqueta desprenden partículas nocivas que respirarás durante el tiempo que estés en la habitación.

 

Procura que las alfombras sean de tejidos naturales y preferentemente lavables. Y lávalas con frecuencia para que no acumulen polvo y gérmenes.

 

Alfombras

 

Cortinas y visillos

 

Las cortinas y visillos para ser seguros deben ser de tejidos naturales y sin tratamientos que puedan ser perjudiciales para tu salud. En caso de que los tengas no te olvides de lavarlos con regularidad.  

 

Perfuma el dormitorio

 

Aromatiza el dormitorio, pero no con cualquier cosa. Los ambientadores y velas perfumadas comerciales pueden ser bastante dañinos para tu salud, también el incienso si lo utilizas de mala calidad y en grandes cantidades. Lo ideal: utilizar aceites esenciales naturales. Mi secreto para descansar mejor es utilizar aceite esencial de lavanda tanto en quemadores como en forma de ambientador casero


Manos tocando lavanda

 

Plantas

 

Plantas y más plantas. Aunque seguro que has oído que te roban el oxígeno mientras duermes, lo cierto es que su mera presencia relaja y hace que no sintamos mejor. Además, tienen la capacidad de filtrar y eliminar partículas nocivas (dióxido de carbno, ozono, formaldehído benceno...) que haya en la habitación.

 

Orden y limpieza

 

Elimina el desorden de tu dormitorio. No sólo será una fuente de suciedad, también lo será de estrés y malestar, incluso aunque no seas consciente de ello.  

 

Dormitorio ordenado

 

Evita usar calzado de calle dentro del dormitorio o, mejor todavía, en toda la casa. 

 

Ventila a diario, incluso aunque haga frío. No sólo renovarás el aire, además permitirás que desaparezcan los compuestos volátiles que pueden ser tóxicos para ti. 

 

Evita la condensación en el dormitorio, así mantendrás a raya el moho y los hongos.

 

Pasa el aspirador con frecuencia, no te limites a barrer. Es la única forma de reducir la cantidad de polvo, ácaros y polvo que hay en el suelo. Y si el aspirador tiene filtro HEPA, capturarás más partículas nocivas, incluidos los ácaros y el polvo.

 

Utiliza limpiadores lo más naturales y ecológicos posibles. El bicarbonato, el limón o el vinagre pueden ser tus mejores aliados. En nuestro post 5 Estupendos Limpiadores que Tienes en Tu Despensa y Tu Botiquín encontrarás más información. 


Robot aspirador

 

Limpia el polvo regularmente, a ser posible con un paño o con un plumero de los que lo atrapan, si no únicamente lo levantarás (y respirar) y cambiarás de sitio. 

 

Evita los insectidas comerciales y apuesta por los naturales: citronela, plantas aromáticas, limón, clavo, un vaso con vinagre de manzana... Y, por supuesto, puedes usar las útiles mosquiteras.


Que disfrutes de la relajación y el descanso que te proporciona tu dormitorio, que espero que sea más saludable gracias a estos consejos. Dulces sueños...



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La primera vez que apareció el post Cómo Conseguir un Dormitorio Más Saludable fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.


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