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30 agosto, 2017

Consejos Imprescindibles para Cuidar y Limpiar Tus Gafas

Si llevas gafas, tanto graduadas como de sol, sabrás que es importante cuidarlas bien. Si llevas graduación no hace falta que te diga lo que cuestan, además de que son necesarias para desenvolverse en el día a día. Lo mismo que sin las llevas para protegerte del sol y son de una cierta calidad. Así que mantenerlas en buenas condiciones es algo imprescindible para tu salud visual y tu bolsillo.


Por eso en este post encontrarás consejos imprescindibles para cuidar y limpiar tus gafas. Para que veas...



Consejos imprescindibles para cuidar y limpiar tus gafas
  

Limpieza


El mejor consejo para limpiar tus gafas es... hacerlo a menudo. Cuando más dejes que la suciedad se instale en tus cristales y montura, más te costará dejarlos perfectos después. Por no hablar de que unos cristales sucios dificultan mucho la visión. Si las lentes son orgánicas, deberás limpiar con más frecuencia todavía, porque se ensucian con mucha facilidad.


En cuanto a la limpieza en seco, lo mejor es hacerlo con un paño suave y que no deje pelusas, como los de microfibra que suelen regalar en las ópticas junto con las fundas de las gafas.



Paño de microfibra para limpiar las gafas
Utiliza los paños de microfibra que entregan en la óptica junto con la funda



Los paños o bayetas de microfibra se pueden lavar, tanto a mano como a máquina, pero siempre sin suavizante para mantener su capacidad de secado y limpieza. 


Evita utilizar papel para su limpieza: pañuelos, de cocina o higiénico. Especialmente deberías evitar las toallas de papel rígido que suele haber en los baños públicos. Este material puede rayar las gafas, porque deja residuos que al frotar dañan el cristal.


Tampoco deberías utilizar la propia ropa para limpiar las gafas. Además de distribuir artísticamente la porquería, al ser tejidos que no están hechos para limpiar cristales, probablemente las rayarás.


En caso de que las gafas necesiten una limpieza más enérgica, lo mejor es utilizar agua y un jabón neutro. Primero moja las lentes al grifo, luego lávalas por ambas caras, ayudándote únicamente con los dedos, y termina aclarando abundantemente para que no queden restos de jabón. Si queda algún residuo jabonoso las gafas terminarán más sucias que antes de lavarlas. Es importante que no laves las lentes a diario con jabón, porque es abrasivo, incluso aunque sea neutro. Si las gafas no están muy sucias, con una lavado con agua es más que suficiente.


Si las lavas, acuérdate de que debes secarlas muy bien con un paño suave y seco, porque si queda humedad pueden oxidarse las partes metálicas.  


En caso de que optes por lo natural, el vinagre o el alcohol también son excelentes limpiadores. Si los rebajas con agua, funcionarán mejor todavía. Y los tienes ya en tu despensa o tu botiquín.


También puedes utilizar productos específicos para limpiar tus gafas, en spray o toallitas, aunque personalmente me gusta más el lavado con agua y jabón, además de ser un método más barato.


Si los cristales no tienen ningún tipo de tratamiento puedes utilizar limpiacristales, pero rebajado a partes iguales con agua. Si lo diluyes conseguirás dos cosas: que el limpiador sea menos agresivo con tus gafas y que tarde más tiempo en secarse. Los limpiacristales se evaporan rápidamente por su composición, lo que suele implicar que pueden quedar marcas, puesto que no nos da tiempo a extender y pulir antes de su secado completo. Con el agua conseguimos que tarde más en evaporarse y conseguimos una mejor limpieza. Por cierto, este truco vale también para todo tipo de cristales: ventanas, mesas, espejos...


Si las lentes tienen algún tipo de tratamiento, te recomiendo que consultes en tu óptica cuál es el mejor método de limpieza para no dañarlas. 


También es importante la técnica de limpieza. Procura hacerlo en tomando cada cristal por su marco, así evitarás marcas de dedos y la torsión y desajuste de las gafas. Si tomas el cristal izquierdo para limpiar el derecho, puedes dañarlas. Así que cuando vayas a limpiar el cristal derecho, toma las gafas por el marco derecho y viceversa. Esto es absolutamente imprescindible si las gafas no tienen montura, porque una técnica inadecuada puede acarrearte roturas y astillado de las lentes.


En cuanto al tipo de movimiento para limpiar, te recomiendo que no lo hagas en círculos, porque lo que harás es extender la porquería. Es mejor hacerlo con movimientos horizontales, partiendo desde el interior de los cristales hacia el exterior. De ese modo la limpieza será más profunda y más sencilla.


No te olvides de limpiar también la montura, bisagras y juntas, porque también ahí se acumula suciedad. No hace falta que lo hagas a diario, pero sí que mantengas esas zonas limpias, por higiene y para que su aspecto no se deteriore rápidamente.  



Gafas de sol
No te olvides de limpiar tambien la montura



Si la zona de sujeción en la nariz está muy sucia, puedes utilizar un cepillo de dientes viejo y suave, ayudándote de agua y jabón, teniendo mucho cuidado de evitar los cristales. 


Si las gafas están realmente sucias, llévalas a la óptica para que te hagan una limpieza profesional. También se venden aparatos caseros de limpieza por ultrasonidos a buen precio, aunque si las llevas al óptico puedes aprovechar para que te las ajusten y renueven lo que sea necesario.


Cómo guardarlas


Es importante guardarlas siempre en su funda mientras que no se llevan puestas. Si ésta es rígida la protección será mayor que si se trata de las que son más blandas y no van armadas.


En la funda guárdalas siempre bien plegadas y colocadas, procurando cerrarla siempre para que no se puedan salir de ella. 


Procura no llevarlas nunca sueltas en el bolso, porque se rayarán (seguro) con los objetos que lleves en él; incluso se pueden deformar o romper.


Más consejos


Si las gafas no te quedan cómodas, llévalas a la óptica para que te las ajusten. Si lo haces tú, sin conocimientos ni herramientas adecuadas, probablemente las estropees. Y si están en garantía la perderás, por cierto.


Si no dejas las gafas en su funda, al menos déjalas sobre una superficie segura, siempre plegadas y con las lentes hacia arriba


Quítate las gafas con ambas manos, tomando cada varilla (que no patilla) con una mano. Así evitarás torsiones y movimientos que las den de sí.



Gafas tomadas por las varillas
Quítate las gafas tomándolas con las dos manos por las varillas



Evita llevar las gafas sobre la cabeza (aquí entono el mea culpa), porque se deforman y desajustan. Y tampoco deberías colgártelas de la camisa o el bolsillo de la chaqueta.


Si haces algún tipo de ejercicio físico con las gafas, procura utilizar cordones o sujeciones para que no terminen cayéndose en el momento y el lugar más inoportunos. Eso sí, debes tener mucho cuidado, porque llevarlas colgadas puede suponer que sufran golpes o que se enganchen en cualquier sitio.


Mantén tus gafas a salvo del calor y el frío intensos, para evitar que se degraden. Eso implica que no deberías dejarlas en la guantera del coche cuando las temperaturas sean extremas, ya sea en invierno o verano. 


Espero que estos consejos que haya sido útiles y que te permitan ver con más claridad... gracias a unas gafas impolutas y perfectamente cuidadas.





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05 octubre, 2016

Luce una Piel Perfecta Sin Maquillaje


Entre muchas celebrities está de moda el no make-up, aunque el resto de las mortales llevamos toda la vida saliendo a la calle sin maquillaje casi a diario... La única diferencia es que muchas de ellas tienen una piel espectacular que resiste los selfies y fotos de prensa rosa con mucha dignidad.


Si tu también te quieres apuntar a la tendencia de ir sin maquillar, aquí tienes unos cuantos consejos que te ayudarán a tener una piel impoluta.


Luce una piel perfecta sin maquillaje


Conoce tu piel


El primer paso para lucir una piel impoluta es conocerla. Debes saber a qué tipo pertenece, puesto que así podrás aplicar las rutinas de belleza y los productos apropiados para mantenerla en perfectas condiciones.


Piel normal


Es la que que tiene un equilibrio adecuado. Esto implica que tanto el sebo como la hidratación están equilibrados, por lo que no tiene apenas impurezas, presenta un color uniforme, está suave y lisa al tacto, tiene una buena circulación y los poros no son visibles.


Piel grasa


Mirándose al espejo Es la que produce sebo en una cantidad excesiva.  Esto puede suceder tanto por temas hormonales, como por genética, estrés o algunos medicamentos. También puede generarse por utilizar productos comedogénicos. Se caracteriza por su aspecto brillante, por ser más bien gruesa, por un tono pálido y por poros dilatados y perfectamente visibles. Y, por supuesto, la piel grasa es propensa a acné y comedones.


Piel seca


Es un tipo de piel que, al contrario que la grasa, no produce sebo en una cantidad suficiente. Esta falta de lípidos impide que retenga la humedad, por lo que queda expuesta a todas las agresiones externas. Sus características son la tirantez, el tacto áspero, así como un aspecto fino, frágil y apagado. Si la sequedad es más severa presentará descamación, manchas o picores.


Piel mixta


Es una mezcla de distintos tipos de piel, que varían especialmente en la zona "T" (frente, nariz y barbilla), así como en las mejillas. En las primeras la piel es claramente grasa y en las mejillas es seca o normal.


Piel sensible


Puede aparecer con cualquier tipo de piel y se caracteriza por ser reactiva y con baja tolerancia a las agresiones externas. Puede alternar épocas de normalidad con otras de sequedad, descamación, irritación y enrojecimiento.


Como ves, cada piel tiene unas características y necesidades concretas, por lo que un cosmético o tratamiento inadecuado puede desequilibrarla. Por eso es importante que la conozcas a la perfección. Si no eres capaz de identificar tu tipo, no tienes más que acudir al dermatólogo a tu centro de estética para que te asesoren. 


La higiene


Limpieza facial
Para tener una piel bonita y saludable es imprescindible mantener una estricta higiene facial diaria. Esto implica limpiar el rostro mañana y noche, tanto si te maquillas como si no lo haces. Utiliza los productos adecuados para tu tipo de piel y evita las toallitas desmaquillantes a diario, dejándolas sólo para emergencias. Si tu piel no está limpia, su aspecto irá siendo cada vez más gris y apagado; además de que cualquier producto que te apliques sobre ella no funcionará como debe.


Si te lavas la cara con jabones limpiadores, procura que el agua no esté muy caliente, porque resecarás mucho tu piel y puedes provocarte descamación. Y muchas veces esta descamación se notará incluso aunque luego te apliques tu crema hidratante. 


Acostúmbrate a secar tu rostro con un tisú en lugar de con una toalla. Si lo haces con un pañuelo de papel evitarás las posibles bacterias que puedan estar en la toalla por la humedad y los restos de jabón, además no caerás en la tentación de restregar tu cara para secarla. Hazlo con pequeños toquecitos hasta que elimines toda la humedad.


No te saltes el paso de la exfoliación, tanto de la piel de la cara como de los labios. Eliminar las células muertas es imprescindible para que tu piel tenga buen aspecto y para que los productos de tratamiento funcionen al máximo. El tipo de exfoliante y la frecuencia dependerán de tu tipo de piel. Si ésta es seca o sensible, por ejemplo, tendrás que utilizar productos más suaves y con menor frecuencia. Y si es grasa, podrás utilizar exfoliantes más intensos y más a menudo. En cualquier caso, lo ideal es consultar a tu dermatólogo o a tu asesora de belleza para que te recomiende lo más apropiado para ti.


Los cosméticos


Incluye el tónico en tu rutina de belleza. Te ayudará a refrescar tu rostro, a cerrar los poros y a equilibrar el pH de la piel. También es importante para preparar la piel para los tratamientos que te apliques después.


Hidratación, hidratación e hidratación. Sea cual sea tu tipo de piel, debes aplicarte mañana y noche una crema que te aporte hidratación, incluso si tienes la piel grasa. Y si tienes alguna otra necesidad específica, también deberías cubrirla. Incluso la piel más joven y bonita acaba volviéndose áspera y mortecina si no se hidrata convenientemente. Y tampoco te olvides de la hidratación interna, que conseguirás bebiendo agua en cantidad suficiente; también consumiendo frutas, verduras, zumos, caldos e infusiones.


Utiliza contorno de ojos a diario. La piel del contorno de ojos es muy delicada, porque tiene poca grasa, colágeno y elastina, así que debes protegerla para evitar arrugas y el envejecimiento prematuro de la zona. Utiliza un producto apropiado para ti y hazlo correctamente.


Mascarillas facialesSi quieres refrescar, descongestionar e hidratar tu rostro a lo largo del día, dile sí a las aguas termales. Lleva un formato mini en tu bolso y utilízalo cuando lo necesites. Lo agradecerás especialmente en días de calor o si vas al gym.


Utiliza mascarillas para tratar tus necesidades específicas. Las tienes para todas las necesidades: hidratación, nutrición, oxigenación, arrugas, luminosidad, firmeza... Aplícatelas según las indicaciones del envase o de las de tu asesora de belleza y verás cómo tu rostro está más bonito, incluso sin maquillaje.


El sol


Utiliza protección solar a diario. Si no tiene aceites ni perfumes, mucho mejor. Aplícate el protector después del sérum y la crema. Y si te da pereza seguir todos los pasos (sérum-crema-protector solar), antes de salir a la calle sin protector solar, utiliza tu crema de día con SPF. Por supuesto, si te vas a exponer al sol directamente, tendrás que incrementar la protección y evitar las horas centrales del día, además de renovar su aplicación según las instrucciones que te marque el fabricante.
 

No te olvides de las gafas de sol, ni siquiera en invierno. Además de proteger tus ojos, también lo harás con la  piel de alrededor. Y evitarás guiñar los ojos si el sol te deslumbra. Si unes el uso constante de tus gafas de sol al producto de contorno de ojos, ni te imaginas cómo mejorará tu aspecto.


Cejas y pestañas


Procura llevar las cejas bien depiladas y con la forma adecuada para tu rostro. Así enmarcarás
tu rostro y lo definirás, además de darle un aspecto cuidado y limpio. De esa forma necesitarás mucho menos utilizar maquillaje para darle expresión a tu cara.


Cuida tus pestañas. Unas pestañas largas y espesas harán que tus ojos parezcan más grandes y despiertos, por lo que podrás prescindir del rímel. Te recomiendo productos que las fortalezcan y las hagan crecer. Puedes utilizar alguno de los específicos que encontrarás en farmacias o perfumerías, aunque también puedes recurrir al socorrido aceite de ricino o de oliva para el mismo fin.


Los granitos


No te toques los granitos ni las espinillas. Lo único que conseguirás son cicatrices y manchas que afearán tu imagen, especialmente si no te quieres maquillar y no vas a utilizar correctores y bases que las camuflen.


Tratamientos profesionales


Hazte una higiene facial en cabina de forma periódica. Aunque limpies tu piel a diario, una higiene facial profesional dejará tu piel impoluta y te permitirá mantenerla tú misma durante una buen temporada.


Si tienes alguna necesidad específica (manchas, flacidez, etc.), hazte algún tratamiento de cabina para cubrirla. Si quieres llevar la cara lavada, este tipo de tratamientos te ayudarán a conseguir un rostro luminoso, terso, juvenil y con menos arrugas. 


Buenas costumbres


Duerme lo suficiente. Si quieres lucir un rostro bonito y radiante sin maquillaje, es uno de los mejores tratamientos que puedes seguir. Y probablemente el más barato.


Aliméntate de forma correcta. El aspecto de la piel está íntimamente ligado a la dieta. Una alimentación variada, equilibrada y saludable es imprescindible si quieres decirle adiós al maquillaje.


Dile adiós al tabaco. Y no sólo por tu salud, también por tu piel. El tabaco conseguirá que tu piel esté más apagada y envejecida, además de que te provocará las típicas arrugas de la fumadora: el odiado código de barras.


La imagen


Cabello
Lleva el cabello siempre limpio y con un buen corte. Si no quieres maquillarte, debes equilibrar tu imagen llevando el pelo impecable, porque si no, es fácil que acabes transmitiendo una imagen descuidada.


Cuida la ropa y los complementos. No significa que vayas vestida de fiesta y que te cargues de complementos a diario, pero sí que elijas bien tu vestuario para dar una buena imagen. Esto implica que la ropa sea la apropiada para cada situación, que esté limpia y bien planchada, que sea de tu talla, que te sientas cómoda con ella y, sobre todo, que te haga sentir radiante.





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06 enero, 2016

Cómo Maquillarse con Lentillas

Las lentillas son una forma excelente (y cómoda) para corregir muchos defectos de la visión, pero hacen a quien las utilizar más susceptibles a las irritaciones, la sequedad y las infecciones; puesto que se lleva un cuerpo extraño dentro del ojo durante muchas horas. Por no hablar de que se colocan y retiran con los dedos. 


Por eso, las medidas higiénicas, que son importantes siempre que hablamos de los ojos, lo son más aún en el caso de los usuarios de lentes de contacto.


Pero que tengas que tomar ciertas precauciones, no significa que no te puedas maquillar con ellas. Sólo tienes que seguir algunos consejos como estos:

 
Cómo maquillarse con lentillas


La higiene


Lávate las manos. Y no sólo antes de manipular las lentes, también antes de aplicarte el maquillaje, puesto que las manos suelen acumular bacterias y suciedad de todo tipo que pueden contaminar tu rostro y tus ojos.

 
Elimina siempre cualquier resto de suciedad o maquillaje que haya podido quedar antes de maquillarte. A la hora de limpiarte la cara evita los discos desmaquillantes o bolas de algodón que suelten fibras, porque pueden quedar sobre los párpados o las pestañas. Si esas pequeñas motas de algodón quedan entre tu ojo y la lentilla... sabrás lo que es dolor, lo digo por experiencia. 


También sería una buena idea lavarte la cara con un jabón suave antes de colocarte tus lentes, pero si has tenido que hacerlo con ellas puestas, no te seques con una toalla de manos, utiliza mejor un pañuelo de papel limpio. La toalla pueden haberla utilizado más personas, además de la humedad y restos de jabón que pueda tener acumulados, que no son precisamente los mejores amigos de la higiene ocular.


Respeta las fechas de caducidad de los cosméticos desde su apertura, aunque también deberás cambiarlos si has tenido alguna infección ocular, si te han producido irritaciones o si piensas que se han podido contaminar de algún modo.


Limpia tus brochas de maquillaje con frecuencia, para evitar contaminaciones. Si tienes tendencia a las irritaciones, puedes utilizar bastoncillos de algodón o aplicadores desechables, así siempre los utilizarás limpios.


Brochas de maquillaje
También deberías cuidar la higiene exterior de tus productos de maquillaje. Piensa que los solemos dejar encima de distintas superficies, algunas de ellas fuera de nuestra casa. Luego tomamos los estuches mientras nos estamos maquillando, por lo que es fácil contaminar nuestras manos, aunque las hayamos lavado previamente.

 
No compartas tus cosméticos con nadie, mucho menos si son para los ojos. Si alguien te los pide, niégate amablemente, pero niégate. Es como entrar sin zapatillas en la ducha del gym: una ruleta rusa de posibles contagios.


Y por el mismo motivo, tampoco deberías utilizar el maquillaje de los probadores de las tiendas. ¿Te imaginas cuántas personas han tenido contacto con esos cosméticos? ¿Cuantas manos, que no han visto el agua y el jabón desde hace tiempo, han tocado esa sombra de ojos o ese delineador?


Siempre antes...


Lente de contactoColócate las lentillas antes de maquillarte. Si no lo haces, pueden mancharse o acumular partículas. Y, por cierto, póntelas también antes de darte el sérum o la crema, así no las mancharás. 

 
Si debes aplicarte gotas, colirios o lágrima artificial, hazlo antes de colocarte las lentillas. En caso contrario, el líquido puede emborronar el maquillaje, lo que ensuciará tus lentes de contacto.


Si no ves bien con las lentes de contacto puestas a la hora de maquillarte, tienes dos estupendos amigos: el espejo y la distancia. Me explico: ve probando con espejos de distintos aumentos y juega con la distancia a la que estás para suplir la dificultad de visión. Te pongo un ejemplo: soy miope, por lo que cuando me pongo las lentillas veo muy mal de cerca. Para solucionarlo utilizo un espejo de aumento que me da la nitidez de visión suficiente como para hacerme el trazo más preciso o comprobar si la base de maquillaje ha quedado perfectamente aplicada. 


El maquillaje


Utiliza productos hipoalergénicos y, si te es posible, que sean recomendados para usuarios de lentes de contacto. También es recomendable que sean oil free, porque evitarás que puedan engrasar la lente. Y es que una vez que la lentilla ha tenido contacto con algo con aceite, ya es difícil recuperarla. Por mucho que la limpies, acabará empañándose tanto que no podrás ver con claridad.


Al maquillarse con lentillas, la máxima de menos en más, aún tiene más lógica. Si hay un exceso de productos en tu rostro, es más fácil que puedan acabar ensuciando tus ojos. 


A la hora de utilizar bases y correctores, hazlo siempre teniendo cuidado de que no se acerquen al interior del ojo. Si te ocurre, quítate inmediatamente la lentilla, límpiala cuidadosamente y vuelve a colocarla.


Te recomiendo que utilices prebases o fijadores para las sombras de ojos, así se adherirán más al párpado y evitarás que puedan caer partículas.  

 
Cuando te apliques el delineador o las sombras en los ojos, procura no frotar o estirar. Si es algo que no se debería hacer nunca, si llevas una lentilla dentro del ojo, aún menos. Una lente de contacto es un cuerpo extraño que puede rozar el interior del ojo con cualquier manipulación poco delicada, así que ya sabes...


Hay distintas opiniones acerca de si las sombras son mejores en crema o el polvo. Mi consejo es que vayas probando hasta que encuentres las que te hagan sentir más cómoda. Si las sombras en polvo son de buena calidad y se utilizan adecuadamente, son perfectas. Si las sombras en crema no son excesivamente grasas y se aplican con moderación, también. 


Aplicándose máscara de pestañas
Si utilizas rímel, hazlo con cuidado, evitando pegarte mucho al nacimiento de las pestañas, porque corres el riesgo de que el producto acabe en las lentes. Para evitar ese feo efecto que se crea al maquillar las pestañas sólo en las puntas, puedes utilizar un delineador de tipo rotulador para pintar pequeños puntitos entre las pestañas y conseguir que parezcan más largas y tupidas.

 
Hablando de máscara de pestañas, evita los de efecto volumen que tienen pequeñas fibras para que las pestañas tengan un aspecto más grueso y tupido. Esos pequeñísimos filamentos pueden desprenderse y acabar dentro del ojo. 

 
Evita delinear la parte interna del ojo (waterline), sobre todo si el producto no es a prueba de agua y es muy graso, porque acabará en tu lentilla y puede obstruir el lagrimal. 


Si te aplicas polvos, mejor que sean compactos en lugar de sueltos; de esa forma minimizarás el riesgo de que acaben en tus ojos.


Deberías hacerlo siempre, pero si te vas a maquillar con lentillas, más aún: carga poco la brocha de maquillaje y sacúdela para eliminar el exceso. En caso contrario esa nube de polvillo extra puede ensuciar tus lentillas. 

 
El desmaquillado


A la hora de desmaquillarte, hazlo siempre después de retirar las lentes de contacto.

 
Utiliza desmaquillantes que no aporten grasa o, si no puedes prescindir de tu limpiadora, termina con algún producto que elimine los restos grasos: un jabón específico para el rostro y con pH neutro, agua micelar, etc.

 
Y un plus...


Y algo a tener en cuenta: si utilizas laca para terminar tu peinado, aplícatela con los ojos cerrados y no los abras hasta que no haya terminado de caer toda la que haya podido quedar en suspensión. 

 
Hazte fan de las gafas de sol, tanto en invierno como en verano. El sol, el frío o el viento pueden hacer que tus ojos lloren y el maquillaje puede acabar entrando en tus ojos.


Espero que ahora veas más claro el maquillaje con lentillas... ;)




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Cómo Limpiar Tus Brochas de Maquillaje: Demostración 



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24 junio, 2014

Consejos para Elegir y Aplicar el Protector Solar (II)

En la primera parte del post Consejos para Elegir y Aplicar el Protector Solar, te di información general sobre los protectores solares. En esta podrás encontrar algunos consejos que te pueden ser de utilidad.


Comenzamos...


A continuación te doy algunos tips para utilizar correctamente el protector solar:


  • Recuerda que cualquier producto, incluido el protector solar, funciona mejor si te exfolias de forma habitual. Eso sí, no te hagas un peeling justo antes de tomar el sol. 

    indice rayos UV
  • Compra el protector solar en un establecimiento de confianza y cerciórate de que lleva el símbolo CE, que te garantiza que cumple unos estándares de seguridad y calidad. Ojo con las falsificaciones o distracciones de este símbolo.  

  • No seas tacañ@ con la cantidad. En este caso, más es más.

  • Aplícate el fotoprotector entre 20 y 30 minutos antes de la exposición. Eso significa que debes ponerte el SPF antes de salir de casa y luego irlo renovando según te vaya haciendo falta.

pies en la playa
No te olvides de los pies...
  • No te olvides ninguna zona, incluidas orejas, cuello, piernas, pies y manos (incluso la coronilla para los chicos que la tienen despejada). No debe quedar sin proteger ninguna zona que esté expuesta al sol. 

  • Vuelve a aplicar el producto al menos cada 2 horas, teniendo siempre en cuenta tu fototipo, nivel de SPF que tenga el producto y su textura. Cuanto menos SPF y más ligero, más frecuencia de reaplicación.

  • Aunque el producto indique que es water proof o water resistant, renueva su aplicación después de cada baño, así te evitarás disgustos.

  • Igual sucede si sudas mucho, también debes volver a utilizar tu protector solar.

  • Ten en cuenta que determinadas enfermedades y medicamentos puedes provocarte fotosensibilidad; si es así, consulta con tu médico (o el prospecto del medicamento). Ante la duda no te expongas al sol o hazlo con un SPF +50.

  • No te pongas colonias ni perfumes antes de tomar el sol, porque incluso con SPF pueden aparecerte manchas.

  • También deberías tener cuidado con el desodorante, porque también puede darte problemas. Lávate las axilas o pásate una toallita para eliminar cualquier resto de antitranspirante.

  • Ten en cuenta que la nutricosmética te ayuda a broncearte más y mejor y aumenta tus defensas ante los daños solares, pero no te protege de las radiaciones solares. Es necesario utilizarlo de forma combinada con el protector, tenlo en cuenta.

  • No utilices protectores solares abiertos desde el año pasado, porque pueden haber perdido su eficacia. Si te da pena tirarlo, utilízalo como crema corporal, por ejemplo. 

  • Ten cuidado con las siestas al sol y las superficies reflectantes (césped, agua, nieve, arena...), porque pueden ser peligrosos para tu piel. En el primer caso, túmbate a la sombra; en el segundo, utilizar mayor protección y renúevala con más frecuencia.

    con pamela y mirando al sol
  • Los ojos y la cabeza no pueden protegerse con la crema solar, así que, no te olvides de gorros, sombreros, pañuelos y gafas de sol adecuadas.

  • Atención a las cremas faciales con SPF, por muy alto que lo tengan (normalmente hasta 30), necesitan la misma reaplicación que en el caso de los protectores solares (mínimo cada 2 h.). Y eso es algo muy difícil de cumplir, por el engorro que supone y por la aportación de brillos y grasa de una aplicación tan frecuente de ese tipo de productos. Mejor una crema hidratante y, después, una capa de protector o una de maquillaje con SPF. 

  • Hablando de rituales diarios de belleza, para protegerte a diario el proceso sería: limpieza - tónico - sérum - crema hidratante - protector solar - maquillaje. Y si te vas a exponer al sol (playa, piscina o nieve), te podrías saltar el sérum y el maquillaje, no más.


Y, ahora, no te olvides del protector solar. Tu piel y tu salud te lo agradecerán.




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20 junio, 2014

Consejos para Elegir y Aplicar el Protector Solar (I)

tumbonas en la playaAhora que comienza el verano, nos exponemos más al sol, tanto en nuestro día a día como en las playas y piscinas. Y, aunque el sol es imprescindible para nuestra salud, también puede ser un gran enemigo si no se toman las debidas precauciones.

 
Y la precaución más importante ante los daños solares, además de no exponernos al astro rey en las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 h. en nuestro país) y de utilizar gorros, gafas de sol y otros complementos similares es utilizar un producto con factor de protección solar adecuado para nuestra piel y el uso que vayamos a darle.


Para que el protector solar no tenga secretos para ti, en este post post doble podrás encontrar información útil sobre estos productos. En esta primera parte encontrarás información general (qué es el SPF y tipos que puedes encontrar) y, en la segunda podrás ver algunos tips para aplicarte de forma segura el protector.

 
El factor de protección es la capacidad que tiene un producto (crema, maquillaje, etc.) para protegernos del sol. Realmente nos marca el tiempo que podemos estar expuestos al sol antes de que nuestra piel comience a irritarse, inflamarse y quemarse.

 
bikiniVerás en algunos artículos que el SPF mide la cantidad de minutos multiplicada por 10 que la piel puede estar expuesta sin quemarse; es decir, si el SPF es 6, el tiempo a exponerse sin peligro es de 60 minutos y así sucesivamente. Pero eso no significa que eso sea para todos igual, porque se trata de los minutos que cada uno, según su fototipo de piel, puedes estar expuesto sin quemarse. Y a partir de ahí, se calcula la cantidad de SPF que se necesita y la frecuencia de aplicación, para estar protegido de forma constante mientras se esté expuesto al sol.

 
Te dejo una tabla donde podrás ver los distintos fototipos y el SFF recomendado:


tabla de fototipos y spf recomendado

 
Tipos de protectores solares

 
Según la forma en la que filtran los rayos solares:


  • Físicos: generan una barrera física contra el sol y son eficaces tanto para rayos UVA como UVB y, más que filtrarlos, los reflejan para que no penetren en la piel. Son más untuosos y hay que aplicarlos con una capa gruesa.

  • Químicos: protegen la piel de los rayos UVA, absorbiendo la radiación y convirtiéndola en otra menos dañina. Son más ligeros que los anteriores.

 
Según su textura:


  • Crema: son los más untuosos, generalmente los que incluyen filtros físicos y que no deberían utilizarse en pieles grasas, porque no son capaces de retener la crema y, por lo tanto, no ofrecen la eficacia necesaria. Por no hablar de que pueden incrementar la cantidad de grasa en la piel y la aparición de granitos y puntos negros.

    spray protector solar
  • Gel/loción: son mucho más ligeros que los anteriores, lo que implica que hay que renovar su aplicación con más frecuencia. Son ideales para pieles normales y mixtas.

  • Aceites secos/sprays: son perfectos para pieles grasas o para personas perezosas a la hora de aplicarse el protector solar. Necesitan una reaplicación frecuente y son son muy adecuados para pieles secas.

 
Según su resistencia al agua:


  • Water proof: el protector tiene esta denominación cuando aguanta 4 baños de 20 minutos, siempre que te seques por evaporación, sin utilizar la toalla.

  • Water resistant: igual que en el caso anterior, pero sólo resiste 2 baños de 20 minutos.


Qué debe figurar en el envase


En los envases y recipientes del producto deberían aparecer una serie de conceptos imprescindibles, que aportar toda la información necesaria para el consumidor y que debes exigir por tu seguridad y garantías de uso. Son los siguientes:


    tumbada en la playa
  • Denominación del producto. Debe incluir la marca y la función o nombre específico del mismo.

  • Índice de protección ante las radiaciones solares.

  • Lista de ingredientes. En denominación INCI y con los filtros solares incluidos.

  • Contenido nominal.

    codigo de barras
  • Nombre y dirección del responsable de la comercialización.

  • Nº de lote.
 
  • Modo de empleo y precauciones.

  • Fecha de consumo preferente.


Y hasta aquí llega la primera parte del post. Os espero en la segunda con los tipos para utilizar correctamente el protector solar.


¡Nos vemos!



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