10 marzo, 2022

Consejos para Hacer una Buena Limpieza Estacional

La mayoría limpiamos nuestro hogar a diario, puede que no en profundidad, pero suele ser algo que forma parte de nuestra rutina diaria. Mantener la casa ordenada y con unos mínimos de higiene es imprescindible para sentirse a gusto en ella, y también para que sea un espacio seguro.


Pero esa limpieza diaria no es suficiente, porque la suciedad y el desorden, sobre todo en zonas poco accesibles (o en las que no nos fijamos demasiado), terminan por instalarse en todas las estancias del hogar. 


Por eso es importante hacer una limpieza estacional. Lo ideal sería llevarla a cabo en cada cambio de estación, pero no siempre es posible, ni tampoco se tienen ganas. Pero al menos sería conveniente hacer una limpieza de primavera y otra en otoño. De esa forma podemos poner nuestro hogar a punto de cara al calor y al frío.


En este post quiero comentarte cuáles son las ventajas de la limpieza estacional y también algunos consejos para que sea eficiente.

 

Consejos para hacer una buena limpieza estacional

 

Ventajas

 

Una limpieza más profunda contribuirá a mejorar tu salud y la de tu familia, algo imprescindible si se sufren alergias y otras enfermedades que pueden empeorar con la suciedad y los microorganismos nocivos. Pero, cuidado, porque si se usan productos tóxicos agresivos, puede ser peor el remedio de la enfermedad. Procura utilizar limpiadores naturales o lo más respetuosos posibles con tu salud y con el medioambiente.

 

Podrás conservar tu casa impoluta durante toda la estación con menos esfuerzo. Limpiar sobre limpio es mucho más fácil, con diferencia. 

 

Te ayudará a mantener mejor el orden en tu hogar o en tu oficina. No es lo mismo conservar todo en su sitio si cada 3-4 meses reordenas todo, que no hacer zafarrancho organizador nunca.

 

Te costará menos deshacerte de aquellos objetos que ya no necesitas, desde la ropa de cama hasta los medicamentos caducados.

 

Detectarás con más facilidad aquello que necesita mantenimiento o reparaciones, lo que te evitará tener que gastar más dinero o incluso reponer mobiliario, electrodomésticos y otros objetos si dejases que se deteriorasen más. 

 

Podrás adaptar las estancias de tu casa a la nueva estación con menos esfuerzo. Normalmente se aprovecha para cambiar la ropa de cama, las alfombras, las cortinas, los cojines, se sacan o se guardan los muebles de exterior o los elementos de climatización (calefactores, ventiladores, humidificadores...), etc. 

 

La limpieza, tanto la diaria como la estacional, siempre que se aborde de forma consciente y con buen humor, puede llegar incluso a ser terapéutica y desestresante. Puedes utilizarla para reflexionar sobre lo divino y lo humano, para buscar soluciones a tus problemas e incluso para sentir una mayor unión con tu hogar, con tus cosas y con tu familia.

 

Persona fregando el suelo


Consejos de limpieza

 

A continuación encontrarás algunos consejos para la limpieza estacional. Unos son apropiados para cualquier época del año, mientras que otros son más adecuados para una en concreto. Puedes utilizar esta lista para planificar y verificar cada punto de esa limpieza.

 

Aspira y limpia el felpudo que tienes en la entrada. Si está muy estropeado, será el momento de cambiarlo.

 

Limpia en profundidad la puerta de entrada, tanto por dentro como por fuera. 

 

Limpia los filtros del aire acondicionado, tanto si haces la limpieza de primavera, como la de verano u otoño. En el caso de la primavera para preparar tu aparato para los primeros calores, que generalmente nos suelen pillar desprevenidos. En el de la de verano, para usarlo en buenas condiciones siempre. Y en otoño para eliminar cualquier suciedad acumulada durante la época de calor y mantenerlo en buenas condiciones hasta el año siguiente.

 

Si tienes ventiladores de techo, límpia sus aspas y también los embellecedores. 

 

Aprovecha la limpieza de otoño para purgar los radiadores, así funcionarán mejor y serán más eficientes cuando llegue el frío.


Radiador con una silla delante en la que hay un gato estirándose

 

Aprovecha para sacar lo que tengas en la despensa, limpiar su interior, comprobar las caducidades de los productos y desechar lo que sea necesario. Cuando vuelvas a colocar los alimentos en su interior hazlo de forma ordenada y teniendo cuidado de colocar a mano lo que vaya a caducar antes.  

 

Saca todo lo que tengas en los armarios y cajones de la cocina, limpia los interiores y los exteriores, deshazte de lo que no necesites y compra lo que te falta. 

 

Limpia el horno y el microondas, tanto en su interior como su exterior. 

 

Si en tu congelador se ha formado hielo, saca los alimentos primero (colócalos en la nevera o en bolsas para congelados mientras tanto) y luego elimina toda la capa de hielo que haya y limpia bien el interior. Hazlo lo más rápidamente posible para que el electrodoméstico no pierda demasiado frío y los alimentos que hayas sacado se puedan echar a perder. 

 

Cocina

 

No te olvides de la nevera. Saca todos los alimentos y limpia su interior. Desecha toda la comida estropeada o caducada y reorganiza todo de nuevo.

 

Dedícale tiempo también a las bobinas traseras de la nevera. Hazlo con cuidado de no dañarlas. No sólo evitarás que se acumule porquería, además mejorarás su eficiencia.  

 

Aprovecha para limpiar el interior y el exterior de la lavadora, la secadora y el lavavajillas.

 

Limpia las rejillas de ventilación. Para eliminar el polvo o las pelusas, puedes utilizar el aspirador o incluso un espray de aire comprimido. Después puedes limpiarlas con agua + detergente neutro, agua + lejía, agua + alcohol + aceite esencial de limón, vinagre de limpieza...

 

Limpia los azulejos de la cocina y del baño.  

 

Lava la cortina de la ducha o limpia en profundidad la mampara del baño.  

 

Revisa y limpia el armario y las estanterías del baño. No tengas piedad con los productos caducados o con aquellos que no hayas utilizado nunca. Lava los cepillos y las brochas de maquillaje. Y desecha todo aquello que has ido acumulando y que no te sirve para nada.

 

Baño

 

Comprueba el estado de toallas y alfombrillas del baño. Si es necesario, límpialas en profundidad. Si no están en buen estado reutilízalas para limpiar o para otros fines. Y en caso de que estén realmente estropeadas, tíralas a la basura.

 

Pasa el plumero por las paredes que no tengan azulejos. Si son lavables, pasa un paño o esponja humedecidas con unas gotas de detergente suave.

 

Limpia el interior y el exterior de las ventanas, así como los rieles.

 

Persona limpiando el exterior de las ventanas

 

Si es necesario, cambia los burletes de las ventanas. Esto es imprescindible de cara al otoño y sobre todo antes de que comience el invierno.

 

Al menos una vez al año, limpia las persianas, tanto por dentro como por fuera. 

 

Limpia todas las puertas del interior de la casa, incluidos los picaportes. Si es necesario ponle aceite a las bisagras.

 

Dedícale tiempo también a los interruptores, porque suelen acumular mucha suciedad, tanto el mecanismo como la parte de pared que tienen más cercana. 

 

Limpia cuidadosamente las alfombras de invierno antes de guardarlas. Si son grandes y difíciles de limpiar, puedes llevarla a la tintorería. De hecho, hay algunos establecimientos que incluso te las almacenan durante la época de calor para que no te ocupen espacio en casa. 

 

Limpia también las alfombras de verano antes de guardarlas. Hazlo de forma minuciosa y, si es necesario, guárdalas en una funda a salvo de insectos y del polvo. Utiliza el material adecuado para que estén protegidas, pero que puedan respirar, así evitarás manchas y moho. 

 

Si tienes cortinas y visillos, lávalos.

 

Aspira todas las superficies tapizadas que tengas en casa.

 

Retira todos los muebles y aspira debajo de ellos. Luego limpia bien el suelo, utilizando los productos que correspondan según el material, porque no es lo mismo limpiar azulejos que parquet o cemento.

 

Salón

 

Limpia las lámparas, incluidas las de pie, las que tengas en la pared y las de de techo. Quita los cristales protectores y lávalos bien, eliminando los mosquitos y otros insectos que se suelen quedar atrapados en ellas.  

 

Limpia los libros y los adornos. En el caso de estos últimos, lava con agua y jabón todos los que admitan (fíjate en los materiales y acabados, porque no todos aptos para este tipo de limpieza).  

 

Revisa los cajones y armarios de la entrada, el salón y otras zonas de estar. Saca todo, desecha lo que no sirva, repón lo que sea preciso, limpia los interiores y vuelve a colocarlo todo.

 

Si tienes revisteros, recicla todas las revistas y periódicos antiguos. No los tires a la basura, porque puedes utilizarlos para proteger superficies cuando hagas manualidades, bricolaje o jardinería. Según el tipo de papel, te pueden servir para limpiar espejos o cristales. Y si no los vas a reutilizar, ya sabes, llévalos al contenedor de papel.

 

Aspira los colchones, limpia las manchas amarillas que a veces aparecen por el sudor y dales la vuelta (la zona de la cabeza en los pies y viceversa) al menos cada cambio de estación. Puedes vaporizarlo con una mezcla de alcohol, agua y aceite esencial de lavanda para perfumarlos y ahuyentar a algunos insectos; además te ayudará a dormir mejor.

 

Revisa la ropa de cama y repara o repón lo que sea preciso. 


Persona cambiando la ropa de cama

 

Saca la ropa el armario, límpialo por dentro y aprovecha para hacer el cambio de ropa para la nueva temporada

 

Limpia y revisa también cómodas y otros muebles de almacenamiento que tengas en el dormitorio. 

 

Revisa tu botiquín y aprovecha para retirar los medicamentos caducados (llévalos al punto SIGRE, no los tires a la basura o por el inodoro) y para reponer los que sea necesario. 

 

Limpia tanto el interior como el exterior del aspirador. Aunque laves de forma habitual el filtro (o lo cambies, si es de bolsa), es probable que a la mayoría se nos olvide limpiar la carcasa, las ruedas, el tubo o los accesorios.

 

Aspirador

 

Limpia la plancha de la ropa, la tabla y su funda, el manguero...

 

Quita los pelos y pelusas de la escoba y luego lávala bien. Deja que se seque totalmente antes de volverla a reutilizar.

 

Limpia la fregona y el cubo.

 

Si tienes mascotas, revisa y limpia en profundidad sus trasportines, mantas, camitas, rascadores, juguetes...


¿Te apuntas a una limpieza general en el próximo cambio de estación?


 

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La primera vez que apareció el post Consejos para Hacer una Buena Limpieza Estacional fue en el blog de La Meiga y Su Caldero


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