05 mayo, 2021

Cómo Limpiar Azulejos y Baldosas de Cerámica

Mantener la casa limpia es todo un reto. Hay tantos muebles, objetos, textiles y superficies de los que ocuparse... Cada uno de ellos requiere un tratamiento, unos productos, unas herramientas y una frecuencia de limpieza diferente.

 

Y en cuanto a superficies, unas de las más tediosas de limpiar, pero que mejoran el aspecto global de la casa de forma casi mágica, son las de azulejos y baldosas. Es cierto. Por mucho que limpies los armarios, los electrodomésticos o los sanitarios, si los azulejos y el suelo de cerámica no están limpios, todo parecerá sucio y descuidado.

 

Por eso es importante saber cómo limpiar azulejos y baldosas de cerámica de la forma más eficiente posible, que hay que trabajar lo justo, pero consiguiendo el mejor resultado posible. Acompáñame y te doy algunos trucos...


Cómo limpiar azulejos y baldosas de cerámica

 

La limpieza de baldosas y azulejos

 

Procura barrer o aspirar el suelo de baldosas con frecuencia, así evitarás que las juntas se ensucien más de lo necesario. También debes hacerlo si suele caer arena o tierra en el piso, porque acabará dañando la superficie de las baldosas.

 

Friega el suelo con regularidad. Lo ideal sería a diario y/o cuando se manche. Al fin y al cabo las baldosas de cerámica se suelen poner en el baño o en la cocina, dos de las zonas de la casa en las que hay que extremar más la higiene. 


Escoba, fregona y recogedor

 

Si hay zonas que se ensucian habitualmente (las de mucho paso, las que están delante de la cocina o del fregadero...), puedes protegerlas para reducir las manchas y salpicaduras. Alfombras, protectores antisalpicaduras y otros elementos similares te pueden servir de ayuda. Pero, claro, deben poderse limpiar fácilmente, porque si no el esfuerzo y el gasto no te habrán ahorrado trabajo. 

 

Las manchas pegajosas de azulejos y baldosas se retiran fácilmente con una espátula de plástico o incluso con una tarjeta de crédito o similar, y no correrás el riesgo de rayarlas.

 

Utiliza algunos de los productos y herramientas que te propongo a continuación para limpiarlos y dejarlos brillantes.


La limpieza de las juntas

 

La lechada es muy porosa, por lo que absorbe la suciedad y el polvo de una manera asombrosa, tanto en suelos como en paredes.

 

También retiene mucho la humedad, por lo que es fácil que se forme moho. Para evitarlo procura ventilar el espacio o al menos secar la zona de azulejos o baldosas en las que tienda a haber moho.

 

Los limpiadores muy fuertes y ácidos funcionan para la cerámica, pero acaba deteriorando la lechada, tenlo en cuenta. El vinagre o el limón son un ejemplo de ello.

 

Pero también los muy alcalinos, como la lejía, pueden dañarla. No significa que no uses este tipo de productos, sino que lo hagas con mesura. Recuerda que la lejía debe usarse con agua fría, nunca con agua caliente.

 

Para limpiar las juntas y la lechada lo mejor es recurrir a un cepillo.

 

Cepillos de dientes en un tarro de cristal

 

El vapor también funciona muy bien para eliminar la suciedad de las juntas entre azulejos. Utiliza el cabezal más fino y que concentre más el vapor para conseguir un mejor resultado. Lo ideal es utilizar primero un cepillo y terminar con el limpiador de vapor.   

 

Una vez que las juntas están limpias (sólo entonces), lo mejor es aplicar lechada de nuevo (también podéis disolver un poquito de cemento en agua, de forma que quede una pasta tirando a líquida) o blanqueador de baldosas (los encontrarás en cualquier súper o droguería).  

 

Hay quien utiliza pintura (y mucha paciencia) para renovar el aspecto de las juntas pintándolas una a una. Desde mi punto de vista es algo excesivamente laborioso, incluso aunque se emplee un rotulador especial para juntas.


Productos que puedes utilizar

 

Percabonato de sodio. Es un limpiador y blanqueador estupendo. Se presenta en polvo y se utiliza disolviéndolo en agua caliente, con una proporción aproximada de 2 cucharaditas de postre por litro de agua. Puedes aplicarlo con una bayeta o paño de microfibra, aclarar con otro paño únicamente humedecido en agua y secar para sacar brillo a los azulejos. En el caso de las baldosas, friégalas con agua en el que hayas disuelto el percarbonato. También puedes utilizarlo para limpiar el horno, la nevera, el microondas, la cerámica que tenga manchas de té o café, para lavar y blanquear la ropa (incluso la de color), etc. Tiene la ventaja añadida de que es biodegradable y respetuoso con las personas, las mascotas y el medio ambiente. 


Zona para el café con azulejos rosas

 

Vinagre blanco. Mezcla vinagre blanco con agua y aplícalo con un paño sobre los azulejos o con la fregona sobre las baldosas. Esta mezcla deja los azulejos muy brillantes y elimina bien las manchas de grasa o de cal. Eso sí, te recomiendo vivamente dos cosas: que antes de limpiar toda la superficie pruebes en una zona no visible (por si atacase la cerámica) y que mientras lo aplicas (y durante un buen rato después) mantengas el espacio bien ventilado. El vinagre de limpieza también funciona muy bien.

 

Zumo de limón. Pon el zumo de medio limón en 1 litro de agua o en una proporción similar. Es importante que no quede pulpa ni semillas, así que cuélalo. Para limpiar los azulejos, aplícalo con una bayeta o paño. Friega con esa mezcla en caso de ser baldosas. Una vez que la superficie ya no esté húmeda, pasa un paño seco y que no deje pelusas para sacarles brillo.

 

Amoníaco. El amoníaco deja los azulejos y las baldosas limpísimos y brillantes. Úsalo siempre diluido en agua. Ten en cuenta que es un producto muy irritante, así que protege tus manos y hazlo sólo cuando el espacio esté bien ventilado y usando una mascarilla.


Mano con guante sosteniendo un espray

 

Alcohol de quemar. Es un limpiador magnífico para los azulejos, sobre todo cuando se combina con amoníaco. Pero ten mucho cuidado de que no entrar en contacto directo con la mezcla ni respirar sus vapores, porque son muy fuertes. Si vas a usarlo por separado, aplícalo directamente con un paño suave, y no hace falta que lo aclares. En caso de que vayas a mezclarlo con amoníaco, hazlo a partes iguales y aplícalo también con un paño o incluso con un papel de periódico.

 

Agua oxigenada. Este producto es especialmente útil para limpiar y blanquear las juntas. 

 

Limpiacristales. Este producto te puede ayudar a limpiar, desengrasar y hacer que brillen tus azulejos. Aplícalo con un paño, mejor si lo haces con un espray, y luego le saques brillo con otro paño limpio y seco. 

 

Limpiador con vapor. El vapor de agua limpia, desinfecta, desengrasa y deja los azulejos y baldosas brillantes. Si tienes uno en casa, utilízalo para limpiar y/o mantenerlos perfectos. Cuando hayas terminado con el limpiador, pasa un paño limpio y seco para eliminar la posible humedad y sacarles brillo.

 

Superficie con azulejos y tulipanes sobre ella

 

Hay quien limpia los azulejos con una pasta de bicarbonato de sodio con agua, que es muy efectiva para las manchas difíciles y las juntas, pero personalmente no me gusta demasiado. Por una parte, puede rayar los azulejos y baldosas delicados. Por la otra, la pasta es difícil de aclarar y eliminar por completo. Pero sí que te la recomiendo para manchas puntuales, los rincones y esas zonas de difícil acceso que terminan por ensuciarse más de la cuenta. 

 

Lo mismo que con la pasta con bicarbonato sucede con la pasta de dientes. Puede ser muy abrasiva y no es fácil de enjuagar. Sólo para manchas y zonas puntuales. Y muy importante: que no sea de esas que tienen microgránulos, porque pueden rayar la cerámica.

 

Las herramientas

 

Guantes. Mi consejo es que siempre que vayas a utilizar productos de limpieza o a frotar con energía una superficie te protejas las manos con guantes. Así mantendrás tus manos y uñas saludables y bonitas, aunque te esmeres en cualquier tipo de tarea doméstica.


Guantes colgados de una pinza

 

Bayetas. Siempre limpias y en buenas condiciones.

 

Paños suaves de microfibra o de algodón. Que no suelten pelusas.

 

Cepillo específicos para azulejos.

 

Cepillo de dientes viejo. Reciclar los cepillos es un gesto sostenible... y de lo más útil. Con ellos podrás limpiar las juntas, los rieles de las ventanas y puertas correderas, los espacios entre la cocina o el fregadero en los que se acumula la suciedad y que es difícil de eliminar con el estropajo o la bayeta, las zonas de difícil acceso en rincones y armarios...

 

Barreño. Imprescindible para disolver productos en agua o para contener agua limpia para aclarar.

 

Cubo y fregona. Para limpiar bien tus suelos. Lo ideal es tener un cubo con el limpiador y otro con agua limpia para aclarar.

 

Papel de periódico. Es muy útil para sacarle brillo a los azulejos y baldosas, pero lo cierto es que cada vez hay menos en nuestras casas. Por cierto, las revistas con papel brillante o satinado no dan el mismo resultado.

 

Espero que estos trucos te ayuden a mantener perfectos tus azulejos y baldosas de cerámica en casa.



 

 Post relacionados:

Ten Mucho Cuidado con las Mezclas de Productos de Limpieza 

Trucos para Limpiar Tu Casa en 1 Hora y Media 

Cómo Fregar (Bien) el Suelo 

Consejos para Limpiar Eficazmente las Ventanas

Trucos para Dejar los Espejos Impecables

Trucos para Limpiar el Polvo de Forma Eficiente

 

La primera vez que apareció el post Cómo Limpiar Azulejos y Baldosas de Cerámica fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.


Licencia de Creative Commons
Cómo limpiar azulejos y baldosas de cerámica by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estamos encantados de que nos dejes tus aportaciones, porque tu opinión es importante para nosotros. Sólo te pedimos que, por favor, no publiques links ni contenidos publicitarios de ningún tipo, porque estos no serán publicados. Si deseas anunciarte, contacta con nosotros previamente. Gracias.