21 agosto, 2024

Cómo Limpiar y Cuidar Tus Libros

¿Tienes libros en casa? Espero que la respuesta sea afirmativa, y que no sólo los tengas, sino que los hayas leído. Y es que en mi caso soy una lectora voraz desde que era una niña. Ahora no puedo dedicarle todo el tiempo que me gustaría a la lectura, pero lo último que hago antes de apagar la luz por las noches es leer al menos un poquito. 


En casa tenemos estanterías repletas de libros, que probablemente sean los lugares de la casa que más me gustan. Simplemente el hecho de verlos me reconforta. Pero precisamente por tener tantos ejemplares, me tengo que enfrentar a la faceta más penosa de la lectura: la suciedad que acumulan. Y es que es sorprendente la cantidad de polvo, pelusas, manchas y otras cosas desagradables que es capaz de aparecer en un libro.


Por eso quiero darte algunas razones y trucos para limpiar los libros que tengas en casa, y también como cuidarlos y evitar que la suciedad se acumule en ellos.


Cómo limpiar y cuidar tus libros


Motivos por los que deberías limpiarlos

 

 La suciedad afecta a los propios libros, puesto que el papel y la encuadernación terminan por degradarse. Por otra parte, también tiene consecuencias negativas para tu hogar, porque pueden atraer a los ácaros y a otros insectos. Y también puede perjudicarte a ti y a tu familia, porque el polvo, los ácaros y el moho empeoran los problemas respiratorios y las alergias. 


Cómo limpiar tus libros


 Limpia el polvo de los libros de forma frecuente, lo mismo que haces con otros objetos decorativos y mobiliario. Esta limpieza regular también deberías complementarla con una más profunda al menos 1 ó 2 veces al año.

 

 Saca los libros de la estantería para poderlo limpiar uno a uno. 

 

 Aprovecha para pasar una gamuza por cada balda para acabar con el polvo que pueda haber. Y luego utiliza un limpiador adecuado para el material del que esté elaborada la estantería. No te olvide dejar que se seque antes de volver a colocar los libros en ella.


Estanterías con libros

 

 Elimina el polvo de cada ejemplar. Hazlo con el libro cerrado, para que no caiga en las hojas.

 

 Lo ideal es hacerlo con un paño o gamuza, porque atrapan más y mejor el polvo. También puedes utilizar calcetines o camisetas viejas, siempre que no suelten pelusas.

 

 En caso de que la encuadernación tenga relieve y esté muy sucia, puedes utilizar una brocha o un cepillo de dientes viejo para retirarla. Pero hazlo con delicadeza para no dañarla. 

 

 Evita utilizar el aspirador, porque puedes estropear el libro, sobre todo si la potencia es alta. Si vas a hacerlo, emplea un accesorio con cepillo y con una potencia muy baja. 

 

 Para quitar el polvo de las hojas, no tienes más que envolverte el pulgar con un calcetín o un guante que ya no uses y pasar (las hojas) rápidamente. 


Libros

 

 Si la encuadernación está muy sucia y el libro no es muy valioso, una vez que hayas quitado el polvo, puedes utilizar un paño de microfibra ligeramente humedecido con agua y unas pocas gotas (muy pocas) de jabón neutro. Luego pasa otro paño seco para que no quede ni rastro de humedad. 

 

 Si la cubierta tiene brillo, puedes limpiarla con un paño de microfibra humedecido muy ligeramente con una mezcla de limpiacristales y agua. 

 

 En caso de que un libro se haya visto afectado por el agua, mételo en una caja de cartón o una bolsa que transpire con varias cucharadas de bicarbonato de sodio para que absorba la humedad. o con unas bolsitas de gel de sílice. Una vez que esté seco, colócalo en una superficie con un algo pesado encima para que las hojas se aplanen, porque el agua suele dejarlas onduladas y arrugadas.

 

 Las manchas de moho las puedes retirar con un paño suave, pasándolo con mucha delicadeza por la página afectada. Y no te olvides de lavar inmediatamente el paño (y tus manos) para no extender el moho por toda la casa. También puedes emplear bicarbonato, espolvoreándolo sobre la zona con moho y dejando que actúe durante al menos 1 hora. Luego sólo tendrás que retirar el bicarbonato con el moho con mucho cuidado ayudándote de un cepillo o un paño seco, y teniendo mucho cuidado de que ese polvo no se esparza por tu casa, poniéndote mascarilla y lavando el cepillo o el paño inmediatamente después.

 

 Otra opción es usas masilla limpiadora para libros, que sirve para eliminar tanto el polvo como las manchas de las portadas y las hojas.


Mujer tomando libros de una estantería

 

Cómo cuidar tus libros y evitar que se ensucien

 

 Retira las etiquetas de precios y promociones según adquieras el libro. Para hacerlo puedes intentar hacerlo con las uñas, aunque suelen quedar restos sobre la encuadernación. Para quitar los adhesivos antes es importante que te fijes en el material del que está confeccionada la encuadernación. Si es de papel y gruesa, puedes poner unas gotas de aceite (vegetal) en un algodón y pasarlo con cuidado por la etiqueta y es probable que consigas sacar la etiqueta de una pieza y sin dejar residuos. Eso sí, ten cuidado de no empapar demasiado la portada, porque pueden terminar dejando manchas de grasa tanto en la superficie tratada como en las hojas que estén más próximas. Si han quedado restos, puedes utilizar un bastoncillo ligeramente humedecido con alcohol y agua a partes iguales e ir frotando con mucho cuidado hasta eliminarlos todos. Ten mucho cuidado a la hora de hacerlo, porque el alcohol puede estropear la encuadernación. Y nunca utilices ninguno de estos trucos sobre libros con solapas de cuero o de tela. También tienes otros trucos para eliminar las etiquetas y restos de pegamento en este enlace

 

 Protege tus libros de la humedad, porque el moho los deteriora y porque puede ser peligroso para la salud. Lo ideal es que estén en un lugar ventilado y en el que no haya mucha humedad en el ambiente, y también que no estén muy cerca de ventanas o puertas que no cierren bien. En caso de que en la habitación en la que tengas almacenados los libros haya mucha humedad, puedes poner un deshumidificador para eliminarla.

 

 Protégelos también de la luz solar directa, porque la encuadernación se decolorará y se degradará. Y también afectará a las hojas, que se oxidarán y amarillearán. 

 

Procura manipular los libros con cuidado, evitando leerlos con las manos sucias o dejándolos sobre cualquier superficie una vez que los cierres. 


Espero que estos trucos te ayuden a mantener tus libros limpios y listos para disfrutarlos en cualquier momento. 



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La primera vez que apareció el post Cómo Limpiar y Cuidar Tus Libros fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.


Cómo limpiar y cuidar tus libros by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under CC BY-NC-ND 4.0

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