02 febrero, 2022

Cómo Ahorrar Dinero en Ropa

Si te gusta la ropa tanto como a mí, probablemente te gastes en ella más de lo que te gustaría (o de lo que deberías). Y es que la mayoría de economías no permite tener un enorme vestidor repleto de ropa, zapatos y bolsos. 


Pero lo cierto es que se puede llegar a una solución de compromiso, adquiriendo la ropa con sentido común y procurando ahorrar. No es una tarea sencilla, no te voy a engañar, pero se puede conseguir. 


Por eso en este post quiero compartir contigo algunos consejos que te servirán para ahorrar dinero en ropa.

 

Cómo ahorrar dinero en ropa

 

Planifícate

 

Analiza lo que tienes ya en el armario. Una vez que lo tengas claro, clasifíca las prendas. Las que están en buen estado sepáralas en las que te sirven y las que no, las que te gustan y las que no, las que te pones con frecuencia y a las que ni siquiera has quitado la etiqueta... Las que están en mal estado, divídelas en las que tienen arreglo y las que están inservibles. A partir de ahí, decide que ropa quieres quedarte, cuál vas donar o a regalar y la que vas a reciclar o a tirar a la basura.

 

Revisa de forma periódica tu armario y repite las medidas anteriores cuando sea necesario. 

 

Márcate un presupuesto mensual y/o anual para comprar ropa y complementos.  

 

Conciénciate de que por cada prenda que compres debería salir otra de tu armario.

 

Mujer llevando varios vaqueros doblados en los brazos

 

Antes de comprar


Comprueba cuál es realmente tu talla, porque en caso contrario corres el riesgo de comprar algo que no te sentará bien y que luego no te pondrás, o que si llegas a ponértelo, no te hará sentir cómoda. 


Haz una lista con la ropa y accesorios que realmente necesitas.


A la hora de comprar

 

Procura comprar únicamente lo que necesites. Eso no significa que tengas que tener pocas prendas, sino que te hagas con aquellas que realmente vas a utilizar.

 

Adquiere prendas que se adapten a tu forma de vida actual. Si nunca vas a fiestas o a eventos formales, de nada te servirá comprarte un lujoso vestido largo y con cola. Y si no pisas el campo desde que te llevaban de excursión con el colegio, probablemente no necesites comprarte un equipo completo para hacer senderismo. 


Prendas de ropa y calzado

 

Espérate a las rebajas, ofertas y ventas especiales siempre que puedas. Si no sigues las tendencias y microtendencias al pie de la letra (y si eres mínimamente paciente), podrás comprar las prendas que te interesan con un mejor precio. 

 

Los outlets pueden ser interesantes, pero es importante que localices aquellos establecimientos que ponen a la venta género de calidad y que esté en buen estado. Una cosa es que sea ropa y accesorios fuera de temporada y otra muy diferente que sean artículos de saldo. 

 

Adquiere la ropa en establecimientos de confianza, tanto online como físicos. Eso te ahorrará muchos dolores de cabeza si te surge algún problema con la compra.

 

Compra prendas de calidad, aunque puedan costar un poco más, lo cierto es que te durarán más en buen estado. Te pongo un ejemplo: si compras un buen par de pantalones vaqueros (tejido, patronaje y confección de calidad) por 80 euros y te los vas a poner al menos 1 vez a la semana durante 5 años, cada  postura tendrá un coste aproximado de 0,30 euros. Por no hablar de que, si están en buenas condiciones, siempre podrás venderlos de segunda mano si te cansas de ellos. Pero si te compras unos jeans de 10 euros de mala calidad, y que a los 6 meses están como para tirarlos directamente a la basura, si te los pones 1 vez a la semana durante esos meses, cada postura te saldrá a 3,33 euros. La diferencia es importante, ¿verdad?

 

Gástate más en básicos que en prendas y accesorios de tendencia. Cuando tienes un buen fondo de armario, podrás actualizar fácilmente combinándolo con piezas a la última, que no tienen que ser obligatoriamente costosas. 

 

Prendas de ropa colorida colgada de un perchero

 

Compra prendas que combinen entre sí. Intenta que cada pieza al menos conjunte con otras 2 ó 3 de tu armario. 

 

Recuerda que unos buenos accesorios levantan cualquier look, así que procura hacerte con unos cuantos que sean espectaculares y con personalidad.

 

Compra ropa resistente y con un fácil mantenimiento para el trabajo. Incluso si trabajas en un elegante despacho, las prendas tendrán que aguantar una larga jornada de sentarse, levantarse, ir al archivo, pasar las mangas por la mesa una y mil veces al utilizar el ordenador o revisar documentos. Por eso deben ser adecuadas para la actividad, pero también cómodas, que se arruguen poco y que se puedan lavar y mantener de forma sencilla. 

 

No adquieras una gran cantidad de prendas para una única actividad si no las vas a usar, por muy baratas que sean. Si únicamente vas a la playa o a la piscina una o dos semanas al año, no te harán falta 10 bañadores o bikinis, con un par de ellos será suficiente. Es mejor que sean 2 y de calidad, a que te hagas con una decena a bajo precio, pero que terminarán estropeándose en tu cómoda sin apenas usarlos.

 

Comprueba siempre las etiquetas, porque si la ropa necesita lavado en seco, el coste de mantenimiento incrementará en buena medida el coste de la prenda.  

 

La ropa y complementos de segunda mano también son una opción. Cada vez hay más establecimientos y tiendas online que tienen artículos de calidad y en buen estado.

 

Devuelve aquellas prendas que, una vez que llegas a casa, ni te gustan ni te sientan bien. 

 

Consulta las políticas de devolución y los gastos de envío antes de comprar online

 

Prendas de ropa, gorro de lana y reloj, junto a unos tulipanes


Otra opción: el alquiler

 

Si no vas a utilizar una prenda o un complemento más de una vez, quizás te sea rentable el alquiler. Si vas a asistir a un evento o quieres utilizar un modelazo para una ocasión especial, recurre al alquiler. Tienes una buena oferta de este tipo de servicios, aunque conviene que comprares calidades, variedad y precios.

 

En caso de que vayas a utilizar este tipo de prendas especiales muchas veces, te compensará más la compra, tanto de primera como de segunda mano. 

 

También puedes pedir esas piezas prestadas a alguien de confianza. Es una opción más económica, pero implica una responsabilidad, puesto que deberás devolverlas enseguida, limpias y en perfecto estado.

 

Cuida tus prendas al máximo

 

Lee siempre las etiquetas de tu ropa antes de lavarla, secarla y plancharla; y respeta las instrucciones del fabricante.


Prendas de ropa colgada de un perchero en una boutique

 

Lava las prendas con el detergente, la temperatura y el programa adecuados. Alargará la vida de tu ropa de una forma sustancial.

 

Salvo que sea necesario (ropa muy sucia, de trabajo...) evita el agua muy caliente a la hora de lavar la ropa.

 

Si usas la secadora, procura que la temperatura y el tiempo de secado no sean excesivos, porque los tejidos se terminan resistiendo. 

 

A la hora de planchar las prendas, intenta hacerlo siempre por el revés. Esto es imprescindible en el caso de la ropa oscura o que tienda a que aparezcan brillos.

 

Utiliza una temperatura adecuada para cada tipo de tejido.

 

Las planchas verticales que usan vapor cuidan mucho las prendas y son muy cómodas de utilizar. Son ideales también para las prendas de punto y aquellas que sean delicadas.  

 

Cepilla las prendas cuando sea necesario, así les quitarás el polvo, los pelos y la suciedad. Es un gesto que las mantendrá limpias y en buen estado, incluso podrás espaciar en cierta medida el lavado o el paso por el tinte.

 

Los aparatos quitapelusas son una herramienta imprescindible para quitar las bolitas de los tejidos de paño y la lana, entre otros. 

 

Cuelga y dobla la ropa con cuidado, así evitarás que se estropee y se deforme.


Mujer sosteniendo una cazadora colgada de una percha

 

Arreglos y reutilización

 

Cuando la ropa se estropee, valora si es posible arreglarla o reformarla. Si las prendas son de calidad, probablemente te compense hacerlo. 

 

Lleva la ropa a una buena modista, que no sólo sepa arreglar los bajos de los pantalones o achicar una falda. Busca profesionales que sepan reformar la ropa, que sean creativos y que hagan su trabajo con una buena calidad. Ni te imaginas lo que te ahorrarás en ropa. 

 

Aprende a coser, al menos a realizar las tareas básicas de costura.

 

Si la ropa no puede ser arreglada o reformada, valora si puedes donarla o darle una nueva vida (confecciona bolsos o cojines, haz vestidos a las muñecas de tus hijos, cose bolsas para guardar zapatos y bolsos, etc.). Incluso pueden servirte como trapos para limpiar. No he encontrado mejores trapos para limpiar cristales y espejos que las camisetas viejas. 


Vende lo que no te pongas

 

Si tienes ropa y accesorios que están en buen estado, pero ya no te pones, puedes venderlos y recuperar una parte del dinero que te has gastado en ellos. 

 

Puedes vender en establecimientos físicos o en plataformas online. Analiza las condiciones de venta, porque en algunos casos son bastante estrictas, mientras que otras no ofrecen demasiada seguridad. 

 

Espero que estos consejos te ayuden a ahorrar en ropa, pero sin perder un ápice de estilo.

 


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La primera vez que apareció el post Cómo Ahorrar Dinero en Ropa fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.

 

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