08 mayo, 2019

Trucos para que Tu Manicura Semipermanente Dure Más

¿Has probado ya la manicura semipermanente? Si todavía no la has probado o no la conoces, debes saber que se trata de un tipo de esmaltado que se puede realizar sobre la uña natural o sobre las de porcelana o de gel. Se aplican dos o tres capas de esmalte (según su cobertura) y una de top coat. Este tipo de laca tienen la peculiaridad de que no se seca al aire, sino que necesita una lámpara UV o LED para secarse completamente. Cada capa se expone bajo la lámpara unos pocos segundos. Una vez finalizado el proceso se obtiene un resultado perfecto, muy duradero y que mantiene su brillo durante muchos días.


Es un tipo de esmaltado muy cómodo, porque podrás llevar las uñas bonitas durante 2 o 3 semanas sin preocuparte demasiado, además de poder salir del salón de manicura sin miedo de que las uñas se te estropeen antes de estar totalmente secas. Pero que sea una manicura (o pedicura) muy resistente, no significa que no debas cuidarla para que permanezca en buen estado el mayor tiempo posible, porque también se puede dañar, créeme.


Sigue leyendo y encontrarás algunos trucos sencillos para alargar tu manicura semipermanente.


Trucos para que tu manicura semipermanente dure más


Las uñas lacadas con esmalte semipermanente deberían durar en perfecto estado entre 14 y 21 días, aunque el tiempo real dependerá de cuánto crece tu uña, de tu perfeccionismo y también de cómo las cuidas.


La uña al ir creciendo creará un espacio entre su nacimiento y la superficie esmaltada. Cuando ese espacio de uña sin pintar es muy grande, sobre todo con lacas oscuras, dará la impresión de una manicura descuidada y que requerirá eliminar el esmalte. Así que, si tu uña crece muy rápido, en lugar de necesitar una nueva manicura a los 21 días, probablemente te la tendrás que hacer a los 10.


Manicura semipermanente descuidada
Esto es lo que ocurre cuando la uña crece y no se cuida bien la manicura


La frecuencia a la hora de repetir la manicura también dependerá de tu grado de perfeccionismo. Si te gusta llevar las manos absolutamente impecables y no soportas que haya una sola imperfección en tu manicura, lo más seguro es que aguantes un máximo de 10-14 días con el esmaltado semipermanente, porque en cuanto que veas que la uña ha comenzado a crecer y veas un filo blanco sobre el nacimiento de la uña necesitarás volver a visitar a tu manicurista.


Y, por supuesto, la necesidad de volver a hacerte la manicura tiene mucho que ver con el cuidado que le das a tus manos y a tus uñas. Hay quien piensa que el lacado semipermanente casi otorga superpoderes a la manicura para soportar cualquier cosa. Y aunque es cierto que es un esmaltado muy resistente, necesita cuidados para mantener su aspecto brillante y perfecto durante más tiempo.


Una de las mejores maneras de que tu manicura o pedicura semipermantente quede perfecta y dure mucho más tiempo es acudir a una manicurista profesional. Aunque ahora tienes productos y lámparas para uso doméstico, lo cierto es que hace falta mucha más pericia para aplicar ese tipo de esmaltes que en el caso de los convencionales. Y, por otra parte, los productos profesionales aseguran un mejor resultado.


Manicura semipermanente, laca y lámpara UV


También es importante el estado de la uña natural, puesto que una uña sana y fuerte es el mejor lienzo para una buena manicura.


Procura no haber tenido las manos en agua caliente mucho tiempo justo antes de la manicura, porque la exposición a la humedad y el calor consiguen que la uña se expanda. Al pasar un rato, la uña volverá a su estado natural y si en ese lapso de tiempo se ha aplicado la laca, se acabará resquebrajando y debilitando al haber pasado del estado de expansión al de contracción de la base que es la uña. Esto también es válido para la manicura tradicional. Normalmente las manicuristas profesionales ya no ponen las uñas de sus clientas en remojo para ablandar las cutículas; si ves que la tuya lo hace, pídele que no lo haga si te va a pintar las uñas.


Ponte guantes siempre que vayas a estar en contacto con detergentes y productos químicos agresivos, como a la hora de lavar los platos o de hacer la limpieza en casa. También cuando vayas a realizar tareas que puedan astillar, raspar o romper tus uñas o levantar el esmalte, como el bricolaje o la jardinería, por ejemplo.




Usa un jabón neutro para lavar tus manos, evitando en lo posible los detergentes de los baños públicos o los que sean muy agresivos.


La hidratación y la nutrición es imprescindible para aumentar la duración y el aspecto bonito de tu esmaltado semipermanente. Si la zona de piel que está en contacto con la uña está reseca, al final los bordes se terminarán levantando y volviendo más quebradizos. Por otra parte, la falta de aceites, puede provocar que el esmalte y las uñas se astillen. Lo ideal sería que te aplicases una buena crema hidratante cada vez que te laves las manos, aunque no siempre es posible. Una forma de que no se te olvide este gesto y que no te dé pereza es tener un dispensador de crema de manos justo al lado del jabón en tu lavabo (o en el de tu trabajo). 


Bandeja con crema de manos, aceite y cepillo de uñas


Por la noche te recomiendo que te pongas una buena dosis de hidratante antes de dormir, con un buen masaje en manos y uñas. Para nutrirlas e hidratarlas, puedes usar manteca de karité con unas gotas de aceite vegetal (semillas de uva, coco, aguacate...). Evita las cremas con parafina o la vaselina, porque aunque parece que hidratan y nutren mucho en un primer momento, terminan resecándolas mucho y creando un efecto rebote.


Si durante el día no te da tiempo o no te es posible aplicarte crema, puedes ponerte unas gotas de aceite vegetal o de uno específico para cutículas para cuidar uñas, cutículas y esmalte. Este gesto no te llevará apenas tiempo y no te dejará las manos grasientas.


El sol puede decolorar el esmalte semipermanente, a pesar de su resistencia. Si quieres evitarlo cuando vayas a la playa o la piscina, puedes aplicar una capa de esmalte transparente o top coat (mejor si tiene filtro UV) para protegerlo.


Aplicando top coat transparente sobre manicura semipermanente


El cloro de la piscina también puede dañar la laca, así que también puedes poner una capa de esmalte transparente para evitar que se quede mate o que pierda resistencia. También es recomendable que te laves bien las manos con agua limpia después de salir de la piscina y que te pongas crema hidratante en manos y cutículas.


En cualquier caso, si quieres aumentar la duración de tu esmaltado semipermanente, una capa de esmalte transparente aplicada una vez por semana es una buena elección. Puedes retirar el brillo anterior con unas gotas de quitaesmaltes en un disco de algodón, sin que el lacado semipermanente se resienta.


Otro truco para aumentar la duración del esmaltado es comprar un esmalte convencional del mismo color que el semipermanente y aplicarte una o dos capas encima. Esto te permitirá renovar el brillo y disimular la zona de la uña que ha crecido ya y que no está esmaltada.


Tener un tono de esmalte similar al que te han puesto la manicurista en casa te servirá también si se te ha saltado un poquito de laca en alguna uña. Sólo tendrás que aplicar esmalte en la zona donde has tenido el accidente, y listo.


Mujer sosteniendo una taza con manicura en color rojo


En caso de que se te haya levantado el esmalte en las puntas, siempre puedes limarlas (cuidadosamente) hasta eliminar las zonas dañadas y dejarlas como nuevas. Eso sí, tendrás que limarlas todas para dejarlas a la misma altura y terminar con una capa de brillo transparente para darles más resistencia, insistiendo en las puntas para que no se astillen desde la parte limada.


Aunque hay quien tiene miedo de que las lámparas UV con las que se secan los esmaltes semipermanente puedan provocar daños en la piel, casi como si fuese una exposición solar o en una cabina de rayos UVA, no hay evidencias de ello. Ni la potencia ni el tiempo en el que las manos se exponen justifican ese miedo. Pero si aun así no lo terminas de tener claro, puedes aplicarte protector solar antes del esmaltado, evitando la uña, claro.


La retirada de la laca es tan importante o más que la del propio esmaltado, así que cuídala. No la retires nunca limando la uña (salvo que las lleves de porcelana y lo haga tu manicurista profesional) ni con un torno. Este tipo de esmalte se retira poniendo unos trocitos de algodón impregnados con acetona pura (no sirve quitaesmaltes tradicional) sobre cada uña, envolviéndola con un pedacito de papel de aluminio o con un esparadrapo (también hay unas fundas específicas para este fin). 


Uñas con papel de aluminio y palito de naranjo para retirar esmalte semipermanente


Debes dejar la acetona sobre las uñas entre 10-20 minutos. Si actúa menos tiempo, tendrás que retirar los restos del esmalte con un palito de naranjo o con una herramienta similar, teniendo cuidado de no raspar ni dañar la uña. Si la dejas más tiempo sobre las uñas, podrás retirar prácticamente toda la laca de una vez arrastrándola con los propios algodones. Tú eliges la opción. Yo prefiero dejarla menos tiempo, porque la acetona reseca mucho las puntas de los dedos.


¡Larga vida a tu manicura!




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La primera vez que apareció el post Trucos para que Tu Manicura Semipermanente Dure Más fue en el blog de La Meiga y Su Caldero


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