Comenzamos...
Al sol
Utilizar aceites vegetales, como el de sésamo, como protección solar. Que algunos aceites vegetales tengan propiedades protectoras, no quiere decir que no debamos aplicarnos un buen producto solar ante una exposición directa al sol. Además, la defensa que nos ofrecen, es pequeña en comparación con un buen fotoprotector, lo que no nos va a evitar los daños solares.

No exfoliar la piel para no perder el bronceado. Es uno de los clásicos después de las vacaciones. ¡Con lo que ha costado ese morenito playero! Pues bien, es un error. Si la piel tiene una capa de células muertas que ya habría querido el Muro de Berlín, estará opaca e irregular, con lo que el bronceado (que está debajo de todo ese material de desecho celular) parecerá sucio y deslucido.
Para los dientes
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El bicarbonato y el limón: como lija para tus dientes |
Lo mismo ocurre con el agua oxigenada, si se emplea para obtener unos dientes más blancos. Si la concentración es pequeña, no funciona; si es muy elevada, puede traerte disgustos con dientes y encías. Este producto sólo debería ser empleado por un dentista o con su supervisión directa.
Para el cabello

No lavarse el pelo con frecuencia, porque sufres su caída. El cabello sucio se engrasa y, si la grasa hace su aparición, el pelo se cae. Las recomendaciones a seguir: desenredarse antes del lavado, utilizar los productos adecuados para el tipo de cabello, un aclarado en profundidad, no secarlo frotando enérgicamente con una toalla (mejor con mimo), restringir el calor a la hora del moldeado, no llevar recogidos tirantes y, si es necesario, utilizar algún producto anticaída.
Para adelgazar
Envolverte en plásticos para hacer ejercicio y adelgazar. Es uno de los clásicos a la hora de intentar perder peso. Es una tremenda equivocación... y no adelgaza. El sudor es un regulador imprescindible del calor corporal. Con los plásticos, evitamos que ese mecanismo funcione como debería y nos exponemos peligrosamente a un golpe de calor. Por otra parte, el efecto que se consigue es parecido al de la sauna, donde se pierden líquidos, que luego debemos recuperar para no tener problemas de deshidratación. Y algo más a tener en cuenta: el sudor acumulado en una misma zona puede acarrearte problemas dermatológicos.
Perfumes
Utilizar aceites esenciales sin diluir para perfumarte. Los aceites esenciales huelen de maravilla, así que es fácil tener la tentación de utilizarlos como un perfume... pero, cuidado, puedes acabar con tu piel perfumada, pero dañada. Este tipo de aceites está indicado (en casi todos los casos) para emplearlos diluidos, en aceites neutros (almendra, jojoba, etc.), en agua, en crema hidratante, etc.
Si quieres ver lo que puede hacer uno de estos aceites, pon una gotita encima de tu uña esmaltada y verás qué pasa: dejará una marca indeleble en la laca o la reblandecerá. Imagina lo que haría en tu piel. Unas pocas gotas, son suficientes para aromatizar tu hidratante, tu gel o tu baño de espuma. Y en puro pueden provocar manchas al contacto con el sol.
Iré recopilando más trucos caseros de belleza que no se deberían poner en práctica para ofrecerte un nuevo post.
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