Es un postre ideal para la cena porque, al llevar plátano, su contenido en triptófano nos ayuda a dormir mejor, además de tener efectos antidepresivos y tranquilizantes. El plátano también tiene otras propiedades nutricionales que lo hacen imprescindible en nuestra dieta: aporta energía, es un carbohidrato de absorción lenta, aporta retinol a la piel... y está riquísimo. Por supuesto, y con todos mis respetos para el resto de variedades, mejor que sea de Canarias.
Vamos a la receta...
Ingredientes (para 4 personas)
4 plátanos medianos maduros
500 gr. de queso fresco
100 gr. de queso tipo Philadelphia
4 cucharadas soperas rasas de edulcorante
25 gr. de chocolate negro fundente
Notas sobre los ingredientes
- Si no os gusta el queso fresco, sustituidlo por yogur griego. El yogur natural queda demasiado líquido para que quede con textura cremosa.
- Si no os preocupa el colesterol o la línea, siempre podéis añadirle un poco de nata. La crema quedará más untuosa.
- Podéis cambiar el edulcorante (stevia, fructosa, etc.) por azúcar integral de caña o por sirope de frutas.
- El chocolate que uso es de 80-85% de cacao, bio y con azúcar de caña. Si es muy amargo para vuestro gusto, cambiadlo por uno con un porcentaje menor de cacao. Me gusta lo más puro posible porque me encanta la mezcla del dulzor y la suavidad de la crema, con el crujiente amargo del chocolate, queda muy elegante.
Preparación
Poned en un vaso de batidora el plátano cortado en trozos, el queso fresco, el queso Philadelphia y el edulcorante. Batid bien, hasta que quede con una textura espumosa.
Verted la mezcla en recipientes individuales y metedlo al frigorífico 1/2 - 1 h.
Partid el chocolate en trozos y fundidlo al baño maría (en el fuego) o en el microondas. En el micro ponedlo en un recipiente y ponedlo a potencia mínima hasta que se deshaga. Idlo vigilando constantemente, porque tiene tendencia a quemarse. En el mío lo suelo poner unos 2-3 minutos a 300W (sin quitarle los ojos de encima).
Sacad los boles con la crema y verted el chocolate caliente sobre ella. Podéis utilizar una cuchara o un biberón de cocina para ello. El chocolate se enfriará rápidamente y formará una lámina crujiente que queda buenísima.
Servir muy frío y, si lo queréis decorar, podéis utilizar barquillos, mikados o tejas de almendra.
Ya me contaréis qué os parece...
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