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10 abril, 2019

Cómo Elegir el Sujetador Deportivo Perfecto

Me apena que todavía haya mujeres que hacen deporte, tanto en el exterior como en el gimnasio, llevando sujetadores que no son apropiados para hacer ejercicio. Y, para más inri, suelen usar los sostenes más viejos y deformados que tienen en su cajón, porque parece que como sólo lo van a llevar puesto un rato no importa y así aprovechan los que están a punto de terminar en la basura. Pero ese descuido o ahorro mal entendido es un tremendo error, porque el pecho sufre (mucho) al hacer deporte si no se usa una ropa interior apropiada, especialmente si se tiene una talla grande. Entre otras cosas puede contribuir a que se caiga, puede implicar dolores de espalda innecesarios, lesiones, rozaduras y molestias, etc.


Como en el caso de las zapatillas, el sujetador deportivo debe ser adecuado, cómodo y seguro, más que bonito o cool. Para ayudarte a escoger el sujetador deportivo perfecto para ti y cuidarlo lo mejor posible, a continuación encontrarás algunos consejos básicos. No te los pierdas. 


Cómo elegir el sujetador deportivo perfecto


Qué importa a la hora de elegirlo


En líneas generales, hay tres condiciones que definirán el tipo de sujetador deportivo que necesitas:


  • Tu propia fisionomía: talla, edad, estado de salud...


  • El tipo de actividad que vas a realizar con él: si tu pecho va a sufrir impacto o no, si necesitas mucha movilidad...


  • Tus preferencias personales en cuanto a: tejido, diseño, si tiene relleno o no, tipo de cierre...


Qué tener en cuenta 


Tipos


Puedes encontrar cuatro tipos de sujetador deportivo:


En copa


Son los que encapsulan del pecho en copas integradas en la prenda.


Compresión


Los que sujetan el pecho comprimiéndolo con firmeza, pero permitiendo la movilidad del resto del cuerpo. Aunque, ojo, que compriman no debe significar que opriman en exceso, sino que las mamas estén bien sujetas y posicionadas durante el ejercicio.


Combinados copa+compresión


Son los que comprimen el pecho, pero tienen dos copas separadas que encapsulan cada seno, además de ceñirlo.


Con protección


Estos sostenes tienen unas protecciones extraíbles que protegen el pecho durante los deportes de contacto como el boxeo. 


Mujeres practicando ejercicio en el gym


Talla


Para escoger la talla con acierto debes fijarte en el contorno y la copa. El contorno es la medida en cm. de la zona que va del pecho a la espalda, de ahí vienen las medidas estándar (85, 90, 95, 100...). Para calcular esta medida, pasa la cinta métrica justo por debajo del pecho (sin sujetador), desde la espalda hasta el centro del esternon, procurando que esté ajustada y recta respecto al suelo.


La copa es el tamaño de la mama y que se expresa con las letras del abecedario, desde la A (la más pequeña), en adelante, normalmente hasta la E. Para las copas pequeñas (A y B), serán más adecuados los sujetadores de compresión. Para las copas más grandes (desde la C en adelante) lo ideal son los de copa o las que combinan compresión y copa. Para medirla, pon la cinta métrica en la espalda y llévala a la zona más alta del pecho, teniendo en cuenta que quede ajustada (pero no apretada) y paralela al suelo. Ahora sólo tendrás que calcular la copa teniendo en cuenta tanto la medida del contorno como la que has obtenido al medir la parte más prominente del pecho del siguiente modo:



Diferencia de 2,5 cm. Copa A
Diferencia de 5,0 cm. Copa B
Diferencia de 7,5 cm. Copa C
Diferencia de 10  cm. Copa D



Es decir, decir que tienes 95 de sujetador no ofrece toda la información necesaria para acertar con la talla que necesitas, puesto que faltaría la copa que te corresponde, aunque es muy habitual buscarlo únicamente por la talla de contorno.


Evita los sujetadores que indican su talla con denominaciones del tipo S, M, L, XL..., puesto que son muy genéricos y no suelen adaptarse a la mayoría de las fisionomías, precisamente por esta forma tan universal de tallar las prendas. En el caso de la ropa exterior no importa demasiado, puesto que no se necesita un ajuste perfecto, pero en el caso de la lencería deportiva sí que es vital.


Y si cambias de talla por haber subido o bajado de peso, cambia del sostén sin pensártelo dos veces. 


Material


Éste debe permitir la transpiración, puesto que lo vas a utilizar durante la actividad física. Que seque enseguida, así evitarás la humedad en la zona del pecho durante y tras terminar la actividad física. Y, además, es una forma de evitar que el tejido se estropee y adquiera mal olor si necesita mucho tiempo para secarse en el tendedero.


Sujetador deportivo tipo top con otra equipación


Y, además del sudor, el tejido debe permitir una buena evacuación del calor corporal.


Los mejores materiales son los técnicos, que son combinaciones de materiales como el spandex, el nylon, el eslastán, el poliéster o el algodón. 


Diseño


Un sujetador deportivo debe estar diseñado para realizar una actividad física con él, lo que implica una mejor sujeción (sobre todo en actividades de impacto), que las tiras sean más gruesas (incluida la inferior), que el pecho esté separado, que no tenga aro (y si lo tiene que sea de plástico, no de metal), que no tenga costuras y elementos que puedan rozar en la piel con los movimiento repetitivos, que los cierres no estén en contacto directo con la piel...


Mujer levantando peso en el gym


Encontrarás sujetadores con y sin relleno. Los que tienen relleno evitan que se transparente el pezón, además de aumentar visualmente el tamaño del pecho y mejorar su forma; pero tienen el inconveniente de que el relleno se moja con el sudor y se seca con cierta dificultad. Los que no llevan relleno son más cómodos, aunque pueden ser más indiscreto. La elección es tuya.


Procura que las tiras sean ajustables (tanto las de los hombros como la banda de ajuste inferior), porque así podrás adaptarlas a tu fisionomía. Además, ten en cuenta que es habitual que tengamos una mama más grande que otra o que tengamos cierta diferencia entre los hombros, por lo que necesitas poder adaptarlas a esas peculiaridades para que te sientas equilibrada a la hora de entrenar y de moverte.


Sujeción


El nivel de sujeción deberás escogerlo según sea la actividad que vas a realizar con él.


Para las que no requieren apenas impacto como el yoga, el pilates, el remo, la escalada o el entrenamiento con pesas, lo ideal es un sostén con sujeción de ligera a media.


Para las que implican un impacto medio como montar en bicicleta, esquiar o caminar, necesitarás uno con sujeción media.


Y si lo tuyo es el ejercicio más intenso con impacto, como el running, el bodycombat o el baloncesto, necesitarás uno con una sujeción alta.


Mujer saltando


Para las actividades en las que puedes sufrir golpes en el pecho, como el rugby y otros deportes de contacto como el boxeo, busca sostenes especiales que protegen esta zona tan delicada en caso de ser golpeada.


El probador, tu mejor amigo


Si te pruebas un sostén normal antes de comprarlo... ¿por qué no hacerlo cuando se trata de uno destinado al deporte? Así que hay que probárselo sí o sí, y no hacerlo de cualquier manera.


Lo primero que tienes que comprobar es si te resulta confortable. Aunque los sujetadores deportivos sujetan y comprimen más que los de diario, debes sentirte cómoda desde el principio.


Verifica que no hay zonas que te molesten o te rocen como las costuras, los cierres o las tiras en los hombros y la espalda.


Mujer de espaldas con un sujetador deportivo negro estirando los tríceps


Comprueba que el pecho no rebosa por los lados o en la parte superior, porque eso implica que la copa es pequeña. Y si las copas quedan arrugadas, significa que la copa es demasiado grande.


La zona entre ambas mamas debe estar separada y la tira que las une debe estar en contacto con la piel.


Las tiras no deben hundirse en la piel de tus hombros. Si lo hacen, probablemente no sostienen bien el pecho. La banda que va a la espalda no debe quedar ni muy alta ni muy baja respecto a la línea en la que está el pecho, porque a la larga implicará una mala sujeción y molestias mientras lo llevas puesto.


Termina moviéndote. Estírate, levanta los brazos, gira la espalda, salta... en resumidas cuentas, haz algunos de los movimientos que harás cuando lo lleves puesto.


Mujer con un sujetador deporitvo blanco tipo top practicando yoga


Cómo lavarlo

Éstas son las recomendaciones que te ayudarán a cuidar tu sostén deportivo para que te dure en perfectas condiciones más tiempo:


  • No esperes demasiado tiempo desde que te lo quites hasta que lo laves, para que la humedad y el mal olor no se instalen en el interior de las fibras.

  • Evita dejar la ropa deportiva dentro de la bolsa durante horas y horas antes de lavarla por el mismo motivo.

  • Si prevés que vas a tardar mucho en llegar a casa para lavar tu sujetador debidamente, enjuágalo con agua corriente y jabón (si es neutro) en el vestuario, escúrrelo bien y ponlo en una bolsa; así evitarás que las bacterias proliferen. 


  • Lávalo siempre con programas con agua fría, aunque lo ideal es hacerlo a mano.

  • Emplea jabones neutros para su lavado. 

  • Nunca uses suavizantes ni lejías, porque estropearán el tejido enseguida, además de reducir su capacidad de transpirar, evacuar el calor y secarse rápidamente. 

  • Usa productos que eliminen el olor y las bacterias como complemento al lavado.

  • Si lavas en lavadora, procura cerrar los corchetes y cierres antes, de ese modo no se engancharán en el propio sostén o en otras prendas que hayas puesto en el tambor.

  • Procura utilizar bolsas para lencería si vas a lavarlo a máquina.  

  • Evita los centrifugados muy enérgicos, porque el tejido se estropeará más y más rápido.

  • No lo seques en secadora, puesto que los tejidos técnicos se dañan en ella. 


  • No lo planches. Aunque no creo que a nadie se le ocurra planchar la ropa interior...


  • Nunca lo laves en seco.


Y dile adiós cuando sea necesario


Un sujetador deportivo al que se le hayan dado de sí las tiras de los hombros o la banda inferior, que tenga la tela deformada o gastada, que se te haya quedado muy pequeño o muy grande o que tenga los cierres o corchetes estropeados debe ser sustituido sin demora. Si quieres que te proteja y no te acarree problemas, no le tomes demasiado cariño.


Espero haberte ayudado a elegir el mejor sujetador deportivo. Ahora ya sólo me queda desearte un feliz entrenamiento...



 
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19 septiembre, 2018

Consejos para que Tu Ropa Interior No Se Marque

Una buena imagen personal comienza por los pequeños detalles: zapatos bien lustrados, medias sin carreras, botones bien cosidos, prendas planchadas y cuidadas... y también algo tan básico como que la ropa interior no se marque. Y es que modas transgresoras aparte, como la de llevar lencería negra con blusas o camisetas blancas o llevar la ropa interior a la vista, lo cierto es que la lencería que se marca o se transparenta de forma involuntaria bajo las prendas exteriores resta (muchos) puntos a nuestra imagen. Y no sólo es vulgar, además una lencería pequeña o mal elegida, puede arruinar tu outfit en un abrir y cerrar de ojos.


Si quieres saber cómo evitar que tu ropa interior se marque o se transparente, a continuación te doy algunos trucos que puedes aplicar de forma sencilla en tu día a día.


Consejos para que tu ropa interior no se marque


La talla


La talla, tanto de la ropa como de la lencería, debe ser las adecuada para ti. En el caso de las prendas exteriores, si son muy ceñidas, incluso aunque tu ropa interior sea del tamaño adecuado, es probable que se transparente o se marque. Si la lencería es demasiado pequeña o demasiado grande, también se notará bajo la ropa.


Cinta métrica


El tejido


En caso de que las prendas exteriores sean gruesas, tendrás menos posibilidades de que tu lencería se marque. Así que te será más fácil acertar en invierno que en verano.


Si llevas ropa interior de encaje, con aplicaciones o con bordados y la prenda exterior es lisa, elástica y fina, se marcará con toda seguridad. En ese caso, opta por lencería lisa y preferentemente sin costuras.


Si no puedes prescindir del encaje, al menos busca uno que sea plano y no tenga relieve.


Lo ideal es que la ropa interior sea de un tejido elástico, como la lycra o el spandex, o al menos que tenga una parte importante en su composición, de esa forma se adaptará mejor a tu cuerpo. 


Las costuras


Antes de comprar tu ropa interior, comprueba las costuras. Cuantas menos tengan y más discretas sean, mucho mejor, porque evitarás que se marque bajo tus prendas exteriores.


La lencería con corte láser puede ser una buena elección si quieres que no se note en absoluto bajo tu ropa.


El color


Tan importante como el tejido o las costuras es el color de las prendas interior a la hora de evitar que se marque o se transparente.


Los colores que mejor se esconden son el nude y cualquiera que se funda con el color de tu piel. Los grises claros, los mostazas y los rojos granates también suelen funcionar bastante bien a la hora de desvanecerse bajo la ropa. Si tienes dudas, puedes poner el sujetador o la braguita en la mano y cubrirla con el tejido de la prenda exterior, comprueba si se nota o no sobre la mano. También conviene ponerte ambas piezas y comprobarlo mirándote a cierta distancia y con buena luz. Si no lo tienes claro después de estas pruebas, consulta con alguien de tu confianza. 


Lencería con una chaqueta blanca


A cada prenda, su ropa interior


Sujetadores sin hombreras


Siempre con prendas palabra de honor o con una sola hombrera. También los puedes llevar con escotes cuadrados bajos. Con las prendas exteriores strapless evita los que tengan hombreras, incluso si son de silicona transparente, porque quedan muy poco elegantes.


Procura que tengan al menos una banda de silicona en las tiras del sujetador para que se ajuste bien y no se deslice hacia abajo.


De tipo "push-up"


Cuando tengas poco pecho o esté algo caído, sobre todo si llevas escotes en V.


Balconette


Son perfectos para escotes de tipo cuadrado. Es importante que sean de tu talla, porque si son pequeños, tu pecho rebosará y se moverá demasiado al caminar. Si es muy grande, se ahuecará y quedará muy poco estético.


Bralette


Son ideales para pechos pequeños y medios y que no estén muy caídos, además, en general no se suelen notar bajo camisas, camisetas y vestidos con y sin mangas.


También son una gran elección si llevas una americana sin nada debajo, sobre todo si son de encaje y con un bonito diseño. El secreto, dejar que el bralette se intuya, no se que vea demasiado. Y, por supuesto, atrévete con este tipo de sujetador cuando lleves camisas o camisetas transparentes.


Multiposición o con diseños específicos


Perfectos para escotes en la espalda o diseños con aberturas imposibles. 


Escogiendo sujetadores en una tienda


Bragas de talle alto


Son las más retro y tienen la ventaja que cubren la zona de la tripita, las caderas y los glúteos, por lo que si son de tu talla, las podrás llevar con casi todo tipo de prendas, menos cualquier prenda de talle bajo.


Culottes


Son braguitas con forma de pantaloncitos cortos que tapan completamente los glúteos y las ingles. Prueba a utilizarlos con faldas y vestidos ajustados y drapeados, pero siempre que queden ajustados y no tengan puntillas o algo de vuelo.


Si son de algodón y de tipo calzoncillo, son perfectos para hacer deporte. 


Lencería deportiva


Shorts


Son similares a los culottes, pero son más escotados en la parte trasera, dejando ver una parte de las nalgas, aunque algo menos que en el caso de las braguitas brasileñas. Hay que tener cuidado con prendas ceñidas, sobre todo si no llevan bolsillos traseros. 


Bragas de talle medio


Son perfectas para llevarlas con vestidos y faldas fluidas. También con faldas rectas no demasiado ajustadas. Si son de telas semitransparentes, de encajes planos y de colores nude y similares las podrás usar con tejidos finos y de colores claros.


Bragas tipo bikini


Son más bajas que las anteriores, con el escote de las piernas y la cadera algo más estrechos. Son perfectas para prendas fluidas, pero hay que tener mucho cuidado con ellas con pantalones, faldas y vestidos ceñidos, porque es muy habitual que se marque el final trasero a media nalga.


Bragas brasileñas

 
Están en el punto medio entre bragas de tipo bikini y los tangas. Tienen un corte en V en las nalgas que puede ser más o menos escotado dependiendo del modelo, que es muy sexy, pero que tienen tendencia a marcarse bajo la ropa. Si las vas a utilizar con prendas ajustadas y claras, procura que sean sin costuras, de tu talla y de un color que se funda con tu piel. Y, aun así, comprueba que no se marcan.


Tangas


Los tangas pueden ser una buena elección para que tu ropa interior no se note bajo la ropa. Eso sí, deben ser tu talla exacta y las tiras no deben apretarte en la zona de la cadera. Opta por ellas cuando lleves pantalones vaqueros y de otros tejidos ajustados, y también con los leggins, sobre todo si no llevan bolsillos. En el caso de los pantalones blancos, procura que sean de color nude.


Tanga


El ajuste perfecto


Procura que las hombreras y el cierre del sujetador estén bien ajustados. Si están muy sueltos, las hombreras acabarán cayendo por tus brazos y se acabarán notando, incluso pueden asomar por el bajo de las mangas si estas son cortas; y si lo que llevas suelto es el cierre trasero o delantero, el sujetador se subirá o bajará sin control, aparte de que no ejercerá la función de sujeción, que es para lo que está diseñado. Y si tanto hombreras como cierre están muy apretados, se te marcarán en la piel sacándote michelines y rollitos impertinentes, incluso aunque no te sobre ni un gramo de grasa; por no hablar de que formarán marcas muy feas en tu ropa.


El gran secreto: la ropa interior moldeadora


Las prendas interiores moldeadoras pueden ser tus aliadas, porque limpiarán tu silueta. Puedes llevarlas solas o sobre tu braguita y tu sujetador, de modo que no se noten marcas ni costuras. Estas prendas son de lo más útil, incluso aunque seas muy delgada, porque consiguen que la ropa se asiente de forma más elegante y fluida sobre el cuerpo. De hecho, muchas modelos los llevan también en desfiles y fotografías.


El secreto de estas prendas está en escoger la más adecuada a tu fisionomía y a la ropa que te vas a poner encima. Por ejemplo, si vas a vestir un pantalón ceñido, evita las fajas moldeadoras que llegan a medio muslo, porque el probable que se te marque tanto el borde de la pernera de la faja como el posible rollito que se haya formado en la pierna si te queda apretada. En este caso que te comento, será mejor que optes por una faja de las que llegan hasta la cadera y que tienen una tela más fina en la zona que va de la cintura a la cadera, incluso en la zona de los glúteos, que se nota menos, pero que recoge y alisa igual.


Los panties


Otros grandes salvadores son los panties, porque crean una capa extra entre tu ropa interior y las prendas exteriores, además de alisar ópticamente la silueta. Y si son moldeadores, con más razón. Eso sí, ten cuidado de que los panties no se peguen al tejido o el forro de la ropa que lleven encima, porque todo lo que ganes escondiendo la ropa interior, lo perderás cuando se te arrugue o se te suba mientras caminas.


Mujer con panties y maxicamiseta


Las combinaciones


Aunque parezca que es una prenda de abuela, lo cierto es que puede ser muy útil para que la lencería no se marque. Es especialmente útil en el caso de las prendas claras. Si te no gustan los diseños de este tipo de prendas (suelen ser algo viejunos), puedes pedirle a tu modista que te haga un forro del color adecuado que funcione como fondo


Echa la vista hacia atrás...


Antes de salir de casa, mírate la parte trasera de tu outfit para comprobar si se marca o si se transparenta. No está de más que te agaches y que te mires con luz natural. Ojo con los pantalones blancos, los pantalones pitillo y con los leggins porque pueden ser muy traicioneros.




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31 agosto, 2016

Cómo Lavar y Cuidar Tu Ropa Interior

Quizás porque la ropa interior está en contacto con la piel más delicada, requiere casi tantos cuidados como ésta. Todas sabemos con qué facilidad se deforma un sujetador, se decoloran unas braguitas o se estropean unas medias. Y lo que cuestan...

 
Para cuidar tu ropa interior, a continuación encontrarás algunos consejos que pueden ser útiles. Venga, no te los pierdas y cuida tu lencería como se merece...



Cómo lavar y cuidar tu ropa interior

 
Antes de nada

 
Debes tener en cuenta que, aunque mimes mucho tu ropa interior, acabará deteriorándose con el tiempo, sobre todo si la usas muy a menudo. Especialmente los sujetadores, que pueden acabar perdiendo capacidad de sujeción con el tiempo. Así que estos consejos son para que se conserve en buenas condiciones durante más tiempo, aunque los milagros no existen.

 
Otro punto a tener en cuenta es la calidad. Cuanto mejor sea la ropa interior, más fácil te será conservarla en buenas condiciones si tomas algunas precauciones. Una prenda de mala calidad, por mucho que te esfuerces, se estropeará rápidamente. Esto no significa que gastes mucho dinero, sino que lo hagas con cabeza. Siempre es mejor esperar a las rebajas y comprar buenas prendas a precios bajos, porque lo barato suele salir caro. 

 
Si te es posible, ten un pequeño arsenal de braguitas de algodón para utilizarlas los días más complicados del período, puesto que hay más posibilidades de que se manchen. Pueden ser bonitas, por supuesto, pero también deben lavarse con facilidad. Si usas tus braguitas más bonitas en esos días puede que te lleves algún disgusto.
  

Al comprar

 
Lee las etiquetas de tus prendas de ropa interior para saber cómo tratarlas. Como la mayoría de nosotras las cortamos según las compramos para evitar que se vean o nos rocen, puedes hacer tres cosas: memorizarlas, guardarlas (identificando de qué prenda son, claro) o apuntar sus características en una libreta. Esto es especialmente importante cuando se trate de prendas muy delicadas o muy costosas.

 
Para conservar mejor los colores y la textura de tu ropa interior, puedes dejarla en remojo con un puñadito de sal gruesa o un chorrito de vinagre blanco durante unos minutos antes del primer lavado.

 
El lavado

 
Lo más apropiado para mantener tu lencería en buenas condiciones es lavarla a mano, aunque puedes utilizar la lavadora con un programa adecuado (lavado a mano, ropa delicada o corto).

 
Programa la lavadora para un lavado delicadoTanto a mano como en lavadora, procura usar agua tibia, nunca muy caliente. Lo ideal que es que no supere nunca los 30º.

 
Cuando laves a mano, hazlo en un barreño, nunca en el lavabo o el fregadero. En estos últimos pueden quedar restos de lejía, detergentes, grasa o suciedad que puede transferirse a las prendas.

 
Deja en remojo la ropa interior durante unos 10-15 minutos, con el detergente suave. Luego introduce y saca varias la prenda en el agua para irla lavando y, si es necesaria una limpieza más profunda, frota el tejido con delicadeza.

 
Enjuaga por completo para eliminar cualquier resto de jabón, porque no sólo dejará tu prenda con un color blanquecino y una textura áspera, además esos resíduos pueden irritar la delicada piel con la que está en contacto la ropa interior.

 
Evita lavar prendas de seda o raso en la lavadora, porque las estropearás. 

 
Haz distintas coladas según su color, así no habrá transferencias indeseadas. Que todas hemos acabado con algún sujetador con un tono rosado que no era el que tenía cuando lo compramos...

 
LenceríaCuando laves sujetadores, recuerda cerrarlos, así evitarás que se enreden o se enganchen en otras prendas.

 
Si vas a lavar medias, hazlo siempre por separado y a mano. Ten cuidado de no frotar demasiado, para no dañar el tejido. Acláralas muy bien y tiéndelas con cuidado para que no se deformen ni se enganchen. Una buena idea es hacerlo sobre perchas de plástico que no tengan relieve o rebabas, echándolas simplemente sobre el listón horizontal.

 
Si la ropa interior tiene aplicaciones o adornos, ten cuidado de que no puedan engancharse con otras prendas durante el lavado.

 
Si vas a lavar la ropa interior en la lavadora, utiliza siempre una bolsa especial para este tipo de prendas. De este modo tendrás la lencería a salvo de enganchones y rozaduras con ropa más recia

 
Los detergentes

 
Utiliza jabones neutros o especiales para ropa delicada. Evita los detergentes en polvo y opta por los líquidos. Si no tienes jabón líquido a mano, te la precaución de disolver bien el producto en polvo en el agua antes de introducir las prendas.

 
No emplees mucho detergente para lavar tu ropa interior. Son prendas pequeñas y que no se ensucian demasiado, así que no requieren una gran cantidad de jabón. Si te excedes, te costará muchísimo eliminar todos los restos de detergente.

 
Evita la lejía, aunque se trate de ropa interior blanca. Lo único que conseguirás es dañarla y que acabe con un feo color grisáceo. El remojo con sal o con bicarbonato de sodio servirá para mantener tu ropa interior más blanca.

 
Si añades al agua del lavado una cucharadita de bicarbonato de sodio, conseguirás que las prendas queden suaves y desodorizadas. Aunque no lo parezca, es el perfecto sustituto del suavizante.

 
El secado

 
Jamás seques tu lencería en la secadora, especialmente si tiene lycra, seda o encajes. La secadora adquiere mucha temperatura y acabará deformando o encogiendo las prendas, incluso puede acabar derritiendo algunos encajes y otros tejidos sintéticos. 

 
Ropa interior en el tendederoSi necesitas secar alguna prenda con rapidez, puedes colocarla sobre una toalla limpia y seca y hacer un rollito con ella, teniendo en cuenta que no debes ni retorcer ni apretar mucho. Otra opción es utilizar la centrifugadora de verduras, sí, esa que utilizas para secar la lechuga después de lavarla. Eso sí, cuando la uses, hazlo de forma delicada y teniendo cuidado de que ninguna parte de la prenda se pueden enganchar. 

 
Nunca retuerzas las prendas de lencería para secarlas, porque las deformarás sin solución.

 
Si quieres que la ropa interior no se deforme, sobre todo corpiños y sujetadores, puedes dejarlos secar en horizontal sobre el tendedero, por ejemplo, sobre una toalla limpia. Tardarás más en secarlos, pero quedarán perfectos.

 
Evita secar este tipo de prendas al sol, porque perderán color y acabarán con un tacto áspero.

 
Más consejos

 
No planches tu lencería, por muy enemiga que seas de las arrugas.

 
Nunca laves la lencería en seco. En la tintorería no te la admitirán, pero nunca está de más el decirlo.

 
Almacenamiento

 
Guarda tu ropa interior en cajones o contenedores en los que no se puedan enganchar en ningún sitio. Los cajones de madera sin forrar, pueden convertirse en un campo minado para tus prendas más delicadas. Si es tu caso, puedes utilizar papel de seda o tela para proteger tu lencería.

 
Para tus conjunto más delicados, puedes recurrir a bolsas individuales, de ese modo los protegerás al máximo. Ojo, que las bolsas deberían poder transpirar, para evitar que si hay algún resto de humedad en la prenda puedan proliferar mohos y otros invitados indeseables. 

 
LenceríaDobla los sostenes para que no se deformen. Si es necesario, hazlo con ambas copas estiradas para evitar que los rellenos se marquen y se arruguen.

 
Ten cuidado con las bolsitas perfumadas y ambientadores, porque pueden manchar tus prendas. Si vas a colocarlas en los cajones, haz una prueba de que no destiñen ni manchan.

 
Guarda tus conjuntos de lencería y las prendas que suelas utilizar al mismo tiempo juntas, así cuando la necesites no tendrás que revolver en tus cajones para encontrar lo que buscas y evitarás enganchones, desorden y tocar la ropa interior sin necesidad.

 
Guarda tus medias en sus embalajes originales y, si ya nos los tienes, utiliza bolsas para guardarlas de forma individual. Si tienes las manos muy secas o una uña astillada, antes de guardarlas o sacarlas de su embalaje, date crema o límate la uña; o en su defecto ponte unos guantes para hacerlo.




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