Y no es por asustarte, pero esos toques accidentales con las manos sucias puedes darte más de un disgusto: gripes, catarros, bronquiolitis, meningitis, hepatitis, infecciones e intoxicaciones gastrointestinales, infecciones oculares y dermatológicas...
Por eso en este post quiero darte todas las claves para conseguir una buena higiene en tus manos. Venga, no te lo pierdas.
Cuándo lavárselas
Antes de...
Comer
Cocinar
Curar heridas
Cuidar a enfermos
Cuidar, alimentar, tomar en brazos o jugar con un bebé
Ponerse o quitarse las lentes de contacto
Aplicarse productos de belleza
Tocar a cachorros que estén sin vacunar
Después de...
Volver de la calle
Montar en transporte público
Manipular comida cruda
Ir al baño
Cambiar pañales o productos de higiene femenina
Curar heridas
Estornudar o toser
Tocarse el cabello
Un entrenamiento o una clase en el gym
Tocar dinero o tarjetas de crédito
Tocar un teclado o la pantalla táctil de un dispositivo móvil
Tocar el calzado
Limpiar la casa
Sacar la basura
Manipular productos tóxicos
Tocar animales
Qué utilizar
La mejor opción es la combinación de agua (potable) y jabón.
Procura que el agua esté preferentemente tibia, puesto que si está fría no arrastra los microorganismos y si está muy caliente puede dañar y resecar tu piel. La temperatura ideal, entre los 20 y los 37ºC.
El jabón debería ser neutro, sin parabenos, poco perfumado (para evitar alergias e irritaciones) y con agentes hidratantes para proteger la piel de las manos.
El formato del jabón puede ser líquido o en barra, aunque la presentación del primero es más higiénica que la segunda. Si se trata de jabón líquido, acuérdate de terminarlo hasta el final y limpiar el envase a conciencia antes de rellenarlo, incluso la rosca y el interior del tapón. O utiliza envases desechables, aunque es la elección más cara y menos eco. En el caso de las pastillas, una parte de las bacterias, la suciedad de la piel y las células muertas terminan quedando pegadas en ellas, así que quizás no sea el formato más eficiente para lavar tus manos.
Si no tienes disponible agua y jabón puedes recurrir a los geles antibacterianos, aunque no suelen ser tan efectivos y resecan la piel.
Cómo lavarse las manos
Para que un lavado de manos sea efectivo debe durar un mínimo de 15-20 segundos. Aunque lo ideal para conseguir una higiene perfecta es dedicarle entre 30-45 segundos.
Mójate las manos con agua, procurando que el agua llegue al dorso, a las palmas y a las muñecas.
Toma una cantidad de jabón que sea suficiente para cubrir toda la superficie de las manos una vez emulsionado con el agua.
Primero frota las palmas de las manos entre sí y luego entrelazando los dedos. Continúa frotando la palma de una mano contra el dorso de la otra y viceversa, y hazlo entrelazando los dedos para limpiar los espacios interdigitales. Después realiza el movimiento anterior, pero en lugar de con la palma, con el dorso, sin olvidarte de los dedos.
Frota también las muñecas. Se suelen olvidar, aunque se ensucian igual que el resto de las manos.
No te olvides de los dedos. Frota el pulgar del cada mano con un movimiento rotatorio, insistiendo en el espacio que hay entre ese dedo y el anular. Luego frota la punta de los dedos de una mano contra la palma de la otra con movimientos circulares, y repite con la otra mano.
Si has hecho trabajos en los que se puedan haber ensuciado las uñas, cepíllalas bien. No es necesario que lo hagas cada vez que te laves las manos, pero sí que conviene que las cepilles una vez al día y si te manchas con tierra, fertilizantes, químicos que puedan ser tóxicos, residuos de origen animal, carnes crudas...
Enguágate bien con agua, hasta eliminar cualquier resto de jabón.
Si ves que todavía queda suciedad, repite la operación.
Tras el lavado, evita tocar el grifo para cerrarlo, salvo que tenga cierre automático. Piensa que cuando lo abriste, tenías las manos sucias ( y todos los que lo hayan tocado anteriormente). Si quieres mantener la higiene conseguida durante el lavado, deja una toalla de papel al lado del lavabo para utilizarla para cerrar el grifo sin entrar en contacto con él.
El secado
Lo más recomendable es secarse las manos con aire, toallas de papel de un solo uso o con toallas textiles de uso individual que se laven tras cada secado.
Las toallas textiles no son la mejor elección, sobre todo cuando son de uso público o, siendo de uso familiar, no se lavan con frecuencia. La humedad constante, los restos de jabón y la posible suciedad que haya quedado te ensuciarán las manos de nuevo según las toques.
Las toallas textiles sólo deben usarse para secar las manos si están muy limpias |
Seca bien toda la superficie de tus manos, sin olvidar los espacios entre los dedos, la palma, el dorso y la muñeca.
Y después de escribir este post, yo me lavo las manos... 😄
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La primera vez que apareció el post Consejos Imprescindibles para un Lavado de Manos Perfecto fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
Consejos imprescindibles para un lavado de manos perfecto by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
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