¿Qué haces con tu ropa nueva cuando llegas a casa? Probablemente la lavas (algo que deberíamos hacer todos sí o sí), la planchas, la cuelgas en la percha o la pones en un cajón y finalmente la estrenas. Pero... ¿y qué haces con las etiquetas que todas las prendas llevan cosidas?
Si eres de esas personas que las dejan en su sitio hasta que desechas la ropa, te invito a que leas este post, te doy algunas razones (de peso) para retirar las etiquetas de tus prendas antes de ponértelas.
Motivos para cortar las etiquetas de la ropa
✽ Las etiquetas de las prendas que se llevan en contacto directo con la piel pueden molestar, picar o irritar, o incluso producir alergias.
✽ En algunos casos la cantidad y el volumen de etiquetas son excesivas, por lo que pueden abultar o incluso deformar las prendas.
✽ Si el tejido es muy liviano, las etiquetas se transparentarán sí o sí. Además, las telas muy ligeras o delicadas, pueden terminar estropeándose precisamente por las puntadas que las fijan o por el roce de éstas con la prenda.
✽ Y si se trata de ropa muy ceñida, las etiquetas se marcarán de una forma muy poco estética.
✽ Por otra parte, el hecho de no retirar las etiquetas de las prendas tiene mucho que ver con la relación que establecemos con ellas, y Marie Kondo es una de las que lo afirma (y la secundo). Al fin y al cabo cuando cortas las etiquetas haces realmente tuya la ropa, porque mientras está etiquetada pertenece de forma simbólica al fabricante y al establecimiento en el que la has comprado. Y cuando no sientes que las prendas son tuyas, es fácil que las arrincones y que incluso no llegues a estrenarlas.
Y también algunos inconvenientes...
✽ Si retirar las etiquetas es una buena idea, teniendo en cuenta los motivos que te he comentado antes, también tiene dos inconvenientes que debes valorar. Por una parte, la información que contienen es importante, ya que necesitas saber cuáles son las recomendaciones de lavado, secado, planchado y mantenimiento; incluso es conveniente saber quién es el fabricante por si necesitases hacer alguna consulta o reclamación. Y por otro lado, si quieres vender la prenda de segunda mano, todos sabemos que el precio de la misma se incrementa si mantiene el etiquetado. Los dos inconvenientes tienen fácil solución, así que no te preocupes.
✽ Saca una foto a la prenda y también a su etiqueta antes de cortarla. Luego almacénalas en un archivo específico y mantenlas en él hasta que te deshagas de esa pieza de ropa.
✽ Guarda físicamente las etiquetas físicas una vez que las hayas cortado. Puedes pegarlas a pequeñas hojas en las que identifiques la prenda a la que se las has retirado y guárdalas. Puedes usar un cuaderno, un álbum, una cajita. No hace falta que esto lo hagas con toda la ropa, únicamente te compensa hacerlo con aquella que tengas intención de vender luego o que sean muy costosas.
Un consejo útil
✽ Descose las etiquetas cuidadosamente con un cortahilos de costura o con unas tijeras con una buena punta, evitando cortarla dejando los extremos cosidos a la prenda. Si dejas estos extremos, es probable que te rocen todavía más que cuando estaban completas, que se transparenten o que estropeen el tejido.
¿Ya retirabas todas las etiquetas de tu ropa antes? ¿Lo harás a partir de ahora después de leer este post? Yo confieso que todavía no lo hacía con todas y ahora mismo me voy a por las tijeras...
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La primera vez que apareció el post Motivos para Cortar las Etiquetas de Tu Ropa fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
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