20 marzo, 2019

Lavar Frutas y Verduras: Imprescindible

¿Lavas las frutas y las verduras antes de consumirlas? ¿Y lo haces correctamente en el caso de que sí que las limpies?  Porque es un asunto realmente importante, puesto que si no las lavas bien puedes poner en riesgo tu salud, mucho más de lo que piensas. Sigue leyendo y te doy todas las claves para consumir las frutas y verduras con seguridad.


Lavar frutas y verduras: imprescindible


Cuándo lavar frutas y verduras



  • Debes lavar las verduras y frutas cuando vayas a consumirlas en crudo y con su piel.
 
  • Incluso si vas a pelar verduras y frutas, conviene lavarlas, porque puedes arrastrar las bacterias y pesticidas, herbicidas e insecticidas que puedan encontrarse en su superficie con el cuchillo, el pelador o incluso con la mano.

  • También deberías lavarlas cuando se trate de productos orgánicos, para eliminar los microorganismos que puedan encontrarse en ellas al haber estado en contacto con la tierra, o debido a su distribución y manipulación. Piensa que los orgánicos no llevan pesticidas peligrosos en su piel, pero sí que pueden portar gérmenes y otros productos dañinos, puesto que están en contacto con la tierra, con el riego y están sometidos a manipulación y transporte. 


Motivos para hacerlo


Las frutas y las verduras están en contacto con la tierra en la que están plantadas, con el polvo, con la contaminación, con pesticidas y con químicos peligrosos, que principalmente se depositan en su piel. Si únicamente frotas la manzana que te vas a comer con la manga de tu jersey, no los retirarás en absoluto y pasarán de su piel a tu organismo.


También debes tener en cuenta que se pueden contaminar con todo tipo de gérmenes que pueden darte más de un disgusto. Piensa que el agua del riego puede estar contaminada, por ejemplo, con heces de animales. Y ten presente que las frutas se manipulan y se distribuyen pasando por muchas manos, que no siempre están limpias, ni sanas. Por no hablar de que puede haber piezas que se caigan al suelo en camiones o almacenes.


Puedes terminar con problemas gastrointestinales más o menos serios, con reacciones en la piel, incluso con infecciones de lo más desagradable.


Lavar frutas y verduras: imprescindible


¿Y hay motivos para no lavarlas?


No,  ninguno. Hay quien dice que pierden propiedades y nutrientes, pero no es cierto. 


El único cuidado que hay que tener es el de no dañar las piezas durante el lavado y no tenerlas demasiado tiempo en remojo para que no se acelere el proceso de degradación y que puedan proliferar microorganismo con la humedad.


Cómo lavarlas


En general 


Debes tener en cuenta que no vas a poder esterilizar las frutas y verduras por mucho que las laves, aunque siempre podrás eliminar la mayor parte de tóxicos y gérmenes.


Lo primero que tienes que tener en cuenta es que todos los utensilios que emplees deben estar limpios, incluidas tus manos. Así que lava tus manos de forma minuciosa y procura que los cuchillos, peladores, tablas de cortar, escurridores y encimeras estén impolutos.


Verduras dentro de un colador


Si vas a utilizar cepillos para limpiar las frutas y verduras, estos deben utilizarse únicamente para ese fin y estar siempre impecables. Lo mismo sucede si vas a emplear un estropajo, por lo que deberías evitar usar el mismo que uses para fregar los platos. 


En caso de que vayas a utilizar el fregadero, este debe estar bien limpio y perfectamente aclarado para que no queden restos de detergentes.


Retira las etiquetas de las piezas antes de lavarlas, porque si no lo haces no podrás limpiar la piel o cáscara que hay bajo su superficie.


Y no te olvides de eliminar las partes dañadas o mohosas antes de lavarlas, porque pueden contaminar el resto de la pieza.


¿Qué usar para lavarlas?


La mejor manera de lavarlas, según los expertos, es utilizar agua potable, mejor si es del grifo. Aunque no sea muy ecológico, en muchos casos la forma ideal de hacerlo es al chorro, como con las verduras de hoja verde.


Si quieres utilizar algún producto extra para lavar tus verduras y frutas, puedes hacerlo, aunque parece que no es más efectivo que hacerlo sólo con agua. Puedes usar:


Agua con bicarbonato (mezcla de 10 gr. de bicarbonato x 1 l. de agua o proporción equivalente).
Déjalas en remojo en esta solución durante 1-2 minutos.


Agua con sal (mezcla de 10 gr. de sal común x 1 l. de agua o proporción equivalente). Déjalas en remojo en el agua salada durante 1-2 minutos.


Agua con vinagre (mezcla de 10 ml. de vinagre x 1 l. de agua o proporción equivalente). Esta mezcla tiene un inconveniente, y es que puede dejar olor y sabor en tus verduras y frutas. Remojo: 1-2 minutos.


Agua con lejía de uso alimentario (unas pocas gotas por l. de agua). En este caso debes aclarar al menos dos veces para eliminar cualquier resto de lejía. Tiempo de remojo: 1-2 minutos.


Lo que no deberías emplear nunca es jabón, incluso si se trata de lavavajillas, porque no conseguirás eliminar todos los restos y acabarán ingiriéndolos.


Según el alimento


Verduras


Las de hoja verde lávalas bajo el chorro, cada una por separado. Seca las hojas ayudándote de un centrifugador, si no tienes uno puedes usar un paño limpio o papel de cocina.


Verduras bajo el agua


En el caso del brócoli, la coliflor o el romanescu, déjalas en remojo unos pocos minutos. Mueve el agua para que se limpien bien todas las flores. Luego tendrás que retirar el agua sucia y enjuagar bien y secarlas finalmente.


Para el resto de verduras y tubérculos límpialas bajo el grifo o déjalas en remojo un par de minutos y luego límpialas ayudándote de un cepillo o estropajo suave que únicamente uses para ese fin. Acláralas y sécalas.


Los hongos y setas son un tema delicado, porque no se recomienda lavarlos para que conserven todas sus cualidades. Para limpiarlos puedes utilizar un paño o toalla humedecida, pasándola con delicadeza sobre su superficie o bien cepillarlos con un cepillo de cerdas muy suaves, enjuagarlos un poco y secarlos con un paño o una hoja de papel de cocina.


Frutas


Las frutas en general se lavan enjuagándolas bajo el chorro, luego cepillándolas o pasándoles un estropajo suave con delicadeza por su superficie (en el caso de que tengan una piel consistente), para terminar enjuagando y secando bien.


Cerezas bajo el agua


Las frutas muy delicadas como las fresas, las frambuesas o los arándanos, se lavan con agua fría (sólo con agua) al chorro o dejándolas en remojo unos instantes (sobre todo uvas) y enjuagándolas rápidamente. En cualquier caso, una vez limpias, déjalas en un escurridor o sécalas ligeramente con un trozo de papel de cocina y consúmelas inmediatamente. Estas frutas se degradan rápidamente si se mojan, así que no debes lavarlas hasta que no vayas a comerlas.


¡Ah, se me olvidaba lo más importante! Consume las 5 raciones de frutas y verduras recomendadas al día, limpias, eso sí.





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La primera vez que apareció el post Lavar Frutas y Verduras: Imprescindible fue en el blog de La Meiga y Su Caldero


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