¿Quieres lucir unos taconazos y te da miedo en pensar cómo terminarán tus pies después de un par de horas con ellos puestos? El sentido común y los médicos te dirán que te olvides de ellos y que te pongas un tacón de un máximo de 4 cm. (y tienen razón), pero como tú y yo sabemos que eso no va a ocurrir, aquí tienes 18 tips que te serán útiles para aguantar el tipo desde las alturas... de tus zapatos.
1.- Elige unos buenos zapatos, bien construidos y fabricados con materiales naturales. Eso no quiere decir que sean caros, pero sí bien elegidos. Si buscas con un poco de paciencia, puedes encontrar establecimientos que venden buenos zapatos a un precio muy razonable: de otras temporadas, muestrarios, etc. Si no vas buscando la última moda, sino piezas de fondo de armario, estas tiendas son la mejor opción.
2.- Pruébate los zapatos al final del día, para que ya se hayan hinchado con el trajín de todo el día. Y que no se te olvide probarte los dos, para comprobar que son iguales y que los soportas sin problemas. Si ya te molestan en la tienda, ni lo intentes.

4.- Procura que los zapatos sean de tu número. Si son muy pequeños, te apretarán y no los soportarás mucho tiempo, por no hablar de las rozaduras y ampollas. Si son grandes, tus pies bailarán dentro del calzado; lo que se traduce en dolor en la planta del pie, porque este resbala hasta una posición no adecuada dentro del zapato; y en dolor en los deditos, porque los llevarás encogidos para evitar que se te salga.
5.- Los zapatos de salón son muy bonitos, pero el pie acaba resbalando hacia la punta al no tener nada que lo retenga. Esto no te sucede con zapatos planos, porque el pie queda en horizontal y no tiende a deslizarse dentro del zapato. Para evitarlo tienes dos opciones: utilizar calzado con pulsera en forma de T o al tobillo o ponerte un antideslizante.
6.- Hablando de antideslizantes, tienes muchas opciones donde elegir: plantillas de silicona (Party Feet, Foot Petals, etc.) o una tira de esparadrapo o cinta de doble cara justo debajo de la almohadilla del pie (personalmente, prefiero la primera opción). La ventaja del esparadrapo es que también puedes utilizarlo con sandalias, porque es invisible y no se mueve.

8.- Y, por supuesto, elige unas medias que no hagan que tus pies se escurran en el interior del calzado, porque también pueden convertirse en un problema.
9.- Otro inconveniente que puede convertir tus tacones en un pequeño infierno es que tus suelas patinen. Para evitarlo hay muchos trucos que te serán útiles. Los puedes encontrar aquí.
10.- En caso de que tu problema sean las rozaduras, el mejor remedio son los sticks y pomadas antirozaduras. A mí me encanta el stick de Compeed.
11.- Para evitar el dolor, tanto antes como después de utilizar tacones, puedes masajearte con una crema con harpagofito, que es analgésico y antiinflamatorio. Es un remedio natural muy eficaz, que no está de más tener en el botiquín (y en el bolso, si prevés que te van a doler los pies). Un consejo plus: si dejas el tubo en la nevera, estará fresquito y te hará más efecto.
12.- Ni se te ocurra estrenar tus taconazos sin haberlos domado durante unos cuantos días. Póntelos todos los días un rato antes del estreno, así evitarás sorpresas desagradables.

14.- Y, por supuesto, deben estar bien hidratados, porque así se evitarán las rozaduras y molestias. Eso sí, aplícate la crema un rato antes de ponerte los zapatos, para que se absorba completamente y no te resbalen los pies.
15.- No te olvides de llevar unos zapatos de repuesto o unas bailarinas plegables en el bolso, por si las cosas fuesen a mayores.
16.- No permanezcas mucho tiempo de pie y sin moverte del sitio con los tacones. Anda, aunque sólo sea unos pasos, cada poco rato. Así evitarás que tus zapatos te terminen torturando. Y si puedes bailar, mejor aún, así ni te acordarás de tus pies.

18.- Y, si la cosa está que arde y no tienes a mano ningún spray o gel relajante (el de Yves Rocher es fantástico), pídele al camarero un poco de hielo y pásatelo por la planta del pie o por la zona que tengas dolorida. Al principio te resultará casi insoportable, pero luego verás que es todo un alivio.
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