21 febrero, 2013

Trucos Sencillos para Evitar las Temidas Espinillas (I)

El acné ese viejo conocido que nos acompaña desde que entramos en la pubertad y desaparece... cuando le viene en gana. En ocasiones se trata de un sólo comedón inoportuno y con afán de protagonismo, otras se trata de un verdadero calvario.


Eliminar el acné es un asunto complejo, sobre todo cuando se trata de casos graves; prevenirlo cuando se trata de unas espinillas aisladas, es algo más sencillo, así que a continuación te dejo unos cuantos tips. Como ya es costumbre, estarán divididos en dos partes.


Aquí comienza la primera:


Dos consejos de oro

    Ante un acné grave, consulta con el dermatólogo
  • Si tu problema no consiste en unos cuantos comedones fastidiosos y se trata de algo más, no lo dudes, acude a tu dermatólogo cuanto antes, porque puede que necesites algún tipo de medicamento o de tratamiento tópico con receta. Los casos de acné más graves sólo los puede tratar el médico, olvídate de recetas milagrosas.
  • Nunca, nunca, te revientes los granitos y espinillas. Piensa que puedes extender la infección, provocarte cicatrices e inflamación... y todo por un momento de debilidad frente al espejo.


Higiene

  • Debes ser escrupulosa con la limpieza de tu rostro, pero sin pasarte. Lavarte de manera excesiva y frotarte la cara a conciencia pueden tener un efecto contraproducente. Los lavados muy frecuentes provocan sequedad, irritación y un debilitamiento de las defensas de la piel; pasaportes directos hacia el país de la espinilla.
    Los jabones naturales son tus mejores aliados
  • Utiliza jabones naturales que respeten tu piel. La mayoría de los jabones que se fabrican de manera industrial tienen detergentes muy agresivos para la piel de tu rostro, lo mejor es optar por jabones de incluyan aceites (coco, argán, oliva, etc.) y que estén enriquecidos con otros componentes naturales beneficiosos para la salud de tu piel (rosa mosqueta, árbol del té, caléndula, eucalipto, etc.). 
  • Apúntate a la higiene facial profesional periódicas. Notarás la diferencia.
    Las toallas, siempre limpias
  • Cuando te seques la cara, utiliza una toalla suave o un tissue. Si optas por la toalla, no utilices la misma que la de las manos, usa una sólo para el rostro y cámbiala con mucha frecuencia. Mejor si la cambias a diario.
  • Acuérdate también de usar una toalla limpia cada vez que vayas al gimnasio, playa o piscina. 
Cuida al máximo la higiene de tu almohada
  • Mantén una higiene escrupulosa con la almohada y tu ropa de cama. Son el lugar perfecto para que proliferen todo tipo de microorganismos nocivos para tu piel (y para el resto de tu salud).
  • Evita llevar el pelo en la cara. Si lo llevas por coquetería, procura retirártelo de la cara cuando estés en casa y a la hora de dormir. Y, por supuesto, lávatelo con frecuencia; la grasa y la suciedad del pelo puede contaminar tu piel.
    Extrema la limpieza de tus gafas, lo agradecerás
  • Si llevas gafas, de sol o graduadas, desinféctalas de forma periódica. Pueden ser una fuente de espinillas, sobre todo en las aletas de la nariz.
  • Evita tocarte la cara constantemente. Por mucho que te laves las manos, es muy fácil que puedas contaminarte con todo tipo de virus y bacterias.


Hasta aquí la primera parte de este post. En la próxima trataré la importancia de la dieta, los cosméticos, los productos de tratamiento, el sol y el sudor a la hora de evitar las espinillas.


Continuará...


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