Hay veces en las que para aprovechar bien un tubo de cualquier producto acaba siendo una tarea imposible. Apretamos y apretamos, nos dejamos dedos y uñas en el intento, pero no conseguimos terminar el dichoso tubo.
Esto es especialmente difícil en los tubos que están hechos de material plástico: pasta de dientes, crema facial, pomada, pegamento, silicona, etc.
Una forma sencilla de hacerlo es emplear un binder (esas pinzas metálicas que se usan en las oficinas) o las típicas pinzas de plástico de Ikea.
Estas pinzas hacen presión en el tubo para que salga el producto y lo mantienen así para el siguiente uso, facilitando acabar el tubo hasta el final.
A continuación os dejo unas fotos de cómo hacerlo. El resultado no es estético, pero sí útil.
Con un binder:
Con una pinza de Ikea:
Si queda algo de producto una vez que hayáis utilizado este truco hasta el final, sólo tenéis que cortar el tubo cerca de la rosca con unas tijeras y aprovecharlo.
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