Por eso en este post quiero darte algunos consejos para combatir la hinchazón y el recalentamiento de los pies, aunque antes deberías consultar con tu médico, porque estos síntomas pueden esconder enfermedades como la insuficiencia cardíaca o renal. Si descarta algún problema médico, lo más probable es que tu hinchazón y recalentamiento se deba a que tus venas se dilatan con el calor y, al acumularse sangre en ellas, se produce también una retención de líquidos.
Aquí tienes los consejos...
La prevención
Haz ejercicio de forma regular. Es bueno para todo, como bien sabes, también para prevenir y combatir la hinchazón de tus pies y tobillos.
Por la noche utiliza una pelota de tenis o un rodillo para masajear la planta de tus pies. En el caso de la pelota, sólo tienes que poner la planta del pie sobre ella, haciendo movimientos circulares y lineales. Luego sólo tienes que cambiar la pelota de pie y hacer la misma rutina. Con el rodillo, tendrás que hacer rodar la planta del pie, desde los dedos hasta el talón. Si tienes problemas musculares o esqueléticos, consulta con tu médico si estos ejercicios son apropiados para ti.
También puedes sentarte en el suelo, sobre una colchoneta, con las piernas estiradas y la espalda bien recta y hacer rotaciones con los tobillos, en el sentido de las agujas del reloj y en sentido contrario. Haz varias repeticiones con ambos pies. Otro ejercicio que también te vendrá bien es el de estirar todo lo que puedas la punta de los pies hacia delante (casi como si fueses una bailarina haciendo puntas) y luego hacia ti, procurando que se levanten los talones ligeramente de la colchoneta.
Lleva zapatos cómodos, preferentemente abiertos, para que el pie respire. Evita las tiras, cordones y cintas que puedan apretarte demasiado, porque empeorarás la hinchazón, puesto que dificultarán la circulación.
Evita la ropa ajustada, sobre todo los calcetines y medias.
Cambia los baños de agua caliente por las duchas tibias. Si alternas el agua templada y la fría, mucho mejor. Dirige el chorro desde la planta del pie y ve subiendo hacia la pierna.
No te expongas al sol, porque la hinchazón y el recalentamiento serán mayores. Por no hablar de los daños que puede causarte el sol, sobre todo en las horas centrales del día y sin protección solar.
Duerme con los pies en alto, ayudándote con una almohada o haciendo un rollo con una toalla. O al menos eleva las piernas durante un rato, cuando sientas los pies muy hinchados.
Remedios naturales
Sales de Epsom
Se trata de sulfato de magnesio en cristal o gel, que tiene múltiples propiedades, entre ellas la de mejorar la circulación en los pies, relajarlos y desinflamarlos. Aunque los médicos no se ponen de acuerdo en si hay evidencias científicas acerca de sus beneficios, lo que sí te puedo asegurar es que a mí sí me funcionan.
Sólo tienes que llenar un barreño en el que puedas sumergir los dos pies con agua tibia y añadirle un par de cucharadas de sales. Si aguantas el agua fría, el resultado será mucho mejor. Unos 20 minutos son suficientes para notar los resultados.
Lo que sí te recomiendo es que después del baño con las sales, de apliques una crema nutritiva, porque resecan la piel.
Sal marina
Todo un clásico de nuestras abuelas, por algo será.
En un barreño añade agua tibia y un puñado de sal marina, mejor gruesa, dejando los pies en remojo durante 20-30 minutos.
Al igual que con las sales de Epsom, aplícate crema después.
Infusiones
Las infusiones de salvia, tomillo, romero, lavanda, eucalipto o menta, te ayudarán a reducir la inflamación de los pies y tobillos, además de refrescarlos y descansarlos. Utilizadas para poner los pies en remojo son un remedio agradable y eficaz.
Para hacer las infusiones, prepáralas en una taza, como si te las fueses a tomar, pero añade tantas bolsitas como litros de agua vayas a poner en el barreño.
Vierte agua tibia en la cuba, añade la infusión (con cuidado de que se haya mezclado bien para no quemarte), sumerge los pies durante 20 minutos y seca bien.
Plantas
Utiliza las mismas plantas que en el caso de las infusiones, pero con hojas o flores frescas. Introdúcelas en el agua, déjalas reposar durante 10-15 minutos y luego deja tus pies en remojo durante 20-30 minutos.
Aceites esenciales
En lugar de utilizar las anteriores plantas o flores en infusión o en fresco, puedes utilizarlas en forma de aceite esencial. Echa unas gotas del aceite en un barreño con agua tibia o fría y deja reposar tus pies en él durante 20 minutos.
También puedes utilizar los aceites para mezclarlos con un aceite neutro o vehicular (almendra, jojoba, coco, rosa mosqueta...) y masajear tus pies, tobillos y pantorrillas. Hazlo en sentido ascendente, para mejorar la circulación.
No utilices nunca los aceites esenciales sin diluir, porque pueden ser demasiado agresivos para tu piel. Disuélvelos en agua o en aceite si es que quieres frotarlos o masajearlos.
Compresas frías
Puedes mojar paños o toallas en agua fría y aplicártelos en pies y tobillos. Si quieres aumentar su eficacia, puedes impregnarlos con unas gotitas de aceites esenciales.
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La primera vez que apareció este artículo fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
Cómo prevenir y combatir los pies hinchados y recalentados by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
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