¿Te han invitado a varias bodas este verano? Si la respuesta es sí, la siguiente pregunta es ¿qué te vas a poner? Porque las bodas es uno de esos terribles campos minados para el vestuario, en los que es fácil dar un mal paso y saltar por los aires del estilo y sentirte cool-pable ;)
Para que seas la invitada perfecta en cualquier boda, en este post doble podrás encontrar varios consejos que te ayudarán a conseguirlo.
Toma nota...
En general
Para que seas la invitada perfecta en cualquier boda, en este post doble podrás encontrar varios consejos que te ayudarán a conseguirlo.
Toma nota...
En general
Una boda es un acto social, por lo que es importante guardar las formas en cuanto a vestuario, maquillaje y peinado. Incluso si la boda no es demasiado formal, conviene no arreglarse como lo haríamos a diario.
Nunca debes quitarle protagonismo a la novia, así que procura ir elegante y guapa, pero sin buscar ser el centro de atención.
Otra de las cosas que nunca debes hacer es ir vestida de blanco (o del color que vaya a ir vestida la novia). Si el traje blanco tiene grandes estampados en color, podría ser una de las salvedades, pero yo no me arriesgaría.
Recuerda siempre la máxima de “menos es siempre más” y aplícala cuando elijas tu outfit de invitada.
Sigue la ley del equilibrio, tanto en el vestuario como en los complementos y el maquillaje: si llevas un estampado importante, no deberías excederte con los complementos; si luces una gran pamela, los pendientes muy exagerados y barrocos no son tu mejor aliado; si tu peinado es muy elaborado, evita los tocados o flores para el pelo de grandes dimensiones o muy brillantes; si llevas los ojos muy marcados, los labios deberían ir en un tono muy natural, etc.
El vestuario
Evita las minifaldas y escotes exagerados no son apropiados para este tipo de eventos. Eso no quiere decir que tengas que ir tapada del cuello a los tobillos, por supuesto, sólo significa que una boda no es una fiesta de Nochevieja para adolescentes. Y esto es importante cuando se trata de una boda religiosa; si llevas mucho escote o luces un palabra de honor, te aconsejo que como muestra de respeto, te pongas algo por los hombros (una chaqueta, un fular o una pashmina serán perfectos).
El color negro (nuestro querido, socorrido y favorecedor negro) no es el más apropiado para las bodas, especialmente cuando se trata de ceremonias de día. Si no puedes vivir sin él, intenta al menos buscar complementos con colores vivos que resten seriedad al negro.
Hay tejidos que no son los más adecuados para una boda, incluso en invierno: denim, pana, punto grueso, etc. Son demasiado casual para un evento como una boda. En verano opta por tejidos vaporosos y ligeros. En invierno, puedes decantarte por tejidos más tupidos y lujosos ; incluso puedes combinarlos con prendas más livianas.
Un truco de estilo imprescindible: busca tejidos que no se arruguen, porque estarás mucho tiempo sentada y acabarás pareciendo un acordeón. Para comprobar si se arruga o no, aprieta la tela con las manos unos instantes y suéltala. Si se queda con más pliegues que un cachorrito de Shar Pei, elije otra prenda; si se queda más liso que una tabla, adelante.
Busca siempre vestidos y zapatos con los que te sientas no sólo guapa, sino también cómoda. Estarás muchas horas con ellos y no deberían hacerte pasar un mal rato. Además, piensa que la elegancia está totalmente reñida con la incomodidad.
El calzado
Mi consejo es que a una boda, por definición, vayas con tacones. Si no los aguantas de ninguna de las maneras, elige zapato con poco tacón o plano, pero procura que sea elegante y que combine bien con tu ropa.
Nunca estrenes zapatos el día de la boda, porque la experiencia puede ser un verdadero infierno. No seas optimista y pienses que vas a poder aguantarlos hasta que te pongas las bailarinas que lleves de repuesto para el baile porque, créeme, eso no sucederá. Llevar zapatos con cierto uso o ir domándolos los días anteriores al evento son una buena idea.
Si vas a lucir sandalias, no te olvides de una buena pedicura. No sólo por estética, también por comodidad; piensa que vas a pasar muchas horas de pie y bailando.
Te recomiendo los sticks de farmacia para evitar las rozaduras antes de ponértelos y meter en el bolso alguna tirita, por si acaso.
Las medias
Siempre que puedas lleva medias en una boda, incluso en verano. Huye de las medias muy tupidas y con mucho brilli-brilli.
Y una sugerencia: no utilices los típicos panties especiales para sandalias que dejan los deditos del pie al aire, porque no suelen funcionar salvo en casos muy concretos. Se nota mucho la transición piel-tejido (por mucho que nos intenten convencer de que no es así) y si las sandalias son de tiras finas se ve el corte y la tira de sujeción entre los dedos.
Si no las soportas y llevas traje corto, aplícate una crema o aceite con efecto bronceador o un maquillaje corporal en las piernas; conseguirás que tengan un aspecto más dorado y luminoso.
Los complementos
No lleves nunca bolsos de diario ni shopping bags. Los bolsos grandes y medianos, de piel y con correa ancha no son apropiados para una boda. Los imprescindibles: carteras, clutch, bolsitos joya (para la noche), etc.
Si no estás acostumbrada a llevar tocados, sombreros y flores en el cabello, quizás deberías hacerte una prueba antes de atreverte con ellos en la boda. Piensa que ni todas las mujeres ni todos los peinados están hechos para lucir un tocado, por mucho que estén de rabiosa actualidad.
Como ya te comenté en el apartado En general, en el caso de la bisutería y la joyería recuerda la ley del equilibrio. Por ejemplo: si te pones un anillo XL, evita collares, broches y pendientes excesivos (en cantidad y diseño).
Si quieres llevar guantes, recuerda que deben ser largos si llevas manga corta y cortos si la llevas larga. El tejido y el diseño deben ir acordes con todo el outfit.
El perfume
Utiliza perfume o colonia, pero hazlo con mesura. El perfume debe acompañarte, no perseguirte. Piensa que durante la ceremonia o la recepción, puedes molestar a tus vecinos de asiento (incluso a los que están algo alejados, según el caso) con un perfume embriagador.
Si una persona se encuentra a 2 m. de distancia y te dice lo bien que huele tu perfume, ni lo dudes, te has excedido con la dosis; si te lo comenta con una sonrisa cuando se acerca a darte dos besos, entonces has acertado con la cantidad.
Y hasta aquí llega la primera parte de este post. En la segunda podrás encontrar tips para acertar con tu look según se trate de una boda de día o de noche.
Nos vemos...
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ResponderEliminarbodas
Gracias por la información. Saludos.
EliminarSi queréis saber más acerca del mundo de las bodas, os recomiendo que os paséis por el blog de ¿Quién dijo boda? http://quiendijoboda.blogspot.com.es y, si necesitáis la ayuda de una Wedding Planner, podéis entrar en http://www.quiendijoboda.es (en la web también podéis encontrar tienda online con muchos detalles para los invitados y complementos para los novios y la ceremonia.
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