Pechuga de Pavo al Pimentón

Hoy toca receta y, como siempre, es fácil y rápida de hacer. Y también como de costumbre, ligera y sabrosa: pavo al pimentón. Esta receta está inspirada en una que le vi hacer en "Hoy cocinas tú" a Eva Arguiñano y que, aunque la he buscado para ofrecértela también, no he conseguido encontrar, aunque creo que ella utilizaba pollo en lugar de pavo.  

Se trata de uno de esos platos versátiles, que lo mismo están buenos calientes como fríos tipo fiambre. Su sabor está a caballo entre el lacón a la gallega y la cinta de lomo, pero con un toque suave y elegante.

Espero que te guste tanto como a mí. Vamos a la receta:

Ingredientes

750 gr. de pavo limpio y sin piel

Pimentón picante

Pimentón dulce

Sal Maldon

Notas sobre los ingredientes

• Puedes sustituir la carne de pavo por pechuga de pollo o solomillo de cerdo, pero el plato será menos ligero.
   

• Utiliza la parte de la pechuga, te será más fácil preparar, porque te permite un mejor corte de la pieza. Además, esta preparación consigue que esta parte del pavo, habitualmente seca, quede muy jugosa.

• Puedes consumirlo en caliente o en frío, como si fuese fiambre. 

• Si no te gusta el picante, utiliza sólo pimentón dulce o ponle sólo un toque.

Preparación

Prepara un trozo de carne de pavo limpio, sin grasa y sin piel. Si lo haces con pechuga, corta un trozo con forma de rollo. Yo compro una pechuga entera y la corto para distintas preparaciones (filetes, ragú, medallones...), así me permite elegir exactamente qué parte del pavo utilizo para este plato, algo que me resulta más difícil si la compro ya cortada. Y sale más barata, por cierto. Luego sólo hay que congelar.

Espolvorea el pimentón picante y el dulce en un plato llano de forma generosa y mézclalos bien. 

Luego pasa el rollo de pavo sobre el pimentón hasta que quede bien cubierto, incluidos los extremos. Aunque pueda parecer lo contrario, el pimentón se adhiere mejor al pavo sin untarlo en aceite. Y mejor aún si estaba congelado y ha llegado a ese punto en el que casi está descongelado, pero le queda un pelín para estar listo. Tampoco le pongas sal (todavía).

Envuelve el rollo en papel de aluminio. Te aconsejo que lo envuelvas dos veces, con el cierre cada vez en una dirección, para asegurar el invento.

 

Pon a cocer agua en un cazo y, cuando esté hirviendo, introduce el envoltorio con el pavo. Te aconsejo que no lo cubra el agua (salpicará de lo lindo), con que llegue hasta la mitad es suficiente. 

Luego ve dándole vueltas al paquete cada 2-3 minutos para que se vaya haciendo por igual. Calcula unos 10 minutos en total, aunque dependerá del tamaño del rollo, de tu cocina y de los duendes cociniles, tú ya me entiendes. 

Entrará algo de agua en el envoltorio, pero es normal. Aunque lo cierres bien, no queda estanco al 100%, pero no es ningún inconveniente a la hora de que el plato quede perfecto.

Como puedes ver, es fácil que quede poco hecho por dentro. Solución: horno, micro o plancha.

Una vez listo, sácalo del agua con precaución y ponlo en una tabla de cortar. Retira el papel de aluminio. Yo lo hago con dos tenedores y consigo no quemarme ;) Como es fácil que te haya quedado un poco tierno por dentro, puedes hacer dos cosas: darle un último toque en el horno o el microondas (en el micro apenas 1 minuto a máxima potencia) o pasarlo por la plancha para que se termine de hacer y darle un toque doradito. 

A la hora de cortarlo: si lo vas a consumir en caliente, corta los medallones según lo saques del agua (así verás cómo está el punto de cocción); si vas a tomarlo como si fuese fiambre, espera a que se haya enfriado del todo para poder conseguir lonchas finitas.

Cuando vayas a servir, ponle sal Maldon y, si te gusta, un chorrito de aceite de oliva, como si fuera pulpo a la gallega.

Verás qué sabroso queda, además de ser muy ligero. Quien lo prueba, repite, doy fe.