Lo difícil es comportarse en un hotel como un viajero avisado y bien educado, en lugar de como un turista zafio. Porque de estos últimos hay muchos, también en hoteles de 5 estrellas, doy fe.
Aunque sé que tú que me lees perteneces al grupo de esos viajeros correctos y cosmopolitas, no está de más recordar esos detalles que implican saberse comportar en un hotel y que te cuento a continuación.
La entrada
A la hora de hacer la reserva es conveniente que te informes de los horarios de check-in (registro de entrada) y check-out (salida del hotel).
En caso de que vayas a hacer el registro de entrada en el hotel a una hora tardía, avísalo al hotel con la máxima antelación posible. En algunos casos puedes encontrarte con que han considerado tu reserva cancelada y que te has quedado sin habitación. Incluso puedes arriesgarte a que te carguen una penalización en tu tarjeta (en caso de que hayas tenido que facilitarla al reservar) por el mismo motivo.
Saluda al recepcionista al registrarse en el hotel. Parece una obviedad, pero hay clientes que lo olvidan. También es importante mantener el contacto visual, sonreír...y escuchar de forma activa, puesto que nos facilitará información importante acerca de los horarios, servicios y normas del hotel. El recepcionista nos va a prestar un servicio, pero también es una persona que merece que le tratemos como queremos que nos traten a nosotros.
No hables por el móvil mientras que el recepcionista se encarga del chek-in. Es de mala educación y puedes perderte información importante.
Cuando hagas el registro, aprovecha para pedir información al recepcionista sobre los servicios y costumbres del hotel: horarios (desayuno, comida, cena, cafetería, piscina, gimnasio, peluquería...), servicios e instalaciones disponibles en el hotel, existencia de caja fuerte en la habitación, condiciones de uso de la WiFi del hotel (si la hay), si hay conserje o recepcionista de noche, etc.
En general
Saluda al personal del hotel con el que te cruces. Una cuestión de educación básica.
No pidas imposibles. En el establecimiento tienen que darte un servicio, faltaría más, pero no son el genio de la lámpara al que pedirle infinidad de deseos, sobre todo si son
Evita solicitar el servicio de despertador. Ahora mismo, con los móviles, es algo innecesario y que hace recaer la responsabilidad de que te levantes a tiempo a un empleado del hotel, cuando debería ser tuya.
En la habitación
Si hay botones que te ayude con el equipaje, probablemente te informará del uso de las instalaciones y servicios de la habitación. Si no es así, pregunta. Lo más complicado: los grifos, el mando a distancia de la TV, las luces, la caja fuerte, la domótica (en algunos hoteles)...
Si tienes objetos de valor déjalos en la caja fuerte de la habitación para evitar disgustos. Si tienes algo realmente valioso, pide que te lo guarden en la caja de seguridad del hotel para mayor seguridad.
Si no se puede fumar en las habitaciones, no fumes. El olor a tabaco que queda en la habitación no se elimina con nada una vez que hayas abandonado el hotel, por lo que lo sufrirá el próximo huésped que la ocupe. Sobre todo el mal olor que queda impregnado en cortinas, colchas, alfombras e incluso dentro de los armarios, no desaparece con la limpieza, el paso por la tintorería o los ambientadores. Si no puedes aguantar sin fumar, hazlo en la ventana (con ella abierta) o terraza, para al menos minimizar la cantidad de humo que quedará en el espacio interior.
Utiliza el cartel de no molestar si no quieres que entre nadie en la habitación. Si no lo haces, puedes encontrarte con una visita inesperada, porque puede entrar la camarera de piso, la persona que hace el recuento diario del minibar, personal de mantenimiento que entre para arreglar algún desperfecto, para dejarte ropa limpia, etc. También conviene poner el cartel con la indicación de que la habitación está lista para limpiar, porque así le facilitarás el trabajo a las camareras de piso y tendrás lista antes tu habitación.
Que te vayan a arreglar la habitación cada mañana no significa que el personal del hotel tenga que actuar como una madre de adolescente, teniendo que esquivar la ropa tirada por todas partes para poder limpiar o recogiendo todo tipo de porquería. Antes de abandonar la habitación cada mañana, procura que todo esté recogido para que la camarera de piso pueda hacer su trabajo rápida y cómodamente, así te encontrarás todo mucho más limpio al llegar, porque habrá tenido que emplear menos tiempo en lidiar con el desorden.
No hagas ruidos innecesarios que puedan molestar a otros huéspedes. Especialmente hay que tener cuidado con el volumen de la televisión y los cierres bruscos de las puertas de acceso y los armarios.
Ahora hay muchos hoteles que se suman al cuidado del medioambiente y piden que el cliente decida si se lavan las toallas del baño o no. Si quieres que laven las toallas, déjalas en el suelo o bañera. Si vas a usarlas de nuevo, déjalas en su sitio, así se ahorrará agua.
En el desayuno
Jamás bajes a desayunar con el albornoz, ni siquiera en lugares con spa, piscina o playa. Es muy cómodo no tener que cambiarse para seguir con las actividades de la mañana, cierto, pero es una falta de respeto hacia los demás huéspedes. No es necesario que te vistas de punta en blanco, pero sí mantener unos mínimos de decoro.
Evita arrasar en el buffet del hotel sirviéndote comida como si no hubiese un mañana, especialmente si acabas dejando la mayor parte de la comida en el plato. Piensa que es comida que al final acaba en la basura, algo que es muy poco responsable, incluso aunque consideres que la vas a pagar en la factura del hotel. Es normal hacer un desayuno más copioso cuando se tiene disponible un buffet bien surtido, lo que es poco apropiado comer tanto como para aguantar hasta la cena y ahorrarse una comida.
Hablando de ahorrarse comida, no es de buena educación llenar el bolso con comida del buffet para saciar el apetito el resto del día. El hotel pone a disposición de los clientes un desayuno para tomar en el salón correspondiente, no comida para llevar. Cuando los huéspedes abusan desperdiciando comida y llevándose alimentos para consumir después, lo que consiguen es que las tarifas generales del establecimiento se incrementen y/o que baje la calidad de lo que sirve. Esto es aplicable también a los buffets de comida y cena, aunque suele ser más frecuente en los del desayuno.
Antes de acercarte a los mostradores del buffet, fíjate en el sentido en el que se debe circular para acceder a los alimentos. Lo normal es que todos comiencen por un extremo y vayan circulando en un mismo sentido, así no se interfiere con los demás.
No te atrincheres en los mostradores para servirte. Pon en tu plato lo que vayas a consumir y retírate para facilitarle al resto de los huéspedes que puedan servirse.
Comidas y cenas
En comidas y cenas con buffet es conveniente aplicar las mismas reglas que en el caso de los desayunos.
Si se sirven en formato de menú, procura leerlo antes de pedir, para no marear al camarero.
Tata al personal de la sala con educación, evitando llamarles chistando, dando palmas o gritando. Pídeles las cosas por favor y dales las gracias cuando sea preciso. Dispénsales el mismo trato que quieres recibir.
Si necesitas una silla infantil o trona, avísalo antes de sentaros a la mesa, para que puedan prepararlo todo con más comodidad. Normalmente solo tendrás que hacerlo el primer día, porque luego suelen tomar nota para tener la mesa lista con el puesto para niños ya listo.
Hablando de niños, procura que no corran entre las mesas ni molesten al resto de los comensales y a los camareros. Ten a mano juguetes, cuadernos para colorear, cuentos o iPad con juegos infantiles para que se entretengan sentados.
El servicio de habitaciones
Entérate de los horarios y condiciones del servicio de habitaciones antes de llamar.
Ten presente que el servicio de habitaciones no es inmediato. Necesita un tiempo de preparación y puede que haya más clientes esperándolo que lo hayan solicitado antes que tú. Ten paciencia.
A la hora de abrir la puerta al servicio de habitaciones es necesario estar presentable, por respeto hacia la persona que nos va a prestar un servicio. Es conveniente llevar un mínimo de ropa puesta y, en caso de llevar un pijama o un camisón, ponerse una bata o un albornoz. Incluso si estamos en un hotel del playa y pedimos que nos lleven comida o bebida a la habitación debemos ponernos algo de ropa, aunque sea ligera. Solo hay que ponerse en el lugar de un trabajador del hotel al que le abren la puerta en ropa interior sin previo aviso, para no hacerlo jamás.
Si entra dentro del horario del servicio, acuérdate de llamar para que retiren las bandejas y platos una vez que hayas terminado. Le facilitarás el trabajo al personal a la hora de prepararte la habitación por la mañana.
Las propinas
Si te atienden bien, en España lo aconsejable es dejar en propinas un 10-15% de la factura, aunque en hoteles de categoría baja y media-baja no se suele hacer. Si te alojas en otro país, infórmate antes, porque en algunos es casi obligatorio. Si no te han ofrecido un buen servicio, no ofrezcas nada como gratificación, por supuesto.
En muchos hoteles las propinas no se dan de forma general al pagar la cuenta, sino que se dan a cada división que nos haya atendido: camareros de desayuno, restaurante, spa...
Si tienes pensado volver pronto al hotel, te aconsejo que no te olvides de dejar propina en recepción. Te ofrecerán una mejor atención y habitación en tu próxima visita.
También es todo un detalle dejarle propina a las camareras de piso. Calcula una cantidad de entre 1-2 euros por noche en hoteles de categoría mediana.
Al personal del servicio de habitaciones se le suele dar una propina de 1-2 euros cada vez que presta un servicio.
Y por supuesto, no hay que olvidarse el botones que te ha subido las maletas. Lo recomendable es darle una propina de entre 2-5 euros, dependiendo de la cantidad de equipaje y la categoría del establecimiento.
Evita entregar calderilla como propina, no es limosna, es el reconocimiento de un buen servicio.
Si vas a dar una propina microscópica, porque no puedes o no quieres, es mejor que no des nada.
En hoteles con un trato excepcional, personalmente suelo entregar junto con el sobre de la propina (menos al botones) una nota de agradecimiento. Es una forma de reforzar un buen servicio.
¿Me lo puedo lleva o usar sin coste?
Los artículos de cortesía (complimentary, lo que es gratuito) que te encontrarás en el baño puedes llevártelos sin problema, para eso están. Los caramelos y bombones que dejarán las camareras de piso, también.
En algunos casos hay hoteles que ofrecen en las habitaciones lo necesario para preparar un té o un café de forma gratuita, eso por supuesto puedes utilizarlo. Ante la duda, pregunta en recepción si es un servicio gratuito antes de usarlo y luego encontrártelo cargado en la factura.
Hay establecimientos que tienen artículos de lo más atractivo a disposición del cliente (productos gourmet, velas aromáticas, aceites de masaje, artículos eróticos, etc.) que pueden llevar a confusión, porque en muchos casos tienen coste, así que conviene consultarlo antes de usarlos.
Si tienes que pedir algún artículo que te haga falta con urgencia (productos de higiene íntima, cosméticos, artículos de parafarmacia, medicamentos sin receta, etc.), pregunta antes si tiene un precio. No todo tiene que ser cortesía del hotel.
Lo que no debes llevarte bajo ningún concepto son las toallas, los albornoces, las zapatillas, objetos de decoración, almohadas, cojines, el mando a distancia, menaje y otros artículos propios de la habitación o que puedan ser reutilizados por otros huéspedes.
¿Preparamos las maletas?
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La primera vez que apareció el post Cómo Comportarse en un Hotel fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
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