Y en una sociedad en la que la imagen es tan importante, tener estilo es casi una necesidad.
Para que consigas tener aún más clase, a continuación quiero compartir contigo unos consejos básicos e imprescindibles de estilo.
Por el principio
Conócete. Para tener un estilo impecable es importante conocerse a una misma. Y conocerse a una misma no implica sólo saber qué tipo de cuerpo se tiene y qué te sienta bien y qué no. Conocerse también conlleva saber qué te hace sentir cómoda, qué metas quieres conseguir, qué imagen pretendes transmitir, qué tipo de trabajo y actividades se realizan, en qué círculos te mueves... todo ello contribuye a construir una imagen propia.
El estilo también se aprende. Aunque hay personas que tienen clase y buen gusto de forma natural, no es lo habitual. Y es que el estilo se puede aprender, se puede construir día a día. Y, ojo, es importante no confundir estilo con dinero, porque hay mujeres (y hombres) con una economía más que saneada que son la antítesis de la clase.
Ten presente que tu imagen debe reflejar tu personalidad. Sé tu misma, no finjas, no hay nada más alejado del buen gusto que alguien intentando aparentar lo que no es. Eso sí, es importante ser una misma, pero en su mejor versión.
Recuerda que tu imagen te aportará seguridad, o todo lo contrario. Si la imagen no es la adecuada para cada lugar y cada ocasión, es fácil sentir inseguridad y tener la sensación de no encajar. Y la falta de seguridad y autoestima puede minar tus oportunidades, tanto en tu vida personal como profesional.
Sé fiel a tu propio estilo, no a una tendencia o una moda. Si tienes un estilo sólido y bien definido, podrás adaptar la moda a ti, no al contrario, incluso rechazar tendencias que no encajan contigo. También deberías tener en cuenta tu físico a la hora de seguir las modas, porque puede que algunas de ellas no sean adecuadas para ti.
No tengas miedo de ser original... o de no serlo. No busques ser original... salvo que realmente lo seas. No hay nada que iguale más a las personas que el intentar ser original a toda costa, porque se suele caer en la uniformidad. Y, sino, mira lo que ocurre con las tendencias: hay alguien que tiene una idea única y los demás quieren ser también únicos, así que copian la idea y acaban siendo idénticos en su unicidad. Las personas originales no tienen miedo de serlo, porque se enfrentan a prejuicios y críticas (de los mismos que luego les copiarán) y no necesitan la aprobación de nadie más. Y si no te gusta ser singular, tampoco debes preocuparte, si es lo que realmente te hace sentir cómoda.
No tengas miedo a cambiar. Tu físico, tu edad y tus circunstancias cambian, así que también debería hacerlo tu estilo. Que no te tiemble el pulso si necesitas darle un giro a tu vestuario, tu peinado o tu maquillaje. No dejarás de ser tú, serás tú en este momento y en tu mejor versión.
Modifica el estilo según la ocasión. Para tener clase, debes adaptarte al lugar y el momento. No es lo mismo ir a hacer la compra, que ir al gym o a una boda. Cada ocasión requiere que reinterpretes tu estilo para encajar y estar cómoda.
La elegancia comienza por la comodidad, no lo olvides. Si tus zapatos te aprietan, si necesitas acomodarte la falda cada 5 segundos, si no sabes cómo moverte para no enseñar más de lo debido con tu top... por muy bonitos que sean, suspenderás con tu imagen.
La inspiración
Inspírate en la calle, no sólo en las revistas o los blogs de moda. Aunque la prensa y los blogs de moda son muy interesantes para tomar ideas y estar al día, también es importante inspirarse en la moda a pie de calle, que en muchas ocasiones es mucho más auténtica.
Si en tu entorno hay alguien que tiene mucho estilo, analízale y toma nota de lo que puedes adaptar a ti misma. No significa que copies su estilo, sino que te inspires en él.
La planificación
Vestir bien requiere planificación. Ten en cuenta que ponerte por la mañana lo primero que encuentres en el armario, es el camino más seguro al desastre. Lo ideal es planificar la noche anterior lo que te vas a poner al día siguiente, teniendo en cuenta las actividades que vas a realizar y los compromisos que debes atender. Te llevará apenas unos minutos, pero te ahorrará muchos quebraderos de cabeza. Si no quieres pensar o eres perezosa, puedes dedicarle unas horas cada cierto tiempo, en las que prepares conjuntos para distintas ocasiones y que los guardes ya preparados en perchas. Incluso puedes acompañar ya los conjuntos con los complementos que llevarás con ellos, guardados en una bolsa y colgados en las mismas perchas.
Qué tienes en tu armario
Revisa tu armario. Y hazlo periódicamente. Es la única forma de que sepas cuánta ropa tienes, si te has comprado algo nuevo que puede combinar con otras prendas, si te sirve o no, si te la has puesto últimamente o lleva en tu armario varios años o si ya no te gusta. Muchas veces tenemos los armarios abarrotados, pero a la hora de la verdad (realmente) no tenemos nada que ponernos.
Regala, dona, recicla o tira las prendas que ya no te pones y que no tienen ningún futuro en tu armario. Lo importante es no ocupar espacio sin necesidad.
Compra básicos de calidad. Invierte en tu fondo de armario. Suena a tópico, pero es un gran acierto. El socorrido pantalón negro, unos vaqueros, un blazer negro o azul marino, una falda de tubo, un vestidito negro, una camisa blanca... ya sabes. Son prendas que se pueden combinar perfectamente entre sí o con otras que sean tendencia y que siempre te sacarán de un apuro. En las prendas que sean de temporada, puedes ahorrar dinero, puesto que te las pondrás uno o dos años a lo sumo. Mi consejo: aprovecha para comprarte los básicos en las rebajas, porque no cambian tanto con la moda y conseguirás ahorrarte unos euros.
Las prendas, siempre de tu talla. Una prenda que te quede muy holgada o muy estrecha arruinará tu estilo, sí o sí. Si se te ajusta correctamente, tu aspecto será más elegante, la ropa parecerá de mejor calidad y te sentirás más cómoda.
No tengas miedo de combinar. Haz pruebas para ver qué combinaciones funcionan: colores, texturas, estampados. Muchas de ellas puede que te sorprendan. Si no lo tienes muy claro, ve experimentando poco a poco.
La ropa interior
Ten ropa interior apropiada para cada prenda. La lencería es importantísima en tu imagen. Una braguita o un sujetador que se marca, aprieta, se ve (si no se quiere que se vea) o no coloca las cosas en su sitio, puede arruinar cualquier outfit. Procura que la ropa interior también sea de tu talla y esté ajustada a tu cuerpo. Lo ideal es tener lencería para momentos especiales y otra que no se marque ni se transparente para el día a día.
El calzado
Elige bien el calzado. Un par de zapatos mal elegido puede restar puntos a tu estilo. Y de qué manera. Es mejor tener sólo un buen par de zapatos, que tener varios de mala calidad. Deben ser bonitos y, sobre todo, cómodos. Renuncia a los stilettos si no sabes andar con tacones. Y, aunque unos taconazos levantan cualquier outfit, si te gustan los zapatos bajos, no renuncies a ellos. Ahora tienes muchos modelos sin tacón y tan bonitos que se pueden llevar incluso a fiestas y eventos.
Los complementos
Apuesta por los complementos para darle un estilo distinto a tus outfits. Un bolso, un cinturón, un pañuelo, unas gafas o una pieza de bisutería bien elegida puede cambiar el estilo de tu ropa por arte de magia. Así no necesitarás tanta ropa para cubrir todas tus necesidades.
Ten en cuenta que el peinado y el maquillaje forman parte de tu estilo, cuídalos y adáptalos a cada circunstancia.
Con cuidado
Cuida tus prendas. Mantén tu ropa y tu calzado en buen estado. Procura llevar los botones bien cosidos, las prendas bien planchadas, la lana sin pelotillas, los defectos bien reparados, los zapatos bien limpios... por muy buena que sea la ropa, si está mal cuidada el aspecto general será descuidado.
Más...
Ante la duda, menos es más. Una máxima imprescindible si quieres tener un estilo pulido y elegante. Si piensas que algo es excesivo, probablemente lo sea, así que elimínalo de tu outfit.
Cuida tu postura y tu forma de moverte, de sentarte y de hablar. Sé consciente de cada movimiento, no te dejes y actúa como lo que eres: una triunfadora.
Y no te olvides del complemento más importante para tener estilo: la actitud.
Post relacionados:
La primera vez que apareció el post Trucos de Estilo Imprescindibles fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
Trucos imprescindibles de estilo by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estamos encantados de que nos dejes tus aportaciones, porque tu opinión es importante para nosotros. Sólo te pedimos que, por favor, no publiques links ni contenidos publicitarios de ningún tipo, porque estos no serán publicados. Si deseas anunciarte, contacta con nosotros previamente. Gracias.