Lo ensucia tanto, de hecho, que muchos teclados tienen en su superficie más bacterias que un inodoro... y eso es realmente desagradable. Sobre todo teniendo en cuenta que mientras trabajamos delante del ordenador, es fácil que nos llevemos las manos a la cara o a la boca, mientras pensamos... o nos desesperamos.
Para que puedas utilizar tu teclado sin miedo, aquí tienes algunos consejos de higiene hardware:
En general
Lávate las manos con frecuencia, antes y después de utilizar el teclado. Antes para no contaminarlo y después para no llevarte las bacterias y suciedad contigo.
Si es posible, procura no compartir el teclado con otras personas, especialmente si no son de confianza. Cada uno que se ocupe de sus propias bacterias... ;)
Intenta no comer, beber o fumar encima del teclado, porque dejan un tipo de suciedad difícil de eliminar. Y no sólo porque el teclado se pueda manchar, es que si tienes documentos importantes encima de la mesa, no querrás que se derrame el espresso o la mostaza de tu hot dog encima de ellos. Y sabes de lo que te hablo...
Evita los limpiadores que dejan restos o utilizar mucha cantidad, porque acabarán dejando una capa pegajosa en la que se irá adhiriendo la suciedad. Los típicos sprays para limpiar madera o el polvo, por ejemplo. Que levante la mano (si puede despegarla del teclado) quien no haya sufrido los efectos del paño empapado en Pronto de la señora de la limpieza en la ofi...
Procura limpiarlo con cierta frecuencia, para tu propia seguridad y para que no se acumule demasiada suciedad, que puede dañar y afear el equipo.
Cuando no lo utilices utiliza algún elemento para cubrirlo, así evitarás que se acumule suciedad mientras no está en uso.
Limpieza en seco
Desenchufa el teclado con precaución. Si tu teclado tiene conexión USB, no tendrás ningún problema en hacerlo con el ordenador encendido. Si no la tiene, deberás desconectarlo una vez apagada tu computadora.
Uno de los mejores trucos (y más económicos) para el mantenimiento que conozco es pasarle el aspirador de vez en cuando. Eso sí, con una potencia media, para no terminar perdiendo las teclas al más puro estilo "Lo que el viento se llevó". Esta medida, si se hace de forma habitual, mantendrá el teclado libre de polvo y partículas de suciedad... y de otras cosas más consistentes, como clips, grapas, pedacitos de papel, etc. Yo lo hago con el accesorio del cepillo pequeño que llevan los aspiradores, así, además de aspirar, me ayuda a cepillar las teclas suavemente. Y si tienes gato... ni te imaginas las toneladas de pelo que llega a retirar el aspirador del teclado.
Otro truco es tener a mano una brocha vieja y pasarla con mimo entre las teclas para eliminar el polvo y la suciedad de forma periódica.
También puedes utilizar sprays de aire a presión diseñados específicamente para la limpieza de equipos informáticos, móviles, consolas, faxes y otros equipos electrónicos. Los puedes encontrar en tiendas de informática, tanto on como off line.
O, cómo no, puedes emplear las peras de aire que suelen utilizar los fotógrafos para utilizar sus cámaras. Estas herramientas las puedes adquirir en establecimientos de fotografía.
Hablando de aire, también puedes utilizar un secador de pelo, siempre que sea en frío. Las altas temperaturas pueden deformar las teclas y dañar los circuitos interiores.
Y, por supuesto, siempre puedes tomar la medida de darle la vuelta al teclado un par de veces por semana, agitándolo suavemente, para sacudir la suciedad más visible.
Limpia las teclas con un bastoncillo de algodón (de los que se usan para limpiar los oídos) mojado ligeramente con alcohol. Siempre teniendo cuidado de que no esté demasiado empapado, puesto que puede gotear en el interior del teclado y dañar el mecanismo. Yo utilizo los que venden en Mercadona que son específicos para maquillaje, porque tienen un extremo en forma de punta y el otro de pala, lo que los hace ideales también para este fin.
También puedes utilizar un abrecartas, un cuchillo sin demasiada punta o un objeto similar, forrándolo con un tisú suave y humedecido en alcohol. Mi consejo es que vayas sustituyendo el tisú según se vaya ensuciando, para que no acabe rompiéndose y dejando restos. Con esta herramienta improvisada podrás acceder perfectamente a los cantos de las teclas sin ninguna dificultad.
Un consejo, no utilices alcohol isopropílico (muy recomendado en Internet), aunque seca muy rápido y no deja restos, es muy tóxico. Para uso doméstico te recomiendo el alcohol de botiquín. Eso sí, debes tener en cuenta que el alcohol normal, deja algunos resíduos en las superficies, por lo que no te debes exceder con su uso y tener precaución.
Hablando de productos de limpieza, ten cuidado con ellos, porque algunos pueden terminar borrando las letras y números de las teclas.
Y, cómo no, también puedes recurrir al típico borrador mágico, para quitar las manchas más rebeldes de las zonas fijas del teclado y de las propias teclas. Siempre humedeciendo ligeramente la esponja para que no gotee.
Limpieza profunda
Si las teclas están muy (pero muy) sucias, siempre puedes utilizar un destornillador o un objeto similar para hacer palanca suavemente y retirarlas todas. No las fuerces, porque luego no podrás introducirlas de nuevo en su sitio.
Si quitas las teclas, no te olvides de eliminar todo el polvo y la suciedad de la parte fija del teclado (aspirador, brocha, pera de aire...).
Esta limpieza a fondo se puede hacer introduciendo las teclas en un recipiente con agua templada y un jabón neutro. Puedes ayudarte con una esponja o con un cepillo de dientes viejo.
Evita el agua muy caliente y los detergentes muy agresivos, porque puedes deteriorar de forma irreversible las teclas. El muy recomendado truco de introducirlas en el lavavajillas es una práctica de riesgo, porque el intenso calor de este electrodoméstico puede deformar las teclas... y a ver quién es luego el figura que las vuelve a colocar el su sitio.
Deja que las teclas se sequen completamente antes de colocarlas de nuevo en el teclado, porque cualquier resto de humedad puede estropearlo. Hazlo mejor al aire y, si vas a emplear el secador, hazlo siempre con aire frío o templado.
Si se trata de un ordenador portátil, mejor no te arriesgues con el retirado de las teclas, porque es fácil romperlas. Y sustituir un teclado de un ordenador de sobremesa es barato, pero si se trata de un teclado de portátil... la cosa se encarece y se complica.
Y un consejillo extra: si vas a remover las teclas, hazle una foto antes, para que luego puedas volver a colocarlas en su sitio.
Para terminar, te dejo una forma realmente original de limpiar el teclado, que aún no sé si funciona, pero que me ha llamado la atención: con un post-it.
Si no visualizas el vídeo, puedes verlo directamente en YouTube.
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