Incluso cuando se trata de personas cercanas, el hecho de preocuparse en servirlo con una cierta ceremonia es una forma de demostrarles que nos importan, que les apreciamos tanto como haríamos con invitados de compromiso.
A continuación encontrarás las claves para servir el café a tus invitados siguiendo las reglas de etiqueta... y de cómo comportarse si eres tú el invitado.
Dónde ofrecerlo
Si vas a ofrecer café a tus invitados tras la comida o la cena, puedes hacerlo tanto en la misma mesa en la que habéis comido como en una estancia diferente.
Si lo vas a servir en la misma mesa de la comida, no te olvides de retirar todos los platos, cubiertos y copas que hayáis utilizado, a excepción de las copas de agua. También debes retirar las migas y cualquier otro elemento que pueda molestar. El café es parte de la sobremesa, por lo que conviene diferenciarlo de la comida, y retirar todo es la manera perfecta de conseguirlo.
El servicio de café
Si tienes intención de servir café a tus invitados, dispón todo lo que vayas a necesitar antes de que lleguen. De ese modo podrás disfrutar de su compañía, en lugar de estar trasteando en la cocina para prepararlo.
Lo ideal es que prepares:
Una bandeja
De ese modo podrás llevar todo el servicio del café, sin necesidad de hacer varios viajes. Es importante que sea cómoda de llevar. Si su superficie es muy deslizante, te aconsejo que coloques un mantelito para evitar que se caiga nada.
Una jarra para servir el café
A la mesa no debería llevarse la cafetera en la que se ha preparado el café, salvo que ésta sea excepcionalmente bonita o que se trate de una de las de cápsulas.
Lo más recomendable es llevar el café a la mesa servido en una jarra apropiada.
Jarra para la leche
Ni hablar de llevar el tetrabrik a la mesa. Lo ideal es tener dos jarras, una para la leche caliente y otra para la fría, así se podrá graduar la temperatura para cada invitado.
Azucarero
Aunque antes con un azucarero era suficiente, ahora lo más habitual es servir azúcar blanquilla, integral de caña y edulcorantes como la sacarina o la stevia.
Si pones azucareros, no te olvides de colocar una cucharilla para que los invitados se puedan servir en caso de que sean en grano y unas pinzas si se trata de terrones.
En la mayor parte de los establecimientos de alimentación tienen azúcar y edulcorantes en sobrecitos individuales, te recomiendo que tengas algunos para ofrecérselos a los invitados. Es una forma más higiénica de endulzar el café.
Si pones el azúcar en terrones, coloca unas pinzas para servirlo |
Tazas
Siempre con sus correspondiente platos. Te recomiendo que sean de porcelana o loza, porque son más apropiados para degustar el café, puesto que la bebida se enfría de una forma más lenta y uniforme. Hay también quien prefiere las de cristal, por motivos estéticos y para apreciar el color del café. Eres tú quien debe decidir si antepones el sabor a la vista.
Aunque lo más formal es que todas las tazas y platos sean iguales, lo cierto es que si tienes modelos desparejados, podrías llegar a utilizarlos en el mismo servicio. Siempre que sigan una cierta pauta y que combinen entre sí. Las tazas antiguas de porcelana, por ejemplo, son perfectas para este fin. La idea es que el servicio parezca salido de un escaparate de un anticuario, no de una liquidación de una tienda de Todo a 1 Euro.
Si dispones de una vajilla bien surtida, puede poner distintos tamaños de taza según el tipo de café que vayas a servir: las más pequeñas para expressos o cafés solos y las más grandes para cafés dobles, cappuccinos o con leche.
Recuerda que la taza se debe colocar bien asentada sobre el plato y con el asa mirando a la derecha, salvo que sepas positivamente que tu invitado es zurdo.
Cucharillas
Las cucharillas deben ser pequeñas, apropiadas para cafés e infusiones. Si te es posible, evita las de postre, porque suelen ser demasiado grandes.
Servilletas
No te olvides de preparar servilletas. Lo más formal sería que fuesen de tela, aunque siempre puedes recurrir a las de papel. En la mayor parte de supermercados e hipermercados tienes servilletas de papel de pequeño tamaño, ideales para este fin.
El tamaño perfecto para las servilletas para el café (y los desayunos) es de 20 x 20 cm.
Infusiones
Puede que algunos de tus invitados prefieran infusiones al café, así que deberías tener algunas. No hace falta que tengas muchas, pero sí las más comunes: té, manzanilla, poleo...
Puedes colocarlas en una cesta, en una caja o en un plato, siempre que la disposición sea ordenada y agradable a la vista.
Dulces
A la hora de servir el café, no está de más ofrecer algunos dulces: bombones, macarons, pastas, galletas... Colócalos en un plato o bandeja de una forma agradable o en el propio plato del café.
Licores
Puedes servir también licores, tanto con el café como después de él. Mi consejo es que los ofrezcas una vez que los invitados se hayan acabado el café o las infusiones, así podrán disfrutar de ambas cosas sin que interfieran. Eso sí, si quieres que la sobremesa no se alargue indefinidamente, sí que puedes servirlos al tiempo.
Cómo servirlo
Elige un café de buena calidad. Mejor de tueste natural que torrefacto o mezcla. El café torrefacto se obtiene añadiéndole azúcar a los granos en el proceso de tostado, que se carameliza y le da ese tono oscuro y como barnizado. Este caramelizado le aporta color, pero oculta los aromas y sabores del café. Y, por otra parte, es más amargo. El tueste natural proporciona todo el sabor y aroma del café, sin aditivos.
El café se hace en el momento de servirlo, jamás lo ofrezcas recalentado, porque la calidad deja
mucho que desear.
Antes de servirlo, remuévelo en la propia cafetera antes de verterlo en la jarra, así todo el café será uniforme en cuento a sabor, intensidad y temperatura.
Si se trata de una cafetera de cápsulas, procura prepararlo tú, en lugar de dejarle la tarea a tus invitados.
Si el invitado quiere repetir, lo ideal es cambiarle la taza, salvo que te diga que no es necesario.
En caso de que algún invitado quiera una infusión, no introduzcas tú la bolsita en el agua, deja que lo haga él. Sólo tienes que servir el agua caliente.
No sirvas el azúcar tú a los invitados, permite que lo hagan ellos.
¿Y los invitados?
Si eres tú a quién invitan a tomar café, es recomendable no olvidar las buenas maneras.
Cuando te inviten a tomar café en una casa ajena, y por mucha confianza que tengas, procura no excederte con las exigencias. Eso de un café corto con leche de almendras y un toque de canela y chocolate amargo en polvo, déjalo para las cafeterías... y sólo si son muy fashion.
Cuando te vayan a servir el café y la leche, no ayudes al anfitrión levantando la taza de la mesa para acercársela. Lo único que puedes lograr es que el líquido se derrame sobre la mesa... o sobre tu mano.
Cuando remuevas el azúcar, no hagas demasiado ruido con la cucharilla.
Saca la cucharilla del líquido una vez que hayas disuelto el azúcar, dejándola reposar en la taza. No la dejes en el interior, sujetándola con el dedo cuando vayas a beber.
No sorbas el líquido cuando vayas a beber.
Evita tomar el café a cucharaditas, es para beberlo.
No soples el café o la infusión si está muy caliente, espera a que se enfríe.
Nunca mojes las galletas o pastas en el café. No sólo es de mala educación, además corres el riesgo de que caiga dentro de la taza y acabes con una mancha.
¿Tomamos un café?
Post relacionados:
Consejos para Hacer la Infusión Perfecta
Si Quieres Ser la Anfitriona Perfecta, Toma Nota (I)
Si Quieres Ser la Anfitriona Perfecta, Toma Nota (II)
La primera vez que apareció el post Cómo Servir el Café a Tus Invitados fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
Cómo servir el café a tus invitados by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estamos encantados de que nos dejes tus aportaciones, porque tu opinión es importante para nosotros. Sólo te pedimos que, por favor, no publiques links ni contenidos publicitarios de ningún tipo, porque estos no serán publicados. Si deseas anunciarte, contacta con nosotros previamente. Gracias.