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13 agosto, 2025

Cómo Conservar y Almacenar los Frutos Secos

¿Consumes frutos secos habitualmente? Espero que sí, salvo que no puedas por algún tipo de contraindicación, porque sus beneficios para tu salud son muchos, además de ser una verdadero placer para el paladar. 

 

Pero a pesar de que son ricos y saludables, tienen cierta mala fama. Seguro que has escuchado que engordan una barbaridad... como cualquier alimento que se consumo en exceso y del modo inadecuado. Un puñadito de 10 almendras crudas (o tostadas en casa) aportan unas 70 calorías, menos que una manzana mediana, que contiene unas 80. Y en su favor también hay que mencionar que aportan grasas saludables, proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Además, los frutos secos se pueden consumir solos y también en platos salados y dulces.

 

Eso sí, conviene que los consumas en crudo o tostados, evitando aquellos que tengan mucha sal, que estén fritos, azucarados o garrapiñados.

 

Y también es importante que conserves y almacenes los frutos secos de forma adecuada, porque así podrás disfrutarlos al máximo de sus propiedades y su sabor, y hacerlo con seguridad. ¿Quieres saber cómo hacerlo?

 

Cómo conservar y almacenar los frutos secos

 

Algunos datos que necesitas saber sobre la conservación de los frutos secos

 

No caducan, pero sí que pueden perder cualidades organolépticas, y eso se nota, y mucho. Este tipo de alimentos se oxidan, se ablandan y se enrancian.  

 

Y también debes tener en cuenta que pueden ponerse mohosos o que aparezcan insectos, así que conservarlos adecuadamente es importante. 

 

Debes tener especial cuidado con los frutos secos sin cáscara, porque necesitan un almacenamiento y conservación más meticulosos.  

 

Recipientes con frutos secos

 

Consejos para conservarlos y almacenarlos

 

Guarda los frutos secos siempre en un envase hermético, porque así los mantendrás frescos más tiempo. Lo ideal es que fuese de vidrio, puesto que no todos los plásticos son seguros si contienen alimentos con grasa (y los frutos secos la tienen en abundancia).

 

Si los compras a granel, sácalos inmediatamente de las bolsas de papel en las que los suelen envasar, puesto que no son adecuadas para conservarlos, puesto que no los protegen lo suficiente, se manchan con su grasa y absorben humedad, así como otros olores y sabores. 

 

Si vas a utilizar bolsas de plástico, puedes utilizar pinzas o gomas elásticas, o incluso recurrir a las que tienen autocierre.  

 

En caso de que los recipientes o las bolsas o permitan ver su contenido, es necesario utilizar etiquetas para identificar tanto el producto como la fecha de compra.  

 

Incluso si el recipiente es hermético, debes evitar que estén expuestos a la luz y a la humedad.

 

Almendras saliendo de un tarro de cristal

 

En cuanto a la temperatura, lo recomendable es que no supere los 15-20ºC y que no sea inferior a los -20ºC. De ese modo podrás conservar todas las propiedades organolépticas de los frutos secos, 1 año para la mayoría de estos frutos y de 2 años si se trata de nueces pecanas. De hecho, sobre todo en época de calor o si los compras orgánicos, deberías guardarlos siempre en la nevera (en un recipiente hermético). 

 

Las frutas deshidratadas, aunque no son frutos secos, se deben guardar en la nevera en un recipiente hermético.  

 

Quizás no lo sabías, pero se pueden congelar (siempre que no se superen los -20ºC, claro. Así que si compras o te regalan una gran cantidad de frutos secos, no te preocupes, porque puedes conservarlos durante unos cuantos meses en tu congelador. Para descongelarlos no tienes más que sacarlos fuera un rato antes de consumirlos.

 

Y aunque se pueden congelar, te aconsejo que no compres grandes cantidades, porque así podrás consumir siempre un producto más fresco. En todo caso, consume primero los que lleven más tiempo almacenados y después los más recientes. 

 

Hablando de comprar, no hay nada mejor que adquirirlos a granel en un establecimiento que tenga mucha rotación, porque así siempre serán recientes. Cuando se adquieren envasados o en un lugar en el que no se venden mucho, es probable que lleven mucho tiempo recogidos, tostados y envasados.

 

Frutos secos

 

Y siguiendo con la compra, te sugiero que los compres de calidad, aunque sean un poco más caros, porque tanto por su sabor como por sus cualidades, incluso por su seguridad. Fíjate en su origen, porque también es importante, puesto que no en todos los países se exigen las mismas garantías sanitarias. 

 

Ahora ya puedes disfrutar al máximo de los beneficios de los frutos secos, y también de su sabor y textura.  

 

 

 

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29 enero, 2025

Diferencias entre la Canela de Ceylán y la Cassia

La canela es una de esas especias que se lleva utilizando desde la antigüedad y que no suele faltar en ninguna cocina. Y es tan popular porque es difícil resistirse a su aroma y su sabor. Está presente en platos dulces y salados, también se le añade a las infusiones e incluso se preparan licores y cócteles con ella. Incluso se utiliza para aromatizar el hogar o para decorar.


Pero canelas hay más de una, y aquí te enseño a diferenciar entre la canela de Ceylán y la cassia, porque no son lo mismo, ni por sus cualidades organolépticas, ni por sus propiedades, ni tampoco por su precio. 


Diferencias entre la canela de Ceylán y la cassia

 

Qué es la canela

 

Se obtiene de corteza interna de las ramas de un árbol y se utiliza como especia, por su aroma, sabor y propiedades. 


Beneficios y efectos negativos de la canela

 

Ambas variedades tienen propiedades beneficiosas para el organismo: son antioxidantes, antiinflamatorias, contribuyen a regular mejor el azúcar en la sangre, es antiséptica y antiviral, activa la circulación, ayuda con las afecciones respiratorias, incrementa tu calor corporal, mejora a la digestión, contribuye a la concentración y a la capacidad de reacción, mejora la memoria...

 

La Cassia tiene elevado contenido de cumarina, algo que puede afecta negativamente a la salud, concretamente al hígado, si se consume en ciertas cantidades. Ten en cuenta que una sola cucharadita de esta especia tiene más cumarina que  la que se considera segura para un adulto. Esto también afecta a la canela de Saigón (o de Vietnam).

 

En el caso de la canela de Ceylán, aunque contiene cumarina, lo hace en una cantidad tan pequeña que con un consumo habitual resulta segura.


Canela junto con una infusión y otros ingredientes

 

Tipos de canela


Hay varios tipo de canela, como la de Ceylán, la cassia, la de Saigón (o de Vietnam) o Korintje, aunque en este post me voy a centrar en las dos primeras que son las más comunes en España. 


Canela de Ceylán (Cinnamomum verum o Cinnamomum zeylanicum)


✽ Se la conoce también como canela verdadera. Su origen está precisamente en lo que antes se llamaba Ceylán, y que ahora es Sri Lanka. 

 

✽ En cuanto al aspecto, podrás comprobar que la corteza de esta canela es muy fina, tiene muchas capas, casi como si fuese un hojaldre. Verás que la corteza se enrolla sobre sí misma varias veces, como si fuese un pergamino. Esas láminas se quiebran con facilidad si se manipulan o si se rompe la rama. Y su color es de un marrón cálido y delicado.

 

✽ Su sabor es dulce y sutil, y su aroma es intenso. 


Varitas de canela

 

✽ Se puede convertir fácilmente en un polvo fino para usarla espolvoreada sobre los platos o si quieres darle un sabor diferente a tus bebidas.  

 

✽ A la hora de utilizar las varitas enteras, debes tener en cuenta que se desmenuza con facilidad.

 

✽ Conseguir esta canela en el supermercado no es tarea fácil, por lo que probablemente tengas que acudir a un establecimiento que venda a granel o que tenga productos gourmet. 

 

✽ Es más cara que la cassia (casi 5 veces), pero tampoco tanto como para ser prohibitiva.


Repostería espolvoreada con canela


Cassia (Cinnamomum cassia)


✽ Esta tiene su origen en China y en otros lugares del sudeste de Asia.

 

✽ La corteza de la cassia es gruesa, de una sola capa y se enrolla de un modo distinto al de la cassia, con apenas una vuelta, y en muchas ocasiones forma como dos caracoles (como una palmerita dulce), si te fijas en su corte. Su color es más oscuro que el de la canela de Ceylán.

 

✽ Su sabor es mucho más fuerte y más rústico que el de la de Ceylán, e incluso tiene un punto que llega a ser picante. Aunque su sabor es más intenso, no lo es su aroma, que es menos aromática. 


Canela cassia

 

✽ La vas a encontrar en polvo, aunque se diferencia del procedente de la de Ceylán porque es más oscuro y su aroma menos potente. 

 

✽ Resisten muy bien la manipulación, precisamente porque las varas son recias. Son ideales si las quieres únicamente para decorar.

 

✽ Esta canela es la que vas a encontrar normalmente en el supermercado, sobre todo porque es más barata. 

 

Ahora que ya sabes cuáles son las característica de cada una, eres tú quién eliges. ¿Ceylán o cassia?



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08 enero, 2025

Cómo Evitar el Anisakis

Aunque el pescado es un alimento repleto de nutrientes y que forma parte imprescindible de nuestra gastronomía, hay muchos consumidores que lo consumen cada vez menos. En algunos casos tiene que ver con el precio, aunque hay variedades muy saludables y que tienen precios asequibles, como las sardinas o la caballa. En otros porque hay cierto miedo por las altas concentraciones de mercurio, que sobre todo afectan a las especies más grandes. Y también hay cierta prevención con el pescado por el anisakis, porque la mayoría conocemos a alguien cercano que ha tenido problemas más o menos serios con esto. 


No voy a hablar en este caso del precio o del mercurio, pero sí que quiero darte algunas claves para evitar el anisakis y consumir pescado con completa seguridad.


Cómo evitar el anisakis


Qué es

 

El anisakis es un parásito que se alojan en animales marinos como pescados, crustáceos y cefalópodos. 

 

Cómo nos afecta

 

Únicamente puede llegar a nuestro organismo cuando se consumen estos animales marinos contaminados, y sólo cuando no se han preparado previamente del modo adecuado y no se ha acabado con los parásitos. 

 

El anisakis no sólo es peligroso cuando está presente de forma activa y se ingiere, también lo puede ser si han quedado restos que puedan provocarnos una reacción.

 

Produce problemas digestivos y reacciones alérgicas, que pueden llegar a ser graves. 

 

Algunos de los síntomas son: dolor abdominal, vómitos, náuseas, diarrea, etc. Estos síntomas ocurren cuando las larvas del parásito se adhieren o penetran en el tubo digestivo (anisakiasis). 

 

También puede llegar a producir posteriormente una alergia, incluso aunque las larvas ya se hayan desactivado por cocción o congelación.  


Pescados sobre una table redonda

 

Hay personas que tienen contacto con el anisakis y que pueden sufrir reacciones alérgicas de manera inmediata, desde una simple urticaria hasta llegar incluso un choque anafiláctico. 

 

Las personas con alergias al anisakis sí que pueden consumir pescados de agua dulce y algunos de piscifactoría, siempre que su alimentación y manipulación sea la adecuada. En cualquier caso, si tienes dudas, consulta siempre con tu médico para evitar disgustos. 

 

El anisakis no resiste las temperaturas altas ni bajas, por lo que controlarlo no es algo complicado. Únicamente requiere algunas precauciones.

 

Cómo evitarlo al comprarlo o consumirlo en un restaurante

 

Tanto los vendedores como los restaurantes están obligados a ofrecer pescados, mariscos y cefalópodos de forma segura. 

 

Los comercios no pueden vender animales marinos que tengan parásitos visibles. 

 

Compra el pescado fresco siempre en establecimientos de fiar. Si no te es posible, es mejor que lo adquieras congelado.   


Pescadería


Pide pescado en restaurantes únicamente cuando sean de confianza.

 

En un restaurante deben informar que los pescados, mariscos y cefalópodos que se consumen crudos o sin cocinar completamente han sido congelados a -20ºC durante al menos 5 días en un congelador de 3 estrellas. Además de estas medidas pueden cocinarlo durante un mínimo de 1 minuto a 60ºC, cerciorándose de que esa temperatura y ese tiempo se aplica incluso en el interior de la pieza. También pueden utilizar productos marinos que tienen su origen en zonas libres de parásitos (acuicultura), siempre que se pueda demostrar documentalmente.

 

Cómo evitarlo en casa

 

Evita las vísceras del pescado, porque el parásito tiende a acumularse en ellas. Por eso debes pedir que las elimine el pescadero o retirarlas tú. 

 

El pescado debe estar bien limpio antes de prepararlo. 

 

Puedes congelar el pescado, ya que las larvas no resisten vivas con bajas temperaturas. Para que sea efectivo, deben permanecer en el congelador al menos 5 días, siempre que tu electrodoméstico tenga 3 estrellas y alcance los -20ºC. Si no tiene esa categoría y no alcanza esta temperatura, es mejor que compres el pescado ya congelado para evitar sustos. 

 

Congela siempre: abadejo, ahumados en frío, arenques, bonito, boquerones frescos y en vinagre, caballa, carpaccios, escabeches, huevas, marinados, merluza, pescadilla, salmón, sardinas, sushis, salmueras. etc. También crustáceos como el bogavante, los camarones, los centollos, las gambas, los langostinos, la langosta... Y los cefalópodos como los chocos, los chopitos, los calamares, la sepia o el pulpo.


Pescados en un balde con agua y hielo

 

No hace falta que congeles: bacalao en salazón (también mojama y otros pescados desecados de forma tradicional), mariscos bivalvos (almejas, coquinas, mejillones, ostras...), pescados preparados en semiconserva (como las anchoas), así como pescados de agua dulce.

 

También puedes consumir pescado fresco siempre que lo cocines bien, de modo que toda la pieza, incluso el interior llegue a al menos 60ºC durante al menos 1 minuto. 

 

Para cocinarlo puedes utilizar cualquier sistema que llegue a esos 60ºC como mínimo: cocción, vapor, plancha, horneado, fritura...

 

Como puedes comprobar, evitar el anisakis es más sencillo de lo que parece. Y si puede suponer algún esfuerzo, proteger nuestra salud al mismo tiempo que podamos seguir disfrutando de pescados, crustáceos y cefalópodos sin miedo, merece la pena. 


 

 

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19 noviembre, 2024

Cómo Conseguir que la Fruta Esté en Su Punto Justo

Comer fruta a diario aporta una gran cantidad de beneficios, eso es indudable, salvo que no se puedan consumir por algún motivo de peso. Aportan vitaminas y minerales, hidratan, son fuente de fibra y de antioxidantes, nos proporcionan energía, ayudan a controlar el peso, mejoran el aspecto de la piel... Además de estar deliciosas. 


Y las podemos saborear todo el año, hay una gran variedad de ellas y las podemos comer frescas, en batidos y zumos, en compotas, en postres, en repostería e incluso en platos salados. 


Aunque para disfrutarlas al máximo, tanto por su sabor como por sus propiedades, es importante consumir las frutas en su punto justo de maduración. Por eso a continuación te doy algunos trucos sencillos para conseguirlo.


Cómo conseguir que la fruta esté en su punto justo


Compra siempre frutas de temporada, no sólo lo agradecerá tu bolsillo, también tu paladar, porque es más fácil que estén en su punto. 

 

Procura adquirir la fruta en establecimientos pequeños, porque será más fresca que en el caso de cadenas, supermercados e hipermercados. Piensa que estos últimos compran contenedores enteros y con los que surten sus tiendas hasta que se acaban. Eso significa que puede que cuando compres un kilogramo de manzanas en el súper tengas suerte y sean de las primeras que han sacado del contenedor, o que sean las que llevan 15 días (o más) esperando a ser vendidas. Por no hablar de que suelen venir de otros países, lo que significa que cuando llegan a su destino han pasado varios días desde su recolección y han estado conservadas en cámaras. 

 

Busca una buena frutería atendida por profesionales y establece una relación de confianza con sus dependientes. Cuando te conocen y conoces a los fruteros, es más probable que te ofrezcan las mejores piezas y justo en el punto en el que te gustan, y también que te aconsejen lo que debes comprar... y lo que no.


Puesto de frutas en un mercado

 

Ten en cuenta que hay frutas que siguen madurando después de su recolección (por ejemplo, las manzanas, las peras, los melocotones, los albaricoques, las ciruelas, el kiwi, el mango, el aguacate o los plátanos), que se denominan climatéricas. Mientras que otras una vez que se han recogido ya no maduran (como las cerezas, las uvas, las frambuesas, las moras o la sandía), que se llaman no climatéricas. 

 

Hay algunas frutas que deben cosecharse algo verdes para que no se dañen durante el transporte (como los plátanos). Por eso es probable que veas que a algunas de ellas les falta un poco para estar en su punto cuando las ves en la frutería.


Hay frutas que proporcionan más beneficios nutricionales cuando no están del todo maduras, porque tienen más fibra, vitamina C o propiedades antiinflamatorias, por ejemplo. Otras, sin embargo, pueden ser más indigestas cuando están verdes, sufriendo malestar, diarrea, estreñimiento, gases...

 

Y hay otras que no son recomendables cuando están muy maduras.


También es importante tener en cuenta nuestras preferencias personales, porque hay personas a las que les gusta la fruta muy madura y otras que prefieren que estén más verdes.


Piña

 

Fíjate en que las piezas no estén demasiado maduras ya cuando las adquieres, porque eso significará que cuando las comas ya estarán pasadas. 

 

Y tampoco compres aquellas que estén muy verdes, porque en la mayor parte de los casos no llegarán a madurar lo suficiente antes de consumirla. 


Comprueba que la fruta no tiene marcas o golpes.

 

Fíjate en el color de las piezas. Cuando están en su puntos sus colores son más vivos y brillantes. Si están muy verdes o pálidas, es que todavía no han madurado lo suficiente.

 

La piel debe estar tersa y uniforme. Eso sí, no te dejes engañar por las piezas muy brillantes, porque en muchos casos las enceran para aumentar su atractivo, lo que esconde su aspecto real.


Manzana roja

 

Si es posible que puedas tocar la fruta (algo que no deberías hacer, sobre todo sin guantes higiénicos), debería estar firme al tacto, pero no dura como una piedra. 

 

Y no te olvides de la información que te proporciona el olfato. Una fruta suficientemente madura tiene un aroma más intenso que una verde. Pero, ojo, porque si está pasada habrá comenzado a tener un cierto olor avinagrado. 


Ten mucho cuidado a la hora de transportarla de la frutería a casa, porque si las piezas se aplastan o se golpean entre sí, se estropearán antes de tiempo. 

 

Si has comprado frutas climatéricas algo verdes, puedes ponerlas junto con una pieza madura, como una manzana o un pera, para que el etileno que desprendan madure el resto. Para que el efecto sea mayor, mete esas frutas en una bolsa de papel o envueltas en periódico. 

 

Si quieres que las frutas climatéricas no maduren tan rápido, puedes guardarlas en la nevera, porque el frío ralentiza el proceso de maduración. 


Peras


Ve comprobando cada pocos días el estado de la fruta, para ir consumiendo las que estén más maduras y retirando las piezas que estén en mal estado, porque así evitarás que se estropeen las demás. 

 

En caso de que tengas piezas de fruta muy maduras, no las tires. Puedes utilizarlas para preparar repostería, compotas, mermeladas, confituras, batidos, macedonias, ensaladas, guisos, guarniciones, encurtidos... 


Espero que estos trucos que ayuden a disfrutar más y mejor de las frutas que tantos beneficios nos proporcionan.




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07 agosto, 2024

Consejos para que las Legumbres No Resulten Flatulentas

Las legumbres son fundamentales en la mayoría de las dietas, especialmente la mediterránea, aunque esto es cierto en la teoría, porque en la práctica son unas grandes (e injustamente) olvidadas. 


¿Las razones por las que no se consumen todo lo que se deberían? Necesitan un cierto tiempo para prepararse (menos de lo que parece), existe la creencia generalizada de que engordan y son pesadas y las tendencias de consumo y alimentación las han excluido de muchas de nuestras mesas. Y esto es una mala noticia, porque se recomienda que se consuman entre 3 y 4 raciones semanales y apenas llegamos a las 1,4 en España. 


En este post quiero darte información acerca de los beneficios e inconvenientes de las legumbres y de cómo combatir uno de esos efectos negativos: los gases. ¿Me acompañas?


Consejos para que las legumbres no resulten flatulentas


Beneficios

 

Las legumbres aportan proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales.

 

Son bajas en grasas, son saciantes y no aportan demasiadas calorías (salvo que se las añadas con otros alimentos).  

 

Previenen el estreñimiento y son beneficiosas para el sistema digestivo. 

 

Permiten estabilizar los niveles de glucemia, protegen el corazón y promueven la salud ósea y muscular.  

 

Contienen antioxidantes que permiten combatir los daños que producen los radicales libres.

 

Son versátiles, porque se pueden consumir de mil maneras.

 

Son un alimento económico. 


Legumbres

 

Y también algunos inconvenientes...

 

Las legumbres pueden provocar gases, distensión del abdomen (hinchazón), espasmos... 


No se recomiendan en caso de que las personas con propensión a los cálculos biliares, problemas renales o que tengan el ácido úrico elevado. Tampoco son aconsejables para aquellos con problemas gástricos, precisamente por su abundancia de fibra. 


Por qué dan gases

 

Las legumbres contienen oligosacáridos (un tipo de carbohidratos) que nuestro organismo no puede digerirlos totalmente, puesto que carece de las enzimas necesarias para que se descompongan en el intestino delgado y estos carbohidratos son resistentes al ácido de nuestro estómago. Pero esos oligosacáridos sí que los aprovechan las bacterias que habitan en el intestino grueso, aunque eso es algo positivo, tiene un inconveniente: que se producen gases debidos a la fermentación que producen esas bacterias.

 

Aunque eso no significa que tengas de renunciar a las legumbres, salvo que tu médico o tu nutricionista de lo desaconseje por algún motivo. Por muchos beneficios que aporte un alimento de forma general, puede que no sea apropiado para algunas personas, al fin y a cabo cada uno de nosotros somos diferentes.  


Judías carillas

 

Consejos útiles para que las legumbres no resulten flatulentas

 

Remojo

 

✽ Poner en remojo las legumbres contribuye a que se digieran mejor y que sean menos flatulentas. Aunque lo normal es dejarlas toda la noche, en mi caso lo alargo mucho más y noto la diferencia. Suelo dejarlas entre 24 y 48 horas, cambiando el agua varias veces, y dejándolas en la nevera una vez que han pasado las primeras horas en verano (para evitar que fermenten o se echen a perder). 

 

Siempre cocinadas

 

✽ Las legumbres no pueden consumirse crudas, porque contienen algunas toxinas que funcionan como antinutrientes, que se eliminan con el remojo y la cocción posterior. De hecho, la cocción debe ser total para que sean más digestibles. Las excepciones a la recomendación de no comerlas crudas son los germinados y los guisantes (sí, son leguminosas, no verduras), salvo que estos sean secos, ya que necesitarían remojo.

 

Bicarbonato

 

✽ Puedes añadir una cucharadita de bicarbonato de sodio al agua del remojo para que se digieran mejor. 


Bicarbonato de sodio

 

Enjuagarlas bien

 

✽ Es muy importante que enjuagues las legumbres una vez finalizado el remojo.

 

La magia de las especias

 

✽ Hay especias que puedes añadir al agua de cocción de las legumbres para que sean menos flatulentas. Puedes utilizar canela, comino (mejor en grano), hinojo, jengibre, laurel, romero...


Evita cocinarlas con ciertas grasas

 

✽ Los alimentos muy grasos como la panceta, el chorizo o la morcilla contribuirán a que las legumbres sean más indigestas y flatulentas. Opta por carnes magras, pescados o mariscos si es que quieres añadir proteínas animales. También puedes añadirles cereales para hacerlas más completas o verduras si es que quieres una versión más ligera.

 

Cambia el agua tras el primer hervor

 

✽ Una vez que las legumbres han roto a hervir, retira el agua de la olla y cámbiala por agua limpia.  


Optar por la cocción a fuego lento

 

✽ Es una forma de conseguir que queden en su punto y de que tengan más sabor (además de dar menos gases). Aunque es fundamental que antes de cocer a fuego lento, dejes que hiervan unos minutos. 


Olla



Hazlas puré

 

✽ Las legumbres en puré son mucho más digestiva y menos flatulentas. Puedes combinarlas con verduras, cereales y pseudocereales para aportarles más nutrientes y sabor.  Recuerda que además de en puré, puedes prepararlas en paté o en hummus. 


Come despacio y mastica bien

 

✽ Comer deprisa y sin prestar atención implica una peor digestión y más flatulencia, así que date tu tiempo a la hora de comer, mastica bien, evita beber grandes cantidades de agua con la comida... y apaga la tele o aparta el móvil.


Una infusión al rescate

 

✽ Si quieres evitar o paliar los gases que puedan haberte producido las legumbres, puedes recurrir a una socorrida infusión. Algunas plantas con propiedades carminativas son la canela, el cardamomo, la manzanilla, la salvia...

 

Espero que estos trucos te ayuden a disfrutar de las legumbres y de sus beneficios sin tener que sufrir gases.

 


Información de interés:

Beneficios nutricionales de las legumbres (FAO)


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24 julio, 2024

Motivos para Comprar los Alimentos Frescos en un Mercado Local

¿Perteneces al nutrido grupo de los que compran los alimentos frescos en supermercados e hipermercados habitualmente? Si es así, en este post quiero persuadirte para que te animes a probar una alternativa: el mercado local o de abastos. 

 

Este alegato no implica que no compre determinados productos en grandes superficies o incluso a través de Internet, porque lo hago, pero nunca alimentos frescos. Aunque siempre que puedo, incluso esos artículos procuro adquirirlos en comercios de mi barrio. Eso sí, intento llegar a un cierto equilibrio entre mi bolsillo, apoyar al comercio local y elegir productos de buena calidad.


Si quieres saber cuáles son mis razones para comprar los alimentos frescos en un mercado local, vete a por el carro de la compra, que nos vamos a dar una vuelta por los puestos...


Motivos para comprar los alimentos frescos en un mercado local


Comprar en mercados locales, mercadillos y tiendas de barrio forma parte de la cultura y de la tradición de la mayor parte de las civilizaciones que existieron y que existen (y espero que de las que vendrán), quizás porque es la manera más natural y gregaria de hacerlo. Es curioso pensar que cuando se hace turismo, se tienden a visitar esos mercados locales, porque son atractivos y con encanto, pero luego ni siquiera se pisan los que se tienen más cerca de casa...

 

Es cierto que adquirir frescos junto con el resto de la compra en una gran superficie parece la opción más cómoda, rápida y anónima, pero además de esas supuestas ventajas, también conlleva muchos inconvenientes, tanto individuales como para la sociedad.

 

Los precios que se ofrecen en los mercados, aunque te parezca mentira, suelen ser menores que los de las grandes superficies. Evidentemente hay puestos más caros, sobre todo los de vocación gourmet, pero en general lo vas a a notar en el bolsillo.  

 

Al hacer la compra en el mercado de tu barrio no tendrás que tomar el coche, lo que es bueno para tu bolsillo, para el medioambiente... y para tu salud, porque tendrás que ir caminando.

 

En el mercado encontrarás sobre todo comida real, al contrario que en supermercados e hipermercados, en los que la mayoría de sus productos son ultraprocesados. 


Bolsa de red con alimentos frescos

 

Al ofrecer en su mayoría comida que no está procesada, te obligarás a cocinar más, algo que beneficiará a tu salud (y a tu paladar).

 

Ver de dónde proceden realmente los alimentos, te va a reconciliar con la comida, porque estamos perdiendo la capacidad de identificarlos como tal, puesto que ya muchas personas sólo los ven en una barqueta, en un bandeja lista para calentar, en un bote... o en la bolsa del repartidor de comida a domicilio.

 

Los alimentos frescos, que son la mayoría de los que vas a encontrar en el mercado, son más frescos. Porque en casi la totalidad de puestos reponen con más frecuencia (incluso a diario) que en establecimientos más grandes, que suelen comprar grandes cantidades (por eso algunos alimentos son más baratos, además de por ser de origen extranjero) y que ofrecen a la clientela hasta que se acaban. 

 

El origen de los alimentos suele ser nacional, y en muchos casos local. Si eliges el puesto correcto, podrás comprobar que la mayoría de alimentos lo son.  

 

Es más fácil encontrar alimentos de temporada, porque en los puestos no suelen ofrecer aquellos que no están en su momento, ya que al comprar pequeñas cantidades salen caros y su clientela no los compran. En el caso de los supermercados e hipermercados, al comprarlos al por mayor, aunque vengan de otros países, pueden ofrecer precios más atractivos.


Frutas y verduras en el mercado

 

Los alimentos sufren menor manipulación que en el caso de las grandes superficies. El pescadero o el carnicero, por ejemplo, cortan la pieza en el momento y lo hacen delante de ti. Mientras que en el híper, probablemente ha pasado por varias manos hasta que la barqueta llega a la zona de refrigerados. 

 

En el mercado vas a recibir un trato personal, algo que es de agradecer en una época en la que la soledad, el aislamientos y la falta de habilidades para socializar se han convertido en una verdadera lacra. 

 

En la mayoría de los puestos vas a encontrar a profesionales que conocen su producto y que lo saben preparar de maravilla. Ver como preparan un pollo, una carne para asar o cómo limpian el pescado es todo un espectáculo. 


Pescadero preparando pescado


Te van a aconsejar el tipo de productos y la preparación más adecuada si no tienes mucha experiencia en la cocina. Los profesionales del mercado están encantados de responder a tus preguntas. 

 

En muchos puestos podrás encargar lo que necesitas por teléfono o por WhatsApp y luego pasar a recogerlo. Incluso también es posible que te lo lleven a casa si vives cerca. En mi caso encargo con frecuencia alimentos que no suelen tener disponibles en las grandes superficies y nunca me ponen ningún problema para ello.

 

Te va a sorprender la cantidad de actividades que ofrecen muchos mercados de nuestro país para dinamizarlos y conseguir que los clientes vuelvan a comprar en ellos.

 

¡Ah, y la falta de tiempo no es una excusa! Si te organizas bien, puedes adquirir cantidades más grandes y congelar los alimentos, tanto frescos como congelados. En mi caso, compro más cantidad de pescado, aves y carne, los divido en raciones y lo congelo, así siempre tengo alimentos de calidad disponibles. También puedes apostar por el batchcooking o hacer conservas.  


¿Te animas a visitar el mercado de abastos de tu barrio?

 

 

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La primera vez que apareció el post Motivos para Comprar los Alimentos Frescos en un Mercado Local fue en el blog de La Meiga y Su Caldero. 


Motivos para comprar los alimentos frescos en un mercado local by La meiga y su caldero - Arancha Moreno is licensed under CC BY-NC-ND 4.0