28 octubre, 2015

Truco para que No Se Te Salgan los Zapatos

Si llevas zapatos de salón y con tacón alto, probablemente hayas sufrido el mismo problema que yo: que se te salgan los zapatos.


Es algo realmente molesto y que puede llegar a ser peligroso, porque es fácil que acabes tropezando y cayendo al suelo. Por no hablar de los andares de pato mareado que se llevan con unos zapatos que se salen.


Por eso te cuento mi experiencia... y mi solución, que espero que te sirvan de ayuda. 


Truco para que no se te salgan los zapatos


Aquí va el relato...


Hace dos o tres años me compré unos zapatos de salón de ante que me gustaron muchísimo cuando me los probé. Y, además, eran cómodos a pesar de su tacón. Todo un lujo. Hasta que me los puse la primera vez... y me di cuenta de que se me salían.


Los zapatos de salón se suelen salir con frecuencia
Los zapatos en cuestión...


Para solucionarlo probé con unas plantillas (medias y enteras), para ver si podría solucionar el problema con ellas, puesto que parecía que los pies se escurrían hacia delante y por eso se me acababan saliendo según comenzaba a andar con ellos.

 
Tampoco quería utilizar el consabido truco de poner algodón o papel en la punta del zapato, porque es bastante incómodo y acaba deformando los dedos de los pies. 

 
Las taloneras tampoco me entusiasman, porque cuando te las pones queda un espacio entre el pie y el borde del zapato que, personalmente, me parece poco estético. Además, acaban desplazando todo el pie hacia delante, de tal forma que los dedos acaban topando con la puntera y terminan doliendo (como con los algodones). 


Talón de zapatos de salón
No me hacía mucha gracia ponerle taloneras...


Y, por supuesto, quería poderme quitar los zapatos en público sin que pareciese una carretera secundaria española, con remiendos y parches por todas partes. Me imaginaba descalzándome en el gym o en la clase de tango para ponerme los zapatos de baile con los zapatos llenos de retales, taloneras, plantillas y algodones...


Así que, nada de nada. La cosa seguía igual, así que después de usarlos en 3 ó 4 ocasiones, los dejé bien guardaditos en sus bolsas correspondientes para que no se estropeasen.


De vez en cuando me los probaba de nuevo en casa, por si se había producido algún cambio. Creo que me gustaban tanto, que pensaba que quizás algún duende bondadoso podía haberse apiadado de mí y había hecho su magia con mis zapatos... :D Ilusa de mí, porque los condenados seguían bailando en mis pies cada vez que intentaba ponérmelo.


Pero un día se me encendió una luz y pensé que quizás con algún tipo de sujeción, la cosa podría cambiar. Así que pensé en ponerles una pulsera en el tobillo, de esa forma quedarían bien sujetos al pie y, además, bastante elegantes. 


Así que tomé un par de pulseras negras que tenía guardadas de otros zapatos y se las bajé al zapatero, por si podía hacer algo con ellas. Y cuál fue mi sorpresa, que no sólo me dijo que podría hacer el arreglo; sino que además tenía unas pulseras de ante negro, que combinaban mucho mejor con los zapatos que las que llevaba yo, que eran de cuero negro. Además, me comentó que el enganche entre el zapato y la pulsera también me lo pondría de ante. 


Zapatos con pulsera arreglados por el zapatero
Así de bonitos quedaron los zapatos

 
Y dicho y hecho, en pocos días fui a recoger mis zapatos y me encontré con que eran más bonitos aún que cuando los compré y no se salían de mis pies. Al final el duende zapatero sí hizo su magia... previo pago de 14 euros, claro.


Zapatos de salón con pulsera para que no se salgan


Estoy encantada, porque ahora puedo utilizar los zapatos, que ya tenía pensado regalar a alguna amiga o dejarlos como decoración en casa... 




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21 octubre, 2015

Cómo Limpiar el Horno Bien y Sin Tóxicos


Limpiar el horno es una tarea ingrata, para que nos vamos a engañar. Y si a eso le añadimos productos químicos agresivos, la cosa empeora. Por mucho que estos limpiadores se empleen con mascarilla o con la ventana abierta, resulta un auténtico suplicio respirar esos vapores al mismo tiempo que se frota hasta la extenuación.

 
Y qué decir de lo que la mayoría pensamos al limpiar con esos productos: que si se queda algún residuo de esos tóxicos en el horno, por muy bien que aclaremos, pasarán a la comida.

 
Cada vez me apetece más usar productos naturales, ya sea a la hora de comer, de cuidar mi piel o de limpiar. Por eso aquí te traigo algunos trucos que te ayudarán a limpiar el horno de forma más natural y respetuosa con tu salud, además de efectiva. Además, estos trucos suponen un ahorro para tu bolsillo.

 
Aquí tienes los trucos. ¿Tienes preparados los guantes?


Cómo limpiar el horno de forma eficiente y sin tóxicos


En general

 
Cocina con poca grasa y a una temperatura baja. Así salpicará menos grasa y el horno se ensuciará menos.


Pon papel de horno en la bandeja del horno, así evitarás que la grasa y los restos de comida se peguen. Luego sólo tendrás que retirar el papel y lavarás mucho más fácilmente la bandeja. El papel de aluminio también sirve, aunque puede rayar la bandeja.


No dejes que se ensucie demasiado. Procura limpiarlo bien después de cada uso. Cuanto más se resequen la suciedad y la grasa en el horno, más difícil será eliminarlas.

 
No utilices elementos abrasivos para la limpieza de paredes y resistencias: estropajos de aluminio, cepillos con cerdas muy ásperas, productos en polvo y muy corrosivos...


Guantes de cocina
Siempre que puedas, limpia con guantes
Utiliza siempre guantes. Aunque los productos que te propongo son más o menos naturales, el contacto continuado puede ser abrasivo para tu piel. Además, los guantes te protegerán en caso de que roces con alguna zona afilada o cortante. 

 
Procura limpiar el horno en caliente. No quiere decir que te tengas que quemar, por supuesto, pero sí que tenga una cierta temperatura para facilitar la limpieza. El calor hará que la grasa y la suciedad se despeguen mejor de la superficie.


Por cierto, para templar el horno antes de limpiarlo, hazlo con la puerta del horno cerrada. Si la abres, todo el calor irá hacia arriba y es fácil que los muebles o superficies que estén en la zona superior del horno se deterioren. 


Antes de limpiar, retira las migas y limpia con un trozo de papel de cocina la grasa y la suciedad más visible. Así facilitarás la limpieza posterior.


Si lo que se ha caído en el horno es líquido, retira la mayor parte poniendo sal para que absorba toda la humedad posible. Luego sólo tendrás que eliminar la pasta que se habrá formado con un poco de papel de cocina. 


Limpia las resistencias sólo con una bayeta ligeramente humedecida. 


Acuérdate de sacar todos los elementos removibles del horno antes de limpiarlo y lávalos aparte. Déjalos secar bien antes de volverlos a introducir en el horno.


Con bicarbonato y agua


BicarbonatoMezcla bicarbonato de sodio con agua del grifo, con un proporción aproximada de 1 cucharada sopera por 200 ml. de agua. 


Puedes aplicarla con una bayeta, aunque es mucho más cómodo introducir la mezcla en un bote con pulverizador. Una vez pulverizada por todo el horno, permite que actúe el bicarbonato y el agua durante un par de horas y luego aclara. Si la superficie interior está muy sucia, deja la mezcla toda la noche en exposición y aclara al día siguiente. 

 
Otra opción es preparar una pasta con bicarbonato y agua y aplicarla dentro del horno, insistiendo en las zonas más sucias. Déjala actuar al menos 2 horas y luego aclara. Si la suciedad es importante, déjalo toda la noche, como en el caso anterior. 


Puedes enriquecer esta pasta con sal, para que la limpieza sea más exhaustiva gracias a su textura granulada, puesto que es más abrasiva. Eso sí, tendrás que tener mucho cuidado al limpiar la pasta, para no rayar el interior. 
 

También puedes añadir vinagre o limón a la mezcla para aumentar su poder limpiador y desodorizante. O aclarar la pasta con agua y vinagre o agua y limón, a tu gusto.

 
Un inconveniente que tiene el bicarbonato es que puede dejar residuos, así que tendrás que esmerarte en el aclarado. Te darás cuenta enseguida si no has aclarado completamente, porque quedarán unas manchas blanquecinas.


Con levadura y agua


Levadura
Mezcla levadura y agua hasta hacer una pasta y aplícala por toda la superficie interior del horno. Déjala actuar un par de horas, más tiempo si la suciedad está muy incrustada. Luego aclara bien con una bayeta y agua del grifo. 


También puedes aclarar con agua mezclada con vinagre blanco, para aumentar la efectividad. Además, el vinagre ayudará a eliminar los malos olores que hayan podido quedar. No te asustes si al vaporizar el vinagre se crea una especie de espuma, es una reacción química (inocua) de la levadura y el vinagre.

 
Este truco funciona a la perfección para limpiar comida pegada de ollas, cacerolas y sartenes.


SalCon sal y agua


Haz una pasta con agua y sal y ponla sobre las manchas de comida pegada o grasa. Déjala reposar un par de horas y luego retírala con una bayeta, pero con cuidado de no rayar las paredes.


Con limón y agua

 
Introduce en un recipiente hondo (apto para el horno) limones partidos por la mitad, con agua a la que habrás añadido el jugo de esos limones. 

 
Limones
Calienta el horno a 280º durante 20-30 minutos, deja templar el horno y limpia las superficies. 


Al calentar el agua con el limón se generará un vapor que se pegará a las superficies. Ese vapor llevará consigo el jugo del limón, que es desengrasante, limpiador, desinfectante y desodorizante. Luego sólo tienes que pasar un estropajo suave y/o una bayeta y secar. Si no se ha quitado toda la grasa, utiliza el agua con limón del recipiente para darle una segunda pasada y luego aclara. 

 
Este truco también es perfecto para el microondas. 


¿A que ahora ya no te da pereza poner el horno en marcha?





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14 octubre, 2015

Cómo Tener unas Uñas Fuertes y Sanas

Unas uñas bonitas comienzan por que estén sanas y fuertes. Por mucho que invirtamos en esmaltes y manicuras, si no tenemos una buena base, nunca tendremos unas uñas de cine.


Pero las uñas no se deben cuidar sólo por estética, también son útiles en nuestra vida diaria, puesto que forman parte del órgano del tacto y de la función prensil (de agarre). Además, protegen los extremos de nuestros dedos.


La uña tiene una capa superficial que está compuesta de células desvitalizadas, que provienen de la zona de origen de la uña y que acumula, entre otros materiales, la queratina; que es la que da dureza a la uña. Después tiene una capa intermedia que tiene las mismas células que las anteriores, pero vivas. Y la capa más interna, que tiene también células vivas en contacto con el lecho epidérmico y que tiene un riego sanguíneo importante. Así que puedes comprobar que son algo vivo y en constante cambio y renovación. De hecho, las uñas reflejan nuestro estado de salud y los traumas que puedan sufrir de forma palpable.


Si quieres cuidar tus uñas y tenerlas saludables y preciosas, no te pierdas estos trucos.


Cómo tener unas uñas fuertes y sanas


Si hay cambios


Ante cualquier cambio visible en las uñas, consulta con un dermatólogo, porque pueden ser síntoma de algún problema de salud. 


No te fíes del saber popular en cuanto a los trastornos de las uñas, es mejor que te diagnostique un profesional.


La alimentación


Aunque parezca de cajón, el mejor truco para unas uñas fuertes y bonitas es la alimentación. Y no estoy hablando de complementos nutricionales, sino de comer de todo y de forma saludable


Si te alimentas adecuadamente, estarás incluyendo en tu dieta nutrientes como proteínas, vitaminas (A, B, C, D y E), ácidos grasos omega 3 y 6, calcio, hierro, zinc, sílice y azufre entre otros, así que tendrás unas uñas preciosas.


Y, ojo, también debes hidratarte bien, porque la falta de hidratación se reflejará en todo tu cuerpo, también en tus uñas.


La higiene


Lavabo con agua corriendo y jabón de manosLávate las manos a menudo, siempre con jabones respetuosos con la piel. No sólo por higiene, también porque evitarás infecciones en tus uñas. 


Ten a mano junto al jabón un pequeño cepillo. Es la mejor forma de tener unas uñas aseadas y unas manos impecables. Si se te queda suciedad entre las uñas, no utilices elementos punzantes para retirarla, porque puedas dañar la zona entre la uña y el dedo. Mejor utiliza el cepillo. 


Humedad vs sequedad


Evita la humedad en tus uñas. Por eso debes secar bien tus manos tras cada lavado. El exceso de humedad debilitará tus uñas y creará el caldo de cultivo perfecto para hongos y otras afecciones.


Descarta los secadores de aire caliente para secar tus manos, porque son agresivos para la piel y las uñas. El mejor secreto para secar de forma rápida y perfecta las manos: sacudirlas unas cuantas veces encima del lavabo y luego secar con una toalla o un papel sin frotar, sólo con unos ligeros golpecitos.


Ya ves, las uñas son como la piel: ni demasiada humedad ni demasiada sequedad. 


Protección


Utiliza guantes para las tareas que impliquen contacto directo con productos químicos agresivos, puesto que pueden debilitarlas, teñirlas o dejarlas sin brillo. Poner una barrera entre esos productos y tus uñas es la mejor forma de protegerlas.


No te muerdas las uñas, porque las dejarás más débiles y, si esa costumbre se extiende en el tiempo, conseguirás modificar la forma de la uña... y de forma negativa. 


Retira la laca de uñas completamente ayudándote de un algodón y un quitaesmaltes suave, pero nunca raspándolo con los dientes o con algún objeto afilado. Eso no haría más que desgastar la uña.


La manicura


Si vas a hacerte la manicura, procura que sea en un lugar de confianza. Comprueba la higiene del lugar y de la persona que te preste el servicio. Piensa que emplean objetos punzantes y cortantes, que pueden ser foco de infecciones y contagios de todo tipo. Si no te fías, lleva tus propios instrumentos de manicura. 


Manicura limando las uñasProcura limar las uñas en lugar de cortarlas. Por supuesto, con limas que no sean metálicas. Invierte en limas de buena calidad, no son tan caras y los resultados saltan a la vista.  


Si tienes que cortarlas con cortauñas o alicates, procura ponerlas en remojo unos minutos antes, para que estén más blandas. Así podrás cortarlas mejor y evitarás que se astillen. Y no te olvides de terminar con un limado cuidadoso.


Si llevas la uñas muy largas, tendrás más posibilidades de que se rompan o se dañen. Intenta llevarlas cortas o con un largo medio.


No cortes las cutículas, porque dejarás desprotegida la base de la uña. Además, cortar las cutículas de forma indiscriminada es la mejor forma de conseguir que crezcan más y más rápido... y de regalo también unos molestos y feos padrastros.


Emplea las limas pulidoras con mesura, porque aportan brillo, pero acaban desgastando la uña. Piensa que para pulir, deben ir eliminando las capas más superficiales. Si la utilizas con mucha frecuencia, ese peeling que hacen las limas pulidoras no permitirá se vaya regenerando la uña mientras va creciendo.


Hidratación y nutrición: siempre


Hidrata y nutre tus uñas a diario, porque es la mejor manera de cuidarlas desde el exterior.


Las cremas de manos y uñas son muy interesantes, pero los aceites y mantecas son mucho más efectivos... y económicos.


Los aceites de oliva, jojoba, germen de trigo, semilla de granada, semilla de albaricoque, aguacate, coco, sésamo, almendra o girasol son ideales, tanto para tus manos como para tus uñas. Cada uno tiene unas propiedades específicas (antioxidantes, regenerantes...), pero todos son humectantes y nutritivos. Y naturales. Prefiérelos siempre de primera prensada en frío y, si puede ser, ecológicos.


También te recomiendo el aceite de onagra, sólo o combinado con alguno de los anteriores. Este tipo de aceite suele llevar incorporada vitamina E, que es magnífica para recuperar el vigor y el brillo de las uñas.


Y, por supuesto, no me podía olvidar de la manteca de karité, que también es excelente para las manos y las uñas. Aplicada de forma generosa por la noche, antes de acostarse, es una forma cómoda y eficaz de hidratarlas y nutrirlas.


Aceites esencialesUn truco para nutrir las uñas sin necesidad de embadurnar las manos es tener uno de los distintos lápices para uñas y cutículas que hay en el mercado. Son una especie de lápices, como los de algunos iluminadores, que tienen un aplicador en forma de pincel, que permite poner la cantidad justa de aceite o bálsamo justa en cada uña. Perfectos para llevar en el bolso y aplicarlos en cualquier momento. Unas pinceladas en cada uña y un pequeño masaje, y ya están listas. 


Si hidratas y nutres tus manos y uñas a diario, no tendrás que preocuparte de más. Pero si aún así necesitas un extra, puedes sumergir tus manos y uñas en aceite de oliva tibio durante unos minutos o untarte una buena capa de aceite y/o manteca de karité y ponerte unos guantes toda la noche.


Si tienes tendencia a los hongos e infecciones en las uñas, añade unas gotitas de aceite de árbol del té a tus aceites y cremas, porque tiene propiedades bactericidas y antifúngicas.


El esmaltado


Esmaltes de uñasLo ideal sería no utilizar esmalte de uñas pero, si no puedes prescindir de él, busca productos de calidad. Eso no quiere decir que sean caros, pero sí adquiridos en lugares de confianza y de marcas conocidas. Busca el lugar de fabricación en el frasco, porque algunas lacas de uñas orientales utilizan productos nocivos para la salud, y a veces se venden sin las correspondientes autorizaciones sanitarias.  


Evita los quitaesmaltes muy agresivos, porque quitarán muy bien el esmalte, pero debilitarán y resecarán las uñas muchísimo.


Utiliza siempre base antes de pintar, sobre todo si vas a utilizar esmaltes muy oscuros. La base protegerá tu uña, incluso si no vas a esmaltarla después.


Masajea tus manos y tus uñas con frecuencia, así estimularás el riego sanguíneo en toda la zona y conseguirás que los productos que utilices para nutrirlas surtan más efecto.



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07 octubre, 2015

Cómo Distinguir un Perfume Falso de uno Verdadero

Para las que amamos los perfumes, salir a la calle sin ellos es casi como salir desnuda. Son una parte de nuestra imagen, algo que nos caracteriza.


Pero perfumarse es un gesto caro en general, más aún si estamos hablando de fragancias de alta perfumería, lo que suele empujarnos a buscar chollos para seguir disfrutando de esos perfumes a precios más asequibles, algo perfectamente comprensible. Pero, cuidado, porque en la mayoría de los casos detrás de las ofertas irrechazables suele haber falsificaciones.


Si quieres aprender a distinguir un perfume falso de uno verdadero, toma nota de estos consejos.


Cómo distinguir un perfume verdadero de uno falso


El lugar de la compra


Una de las primeras pistas para saber si un perfume es falso o no es tener en cuenta dónde se va a adquirir. Los mercadillos, top manta, tiendas on-line poco fiables o personas que nos abordan en la calle para vendernos un perfume, deberían hacernos desconfiar. Ten en cuenta que las marcas de perfumería reconocidas cuidan mucho la elección de los establecimientos en que se distribuyen sus productos. 


El precio


Otro de los puntos que debería hacerte sospechar es el precio. Una diferencia de precio importante entre lo que suele costar el perfume de manera habitual y lo que nos ofrecen como chollo, créeme, tiene truco. De hecho, puede esconder dos delitos: que sea una falsificación o que sea un producto robado.


PerfumeSi es una falsificación, estarás comprando un producto que al final resultará caro, puesto que su calidad será más que dudosa y puede poner en riesgo tu salud si contiene productos tóxicos. Por no hablar de que estamos manteniendo un negocio ilegal, con todo lo que ello conlleva: explotación laboral, inseguridad en la producción, fraude fiscal, etc.


Si se trata de un robo, aún peor. Hay quien piensa que los robos en la tiendas no afectan nada más que al propietario, pero están en un tremendo error. Los robos continuados en las tiendas acaban repercutiendo en los trabajadores, a los que en muchas ocasiones se les descuenta esa mercancía robada de su sueldo; puesto que se les hace responsables de no haber sido suficientemente celosos con la vigilancia. Y también hay otros afectados: todos nosotros. Porque los establecimientos acaban repercutiendo esas pérdidas en los precios de los productos. Así que, antes de comprar un perfume o un cosmético que pueda ser robado, es mejor pensar en lo que puede suponer para otras personas.


Antes de comprar


Antes de comprar un perfume y si no lo conoces muy bien, te aconsejo que te des una vuelta por algún establecimiento reconocido y veas en la mano el embalaje original con el que se vende. 


También te recomiendo que te pruebes el perfume, así podrás ver cómo es el frasco con el probador. Y, no te olvides de pedir uno de esos cartoncitos que suelen dar para la prueba, así podrás guardarlo y compararlo con el que vayas a comprar. Esto último no es muy eficaz si vas a comprar on-line, pero es bueno saberlo. 


El embalaje


El embalaje de un perfume de marca suele ser muy cuidadoso. Al fin y al cabo es la carta de presentación de un producto que vive de la imagen y el marketing. Si esa carta de presentación no es atractiva, es mejor recelar. 


El cartón del embalaje exterior debería ser de buen gramaje, con un aspecto cuidado, tanto en sus colores, como en su brillo y textura. Si el cartón es fino y está arrugado, si los dobleces no son perfectos, si los colores son demasiado apagados o demasiado chillones, si la textura no es uniforme... lo más seguro es que se trate de una falsificación.


Ojo a las tipografías muy grandes o muy pequeñas. También las que son ligeramente diferentes de las habituales.


Información del proveedor en el fondo del frasco
La información del fabricante: en el embalaje y el frasco
En la caja exterior debería aparecer un código de barras. 


También deberían figurar el fabricante, el distribuidor autorizado y los ingredientes. Y si no aparecen en el exterior, tendrían que hacerlo en un folleto interior y en el propio frasco.


Por otra parte, es habitual que ciertas fragancias incluyan un código identificativo del propio perfume, que también aparecerá también en el frasco.

 
El celofán que protege la mayoría de las cajas de perfumes de una cierta calidad, es otra de las pistas que revela un fake. En una fragancia verdadera la calidad del celofán será excelente, los dobleces será exactos y estarán bien asegurados; de tal forma que no se moverá ni un milímetro sobre la caja. Y, por supuesto, tampoco estará pegado en ningún punto al embalaje. 


Otra forma de averiguar si el perfume es falso es comprobar la protección interior que lleva el frasco. En las fragancias originales, esa protección se ajusta perfectamente al frasco, porque la finalidad es que no se mueva durante el transporte y así garantizar su integridad. Si esa protección se mueve o tiene un aspecto extraño, es posible que sea un fraude.


El recipiente


Frasco de perfume
El frasco debería ser de una sola pieza
El frasco en un perfume original debería ser perfecto, porque las empresas de cosmética gastan mucho dinero en su diseño y fabricación. No en vano es el contenedor del perfume y debe ir en consonancia con la calidad del mismo. En una fragancia auténtica, el recipiente se fabrica de una sola pieza, sin bordes y con el fondo interior, sin imperfecciones. En una falsificación, se fabrican con pocos medios y con materias primas de calidad inferior, por lo que los frascos se elaboran con dos moldes que luego se pegan entre sí. Podrás comprobarlo si pasas el dedo por la mitad vertical de la fragancia falsa, verás cómo se nota una especie de borde en la zona de unión de las dos piezas.


Si se trata de un perfume con atomizador, el original lleva sellado el mecanismo del spray de una manera perfecta, porque se hace con maquinaria especial en la fábrica de origen. Verás que en los frascos de los auténticos no aparece ningún borde cortante o irregular, imperfección visible o raspadura en esa zona. Si alguna vez has querido aprovechar un perfume a punto de terminarse y que ya no salía por el vaporizador, seguramente has desmontado el frasco. En los originales, habrás tenido que utilizar alicates y bastante maña. En los falsos no. 


Frasco de perfumeTambién deberías fijarte en los tubos de plástico del atomizador, los que están insertados dentro de la botella y llegan hasta el fondo del frasco. En las fragancias auténticas los tubos plásticos llegan hasta el fondo, pero con una curvatura mínima. En los falsos, esos tubos están muy curvados. La razón es simple, los tubos tienen un largo estándar, por así decirlo. En las fábricas de las marcas de cosmética se cortan esos tubos a la medida de cada frasco, en las fábricas piratas, se colocan los estándar sin adaptar, para ahorrar costes.


El perfume


El perfume debe tener el color que se espera de él, es decir, podrá variar ligeramente de tonalidad entre partidas, pero nada más. Si siempre que compras ese perfume tiene un tono ligeramente caramelo, el que en otra ocasión tenga un color amarillo claro, debería hacerte desconfiar.


También debe ser transparente. Si está turbio o tiene impurezas en el fondo, algo no marcha bien. 


Perfume agitado
Comprueba si las burbujas desaparecen tras agitarlo
Otro truco para saber si es o no verdadero: agitarlo. Aparecerán unas burbujas, si desaparecen en unos segundos, es probable que el perfume sea auténtico, si tardan mucho en desaparecer... malo, malo. Ojo, que las aguas de colonia hacen más burbujas y tardan más en estabilizarse; aunque también es cierto que se falsifican menos que los perfumes y las aguas de perfume.


Y, por último, ten en cuenta la permanencia del perfume. Si el la fragancia te dura lo que un suspiro, quizás sea una falsificación. Pero como el pH de la piel y otras características (época del año, por ejemplo), modifican la permanencia de un perfume de una persona a otra, puedes hacer la prueba con unos cartones de probador como referencia neutra. Si el aroma dura menos de 24 horas, probablemente sea un fake


Y recuerda, si algo te huele mal, probablemente sea un fraude...



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